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Castillo Lockhart (MM B: 78568)


Ela Karoline
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No esperaba la voz de mi padre como respuesta pero, claramente había sido su voz y no la del traicionero elfo. - Oh.. oh... - Lo mejor sería que me reuniera con él en el piso de abajo y ver así, si se veía enojado. Corrí pues, escaleras abajo y me presenté en la sala justo para escuchar que tanto mi padre como Cye, habían podido descansar debidamente. Bueno era saberlo. Eso quería decir que Ishaya estaba de buen humor y no me regañaría de nuevo - Buenos días padre, hermanito... - dije dándole un beso en la mejilla al patriarca y sacándole la lengua a Alexander. - ¿Qué hay para desayunar? Me muero de hambre. - Me senté en la mesa y observé a mis familiares.

 

- No saben lo que me hizo ese elfo... ¿De quién fue la idea de hacernos levantar tan temprano? Me dejó la ventana abierta... casi muero de hipotermia... - Hablaba sin parar mostrando mi notable irritación. Seguramente eran las fechas navideñas las que me afectaban de esa manera porque, ese comportamiento histérico no era propio de mí. Suponía que, el haberme pasado la noche sin dormir también me había afectado. En cualquier caso, tenía que desahogarme o, al menos, eso sentía que debía hacer.

 

Paré de hablar un momento para tomar aire y, entonces me di cuenta de la decoración... Guirnaldas de colores, pinos cubiertos de nieve... nieve y más nieve. Cientos de copos caían en la sala y desaparecían al caer al piso... Todo apuntaba sin duda, a esas fechas tan señaladas... La decoración era hermosa, por supuesto pero, de pronto mi humor cayó en picado. Un fuerte nudo me dejó sin aliento y me hizo callar. El día de Navidad había llegado y con él, el cumpleaños de mi difunto padre. Suspiré. No era algo que debía recordar así que, lo aparté como pude de mi mente. Aún así, estaba segura de que mi alegría no sería tan palpable ese día.

 

- Esto... Supongo que ya es Navidad... que bueno... - Sonreí como pude y desvié la mirada rápidamente para parpadear y evitar que la tristeza me invadiera. Cuando estuve más recuperada, volví a dirigirles la mirada y sonreí con más alegría. - ¡Bueno, que tenemos preparado para hoy!

 

@@Alexander Fox @ @

 

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Las hadas y los elfos seguía el petitorio de la matriarca, y ya se empezaban a escuchar algunas protestas, Patri la primera, lo cual hizo sonreír a la bruja quien envuelta en una bata de seda magenta y unas zapatillas de cama en forma de conejo (regalo su abuelo Gilderoy muchas navidades atrás) asomo su rubia cabellera al pasillo, todo lucia tranquilo aun. Así que tenía tiempo, camino hacia la barandilla de la escalera pensando que nadie le veía, y de una se sentó dejando que la gravedad hiciera lo suyo deslizándola hasta el final donde antes y durante su juventud los brazos de su abuelo la atrapaban, pero el ya no estaba aun así no olvidaba este día y había mandado a un elfo a que estuviera pendiente y llegado el momento una cama de cojines la detuvieran.

Aquella sensación de libertad y travesura que revivía cada primer día de navidad le recordaba las horas felices con el ancestral patriarca y también le dejaban un sabor amargo ante la desaparición de sus padres y su abuela Sheila, pero así era la vida, ella continuaba con las tradiciones y trataba de hacerlas parte de la vida de sus hijos, de compartirlas con su esposo y sus seres queridos.

--Jajajajaja Genial Jops, otra vez, si, si, otra vez-- reía y cuando había caído a los cojines mullidos sin hacerse daño alguno viendo a un costado al elfo, quiso repetir la experiencia, un par de años atrás, cuando @@Bodrik era más pequeña se habían lanzado juntas y la nena aplaudía colgándose del cuello de la matriarca para que lo hicieran de nuevo, pero quizás aun no se despertaba. Desapareció y apareció de nuevo arriba al comienzo del pasamanos y otra vez se dejo caer, sus rizos sueltos danzaban alrededor del rostro delicado de la bruja que vista así parecía más una chiquilla que la matriarca de la familia.

Mientras que Gilderoy desde su cuadro la observaba riendo, era un espectáculo del que no se había privado desde que el mismo le enseñara a deslizarse a espaldas de su estirada madre y el padre bonachón. Luego venia un abrazo y por supuesto al salón a los fuegos. La casa en si, estaba dotada de una magia especial durante aquel día y el cuadro de Gilderoy resplandecía pudiendo moverse (flotar) al antojo del mago, incluso tendría un puesto en la mesa.

Pero ¿Dónde estaban todos? Pregunta que sin ser hecha el elfo contesto. “El señor está en la cocina, la señorita Patri ya esta despierta lo mismo que el joven Alexander, los demás aun no bajan. --Bien esperémoslos, mientras puedo seguir deslizándome sin riesgo de que me llamen inmadura-- dijo entre risas dispuesta a deslizarse una tercera vez.

@@Ezequiel granger @@Roxanne Rambaldi @ @@Vladimir Karkarov @@Adam Lockhart @@Chris C Lockhart @@alice karkarov @ @ @@Matt Blackner @ @@Reena Vladimir @
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Sonrió divertido ante el saludo de su padre, no se terminaba de acostumbrar a las muestras de cariño de ellos, lo hacían sentir como un niño pequeño, y resultaba interesante el sentimiento, no le era común, pero le hacía sentir bastante feliz. Se echó a reír cuando su padre le respondió, la verdad seguramente el bebe estaría un poco mimado con todos los cuidados de los elfos, pero siendo un Lockhart estará bien

 

- Crecerá bien, estoy seguro, ustedes son buenos padres, seguramente sabrán como manejarlo y cualquier cosa siempre tendrás nuestro apoyo - le respondió divertido, y justo en el momento que Ishaya preguntaba por sus hermanos, aparecía la que había provocado unos delicados gritos mañaneros - Buenos días bella dama - saludó Alexander, pero no espero a que le sacara la lengua, en esos momentos podía sentir como la joven irradiaba una pequeña irritación, era muy temprano para ella y lo sabía, pero sentía algo diferente ese día.

 

-Pequeña gruñona, está exagerando - se había percatado de los cambios dramáticos de humor de la femenina, se fue acercando hasta ella para observarle entre confundido y preocupado, ya que lo último había colocado una sonrisa llena de energía, no sabía se le estaba mintiendo en la cara o estaba recobrando su habitual energía - si, pero debemos esperar que todos bajen pequeña dama gruñona - le respondió para colocar sus menos con cuidado en ambas mejillas de la femenina y apretarla divertido.

 

- Si se despertara todos los días a esta hora seguramente le rendiría más el día, señorita gruñona - estaba dispuesto a seguir llamándola así por el simple hecho de hacerla molestar, hoy se había levantado con esa vena, y seguramente no solo a femenina le tocaría, apenas apareciera su hermano Ezequiel estaría igual, sonrió encantadoramente mostrando sus colmillos afilados. En esos momento se recordaba un poco a su pasado, cuando se metía con sus amigos y se mostraba un poco más odioso, pero de pronto gruño un poco su estomago y se despejó de golpe, ahora a él mismo le había provocado desayunar.

 

-Padre, ¿crees que tardaran mucho en bajar los demás? y ¿donde está nuestra hermosa Madre que seguramente es dueña de estos actos tan navideños? - pregunto curioso para soltar a Patri, lo típico de las familias en estas épocas era pasarlo juntos y seguramente la femenina había tenido esas ideas.

 

@ @@Patri Gryffindor L @ @Ezequiel granger @

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- Justamente ahí viene tu madre.

 

Cye llegó hasta el piso de abajo para unirse a Alexander, Patri y conmigo por supuesto, recibiéndola con un breve beso en los labios ya que tampoco estaría de exhibicionista frente a nuestros hijos, sobre todo porque siempre nos hacían un poco de burla por el nivel de afecto que teníamos.

 

- ¿Nadie más ha dado señales de que anda despierto? - Pregunté a mi hermosa mujer continuando con la duda de Alexander - Creo que alguien ya tiene hambre y no quiere esperar a sus hermanos.

 

Justo en ese momento escuché ruidos en la planta de arriba, confirmando la idea de que ya estaban otros miembros más de la familia despiertos pero aún no estaban listos.

 

- Hay bastante comida, - proseguí hablando - así que podemos ir empezando conforme van bajando, ¿no creen?

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La rubia había prometido visitar a Cye en el castillo Lockhart hacía algún tiempo, y decidió que este era el momento para hacerlo. Se preparó comódamente llevando un vestido blanco con unas cómodas sandalias, su cabello, recogido a un lado con un prendedor mariposa. Una vez lista, dio unos retoques aplicando rubor y un labial caramelo, y se miró por última vez al espejo.

 

Sonrió y salió de la Hacienda Tonks para dirigirse a ver a la adorable Cye. Usó la aparición, pues había obtenido su permiso hacía poco e iba a aprovecharlo, no era muy conveniente ir en escoba vestida así. Apareció a 100 metros de la entrada, debido a la protección, cosa que no le resultaba incomodo en absoluto, caminar una manzana de calle no era mucho comparado a lo que debía caminar de otra manera.

 

Se dirigió a la puerta de entrada, observando deleitada los jardines delanteros, tan llenos de vida. Tocó la puerta esperando a que le abrieran, mientras miraba los bellos y vivos alrededores de aquel enorme castillo. De pronto, la rubia familiar apareció tras el umbral, sorprendiéndose de ver a la bruja allí. -¡Cye! Hola.-

 

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El primero que se dio cuenta de que algo no estaba bien conmigo hoy, fue Alexander. - No soy ninguna gruñona.. - susurré de mala gana mirando mal a mi hermano. Sabía que estaba bromeando y que tan solo quería molestarme, pero no estaba de humor. No obstante, él siguió con su cometido y, cuando me agarró las mejillas, no pude evitar inflar mis cachetes como una ardilla - Suéltame... jum.. - gruñía sin parar aunque, ciertamente, me estaba divirtiendo.

 

- Yo suelo ser madrugadora siempre, pero hoy no dormí bien... quién sabe por que... - Mi hermano se estaba pasando de molesto por lo que, lo siguiente que solté lo hice en venganza. - ...tal vez si no hubieras estado toda la noche escuchando música romántica, hubiera podido descansar algo... - tras decir aquello me tapé la boca con ambas manos riendo y corrí para escaparme de su agarre. Estaba casi segura de que Alexander me ocultaba algo, y se me hacía que era algún amorío. Con mi pequeña broma lo acababa de desenmascarar delante de todos y eso me hacía verdaderamente gracia.

 

Era conocedora, no obstante, de que mi hermano se molestaría con mi comentario por lo que quise salir corriendo de la sala mientras reía sin parar. Estaba por cruzar la puerta, cuando me topé con mi madre que entraba en la sala acompañada de una hermosa señorita que ya conocía muy bien, mi sobrina. - Madre.. no sabía que estabas despierta. Buenos días... ¿como amaneciste hoy? ¿Y el bebé? - dije con una sonrisa de niña buena que no engañaba a nadie. - Veo que vienes acompañada... Que alegría verte sobrinita - besé su mejilla y sonreí contenta - ¿Viniste a celebrar la navidad con nosotros?

 

Estaba hablando con la pequeña, cuando Ishaya y Cye se dieron un casto pero hermoso beso - aaaww... son tan hermosos... - susurré bajito, aún a sabiendas que me escucharían.

 

@@Alexander Fox @ @ @ZelKat13

 

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- Chicos, no se estén molestando, - dije justo después de escuchar a Patri y a Alexander intercambiando jugarretas - y si estás enamorado debes de presentarnos a la susodicha.

 

No podía evitarlo, si mis muchachos me hacían sentir cierto rubor cuando señalaban los actos de cariño que teníamos Cye y yo, bien podría vengarme un poco con aquellos breves comentarios; sin embargo no teníamos mucho tiempo para ello, justo estaba llegando Zelda a la casa.

 

- ¡Zelda, qué gusto me da verte!

 

Escuché que Patri también la recibía con un 'sobrina', lo que me alegró porque sabía que éramos familia pero siempre me perdía con la línea directa.

 

- Entonces si te quedas, ¿verdad? Tenemos comida, bebida y regalos suficientes para todos.

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Se estaba divirtiendo molestando a su hermana, era realmente entretenido hacerlo, de verdad le daba gusto tener ahora hermanos, era un sentimiento realmente agradable, y ahora experimentaría hasta que limite tendría su bella hermana para soportar su maldad aunque su padre le hizo detener con sus palabras quizás ya era suficiente, pero la sonrisa de Alexander se esfumó de golpe, cuando la femenina contraatacó con sus acciones, le miró sin creer lo que estaba diciendo, y se movió bruscamente para atraparla, pero no lo consiguió ya que se fue corriendo traviesamente.

 

-¿Que locura dices gruñonsita? - le preguntó con un suspiro pesado, sentía que desde hacía tiempo había estado insistiendo con el tema de que tenía una pareja, intentó discutir nuevamente sus palabras cuando escuchó a su PADRE apoyar a la femenina -¡PAPÁ! no le creas lo que dice a ese pequeña gruñona - le respondió sintiendo su rostro arder, de verdad que no era bueno tratando con esas cosas, y menos si el patriarca se unía con las bromas de su hija, respiró profundo para relajarse y seguir a los demás.

 

No tuvo ya tiempo de seguir con esa discusión aunque sabia que las cosas no se quedarían así, ya su mirada dorada estaba indicando que haría alguna travesura, pero en ese momento no haría nada con la llegada de su madre y ese beso tan puro que se dieron sus padres, solo soltó en broma "llenaron de dulce el lugar" se rió divertido para dirigir su mirada a su adorable sobrina que venía con muy buenas energías.

 

- Bienvenida pequeña dama, me alegro ver a mi linda sobrina con una sonrisa - saludó cordialmente, pero a diferencia de su hermana Patri, Alexander tomó su mano con delicadeza y se la beso como si de una princesa fuera, para soltarla con cuidado - Nuestro padre tiene razón, con los sobornos que te está mencionando debe quedarse a acompañarnos - mencionó con una sonrisa divertida.

 

-Y debo mencionar que si deseo desayunar con todos ustedes - aun no había olvidado las quejas de su estomago, así que estaba ilusionado de comer todos juntos, aunque sus hermanos parecían estar dispuesto a no levantarse.

 

@ (papá malo)! / @@Patri Gryffindor L (pequeña gruñona) / @@ZelKat13 @ (bellas damas)

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Allí en el Castillo Lockhart, la rubia se encontró con varios conocidos, Ishaya, el esposo de Cye, y sus tíos, Alexander y Patri. -Me da tanto gusto verlos a todos.- Dijo esbozando una gran sonrisa. -Por supuesto que me quedaré, para eso vine aquí.- Añadió mirando a los presentes.

 

Cye e Ishaya seguían siendo los mismos tiernos que había conocido en un momento, en diferentes situaciones, ella había sido una de las primeras personas que conoció en su entrada al mundo mágico, y él le había ayudado en su ingreso a la familia Tonks. Mientras que Alexander y Patri eran familia recientemente. -Al parecer es cierto eso de que el mundo es un pañuelo, no creí encontrar a dos de mis tíos aquí, ¿no habrá alguno de mis hermanos por aquí también? Se que Kyttara tiene muchos hijos.- Dijo entre risas.

 

Echó un vistaso a la entrada, y quedó maravillada al ver todo decorado, lleno de luces navideñas tanto blancas como de colores en todos lados. -Esto es bellisimo, jamás había estado en un lugar así.- Dijo casi boquiabierta, mirando todo como si una niña en una dulcería se tratara... Aunque bien Cye sabía que también en una dulcería actuaría como una niña.

 

@ @ @@Alexander Fox @@Patri Gryffindor L

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- Bueno, bueno, entonces vayan pasando al comedor para compartir el desayuno antes de que se nos haga más tarde, - hablé en ese momento, justo después de recibir a Zelda - seguramente vendrán más parientes a este hogar, Zelda, simplemente hay que esperar a que lleguen.

 

Aquellas épocas del año siempre eran demasiado cálidas, llenas de amor, confianza y respeto entre todos los miembros de la familia ya que, a pesar de las dificultades de la vida diaria siempre encontrábamos el tiempo necesario para convivir en familia, con amigos, como se debía de hacer.

 

- No se preocupen en comer lo suficiente - continué hablando - que hay mucha comida y siempre se puede preparar más al momento, así que adelante.

 

Estaba seguro que en algún momento llegaría mi hermana Sagitas aunque podría apostar que vendría más tarde, pasado el medio día con una bolsa llena de regalos muggles, como le gustaba hacer.

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