Jump to content

♦ El Sendero ♦ (MM B: 110551)


Arya Macnair
 Compartir

Publicaciones recomendadas

http://i.imgur.com/XFx8uGV.jpg

FACHADA

Nombre del Negocio: El Sendero

Nombre de los propietarios:

 

 

· Jank Dayne

· Arya T. Macnair

 

 

Rubro al que se dedicará: Herbolario y preparación de brebajes especiales

 

http://i.imgur.com/wVaQZXh.png

Descripción

 

 

Entre uno de los tantos callejones del Diagón resaltará éste nuevo negocio que sin ser visto surgió delante de las narices de todos. La fachada de piedras irregulares solamente enseña un cartel de madera con el nombre “El Sendero” en curvilíneas letras esmeraldas balanceándose con la brisa primaveral al ser sostenido simplemente por dos gruesas cadenas plateadas, una puerta con arcada oblicua casi cubierta en su totalidad por una enredadera de rosas, ¡Pero cuidado!, a éstas flores les gusta mordisquear y por último una pequeña ventana que pasa desapercibida puesto que si asomas los ojos curiosos hacia el interior, solamente verás oscuridad y verdor.

¿De qué se trata todo esto?, se preguntarán muchos. Lo interesante está dentro, adelante.

El suelo es de madera, o más bien el sendero que conduce hacia la parte trasera del negocio lo es, puesto que los laterales de la planta principal están rebosantes de tierra fértil y fresca donde crecen plantas silvestres, peligrosas, coloridas y exóticas; algunas de ellas están en macetas, otras están separadas porque no se relacionan con otras especies, pero todas se encuentran libres de hacer con quien ingrese por la puerta lo que le venga en gana.

Aun así, el aroma que predomina en el ambiente es suave y dulce, un encantamiento por parte de los elfos se encarga de alejar los malos olores y atraer a las víctimas del día, o mejor dicho, a los potenciales clientes que harán prosperar el negocio. Las paredes son blancas según cuentan, pero nadie ha logrado ver demasiado de ellas debido a las enredaderas que reptan hacia todas direcciones, el techo resulta infinito pero se logra apreciar los faroles de luz tenue y ambarina que no irrumpe el crecimiento de la vida natural allí dentro.

Si estás de suerte encontrarás algún insecto zumbando en tu oído y no te llevarás una picadura, éstos son mágicos, con ellos se preparan pociones.

Los espacios “libres” son ocupados por altas estanterías con puertas de vidrio que permiten ver a los clientes los distintos frascos con hojas disecadas para la venta, brebajes para el estómago, cremas para la piel, y pequeñas plantas de bolsillo estilo Bonsái, encogidos mediante encantamientos para deleite de la dama y el escritorio del caballero. Ya llegando al final, unos pocos pasos más al frente, la vegetación se detiene y encontrarás macetas altas con flores adorables, aromáticas y de tonos pasteles rodeando el mostrador.

En dicha zona el suelo está cubierto por una fina alfombra de color vino tinto, del techo puede apreciarse una araña de oro con varias velas que mejoran la iluminación y jamás se apagan, y la pared enseña una seguidilla de cuadros con los distintos tipos de plantas que antes se vieron en su hábitat natural. Un enorme huargo albino hace compañía a la dueña del herbolario mientras el segundo de sus dueños realiza “trabajos especiales” en el sótano.

¿Aquí hay un sótano?

Pues sí, pero no todos pueden acceder a él, normativa específica del mago que lo emplea. A la derecha del mostrador, donde la caja registradora tintinea con cada compra, se encuentra una puerta trampa que activa una escalera y permite el descenso rápido mientras las luces comienzan a encenderse; es difícil de dar con el pestillo puesto que sobre la puerta repta Lazo del Diablo para seguridad de los dueños y solamente ante la señal de Jank, Arya permitirá ingresar a la persona que lo desee sin preguntar los motivos de su visita.

El acto es tan sencillo como emplear un poco de luz.

Y para aquel que se atreva a alzar un poco la vista, el negocio cuenta con una planta extra en el piso superior, algo por demás bello y lleno de luz. En dicha planta, ajeno a todo lo demás, no hay más que un hermoso tragaluz de cristal tan grande como el mismo espacio. Las paredes si bien no son de cristal, poseen un hechizo que reflecta el entorno exterior del callejón Diagón y sus alrededores, lo que da la impresión de estar al aire libre. No hay muebles u objetos de oficina, solo un par de bancos de madera que han sido parcialmente cubiertos por las enredaderas que suben desde el césped en el suelo, lo único que parece compartir con el resto del local.

A simple vista, podría ser solo un mirador. Pero en realidad era un depósito de plantas, al que solo los dueños tienen acceso por detrás de toda la fachada. Incluso con personas presentes, nadie notaría a los dueños del local cuando entraran o salieran en busca de utensilios necesarios para pociones, entre otras cosas.

Esa era la planta de Leah, autora del diseño, aunque no había ninguna manera de saber que ella estaba ligada al negocio.

Arya lo sabía, Jank no. Según lo dicho al público y al mismo hombre, se trataba de una amiga cercana de Arya. Leah asume con la Metamorfomagia una apariencia diferente y es la única forma en que pone un pie en el negocio y el dinero de las ganancias es retirado personalmente, para evitar trámites en bóvedas personales. ¿Por qué? Porque no tenía ninguna intención de ser partícipe de ningún escándalo o peor, alguna treta "familiar" de Jank.

 

http://i.imgur.com/wVaQZXh.png

Afiliados: De momento no se aceptan afiliados.

 

♦ Criaturas:
♦ Objetos:

 

Elfos:

Tholav : Encargado de las plantas.

Thorin : Elfo escondido cerca de la puerta que da al sótano.

Caléfus: Elfo gruñón y malhumorado que ronda en el sótano.



 

http://i.imgur.com/WPIbgx4.png

POCIONES

http://i.imgur.com/v0qZrtI.jpg

SUERTE

http://i.imgur.com/ofWisXY.jpg

FUERZA FÍSICA

http://i.imgur.com/8Bh2EeZ.jpg

FUERZA MENTAL

http://i.imgur.com/RkkvTsq.jpg

PARALIZANTES

http://i.imgur.com/6g8CkVm.jpg

AMOR

http://i.imgur.com/f7DOYXT.jpg

VENENOS

http://i.imgur.com/WPIbgx4.png

PLANTAS

Lazo del Diablo: Le gusta la oscuridad y la humedad. No simpatizan con la luz o el fuego.

 

Mandrágora: Se utilizan para la creación de pociones contra la petrificación de Basilisco.

 

Mimbulus Mimbletonia: Tiene el aspecto de un órgano enfermo, su única defensa consiste de unos forúnculos con los que está cubierta que expulsan un líquido apestoso pero que no es venenoso.

 

Acónito: También conocido como "Matalobos". Tiene una hermosa flor violácea, similar a un capullo caído. Su tallo es largo, de aproximadamente 1 metro y su propio nombre explica para qué se emplea.

 

Snargaluff: Planta carnívora, sumamente peligrosa, con raíces cual tentáculos.

 

Tentácula Venenosa: Planta de color rojiza con espinas y tentáculos venenosos. Similar a un bonsai de mayor tamaño que se alimenta de Doxys.

 

Belladona: Planta Venenosa

 

Coclearia: Se utiliza para pociones que producen confusión en quienes la beben.

 

Díctamo: Se emplea en la creación de ungüentos para quemaduras y heridas severas en la piel.

 

Muérdago: Hojas puntiagudas con pequeños frutos rojos.

 

 

http://i.imgur.com/WPIbgx4.png

SÓTANO

HISTORIA

Durante la época de la inquisición, mucho antes de que el Callejón Diagon pasara a llamarse de tal manera, los crímenes de magos cegados por los deseos de venganza hacia los muggles que quemaban a sus familiares y amigos no podían quedarse impunes, a pesar de estar en gran medida justificados. Temerosos de que el Gran Secreto fuera revelado y saliera de solo especulaciones, las autoridades mágicas de aquel entonces diseñaron espacios aislados en distintos países para encerrar a aquellos magos oscuros que solo deseaban usar su magia para derramar aún más sangre. Las prisiones fueron llamadas Celdas Negras, ya que siempre se construían bajo alguna edificación protegida y sin ventanas o contacto alguno ante la luz exterior.
La historia cuenta que todas fueron destruidas con el pasar de los años, pero no pudieron extinguir la esencia oscura con la que los cautivos habían contagiado los muros, dejando una oleada de rencores, odio, incomprensión y resentimiento. Se dice que la magia protectora con la que los guardias encantaron los barrotes es eterna, así como el propio acero negro. Solo se abrían ante la presencia de uno de éstos, y solo si sus intenciones eran correctas, por lo que así se aseguraban de cualquier escape masivo.
Una de estas celdas aún existe, y es que la acoje a los selectos clientes de su nuevo propietario, Jank Dayne, quien heredó el sitio gracias a que uno de sus antepasados había tenido la labor de custodiar a los prisioneros más poderosos de aquel entonces, por lo que en modo de pago quedó para sus descendientes el espacio. Los Dayne nunca le habían prestado atención, incluso llegando a excluirla durante una de las tantas reparticiones de bienes antes de su caída. Jank se hizo cargo de darle un uso adaptado a las épocas que corrían, sin intentar remendar la magia hostil que lo rodeaba; por el contrario, la utilizó a su favor.
DESCRIPCIÓN
Después de pasar por la puerta custodiada por Arya, lo primero que la persona se encuentra es un pasillo de ladrillos alumbrado por una sola antorcha que siempre está encendida. Luego de atravesarlo, una escalera larga y precipitada hacia abajo describe el camino hasta la entrada oficial: una reja de barrotes negros que, si son tocados sin permiso, invoca al fantasma de uno de los antiguos presos que ahuyenta hasta el más valiente apareciéndose tras su espalda. Si por el contrario la reja se abre, una chimenea se enciende y da la bienvenida al cliente.
La sala donde Jank atiende es sencilla pero amplia, compuesta de varios muebles polvorientos, sillas y mesas negras, y adornado por grandes cuadros estáticos de guardianes antiguos, maestros en pociones y rostros desconocidos. Varias puertas, que dan acceso a salas privadas dependiendo del tipo y dificultad del trabajo, están cerradas y no poseen pomo ni cerrojo para llave. Éstas simplemente se abren solas para indicarle al cliente en cuál de las siete debe acceder. Solo se abre una por mago.
Tras el salón de espera se encuentra el laboratorio de Jank, más espacioso de lo que podría suponer de un lugar subterráneo. Solo hay una conexión con el piso de arriba: un pequeño hueco que se abre cuando Arya arroja cualquier ingrediente que le solicite que provenga de sus plantas. En ésta hay tres mesones de diez metros cada uno. El primero alberga todos los frascos usados, las pociones realizadas con o sin efectividad, y todo lo en su momento haya experimentado, sin importar el resultado. El segundo, donde habitualmente trabaja, equipado de diversos frascos, máquinas para condensar, calderos, diversos instrumentos para mezclar, cortar y dividir, y anotaciones en pergaminos sucios regadas por doquier. El tercero, más al fondo y separado por una cortina encantada para que tampoco se escuche, normalmente está ocupado por uno o dos cuerpos, vivos o muertos, de los cuales extrae la información que sus clientes precisen. Unos solicitan la razón exacta de su muerte; otros, piden resurrección, otros extraer sus poderes y muchos más una curación poco ortodoxa.
Alrededor se encuentran una docena de anaqueles y estantes que almacenan una variedad inmensa de ingredientes. Una de las celdas es usada para sus criaturas oscuras, magníficas o deformes, de las que suele extraer segregaciones o sustancias mágicas para la elaboración de pociones innovadoras, siendo ésta la parte donde recibe la mayoría de sus ganancias. Otra celda, dentro del mismo laboratorio, da acceso a las mezclas más peligrosas e ilegales, cuyo precio suele ser excesivo, y la de al lado, protege los miles de venenos de Arianne. Los clientes pueden observar desde afuera sin restricciones, solo si se limitan a usar sus ojos y no sus manos.

 

Quien desee un servicio del piso escondido en El Sendero, tendrá que atenerse a pagar el precio. Y no siempre serán monedas.
Nick con link a tu ficha de personaje: Arya Macnair | Jank Dayne
Link a la ficha de tu familia: Macnair | Evans McGonagall
Link a la bóveda de tu negocio: Nick con link a tu ficha de personaje: Arya Macnair | Jank Dayne

Link a la ficha de tu familia: Macnair | Evans McGonagall
Link a la bóveda de tu negocio: Bóveda N° 110551

Editado por Sagitas E. Potter Blue

nqOolSA.gif

xQB7Qk7_d.webp?maxwidth=640&shape=thumb&

uhmdsoi.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 4 semanas más tarde...
- No quiere comunicarse, señora Duncan. Vuelva otro día y puede que..


- ¿No está aquí, quizá? Llámelo, dígale que su esposa está aquí..


Jank dejó el libro de campo que estaba llenando y se levantó de su asiento. Sujetó a la pequeña bruja por los hombros, mirando sus ojos de gato regañado con otros cargados de una expresión neutral. Él estaba tan delgado que si se le miraba de lejos, parecía el dementor destinado para succionarle el alma.


- El tiempo no existe en el más allá, Jane. Su ex-esposo está siempre aquí y nunca está. Pueden pasar millones de años en los que él esté divagando entre las nebulosas de miles de galaxias, que dará igual: cuando usted muera, es probable que comprenda su realidad. Y sí, digo ex porque el matrimonio dura hasta la muerte, acéptelo. Por lo pronto..


Se acercó hasta el mesón de las pociones menores; revisó entre las azules, esas destinadas a todo aquello relacionado con el mundo de los sueños y los placebos necesarios para crear ilusiones satisfactorias. Jank preparó un unguento en cuestión de segundos, blanco y viscozo. Se lo entregó en sus manos y le explicó el modo de usarlo. Si nunca lograba comunicarse con su amado, al menos tendría la oportunidad de recordar momentos específicos con éste durante horas y hasta días mediante la poción. Inlcuso podría remendar cosas dentro de la ficción y apreciar cómo hubiese sido su vida tomando otras decisiones. Jank solía tomarla hasta percatarse que le hacía más daño la fantasía que la realidad.


Tiempo más tarde, cuando el sol estaba en lo más alto, se dispuso a continuar con sus registros. Eran aburridos y los podía realizar haciendo uso de la magia, pero prefería convencerse de que estaba haciendo algo últil con sus propias manos. Sin embargo, volvió a ser interrumpido cuando escuchó que la reja había detectado movimiento en la escalera. Se metió la varita en el tobillo y se ocultó en la oscuridad.


- ¿Quién?

THIS ONE.jpg

blinkie.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Siberia solía pelearse con las plantas de mayor tamaño durante la mañana, aquello era lo que mantenía entretenida a la pelirroja hasta que algún intrépido cliente decidía cruzar la puerta de entrada y aventurarse en aquel curioso negocio repleto de vegetación y misterio. Aquel día no había sido la excepción por lo que cuando la mujer de ojos llorosos y voz temblorosa ingresó directamente —como cada semana— hacia el mostrador Macnair peleaba con el huargo que al parecer masticaba una pobre víctima verde, otra vez. Sabía que Jank la estaría esperando, Jane se había vuelto, en lo que llevaban abiertos al público, un cliente frecuente y enfermizo a ojos de la bruja.

 

Sin mediar palabras había extraído su varita de la cintura para conjurar una cuota de luz y dar vía libre al sótano donde su compañero trabajaba y a su vez dar un puntapié al can por tratar de escabullirse escaleras abajo también. El mago no le caída demasiado bien, pero aun así tenía una inmensa curiosidad por lo oscuro, por todo lo que podría haber bajo tierra y quizás también algún deseo reprimido de morder a Jank, por lo tanto no tenía permitido merodear por allí.

 

Cuando el Lazo del Diablo bloqueó la puerta trampa del suelo, Arya guardó su varita y abrió la escotilla por donde enviaba suministros a Jank cada vez que éste lo necesitaba. No estaba segura de que él supiera o no, pero las voces hacían eco allí abajo y podía escuchar a la perfección cada sesión, cada conversación distintas y las cosas que vendía, sin tener una imagen de lo que sucedía pero aun así alerta a cualquier contratiempo. Fue ese pequeño descubrimiento de estructura lo que la llevó, escaleras abajo, en medio de la oscuridad y la humedad, hasta el laboratorio una vez que Jane fue despachada y conducida fuera del negocio por Tholav.

 

—¿Le debes mucho dinero a alguien?— Cuestionó con una sonrisa socarrona en el rostro.

 

@@Jank Dayne

nqOolSA.gif

xQB7Qk7_d.webp?maxwidth=640&shape=thumb&

uhmdsoi.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 meses más tarde...

— Más favores que dinero — sonó sus dedos para que las chimeneas se encendieran y pudieran verse el rostro sin necesidad de usar la varita — pensé que nunca bajarías.

 

Jank le indicó a la bruja que tomara asiento donde se sintiera más cómoda, a pesar de que las condiciones del sitio lo pusieran difíciles. No se molestó en usar la magia para preparar un simple té de jengibre con esencia de flor dorada, esa que acentuaba los sentidos y reducía los prejuicios. Nunca había temido recibir eso de Arya; de hecho, cada cosa que salía de esa mujer lo llegaba a reconfortar, incluso si la acción iba llena de odio o desprecio. Pero era el adorno menos mágico que tenía en la despensa y que seguía siendo merecedor de ser ingerido.

 

Se acercó a la bruja y le entregó una taza. Jank se preguntaba si el breve encuentro en los terrenos Evans había servido para algo más que acrecentar la percepción negativa que tenía de él. Había olvidado qué había pasado después, pero dudaba que eso influyera. Los meses pasaron y El Sendero vio la luz en una de sus charlas esporádicas, no estaba en posición de esperar algo más, a menos que ella se lo ofreciera..

 

— ¿Tú no necesitas algún servicio? — dio un sorbo al té. Odiaba el té, y mucho más cuando estaba tan caliente — quizá te ayude a dejar las cosas claras. Algo me dice que tus recuerdos te juegan malas pasadas.

 

@

THIS ONE.jpg

blinkie.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Alessandra se aparecio en un callejón oscuro del callejón Diagon, llevaba bastante tiempo sin ver a Arya y claro porque no fastiarla un poco.

 

Miró por la esquina del callejon el local llamado "El Sendero" no estaba mal y según lo que habían dicho vendían pociones y plantas. Suspiro y su figura humana cambio remplazandola por una liebre de pelaje dorado, ojos azules y grandes orejas.

 

Sus orejas estaban alertas ante cualquier peligro cuándo avanzó por las calles empedradas hasta la puerta del local que estaba semi abierta, su cola se movió contenta de ver un sendero pero lo que más llamó su atención fue lo verde del lugar.

 

Saltó unos pocos pasos hasta el césped dónde arrancó un par de pastos verdes y comenzó a comer tranquilo.

 

@

8Ld9VUG.gif| Teta-Darla-4.gif 

44SykDH.jpg

GSV2021-Sx-Ly-K-2.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

Tomó asiento aceptando la taza de té y permitiendo que los aromabas la embargaran, odiaba el jengibre pero jamás hubo rechazado algo que proviniese de Jank así que bebió un sorbo y desplazó la taza al centro de la mesa. Tenerlo tan cerca le provocaba un nudo en medio del estómago que se volvía más y más ajustado a medida que lo oía hablar ¿sería que alguna vez dejaría atrás todo aquello que sintió?. Desvió la mirada abriendo y cerrando la boca en lo que la angustia pasaba como trago amargo por su garganta hasta que volviese a ser dueña de sus facultades para hablar. Siempre se quedaba callada en cuanto a aquel hombre se trataba, salvo por la última oportunidad en que le había gritado a viva voz que lo odiaba.

 

—No es Aries— Se dijo para sí y sus ojos pasearon por el suelo hasta detenerse en aquel mar verdoso y apagado.

 

Sentía que algo dentro de Jank había muerto hacía mucho tiempo atrás y que incluso ni ella podría haberlo evitado. Al mirarle echaba de menos al muchacho rozagante que hubo conocido en la academia o al hombre valiente que le enseñó tanto a través de sus años como compañeros. Tampoco veía en ellos a quien hubo participado en la pantomima que resultó ser su vida bajo un estandarte nefasto y absurdo pero aun así en aquellas facciones, en las heridas de guerra y en la voz gruesa solía recordar a aquella persona que amó.

 

—Quiero que demos por terminado aquello que tenemos pendiente— Musitó pero una vez más se calló —Quiero que vuelvas a contarme cómo es que alguien pudo aparecer frente a mi fingiendo ser tú, cómo es que no supe que eras tú ... Y dime ¿Dónde estabas cuando mataban a Ámbar, Jank, dónde?

 

Calló porque había algo más pendiente entre ambos, algo que nunca llegaría a su fin porque cuando pudo ser él simplemente había optado por desaparecer y alejarse de ella y por el simple motivo que repasaba una y otra vez para permanecer allí sentada: Él no era Aries. Ivashkov, aquel joven muchacho que se presentó ante ella como alguien insoportable, divertido, absurdo y por sobre todas las cosas muchos años menor que ella, ahora representaba gran parte de su felicidad y no conseguiría que ésta fuese absoluta hasta no enterrar a Jank en lo más profundo de sus recuerdos para no volver a añorarlo jamás.

 

—¿Dónde estabas cuando te necesitaba?.

 

Sus ojos, tan verdes como la esmeralda se humedecieron y volvieron navajas para el receptor del mensaje, era inevitable quebrarse, así como por siempre sería inevitable no amarlo.

 

@@Jank Dayne

nqOolSA.gif

xQB7Qk7_d.webp?maxwidth=640&shape=thumb&

uhmdsoi.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Jank se aferró a la taza como si se tratara de su bebida favorita. No quiso intervenirla en ningún momento, incluso en los instantes que consideraba que era necesario acotar algo. En lugar de eso, prefirió clavar su mirada en el té, el cual realizaba ciertas vibraciones cuando el tono de Arya aumentaba. Y aunque se pensara que, al permanecer tanto tiempo callado sería la demostración idónea de una respuesta elaborada, cuando subió la vista de sus labios no salió nada cuando se movieron. A pesar de siempre haber estado en la posición de contestar, de alargar las conversaciones con argumentos melosos o esperanzadores, ya estaba harto de los rodeos.

 

— No estuve. Me siento pésimo por eso — dejó la taza sobre la mesa, de forma brusca, tratando de disimular el nudo en la garganta que se le formó al ver los ojos humedecidos de la hermosa mujer — ¿Es eso lo que quieres oír, Arya? Sí, no estuve cuando más lo necesitabas. No puedo retroceder el tiempo. Así soy yo, además. Desaparezco de repente, sin poder explicármelo ni a mí mismo — le dio la espalda, más alterado de lo usual, y se vio reflejado en el fuego de las chimenas, que de inmediato se volvió turbio y tomó más fuerza — Tú más que nadie sabe que ese es mi único método para defenderme.

 

Respiró profundo, cerró los ojos y apoyó su mano derecha sobre la pared de ladrillo. Estaba seguro que Arya jamás lo había escuchado hablarle así, pero quizá era un mal necesario para hacerle entender la imposibilidad de que las cosas fueran como ella hubiese querido. ¡Si tan solo existiera un hechizo capaz de eso! Jank habría dado todos sus poderes con tal de cumplir ese deseo, pero por ahora, debía enfrentarse a la realidad que lo atormentaba. No podía seguir haciéndose daño por más acostumbrado que estuviera. Tenía que hacer algo si quería volver a sonreír y, sobretodo, si quería que ella le ofreciera algo más que reproches.

 

— Tenemos dos opciones — dijo después de una pausa forzada. Se giró y se dirigió hasta ella, quedando a unos escasos veinte centímetros cuando mucho. Aunque había perdido peso, aún le parecía que podía abrazar a la bruja y ocultarla del mundo entre sus brazos. En realidad, era eso lo que quería hacer. Lo añoraba, y esa mirada, el olor.. — La primera es cortar todo. Borrarnos los recuerdos mutuamente y seguir con nuestras vidas que, a juzgar por como nos ha ido, serán bastante tristes y simplonas — no pudo evitar, muy lentamente y asegurándose de mostrar lo inofensivo del gesto, acariciar su mejilla, esa que se ponía más rosada cuando acumulaba tales emociones — La segunda es que me aceptes nuevamente. Que aceptes que me amas y que vuelvas a mí enteramente, renovada y libre como eres ahora — se acercó más — porque yo estoy loco por ti como el primer día.

 

@@Arya Macnair

THIS ONE.jpg

blinkie.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tú más que nadie sabe que ese es mi único método para defenderme.

 

Aquellas palabras resonaron varios segundos antes de desaparecer de su mente. Que excusase su desaparición como un método para defenderse acabó por desencajar sus facciones ¿De qué se defendía, de ella?. Tanto lo había amado y tanto daño él le hacía al hablar, admitiendo que en los momentos en que más lo necesitó simplemente era una sombra en sus recuerdos o un dolor muy grande en su corazón. Pero no podía repetir la misma historia puesto que con el tiempo que hubo pasado en su ausencia, Arya había crecido y más de lo que se podría imaginar. No solo como persona, sino como ser humano, como bruja, como guerrera y por sobre todas las cosas como Demonio.

 

Solo por ese crecimiento fue capaz de sostenerle la mirada y sonreír con melancolía al sentir como su mejilla se ruborizaba allí donde Jank la tocaba. Por un instante la figura del hombre de borró, solo veía una mancha movediza detrás de las lágrimas que claramente no se preocupó en ocultar ésta vez. Lo tenía tan cerca, incluso podía oír su respiración y los latidos de su propio corazón, mucho más lentos que los suyos propios, los que demostraban el poco control que poseía sobre ella cuando se encontraba parada de esa manera, tan cercana.

 

—Lo intenté ¿sabes?— Con delicadeza apartó la dulce mano de Jank de su mejilla y en cambio, tomó su rostro entre las suyas. —Intenté borrarte de mi mente hacia un año, estaba decidida a hacerlo y sabia que sin magia no habría mucho éxito pero aun así falló.

 

Volvió a sonreír achinando los ojos y permitiendo que éstos drenaran la tristeza, él era mucho más alto así que debía mantener su frente altiva para hacer oír. Ahora podía verlo con claridad, tan perfecto como aquel primer día en la Academia.

 

—Hay algo de aquí— Expresó ejerciendo ligera presión con su dedo índice en el pecho de Jank —Que se quedó aquí desde el día en que te conocí— agregó ahora señalando su cabeza y luego el pecho, —Y no hay magia que valga en éste mundo para poder borrarlo, nada en éste mundo va a poder borrarte de mi memoria Jank, nada.

 

Con cierta dificultad y las extremidades temblorosas se aferró a él como no lo hizo jamás. No se había atrevido hasta el momento a ser totalmente sincera, a verle a los ojos y rogarle que no volviera a irse de su lado, y a pesar de que en su mente seguía pendiente de Ivashkov y su pronta y bonita relación, era consciente de que el amor que en ese efímero instante estaba sintieron no lo volvería a sentir en esa vida.

 

—Lo admito— Dijo al fin apartándose unos centímetros, —Jamás dejaré de amarte, te he echado de menos todo éste tiempo y no hay manera en que no vuelva a incluirte en mi vida. Pero tienes que saber que ésta ya está hecha. Pasó tanto tiempo desde la última vez, me juré que no volvería a caer, tuve que armarme en silencio, su partida me dolió aquí dentro— volvió a señalar su corazón.

 

Por sobre sus cabezas se oyeron pasos, breves pero fuertes, alguien había ingresado a la tienda y por la cantidad que dio antes de detenerse, Macnair estaba segura de que aguardaba en el mostrador.

 

—Te amo, Jank Evans, y se que no podré amar a nadie más como te amo a ti. Pero no puedo dejarte entrar una vez más en mi vida de esa manera, así como se que tampoco puedo dejarte ir.

 

@@Jank Dayne

nqOolSA.gif

xQB7Qk7_d.webp?maxwidth=640&shape=thumb&

uhmdsoi.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

Hours before at the Macnair Mansion.

 

La oscuridad comenzaba poco a poco consumir el corazón de Juliette, desde su vuelta de los Estados Unidos habían cosas que estaban sucediendo, cosas que la castaña ya no estaba controlando; sus ojos comenzaban a mostrar un pequeño destello rojizo y, eso no era normal en ella, nunca antes, en su corta vida como criatura infernal había experimentado aquel colo a sangre. Sus manos se encontraban frías, temblorosas y podía jurar que sus uñas crecían más rápido que antes, el color azabache se volvía el predominante en su esmalte para ocultar las venas que extrañamente se marcaban como raíces en el nacimiento de sus uñas.

¿Será que estaba desfalleciendo? ¿Su cuerpo humano estaba pudriéndose?, muchas eran las preguntas que pasaban a cada minuto por la mente de la ojiverde. Ya ni siquiera podía concentrarse en las letras de los gruesos libros que solía leer, aquellos que parecían interminables y, que tenían constantes historias nuevas que contar. De un momento a otro, un elfo asustadizo entró sin previo aviso a la biblioteca Macnair y, mientras intentaba formular las palabras adecuadas para lo que estaba a punto de decir, la mirada de Juliette lo atrevesó de tal forma que este se arrodillo y entre sollozos comenzó a rogar por su vida.

¡Pero, que demonios te sucede, Draekh! Habla ya, elfo inúltil.⸺exclamó tajante y esperó.

⸺El a-amo, el...Ka-kalevi...⸺comenzó a tartamudear mientras jugaba con las puntas de sus dedos⸺¡El amo Kalevi se encuentra en su habitación!

¡Drovick!

Y sin cuidado, arrojo al elfo al suelo al tiempo que caminaba cual fiera en dirección a las escaleras; Drovick tenía estrictamente prohibido sacar al niño de aquel mundo prisión sin su permiso y, si aquella sombra se había atrevido a desobedecerle, si tan sólo se había atrevido a...lo asesinaría. No, no sabía cómo matar una sombra. Aún.

En cuanto llegó al umbral de su habitación sintió enseguida que algo andaba mal, era esa especie de campo energético que la conectaba con ese mundo, con esa piedra que resguardaba a su pequeño hijo de las garras enemigas. Algo andaba mal, ya no estaba sintiendo nada. Entró de golpe y, fijó su mirada en aquella criatura que tanto amaba, aquellos ojos grisáceos que le robaban el alma al igual que Stefan alguna vez lo hizo en el pasado. Y a su lado, aquella sombra convertida en cuervo que le indicaba con un gesto que la roca que reemplazaba una llave, estaba rota en mil pedazos.

La ojiverde cayó de rodillas.

Dime que hay una forma de arreglarlo...tiene que ver una forma de volver a juntar los pedazos....⸺sintió como el nudo en su garganta se iba formando; si esa bruja se enteraba del paradero del niño, vendría por el sin piedad alguna. Posó su mano a la altura de su abdomen y rápidamente volvió a levantarse para ir con su pequeño Kalevi. Ya no lo era exactamente, se veía como todo un jovencito pero, para Juliette, él siempre sería ese bebé indefenso.⸺iremos con Arya...no dejaré que nada malo te suceda ¿entiendes?

⸺¿Mamá? ¿De que estás hablando? ⸺cuestionó curioso.

Sólo ponte esto y no te separes.⸺comenzó a cubrirlo con una gruesa capa color cuervo.

El Sendero | Contra el tiempo.

Aparecieron entre un cúmulo de sombras provocadas por Drovick que ya no tenía forma animal, su tez morena y ojos rojizos delataban su verdadero ser y si, Kalevi no sabía demasiado sobre la verdadera identidad de todos, a penas sabía que la magia existía y que él era un licántropo en formación pero, para Kalevi, su madre era una humana y ya no había tiempo para que la castaña le explicara la verdad. Observó como la noche oscurecía cual boca de lobo, que ironía, pensó. Pasó su frívola mirada por las calles y comenzó a caminar rápidamente hasta encontrarse con los rosales que tanto buscaba con desesperación, no había tenido tiempo para visitar el nuevo local de su hermana pero algo si recordaba, cuando Arya le nombró las rosas, ella enseguida lo asimiló con aquellos enormes rosales de la Mansión Rosier.

Probablemente era muy tarde pero, sabía mejor que nadie que la encontraría en aquel lugar. Con sumo cuidado empujó la puerta, teniendo cuidado de no "despertar" a aquellas rosas que sabía tenían pilleria. Alzó su mentón ligeramente y luego de dar una rápida mirada a su compañero de vida, desvió la mirada a Kalevi, ¿que haría Juliette, si algo le sucediera a su pequeño lobo? no lo soportaría, bajó nuevamente la cabeza para morderse los labios con fuerza y, no dejar que esta desesperación le consumiera.

En cuanto divisó a un huargo sintió enseguida como su corazón se aceleraba, donde había uno, siempre había una Arya Macnair con las narices metidas en el trabajo. Con gesto por parte de su mano derecha, le indicó a sus acompañantes a que le esperaran y, se acercó a paso firme hasta donde se encontraba la enorme criatura. No sabía como hablar su idioma, ¿acaso era posible?, más la suerte estaba a su favor, al menos por unos minutos, pues divisó al otro lado de una enorme estantería de vidrio un flamante cabello rojizo que caracterizaba a su hermana.

Giró sobre sus talones y rápidamente se acercó a la pelirroja, tocó su hombro para llamar su atención y en cuanto la obtuvo, le indicó con un gesto del mentón quien se encontraba bajo aquella gruesa capucha negra. Fijo la esmeraldina mirada en Drovick y este, enseguida quitó la tela del rostro de Kelvi; dejando ver aquellas facciones finas, cabello oscuro y ojos profundamente grises, a penas se veía de diez años y, cada día se parecía más a su padre. Ya no era tan impactante para su hermana verlo, pues después de lo ocurrido hace meses en los jardines Macnair, Juliette no tuvo otro remedio que revelar su secreto y, fue así como le dio la posibilidad a Arya de conocer a su sobrino. La única persona que sabía, la única además de Leah Ivashkov.

El hechizo se ha roto...

Fue lo único que logró decir.

 

 

@@Arya Macnair

8QtWKtp.png

PnupsKa.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Había estado llorando.

 

La planilla de stock estaba prácticamente empapada y donde debían leerse la cantidad de pociones y las plantas faltantes solo había manchones de tinta y arrugas en el papel ¿Qué estaba pasando con ella? Macnair llevaba dos años sin derramar siquiera una lágrima, desde que se había unido a las filas Mortífagas no había tenido que atravesar ni un solo mal momento y quizás si estaba mintiendo era porque la emoción la atrapó el día en que Aries le propuso compromiso y ese tipo de lágrimas no contaban puesto eran fragmentos de felicidad que añoraba incrustados en su pecho, cerrando viejas heridas, heridas que se negaban a sanar.

 

Jank aparecería, irremediablemente tendría que hacerlo, compartían la propiedad de El Sendero y si quería cobrar su parte de la recaudación del mes de Abril, lo haría. No sabía si podría verlo a los ojos, aun luchaba con la disyuntiva de sus sentimientos, por un lado quería tomar su cuello con ambas manos y apretarlo hasta que éste dejase de transportar oxígeno a su cerebro y de ésta manera verlo morir y la parte más primitiva de sí rogaba acudir a la acción inmediata para poder besarlo una vez más.

 

Más cuando Siberia se puso alerta ella lo secundó, secó sus lágrimas conservando lo vidrioso en sus ojos y volteó justo cuando Juliette colocaba una mano sobre su hombro, de no haber adquirido esa curiosa percepción de seguro la habría encontrado distraída y se hubiese llevado un susto de muerte; aunque mirando el rostro de su hermana un sudor frío le corrió por la espalda, casi similar al miedo que se sentía ante lo desconocido o ante una mala noticia. Mientras tanto, el enorme huargo olisqueaba el vacío pues a él nadie lo engañaba, sus dientes expuestos demostraban que sabía qué había allí y qué cosa era Drovick así como Arya también lo sabía.

 

El oscuro ente pertenecía a la artillería del Cónclave demoníaco, por más que estuviese junto a la castaña desde hacía un tiempo, ahora era los ojos y oídos de la pelirroja en cuanto a la bruja respectaba. Había algo en Juliette que la atrajo desde el primer momento y luego de unirse al trono de inferno, pues bien, podía ver exactamente qué era; sus ojos verdes enfatizaban el hilillo plateado que unía su muñeca con la de su hermana, era más que el dedo corazón, era más que amor fraternal, su deber desde lo más profundo de su ser era protegerla porque aquel color, el plata, dejaba en claro que Juliette Macnair había nacido ligada a ella, incluso a tanta distancia, era suya.

 

Las palabras de la misma fueron tajantes, no sabía si debía abrazarla pero la urgencia en el tono utilizado apremió no hacerlo. En su lugar, la Nigromante hincó una rodilla a medio metro de Kalevi y le sonrió acariciando su rostro de forma envolvente, desde la frente hasta el mentón y desde allí lo levantó ligeramente para poder apreciar a su sobrino un poco más, ese pequeño era precioso.

 

—Vaya, cada día estás más grande Kalevi ¿Quieres ir un momento arriba con Siberia?

 

Pellizcó con sus nudillos suavemente la punta de su nariz y lo alejó del ente agradecida por la conexión que tenía con la bestia. El animal se interpuso de inmediato y escoltó al niño hacia el invernadero que le correspondía a Leah, era la zona más segura de todo el herbolario y de ese modo los adultos podrían hablar sin preocupar al pequeño, de lo que no sacarían nada bueno.

 

—Drovick, vete— Hizo un ademán despectivo con la diestra —Dile a Isthar que necesitaré su protección para mi sangre.

 

Había muchas cosas que la más joven de los Macnair se había perdido en su ausencia, desde que obligó inconscientemente a Arya utilizar sus dones demoníacos para hacerla volver en sí en los jardines de la familia, hasta el día de hoy. Lo malo es que quizás se asustaría o no compartiría la decisión de su hermana ¿Quién querría volver a pertenecer a un grupo espantoso y dañino como lo era el cónclave? sitio de donde Bietka bien podría haber salido también, cuando se podía haber opuesto para continuar con su ordinaria vida; lo bueno de la cuestión, ahora poseía no solo las conexiones sino el poder absoluto para protegerla.

 

—¿Alguien más sabe de ésto? No tenemos mucho tiempo, en cuanto Drovick regrese nos iremos

 

@@Juliette Macnair

nqOolSA.gif

xQB7Qk7_d.webp?maxwidth=640&shape=thumb&

uhmdsoi.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.