Mansión de la Familia Potter Black (MM B: 90394)

[Sagitas E. Potter Blue]

http://i.imgur.com/L9SLD3x.jpg

 

Recojo aquí parte de la descripción que voy recuperando de la mansión, para que sepamos lo que hay en su interior y que conforma nuestro paisaje familiar: En este caso, la laguna oculta que da poder y denota la antigüedad de la mansión

Cita

Al llegar a la más alta de las cimas de la propiedad, la fundadora de la familia murmuró unas incomprensibles palabras y pasó la mano por la roca, que comenzó a crujir mientras se abría una grieta en ella. Tanto Antara como Benhala pasaron la estrecha abertura que las dirigió a un extraño lugar. Una cueva circular, con un manantial de cristalinas aguas que tenía un pequeño islote en el centro. Antiguas estatuas flanqueaban el lugar con actitud aguerrida, como si estuvieran listas para saltar de sus estáticos lugares. Una ligera bruma llenaba el espacio, la niebla desapareció con un solo movimiento de brazos de la ojiverde, no era extraño que las nieblas de avalon custodiaran el lugar, siendo que solo los que tuvieran en la sangre el poder de la sagrada isla, podrían disiparlas. El agua no era un adorno tampoco, el manantial de las aguas sagradas provenía de un centro muy especial, era ese mismo centro del que emanaban las aguas del poder de la orden del fénix… que ironía se presentaba ahora ante los ojos de Antara que simplemente sonrió al recordarlo. Solamente aquel que manejara el elemento agua como natural, podría caminar sobre el estanque formado por el manantial para llegar a su centro. Con ligereza la Potter Black comenzó su recorrido con firmes pasos que apenas marcaban con finas ondas el agua, al llegar al centro del islote, se podían ver tres elementos, una roca de la que emana el agua que alimenta el manantial que desemboca en el estanque, el centro del poder vivo del linaje Potter Black, a su lado encallada sobra la brillante arena blanquecina del islote, se encuentra la original espada de Avalon, Berkana, antecesora de excalibur, la espada que descansaba en el mausoleo de Antara y por último se podía observar una esfera de color púrpura que flotaba a la altura del plexo solar de la semidiosa. Esa esfera era el centro energético de la mansión y el linaje Potter Black y solo ella podía manipularlo. La miró con detenimiento, jamás pensó que esto pudiera suceder, la transformación se convertiría en transmutación, una nueva visión del mundo mágico y de la razón de ser de una raza limpia y pura. Antara tomó aire y suspiró. Era el momento.

Un ritual ancestral en palabras provenientes de lenguajes olvidados, comienza ahí mismo, la densidad del aire aumenta considerablemente y la magia flotante hace lo propios, las estatuas parecen cobrar vida, el agua se agita ligeramente dejando su cristalino azulado para convertirse por un momento en violeta transparente. Antara en trance ha dejado de recitar palabras incomprensibles para cualquiera que no conozca las lenguas muertas, con la mirada perdida eleva las manos y forma en ellas una plateada esfera de luz, que baja de golpe impactando en la esfera de poder, que tras un sonoro estallido cambia su color a un intenso verde esmeralda. El destello de su nuevo color lo pinta todo, brilla en los ojos de las estatuas, en el resplandor de Berkana, en el agua del manantial, todo es distinto ahora. Antara lo siente en su interior, en la sangre que recorre sus venas. El cambio está hecho.

 

 

Patriarcado de la Familia Potter Black

http://i.imgur.com/sTehK8y.jpg --> Sagitas Ericen Potter Blue

http://i.imgur.com/r2Zzg.png --> Matt Blackner

Con especial mención a nuestra Fundadora, Antara Black, a quien siempre respetaremos en la familia como se merece:

 

 

 

Criaturas de la Mansión:

Criatura 1: Fénix
Clasificación: XXXX
Descripción: De una ceremonia que ocurre cada 50 años en la que se produce un apareamiento de aves fénix, coincidiendo con el paso de un cometa por el cielo de Ottery, nos encontramos un huevo de fénix. El polluelo está creciendo en nuestros jardines y lo hemos bautizado con el nombre de "Bennu".

Criatura 2: Dragón
Clasificación: XXXXX
Descripción: Color Azul violeta de nombre "Drago", herencia de Antara Black

Criatura 3: Aethonan
Clasificación: XXXXX

Criatura 4: Aethonan
Clasificación: XXXXX

Criatura 5: Caballo
Clasificación: X y muggles

Criatura 6: Caballo
Clasificación: X y muggles

Criatura 7: Porlock
Clasificación: X y muggles

Criatura 8: Dragón Ridgeback Noruego
Clasificación: XXXXX


Objetos de la mansión:

Objeto 1: Varita Mágica
Clasificación: AA
Descripción: Perteneció a Antara Black

Objeto 2: Espada Mágica Legendaria Excalibur.
Clasificación: AA
Descripción: Era custodiada por la antigua Matriarca de la Mansión como Dama del Lago y que ha heredado Sagitas tras la muerte de su madre.

Objeto 3: Reloj Mágico Familiar
Clasificación: AA



Servicios Ministeriales:

Activados con una vigencia a partir de esta fecha (10-10-2017) de un año, con las siguientes normas:

- Conexión de la red flu:

• -- Conexión a Mansión Potter Blue
• -- Conexión al Negocio Agencia de Viajes El Fénix Aventurero
• -- Conexión al Negocio Filos y Ruedas, todo en patinaje
• -- Conexión al Negocio El parque de las Lamentaciones y Circ dels Joglars

- Hechizo antiaparición activado :

Excepto los dos patriarcas, todos se aparecerán a la entrada de los terrenos adyacentes a la Mansión y tendrán que cruzar andando los jardines. Los patriarcas podrán aparecerse, si lo consideran oportuno, en la Sala de la Chimenea, donde se encuentra la foto de la Fundadora, Antara Black.

 

 

Otras particularidades:

1 ) Fantasma, Jack Blackner, marido y padre de los patriarcas respectivamente (registrado en la División de Seres, en el Dpto. de Criaturas del MM)

 

 

 

 

http://www.gifsanimados.org/data/media/77/fantasma-y-espiritu-imagen-animada-0114.gif

 

 

 

Es difícil poner un resumen de la situación en aquel momento en la Potter Black: la boda del patriarca Matt Blackner con Heliké Rambaldi no había empezado nada bien. La familia se sorprendió con el intento de asesinado de la novia por parte de la matriarca, Sagitas. Aunque la tensión venía de lejos, nadie entendía lo sucedido. El novio y patriarca la encerró en las mazmorras para evitar que lo repitiera.

 

Sin embargo, la presión de la familia logró que cambiara de opinión y dejarla asistir a su boda, aunque él utilizó un as bajo la manga para controlarla: una marca de sangre y la orden que le obedecieran. Así, Sagitas se convirtió en un pelele a sus órdenes.

 

Por otro lado, aparece en escena la familia de raíces mortífagas de Escocia, con una mujer muy parecida a Sagitas. Entrará en la mansión por una de las puertas que tenía la matriarca y atacará la boda, para matar a los dos patriarcas. La familia se da cuenta del error y se defienden.

 

En medio de la misma, la sacerdotisa oficiará la ceremonia y el topic de la mansión anterior acabó así, siendo ya marido y mujer.

 

Pero la batalla continúa. ¿Seguirán mucho tiempo siendo matrimonio o pronto tendremos un viudo o una viuda? ¿Qué pasará con los invitados? ¿Habrá supervivientes? Pero, sobre todo... ¿Quedará tarta después que una amiga se quedara con ella en la cocina?

 

Todo eso y más, en el topic que abrimos ahora. Bienvenidos a una nueva versión de la Mansión Potter Black.

 

[versión anterior]

Editado 14 de Noviembre del 2021 por Sagitas Ericen Potter Blue

[Matt Blackner]

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No em fijaba en que estaba pasando a nuestro alrededor. No sabía qeu pasaba con @, la última vez, consolaba a la joven Lissette, y recordaba que @@Hayame Snape Potter Black y @@Adrian Wild se defendían bien de los extraños, mientras algunos lanzaban advertencias a Sean para qeu no robara a los invitados despistados.

 

Tampoco sabía que hacía nuestro hijo Matt con su ahora si, esposa, @, pero suponía que sabía cuidarse solo.

 

Yo habia acudido en defensa de la familia, en defensa de quien más indefenso estaba. Yo era el escudo humano, lo que se interponía entre Everdeen, Sagitas y nuestro pequeño hijo, Ithilion. Sin apartar la mirada de la mujer, tendí la varita a Sagitas, para que la tuviera de vuelta. Aunque no en plenitud de poder, aun podía defenderme, y asi, Sagitas también.

- Ya está bien. Hoy será el último día que intentáis matar a alguien de la familia. - dije.

 

Escuché la risotada antes de lanzarme al ataque. Matt y yo nos parecíamos en muchas cosas, pero en la lucha no. Mis habilidades como cazador me permitían el ataque a más distancia que a nuestro hijo mayor, asi qeu yo no siempre necesitaba la cercanía o el contacto físico.

 

Pero no estaba en plenitud de poder. No, mi resurrecion temporal dependía de la energia de sagitas, e igual que la había agotado, yo no tenía una condición mágica suficiente. la lucha fue intensa, pero caí, dolorido, con alguna costilla rota y cortes. No iba a p...

 

Ithilion observaba todo en brazos de Sagitas, con ojos llorosos. No entendía que pasaba, pero si sabía que la culpable era la mujer con el pelo parecido al de su mamá. El tambien qeuría ayudar, habían dañado a su amigo Babila, y todos en la familia gritaban, se hacían daño. El quería que todo parase.

 

También sabía lo que su hermano le había enseñado. El fuego era su amigo, y al él no le quemaba, pero si quemaba a los demás. Podía controlarlo para que no dañara, pero solo pequeñas cantidades, y si se concentraba mucho. Matt le había dicho que no podía enseñar aquello a todo el mundo, porque debía usar el poder para proteger a la familia. Y esa mujer era mala.

 

Asi qeu recordando los juegos con su hermano, Ithilion comenzó a mover las manos, como hacía Matt, como hacía su papá, y aunque algunos símbolos eran diferentes, eran movimientos parecidos. Al final, juntó ambas manos frente a la boca, hinchó el pecho, y el exhalar el aire, con fuerza, generó una gran llamarada en dirección a Everdeen.

 

Jack miró al niñito, en brazos de su madre, con los ojos brillantes y una tremenda sonrisa de orgullo en la cara.

- Fantástico Ithilion! - exclamó, justo antes de abalanzarse sobre la mujer

[Sagitas E. Potter Blue]

Estaba horrorizada.

 

Quiero dejar claro que todo el día de hoy, con lo sucedido desde que nos levantamos hasta que aquella maldita mujer había atacado a mi hijo pequeño, había sido un desatino horrible. Pero lo de ahora mismo era una pesadilla.

 

Había agarrado a Ithilion con miedo porque estaba en peligro. Aquella mujer ni siquiera había dudado en atacar al niño y no iba a dudar en matarnos, sin piedad. Yo, sin embargo, había cedido al amor maternal y, sin dudarlo, había ido en su auxilio a pesar de no tener varita. Ahora se me ocurrían varias maneras de salir de allá pero... ¿Me daría tiempo antes de que saliera el hechizo que brillaba en la punta de su varita?

 

Jack también había acudido en nuestra ayuda. Al final, éramos una familia de madre, padre, hijo y él protegía a los suyos, a pesar de que no podría solo, no porque él dependía de mis fuerzas, ya mermadas mucho antes de empezar la boda y ahora casi inexistentes, después de todo lo sucedido. Me lanzó la varita que casi rocé pero aquella mujer había lanzado un Expelliarmus que me dejó desvalida.

 

Había agarrado a Ithilion, sí, porque sabía que, si no ocurría un milagro, iba a ser la última vez que le agarrara con vida.

 

Ahora estaba horrorizada.

 

Mi niñito se había removido en mis brazos, reaccionando de una forma inesperada. Sentí el calor de su rabia, creciendo mientras se soltaba y amenazaba a la mujer con sus manitas pequeñas. Sentí el fuego que, rabioso, se revolvía por dentro y salía de él hacia quien estaba causando daño a su amigo, Babila. Sentí la emoción que le embargaba y sentí el dolor dentro de mí. Como sacerdotisa, acababa de percibir el nacimiento de un mago, de un gran mago, de un buen mago, que no de un mago bueno.

 

Estaba aterrorizada. Todo lo vivido en el futuro, con aquel Ithilion malvado que se había atrevido a torturarme, a matar a su hermano, a destruir el pueblo, acababa de hacerse en este momento.

 

No habíamos podido evitarlo.

 

Surgía el sacerdote que dominaría el elemento del Fuego, como su hermano, y que destruiría Ottery en el futuro. Me mordí los labios mientras veía como lanzaba una gran bola de fuego que alcanzaba a la mujer. Sólo la exclamación de júbilo de Jack me hizo reaccionar.

 

-- Ithilion, cielo, ven... Ven con mamá...

 

Estaba de rodillas, implorando que el niño reaccionara, que alejara todo aquel Mal que se engendraba y que se reunía en su interior. Podía hacerlo. Debía hacerlo.

 

-- Ithi, querido, abre las manos... Abre... poco a poco... las manos...

 

Caminé un par de pasos con las rodillas hasta acercarme a él. Puse mis manos encima de las suyas a pesar que sentí el impacto del calor y el dolor de quemarme la punta de los dedos se extendía, raudo. No las quité.

 

-- Abre, cielo... -- Resistí. Era lo mínimo que podía hacer, intentar que él volviera en sí.

 

Ithilion parpadeó un poco y después... se tiró a mis brazos y se puso a llorar, agarrado a mi cuello.

 

-- Shhhh, cielo, sshhhh, ya pasó... Ya pasó todo... Mami está contigo, a tu lado...

 

Me ardían las manos, seguro que tenía ampollas en ellas. Me era igual, no pensaba deshacer el abrazo. Parecía que Jack acababa con aquella maligna mujer. No miraba, sólo tenía ojos en la espalda de mi hijito, que se movía al ritmo de su llanto.

 

-- Ya está cariño... Si me ayudas... ¿Quieres que curemos a Babi para que juegue contigo más tarde?

[Rachel Ravenclaw]

De por si no había ido con el mejor humor del mundo, pero Rachel no sabía que el día solo había comenzado en ese momento. Desde las constantes esperas que Harpo le tenía dentro de la casa[/size] por la llegada de algunas personas que no conocían (algunas ni enteradas de la boda), hasta gritos extraños y ruidos que… bueno. ¿Estaban acribillando a alguien o estaban organizando de verdad una fiesta? Porque le parecía que las celebraciones del Callejón Knockturn eran a menudo más serenas.[/size]

No obstante, tras dedicarle una mirada despectiva al elfo fue en silencio con los demás invitados a aguardar que la boda se consumara. Ya le daba igual, solo quería firmar aquello e irse. No obstante… el tiempo comenzó a pasar… La Askar se lo tomó con calma y bebió algún trago para apaciguar lo que parecían líos familiares.

Ojalá solo hubiera sido eso.

En plena boda se había generado un ataque brutal. Por un momento el corazón le dio vuelco, ¿sus amigos estaban haciendo alguna actividad delictiva con ella dentro? Los mataba si era así, la metían en un aprieto muy grande. Pero aunque no lograba determinar quiénes eran los atacantes, tenía claro que no eran los Mortífagos de Londres por lo menos, no aquellos que seguían a Taurogirl. Eso la preocupó aún más… Su vida, la vida de los demás y de incluso de un Warlock estaban en juego.

No era una cuestión de empatía, sino de responsabilidad. Por más que se había querido quedar al margen un tiempo a ver si era una amenaza fugaz fácilmente aplacable por los magos de la familia, la cosa solo agravaba. No le quedó otra que sacar su varita y ayudar a defender con sus conocimientos mágicos. No le pasó desapercibido el hecho de que Heliké, nada más y nada menos que la novia y una de sus compañeras, realizara aquel magistral Avada Kedavra en público.

¿La mataba? Juraba que la iba a matar por aquel acto imprudente.

Ni que familia que ni excusas… ¡Era…!

Respiró profundamente. No podía echarla a los lobos, tenía que apoyarla. Pero en lo que tuviera una oportunidad de estar a solas con ella le iba a gritar tantas cosas…

Los siguientes acontecimientos fueron un poco confusos para la mujer; la boda había comenzado a celebrarse casi paralelamente en medio del desmadre, ¿pero acaso le importaba ya? Rachel tomó sus papeles como quien dijo la cosa y anotó la hora, entre otras cosas para luego firmar. Guardando esto en el bolso de Moke, aprovechó para sacar un Espejo Comunicador.

“Me gustaría decir que me desaparezco, PERO ESTO NO ESTÁ BIEN” exclamó mentalmente. Frotando el artefacto buscaba comunicarse con @@Noah Lockhart, el empleado del área de Seguridad Mágica Especial.

—Noah, necesito que vengas a la Mansión Potter Black ya mismo, deja lo que sea que estés haciendo. Si puedes encontrar a @@irina selene y @@Sasha Askar para que vaya contigo, mejor. Sino no importa. Tenemos un grave problema de seguridad.

off: sorry si me salté algo o.ó Editado 23 de Julio del 2018 por Rachel Ravenclaw

[Xell Vladimir Potter Black]

Seguía enfadada con Helike. Cuantas más cosas raras sucedían, más me enfadaba con ella, como si ella fuera la cabecilla de la culpabilidad. Estaba canalizando la ira que sentía hacia ella, algo que no hubiera hecho nunca si hubiera estado relajada, tranquila, algo que era imposible conseguir en aquella boda.

 

Pero ella había empezado. Aún antes de la boda, ya me había chillado, cuando yo la había protegido ante Sagitas, cuando aún creíamos que ella era culpable de lo sucedido, de intentar matarla. Y ella me había chillado. Podrían decir que eran los nervios de la boda pero todos estábamos mal, no tenía porqué pagar sus platos conmigo. Ahora había vuelto a meterse conmigo. No habría una tercera porque no le dejaría.

 

Así, seguí a cubierto con Heliké y Lisette, esperando que Sean se uniera a nosotros. Sentí que Sagitas les casaba y, por dentro, me alegré por ellos, pero no lancé ningún "Felicidades"; no era el momento y yo estaba enfadada.

 

Me sorprendió que la tía Sagis hiciera de forma entrecortada la declaración de matrimonio y que sonara cada vez más lejos. La gente seguía atacando así que, tal vez, se debiera a que se defendía. Me asomé y no estaba en el altar. Me sorprendí y me levanté del todo. Me giré y la busqué. Allá a la lo lejos se veían dos melenas pelivioletas, una de ellas agarraba al niño y la otra la atacaba. El tío Jack también estaba con ellas. Y una bola de fuego.

 

Contemplé la escena con un "ay" en el cuerpo. Ithilion había hecho algo... maravilloso... ¡Horrible! Ay, mi corazón de sacerdotisa se había sobrecogido. Era algo que pocas veces se veía. Me agaché para evitar otro hechizo y lancé uno mío que dio en el blanco. Escuché los gemidos. Asomé la cabeza de nuevo y vi a Ithilion llorando. Mis ojos se encontraron, de repente, con aquella mujer que me había presentado, hacía mucho tiempo de eso, el elfo de la familia. Harpo había dicho que era una miembro del SAW. Hablaba con un espejo.

 

Levanté la varita y le señalé.

 

- Usted no ha visto nada - ¿A qué me refería? ¿A qué no había visto el ataque? ¿A qué no había visto a la prima Helike usar hechizos indebidos? ¿A los muertos, la sangre...? ¿Qué...? Ni yo misma lo sabía.

 

Lancé un Serpensontia hacia ella y la víbora alcanzó a alguien quien la atacaba por encima de su hombro.

 

- De nada. Procure que quede reflejado que ya están casados, ¿vale? No quisiera tener que volver a otra boda como ésta.

 

Entonces, el sonido de la batalla pareció ceder al silencio. Era como si, al acabar con la otra mujer, los malos se rindieran. ¿Todos? No, alguno peleaba. Corrí hacia el altar, donde Matt defendía a su novia de un desconocido.

 

- Con mi prima sólo me meto yo - intenté detenerle pero, no sé cómo, mi varita desapareció en el aire y aquel vampiro consiguió reducirme, sujetándome con su brazo en mi cuello. Sentía como latía mi corazón, deprisa, ahogándome... Y después sentí como sus dientes apretaban mi yugular. -¡Oh, Diosa Tierra! Vampira no...

[Rachel Ravenclaw]

Nada más hablar con Noah, escuchó una voz que se dirigía hacia ella. Alzó su seria mirada y clavó sus ojos avellanas en la muchacha de cabellos rubios y aquella aura de pureza e inocencia apreciable a la distancia. La paladín le respondió con una mirada fulminante y alzó el mentón mientras la observaba con desdén por su osadía en el tono de las palabras que le estaba dedicando. ¿De verdad la estaba amenazando?, ¿quién se creía que era?

 

—¿Cómo osa a dirigirse hacia mí con esa prepotencia? No estoy ciega y creo que TODOS hemos visto lo que está pasando –le espetó furiosa- Mi deber es proteger es asegurarme de proteger a los Warlocks. Y luego a gente como usted… -finalizó como si fuera menos importante.

 

Pero su súper ego le incitó a calmarse progresivamente y mantener la compostura. No era una cuestión de presencia porque en esos momentos… nadie la estaba mirando y poco importaba. Sino una cuestión de actitud y principios. Vio la varita de la mujer apuntarla y por un momento se le heló la sangre pensando… ¿De verdad iba a atreverse a atacarla? Una serpiente salió volando y antes de que pudiera conjurar un hechizo de defensa se dio cuenta que la invocación no iba exactamente hacia su persona.

 

Miró hacia atrás viendo al oponente cayendo presa de la criatura. Exhaló expulsando el aire comprimido por la tensión. Pero no pensaba darle las gracias. No le iba a decir cómo tenía que hacer su trabajo, definitivamente. La vio salir hacia al altar para ayudar contra algunos de los remanentes de aquella batalla. ¿Estaba viendo a un vampiro? Sin miramientos, a pesar de la frustración hacia la rubia, apuntó al vampiro y susurró: Incarcerus.

 

La invocación salió volando y debido a la corta distancia, ya que Rachel se había aproximado mucho corriendo, las tres cuerdas impactaron en el vampiro empujándolo levemente. Atando una cuerda entorno a su mandíbula para frenar sus colmillos y evitar la mordedura. Apretando sus brazos con fuerza contra su cuerpo para que la soltara y finalmente contra sus tobillos, pegándolos para impedir que saliera huyendo.

 

—Desmaius –dijo al final para que el rayo lo dejara inconsciente. Pero aún no había acabado todo- Jum. De nada.

 

 

@

[Tamarindo]

Seguía escondida en la cocina, buscando qué más comer, porque tenía un hambre negra (?) y después de buscar por todos ls armarios y nevera, la tarta seguia siendo la mejor opcion, asi que busqué un tenedor en los cajones y me senté a comerme la tarta... empecé poco a poco, pero no pude parar de comerla en un buen rato. habia dejado un hueco enorme en la base de la tarta, porque era de un par de pisos o mas, no sé, ya estaba nublada por comer tanta tarta

 

--Está tan buena, que no me puedo resistir a comer mas...

 

cuando me di cuenta de que ya no habia ruidos fuera como una gran batalla campal de hace un rato, cogí un trozo grande en un plato y sali a la puerta de la cocina que daba al jardín y caminé un poco hasta encontrarme el percal... Había muertos y heridos por el suelo, un desastre enorme... y yo ahi, detras de algo para que no se me viera mucho viendo todo lo que habia pasado... ¿Se habrían casado aun asi? Porque vamos, para casarse asi... como que vaya nervios de acero...

 

Y ahí me quedé, comiendo tarta depacio y viendo todo lo que había quedado de la pelea...

 

--¿Qué pasó aqui?

 

Me llevé otro trozo de tarta a la boca

[Helike R V PB]

Mare mía como estaban las cosas. Xell protestaba (con justa razón) y me dio un poco de pena. A su gran paciencia le enviaría un paquete de la luna de miel. Eso lo tenía más que claro. Pero no le contesté, tenía razón, toda la sangre vertida o lo que era de otros enemigos que nos atacaban era, precisamente, porque no querían que se celebrara esa boda. Pero ahora, ya, por fin, ya éramos esposos. Por fin había concluído una parte de mi vida solitaria y ahora unía a la mía junto a un hombre maravilloso.

 

Y por fin, Sagitas nos daba la bendición como Sacerdotisa y nos declaraba esposos. Yo evidentemente estaba muy contenta, a pesar de tener el vestido en la parte inferior, medio rajado...

 

Aunque, por suerte no sé cómo hizo Matt con su magia, una especie de protección y también había impedido que casi me lanzaran otra maldición... Sinceramente, estaba harta de lanzar tantos hechizos que parecía que no acababan nunca con esa maldita batalla. Cierto que, las que había tenido en el pasado, no tenían nada que ver. En esos instantes en los que me besaba, se apartó. Nos giramos, pude ver una cabellera negra y sentí que palidecía. Era Lázarus. ¿Qué demonios estaba haciendo aquí?

 

Pero antes de decir palabra, sentí una especie de bocanada de aire caliente. ¿Qué pasaba? Miré y vi que Ithilion el pequeño de la familia, había creado una fuerte llamarada. Me sorprendió...

 

- ¿Tienes algo que ver con eso? -pregunté, estupefacta como estaba- hay que tener cuidado...

 

Me sorprendió además, ver la cara del niño... Parecía ido y no reaccionó hasta que Sagitas lo pudo calmar, tras un momento de confusión y luego lloros... Me preocupé por él, aunque no tenía ni idea de lo que hacer en esos instantes. Miré a Matt y elevé los hombros, desconcertada. Pero el peligro que teníamos estaba mucho más cerca de lo que parecía.

 

Lázarus se había refugiado detrás del árbol observando toda la batalla. Apenas había aparecido. ¿Qué quería? No tenía ni idea. Si no me había atacado por el momento, quizá su objetivo sería otro. Pero parecía que era una confabulación en contra de Sagitas porque poco a poco, ajustando sus gemelos y su cobarta, se fue acercando hasta la prima de mi tía. Sonreía maliciosamente.

 

- He de confesar, jovencita, que has mejorado un montón en eso de la magia...

 

- No gracias a ti, precisamente - escupí yo, con todo el desprecio que pude reunir en mi voz. Agarré a Matt porque temí que se abalanzara sobre él. Lo último que querría era enviudar justo cuando recién estábamos casados. Me sentía completamente agotada y lo que necesitaba era un baño de sales para olvidar todo lo que estaba pasando ahí. ¡Protego! grité el hechizo para evitar que un rayo malicioso le diese a Matt. Un poco más y le daba de pleno. No sabía si su magia era tan efectiva, pero no quería correr riesgos. Menos de los necesarios.

 

Pero de un momento a otro...

 

- ¡¡Xell!! - grité, parecía que alguien la había desarmado y era atacada... - maldito ca.brón hijo de... - sentía una ira indescriptible. Me solté de los brazos de Matt - lo siento cariño, bastante le he gritado hoy y... me siento un poco culpable por ello...

 

Tomé la daga y sin previo aviso se la clavé justo en la espalda a esa mujer que la estaba atacando. Lanzó un chillido - eso es, muere como una cerda. No atacarás a nadie de la familia... Nunca más, ¿entendido? Aunque tenga que quemarte en una pira...

 

No había terminado de decir esas palabras cuando vi que Lázarus, por el rabillo del ojo era atado e inmovilizado.

 

- No quiero que nadie lo ataque, ¡NO MÁS! ÉL ES MI PRISIONERO AHORA! - dije en voz alta, esperando que alguien me hiciera caso. Apenas había más gente allá atacando. Agarré las cuerdas que le había lanzado Rachel, compañera de bando. Pude entender su mirada, seguramente, me cayese una bronca y no por ser una funcionaria ministerial...

 

- éste es mío... que nadie lo toque... ¿entendido?

 

- ¡Harpo! - no sabía si el elfo me obedecería estando casada con el patriarca, pero tenía que intentarlo. Me acordé de Galadriel

 

La elfina enseguida vino...

 

- Llévalo a las mazmorras. Que te guíe Harpo, ¿de acuerdo? quiero que, a éste ca.brón esté bien maniatado. Quiero tener una charla con él... A ser posible, a solas...

 

Seguro que a Matt no le hacía gracia pero aún desmayado... Sabía que Lázarus tenía un fuerte poder. Y no todo el mundo poseía una varita de olmo como la suya. La recogí del suelo y la guardé en el bolsillo. Seguramente podía hacer magia con las manos, pero debía ser precavida.

 

- Hacer que la mazmorra tenga hechizos antiaparición. No quiero sorpresas desagradables...

[Sagitas E. Potter Blue]

Me levanté del suelo, llevando a mi niño en brazos. Él seguí agarrado a mi cuello y ahora puso la cabeza bajo el hueco bajo mi barbilla. Le di un beso en la cocorota y le susurré palabras de calma. Mi pecho se levantaba despacio porque iba respirando muy relax, inspirando, espirando... Observé a Jack, lleno de sangre, cansado... Apuesto... ¡Dioses, en aquel momento le deseé como nunca! Mi marido había lucido su valor y su cariño por la familia, por mí, por el pequeñín, incluso por Matt.

 

Pensar en mi hijo recién casado me hizo endurecer un poco el semblante. Tenía algo pendiente con él, pero no en aquel momento. Delante de mí había muchos cuerpos, demasiados; mucha sangre, demasiada; muchos heridos... Contemplé los jardines y bufé: sillas, adornos, parterres destrozados, flores partidas... Ay, mucho trabajo botánico por hacer. Ah, bueno, sí, también los heridos y eso...

 

-- ¡Qué desastre! -- murmuré. No pensaba dar ni una palabra más alta que la otra pues mi chiquitín estaba en mis brazos. No iba a hacer nada que lo exaltara. Tenía bien presente lo que acababa de hacer y lo que, si no podía evitarlo, haría en el futuro. -- Señorita Ravenclaw... Me encantaría darle la bienvenida a la... hum... Potter Black.

 

Me acerqué con cuidado, intentando no pisar los cuerpos. Mi cabeza era un puro torbellino que intentaba encajar todos los detalles de lo sucedido. ¿Cuánto habría visto la jefa del SAW? ¿Sería amiga o enemiga? Yo sabía que contaba con la fidelidad absoluta de la familia pero era imposible acallar la voz de un funcionario ministerial. Y poco aconsejable. Tenía que ir con la máxima claridad posible siendo una Warlock. ¡Dioses! No sabía bien qué hacer...

 

-- Hola, @@Rachel Ravenclaw, mal día para una boda... No tengas a cuenta a Xell... Como todos... Estamos algo alterados con lo sucedido.

 

Moví la varita con una de las manos, sin olvidar que sujetaba al niño. Un par de sillas se dieron la vuelta y se pusieron de pie. Me senté en una y le ofrecí la otra a ella.

 

-- Evaluación de daños: los heridos irán a Santos Mangos. ¡Sin discusión, Xell! -- La pobre seguro que iba a protestar pero todos habíamos visto como un vampiro la había mordido. -- Tu madre me mata si dejo que te conviertas en bicho raro. Además, tienes ese sectum en el brazo, aún sangra un poco. Así que tú irás en la lista de los que vayan a la clínica. ¡Harpo!

 

El elfo apareció, todo rojo. Me dio medio síncope al verle pero él negó con la cabeza, así que supuse que la sangre era de otros.

 

-- Por favor, Harpo, haz una lista de afectados que vayan a Santos Mangos y no olvides incluir a Xell que la veo escaquearse. ¿Matt, Heliké? ¿Hayame, Lissette? ¿Adrian? ¿Sean? -- ¿Me preocupaba de Sean a estas alturas? -- ¿Quién de vosotros está herido? Os necesito en la clínica si tenéis el mínimo rasguño. Cuidar que Babila tenga todos los cuidados necesarios, que el pobre hoy se ha portado como un héroe.

 

Lo que realmente quería decir es que necesitaba que alguien de la familia, Hayame a ser posible, si no estaba herida, con la excusa de ser la Directora de la Clínica, fuera con los heridos y consiguiera que los invitados supervivientes olvidaran ciertos detallitos, como que la novia lanzara Crucios y Avadas. Y eso sólo lo podían hacer los miembros de la familia, sobre todo si eran de Accidentes y sabían hacer muy bien los Obliviate.

 

-- Usted está herida, Ama -- observó mi elfo. Le sonreí con cariño.

 

-- Yo no cuento. Quiero decir que prometo ir cuando acabe todo este lío. Ahora... Necesitaré tu ayuda. Me falta gente... ¿@@Darla Potter Black no estaba por aquí? Bueno, tú has recibido a los invitados, Harpo. Te dejo que busques y te encargues del traslado al centro sanitario. Rachel... ¿Tú estás herida?

 

Sería una suerte que lo estuviera porque ... ¿Pero qué decía? Cye me mataba si su nuera hubiera recibido un rasguño.

 

-- Heliké, hija... -- Primera vez que le llamaba así. Ahora era el título que se había ganado. La miré a la cara y... sonreí. -- Gracias. Hoy me has demostrado muchas cosas pero, sobre todo, que la familia es para ti lo más importante así que... Gracias. ¡Estás horrible! Pero no me contestes mal que me vuelvo a la máscara de suegra prepotente y te reto. Hoy has sido una novia... interesante. Y ahora lo que no quiero: no quiero a ese hombre en mi casa. Creo que debemos llamar a...

 

¿En serio? Miré a Rachel. Si ella no estuviera, tal vez ni me lo estaría pensando.

 

-- Hay que llamar al Departamento de Seguridad Mágica, ¿no crees, Rachel? Aurores e Inquisidores. Se suponen que ambos cuarteles velan por la protección de personalidades y creo que, dime si me equivoco, los Warlocks están dentro de ese grupo. ¿Podrías encargarte de avisarles, querida? Como miembro del SAW estoy segura que te harán caso y, como ves, yo tengo algo muy importante de lo que encargarme.

 

Y acaricié la cabeza de Ithilion, quien estaba chupando su pulgar, medio adormiscado por la voz de su madre.

 

-- Harpo, revisión de supervivientes. Los que sean invitados, los llevaremos a la ala Oeste, que no es visible desde aquí y no verán... ésto. Dispón de habitaciones para todos para que se puedan arreglar de nuevo y después sirve el banquete en el comedor central. Deja que todos descansen, que se relajen, que se queden o se vayan, como ellos quieran, pero recoge su nombre y sus direcciones para facilitárselo a los miembros de Seguridad que lo soliciten. Hazles la vida lo más apta posible. Y tú, procura que la plantilla de elfos luzca sin... sangre. Y gracias a todos vosotros. Muchísimas gracias.

 

El elfo iba tomando nota de todo lo que decía, mientras yo me sentía cada vez más agotada. Busqué a Jack con la mirada, necesitaba verle vivo aún. ¿Cuánto tiempo le quedaría todavía de vida? De tener cuerpo, quiero decir.

 

-- Los que sean... atacantes, abajo a las mazmorras y bien atados. A ese que dice Heliké también pero no dejes que nadie, ni ella, baje a hablar con ellos. Aquí mando yo, Heliké. -- En ese momento, dirigí la mirada por primera vez a Matt y apreté la mandíbula. Sí, que lo supiera. En la Potter Black mandaba yo. En algún momento, le pondría eso claro a mi hijo y tendría que darme explicaciones a lo sucedido con su... marca de Sangre. -- Son terroristas. Asesinos. Que los miembros de seguridad se los lleven cuanto antes. No quiero a nadie de ellos en mi casa. Que se vayan cuanto antes fuera, como si los...

 

Frené. Ithilion parecía quedarse dormido.

 

-- Como si se los llevan a Azkaban. No sé si me dejo algo más, Rachel. ¿Tú qué opinas? Ah, sí. Encontrar la manera que pudieron entrar en casa. Hacer un cateo exhaustivo de todas las habitaciones de la mansión. No dejéis ninguna puerta sin abrir, ningún armario sin mirar, ningún baúl sin vaciar. Quiero saber por dónde han entrado estos... malnacidos.

 

Ithilion levantó la cabeza como un rayo y me puso un dedo en la boca, riéndose a carcajadas.

 

-- ¡Mami ha dicho una palabrotaaaaa! Has de poner un galeón en el "Tarro de las limosnas".

 

-- Sí, cariño. Hoy mami pondrá muchos galeones en el tarro, mi cielo. Bueno, por último... Los novios... ¿Podrás certificar la boda, verdad, a pesar de lo ocurrido? Se merecen estar casados y que... se vayan de una vez... De luna de miel, quiero decir.

 

No miré a Matt. No podía sin ponerme a llorar y, en aquel momento, no podía derrumbarme.

 

-- Se merecen su luna de miel, demonios, después de todo lo sucedido. Si Seguridad se cabrea, diles que fue decisión de un Warlock y que presente queja en la primera planta del Ministerio, en la Oficina del Primer Ministro, yo daré la cara. Pero ahora... Tengo que llevar a este niñito a su cama... Un baño y un cuento y la siesta merecida. Jack, ¿me acompañas?

 

Me levanté dispuesta a hacerlo y que nadie me dijera lo contrario. Sólo una voz amiga que preguntaba qué pasaba me hizo frenar en seco y enarcar una ceja.

 

-- ¡@Tamarindo! -- ¡Demonios! ¿Qué era eso que...? Lancé una exclamación de sorpresa. -- ¿No me vengas con que te has comido la tarta de novios? ¡¡Era para cien personas!!

[Rachel Ravenclaw]

Oh sí. Los ojos de Rachel se fijaron en los de Heliké y ambas intercambiaron (metafóricamente) palabras insonoras. Ella podía ver que la vampiresa entendía el asunto en el que se había metido, un buen lío, pero le alegraba que por lo menos ‘se percatara del detalle’. Porque nada hubiera sido más frustrante que el hecho de saber que le daba igual. La castaña ya tendría sus palabras con la novia más adelante, no era el momento. Al ver su ira contenida decidió no contradecirle… Si quería hacerse cargo de la situación, que se hiciera cargo. No era su venganza.

 

La voz de cierta Warlock la hizo voltearse. Primero la miró con neutralidad, bastante molesta, pero luego su mirada bajó al pequeño que tenía en brazos. El duro corazón de la Askar se aflojó al tener delante uno de sus únicos puntos débiles; los críos. Por lo que decidió escucharla con mejor pie antes de lanzar un improperio.

 

—Está bien, omitiré eso –responde por lo de la chica rubia.

 

Vio como ambas sillas se erguían nuevamente por arte de magia y Sagitas se sentaba… La verdad es que se le hacía algo extraño sentarse como si de una citación se tratara en medio de semejante desastre, por lo menos para ella, entendía que la mujer debía estar agotada. No obstante, por educación, acepta su invitación y se sienta.

 

La castaña escuchó atentamente la evaluación de daños mientras mantenía corta a la joven bruja, con lo que Rachel termina por tranquilizarse. La veía dudar por momentos, cosa que la extrañaba, pero lo dejó pasar porque en esos momentos su mente solo pensaba en cómo intentar revertir la situación acontecida en los terrenos de la Potter Black.

 

—Estoy perfectamente, soy un paladín –le confiesa.

 

Un paladín un tanto extraño por sus inclinaciones, pero ella aún se auto identificaba como tal. Tenía la audacia y sentimiento protector como cualquier otro; que decidiera cambiar el objetivo era otra cuestión. Se cruzó de brazos al escuchar la mención de aquellos dos departamentos. Le daba igual si Inquisidores estaba compuesto por varios de sus compañeros, y le da igual si en Aurores estaban algunos conocidos… No creía en la eficacia de ninguno de los dos sectores

 

—Usted lo ha dicho, señorita Potter Black. “Terroristas” un tema tan delicado como ese compete más que nada, a la Oficina de Seguridad Mágica Especial la cual viene en camino. –hace una pausa mientras miraba al niño quedándose dormido, volviendo Rachel a titubear- Pero puedo llamar a los Aurores para que ayuden a catear las áreas de la mansión para asegurarse de que estos delincuentes no hayan dejado vestigios de artes oscuras –le responde- Veré que milagro puedo hacer con los Inquisidores. Pero creo que ahora sería más conveniente retirar a los heridos a esa clínica. No queremos que se sientan agobiados por las incesantes preguntas que les harían los Aurores.

 

Y que alguno se le escaparan detalles que no era conveniente que se supieran.

 

—Deje de pensar en eso, por el Altísimo. Yo ya he testiguado… Cuando regrese sellaré los papeles; pero ahora mismo lo que me importa es la integridad de este lugar –no estaba muy segura en qué momento la presencia del niño ya la había ablandado al nivel de preocuparse por aquel sitio que hacía unas horas le importaba un comino- Helike lo que se merece son unas cuantas collejas –finaliza- Vaya dentro, nosotros nos ocu…

 

Se gira al escuchar una interrupción. Había llegado una mujer totalmente desorientada con el rostro manchado de tarta, ¿estaba mascando más pastel?, ¿qué rayos…? Escuchó el comentario de Sagitas…

 

—¿Es en serio…?

Editado 24 de Julio del 2018 por Rachel Ravenclaw