El Desafío de Morgana

[Melrose Moody]

Mazmorra: El Desafío de Morgana
Nivel mínimo: 25
Participantes: Mínimo 3 jugadores - Máximo 6 jugadores (modalidad grupo)
Repeticiones: Una vez por semana (los roles tienen que ser diferentes, no se admiten copias)
Experiencia: Por cada vez que se realice completa da 10 puntos en el apartado de Mazmorras.




Morgana se hizo con un objeto muy oscuro y valioso que escondió en un bosque de Gales, vinculado a una profecía que venía a decir que entregaría el objeto a aquel que lograra liberar al espíritu de la Gran Sombra, pues él sería el elegido para destruir la luz del mundo con el objeto de poder escondido por Morgana. Ahora, siglos más tarde, el mago oscuro Morderay ha liberado a la Gran Sombra y está a punto de conseguir el objeto de Morgana para destruir el mundo.

Consigue un grupo de amigos y adéntrate en el Bosque de Morgana para detener a Morderay y a la Gran Sombra.



Hitos de la Mazmorra:

Debéis hacer entre todos los posteos de rol y dados que se indican en estos hitos (mínimo 15 líneas cada posteo de rol).

Los objetos y criaturas del Magic Mall que se piden, deben estar en la ficha de personaje al momento de comenzar esta mazmorra. No se gastan, una vez en ficha, pueden usarse todas las veces que se quiera para realizar la mazmorra. Si lo que se piden son consumibles, sí se gastarán y sus normas de uso serán las estipuladas para este tipo de objetos.

Hay que tener en cuenta las instrucciones para el manejo de dados. No nos hacemos responsables si los dados cambian de valor por no haber seguido bien las instrucciones indicadas.

Te recomendamos leer bien los hitos de la mazmorra que se detallan a continuación.


Primeros 20 posteos (rol): Entras en el Bosque de las Sombras, también llamado Bosque de Morgana, en Gales. Es un lugar misterioso y oscuro donde el MACUSA ha descubierto fenómenos muy extraños y magias prohibidas. Investiga lo que ocurre allí, para poder informar debidamente al MACUSA y conseguiri las recompensas.


Posteos 20-21 (rol): Después de los 20 primeros posteos, os encontraréis con Selutus, el secuaz de Morderay. Pero cuidado, no estará sólo. Siempre va acompañado de 1 dragón y dos asesinos. Rolead el encuentro y el inicio de la batalla. Para vencerlos, deberéis invocar al Espíritu de la Batalla que os ayudará a derrotarlo. Este espíritu aparecerá dependiendo del resultado de la tirada de dados siguiente.


Posteo 22 (dados): Lanzad los dados para invocar al Espíritu de la Batalla. Debeis lanzar 1 dado de 10 caras + multiplicador, cada uno de los miembros de la party, en los posteos 22 y siguientes. Sólo se lanza el dado, en dichos posteos. El multiplicador que se añadirá al dado tendrá el siguiente valor para cada personaje del grupo:

multiplicador = (nivel del personaje + nivel del set que esté utilizando)/2

El dado que lance cada miembro del grupo será, por tanto:

[roll]1d10+multiplicador[/roll]

• Se sumarán los resultados de todos los miembros del grupo. Si la suma total es mayor o igual a 30, derrotáis a Selutus y sus secuaces.
• Si la suma total .es menor que 30, no logras derrotar a Selutus. Podéis rolear la derrota, si queréis, pero deberéis abandonar la mazmorra e intentarlo de nuevo a la siguiente semana, comenzando desde el principio (mazmorra nueva).

Siguientes posteos hasta el posteo 39 (rol): Una vez superada la batalla con Selutus, avanzaréis por un laberinto. Tendréis que recorrerlo siguiendo un hilo mágico que os impida extraviaros, por lo que cada posteo deberá empezar por la última palabra con la que terminó el anterior. El laberinto durará hasta que lleguéis a la cueva donde se encuentra Morderay, en el posteo 40. Marcad las palabras con rojo y negrita.

Posteos 40-46 (rol):Cuando lleguéis al posteo 40, os encontraréis en la cueva de Morderay. Es un mago muy astuto, por lo que para vencerlo, tendréis que utilizar 3 habilidades combinadas (resaltarlas en rojo y negrita cuando las utilicéis). Además, necesitaréis un Águila de la Sabiduría, adquirida previamente en el Magic Mall (resaltarlo en rojo y negrita cuando lo utilicéis). También necesitaréis usar, entre todos, 3 hechizos que empiecen por F, cada uno de ellos, 3 veces (resaltarlos en rojo y negrita cuando los utilicéis) y tener mucha suerte, pues sólo podrá ser derrotado si, habiendo hecho todo esto, los dados así lo deciden.


Posteo 47 y siguientes (dados): Lanzad los dados para derrotar a Morderay. Debeis lanzar 1 dado de 10 caras + multiplicador, cada uno de los miembros de la party, en los posteos 47 y siguientes. Sólo se lanza el dado, en dichos posteos. El multiplicador que se añadirá al dado tendrá el siguiente valor para cada personaje del grupo:

multiplicador = (nivel del personaje + nivel del set que esté utilizando)/2

El dado que lance cada miembro del grupo será, por tanto:

[roll]1d10+multiplicador[/roll]

• Se sumarán los resultados de todos los miembros del grupo. Si la suma total es mayor o igual a 35, derrotáis a Morderay.
• Si la suma total .es menor que 35, no lográis derrotar a Morderay. Podéis rolear la derrota, si queréis, pero deberéis abandonar la mazmorra e intentarlo de nuevo a la siguiente semana, comenzando desde el principio (mazmorra nueva).

Siguientes posteos hasta el posteo 57 (rol): Si lográis vencer a Morderay, éste no podrá utilizar el objeto de Morgana, pero la Gran Sombra sigue libre y tras vuestra lucha con Morderay, se ha hecho fuerte, por lo que debéis detenerla para que no cubra el mundo de tinieblas. Buscad a la Gran Sombra en lo más profundo del Bosque.

Posteos 58 - 68 (rol):Al llegar al posteo 58 os encontraréis con la Gran Sombra. Usará todas sus malas artes para mataros, pero podéis detenerla con el poder combinado de:

• 5 habilidades,
• 3 criaturas XXXX de vuestra propiedad,
• usando hechizos que causen en total un daño de 300 PV, sin que éstos se puedan repetir,
• usando un cuerno de erumpent.

Cuidado, para libraros de los efectos de la explosión del Cuerno de Erumpent, así como de los terribles hechizos y encantamientos con los que os atacará la Gran Sombra, necesitaréis la protección de estos objetos poción curativa (consumible) y Poción Herbovitalizante e invocar a la Gran Luz, que sólo aparecerá si al tirar los dados, la suerte os es favorable.


Posteo 69 y siguientes (dados): Lanzad los dados para invocar a la Gran Luz y derrotar a la Gran Sombra. Debeis lanzar 1 dado de 10 caras + multiplicador, cada uno de los miembros de la party, en los posteos 69 y siguientes. Sólo se lanza el dado, en dichos posteos. El multiplicador que se añadirá al dado tendrá el siguiente valor para cada personaje del grupo:

multiplicador = (nivel del personaje + nivel del set que esté utilizando)/2

El dado que lance cada miembro del grupo será, por tanto:

[roll]1d10+multiplicador[/roll]

• Se sumarán los resultados de todos los miembros del grupo. Si la suma total es mayor o igual a 40, derrotáis a la Gran Sombra.
• Si la suma total .es menor que 40, no lográis derrotar a la Gran Sombra. Podéis rolear la derrota, si queréis, pero deberéis abandonar la mazmorra e intentarlo de nuevo a la siguiente semana, comenzando desde el principio (mazmorra nueva).

Últimos posteos para determinar las recompensas (dados): Lanza los dados una última vez para determinar las recompensas conseguidas por vencer a Seleutus, Morderay y la Gran Sombra. Si completaste la mazmorra y venciste a los tres monstruos, lanza 3 dados de 30 caras (sin multiplicador), uno por cada jefe. El primer resultado, determinará las recompensas de Selutus, el segundo será para fijar las recompensas de Morderay y el tercero para la Gran Sombra.

Si abandonaste la mazmorra antes de finalizarla, por haber sido derrotado, lanza también los dados, si llegaste a derrotar a Selutus o a Morderay. Lanza tantos dados como jefes hayas derrrotado.

Si derrotaste a los tres jefes:

[roll]3d30[/roll]

Si derrotaste a dos jefes:

[roll]2d30[/roll]

Si derrotaste a un jefe:

[roll]1d30[/roll]

Recompensas:

Por derrotar a Selutus:

• Si el resultado es < 6
  • 3000 G
  • 10 Hongos venenosos
  • 10 Huevos de doxy
  • 5 Raíz de mandrágora
  • 5 Díctamo,
  • 5 Valeriana
  • 5 Alas de hada
• Si el resultado es 6 - 10
  • 2000 G
  • 5 Hongos venenosos
  • 5 Raíz de mandrágora
  • 5 Díctamo,
  • 5 Valeriana
• Si el resultado es 11 -- 25
  • 1000 G
  • 5 Hongos venenosos
  • 5 Raíz de mandrágora
• Si el resultado es > 25
  • 500 G
  • 5 Hongos venenosos
  • 5 Raíz de mandrágora

Por derrotar a Morderay:

• Si el resultado es < 6
  • 4000 G
  • 10 Hongos venenosos
  • 10 Huevos de doxy
  • 5 Raíz de mandrágora
  • 5 Díctamo,
  • 5 Valeriana
  • 5 Alas de hada
  • 1 Metal iridiscente
  • 1 Metal ancestral
• Si el resultado es 6 - 10
  • 3000 G
  • 5 Hongos venenosos
  • 5 Raíz de mandrágora
  • 5 Díctamo,
  • 5 Valeriana
  • 1 Metal iridiscente
• Si el resultado es 11 -- 25
  • 2000 G
  • 5 Hongos venenosos
  • 5 Raíz de mandrágora
• Si el resultado es > 25
  • 1000 G
  • 5 Hongos venenosos
  • 5 Raíz de mandrágora

Por derrotar a la Gran Sombra y completar la Mazmorra:

En todos los casos: 10 puntos para el apartado de Mazmorras.

Recompensas en función del dado:

• Si el resultado es < 6
  • 5000 G
  • 15 Hongos venenosos
  • 15 Huevos de doxy
  • 15 Raíz de mandrágora
  • 15 Díctamo,
  • 15 Valeriana
  • 15 Alas de hada
  • 2 Metal Iridiscente
  • 2 Metal Ancestral
  • 2 Metal Sagrado
• Si el resultado es 6 - 10
  • 4000 G
  • 15 Hongos venenosos
  • 15 Raíz de mandrágora
  • 15 Díctamo
  • 15 Valeriana
  • 15 Alas de Hadas
  • 1 Metal Iridiscente
  • 1 Metal Ancestral
  • 1 Metal Sagrado
• Si el resultado es 11 -- 25
  • 3000 G
  • 15 Hongos venenosos
  • 15 Raíz de mandrágora
  • 15 Díctamo
  • 15 Valeriana
  • 1 Metal Iridiscente
• Si el resultado es > 25
  • 2000 G
  • 15 Hongos venenosos
  • 15 Raíz de mandrágora
  • 15 Díctamo
  • 15 Valeriana
  • 1 metal Iridiscente

Posteos opcionales:

Si has completado la mazmorra, podéis hacer un posteos adicionales roleando las recompensas y el reporte al MACUSA de lo que has descubierto en la Mazmorra.

[Hessenordwood Crouch]

De malagana el pergamino se partió por la mitad y con un ademán de su varita estalló en llamas sobre el escritorio lleno de demás documentos y el resto de la correspondencia, no deben ser cosas importantes para dejar que se manchen con las cenizas de aquel mensaje calcinado, o si lo eran Hessenordwood había estado tan molesto entonces con el contenido del último mensaje leído como para que le importase eso ahora. Como sea, el demonio permaneció en silencio, contemplativo hasta que la última lumbre se apagó por cuenta propia, sólo entonces leyó, en un trozo de papel que se ha salvado, la posdata que no había alcanzado a leer antes de su breve arranque de mal humor.

Como si no tuviera suficiente trabajo acumulado ya, ahora esto.

Dramáticamente dejó caer sus extremidades a los costados de la silla con un gruñido, el respaldo protestó apenas bajo su peso. Podría irse a dormir justo ahora, incluso podría hacerlo ahí sobre ese incómodo mueble, podría dormir ahora y no despertar hasta que el casero venga a cobrar la renta del piso o para asegurarse de que no ha muerto, podría intentar desaparecer de Europa y volver a NY, escoger algún buen rincón donde no lo conozcan ni siquiera de vista y pasar el resto de la semana en el departamento de alguien que quiera algo de compañía para escapar de su realidad (evidentemente él no está haciendo eso), y que pueda pagar por ese acompañante claro.

Pero tampoco puede negarse, la recompensa es casi tan buena que siente que al final, de conseguir hacer bien este trabajo, terminará debiéndole un favor al mismo infierno.

—Morgana…-, masculla el nombre sin ganas, es más un esfuerzo, como si quisiera recordar algo más con ese nombre. —El bosque de Morgana-, de un salto despega abandonando el escritorio en dirección rápida hacia la biblioteca. No es una gran colección la que tiene ahí, un par de estantes que cubren solo una tercera parte del muro más largo del piso que renta en el ático del Pink Palace, no obstante, aunque corta, puede presumir algunos tomos de edición única, o por lo menos bastante especiales, de magia occidental. — ¿Dónde has visto esto antes?

No tiene muchos recuerdos de sí mismo como infante viviendo dentro de una comunidad mágica, desde que tiene memoria la familia donde creció ocupó siempre un lugar modestamente agradable entre los nomaj en los Estados Unidos de América, creció desde luego con una educación de esa que se consideraría mestiza, estudio en Beauxbatons como el resto de sus hermanos sin novedad alguna, y durante las vacaciones terminaba con la escuela básica en casa y se preparaba para algún título superior si todo salía de acuerdo al plan. Lo consiguió, desde luego, y a diferencia de sus hermanos, se concentró en hacer una carrera exitosa ahí mismo, entre los que no son brujos (aún está trabajando en esa parte del plan).

Al final de cuentas, él estaba más habituado a ese mundo mucho menos mágico, cuidadosamente programado, pero no mágico.

Por lo tanto, no está tan acostumbrado tampoco a recurrir con tanta frecuencia a las terminologías, creencias y costumbres dentro de una comunidad de magos y hechiceras, o por lo menos no era tan ágil para traerlas de vuelta a su memoria, lo que hubiera sido convenientemente bueno antes de volver a Londres.

—Ah si, si. Ya lo tengo-, ¿era una vieja historia contada por uno de sus abuelos paternos? tal vez, no lo recuerda a detalle, pero lo tiene, el nombre y sabe dónde buscar ahora. —Llama a Renzo-, solicitó al asistente del teléfono inteligente que respondió con algo de interferencia ante la voz de Crouch y le pedía que nuevamente repitiera la instrucción. —¿Renzo? Si, escucha cariño, ¿puedes encargarte de los deberes de hoy?-, el asistente volvió a pedir la instrucción. Hessen en cambio empacó los libros en una maleta de lona que había sacado debajo de la cama y corrió de regreso al armario. —B-bueno, mejor de los próximos tres días, Es un… un asunto familiar-, el asistente pidió de nuevo la instrucción. —No, no será como la vez pasada, lo prometo-, podría haber sido por miedo tal vez (cosa que sería ridículo) pero finalmente el aparato decidió bloquear la pantalla de inicio. —Yo sabía que podía contar contigo. Juro que voy a compensarte por esto.

Apenas con un puñado de cosas guardadas en los bolsillos salió del ático del Pink Palace.

[Valky]

http://i.imgur.com/55Nqaee.png?1

Luego de revisar se confirma que se cuentan con los requisitos necesarios para dar inicio a la mazmorra. La mazmorra es aprobada y a partir de ahora se puede dar inicio a la misma.

Únicamente se tendrán en cuenta los posts que sean realizados posterior a este.

Atentamente,

Kaori M.

Moderadora Global de HarryLatino.org

[Melrose Moody]

—Sigo sin entender qué es lo que tiene de interesante.

Melrose no suele ponerse de mal humor. Suele ser una persona bastante apacible, tal vez no sosegada pero sí bastante fácil de sobrellevar: hasta que te metes con su dieta regular y todo se tergiversa.

—No entiendo por qué tenermos que perdernos el festival del pay de invierno solo por esa tal Morgana.

Richard suspira. En ocasiones, es como tratar con una niña de ocho años, o peor.

—Tenemos que verificar que la información que maneja el MACUSA es real y, si lo es, habrá una saludable recompensa por ello.

Melrose sigue enfurruñada pero al menos parece captar mejor la información una vez resumida de esa manera. Catherine suspira en un rincón. No va a acompañarlos pero está ayudándoles a empacar lo esencial en un par de mochilas pequeñas con un encantamiento de expansión. Ella misma también se había prometido hechizarlas para que perdieran peso.

La bruja termina vengándose de él tomándolo de la mano inesperadamente al último momento y generando sin más la desaparición conjunta.

Luego de cinco minutos de vómitos incesantes y maldiciones a medio pronunciar, Richard está lo suficientemente recuperado (y animado de haber traído enjuage bucal) como para dejarlo pasar tan solo con la promesa de un favor gratuito. Luego de limpiar el desastre, mucha agua y enguaje, se encuentran en los alrededores del bosque, sin animarse a adentrarse todavía. Deciden armar una fogata, porque de todos modos es seguro que habrán muchas personas más por allí, intentando adentrarse a ese espacio y porque, sea dicha la verdad, Richard no les teme, a diferencia quizá de muchos de los que sí están tomando precauciones.

Richard decide también que es mejor estar en buenos términos con Melrose. Quizá no sea una luminaria al momento de hacer cálculos o trazar los planes pero tiene un instinto muy afinado, es rápida y atlética y capaz de recibir y ejecutar órdenes al segundo. La necesita para sus planes, lo mismo a ella que a su varita. Lastimosamente, a pesar de todo lo que ha pasado en los últimos años, Richard todavía no maneja ninguna y la magia sin varita sigue desgastando sus circuitos mágicos cuando se ve obligado a utilizarla.

No es que siga haciendo trampa de vez en cuando pero eso se cobra en su salud.

Así que se quedan en una esquina algo discreta, con una fogata que vuelve todo más bien escandaloso que disimulado, pero comiendo salchichas y un poco de guiso y trazando animadamente una posible ruta para peinar la zona en busca de ese objeto vinculado a la profecía.

[Sophie Elizabeth Granger]

Los últimos días ha estado viviendo en Nueva York, vivir en Inglaterra le resulta insoportable desde que Elvis los dejara en circunstancias nada agradables. A pesar de eso mantiene comunicación por debajo del agua con la Orden a través de Elizabeth, su ex secretaria y muy querida amiga de la familia. Y aunque no quiere regresar a Inglaterra o nada cercano a Londres o a Ottery o a ningún lugar que le recuerde lo que ha perdido, no puede negarse a cumplir las encomiendas que el MACUSA le pide a la comunidad mágica, mas aun cuando le puede generar alguna ganancia. No es que ande falta de dinero pero el no tener trabajo esta mermando poco a poco sus ahorros y aunque puede vivir décadas con lo que tiene, su condición de ser inmortal le requiere siempre generar ingresos para sobrevivir en buenas condiciones económicas por siglos o incluso milenios. Así que cuando Wallace le avisa de la misión decide aceptar y viajar de regreso aunque no precisamente cerca de su casa sino a Gales, donde se encuentra el bosque de Morgana.

 

Sabe que algo esta pasando pues se ha encargado de estudiar el lugar y sabe que el magicongreso americano a detectado actividad extraña dentro del bosque y por eso ha convocado a varios magos y brujas para ayudarles con ese asunto. Tomo su mochila de viaje y empaco algunas cosas que pensaba que podía necesitar para la misión, como su varita y las cartas del tarot por si necesitaba darle un vistazo a lo que les esperaba en el bosque y finalmente se despidió de su Elfo Polo y sus dos gatitas, que eran los únicos que vivían con ella por el momento. Abrió un portal cuyo destino final eran los alrededores del bosque cerca del punto de reunión que habían acordado y cuando lo atravesó se topo con una fogata y a Melrose y su acompañante.

 

Ya estoy aquí, esperamos a alguien mas, supongo – dijo en tono neutro mientras esperaba que el resto de la comitiva llegara y comenzar enseguida. Mientras mas rápido terminasen aquello mas rápido regresaría a la comodidad de su casa

[Rory Despard]

Gales. Rory nunca ha pisado Gales, pero no es ese su mayor temor sino el hecho de que es un bosque donde tienen que adentrarse para cumplir con esa misión. Sentado en la silla, junto al escritorio, vuelve a leer la carta que el semigigante en la recepción del Pink Palace le ha entregado. El pergamino no es extenso, pero en una cuidada caligrafía Kaori, su compañera de bando, explica las razones por las cuales deben embarcarse en esa misión, y su participación es importante al estar vinculada una profecía.

 

Probablemente, si fuera cualquier otra persona (excepto quizá Bel Evans o Luna Gryffindor) Rory no sentiría culpa de declinar amablemente del aviso, pues de cualquier modo, su ritmo de vida e ingresos no le permiten costearse tales misiones. Pero, bendito Dios, sin importar que ya ha pasado más de un año, él todavía trae consigo la culpa de la tentación y el pecado que cometió y donde fue Kaori la principal afectada.

 

Así que no puede negarse, y media hora más tarde, acerca a la recepción una respuesta en un trozo de pergamino, bastante menos prolijo, confirmando su participación y el punto donde irán a encontrarse. Mientras ve a la lechuza partir desde allí, en su cabeza va pensando en todo lo que necesita poner en orden antes de salir.

 

Al día siguiente, tras reprogramar las jornadas pastorales Católicos y Vida Pública, y haber hecho compra de comida, con una indumentaria adecuada para la zona en la que no tiene idea de cuanto tiempo se internará (él espera que no sea mucho tiempo), está listo para partir en la flamante moto voladora que Bel Evans accedió a prestarle. Ella había dicho que no tenía mayor secreto su manejo si se sabía como conducir una moto muggle, pero para Rory no resulta nada sencillo, y falla estrepitosamente al intentar elevarla por los aires. Por fortuna el cuidado césped exterior al Palacio es lo suficientemente extenso para evitar que termine estrellándose contra algo contundente, y casi nadie ha visto el triste espectáculo de su error.

 

Casi, porque el inquilino del desván está en la entrada de la residencia, pero parece estar a su aire así que Rory confía en que ni lo haya notado.

 

Necesita sacarse los nervios de encima, así que todavía sobre la moto, cierra los ojos y eleva una plegaria a San Cristóbal, patrono de los conductores y viajeros, para que le augure un viaje tranquilo y sin contratiempos hasta el bosque de Morgana. Mucho más tranquilo con ello, y soltando una larga exhalación por fin se siente listo.

[Hessenordwood Crouch]

—Gracias por cuidar de la correspondencia-, Hessen apura los últimos pagos del alquiler antes del viaje, solo por si algo no sale bien. El casero ha estado muy interesado en la repentina ausencia del ocupante del ático del palacio, pero un mes de adelanto lo mantuvo con las narices fuera de lo que no le importa. Aunque no las de su recepcionista. —Si se vuelve tedioso solo no deje entrar a las lechuzas o ensuciarán todo en el piso-, la mujer le respondió con un gesto despreocupado y Hess agradece que la correspondencia verdaderamente importante no llegue a su dirección en el palacio.

Entonces, cuando esta por terminar de contar el último puñado de monedas y entregarlo con las instrucciones, un sonido estridente a las afueras de la recepción pareció preocuparle, a ambos en realidad, sin embargo, antes de que pudiera tan siquiera asomarse recepción le aseguraba de que no era más que el inquilino de abajo. A Hessen le encantó la expresión que la persona hizo, la sonrisa terrible lo delata, si tan solo el inquilino de abajo pudiese verla.

—Debe estar intentando echar andar ese espantoso vehículo-, aseguró preocupada. -Hará un desastre en el jardín si sigue así-, no es que fuera un bello jardín tampoco-, hubiera respondido el demonio, pero eso le restaba encanto a su conversación.

—¿Despard, dice usted?- preguntó más interesado en el papeleo que ordena en el mostrador.

—¿Ya se conocen?-, se mostró alarmada de haber dicho algo incorrecto.

—Una vez recibí su correo en mi piso por error-, se encogió de hombros y por el rabillo del ojo pudo ver la vergüenza de la mujer por el descuido. Al menos eso la hizo tener menos interés en ellos dos por ahora.

Salió de la recepción luego de terminar los pendientes ahí, y afuera, a los pies de las escaleras que llevan hasta su piso, ya están dispuestas las cosas que ha preparado para su salida, no son (o por lo menos no parecen) una gran cantidad de equipaje el que lleva, un par quizá, pero parecen igualmente pesados para llevarlos cargando en el brazo hasta cualquier estación.

Observó la hora en su reloj de muñeca antes de contemplar el patio y decidir que aún le queda algo de tiempo. A esa hora del día no hay mucho que pueda ver ciertamente, no a detalle, pero sin problema puede reconocer donde es que Rory hace maniobras con la moto voladora.

—Deberías intentarlo de nuevo-, dice calmadamente, lleva las manos dentro de los bolsillos y se inclina hacia adelante para poder ver mejor el agarre de Rory en el volante. —Pero, ya sabes, con los ojos abiertos-, de algún modo se las ingenió para desplazarse por el patio del palacio sin hacer ruido suficiente y tomarlo por sorpresa. Pareció funcionar. O quizá solo había sido que el pequeño hombre estaba demasiado concentrado en intentar no ser un desastre.

Curioso, por un momento a Hessen le dio la impresión de que el hombre Despard ni siquiera parecía dispuesto a echar a andar la motocicleta pronto.

—Rory Despard, ¿lo he pronunciado bien?-, preguntó sin sonar verdaderamente preocupado. —Que extraño verte aquí. No sabía que tenías una de estas-, en realidad, hace dos semanas aproximadamente, ni siquiera conocía que Rory también habitaba el Pink Palace. O que existiera algo como él habitando en el mundo.

Con largos y cuidadosos pasos comenzó a dar vueltas a su alrededor, admirándolo, con sus ojos intercalando miradas curiosas en todas direcciones entre el vehículo y Rory, como si no terminara de creer lo que veía. Al final se detuvo a su lado, guardando la distancia adecuada para que, cualquier cosa que el hombre intente, no ensucie sus limpias ropas. —¿Se supone que debe hacer ese ruido?

Detrás de ellos, en ese instante, un Ford Anglia de un espantoso color amarillo aterrizó suavemente cerca de ellos . Del auto salió un hombre de la talla de Hess, pero exageradamente delgado y torpemente lo saludó conservando la distancia. El demonio negó desaprobatoriamente.

[Rory Despard]

Cuando abre los ojos, tiene que hacer un esfuerzo sobrehumano por no soltar la moto de la pura impresión. No es tan solo que Hessenordwood Crouch se haya acercado de manera tan imprevista hasta donde se encuentra, sino que sus primeras palabras delatan que probablemente lo estuvo observando desde mucho antes, y ha sido testigo de su desastroso intento previo. Debatiéndose entre empezar a hablar, o solo arrancar la moto de una vez, cambia de idea y tras una mirada, se anima finalmente a responder a lo que el hombre ha ido diciéndole.

 

— Que la paz del señor esté con usted, señor Crouch. Es agradable verlo de nuevo, aunque haya aparecido tan repentinamente.

 

Inclina la cabeza a modo de asentimiento a la pregunta que acaba de hacerle Hess sobre si ha pronunciado bien o no su nombre, pero lo cierto es que si está siendo cortés es solo para poder eludir lo más pronto posible al mago. Necesita concentración para poder arrancar la moto ¿y cómo en nombre de Dios, podía conseguirlo con Hessen rondándole, haciéndolo sentir alguna clase de animal indefenso a merced de un experto predador, obligándolo a rehuír de sus ojos que permanecen observándole con la misma fijeza que en su primer encuentro en Bratvá, semanas atrás?

 

Aun si son buenas intenciones, Rory no puede evitar sentirse intimidado, así que decide contraatacar.

 

— La moto no es mía, me la prestó la señora Evans— sabe que la mención del nombre provocará alguna clase de reacción en Hess, y disfruta en el momento que ciertos detalles en el rostro del mago, revelan la desconfianza que todavía siente por todo lo que respecta a su benefactora— ¿dice que está haciendo un ruido extraño? No sé la verdad a qué se refiere. A mí me había parecido que estaba todo correcto.

 

No ha terminado de decirlo cuando la moto, a pesar de estar quieta y en reposo, empieza a mostrar ciertos fallos. Alarmado, Rory descendio del vehículo, para también hacer una examinación y no se detiene ni siquiera cuando un ford anglia aterriza en los jardines de El Palacio, sino hasta que un tercer sujeto sale del auto y dirige un saludo (que el pelirrojo asume es para Crouch), es que se levanta un tanto contrariado, de que más allá de algunas cosas menores, el aparato deba funcionar, y sencillamente no lo haga.

 

— Creo que aunque esté sonando extraño, igual podrá elevarse, así que si me disculpa...— volviendo a montarse en la moto Rory dirigió una última mirada a Hess y también al hombre que todo indicaba, había venido por él— tengo que llegar al bosque de Morgana, y si no salgo ya, me temo que la comitiva que me espera preferirá internarse en el bosque sin mí. Espero que también tenga usted una buena cita...eh...con el señor del auto amarillo. ¡Oraré para que todo le vaya bien!

 

No es por supuesto de su incumbencia, pero sabe que la vida de Crouch es ocupada, y no le parece dable que por causa de él, el mago pueda estar perdiendo tiempo innecesariamente. Ambos además ya habían pactado un nuevo encuentro para la particular tarea que habían asumido juntos, así que no había verdadera necesidad de seguir allí.

 

Ajustando el agarre del timón, Rory aceleró y entonces ¡por fin! el aparato comenzó a elevarse.

[Hessenordwood Crouch]

Su mirada está puesta en aquel punto más alto en el cielo donde cree que aún puede ver la moto voladora de Rory. Se lo imagina entonces volando muy alto y tambaleando antes de caer nuevamente, aterrizando con brusquedad en el suelo, pero eso no pasa. Sin embargo, a pesar de que se aleja rápidamente de ellos, el demonio cree que aún puede escuchar el ruidito molesto del aparato volador que Evans le ha prestado al religioso hombre. "Ruega a tu señor por ti, no por mi, mi querido"-, se le ocurre con guasa.

Y piensa, ¿qué es lo que haría entonces alguien como Rory Despard con una comitiva armada esperándolo para adentrarse en el bosque de Morgana? No se siente mayormente asombrado de que ambos tengan el mismo destino, bueno, lo que quiere decir más bien es que; el hecho de que tan rápidamente coincida con alguien con el bosque de Morgana como mismo objetivo no le sorprende mucho más de que justo sea Rory Despard esa persona, y es que, tras recordar la última posdata leída en el mensaje que puso al mismo Hess en esa situación, puede imaginarse el posible tipo de personas que componen la comitiva de Despard, mas no consigue situar al propio Rory entre ellos.

Quizá hay más cosillas interesantes de él escondidas tras los pocos hábitos nerviosos que Hess ya le conoce (o que cree que lo hace).

Hay una posibilidad de encontrarse con Rory de nuevo entonces, mas adelante en este episodio, y aunque no ha borrado la sonrisa tonta con la que se despide de él, Hessen no está precisamente del todo contento con esa idea.

—¿Un amigo tuyo? -, le habla el otro hombre aun de pie junto al auto.

—Para nada-, asegura y echa otro vistazo al automóvil. —¿No esperas que esté viajando en eso?

—¿Qué tiene de malo?

—Desde aquí … muchas cosas-, apenas pudo atrapar las llaves que le arrojaron de pronto, tal vez, con la intención de lastimar.

—Era el único que tenían disponible en la agencia de renta para ir tan lejos-, se quejó el larguirucho hombre. —Además, puede hacer… ya sabes, hacerse invisible o eso-, Hess pareció impresionado de pronto, ya era un consuelo. —Las cosas están en el asiento de atrás y oye...

—¿Hm?-, por el modo tan alarmado en la voz de su colega, al demonio no le queda mas que apartar la vista del interior del vehículo.

—Tres días...

—Si, si.

—No, enserio, solo tres. Me tomé la libertad de traerte un mapa para evitar lo de la vez pasada. He marcado ahí la mejor ruta, aérea y/o terrestre a Gales desde Inglaterra, ¿a qué parte exacta dijiste que ibas? y ¿qué demonios hay en Gales que tengas que ir tan repentinamente?-, lo recordó casi de inmediato, la carta no había contenido muchos detalles en realidad, un par de frases que tuvo que descifrar, donde el por que le resulta de tanto interés para su patrocinador tenerlo a él ahí lo más pronto posible no queda muy claro ciertamente. En cuanto a lo que va a buscar allá, no le queda más que confiar que, cuando lo vea, sabrá con exactitud qué es lo que está buscando.

Dicho de esa manera, parecía que está arriesgando muchas cosas por nada.

—Te dije que no era necesario-, le arrebató el mapa de las manos y luego lo arrojó por la ventanilla hacia el interior del auto, el mapa cayó abierto en el asiento del copiloto. —Seguiré una corazonada-, masculla más para sí mismo mientras lanza una mirada discreta, por encima del hombro, hacia donde ha visto partir a Rory.

—¿Qué? No, no me vas a dejar aquí solo con los deberes de tres días. Te quiero aquí, aquí en tres malditos días o cuando vuelvas me verás trabajando con tu agenda en RHIO´s.

—¿Enserio? ¿Con del Río? ¿El de la publicidad con jingles? -, su colega no vaciló. —Ya, bien. Entendí. Tres días.

Renzo desapareció.

Existen más de un par de buenas razones por las que Hessen recorre los primeros kilómetros fuera de Londres sobre la carretera y no sobrevolando. Una de ellas es porque el teléfono celular parece tener mejor recepción cuando viaja sobre tierra firme o por lo menos es mejor que a cincuenta pies de altura. Otra (si no es buena por lo menos convenientemente agradable) podría ser quizá el sonido de la motocicleta de Bel Evans zumbándole en los oídos.

[Rory Despard]

El viaje resultó una tortura, entre su constante preocupación porque el motor no se apagara, y el ensordecedor ruido del aparato, que no cesó en las cuatro horas de recorrido. A pesar de todo, también era una experiencia totalmente novedosa, sentir el aire golpeando su rostro y bajo sus pies, divisar un mosaico hermoso de colores tierra combinándose con el amarillo de los campos de trigo y la hilera oscura y serperteante que es la carretera muggle.

Desde los cielos, contemplar la obra de Dios era maravilloso.

Reconoce que ya está cerca de su destino, cuando una hilera interminable de árboles se dibuja en el horizonte, como una mancha enorme y espesa que impide ver lo que se oculta bajo ella. Suelta un suspiro de alivio, y empieza de a pocos el descenso. Comprobar la fina capa de escarcha que cubre el suelo, solo es otro indicativo del frío, que de todos modos, ya había empezado a calarle en los huesos. El cielo, parcialmente nublado, anunciaba que podía enfrentar una tormenta más tarde, pero a la entrada del bosque, su oscuridad solo lo hacía imaginar escenarios tétricos.

Era como si todos los miedos que había estado experimentando desde el día que había aceptado la misión, se hubiesen concentrado justo en ese momento, combinadas con las historias terribles que se contaban sobre los bosques mágicos.

¿El bosque adquiriría realmente otra apariencia al caer la noche? Cuando termina de acomodar la moto con las protecciones suficientes para volver por ella después, y se pone al hombro la pesada mochila con todo lo que ha empacado para la travesía, de repente es consciente de su insignificancia, y su poca vida, frente a los frondosos árboles de cientos de años que tiene delante suyo, con aquellos gruesas y nudosas ramas, y pesadas raíces, unas sobresalientes y otras profundamente adentradas en tierra, como guardianes de secretos remotos que Dios pudo haberles revelado un día y que han quedado olvidados para la humanidad.

La quietud de la entrada del bosque era un eco a su pasado en Irlanda, y el recuerdo de las granjas aisladas y silenciosas, inmóviles y en invierno cubiertas de una nieve que parecía perpetua hasta que lentamente el cambio de estación traía consigo el calor y el lento deshielo, dejando una tierra lista para llenarse de semillas que trajeran consigo vida nueva. La ciudad de Ottery, y Londres, con todo su bullicio y su vida agitada era tan distinta, que casi le había hecho olvidar aquella plácida sensación y regocijo que le traía el estar a solas y en sintonía con el entorno natural.

Iba dar un paso más, todavía con la mano apoyada en uno de los troncos, cuando el sonido de las ruedas de un coche lo hicieron girarse. Bien podía tratarse de un compañero llegando también al punto de encuentro, pero al reconocer tanto el auto como a quien lo conducía, distinguió su propio aliento blanco en la semipenumbra del ocaso consecuencia de una larga exhalación, y sus latidos un poco más rápidos, aumentando a medida que Hessenorwood Crouch se acercaba a él.

— Usted otra vez Señor Crouch ¿también venía al Bosque de Morgana? — se sentía un tanto idi*** de que, si hubiera indagado un poco más, podría haber hecho el recorrido al lado del hombre, aunque de pronto pensó en que eso no necesariamente hubiera sido bueno para él y su paz, que el mago conseguía quebrar con demasiada facilidad— por lo que veo vino en ese auto, yo pensaba que usted iba a una cita con ese joven y ...eh...lo que trato de decir es que, espero no le haya fatigado en demasía el recorrido.

Cualquiera que hubiera visto a ambos, en realidad habría sido capaz de notar instantáneamente que era Rory el más agotado, con el cabello revuelto y la cara sudada, por comparación a Hessen que lucía impecable y casi fuera de lugar en ese espacio un tanto más salvaje. De todos modos, era inútil preguntarse por cómo podían haber sido diferentes las cosas, así que el pelirrojo volvió la vista al bosque, pensando en sí era el momento de cuestionarse ese encuentro como un episodio accidental, y atolondrado, o como algo que debía de pasar por alguna clase de designio divino que no alcanzaba a comprender, pero que lo estaba poniendo a salvo de tener que hacer el recorrido para localizar a sus compañeros en soledad.

Porque el miedo todavía seguía en su interior, alimentado por los cuentos de su niñez, pero también de lo presente, de las criaturas que podrían encontrarse y de los riesgos que se hacían más concretos a medida que avanzaban por aquel camino apenas delimitado entre arbustos y plantas. Así que empezó a rezar, sujetando el crucifijo en su pecho, para que toda aquella empresa resultara con bien, y para qué también él mismo, se mantuviese a salvo de las tentaciones del pecado.

— ¿Qué dice, me acompañará? ¿Viene usted también por aquella profecía sobre la Gran Sombra?—Rory vio directamente a los ojos de Hessen, intrigado por conocer de qué manera él se había enterado de esa situación — el grupo que le comenté que está esperándome, está a no más de 15 minutos de recorrido, podría unírsenos, a menos claro que cuente con otro grupo...

Por la expresión en su rostro, no parecía que Hessen hubiese considerado aquello en grupo, lo que de inmediato hizo que Rory se sobresaltase y expusiese en voz alta la suposición que tenía en mente.

— No se le habrá ocurrido enfrentar esto solo ¿verdad? ¡Los bosque entrañan muchos peligros!.