sv2021 Fanatismo en las gradas

[Melrose Moody]

—¿Yo qué? —masculla confundida. Al parecer, nadie la oyó.

 

Mel se había parado para celebrar el primer tanto del partido (¡Tírala de la escoba, David! ¡Arriba Venus Victory!) cuando notó que el predicador (¡Esa era la palabra! ¿o no?) parecía estar acomodado de una forma extraña junto a Crouch. No se había dado cuenta en qué momento había cambiado de sitio entre tanto vitoreo pero tampoco era como si fueran la primera pareja que veía emocionarse en medio de la algarabía. Asumiendo que estaban juntos, Melrose no entendía del por qué de su repentina vehemencia.

 

Había decidido no decir nada respecto a la santa que había invocado Rory y el mordaz comentario del hombre que lo acompañaba. Era capaz de darse cuenta que pertenecía a ese grupo de ingleses elitistas que solía aborrecerla o cuanto menos hacer como si no existiera. Era casi como ver un abrigo y distinguir repentinamente un patrón de espiga en el entramado de la tela. Tampoco entendía por qué alguien que parecía ser tan amigable a pesar de su religión, como Rory, estaba con alguien como él pero no había ido al partido a juzgar a otros.

 

Así que en lugar de enojarse con ambos se volvió luego del incidente y gritó más fuerte ante la segunda anotación de su equipo ¡A ganar Venus Victory! sin contenerse en aquella ocasión.

 

Su grito, reverberó en el espacio y se destacó a pesar del griterío general. Era por eso que cuando se conducían en las misiones era Melrose quien gritaba las órdenes o los avisos ante un peligro: su voz era así de potente.

 

Capturada @@Shena Cindy de Ryvak M.

 

Flechas de oro

[Fokker]

Lo primero que le llamo la atención fue el color de los uniformes, lo segundo el marcador. El equipo de Júpiter iba perdiendo por dos goles en ese instante, dominaba la jugada y tenia todo para hacer un tercero. Sabia las reglas, y esta ventaja no era suficiente para determinar el curso del juego, y menos de un dominio del juego. Al contrario del futbol, donde un par de goles rápidos pueden cambiar el sentido del juego, en cambio el quidditch se parecía y tenia la emoción de un partido de basquet, donde nada estaba definido hasta el final.

 

Desde su asiento analizaba el juego, y comenzaba a sentir la emoción del juego, el equipo de Venus seguía un ritmo veloz y agresivo para recuperar la pelota, pero Júpiter comenzó a tomar el control del juego, y con excelentes pases del balón alcanzo el gol del descuento, acompañado del grito estridente de la afición, lamentando y festejando la jugada. Esto elevo la moral del equipo dorado y pronto logro el segundo gol y el partido empatado, esto se ponía emocionante, y Fokker solo esperaba que Júpiter marcara el tercero y volteara el marcador.

 

― ¡¡VAMOS JÚPITER!! Ustedes pueden―

 

Alentó con una sonrisa, bien sin desearlo se coloco del lado del equipo que vino de abajo, pero aun faltaba mucho para que esto termine, justo en ese momento se soltó la snitch y por instinto el recordó lo genial que era ir libre por el aire, sintiendo la adrenalina de buscar con ansiedad el preciado objeto e ir tras el a máxima velocidad.

 

La verdad esperaba que nadie la atrapara aún, el partido prometía y era demasiado pronto para que terminará.

 

Flechas de Oro

[Malum Luxure]

Que hacía yo ahí la verdad no tenía idea pero había prometido apoyar a Venus Victory, nunca había visto un partido en directo, sabía de reglas y cosas muy por encima, de la popularidad del deporte, que levantaba pasiones tanto como el fútbol muggle...yo no era tan fanática de estas cosas, prefería compartirlo con alguien pero para variar me encontraba sola entre tanta gente feliz, los veía saltar con sus camisetas de colores, sus rostros pintados, vestidos con trajes divertidos y me sentía tan ajena a eso pero intentaría poner de mi para poder disfrutarlo al máximo, podría haber traído a los niños ahora que lo pensaba pero quizás tanto bullicio no sería bueno tampoco.

 

-Vamos Venus!!!...vamos Venus!!! A ganar!!!.- Agite mis brazos al aire como si se tratara de una verdadera fan.

 

Conocía al equipo, entre ellos mi tío Azrael quien me había invitado a venir y desde ya apoyar, la relación entre nosotros como familia hacia mejorado un poco, aún hacía cosas que arreglar pero trataba de apreciar su intento de amistad conmigo, para mí la familia siempre será importante, los amigos son pilares de eso también. Por mi mente pasó una tonta idea divertida...debía ponerme en espíritu y alentar como se debe, tomando a "Angis" entre mis manos cambie mis ropas comunes por un traje de porrista con los colores Violeta y azul, con unos pompones muy grandes y brillantes, la falda muy corta y un pequeño top con la letra "V" en el frente (como la Jessie de mi firma), había notado que tenía varios conocidos en el equipo lo que podría permitirme luego ir a vestuarios, visitar a cierta vampira amiga, a mi bebé o incluso mi tío eso me levanto mucho el ánimo.

 

-Venus a ganar!!! Vamos a ganar!!!.- Empecé a gritar saltando en la grada animando a la gente, sonriendo descarada a los hombres que me miraban.

 

No me importa coquetear un poco, en estas fechas todos están con su pareja y ese no era mi caso...no buscaba nada de nadie pero ver como se pelean por una tontería esa divertido...por lo menos para mí. Seguía con mi rutina improvisada de maromas y gritos como una adolecente de secundaria, era entretenido o por lo menos ya le había encontrado el ritmo al asunto.

 

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Flechas de oro.

[Emily Karkarov]

Cuando Fabian le comentó casualmente que jugaría un partido de quidditch no le prestó demasiada atención. No era raro que él o su hermana jugaran de forma ocasional a modo de práctica de sus habilidades de vuelo en escoba; ella mismo se había unido al pequeño grupo un par de veces, aunque ciertamente disfrutaba más de ver los partidos que jugarlos.

Obviamente, Emily no imaginaba la magnitud del partido al que Fabian hacía referencia y solo comprendió el gran nerviosismo del aadolescente cuando estuvo dentro del Coliseo. La bruja no había escuchado de un partido de quidditch con tanto público desde aquel que había sido interrumpido meses atrás, aunque los detalles de ello no le eran familiares. Iba vestida con ropa deportiva, utilizando en su blusa los colores rojo y dorado de Jupiter Justice, como se llamaba el equipo en el que jugaba su primo.

Los vitores y aplausos ante las mejores jugadas no se hicieron esperar. Cuando Emily llegó al coliseo ya el partido había comenzado, aunque no le fue dificil familiarizarse con el partido puesto que había sintonizado La Snitch Dorada al ver que no llegaba a tiempo. Sintiéndose un poco perdida entre la gente, buscó entre las gradas un puesto lo suficientemente alto para ver las jugadas con claridad y que a la vez no estuviera tan lleno de gente.

Divisando cerca un puesto libre cerca de @@Fokker , se acercó, mientras también buscaba con la mirada a los vendedores de comida. De repente tenía mucha hambre

—¿Está ocupado ese asiento? — preguntó, intentando que se le escuche por encima de los gritos de los fanáticos más animados, para posteriormente unirse también a apoyar a Jupiter Justice.

Flechas de oro

[Fokker]

Por poco llega una nueva anotación de Venus, vaya que corrieron con suerte, por un momento el encuentro se torno enredado, así que aprovecho para buscar algo para picar, escucho la voz de un vendedor tras el, pero otra voz lo lo saco de la concentración que tenia sobre el juego, y lo devolvió al bullicio de las gradas.

 

― No, no lo esta― respondió alegremente a la joven.

 

Una vez ella tomo asiento, regreso entonces su atención al juego, una espectacular atajada de la guardiana de Júpiter lo hizo sostener el aliento.

 

― ¡¡BIEN!! ¡¡BIEN!! a recuperar la bola!! ― alentó con fuerza la jugada, ―¡ASÍ SE HACE EQUIPO!

 

Notó entonces que la joven también sufría con el amago de gol, debió sospecharlo por el color de la camiseta que llevaba, pero sus despistes impendían notar lo evidente, apoyaban al mismo equipo. Decidió llevar una conversación con ella, era mejor tener una persona con quien compartir opiniones.

 

― Vaya, eso estuvo cerca ― exclamo pasando una mano por su cabello, en señal de alivio ― ¿Crees que podemos ganar? ―inquirió a la chica, mirándola y viendo de reojo el partido.

 

Algún vendedor d comida se acerco entonces ofreciendo algunos dulces, y ya que deseaba comprar algo desde hace unos instantes, lo llamó y antes de comprar algo, se apresuro a invitarle algo que ella deseara.

 

 

@@Emily Karkarov

 

 

Flechas de Oro

[Ky.]

Un nuevo enfrentamiento de quidditch estaba sucediendo en el estadio no muy lejos de donde se encontraba; no era un aficionado a ese deporte a decir verdad, no era aficionado a nada. Tenia demasiado tiempo sin disfrutar realmente una actividad que le hiciera sentir emocionado y era por eso que la mayoría de sus encargos los dejaba para otra gente, que pudiera emocionarse con esas actividades.

 

El pelinegro entro al estadio y caminó a las gradas acompañado de otras cien personas mas a su cuidado y de un pequeño niño de 2 años al cual mantenía tomado de la mano. Había sido aquel niño, el que lo hizo entrar a distraerse mientras esperaba noticias del padre del menor. Lograron encontrar lugar para todos en una de las gradas superiores, justo donde el juego se miraba de mejor manera, no pudo evitar comprar dedos de espuma de ambos equipos y artículos que hacían mucho ruido. Para Sammael, pidió unos binoculares que le repetían las jugadas y lo dejaban enfocar bien a los jugadores.

 

Era el niño, quien mas gritaba y mas se frustraba cuando el equipo al que había decidido irle no anotaba.

[Dennis lestrange]

El partido estaba comenzado y la verdad estaba muy concentrada viendo como se desenvolvía el juego. Decidí incluso comprar una de las bufandas que estaba vendiendo unas chicas con una toga de cada uno de los equipos y como pude identificar a Adrian en el equipo de Venus, compre una de estas para hacerle barra.

 

- Por favor me das una bufanda del equipo Venus - le dije a la chica mientras miraba las bufandas que tenía ofreciendo. Le di el dinero y volvía a ver el juego.

 

Puede ver como uno de los cazadores estaba a punto de anotar para el equipo venus y muchos comenzaron a alentar a este cazador. - VAMOS SI SE PUEDE - Gritaba junto con las demás personas de las gradas.

 

Cuando vi a Adrian cerca le hice señas mostrándole la bufanda que había comprado para hacerle barra para que diera todo lo mejor de el para que ganara el partido, pues no quería perder la compra de la bufanda.

 

 

 

 

_{Flechas de Oro}

[Ky.]

A Lukyan le parecía gracioso el como un infante se enojaba como un adulto, cuando los jugadores de su equipo erraban lo que podría ser 10 puntos para ponerse arriba en el marcador. No podía negar que el niño tenia muy buen ojo al elegir al Jupiter Justice, parecían estar en armonía al momento de hacer pases entre ellos, fue entonces que se dio cuenta que el niño no dejaba de ver a un mismo jugador.

 

—Sammael, ¿a quien miras? —le pregunto mientras trataba de ver a aquel jugador sobre su escoba, no tuvo que esperar mucho para escuchar la respuesta del niño.

 

—Mamá.

 

Sammael se subió a la silla y empezó a gritar aun más emocionado con los brazos arriba como si tratara de hacerse notar por la mujer de cabellos negros en su escoba atenta al partido.

 

—Es mamá, vamos mamá. Ánimo Jupiter Justice, ustedes pueden.

 

Ver como el hijo de Aries estaba tan feliz viendo a su mamá jugar que le pidió a las personas que le acompañaban que alentaran a aquel equipo al igual que lo estaba haciendo aquel niño de 2 años.

[Emily Karkarov]

Emily le sonríe ampliamente a @@Fokker y toma asiento a su lado. Le causa un poco de gracia la forma en la que vive el partido, comentando en voz alta. Era contagiante y entendible: el partido iba muy parejo.

 

― NOOOO― se lamenta también a viva voz cuando piensa que Venus está por anotar un gol, soltando el aire que tenía contenido hasta que finalizara el peligro.

 

Las jugadas pasaban muy rápido, las bludgers iban de un lado a otro y los cazadores realizan piruetas envidiables en sus escobas. No parece un partido amateur y sospecha que varios de los allí presentes ya habían tenido experiencia previa en el quidditch profesional. Fabian, por su parte, estaba haciendo un papel bastante bueno a pesar de su corta edad y el no haber tenido antes la oportunidad de participar en un juego como ese, ante tanta gente.

 

Emily podía sentir la emoción a flor de piel. No era la única, a su alrededor muchos empezaban a gritar y armar cánticos improvisados a favor de uno y otro equipo. Es como si todos los presentes hubieran dejado de lado los problemas en el mundo mágico y simplemente disfrutaban del deporte. Eso era algo que todos debían apreciar, pues muy pocas cosas les daban ese “escape” de la realidad. La bruja agradecía haber escogido el asiento en el que estaba, le había preocupado no tener con quien comentar el partido.

 

― ¡Ojalá! ― respondió alegre ― Espero que no atrapen la snitch muy pronto porque sería una pena que el partido acabe tan pronto ¡los jugadores tienen tan buen nivel!

 

Se distrajo un momento del juego cuando se acercó el vendedor que tanto estaba esperando, algunas cosas no llamaban tanto su atención como las grageas de todos los sabores -porque siempre tenía mala suerte- , en cambio, las palomitas de maíz se veían de lo más apetitosas

 

―¿Seguro? ―le pregunta ante la invitación del hombre, la bruja sonríe y recuerda que no se a presentado ―¡pues gracias! soy Emily, por cierto, mucho gusto.

 

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Flechas de oro

[Ky.]

Las cerca de cien personas a su alrededor, comenzaron con los vítores al equipo de la madre del niño. Se podían escuchar claramente los cánticos que entonaban buscando de esa manera que la mujer de cabello negro se diera cuenta que su pequeño estaba ahí presente viendole jugar.

 

—ose, ose, Jupiter Justice, ike, ike, Jupiter Justice.

 

Aquello se repetía una y otra y otra vez, tanto que en algunos momentos, él también lo decía en voz baja como si tratara de ocultar que lo estaba pasando realmente bien.

 

—Go, go, lets go Jupiter Justice.

 

En cada uno de los vitores movían de diferente forma los brazos, parecían como si estuvieran bien coreografiados y no tuvieran cerca de veinte minutos vitoreando un equipo que era completamente nuevo para ellos.

 

Cuando el equipo anotó los vitores se hicieron el doble de fuertes, habian logrado que mas espectadores se unieran a lo que Lukyan llamaba una fiesta en las gradas, una fiesta que de seguir así muy pronto podría salirse de control, aun así creyó que estar viendo aquel partido era la mejor forma de entretener al niño que anhelaba encontrarse muy pronto con sus padres.

 

—Sammael, terminando el encuentro, nos debemos ir. ¿De acuerdo?