Château de Rune (MM B: 115221)

[Martin N Roses]

 

Al dejar a un lado la camiseta del equipo Júpiter Justice que le pertenecía a Mica, Black se olvidó por completo del partido de quidditch que la bruja había disputado unos pocos minutos atrás. El mundo de posibilidades parecía expandirse al contemplarla de aquella manera, sin la camiseta y con una única prenda en su torso, que cubría con recelo sus pechos, la mirada perla del mago se deleitaba con la aparición de pecas nunca vistas antes.

 

No contuvo el impulso de rozar con la yema de sus dedos cada una de ellas mientras las observaba y luego se apegó a Gryffindor, sintiendo su pecho contactando de forma completa con la humanidad de la bruja. La calidez y suavidad se unían en aquella delicada piel que ahora contemplaba y que ahora también podía sentir. Las amplias manos de Black descendieron por la vulnerable espalda de la bruja y, al pasar, desabrocharon el brasier y continuaron descendiendo hasta volver a sentir tela. Allí se mantuvieron, aproximándola, como si eso fuera posible, más hacia él.

 

—Un juego —dijo entre sus labios, como le fue posible— que nunca termina. —Besó con deseo y necesidad sus labios y las manos marcaron delataron todo lo que estaba pasándole por dentro. Empezaba a quemarse sin poder evitarlo y sin querer evitarlo, y al mismo tiempo la empezaría a quemar. Lo notaba.

 

Bastaron unos pocos centímetros a modo de tregua para que la tela blanca comenzara a caer entre ellos y quedar al descubierto una novedosa parte de la anatomía de la bruja. La mirada gris de Black adquirió una intensidad aún más marcada, mirando primero lo recientemente descubierto y luego conectando con los ojos esmeraldas de Mica. Se limitó a sonreír y volvió a apegarse, sintiendo la suavidad de sus pechos en la altura del propio mientras hacía que ella ascienda unos centímetros por sus manos. La escena de uno de los templos pareció revivirse pero esta vez sin ningún espectador cerca.

 

No dejaría que ella se fuera, de eso estaba seguro. Y sus labios eran de la misma opinión, puesto que no daban respiro y volvían a besarla, una y otra vez, con mayor deseo, anhelando aprendérselos de memoria.

 

 

@@Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Sintió su piel erizándose mientras sus dedos la recorrían, era una sensación rara, entre un cosquilleo y, a su vez, calor que se extendía por su piel sin poder detenerlo. Notó que sus manos se deslizaban por su espalda y soltaban esa prenda que aún se interponía entre la piel de ambos, antes de seguir bajando, presionándola contra figura.

La respuesta a su pregunta no hizo más que provocarla aún más, entrando en aquel juego que sabía que no podría detener, aunque no querría detenerlo por nada en el mundo. Su piel rozándola, sus manos afirmándola cada vez más cerca y sus besos… eran una combinación que simplemente la enloquecía y la hacía querer aún más de todo eso.

Se mordió el labio inferior al notar que tomaba cierta distancia, pero comprendiendo el motivo. Dejó caer aquella prenda que ya no se ceñía a su cuerpo, exponiendo sus pechos por primera vez ante el Black. Notó cómo su perlada mirada bajaba a esa zona y luego volvía a sus ojos, cargada con el mismo deseo que ella sentía en ese instante y aquella sonrisa que la hacía perder el sentido.

Entregada nuevamente a esos deliciosos besos que la encendían cada vez más, notó la piel de sus pechos rozándose con la del joven y como esa zona empezaba también a estremecerse. La pared y su espalda se juntaron nuevamente, al tiempo que él la alzaba unos centímetros, afirmando su cadera. Sus piernas actuaron por sí solas rodeando la cadera del Black, pegándola a él por completo. Sus brazos se afirmaron alrededor de su cuello, mientras sus labios no paraban de besarlo cada vez más ansiosos.

-Con que estos eran sus planes…- susurró en sus labios, mordiéndolos suavemente antes de volver a besarlos con la misma pasión -¿Qué es lo que sigue? -agregó, provocándolo esta vez a él, con la respiración agitada y la piel ardiente. Quería más de él, todo su cuerpo lo reclamaba.

Editado 26 de Febrero del 2021 por Mica Gryffindor

[Martin N Roses]

 

Las piernas de la bruja rodearon la cintura del mago y eso sólo hizo que la temperatura corporal comenzara a subir de forma abrupta. Sentía además el contacto de sus brazos rodeando su cuello, y quedaba atrapado a los besos candentes de unos hermosos labios que no paraba de rozar.

 

Black sonrió ante la insinuación de Mica y la contempló con una evidente felicidad en su rostro.

 

—¿De verdad quieres saberlo? —La respuesta tenía un evidente dejo de picardía puesto que había muchas cosas en su mente. Cada una más provocativa que la otra. Pero entonces tomó su varita mágica, como pudo, desde los bolsillos de su pantalón negro. Bastaron dos leves agitaciones del elemento de madera para que, en cuestión de un segundo, el pantalón de ambos y también sus calzados desaparezcan mediante la magia.

 

La sonrisa del mago de cabellos negros pareció intensificarse y acto seguido giró sobre sus propios talones, aún con la bruja sujetada a su cuerpo, para reaparecer en su habitación personal. La habitación lucía pulcra y era sumamente espaciosa. En el centro resaltaba una cómoda cama enorme sobre la cual Black avanzó y tomó asiento, quedando de esa manera Mica en su regazo. La poca ropa que iba quedando parecía querer abandonar sus cuerpos y era evidente.

 

—Te amo, Mica —dijo entonces Black, y de forma incontenible, se recostó hacia atrás atrayendo a la bruja encima de su pecho. Las manos del mago volvieron a recorrer su silueta, pero esta vez rozando la suave piel casi al desnudo de forma completa. Las pecas contrastaban en su cuerpo por la escasa luz de luna que se filtraba por los enormes ventanales de la habitación—. Y amo cada uno de tus detalles. —Los besos volvieron a producirse con un dejo de pasión desbordante. Necesitaba demostrarle, aún en aquel contacto entre sus bocas, lo mucho que la quería y lo mucho que la deseaba.

 

Parecía no haber vuelta atrás y él no quería ni siquiera sopesarlo. El roce de sus pechos en el propio sólo intensificaron las llamas que internamente iban descontrolándose con cada minuto de aquel encuentro. Era imposible no quererla, no desearla, no amarla.

 

 

@@Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Se afirmó más con sus piernas al sentir que una de las manos de él la soltaba. ¿Qué estaría buscando? Notó que con dificultad tomaba la varita y, sin esperar ningún tipo de consentimiento, se deshizo de las prendas inferiores y calzado de ambos, dejando apenas aquellas últimas prendas… La sonrisa en el rostro del Black fue un pequeño anticipo de lo que sucedería, nuevamente todo alrededor giró, pero esta vez el viaje fue mucho más breve.

Pronto ambos se encontraron en una gran habitación, bastaron apenas movimientos de él para que, antes de darse cuenta, estuviese sentada sobre su regazo en aquella gran cama que, supuso, le pertenecía a su pareja.

-Bonita forma de presentarme tu nuevo hogar…- susurró en sus labios, acomodándose al movimiento del joven, quedando recostada sobre su cuerpo. -Y yo te amo a ti- respondió sintiendo sus manos deslizándose por su cuerpo.

El deseo se incrementaba mientras los besos se apropiaban nuevamente del momento. El roce de sus cuerpos era tan excitante que necesitaba cuanto antes deshacerse de aquellas prendas que aún se interponían entre ambos. Se deslizó suavemente para atraerlo con ella, hacia uno de los costados del mago y, al tiempo que sus labios viajaban por el cuello de él, su mano diestra se deslizó con suavidad por su abdomen con suaves caricias.

Apartó apenas la cadera para poder deslizar de a poco la ropa interior del caballero, tímidamente en principio, pero luego con mayor ansiedad. Lo miró unos segundos a los ojos, respirando en forma agitada y volviendo a pegarse a él. Sentía que cada vez necesitaba más a ese hombre cuyos ojos la enloquecían. Tras cumplir su objetivo, la mano de la Gryffindor subió por la espalda de él, aún recostada a su lado, pegándolo más a su silueta.

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[Martin N Roses]

 

Las palabras que se escaparon de los labios de la bruja lo hicieron sonreír de forma inevitable. Él no había mentido al prometer que quería enseñarle algo especial. ¿Pero en ese momento se habría referido al castillo o ella podría interpretarlo como otra cosa? De pensarlo, volvió a sonreír mientras sus labios se apegaban a los de Mica.

 

Lentamente su última prenda fue deslizándose por sus piernas, inclinándose de lado y ayudando a la bruja de manos ansiosas y firmes.

 

—Intenté ser original —bromeó Black—. Eres mi cazadora favorita y ahora pretendo cazarte yo a ti. —Dicho aquello, una de las manos del mago descendió lentamente, esquivando de forma sutil las pecas de su torso y rozando levemente sus pechos hasta llegar al abdomen. Allí hizo un camino zigzagueante hasta llegar al borde de su última prenda y antes de comenzar a bajarla, las miradas de ambos se cruzaron y Black pudo notar en ella su reflejo de deseo.

 

La prenda fue recorriendo las piernas de la bruja, liberándola de forma total. Cuando quedó a un lado de la cama, ya a varios centímetros de Mica, pasó al olvido perdiéndose entre las sábanas.

 

El mago de cabellos negros se apegó de nuevo al desnudo cuerpo de la mujer y le fue imposible no comenzar a recorrer sus labios y su cuello, así como descender por él hasta más allá. La ansiedad en su boca se evidenciaba con los besos que descendían por el cuerpo de Gryffindor. Las innumerables y escondidas pecas de antaño fueron halladas y besadas, al mismo tiempo que las manos hacían lo propio al recorrer su espalda y más allá de su espalda, aprisionando la redondez marcada de aquel sitio, atrayéndola.

 

El fuego que invadía su cuerpo se extendía a sus labios, a sus manos y también a la mirada grisácea que parecía hechizada por aquel delicioso cuerpo de la mujer que amaba. Quería demostrarle todo lo que sentía por ella, quería que entendiera lo mucho que la quería y la deseaba, lo hermosa que le parecía y todo lo que le producía.

 

 

@@Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

“Original” la hizo sonreír aquella palabra, estaba siéndolo, sin dudas. Su siguiente frase la hizo sonrojar, al sostener que pretendía cazarla cuando ya la tenía ahí en sus brazos, entregada a cada uno de sus deseos. Sintió sus cálidas manos deslizándose por su pecho y su abdomen para detenerse en aquella última prenda. Cada roce en su piel parecía encenderla más y más. Lo miró a los ojos mientras él terminaba de desnudarla por completo, moviéndose con cuidado para que resultase más fácil.

Enseguida sus cuerpos se atrajeron nuevamente, pegándose el uno al otro con ansiedad. Los labios del Black se deslizaron desde los suyos por su cuello y siguieron bajando, en un excitante recorrido que la hacía perder el sentido, sumado a aquellas manos que cruzaban por su espalda y bajaban hacia su trasero.

Las caricias de la Gryffindor recorrían una y otra vez la espalda de él, llegando a su cabello y despeinándolo para volver a bajar. Sus manos buscaban atraerlo más cerca, como si eso fuese posible. Lo deseaba, cada vez con más intensidad, era tal el deseo que empezaba a transformarse en necesidad.

Finalmente, se impulsó para quedar encima de él, mirándolo a los ojos se movió lentamente hasta que sus cuerpos lograron unirse, gimiendo suavemente al hacerlo. En ese momento ya nada más importaba, solo sus cuerpos demostrando todo el amor y el placer que podían darse el uno al otro. Se apartó suavemente de su torso para lograr moverse con más facilidad, sosteniéndole la mirada en todo momento.

-Te amo -susurró, entregándose al placer de ser suya por completo.

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Editado 27 de Febrero del 2021 por Mica Gryffindor

[Martin N Roses]

 

La necesidad de unir sus cuerpos se hizo realidad una vez que la bruja subió encima y el nuevo contacto dio inicio a un placer que fue prolongándose e intensificándose con el correr de los segundos. Black la observaba como si nada más importara y, para ese momento, nada más importaba. La bruja se apoyó en su pecho para encontrar una posición más cómoda e intensificar el roce íntimo que los llenaba de fuego.

 

—Mica… —murmuró entonces, como pudo, teniendo la respiración entrecortada y las pulsaciones sumamente aceleradas.

 

En la habitación espaciosa no había forma de que alguien pensara que era invierno pues el calor de ambos cuerpos, la intensidad y el deseo que los invadía, solo elevaba la temperatura de todo el ambiente.

 

El vaivén de su cuerpo, poder observarla de aquella manera, pudiendo notar cómo sus pechos se agitaban al ritmo de los movimientos mientras ambos daban y recibían placer, era mágico para el mago de cabellos negros. La mirada plata estaba completamente derretida por ella y su rostro también delataba todos los pensamientos de Black.

 

Sin poder evitarlo, las dos manos del mago galés comenzaron a recorrer cada centímetro de la piel de Mica que tenía a su alcance, acariciando todo a su paso y disfrutando aún más con la expresión de ella.

 

Como pudo se reincorporó, apegando nuevamente su torso con sus pechos, notando la sensibilidad producto de la excitación que mantenía. Sonrió levemente próximo a sus labios antes de volver a besarla con una lujuria inevitable merodeando su mirada perla. Las lenguas se entretuvieron durante varios segundos, buscándose mutuamente y mordió el labio inferior de la bruja antes de que ambos giraran y poder quedar él encima.

 

—La amo, señorita —murmuró mordisqueando nuevamente el labio inferior de la bruja— y no dejaré que huya. —La miró con picardía y comenzó a moverse él, avivando e intensificando los roces placenteros de sus partes más íntimas que los llenaban de placer.

 

 

@@Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Lo escuchó pronunciar su nombre y le sonrió, sin poder dar ninguna otra respuesta que el continuo movimiento de su cuerpo que buscaba darle más placer. Su respiración estaba agitada y el ritmo de su corazón no paraba de acelerarse. El roce de su piel con la del Black la quemaba, todo su cuerpo estaba envuelto en un mar de sensaciones que la hacía sentir al borde de estallar de placer.

No podía dejar de intercalar apasionados besos con miradas que delataban las sensaciones de ambos. Las manos de él la hacían estremecerse con cada recorrido. Ella aprovechaba para rozar sus brazos y pecho suavemente cada vez que volvía a incorporarse sobre él, intensificando sus movimientos.

Lo sintió incorporarse y con ello todo pareció ser más intenso. El roce de sus pechos con la piel de él descontrolaba aún más sus sentidos. Sus labios volvieron al encuentro, un encuentro que cada vez parecía más lujurioso y prolongado. La mordida del Black la hizo sonreír, sentía el rostro en llamas al igual que todo su cuerpo.

Se dejó llevar por el movimiento de su pareja para quedar debajo de su cuerpo y aprovechó el momento para recorrerle la espalda con ambas manos, apegándolo a ella.

-Y yo lo amo a usted… no huiría a ningún sitio- responde ante sus palabras, acompasando su cuerpo al del joven, sintiendo que el placer está a punto de llegar a su punto máximo, no pudiendo evitar clavar suavemente las uñas en esa amplia espalda.

@@Martin N Roses

[Martin N Roses]

 

Las uñas de la bruja clavándose en su espalda era un inconfundible signo de lo excitante y placentero que estaba resultando aquel incesante roce de sus cuerpos. Con las manos enterradas a ambos lados de la bruja, Black se sostenía y se impulsaba una y otra vez para convertir aquellos cuerpos en algo único y especial. Desde su boca salían ya palabras que no podían entenderse, su respiración estaba al límite y sus pulsaciones parecían explotar en su pecho.

 

Acalló los jadeos y los gemidos besándola con sumo deseo y mordisqueando también su cuello, cuando descendió en los últimos segundos. La explosión acontecida en aquel punto crítico y excitante de su cuerpo fue incontenible y supo además que no había sido el último en alcanzar el zenit del placer. Su corazón continuaba acelerado y sus labios habían vuelto a contactar los de Mica, en un beso necesario e impostergable.

 

Un momento después, Black se puso cuidadosamente a su lado y extendió uno de los brazos para que la bruja pudiera apoyar su cabeza en el pecho donde el fénix parecía brillar más anaranjado que nunca, incluso en aquella penumbra en la que estaban sumergidos.

 

Era una de esas escenas donde las palabras parecían sobrar y las miradas decían todo. Donde la expresión de su rostro, cuya sonrisa era imborrable, desnudaba todos los pensamientos que cruzaban en su mente. Así se sentía el mago de cabellos negros contemplando a la mujer que tenía a su lado. La belleza y grandeza de la bruja lo tenían hipnotizado de forma total. Con la mirada esmeralda lograba eclipsar todos sus pensamientos y todo se concentraba en ella. La amaba y estaba seguro. Y ese encuentro, deseado desde la noche anterior previa al partido, había salido mejor que cualquier sueño que podría haber tenido antes.

 

Con su mano izquierda acarició los castaños cabellos de Gryffindor, que se apoyaban a su lado. Luego alcanzó su mejilla con pecas en una caricia suave y no pudo evitar volver a rozar otras que estaban por todo su cuerpo.

 

—Qué hermosas son tus pecas —se rindió al fin, rompiendo aquella especie de pacto del silencio. Había cosas que no podía evitar y deleitarse con cada cosa nueva que conocía de ella, le resultaba imposible.

 

 

@@Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

El indescriptible placer que sentía con cada movimiento del Black se prolongaba por todo su cuerpo. Sus besos y mordidas no hacían más que elevar cada sensación al máximo. Sintió como el cuerpo de él alcanzaba también ese estallido incontenible de placer y se abrazó aún con más fuerza. Sintiendo cómo sus latidos acompasados. Sus labios se buscaron y encontraron nuevamente en un beso prolongado, muy intenso, que buscaba decir todo lo que ambos sentían.

Se acomodó en su pecho cuando él se tendió a su lado, sosteniendo su hermosa mirada mientras sus dedos se deslizaban suavemente sobre aquel tatuaje que tanto la atraía. Ambos sonreían, ella no podía dejar de hacerlo. Estaba plenamente feliz en sus brazos, sentía como si todo fuese parte de un bonito sueño del que no quería despertar jamás. Ese hombre era increíble.

Aquella caricia que pasó por su cabello, mejillas y se perdió en su cuerpo la hizo volver a estremecerse. Por fin el silencioso intercambio de miradas fue roto por el caballero, haciendo que su sonrisa se volviese más pronunciada aún.

-Espero haber respondido al fin sus preguntas -aventuró, recordando la curiosidad expresada tiempo atrás en la panadería- por mi parte, ya descubrí qué se ocultaba bajo esa toga -agregó divertida deslizando sus dedos desde los pectorales de él hacia el abdomen para luego volver a subir- y me encanta… - agregó incorporándose un poco para alcanzar sus dulces labios.

No quería que ese momento termine, sentía que el mundo exterior no existía mientras estuviese con él. Eran dueños de una realidad propia, perfecta y sencilla. El amor en su mirada era una caricia constante, que le demostraba que los sentimientos del mago eran tan fuertes como los propios. Quería saber más de él, quería conocer cada detalle… y amarlo, simplemente amarlo.

-Bonita habitación -recordó que era la primera vez que se encontraba en el recinto, aunque esperaba que no la última. -¿Cuánto llevas viviendo aquí? -quiso saber, dándose cuenta que no sabía mucho al respecto. -Vive más gente en este sitio enorme, ¿no? -finalizó, sin poder ignorar lo silencioso que parecía todo.

@@Martin N Roses