Gringotts "es el lugar mas seguro del mundo, para cualquier cosa que quieras guardar" recordé las palabras sabias de Rubeus Hagrid, cuando unos de los primeros mejores magos de la historia de la magia preguntó por el enigmático en ese entonces banco mágico. Con la esperanza de que eso volviera a ser cierto, después del asalto que sufrió por parte del mismísimo Harry Potter en 1998. Bueno, después de todo, estamos en épocas más actualizadas, tal vez ahora sus barreras verdaderamente sean impenetrables.
Guiada por uno de sus trabajadores, llegué a la puerta de mi bóveda. Miré hacía atrás para asegurarme de que el duende que me guiaba se había retirado y empuñé mi barita - El chocolate sale del cacao que es una planta, por lo tanto cuenta como ensalada - canté en susurros mientras tocaba con la punta de la barita los lugares estratégicos de la puerta que desapareció cuando terminé de susurrar.
Adentro hacía frío y había poca luz, sin embargo, eso se arreglaba fácil, además no hablamos de una vivienda. A pesar de los años no parecía nada vieja la instalación, no sabría decir si es gracias a la magia o gracias a las pocas veces que había visitado el lugar. Pero no significaba que mi bóveda permanecía vacía, al contrario, gracias a mi madre Pandora y también Kassandra, tuve muchos tesoros que guardar, aunque para cualquiera serían objetos o libros sin valor, para mi eran verdaderos tesoros, más ahora que no puedo pasar tiempo con ninguna de ellas, Kassandra porque desde que volvió a vivir en el mundo muggle desapareció completamente de mi radar, y Pandora, hay Pandora...