mojica

Aquella escena tan patética ocurrida entre Ashley e Illlidan le sacó una sonrisa a Mojica, Sólo pudo pensar a que le sabrían sus labios a Illidan, puesto que todavía estaban impregnados en los de Ash. Antes de poder ver alguna otra tontería se paró del asiento y sin mas que decir salió del castillo donde se celebraba aquel baile y se puso a fumar. Un mal hábito que había adquirido en un viaje.

No teniendo nada mas que hacer en ese momento, pensó en aquella travesía. Es esa ocasión había viajado rumbo a Oriente, a aprender un poco de los brujos chinos. Siempre le había dado curiosidad la antigua cultura de aquellos hechiceros. El viaje había sido muy enriquecedor y aprendió mucho de aquella cultura y pudo conocer varias criaturas mágicas, pero le habían corrompido con el tonto hábito de fumar.

Como ya lo aburría aquella situación decidió volver al Bosque de los Saúcos, en los terrenos Peverell. Tiró el saco y la corbata del traje que llevaba al suelo, se despeinó su cabellera y llamó a su amigo Fire que lo esperaba cerca. Un silbido bastó para que su compañero acudiera a su lado. Pero antes tenía que hacer algo...

- Expecto Patronum!!! - Un par de caballos plateados salieron de su varita mágica con dos mensajes. El primero se dirigiría donde su novia Ash.

- Adiós Linda.

El segundo le llevaría un recado al pobre de Illidan.

- Un gusto en conocerte, lástima que en tan patética situación.

Luego de enviar sus dos caballos plateados, guardó su varita y se dirigió hacia sus terrenos, donde los esperaba su amado bosque. Como siempre, su amigo Fire lo acompañaría.

Era extraño ver al nómada de Mojica Peverell con aquel traje formal con corbata, tan extraño como que fuera a un baile de gala, y mas en aquel lugar. El mago nunca se había sentido cómodo en aquel país, a pesar de ser nómade nunca había estado en aquel lugar, había algo que no le llamaba la atención. Lo que sí no era extraño era la razón por la que estaba allí, estar junto a su amada Ash, la única con el poder de hacerlo olvidar todo y vivir un sueño mágico en la realidad de su vida.

Ella iba junto a él cogidos de la mano sonriendo, mientras se acercaban lentamente al Castillo Belvedere, donde se realizaría al baile. La incomodidad de llevar aquel traje negro que era tan propio de los muggles, se eclipsaba con la dicha de ver la radiante sonrisa de Ashley. Antes de acercarse mas a la entrada y bajo la privacidad de un árbol de aquel parque, el Peverell acerco el rostro de su amada delicadamente con su mano al suyo y le dio un beso con total pasión y amor.

Sentir su labios unidos a los de la bruja era una sensación mágica y maravillosa que lo hacía su esclavo y la convertía en su diosa, la cual adoraría hasta la muerte y de ahí hasta la eternidad. Al romper aquel lazo, la miró con ternura y pudo notar, pese a la oscuridad su encantadora sonrisa. Por último le dio un abrazo fuerte, sintiendo así su aroma, aquel que lo transportaba al paraíso terrenal, a sus días de total felicidad en los bosques de Europa.

Retomando su camino hacia la entrada, Mojica la tomó de nuevo de la mano y le dijo al oído. - Te Amo.

Al encontrarse frente a la entrada del castillo, el mago les dio un cordial saludo a los elfos y a los magos que se encontraba allí. Luego de los saludos se dirigió junto con su novia, a la mesa que le indicaron los elfos. Por ser la pareja de una de las cazadoras campeonas de Argentina, tenía el honor de sentarse junto al equipo campeón y sus parejas en las mesas de vidrio dispuestas para ellos.

Le acomodó la silla a su amada y se sentó junto con ella, le tomó de la mano nuevamente y se dispuso a pasar una noche mágica junto a ella.

Hola a todos, pasé por acá y vi que Boss ya me había puesto oficialmente como ahijado. Bueno quería agradecerle a Boss por toda la ayuda que me ha dado y por todas las cosas que ha hecho por mí, siempre trato de aprender todo lo que me enseñas Boss. Un saludo!

El tren comenzaba a detenerse pues ya estaba que llegaba a su destino, mientras tanto la pareja de amigos continuaba teniendo la interesante conversación.

- Para nada, dije que iría contigo, y gracias a eso te conozco, e iré contigo, además creo que ella no estará, claro si tu todavía quieres ser mi pareja - sonrió el Peverell - Claro que te acompaño a la Mansión, me gusta ir, además será genial ver una mansión con decoraciones.

El tren se había detenido por completo y ambos magos salieron del tren, Mojica llevaba los paquetes que había comprado Valerie.

El Perevell aspirante a la Orden sonrió al escuchar tan dulces palabras, sería su compañera, y la ayudaría a vengarce si ella lo deseaba.

- Dale futura camarada, tendremos el duelo cuando te sientas preparada, con Boss hablaremos mañana o pasado, si quieres puedes ir a visitarlo cuando desees, igual yo estoy también por allá casi siempre, es sino que me mandes una lechuza avisándome y allá estaré - Sonrió Mojica - No creo que mucho Valerie, estamos un poco separados en este momento, mi Familia esta navidad es tu hermana. Por cierto me causa gracia que vaya contigo al Baile contigo y no con ella - se rió y miro un Fénix que volaba a lo lejos. Sabía que era su Fire, que por asuntos legales no estaba con él. Feliz Navidad Amigo Mío - le dijo dentro de si el Peverell a su fénix.

Ya en el tren Mojica se tranquilizó del todo y disfrutó del paisaje mientras escuchaba atentamente a Valerie.

- Me alegra que cosas como las sucedidas unan aún mas a la Familia, de la que soy un poco parte por mi Fan, ella ya se unirá mas cuando se acostrumbre a la vida mágica, estaba un poco alejada de ella, yo no soy el único causante de que no esté tan activa en la casa - Sonrió alegremente el Peverell, pensar en ella lo alegraba en todo momento - Claro, le diré a Boss que te ayude así como lo hace conmigo, igual aprenderemos en la Academia, pero con Boss es aprender del Mejor. Ya le diré cuando pasen las fiestas vale? Ahora dime, que opinas de la Orden del Fénix, yo ansío con ser Odefo - Finalizó mirándola atentamente.

- Por cierto, en estos días tendremos un duelo tu y yo y así vamos aprendiendo

Al escuchar que Valerie mencionaba lo de los problemas que había tenido la Familia Westrong el Peverell apagó su sonrisa y una cólera se apoderó de él.

- Siento no haber estado con ustedes cuando ocurrió aquel suceso - dijo el Peverell - estaré la próxima, ya que sé que Arcanus no tiene nada mas que hacer que molestar a Kathe - finalizó y tomó unos segundos su varita, la cual estaba en su bolsillo.

Un poco más tranquilo anadió - Si cojamos el tren a Ottery, y mientras conversamos - sonrió.

El Peverell sonreía a la bruja y estuvo a punto de soltar una carcajada al ver la cara de varios muggle que estaban allí mirando como se vestía Valerie.

- Genial!, compras navideñas, que bonita época - dijo el Peverell mientras miraba los paquetes que llevaba Valerie- ¿te ayudo con eso? - añadió y sonrió al escuchar que preguntaba por su relación con Fan - De maravilla Valerie, cada día siento que la quiero más y no puedo evitar que me haga falta cuando no estoy con ella! - agregó y tomó los paquetes.

El Perevell ese día había quedado de encontrarse con su cuñadita Valerie. Como el encuentro era en territorio muggle llevaba una camiseta de Verde de Atlético Nacional, unos jeans azul claro y unos tenis verdes. Llevaba su varita en uno bosillo de los vaqueros por si algún problema se le ponía en frente.

Llevaba unos dos minutos esperando cuando apareció Valerie. La joven bruja estaba tan linda como siempre, Mojica le tenía mucho aprecio por ser su cuñadita además de ser hija de Kathe.

- Hola Señorita! - saludó bensando una de sus manos - Como estás? Esto está lleno de muggles como siempre - sonrió al hacer el comentario.

Hola a todos. Bueno maestro Boss, ya que me acogiste como ahijado mágico y eres mi maestro, desearía que esta fuera mi familia adoptiva y tu fueras mi Padrino oficial. Mucho gusto de conocerlos a todos, soy Mojica Peverell. Saludos.