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Kenia Triviani Malfoy

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Mensajes publicados por Kenia Triviani Malfoy

  1. La habían mandado de la clase de Rol Básico XX a visitar uno de los departamentos y conversar con los empleados. Había elegido el Departamento de Juegos y Deportes Mágicos, ahora se encontraba en el ascensor, dirigiéndose al piso número siete.

     

    Estaba nerviosa, no conocía a nadie de aquel lugar ni tampoco sabía de qué hablarles, pero no estaba del todo mal aquella visita, le serviría para pedir informes sobre los equipos de deportes que estuvieran abiertos, le interesaba entrar en algún equipo.

     

    El ascensor se detuvo, supo que era el momento. Vio las puertas correrse, dando paso a un lugar amplio con gente caminando de aquí y allá, con varios cuadros de quidditch y grandes jugadores de este. En el fondo se hacía notar una leyenda en color oro: “Directora General”, también había algunas similares en otras oficinas, ese lugar era muy parecido a los otros.

     

    Kenia se decidió y por fin entró, con el paso decidido, demostrando la seguridad que sentía en sí misma, dando la imagen de la chica dura que era. Se aproximó hacia una de las oficinas, pudo ver a una secretaria cerca de ahí.

     

    -Ah… quiero ver a la Jefa del Departamento Anti-Muggles- pidió seriamente a la chica, la cual la miró con una ceja alzada –Es importante- le exigió, esperando su respuesta.

     

  2. Jugueteaba con sus cabellos, se tronaba los dedos, cambiaba la posición en la que estaba parada, todo para aminorar para sus nervios. Esperaba a que le revisaran el formulario de su examen de vuelo, desde hacía poco, pero Kenia era muy poco paciente y no quería tener que aguardar más.

     

    Dispuesta a exigir que alguien le atendiera, dio dos pasos hacia atrás, pero antes de que pudiese llegar a la recepción un elfo se paró frente ella y le pidió su formato. La castaña se lo entregó sin chistar, pensaba que debía ser el elfo de alguno de los encargados del lugar.

     

    La criatura le entregó el papel, asegurando que estaba en orden y le indicó el lugar donde su amo le esperaba. La Triviani se encaminó hacia la sala que le había dicho, no sin antes lanzar una última mirada al elfo, que tomaba asiento.

     

    -Seguro atenderá a alguien más- se dijo con una sonrisa –En fin, es hora… ¡Tu puedes!- se auto-animó después de suspirar.

     

    Una oleada de emoción le invadía todo el cuerpo, era un sentimiento que pocas veces experimentaba y que también la animaba mucho. Tratando de disimular todo aquello, se adentró en el salón, sintiendo como los vellos de sus brazos se erizaban al cruzar por aquella puerta.

     

    Al entrar divisó a varios de sus compañeros, unos haciendo el examen y otros esperando para ello, de cualquier forma todos nerviosos y emocionados, algunos hasta hiperactivos. Se acercó hasta el joven al que, minutos antes, había visto guiar a uno de sus compañeros para que presentara su prueba.

     

    -Hola, vengo a presentar mi examen de vuelo- le informó con un ligero tono de nervios en su voz.

     

    -Espera tu turno, fórmate detrás de ese chico- le indicó, la Triviani pudo notar que su tono de voz era serio al igual que su semblante.

     

    La chica lo obedeció y se formó, tratando de tener un poco de más paciencia y de que sus nervios no se dieran a notar. En su espera, su vista se detuvo en el suelo, no había notado que era césped lo que había bajo la suelas de sus zapatos, también notó que junto a las paredes había algunos árboles.

     

    Siguió paseando su vista por todo el lugar tratando de detallarlo, pero eso era imposible pues parecían como si se encontrara en un bosque de múltiples facetas, porque cada examen era diferente, todos tenían distintos obstáculos y trampas, y no en todos los alumnos salían bien librados.

     

    *_*_*_*_*

     

    Estaba sentada sobre el pasto fresco, el chico que estaba frente a ella ya había terminado y hablaba con el encargado. Kenia solo esperaba su turno, ya se había tranquilizado un poco y aunque aun sentía un ligero escalofrío recorrer su espalda, se había convencido de que lo haría bien, eso esperaba.

     

    -¡Kenia Triviani Malfoy!- la llamaron y luego volteó –Es tu turno, toma una escoba y comienza tu examen- el tono duro que usaban con los estudiantes, por alguna razón, la tranquilizaba pues era como si le dijeran que confiaban en la capacidad de los alumnos de hacerlo bien a la primera, y por ello no había segundas oportunidades.

     

    La Malfoy se armó de valor para luego levantarse del césped con la cabeza en alto, acto seguido se dirigió hacia la pared y tomó una escoba, montándose sobre esta para emprender su examen, con nervios aun.

     

    -Yo sé que puedo- se convencía, llenándose de seguridad y confianza, mientas salía disparada quedando unos metros sobre del piso.

     

    Comenzó a dirigir la escoba lentamente, con cautela, era la primera vez que volaba pero nunca pensó que fuera tan sencillo. De pronto, de la tierra comenzaron a brotar las raíces de los árboles, iban directo hacia Kenia y su escoba. La chica rápidamente haló del objeto, y este se fue hacia arriba rápidamente, desde arriba, la Malfoy sentía su corazón a mil por hora, le había propiciado un gran susto.

     

    Bajó rápidamente, con seguridad, dispuesta a enfrentar otro obstác***, ya le había parecido divertido, estar en su examen. Se adentró más, donde los árboles se juntaban y no daban mucho paso a la luz, pero no tuvo tiempo de detallar nada, pues vio como las hojas que caían de aquellos árboles se convertían en piedras pequeñas pero de gran peso.

     

    Las esquivaba moviéndose de izquierda a derecha, tratando de que no dieran en la escoba pues podrían romperla. Se impulsó hacia el frente a gran velocidad, tratando de salir hacia el jardín, estaba a punto de llegar, pero las ramas comenzaron a moverse violentamente, haciéndola parar de golpe, tratando de esquivar a las roquillas y ramas a la vez.

     

    Cada vez eran más obstáculos los que aquel jardín le llevaba, como insectos colgando entre los árboles y cayendo en la cara de la chica, uno de ellos provocó que perdiera el control y una piedra le rozara el brazo, causándole una pequeña cortada. Dio un gritito de dolor, pero no se rindió, siguió su camino pasando por arriba de las ramas y por abajo, rodeando los árboles, hasta por fin encontrar la salida.

     

    Al hacerlo, dio varias jadeadas de aire, pues se había cansado, también unas gotas de sudor caían por su frente, las cuales secó con la manga de su blusa. Trató de normalizar su respiración, y segundos después de que lo hubiera hecho se dispuso a bajar, pensando que sería esa había sido su última prueba, pero no era así. Cuando no estuvo muy lejos del césped, algo brotó de la tierra, impidiéndole bajar, se trataba de aros de fuego y el campo estaba lleno.

     

    La oji-miel trató de pasar por entre estos, pero cuando lo intentaba el fuego crecía, entonces lo entendió: no querían que diera un espectác***, sino que mostrara su habilidad.

     

    -Genial- exclamó con sarcasmo. -¿Qué no se las mostré ya?- bufó enojada.

     

    La chica se dirigió a la primera hilera, observó lentamente como las llamas subían y bajaban, tratando de encontrar el momento preciso para hacer lo que tenía en mente. Cuando las pequeñas llamas estuvieron bajas, salió en línea recta a gran velocidad, atravesando varias hileras pero no todas, pues unas antes de que pudiera hacerlo, las llamas se hicieron más grandes, haciéndola parar de golpe. Inhaló tratando de respirar, pues el humo del fuego comenzaba a entrar en sus pulmones, haciendo su respiración lenta. Desesperada por salir de ahí, trató de esquivar en zigzag algunos aros, lográndolo solo en dos y restándole tres, aumentando su impaciencia.

     

    Trataba de idear un plan pero no se le ocurría nada, de pronto, posó su vista en el suelo dirigiéndose hacia él con cuidado y cuando estuvo cerca, direccionó su escoba hacia arriba, quedando en línea recta con la espalda hacia el suelo, y entonces dio una pequeña patada al objeto para impulsarse, saliendo despedida en dirección al cielo.

     

    Cuando estuvo fuera de peligro, no esperó más y a gran velocidad bajó hacia el césped, y cuando lo hubo hecho, desmontó la escoba para luego ponerla en su lugar. Flexionó sus rodillas y puso sus manos sobre estas, dándoles un pequeño masaje.

     

    -Sí que ha sido difícil- exclamó –espero que al menos, lo haya aprobado- se dirigió al encargado, ya con los ojos abiertos y su mirada cansada.

     

    Se enderezó y le sonrió al chico sinceramente —a pesar de que éste fuera tan serio—, esperando que fuera un buen resultado el que le diera.

     

  3. Luego de sus clases, a Kenia no le apetecía mucho ir hacia ninguno de los hogares de sus familias, así que decidió quedarse a pasar la noche en su casa en la academia: Los Centauros de Blodwyn. Hacía ya mucho tiempo que no pasaba por aquel lugar, y no era porque no quisiera, si no porque realmente ya no conocía a nadie. Todos los que habían sido sus compañeros ya se habían graduado y los que lo eran actualmente… no los conocía.

     

    Sumergida en sus recuerdos, la castaña pasó por donde estaba la estatua y bajo las mohosas escalinatas, todo su recorrido admirando cada rincón de aquel lugar. No había cambiado, seguía igual que siempre. Con una sonrisa caminó por el bosque, hasta que este se convirtió en la Sala Común la cual reconoció al instante, pues ahí se encontraba la chimenea, el sofá que tanto le gustaba y los pasillos hacia las habitaciones.

     

    Al entrar, había un chico frente a ella, el cual –supuso– también acababa de llegar. El chico saludaba a las personas que estaban en la Sala Común, a Kenia le pareció que su visita era un poco inoportuna, pero aun así dio un paso más al frente y saludó.

     

    -Hola, ¿qué tal? Soy Kenia- saludó - seguro ninguno me conoce… pero para eso vine, para conocer a los nuevos estudiantes- dijo con un tono amable poco visto en ella, esperando la respuesta de los chicos.

     

    OFF:

    Hola, como dije en el rol... no creo que me conozcan... pero yo estudié aqui y como abandoné mucho los Centauros decidí pasarme a rolear un rato... asi que espero conocerlos más y poder rolear con ustedes :P

     

    Saludos

     

  4. Se dirigía hacia la casa de los Centauros de Blodwyn, su casa. Hacía mucho no se pasaba por ahí, en verdad ni si quiera se había pasado por la escuela. -Mis compañeros deben haberse graduado- pensó con nostalgia, había hecho migas con algunos de ellos y sería difícil volver a hacerlo con otras personas.

     

    Ladeó su cabeza fuertemente, quería dejar de pensar en eso, dejar de lamentarse. Si pudo formar un lazo de amistad con aquellos desconocidos, podría hacerlo con los que se encontrara cuando volviera a la Academia. Levantó su cabeza decidida mientras bajaba las escalinatas con paso marcado, aplastando los rastros de moho ya crecido, siguió su camino hasta el claro admirándolo con una sonrisa, ella adoraba pasar por ese lugar... pues el claro la llenaba de alegría y seguridad cada vez que ella entristecia.

     

    -Adoro venir aquí-soltó al ver como la chimenea y el sofá se aparecían, el calor de aquella casa le hacía sentirse como si estuviera en su hogar. Se sentó en el sofá cerrando sus ojos al contacto de aquellas finas telas.

     

    Con sus ojos cerrados, dejó caer su cabeza sobre el respaldo del mueble, moviéndose hasta sentirse cómoda y asi quedarse unos minutos al borde de quedarse dormida, de no ser porque escuchó algunas voces cerca de ahi. Abrió sus ojos rápidamente y enfocando su mirada hacia donde provenian las voces, se levantó de aquel sofá y se encontró con la jefa de casa, Gyvraine, dando un discurso sobre el Torneo de las 4 Casas a varios alumnos.

     

    -¿Hubo un torneo y yo no estuve?- se preguntó mentalmente, regañándose por ausentarse tanto, y encima sabiendo que quedaron en segundo lugar. No era tan mal puesto, pero se podía más.

     

    Sin reprocharse nada más, escuchó atenta lo que decía la jefa de casa hasta verla interrumpida por una rafaga de viento que entró a la Sala Común, haciendo que a la Triviani se le erizaran los vellos de sus brazos. De pronto una de las antorchas que iluminaban se apagó y se encendió rápidamente alertando a varios de sus compañeros, algunos con varita en mano y otros simplemente con los ojos bien abiertos paseando su vista por todo el lugar. Segundos después un ruido extraño se propició del lugar, haciendo que los centauros se juntasen aun más hacia un rincón.

     

    La castaña se quedó callada mirando con extrañes hacia el techo, hasta escuchar a uno de sus compañeros hablar, seguido de otra chica preguntandose lo que pasaba y otra chica respóndiendole con esceptismo para luego dirigirse hacia el primer chico. La jefa de casa también habló y luego se movió hacia las escaleras de la entrada, seguida de los alumnos y comentando en un susurro apenas audible para Kenia, que no había salida y los incitó a encontrar el sonido que lo producía, todos asintieron con valor.

     

    "tum, tum tum"

     

    El sonido se volvió a escuchar y fué entonces cuando la oji-chocolate decidió que era hora de sacar su varita, y así lo hizó. Lo que sea que fuese la tenía en alerta permanente.

     

    Un escalofrío le recorrió la espalda, haciendola retroceder, y quedarse justo sobre los últimos de aquel montón, de pronto sintió como si alguien la observase de entre las sombras, giró sobre sus pies con la varita en alto pero no vió nada.

     

    -Que diablos...- balbuceó al sentir un jalón sobre su tobillo derecho y saltando de inmediato, empujando a una centauro, la misma que se había preguntado que pasaba hace un rato. -Lo siento- se disculpó depositando su mirada sobre el suelo, examinándolo.

     

    "tum tum tum"

     

    El ruido se volvió a escuchar y ésta vez Kenia vió una sombra moverse en la obscuridad, haciendo que el miedo se comenzara a materializar en su mente.

     

    -Tranquila Kenia, todo esta bien. Es sólo el viento, es solo el viento- se auto-tranquilizaba la chica en un susurro, no quería demostrar su miedo ante sus compañeros, ella destacaba de entre varios por ser fría y dura, por no dejarse intimidar... pero ahora no lo podía evitar tan fácilmente.

     

     

    --------

     

    Off:

     

    Gyv aqui me tienes, aunque no entendí mucho lo del ruido... traté de seguir el rol :blush:

     

    Después me paso

     

    Besoos :love:

  5. Esperaba la respuesta de Alex, lo miraba incitándolo a aceptar pero el Weasley no se decidía. La castaña le dirigió una mirada iracunda.

    -¡Decide Alex!- le dije desesperada. Me crucé de brazos, y rodé los ojos esperando que emitiera palabra o alguna señal de asentamiento, pero no, nada pasó.

     

    Aparté un mechón de cabello castaño que cubría mi ojo izquierdo, y giré sobre mí para reafirmar mi participación en la excursión, entonces Gyvraine nos dijo algo.

     

    -… Y estos, son sus compañeros – nos señaló a una chica y un chico.

    - supongo que nos acompañaran. Junto con las jefas estamos por visitar unos pasadizos que encontraron. – nos dijo la chica con una sonrisa.

    -Yo quiero conocer esos pasadizos, así que me apunto- dije emocionada, me encantaba conocer lugares nuevos y a demás me serviría para recorrer el lugar.

     

    Luego de eso, Gyvraine asintió y caminó al frente de nosotros y la seguimos, por lo visto era la única que conocía aquel lugar.

     

    OFF:

    Lo siento, rol corto... sin mucha imaginacion <_<

     

     

  6. Kenia recorría los pasillos buscando señales de vida de algún centauro, de pronto vio a alguien sentado en uno de los sillones de cuero negro. Me acerqué un poco más para ver de quien se trataba y me encontré con Dark, la hermana de mi madre, ósea mi tía.

     

    - Buenos días, Ferdy, que alegría que hallas terminado en la misma casa que tu tía – me dijo con una sonrisa, y también le sonreí.

     

    -Buenos días querida tía, a mí también me alegra compartir la casa con alguien de mi familia- le dije sinceramente, con una sonrisa, en verdad me alegraba tenerla ahí conmigo.

     

    De pronto escuchamos pasos tímidos, y que se acercaban lentamente por la entrada, me volví para ver quién era el que caminaba hacia nosotras y me encontré con un chico, su cara se me hacia conocida, lo miré un poco más y lo reconocí como uno de mis compañeros en generales.

     

    -Hola, me llamo Alex Weasley, ¿eres nueva al igual que yo?- me pregunto acercándose a donde estábamos Dark y yo.

     

    -Hola Alex, yo me llamo Kenia, pero mientras dime Ferdy.- lo saludé tendiéndole la mano, que el acepto- Y sí, soy nueva como tú, te presento a Dark, mi tía.- los presenté, entonces nuevamente escuchamos unos pasos dirigirse hacia nosotros, los tres nos volvimos y nos encontramos con Gyvraine C. Sullivan, la jefa de casa y mi tía por parte de los Triviani.

     

    - Me alegro que por fin se hayan decidido en venir – nos susurró- Espero ya hayan seleccionado su habitación – nos sonrió y yo asentí contenta - y también espero que se nos unan a la exploración de algunos pasadizos – dijo acercándose un poco más.

     

    Noté como su mirada se clavó en alguna otra parte, me giré para averiguar de qué se trataba y divise la cascada que estaba atravesando el claro de la Sala Común. De golpe, dirigió su mirada hacia nosotros y nos miró fijamente a la cara.

    - Soy Gyvraine Sullivan, de la Familia Malfoy y su jefa de casa, bienvenidos – nos saludó amigable - como les dije, habrá una pequeña excursión ¿se nos unen? – nos invitó, al tiempo que se deshacía de un castaño mechón por enfrente de su ojo.

     

    -Claro que sí, yo me apunto- asentí contenta-. ¿Y tú Alex?- le pregunté emocionada, incitándolo a que aceptara.

     

    Off:

    Hola, wow no me esperaba que me respondieran rapido :D jaja

    *Buenas noches Dark ^_^ que linda bienvenida, gracias! Yo tampoco me presenté mugglemente, soy Fernanda y soy de México.

    *Hola Alex! bienvenido :) espero llevarnos bien ^_^

    *Hola Gyvraine!!... si se que pude haberte preguntado... peroo la verdad no se me paso esa idea por la mente :unsure:

  7. La joven Kenia, caminaba por la academia, buscando la Casa de los Centauros de Blodwyn hasta que al fin alguien le indicó como llegar.

     

    Bajó la mohosa escalinata y esperó a que los árboles se abriesen mostrandole el claro que decía en la lechuza que le habían enviado. Siguió caminando y se encontró con unos sofás muy elgantes y bonitos, también había una chimenea con llamas que subían y bajaban consumiendose unas a otras. La elegancia y belleza de aquel lugar impresionó a la joven Triviani Malfoy.

     

    Al ver el tunel, se adentró en él buscando su habitación hasta que la encontró, abrió la puerta y se sorprendió al ver que sus cosas ya estaban ahí, a la derecha una cama grande y una pequeña mesa a la izquierda. La habitación, desde un principio, le pareció muy acogedora.

     

    Decidió salir a recorrer la Sala Común de aquella casa tan bonita, a la que ahora pertenecía. Tal vez encontraría a alguien conocido o tal vez no.

     

    Off:

    Hola, se que ahora todos deben estar en la Copa de las 4 casas jeje y que tal ve es un poco tarde para llegar :blush: pero no sabía que hacer aquí y ahora que más o menos me guié fué como se me ocurrió que sería un buen momento par rolear :unsure: ... Y en fin soy Fer... y aki estoy apra lo que quieran :)

    Saludos ;)

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