Jake Malfoy

El chico escuchó la respuesta de su jefa y asintió levemente la cabeza. Ahora se encontraba más tranquilo ante el recibimiento de una de sus compañeras, al parecer no había nada que temer y trataría de no equivocarse.

-Pues esperaré esa lechuza con impaciencia -dijo con una sonrisa a Lyra-.

En ese momento el Malfoy supo que había terminado y tan sólo tenía que esperar esa lechuza para dirigirse hacía su primer trabajo, esperaba que éste fuera pronto ya que tenía ganas de comenzar.

Se levantó tranquilamente y se alisó un poco la túnica con ambas manos mientras escuchaba las palabras de la castaña, a Jeremy lo conocía de la academia, eso ya era un paso pues si tuviera algún problema podría acudir con total tranquilidad y mucha confianza hacía él.

Jake siguió a Bel hacía la salida y se puso a su altura.

-Bueno, supongo que yo me puedo ir ya ¿no? -le preguntó un tanto dudoso mientras echaba un vistazo a Katara que se encontraba cerrando la puerta de su despacho-.

[OFF]

Perdón la tardanza -.-" comenzó el colegio muggle y demás cosas -.-

Después de ingresar en la oficina Bel ofreció asiento al chico el cual se sentó con gusto en frente de un escritorio donde se sentó al otro lado Katara.

Todos callaron y Jake no iba a ser el primero en hablar ya que no sabía que decir, tamborileó los dedos sobre su rodilla en señal de impaciencia y no pudo evitar mirar a la chica que habló, casi automáticamente la mirada gris del Malfoy viajó hasta la faz de la jefa para contemplar los rasgos de cansancio. En ese momento se asustó un poco, él no quería llevar esas ojeras y esperaba no tener que tenerlas nunca...

Bel hizo aparecer leche y galletas a lo que el rubio abrió un poco los ojos pues le había pillado desprevenido y perdido en sus pensamientos. Cogió el vaso de leche y le dio un sorbo, no era su bebida favorita pero, no sabía porque, tenía la garganta seca, tal vez eran los nervios...

El muchacho escuchó las palabras de Katara con atención y asintió cuando dijo que ya se conocían, también pensó cual sería su primer trabajo ¿Ayudar a Bel en la entrevista al ministro muggle? Era lo más lógico ya que era un simple aprendiz. Pero las dudas de Jake se comenzaron a aclarar cuando la castaña le habló a él. Cogió el papel que le dio y lo leyó un poco por encima mientras la escuchaba hablar ¡Vaya una entrevista el primer día! Aunque sólo fuera a una nueva familia, y no un desastre que se había cobrado millones de vidas, al rubio le pareció emocionante.

-De mi entrevista... ¿También serían unas cinco preguntas, no? -preguntó-. Tan sólo espero hacerlo bien... -añadió en un murmullo, no sabía si le habían oído-.

Antes de que Bel contestara al rubio se acercó una pelicastaña que les dio la mano a ambos, el chico la aceptó con una sonrisa, sólo faltaba que la rechazara y fuera la jefa... El muchacho asintió a las palabras de Katara y pidió que fueran a su oficina. El Malfoy miró a la chica que le había saludado primero esperando que fuera ella la que comenzara a subir las escaleras ya que no le gustaba ser el más aventajado en aquellas cosas.

Pero Bel no se movió, seguramente esperaba a que Jake fuese primero, era lo normal. Comenzó a subir las escaleras y cuando llevaba un par de peldaños una voz le hizo voltear.

-Muchas gracias -contestó el rubio con un asentimiento de cabeza-.

Continuó subiendo las escaleras detrás de la castaña y subieron al piso cuatro donde una placa rezaba “Oficina del director” y miró a la chica para luego dirigir sus ojos grises de nuevo al cartel, como si fuera un partido de tenis. No sabía porque pero Jake se había imaginado un hombre viejo y cascarrabias, pero Katara tenía pinta de ser amable por lo que se había equivocado.

Todos entraron en una habitación parecida a una sala de reuniones. El rubio se quedó quieto esperando a que le diese permiso para sentarse, se encontraba muy nervioso como para hacer aquella operación él sólo (?).

El chico esperó algo más tranquilo a que la recepcionista avisase a alguien o algún trabajador se acercase dispuesto a ayudar, pero tardó bastante y el Malfoy comenzaba a aburrirse y la idea de irse a su casa se le pasaba más a menudo. Paseó un poco por la habitación mirándolo todo con aspecto cansado, su pequeña caminata fue interrumpida por una joven que se acercaba y adivinó quien era. El rubio le iba a preguntar como lo sabía y le iba a pedir que le ayudase pero la chica no le dejó hablar.

-Yo soy Jake Malfoy -contestó el chico con una sonrisa y un asentimiento de cabeza-. Pues sí me podrías ayudar, recién he sido aceptado como aprendiz y como que estoy... -hizo una pausa tratando de buscar las palabras adecuadas- algo perdido.

El ojigris esperó la respuesta de la chica con pose algo impaciente, tenía ganas de comenzar a trabajar cuanto antes y ver a quien le tocaba entrevistar.

[OFF]

Perdonad el rol u.u' estoy cansado xD

El chico se quedó parado frente al edificio de mármol blanco donde se encontraba todo el trabajo del periódico de magos y brujas. Antes de ingresar en el lugar leyó la placa que se encontraba al lado de la puerta, a pesar de ser recién aceptado como aprendiz Jake no figuraba, seguramente lo tendría que pedir a su jefe o éste lo haría una vez se presentase.

Entró con paso decidido aunque se encontraba algo nervioso puesto que no sabía a donde tenía que ir ni que tenía que hacer. Sólo esperaba no perderse como de costumbre. Ignoró a los elfos que le ofrecían el diario actualizado, tenía prisa y no se iba a parar a leer, y caminó al fondo donde se encontraban las escaleras y sus ojos grises leyeron el letrero y decidió ir a la tercera planta.

El Malfoy subió las escaleras con algo de prisa, quería llegar cuanto antes y ver cual sería su primer trabajo. Una vez ingresó en la planta correspondiente se alisó la túnica negra con decoraciones en verde agua y se acercó a la secretaria del lugar.

-Hola ¿En qué puedo ayudarle? -preguntó la mujer con tono cordial-.

-Pues que he sido aceptado como aprendiz y... no sé exactamente a donde tengo que ir -contestó el rubio rascándose la nuca en gesto intranquilo-.

-¿Su nombre?

-Jake Malfoy

-Espera un momento -le anunció y el joven asintió impaciente-.

Bueno, vengo con trabajo para las personas que llevan ésto xD

Quiero un par de cosas. Primera me gustaría que me pusieran los tiempos de éste duelo contra Jeremy :B Es que es mi primer duelo y no controlo bien eso de los tiempos y ya me lié xDDD

Segundo. Según entendí en el último post de Jeremy éste me lanzó un silencius para que no dijese el finite, pero lo pensé xDDD ya se que el efecto del tarantallegra se para porque los pensamientos no se pueden silenciar pero mi duda es la siguiente:

Si el silencius solo dura una acción, en mi siguiente post ya podría hablar ¿no? Porque según entendí Jeremy lo intercaló entre mi protego y mi finite... No sé, me lié

Muchas gracias a quien me conteste *-* tiene mi gratitud eterna y mi amor (?) xD

P.D: Blackimse nos pidió permiso para postear como espectadora, no la asesinen (?) xDDD

EDITO: es para explicarme mejor en mi duda xDDD

Es decir, el silencius solo me habria silenciado en el turno del finite, no? o.ó xDDD

El Malfoy siguió las indicaciones del chico que le había atendido. No había perdida: tan sólo había que seguir recto hasta el final del pasillo donde un cartel rojo ponía lo que Jake buscaba y a la vez temía. “Exámenes de vuelo” los ojos grises del muchacho leían una y otra vez las tres palabras que tanto nerviosismo le daban. Tomó una bocanada de aire, tratando de serenarse, y apretó los puños para que le dejaran de temblar las manos.

Con decisión abrió la puerta para ser cegado por un potente Sol que detuvo poniendo su mano izquierda sobre los ojos. Logró ver un hermoso patio ¿Había salido del Ministerio o era un hechizo? Jake no lo habría sabido decir con exactitud ya que en el mundo en el que se crió todo era posible.

Aquel paisaje le tranquilizó un poco y entró (¿o salió?) al jardín. Una leve brisa hizo ondear la túnica sencilla negra al rededor de sus tobillos, mostrando unos zapatos del mismo color que reflejaban los rayos del astro como si fueran un espejo. Una chica estaba haciendo las pruebas en ese mismo instante, el ojigris se quedó mirándola con la boca entreabierta mientras avanzaba hacía la profesora. La muchacha bajó del transporte y se dirigió hacía la docente.

El chico se perdió en sus pensamientos mientras miraba aquel patio. Se había conseguido tranquilizar. El rubio respiró de aquel aire puro, pero una voz le rompió la sensación de paz.

-Malfoy, Jake -llamó Felicity-.

El joven se quedó parado sin contestar, había llegado el momento de hacer el examen e intentar aprobarlo pero tenía miedo de que sus nervios le traicionaran. De nuevo la profesora pronunció su nombre, impaciente al no recibir respuesta. El Malfoy dio un paso en frente, incapaz de pronunciar palabra, dando a entender que él era al que buscaban.

Con paso inquieto se dirigió hacía la pared dónde estaban todas las escobas. Alzó su mano hacía una pero ésta le temblaba como si fuera un viejo ¿Por qué estaba tan intranquilo? El chico no encontraba respuesta para esa pregunta de su mente, pero jamás había sentido aquello. Se secó el sudor de las manos en la túnica para luego coger una escoba cualquiera.

Se acercó un poco a la examinadora y se subió, con gesto algo torpe, al transporte esperando la señal. Cualquiera que hubiese sido un poco observador se habría dado cuenta que en la faz del rubio estaba dibujado la intranquilidad pura. Su corazón semi-muerto latía lo más rápido que podía, en ese momento a Jake le hubiese gustado haber sido un vampiro completo para no sentir aquello.

Felicity hizo una señal, el chico no dudó y dio una patada en el pasto para elevarse. Al principio le costó acostumbrarse a la escoba ya que no era como las que había montado, pero una vez dio un par de vueltas conseguía mantenerse en equilibrio sobre el palo. Se paró en el aire para ver una silueta lejana, que era la docente. En ese momento una nube pasó por delante del Sol dejándolo todo a oscuras.

-Parece como si al tiempo le gustaría que suspendiese -murmuró el muchacho haciendo una mueca mientras miraba al cielo-.

Frente al Malfoy aparecieron varios anillos dorados, lo suficientemente grandes como para que entrase una persona por él. En ese momento Jake supo lo que tenía que hacer, tomó una bocanada de aire y se inclinó hacía delante para tomar velocidad sobre su escoba y traspasó rápidamente todos los aros.

Aquello había sido muy fácil. Pero antes de que pudiese reaccionar una bandada de doce pájaros subieron hasta dónde se encontraba el chico flotando. Las aves le atacaron y picotearon sin dejar oportunidad alguna de que se defendiese. El rubio comenzó a dar manotazos a aquellas criaturas, tratando de apartarlas pero, todo era inútil, éstas volvían a la carga.

Uno de los pájaros picoteó la mano con la que se mantenía agarrado a la escoba, haciendo que se soltase y perdiese el equilibrio. El neutral quedó colgado de su escoba agarrado con una mano mientras las aves continuaban atacando. Jake dirigió su mirada hacía abajo, primero se vio los pies para luego ver una caída bastante grande que, como mínimo, haría que fuera a San Mungo de cabeza.

-Malditos pajarracos -murmuró entre dientes enfadado-.

Ignoró a las aves. Se consiguió aferrar al palo con las dos manos y comenzó a balancearse, una vez había tomado altura suficiente pasó la pierna derecha por encima de la escoba logrando así estar de nuevo sobre ella. Los pájaros no cesaban en su ataque por lo que el Malfoy aceleró rápidamente dejando a las criaturas atrás.

Las palomas desaparecieron. Al no escuchar los píos y el aleteo se giró para comprobar que ya no estaban. En ese momento aparecieron en el suelo siete palos de cinco metros de alto, sobre cada uno de ellos había una pluma blanca. El ojigris se inclinó sobre su escoba y empujó hacía abajo para alcanzar su siguiente prueba.

Una vez estuvo a la altura, sin detenerse, puso el palo de su transporte paralelo con la hierba dirigiéndose hacía delante y así lograr coger la primera pluma. Hizo un poco de zig-zag para decorar su carrera y alcanzó la siguiente. Una vez terminó no apareció nada más por lo que supuso que terminó. Descendió los pocos metros que le separaban del suelo con una sonrisa. Al final no lo había hecho tan mal ¿no?

El siguiente destino de los Aethonans eran los baños averiados, este lugar seria en antepenúltimo antes de que su carrera terminase y se plocamasen ganadores o en el segundo puesto. A Jake no le hacia mucha gracia quedar los segundos, pero lo importante era que los Aethonans habían ido a la final y él había estado allí.

Jake estaba empapado por lo que se paró un par de veces para escurrir su túnica quitando le lo sobrante del agua. El chico era bastante torpe, cosa que divertía mucho a su prima Nathalie, siempre se estaba cayendo, perdiendo o vete tu a saber que...

Justo cuando el ojigris llegó a los baños vio como un joven murmuraba algo, no logró oír que era pero pudo deducir que tenia una contraseña, cuando la puerta se abrió logró escuchar música. El rubio salió corriendo lo mas rápido que pudo cuando la puerta estaba a punto de cerrarse y se coló tras el chico.

-¡Luz! -gritó el joven haciendo sobresaltar a su compañera-. Tranquila, soy Jake -la Aethonan abrió la boca para decir algo al joven, pero este la cortó con un pequeño grito-. ¿Que pasa? ¿Te lo reservas para luego? -se burló el rubio a lo que su amiga no entendía-. Ya sabes, yo cuando tengo pollo en el diente me gusta comérmelo luego. -el rostro de Luz hizo una mueca de asco-. ¡Es broma! ¡No soy TAN guarro!

El chico se apoyó en unos lavamanos con los brazos cruzados sobre el pecho, esperando a que alguno de sus compañeros dijese de continuar.

-Adiós Sergio... -murmuró Jake-. Que prisas... -a continuación el joven miró su reloj-. Deberiamos hacer lo mismo Luz -seguido la cogió de la mano rumbo a la taberna.