Carmen luna Prince Gryffindor

am.... pues....

Yo también quería adoptarte xD.

Pero bueno, a tu elección lo dejo

Igual... qué raro es esto, ay dios. Si no eres mi hijo serás mi hermano (porque May es mi mami también) y para echarle leña al asunto se supone también eres (o eras, ya me perdí un poco mucho ) mi cuñado... soy hermana de Anne.

Esto es confuso xD.

Nada lo dicho, a tu elección se queda... y yo me voy a ver si consigo descifrar este lío familiar tan extraño xDDD.

Oh yea, eso si es respuesta rápida xD.

Bueno Cari, pues acepto ser tu hija! y será adoptiva la familia

Prometo ser una hijita buena y todo eso xD. Creo tener tu msn por ahí, así que ya nos hablamos si eso para rolear y etc muajajajajaja.

Igual, es mirimmv7@hotmail.com

Y... nada, en principio ya estoy en la mansión (?) así que xD.

*Se oye música de fondo y se observa a Yalenis cantando frente a su portátil, sentada en un sofá. Se detiene y mira a los presentes sin entender*

¡Holaaaa!

Bueno Malfoys, yo venía por aquí para ser adoptada (como que no era obvio ni nada xD) y... conste, no estoy siguiendo a mi primo Javier (?)

Más que nada porque él hace tiempo que está aquí. Yo sé que estoy loca, pero aún loca tengo carácter y soy adorable, un verdadero angelito (ok, eso no se lo cree ni mi madre muggle, triste verdad?)

En fin... que yo quiero ser adoptada (si se puede) así que... ahí lo dejo dicho, ahora me voy a seguir rompiendo cristales digo cantando :ohshi:

Abrí la puerta y la atravesé con paso firme, sonriente. Iba a aprobar el examen como que me llamaba Yalenis Prince Di Stefano. Sin embargo, me sorprendí al ver la estancia a oscuras. Tomé una escoba y la monté velozmente, alerta. Comencé a volar, insegura. Aquello parecía.... ¿una cueva? Seguí volando con calma, y entonces divisé un lago de aguas cristalinas, en el que podía ver mi reflejo... y unas extrañas sombras oscuras que me seguían.

Contuve un grito, estaban por alcanzarme. Aferré fuertemente el palo de la escoba y me lancé en un vuelo velocísimo, y a medida que volaba iba viendo que obstáculos se presentaban apareciendo de la nada. Estalactitas, estalagmitas... mis cabellos se arremolinaban alrededor de mi rostro, alborotados, y me dificultaban la visión que ya era bastante reducida.

Perdí el control de mi escoba por unos momentos y me precipité al suelo, pero logré recuperarlo con una maniobra que de haberme salido mal habría caído igual pero sin ella.

Hice un par de piruetas que me alejaron un poco más de las sombras, y entonces una luz abajo me hizo aguzar la vista. El examinador me estaba haciendo señas. Descendí con velocidad, aterrizando en el suelo y entonces la habitación cambió totalmente, por lo que minutos después había salido más relajada directa a clase.

- Estoy muerta -me quejé incorporándome en la cama.

- Eso te pasa por no dormir en toda la noche... -canturreó en mi mente Yalenis, mi segunda (y odiosa) personalidad.

- Yali, porfa... cállate, cariño. Me duele mucho la cabeza -le dije con falsa dulzura, a lo que ella solo se rió pero hizo lo pedido.

Me levanté y, dirigiéndome al armario, saqué la ropa que me pondría para a continuación entrar al baño.

Salí poco después, tras un relajante baño y ya vestida.

Llevaba mi ropa de siempre; unos vaqueros, una camiseta, y por encima la túnica negra y mi capa del mismo color, además de unas botas altas, negras. Si, me gustaba ese color... y mucho.

Peiné mi pelo azabache y me lo recogí en un moño. Era algo que nunca hacía, pero hoy era la excepción.

Ya lista, bajé hacia la sala común de los Aethonans. Había poca gente, pero aún así saludé con cortesía y seguí mi camino.

Me pasé por el Gran Salón y desayuné un par de tostadas y un café bien cargado. Pedí la hora a una compañera cercana, y tuve que irme corriendo, pues se me estaba haciendo muy tarde.

Fuera de la academia llamé al autobús noctámbulo e indiqué mi destino. El Ministerio de Magia.

Nada más entrar cogí un elevador. Iba repleto de magos y brujas, y no me costó demasiado mezclarme entre ellos. Casi nadie se percató de mi presencia hasta que bajé en la planta correspondiente.

Fui a la carrera al departamento de cooperación mágica internacional, buscando la sede británica hasta que al fin la encontré y me acerqué a la recepción, con el corazón latiendo a mil por hora.

- Buenos días. Soy... Ariadna Triviani, necesito hablar con Gyvraine C. Sullivan. -dije casi en un hilo de voz, y me llevé la mano al pecho para tratar de calmarme. La carrera me había agitado un poco.

Off: Sorry y mil veces sorry por no presentarme mucho antes (como debería haber sido xD) es que... la verdad he tenido varios problemillas muggles, y en parte también influye que no estaba muy segura de qué hacer. Pero en fin, aquí estoy.