Jump to content

BeAlicePotter

Magos
  • Mensajes

    14
  • Ingresó

  • Última visita

Mensajes publicados por BeAlicePotter

  1. Desiré Longbottom

     

    La noche caía sobre la academia y una luna pálida y brillante iluminaba los patios, creando una sombra en el pasto que le pertenecía a un demonio. La chica llevaba un vestido de época, no le importaba encontrarse en el siglo XXI y quien se atreviera a burlarse podría encontrar a la bestia que llevaba dentro. Su vestido era verde con un escote en forma de corazón y encaje negro. Su cabello blanco lo llevaba atado en una coleta alta y con cada paso que daba esta se movía de manera cómica.

     

    Llegó a una cúpula en medio de lo que bien podría ser un cementerio, en el lugar se alzaba un monumento a una criatura mágica que había pertenecido a la Batalla de Blodwyn. Desiré había escuchado de esa batalla, con tantos años encima podría decirse que había asistido a más de una batalla. Se posicionó frente a la estatua y dijo las palabras correctas. Al mismo tiempo pensó en la tierra como un elemento, casi podía sentir la tierra rugir en el centro del planeta y podía oler el intoxicante aroma de la tierra mojada.

     

    Gracias a la magia se descubrieron unas escaleras a un lado de la estatua. La peliblanca recogió sus faldas y comenzó a bajar los escalones, teniendo cuidado con no tropezar con sus zapatos de tacón altos. Mientras más bajaba más le llegaba a su cabeza el pensamiento de estar regresando al inframundo, pero una vez las escaleras terminaron se dio cuenta que la casa de los centauros no tenía nada de parecido con el inframundo.

     

    Mientras allá había columnas de fuego y personas sufriendo aquí se encontraba un claro agradable y hermoso. Arboles con cúpulas altas formaban un bosque subterráneo, e incluso un pequeño arrollo llevaba el sonido relajante a los oídos de la Longbottom. Ella se quedó ahí, de pie en el último escalón escuchando los sonidos relajantes antes de ir a sentarse en uno de los sofás cerca de la chimenea.

     

    Bueno, — dijo en voz alta. — ahora soy un centauro supongo.

    • Me gusta 1
  2. Su varita yacía bajo de ella en el piso del laberinto. Las ramas sujetaban sus tobillos alzándola por el muro, otra más gruesa rodeaba su cuello provocandole un dolor horrible y privándola del oxígeno. Por un momento pensó que ese sería el final, había fallado en la misión que se había propuesto, no era una bruja de excelencia. Era un descaro llamarse de esa forma. Debería renunciar a la magia y dedicarse a ser demonio como había hecho el resto de su vida. Todavía podía regresar a New York y reencontrarse con viejos amigos, o en el peor de los casos volar a Francia y rogar perdón a su antiguo tutor.

     

    Incluso si la perspectiva era oscura la peliblanca se echó a reír. No estaba acostumbrada a llorar, y la risa servía de la misma forma, como un consuelo. Entonces se vio liberada por el lazo del diablo y Helen desaparecía tras haberla salvado. La joven tomó su varita del suelo, sintiendo de pronto una gran dependencia por ese trozo de madera. No tuvo tiempo de decir nada cuando Marcus se acercó y le ofreció su mano para ayudarla a levantarse. La chica la tomó de buena gana y limpió el polvo de su pantalón, así como acarició el músculo de su cuello para tratar de aliviar el dolor.

     

    Gracias Marcus, iré hacía allá en un momento. No les dejare toda la diversión a ustedes. — comentó esbozando un sonrisa sarcástica.

     

    Se lanzó corriendo hacia el cáliz, donde más compañeros esperaban ansiosos, lo único que deseaban era salir de ahí y Desiré no los culpaba. Si fuera mortal probablemente sus rodillas temblarían de miedo.

     

    No bajes la guardia Alashme. — le dijo a una de las chicas que se agrupaba cerca del traslador.— Nunca sabes cuándo se necesite tu ayuda de nuevo.

     

    Como si sus palabras los hubieran invocado, dos dementores aparecieron frente a ellos, opacando la luz del traslador y enviando corrientes frías hasta sus huesos. La muchacha estaba preparada, por lo que solo alzó su varita e invocó a su patronus. El Thestral apareció y arremetió contra los dementores alejándolos lo suficiente para dejar el camino libre a sus demás compañeros. Hasta hace unos momentos a Desiré no le hubiera importado quien logrará escapar. Pero ahora, le entristecería ver morir a alguno.

     

    ¡Apúrense chicos! ¡Les recuerdo que no estamos en una fiesta de té! — gritó ahuecando sus manos para hacerse oír sobre el escándalo. Solo debían tocar la copa y listo.

  3. El día parecía no llegar a su fin, al igual que las criaturas que seguían amenazando brotando de los setos. Desiré trató de recordar como su mañana había sido; realmente aburrida en comparación, ni siquiera sus aventuras en Alemania un siglo atrás podían compararse con lo que estaba viviendo en ese momento, una cosa era enfrentarse a las situaciones como demonio y otra era siendo hechicera. Ahora era una bruja, debía recordarse. Alzó su varita de nuevo y conjurando un Incarcerus creó tres gruesas sogas que estrujaron el cuello de la bestia uniendo ambas cabezas.

     

    Buenas noches mi bien, sea tu sueño tranquilo, que descanses mi amor, con esta linda canción. — cantó ella una cuna, porque era lo que hacía siempre que debía matar a una criatura que le incitaba pena.

     

    Su maestra fue quien acabó con la agonía de la quimera. Una bala retumbo haciendo eco por los grandes setos y recorrió el cuerpo de la chica con un estremecimiento. Odiaba las balas, había recibido un par cuando ocurrió la segunda guerra mundial y las detestaba. Se recuperó de inmediato pellizcando sus mejillas para darse un poco de color, era hora de irse y no podía lucir como salida de un maratón cuando regresaran al mundo real.

     

    Salió corriendo, olvidándose por completo de todos los demás, haciendo uso de su velocidad sobrenatural. Pero entonces los sintió, los dementores. Esas criaturas que podían sacar lo peor en su memoria y quitarle toda pizca de felicidad que ella mantenía. La peliblanca se giró en sus talones y encaró a las criaturas. Había una para cada persona y la chica sabía que pronto llegarían más. El frío la hizo estremecerse justo cuando uno de los dementores se acercó mucho a Leo.

     

    ¡Un pensamiento feliz! — le gritó, recordándose a sí misma que eso debía hacer.

     

    Agradeció estar más lejos de las criaturas para tener tiempo de pensar. Había muchas cosas felices, como la primera vez que saboreo el chocolate, o su primer amor, o cuando sintió su varita por primera vez. Pero a todos esos recuerdos había uno que los superaba a todos.

     

    ¡Expecto Patronum! — gritó haciendo una floritura con su varita.

     

    Como muchas otras veces de su varita brotó una figura etérea, al principio parecía ser un caballo pero entonces la forma se solidificó y apareció un Thestral con sus huesos marcados y sus ojos tan blancos como los de la chica. Su pensamiento feliz recurría al día que se topó con esas criaturas. Le había fascinado su elegancia y su sombría apariencia, la mayoría les temía y ella se sintió identificada y por primera vez se sentía a gusto consigo misma. Su Patronus se lanzó sobre el dementor que la acechaba pero eso no significaba que estaba a salvo. Un segundo dementor arremetió contra ella y el Patronus de un perro labrador la salvo justo a tiempo. Su dueño era Leo.

     

    El Thestral de Desiré regreso a ella y desapareció en una voluta de humo blanco.

     

    Gracias. — le dijo ella al chico, se acercó y le planto un beso en la mejilla. — Ahora estamos a mano. — echó la cabeza hacia atrás para reír y reanudó su carrera.

     

    Estaba a un par de pasos de llegar al cáliz cuando tropezó y cayó al suelo. Primero pensó que se debía al temblor y a las fuertes ráfagas de viento que azotaban su cabello despeinándolo por completo, pero entonces descubrió que se trataba de las raíces de los setos. La sujetaban del tobillo y del cuello arrebatándole el aire. Debía actuar rápido, o perdería el tiempo y los demás huirían.

  4. La situación era peligrosa, no podían quedarse solamente de pie esperando a que la Quimera atacará primero, además Desiré podía escuchar a otras criaturas acercándose para el festín. La idea de Adolph era brillante, sin duda podría darles una ventaja, pero ¿si las maestras no alcanzaban a inmovilizar a la bestia a tiempo? ¿Si se quedaban ellas a salvo y veían como sus estudiantes morían calcinados? Sin duda, esa no era una opción viable para la peliblanca.

     

    Miró fijamente a la quimera. Esta aun no pretendía atacar, en realidad estaba ahí, estática, observándolos como un hombre que observa un pastel antes de probarlo. Desiré llevaba mucho tiempo viviendo como para saber que un ataque de principiantes no sería prudente, muchas cosas podrían fallar y varias personas saldrían muertas por la inexperiencia. La demonio se paseó frente a sus compañeros y recordó cuando vivía en New York, hubo un ataque de gigantes que el gobierno había cubierto muy bien, varios hechiceros inmovilizaron a un gigante con cuerdas para lograr escapar. Ella se encontraba entre los hechiceros y recordaba a varios niños sin su entrenamiento completo entre las masas, aportando su granito de arena con unas cuantas cuerdas.

     

    Bien, la idea está muy bien, podemos ayudar a las maestras a subir, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados a esperar que ellas hagan todo el trabajo. — comenzó a decir ella rápidamente dejando de lado su faceta infantil. — Propongo que tratemos de inmovilizarlo. Ya saben, cuerdas. Si todos utilizamos un Incarcerus podemos frenarlo un poco para que las maestras den el golpe final. — dijo ella.

     

    La mirada sin iris y pupila se posó en cada compañero, no quería pensar lo que pasaría si algo de eso fallaba. Por fortuna, se dijo, ella tendría mayor posibilidad de sobrevivir, tan solo necesitaba usar a un compañero como carnada y podría utilizar su velocidad para alcanzar la copa. Esperaba no tener que recurrir a ello.

     

    - ¿Bien? ¿Lo hacemos? - inquirió un poco ansiosa. No tenían tanto tiempo.

  5. Con todo el desorden y el pánico Desiré no se dio cuenta cuando se quedó casi a solas en un pasillo. Otros tantos compañeros se encontraban con ella pero las maestras habían desaparecido. La demonio agudizo su oído y capto las voces de sus maestras en un corredor cerca, alegando que era hora de buscar al resto de los alumnos. La chica rodó los ojos, ¿en verdad podían considerarse profesoras después de mandar a sus alumnos a un sitio como ese?

     

    Trato que no le importara pero entonces su compañera lanzo un grito y Desiré vio que estaba en lo correcto: Acromántulas. Se puso en posición de guardia pero no vio a las acromántulas por ningún sitio y supuso que se encontraba en otro corredor. Maldijo por lo bajo, ella quería ver arañas. Su desilusión duro muy poco porque entonces aparecieron una Quimera, un dragón y algunos Boggarts haciendo de las suyas con sus compañeros. El pasillo se lleno de gritos y hechizos que hacían eco en el laberinto.

     

    Desiré había escuchado en un par de ocasiones sobre los Boggarts y no iba a perder una oportunidad para enfrentarse a uno. No duro mucho tiempo para que el Boggart se plantara frente a ella y cambiará de forma. Frente a ella apareció una joven de cabello oscuro y brillantes ojos azules, era hermosa pero no de una forma sobrenatural, solamente hermosa. Desiré se quedó confundida por un momento, ¿su mayor miedo era una joven? Entonces la dama empezó a hablar.

     

    Soy Desiré, creo que soy especial y que la luna me ha elegido. Eres un fraude, no eres ni una pizca especial, eres una tonta, corriente y común.

     

    La joven se llevó las manos a su cabeza y se cubrió los oídos. No podía hacerle caso, esa cosa no era ella. Ella ya no era humana y sea cual fuera su pasado ella no quería conocerlo. Empezó a gritarle que se detuviera pero la mujer no se silenció.

     

    ¡Soy hermosa y amada por todos! Claro que no, solo eres un niña tonta que fastidia a la gente, ni siquiera puedes conservar una amistad. Eres despreciable, bruja, absurda y…

    ¡Riddikulus! — exclamó ella agitando su varita.

     

    Sudor frío recorría su espalda y se tomó un segundo para respirar agitadamente. Su propio temor era ella misma, siendo alguien común. Agitó la cabeza y un par de rizos blancos se soltaron se su peinado y le cayeron frente a los ojos. Ella era un demonio ahora, no una humana, ahora era especial. Se recuperó de inmediato pero no tan pronto como debió. Una criatura se lanzaba hacia ella.

     

    La Longbottom se quedó estática por un segundo que pudo haberle costado su vida. La criatura parecía un manto negro, como el humo. Desiré recordó haber visto una criatura así antes: Un Lethifold. Si no fuera porque la criatura estaba empeñada a devorarla Desiré habría reído, hacía mucho que quería volver a toparse con una de esas criaturas, alzó su varita pensando en su patronus, un hermoso Thestral cuando el patronus de un corcel intervino y alejo al Lethifold.

     

    Desiré se volteó furiosa hacia la creadora del patronus, su maestra, y chilló:

     

    ¡Lo tenía bajo control! No tienes que pavonearte y presumir tu patronus.

     

    Si la Haughton la escuchó, a Desiré no le importo. Se dirigió corriendo tras las profesoras en busca de la copa/traslador. Pasó a un lado de Leo quien antes le había hecho un comentario cítrico y le susurró en el oído:

     

    La verdad es que la emoción nunca me abandona. — le guiñó un ojo y siguió corriendo.

     

    Llegaron hasta un pasillo y algunos alumnos fueron atrapados por algunas ramas. La peliblanca por poco se echa a reír, le recordaba a un juego muggle que jugaban los niños en el preescolar. De inmediato se concentró en el final del pasillo, donde una Quimera les cerraba el paso dispuesta a matarlos ahí mismo.

     

    Esto se pone interesante. Lástima que no tengo mi arco. — murmuró cuando escuchó a Adolph.

  6. Había acertado con su primera deducción, el sitio al que habían arribado se trataba de un laberinto, y no cualquier laberinto: El laberinto tenebroso. Desiré no conocía demasiado del mundo mágico salvo lo que le había logrado sacar a un par de hechiceros en el callejón Diagon y lo que podía leer en libros viejos, pero no conocía nada sobre el laberinto tenebroso y a diferencia de sus compañeros la idea le fascinaba en vez de aterrarle.

     

    ¡Viva! — chilló aplaudiendo — ¿No es emocionante? Un paseo entre inmensas murallas oscuras, esperando criaturas amenazantes que se ocultan en la vuelta de la esquina. ¡Es lo que la clase necesita! Un poco de acción y entretenimiento. — dijo mientras se ponía de puntitas para lograr enfocar algo en las tinieblas del laberinto.

     

    La muchacha de cabellera blanca pronto descubrió que el resto no compartía su emoción respecto al tema, lucían aterrados, incluso las maestras las cuales parecían echarse la culpa por encontrarse en el sitio. Ella bufó murmurando la palabra “aguafiestas” y se colocó en la fila detrás de la maestra Haughton. Todos alzaron sus varitas y convocaron un hechizo luminoso pero Desiré no tocó su varita. Una de las cualidades de sus ojos níveos era que podían ver más allá que un par de ojos normales. Usualmente encontraba cosas desagradables en el mundo, pero no se quejaba.

     

    Comenzaron la marcha, encabezada por la maestra Haughton. Nadie hacía ni un sonido y podía escucharse el rumor de todos los pies avanzando lentamente con temor. Desiré lamentó no estar usando alguno de sus vestidos, siempre había esperado encontrarse en un laberinto para usar su vestido color amarillo, contrastaría muy bien en la penumbra. De pronto una brisa gélida comenzó a revolver el cabello de los estudiantes, sacando a la joven de sus pensamientos sobre vestidos y le obligo a ponerse en cautela. Al instante la brisa se detuvo y la siguió una calma expectante. La tensión podía sentirse en el aire y esta vez Desiré no dijo nada pero pensó en algo: La calma previa a la tormenta. A ello le siguió la niebla y después de un tiempo todos se detuvieron porque creyeron oír algo.

     

    La demonio que iba en la retaguardia de la fila de Erath alcanzó a ver algo por el rabillo del ojo. Se quedó estática por un momento y agudizó el oído. Pisadas delicadas muy cerca de ellos.

     

    No quiero alterar a nadie. — confesó la joven en voz alta mientras sacaba su varita que hasta el momento llevaba oculta en su pierna izquierda bajo su pantalón. —Sé que todos están nerviosos, pero una criatura nos viene pisando los talones y dudo que sea un conejo blanco invitándonos a una fiesta de té. — bromeó tratando de alivianar el ambiente.

     

    Apretó el paso para alcanzar a sus compañeros y de nuevo las escuchó, muchas pisadas correteando juntas. Pensó durante un segundo a que criatura podría estar enfrentándose y entonces lo supo, como si la respuesta hubiera estado siempre en su cabeza esperando para ser usada. La simple idea le encanto y compuso una sonrisa tonta, que a ojos de cualquier espectador podría resultar aterradora.

     

    Si mis oídos no me fallan. Es una acromántula. — avisó para alertar a todos. — Y dudo mucho que venga sola.

     

    La idea debería horrorizarla, pero estaba encantada. Amaba los dramas.

     

    Witzy, witzy araña, subio la telaraña. — tarareó mientras esperaba que se decidieran por seguir avanzando o por esperar a que los atraparan como insectos en una telaraña.

    • Me gusta 1
  7. 1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Ficha de Desiré
    2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje: ---
    3.- Link del tópico de registro de sus familias:
    Familia N° 1: ---
    Familia N° 2: Familia Longbottom
    4.- Link a las bóvedas de sus familias:
    Bóveda Familia N° 1: ---
    Bóveda Familia N° 2: Bóveda Longbottom

     

    Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 492 G

  8. Hola. Me gustaría realizar un cambio en mi ficha para agregar mi familia adoptiva.

    Entonces en familia pondría: Longbottom

    Y como Padres adoptivos agregarían: Gaby Weasley

    Eso vendría siendo prácticamente todo. Espero no tener que haberme olvidado de algo, no me gustaría tener que esperar un mes completo para realizar otro cambio xD

    Así que es todo. Muchas gracias desde ya a quien realice el cambio.

  9. Un constante movimiento en los dedos de Desiré revelaba lo incomoda que se sentía. La joven estaba acostumbrada a cargar con hermosos vestidos elegantes, los cuales le estilizaban su figura y cumplían con su propósito, hacerla lucir femenina y distinguida. No terminaba de entender porque las mujeres habían optado por usar pantalones y se había desecho de las faldas coloridas. Sin duda extraña el siglo XVII. Había hecho el máximo con su apariencia para lucir bien pero no estaba satisfecha, nunca lo estaba si tenía que usan pantalón. Eso era de hombres, que barbaridad.

     

    Desiré había recibido una lechuza esa mañana en la cual le avisaban que sus clases darían inicio y le aconsejaban llevar ropa cómoda. Para ella ropa cómoda sería el hermosísimo vestido de plata que le habían confeccionado en Italia, pero claro, en este nuevo siglo las cosas eran distintas. Había optado por una blusa de holanes blanca que marcaba su delgada figura, completó con un pantalón ajustado de mezclilla y unos zapatos de tacón azules. Pensó en la posibilidad de llevar zapatillas y después echo a reír, ni muerta usaría zapatos de varón.

     

    El sitio de reunión al final resulto una plaza rodeada de árboles la cual recordó a la demonio sus días en el bosque de Wistman, esos eran días placenteros donde no tenía que importarle nada ni nadie, solo era ella salvaje. Aparto de su mente aquellos pensamientos agitando su cabeza y al hacerlo un mechón se salió de su peinado. Su particular cabello estaba atado en un elaborado chongo peinado con trenzas. Si algo le gustaba de su físico era su cabello blanco como la nieve. La tranquilizaba.

     

    Detuvo al chofer y el auto dio una sacudida enviándola unos centímetros hacia adelante. Bufó molesta, extrañaba los carruajes con caballos. Su chofer le abrió la puerta y ella salió para internarse a la plaza, la había estado viendo por la ventanilla y ahora que la miraba de cerca le parecía bella. Sonrió y aplaudió como hacía cuando estaba feliz. Se aseguró que su maquillaje estuviera perfecto observándose en las ventanas, una sombra de color azul pálido pintaba sus parpados y el delineador negro contorneaba sus ojos. Observó sus ojos y de nuevo se sobresaltó al ver que eran blancos, sin ninguna pupila. Su imagen aun la atormentaba y supuso que le pasaría lo mismo a sus compañeros.

     

    Silbando camino hasta el centro de la plaza donde encontró a sus profesoras y otros compañeros. Les sonrió a cada uno agitando las pestañas mientras sus profesoras se presentaban y a continuación les pedían hacer lo mismo. No le gustaba ser de las últimas por lo que dio un paso enfrente poniéndose frente a sus maestras y compañeros y hablando con su habitual tono imperial dijo:

     

    Buenas tardes. Mi nombre es Desiré. Podría contarles muchas cosas de mí pero espero que la mayoría la deduzcan ustedes. — confesó sintiendo la mirada de todos en sus ojos extraños. —Por el momento no tengo ninguna familia, no es como si la necesitara. No tengo un empleo regular. — dijo soltando una risa, no podía contar que antes mataba por contrato. —Me gusta tocar el violín y soy muy buena. Espero llevarme bien con todos, y con los chicos aún más. — termina sonriendo una última vez y reincorporándose a los demás para darle el turno a alguien más.

     

    Cuando todos han terminado es hora de partir. Les pidieron que tocaran un cáliz plateado que resultó ser un traslador. Desiré lo toco y cuando empezó el “viaje” odio la sensación. Nunca terminaba de acostumbrarse. Aterrizó de pie, a diferencia de muchos llevaba más de un siglo usando trasladores. Inspeccionó el lugar y chilló de la emoción cuando le halló forma. Era un laberinto, y ella amaba ese tipo de juegos.

     

    ~~~OFF

    Hola, hola. Pues mi nombre muggle es Desiré al igual que mi personaje xD Tengo 18 años de edad y soy estudiante de Medicina. Así que si, soy una nerd y me la paso metida en libros, pero siempre tengo tiempo para estar en cosas como está. Me gusta mucho leer y escribir, tengo un par de historias que planeo publicar en un futuro quizá no muy lejano y esa es una de las razones por las que entre al foro. Quiero ver si mi escritura es buena, y mejorarla.

    También trabajo, en una libreria, solo fines de semana y es así como me entero de los libros nuevos y recomiendo mis favoritos a los clientes que me agradan xD

    Creo eso vendría siendo todo. Solo que yo no soy tanto como mi personaje, ni tan femenina ni nada xD Es mi contra parte creo.

    Es todo. ¡Saludos!

    • Me gusta 1
  10. Al parecer estaba correcta con mis sospechas. No era muy extraño averiguar esas cosas con una mirada, naturalmente mis ojos hacían el trabajo por mi, ya que me ayudaban a ver más allá de lo que cualquier mortal podía o quería ver. La chica pelirroja me ofreció vernos algún día para platicar del libro y yo pensé que debería ser pronto. Casi siempre termino los libros con rapidez, incluso si trataba de leer lentamente, simplemente las letras aparecieran en mi mente y consumía los libros en cuestión de segundos. Pero algo me decía que este libro en particular requeriría mi atención por un par de horas. La runas, eran mi perdición.

    - Tampoco tengo amistades, no al menos en este país. La mayoría están...lejos. - dije pensando en todos los demonios que había dejado atrás en el inframundo. - y podríamos reunirnos en cualquier sitio que gustes. Incluso podría prestarte uno de mis libros, tengo uno que eh leído miles de veces. La protagonista tiene el cabello como el tuyo, aunque su cabello estaba hecho de fuego. Quizá te interese.

     

    Entonces se acerco un hombre de cabello rojo, el cual se presentó como Edmundo, empleado del local ofreciendo su ayuda. Lo mire detenidamente, nunca iba a dejar de asombrarme por el color flameante de los pelirrojos, era indudablemente asombroso.

     

    -Un placer. - saludo con cortesía inclinando un poco la cabeza. - mi nombre es Desiré. Estaba buscando algún libro, quizá de magia antigua. Algo que me saque de la rutina de hechizos básicos. - comento y entonces muestro el libro que Theresa me había entregado - Aunque quiza este cumple esas especificaciones. - agrego sonriendo.

  11. La chica se llamaba Theresa y me quede un poco curiosa observando su flamante cabello. Siempre había tenido envidia por las muchachas con ese tono de cabello, que se parecía tanto al fuego y era tan brillante y colorido que opacaba mi pálida cabellera. Theresa me entregó un libro de pasta dura con una runa encima, diciendo que era el único ejemplar y quizá no lo hubiera leído. Observe la portada, descubriendo que en efecto, no había leído antes ese libro. Una emoción se apodero de mi y di un saltito sonriendo con felicidad. Siempre era sensacional encontrar un nuevo libro que leer, sobre todo si se trataba de alguno que tuviera magia incluida.

     

    -Tienes razón. No lo he leído, muchas gracias. Escuche que vas a tomar clases - comento poniendo el libro bajo mi brazo para poder comprarlo mas tarde. - ¿vas a caso a la academia de magia y hechicería? Te pregunto esto porque acabo de inscribirme ahí.

     

    Era cierto. Llevaba un buen tiempo practicando magia, pero nunca había puesto en acción mi habilidades y pensaba que quizá bajo la mirada de algún profesor aprendería aun mas. Apartó un mechón de mi cabello acomodándolo tras mi oreja y espero la contestación de Theresa. Si existiera la posibilidad de que fuera al mismo colegio que yo, me sentiría feliz de conocer a alguien cuando llegue a la clase.

  12. La vida en Londres me parecía un poco aburrida, pero si algo disfrutaba era de tocar el violín y leer. Los libros muggles me parecían tan aburridos, siempre las mismas historias, aunque debo admitir que en ocasiones encontraba un titulo interesante que me hacía leer en todos lados hasta acabarlo. Los libros magicos eran otra cosa, y por eso me encontraba en el Callejon Diagon afuera de una tienda llamada Flourish y Blotts, quizá ahí encontraba algún libro interesante que me hiciera gastar mis días.

     

    Entro al sitio quitándome el sombrero y con una floritura de mi varita este se hace tan pequeño que puedo guardarlo en una de las bolsas de mi vestido. Hoy llevo un vestido largo y verde como el limón, mis ojos tienen una sombra verde y las espirales de mis brazos son esta vez plateadas y doradas. Mi cabello lo traigo suelto y cae rizado hasta mi cintura blanco como los copos de nieve. Avanzo entre las estanterías, leyendo los títulos de los libros para ver si alguna me resulta interesante, es lo malo de ser inmortal y llevar tanto tiempo con vida, descubro que eh leído la mayoría de los libros.

     

    Subo al primer piso, recogiendo mi falda para no tropezarme, aunque no es como si me diera miedo caerme y romperme una pierna. Cerca de un estante encuentro a una joven(Theresa) y me acerco a ella. Nunca me gusto la soledad y quizá ella sería capaz de ayudarme con mi selección de libros.

     

    -Buenas tardes, y disculpa mi interrupción. Mi nombre es Desiré, un placer. ¿Podría ayudarme? Estaba buscando algún libro nuevo e interesante, pero me parece que eh leído la mayoria de los que están exhibiéndose aquí.- saludó esperando su reacción por mis ojos blancos sin ninguna pupila.

  13. Datos Personales

     

     

    Nombre del Personaje: Desiré

     

    Sexo: Femenino

     

    Edad: Joven (Alrededor de los 20 años)

     

    Nacionalidad: Británica.

     

    Familia(s):

    * Longbottom

    * ---

     

     

    Padre(s) Sanguíneo: ---

     

    Padre(s) Adoptivos: Gaby Weasley

     

    Trabajo: --

     

    Poderes Mágicos: ---

     

     

    Rango Social: Aprendiz

     

    Bando: Neutral

     

    Rango dentro del Bando: ---

    Nivel de Poder Mágico:

     

    Puntos de poder en objetos: 20

    Hechizos adicionales:

     

    Puntos de poder en criaturas:

     

    Criaturas controlables en asaltos y duelos:

     

     

    Habilidades Mágicas:

    * ---

    * ---

    * ---

     

     

    Conocimientos Especiales:

    * ---

    * ---

    * ---

     

     

     

     

    Perfil del Personaje:

     

     

    Raza: Demonio

     

    Aspecto Físico:

    Desiré posee cabello blanco que cae en bucles hasta su pecho. Su estatura es pequeña, alcanzando apenas el metro sesenta, pero cuando se molesta aparente tener metro ochenta. Posee un rostro pálido con el único color visible en sus labios rosados. Sus ojos no poseen ningún color y parecieran estar escasos de pupilas, por lo que parecen dos orbes blancas como el cabello, sin embargo en la oscuridad puede encontrarse un destello rojo en el centro.

    Su vestimenta habitual se conforma de vestidos largos y anchos, como si se hubiera atascado en el siglo XVIII. Le gusta llevar sombreros con plumas y cuando es necesario se viste con pantalón blanco, saco y capa, para salir al callejón de compras.

    Le gusta verse femenina y pinta sus parpados de acuerdo al color de su vestido, además que crea espirales en sus brazos que le recuerdan a las runas que los hechiceros usaban antes de manejar las varitas. Adora cuando las personas encuentran la cicatriz en su cuello que rebela su actitud agresiva.

     

    Cualidades Psicológicas:

    Le gusta describirse como majestuosa. Habla con un toque de soberbia y mira a todos desde arriba (sin importarle su estatura). Le gusta el coqueteo y reírse cuando alguien la halaga. Es curiosa y en ocasiones habla consigo misma, porque de esa forma puede hablar con alguien inteligente.

    Sus conocidos la describen como una criatura con encanto juvenil, y un gran ego. Sus enemigos dicen que tiene una bestia salvaje que saca a relucir cuando necesita vengarse. No duda en sacar su lado oscuro. Su sello sería la sonrisa amable y el tono de voz dulce cuando esta torturando a sus victimas, como si no fueran mas que niños pequeños y ella los estuviera regañando por una travesura.

     

    Historia:

    Desiré nació de la luna. No recuerda nada de su vida anterior pero cuando renació se encontraba en el infierno rodeada de otros demonios que le relataron como la luna logró entrar al inframundo y la creo usando el cuerpo de una chica moribunda.

    Cuando subió a la tierra de los mortales se encontró en Inglaterra y perdida y confusa se ayudo de otras criaturas oscuras como los vampiros y los licantropos. Nunca estuvo sola mas de dos meses, siempre había alguna alma que quisiera ayudarla y pronto se dio cuenta que se debía a su encanto demoníaco.

     

    Pronto descubrió que no era lo único que podía hacer en su nuevo cuerpo. Sus ojos veían más allá. Podía ver cosas que no deberían estar y aprendió mucho con tan solo observar. Aprendió a canalizar la magia dentro de su ser y pronto se proclamo ella misma como hechicera. Varios siglos transcurrieron hasta que decidió entrar en la academia de Magia y Hechicería y poner a prueba todos los dones que había estado puliendo con el paso de los años.

     

    Si bien no recuerda nada de su vida pasada, no le inquieta en lo absoluto. Tuvo la oportunidad de saber quien era de joven, pero prefirió guardar el misterio y vivir su vida.

     

    La primera vez que asesino a alguien lo hizo por pura curiosidad, porque quería ver el color rojo de la sangre, quería escuchar los latidos de un corazón hasta extinguirse y sobre todo quería ver como se apagaba la luz de los ojos de la victima con cada segundo que transcurría. Cada asesinato que cometió fue a favor de alguien, la contrataban para matar y ella aceptaba por curiosidad, para ver si cada victima moría de forma igual. Nunca lo hacían.

     

    Ahora que entraba a una nueva etapa de su vida pretendía unirse al lado oscuro, aquellos que se hacían llamar mortifagos y ver si sus técnicas para matar creaban nuevas forma de morir también.

     

    Pertenencias:

     

     

    Objeto Magico Legendario: ---

     

     

    Objetos Magicos:

     

    Objeto 1: Varita. Creada con el tallo de mil rosas, adquiere un tono verduzco pero cuando lanza sus hechizos se torna blanca. Su centro es de cabello de unicornio y mide 19 centimetros. Flexible.

    Clasificación: Categoría AA

    Puntos de poder: 20

     

    Objeto 2: ---

    Clasificación: ---

    Puntos de poder: ---

     

     

     

    Mascotas y Criaturas:

    Criatura 1: ---

    Clasificación: ---

    Puntos de poder: ---

     

     

    Criaturas en la Reserva:

    Criatura 1:---

    Clasificación: ---

    Puntos de poder: ---

     

     

    Elfos:

    * Elfo 1: ---

    * Elfo 2: ---

     

     

    Licencias, Tasas, Registros:

     

     

    Licencia de Aparición: ---

     

    Licencia de Vuelo de Escoba: ---

     

    Registro de XXX: ---

     

     

    Otros Datos:

     

     

    Otros datos:

    * Detesta los elfos.

    * Se compara así misma con los Thestrals, debido a sus ojos y porque ambos atraen la muerte.

    -"Nació" en 1813.

    -Adquirió legalmente su varita en 1900 y nunca la ha cambiado, se le ha extraviado o se le ha roto.

     

    Cronología de cargos:

     

     

    Premios y reconocimientos:

     

     

    Links de Interés Referentes al Personaje:

     

     

    Link al Perfil de Comprador MM: ---

    Link a Bóveda Personal: Bóveda 101083

    Link a Bóveda Trastera: ---

    Link a Bóveda de Negocio: ---

    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda 100009 Familia Longbottom

    Link a Bóveda Familiar 2: ---

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.