Varian Wrynn

~Maxwell Atkins Frostbreath

El ambiente era extraño. Estaban parados allí, delante del terrorífico bosque donde mucho tiempo después tendría su primera clase de la academia, esperando por un combate que estaba por suceder pero del cual, debido a su anterior vida muggle, no tenía ni idea de como había sido ni de quién había salido victorioso. Quizás fuese un buen momento para estudiar un poco de historia mágica de bandos. O mejor dicho, vivirla.

Su compañera de duelos, Mia, a la cual ya conocía previamente, se presentó primera ante los allí presentes. Se notaba el nerviosismo en su voz y la mueca extraña que lanzó con forma de sonrisa. Luego de ella, fue hora de que se presentaran otros alumnos que nunca había visto llegar. El primero en hacerlo fue uno que dijo llamarse Drake Wagner.

<<Odioso y creído>> pensó luego de escucharlo.

De no ser por que tenía aspiraciones mortífagas, habría buscado a forma de que sufriera algún accidente en aquel tenebroso y oscuro bosque. No soportaba a la gente de ese carácter. Su caballerosidad no le permitía coquetear con una mujer de manera tan brusca y creída como esa, lo que en algún punto lo hacía parecer un hombre viejo de unos 400 años.

<<Demasiado odioso para mi gusto>> se le cruzó por la mente justo antes de que se presentara el otro muchacho.

El otro muchacho resultó ser un poco más educado que su impresentable compañero anterior. Este ya había visitado el lugar donde ahora estaban, es más había estudiado allí y ahora se encontraba otra vez con ellos decidiéndose por un bando. Se dio cuenta de la perdida de interés del profesor para con Dominic, cuando nombro su vida muggle.

<<Ahora es mi turno>> -Yo soy Maxwell Atkins, tengo 20 años y en cuanto a mi historia... Bueno es larga, aburrida y dramática. Llevo al rededor de 2 meses por aquí y ya creo saber cual es mi bando- luego de decir esto último, lanzó una mirada cómplice a su profesor mortífago, dando a entender cual era su preferencia.

~Maxwell Atkins Frostbreath

Ver a la muchacha saltar y canturrear lo divertía. Le gustaban ese estilo de contrincantes, felices y divertidos. Si no, los duelos serían aburridos y amargados con un aire tétrico, casi insoportables. Max también sonreía, dentro suyo junto con el frío había aparecido una sensación de felicidad y diversión que lo impulsaba a combatir con más fuerza.

-Silencius- profirió con apuro cuando, luego de que la muchacha se defendiera de su primer hechizo, comenzó a pronunciar un fortificum.

De su varita, que apuntaba a Nicole, no salió ningún rayo pero una extraña magia cerró por completo la boca de la muchacha logrando que aquel hechizo que estaba por pronunciar quedara incompleto y, por lo tanto, no surtiera efecto. Maxwell podía sentir como la mujer ahogaba sus palabras que no lograban salir de su garganta.

-Me gusta solo escucharte cantar, muchachita- dijo con una sonrisa picara en sus labios. –Déjame ayudarte a con ese baile... Tarantallegra- agregó, señalando a su contrincante con la varita.

De la punta de esta, salió despedido un rayo que de impactar en Mia, la haría bailar frenéticamente, a una gran velocidad. De no ser anulado el hechizo que el muchacho había lanzado, ocuparía todo el turno de la bruja que se encontraba frente a él. Deseaba verla bailar así de rápido, estaba casi seguro que sería divertido ver como lanzaba patadas en todas direcciones, sin sentido.

-Baila, compañera- agregó con alegría, mientras batía palmas al ritmo de una tarantela imaginaria.

Pese al chiste y a las inofensivas burlas, que solo buscaban hacer divertir a la muchacha, el chico de los ojos verdes seguía atento a las acciones de su contrincante. Sostenía la varita con fuerza en la mano derecha, para que no se le cayera por accidente. Comenzaba a pensar en futuros hechizos para desarmarla, para así terminar con el duelo.

Hola profes y compas!! quería hacer una pregunta en cuanto a los hechizos bonificados, podemos usarlos todos los que pusieron en la intro de los duelos? por que al lado dicen el rango que deben tener para usarlos y no se si hay excepción para ala academia

~Maxwell Atkins Frostbreath

El sol iluminaba las grises nubes que revoloteaban en la altura, dejando escapar algunos rayos que impactaban en el frío hielo. Una tenue niebla cubría el ambiente desolado de aquel mar de hielo duro y frío como al muerte. Algunos pájaros volaban en la altura como observando los acontecimientos que pronto sucederían en aquel plano azul blancuzco. Ningún objeto sobresalía del hielo, salvo un poco de nieve y alguna que otra roca pequeña, casi inservible. Solo el abandono divagaba por el plano vacío que crujía a cada paso.

<<No creo que haya mejor lugar que este>> pensó en un atisbo de satisfacción.

Sabía que en ese lugar un duelo podría ser totalmente limpio, sin necesidad de utilizar pequeños objetos como armas. Así lograba centrar la atención del combate solo en la magia que podrían generar con sus varitas y no distraerse en objetos inanimados. Ni siquiera los animales osaban acercarse a mirar, ya que al ser un lugar tan alejado, no tendría todas las posibilidades de volver sanos y salvos.

<<Frío. Dulce, seductor y húmedo frío que antecede al combate>> interpretó al ver su sudor nervioso. <<Solo espero que Mia se abrigue>>.

Supuso que no sería necesario aclarárselo de nuevo, ya que su última clase de duelo había sido con ella y las condiciones habían sido muy parecidas. Pensaba, con entusiasmo, los hechizos que utilizaría contra la joven muchacha que sería su contrincante. Pero no deseaba herirla, solo quería que sacarle aquel miedo o repudio que tenía hacia los combates, debido a que en el futuro debería luchar o morir. Debían aprovechar ahora para pulir esas habilidades ocultas, por el simple hecho de que esto era una práctica.

Luego de esperar un rato, una figura se hizo presente ante él. Los nervios recorrían su cuerpo estremeciendo cada parte de su ser, pero sabía que demostrarlo podría ser fatal, por lo que se mantuvo quieto y frío como el mismo ambiente que los rodeaba. Miró a la muchacha a los ojos y le dedicó una suave sonrisa, llena de entusiasmo y presión, antes de sacar su varita en un movimiento eléctrico.

-Un placer verte de nuevo Mia- dijo, mientras se ponía en posición de combate, y agregó -Venga, hagamos de esto algo divertido, compañera-.

En una especie de danza, apuntó y dijo suavemente -Petrificus Totalus-. De su varita salió despedido un rayo que de impactar en Mia, la inmovilizaría totalmente, haciéndola perder una acción para poder recuperarse.

Hola profes!! Antes que nada permítanme disculparme por la tardanza, estuve atravesando un mal momento y no me sentía ni con ánimos ni con imaginación como para escribir un buen rol.

Soy terrible para las presentaciones off roll así que bueno, veamos que sale.

Mi nombre es Maxi, soy de argentina, tengo 20 años y estudio psicología en la universidad nacional de mar del plata. Amo la carrera que elegí, aunque es complicada, pero me veo a futuro como un psicólogo así que estoy feliz. Me gustan los deportes pero solo con el fin de divertirse, y practico Padle, natación y escalada en bloque o Boulder (cuando puedo). También me gusta la música, creo que sin música no podría vivir, toco en la banda de una murga de estilo porteño y… eso xD

Bueno acá va mi personaje:

Ficha de personaje

 

Nombre: Fabrizio Migliore

Sexo: Masculino

Edad: 27 años

Científico/Empresario: Científico

 

Aspecto Físico: Fabrizio es un muchacho de 1 metro con 73 centímetros, cabello rubio oscuro y ojos verdes. Tiene un físico de deportista, bien marcado, estilizado y extremidades fuertes. Su piel es de color blanca pero un poco tostada por el sol, y su voz es suave y grave. Suele usar camisa y corbata, con un pantalón de vestir y zapatos negros. También lleva un saco largo, por si las dudas.

 

Cualidades Psicológicas: El muchacho es divertido y charlatan. Es apasionado por lo que hace o por lo que le gusta. Tiende a ser cortés, caballero y servicial con quién lo merece y puede llegar a ser muy amigable si la ocasión lo permite. Suele pensar antes de actuar, trata de pensar en todo para no cometer errores que lo puedan llevar al fracaso.

 

Breve Historia: Fabrizio Migliore nace en la bella isla de Ischia, ubicada en la región de Campania en Italia. Es el único hijo de la familia conformada por su padre Massimo Migliore y su madre Francesa Viatri.

 

De pequeño mostraba interés por el estudio, lo que lo llevó a ser un alumno sobresaliente en la primaria y secundaria. Al recibirse, decidió ingresar en la universidad para estudiar Biología, una carrera con la que soñó durante todo su transcurso por el secundario. Se recibe a los 5 años de haber comenzado la carrera y comienza a trabajar como investigador.

 

Durante los años que se dedicó al estudio, permaneció a un costado de todas aquellas relaciones de amistad que podría formar. Por lo que ahora se ha decidido a vivir la vida y así fue como aceptó la propuesta de un viaje a Hawaii, que con fines laborales, utilizará como forma de dedicarse a conocer gente.

 

 

 

~ Maxwell Atkins Frostbreath

El sol brillaba del otro lado de las largas cortinas blancas de su habitación. Afuera el viento cálido corría por el espacio físico, moviendo toda la naturaleza que rozaba. El anotador colgado cerca de su escritorio, en aquella esquina izquierda de su habitación, brillaba ante su mirada. Sabía que hoy era un día especial, que hoy sería uno de los días más importantes de su vida mágica por lo que, pegando un salto de la cama, se apuró a elegir su ropa.

Había decidido lucir un saco negro largo hasta las rodillas, con detalles en rojo y una capucha que le llegaba hasta la frente; un pantalón de jean oscuro que combinara con el saco, en sus pies unas botas de cuero fuertes también de color negro; y debajo del saco una camisa blanca, que seguramente no dejaría ver. Como últimos detalles, se afirmó la varita con su funda debajo de la manga izquierda, oculta como siempre, y en su cintura su espada “Loba”, por debajo del saco.

Al llegar a la academia alcanzó a distinguir a Mia, la cual había sido compañera suya en otras clases anteriores, y otras dos personas, las cuales supuso que eran los profesores, que no logró identificar. A su derecha una mujer más pequeña que él, de cabello castaño oscuro y largo, el cual combinaba con sus ojos casi del mismo color. Y del otro lado un hombre alto, en comparación con la profesora, de cabello negro como la noche que resaltaba su piel blanca como la luz de la luna.

-Siento mucho llegar tarde, tuve unos pequeños imprevistos de camino hacia aquí- dijo suavemente, excusando su tardanza.

Llevaba su capucha puesta, escondiendo su rostro en el anonimato de las sombras, lo que, supuso, debió ser el motivo de aquellas miradas que sintió clavadas en sí. Pero decidió quitársela, para terminar con aquella intriga innecesaria. La clase sería larga y no soportaría aquella sensación de ser constantemente observado durante largo tiempo.

Aquel muchacho alto, que tenía pinta de Malfoy (salvo por el cabello), sostenía un pequeño dispositivo en sus manos con el cual partieron rumbo al lugar donde se desarrollaría su clase. Maxwell, no lograba entender como todo se transformaba hasta llegar a ser aquella pradera que nunca había visto, hasta que la explicación surgió de la boca del profesor, y entonces comprendió todo. Aquel aparato que sostenía en sus manos el hombre de tez blanca era un giratiempo.

<<Arriba>> pensó mientras estiraba la mano para recibir la escoba. Todo se estaba volviendo tan extraño que lo próximo que registró en su mente era que se acercaban a Hogwarts volando.

Luego de unos minutos, ya más tranquilo, se percató de aquel lugar hacia el que caminaban le parecía conocido. Ya había tenido una clase ahí y no había salido del todo bien, pero si debía entrar lo haría de nuevo. Al fin y al cabo, por más accidentada que hubiese sido aquella clase, le había gustado tanta adrenalina, tantas sensaciones.

-Semper Fidelis- repitió al escuchar a su profesor. Por lo menos ahora sabía que no estaba solo.

Off Roll:

Hola hola!

Me presento soy Maximiliano Buono, soy de argentina y tengo 20 años. Soy de una ciudad que se llama Mar del Plata y estudio Psicología en la Universidad nacional de esa ciudad. Me gusta mucho todo lo que tenga que ver con la mente humana y también me gusta mucho la saga de assassins creed, así que van a ver que mi personaje anda siempre encapuchado y tiene un aire medio de psicólogo, pero es por que le transmito un poco de lo personal sin darme cuenta. Hago varios deportes, pero lo que más me gusta es ejercitar la imaginación en este fantástico mundo. Mi Skype esta en mi perfil si alguien quiere agregarlo.

En cuanto a mi personaje... Se llama Maxwell Atkins Frostbreath bueno principalmente es muy caballero, tanto que aveces es molesto, es educado y apasionado en lo que hace. Tiende a tener un aire gracioso cuando la situación lo permite y ¡ le gusta escalar!. Es un mini mortio, aspirante de la marca. Trabaja para la mafia Atkins y por ahora cree que le sucede algo extraño, por que no se percató de que se va a convertir en licantropo en cualquier momento. Que maaaas... Ah! viene de Rusia, de un bosque cerca de Chernobyl, sus padres adoptivos vivían en Prypiat ya que esa ciudad fue creada para abastecer la central nuclear, y cuando estalló escapó al bosque asustado.

Bueno eso es todo... ah me olvidaba me encanta rolear y me gustan los duelos, aunque me maree un poco a veces, asiq eu profes los voy a molestar!

~Maxwell Atkins Frostbreath

Con Juve

Max estaba realmente tenso. Lo habían citado a ese lugar, pero no sabía ni quién, ni para qué. Alguien se acercaba hacia él, lo presentía y la mano en su manga sosteniendo la varita demostraba todos sus temores. Pero todo aquello se esfumó cuando identificó aquella silueta que se aproximaba. Era su profesora de duelo, Juve Malfoy.

<<Por todos los dioses, casi me mata del susto>> pensó en un suspiro aliviante.

La blanca mujer de cabellos color oro, estaba vestida con un traje de baño, lo que combinaba perfectamente con su cuerpo estilizado y alto. Sus ojos azules, como el mismísimo fondo del océano, estaba fijos en él, como si estuviese sorprendida de verlo por ahí. Algo debía producirle aquella mujer a Max, ya que éste quedó atónito cuando la mujer se hizo presente.

<<Tan seria que parecía en clase>> pensó mientras la mujer le daba la bienvenida. –Ho…hola profesora, muchas gracias por la invitación- dijo sin poder salir del asombro.

Max había quedado embobado al darse cuenta que aquella era su profesora. En clase no habían compartido muchas palabras, salvo un Desmaius que casi lo noquea y la bienvenida que había sido un tanto tenebrosa. Incluso la misma que tenía parada en frente le había parecido tenebrosa, lo que había quedado descartado en el momento.

<<Con qué, detrás de la imagen ruda, hay una amigable dama ¿eh?>> pensó con media sonrisa, escuchando la palabra tour -¿Tour?... Ah, Tour! Si, me encantaría- dijo, gracioso, mientras tomaba la mano de la elegante mujer.

Nunca había hecho un tour pero supuso que sería divertido y largo, ya que el complejo era demasiado grande por para hacer un recorrido rápido. La idea de una cita con la Malfoy lo hacía sonrojar, pero le agradaba. Aunque todavía se preguntaba el motivo de aquella invitación. Le había dicho algo sobre hablar fuera de clase, pero ¿sobre qué? ¿Qué motivos tendría una profesora de elevado rango y prestigio para hablar con un simple alumno?

-¿Lujo? Déjame decirte que te sienta bien todo este lujo- dijo con sinceridad mientras observaba repetidamente el ambiente y a la mujer.

No se había dado cuenta de que en algún momento habían ingresado al edificio y de repente se encontraban sentados en una mesa. Y eso no era todo, estaba hablando con la dueña de semejante complejo hotelero, que también había sido su mentora de duelo ¡y que ahora lo había invitado a una cita! Los pensamientos del Atkins se habían esfumado, ahora si que no entendía lo que estaba sucediendo. Posiblemente demasiada información en tan poco tiempo.

-Un...¿caipirinha?- pensó en voz alta luego de que la mujer le ofreciera pedir un trago a su cuenta.

Hola ! quisiera hacer mas cambios generales en mi ficha tales como letra color, historia etc etc etc... xD se los dejo aqui abajo en el spoiler.

~Maxwell Atkins Frostbreath

Con Juve

Nunca había visto un lugar como ese. El complejo de edificios era realmente imponente y majestuoso. A simple vista y por donde se lo mirase se observaba la elegancia y el confort de aquellos hoteles. Semejante obra, debía pertenecer a alguien muy importante o por lo menos, deberían hospedarse personajes de renombre en aquel moderno lugar. Era como una pequeña ciudad en varios edificios, ya que contaban con todas las comodidades que uno pudiese necesitar en un viaje por placer o por negocios.

<<Realmente es gigante>> pensó asombrado. <<Veamos que dice la carta>>.

La carta amarilla que llevaba su nombre, señalaba aquel lugar y nada más, como citándolo, pero sin especificar ni a que hora ni con quién lo haría. No traía nombre de emisor y tampoco imaginaba quién podía ser ya que no deseaba quedar como egocéntrico o narcisista. Desde que había llegado al mundo mágico había conocido a muchas personas

-Bueno, eh nos aquí- dijo, haciendo un alto mientras caminaba hacia la puerta –Solo queda sentarme y esperar-.

Decidió no entrar, esperaría en la puerta o en algún banco de por ahí cerca. El día estaba demasiado hermoso como para encerrarse en el lobby de un hotel. Afuera el sol brillaba en lo alto y las nubes no se animaban a taparlo. El viento cálido y con aroma a mar que tanto le gustaba, iba y venía sacudiendo los cortos cabellos del flequillo castaño y aquellos ojos verdes que llevaba combinaban perfectamente con el mar que observaba.

Se encontraba reposado a la sobra contra una biga, con su capucha puesta observando la gente pasar y analizando cada movimiento que había cerca suyo. No quería que lo sorprendieran ya que no se le haría fácil para escapar, de ser necesario. Tenía que estar preparado en el caso que de que fuese una emboscada o algo por el estilo, o de lo contrario podrían sucederle cosas malas.

Entre las personas que iban y venían, observó una figura que se acercaba en su dirección. La tensión comenzó a aparecer y se hizo sentir en su nuca. El sudor comenzaba a acumularse en su frente y su mano derecha empuño la varita que se encontraba enfundad en su izquierda, escondida en su manga. Solo esperaba que aquella sombra fuera amistosa.

bueeeeeno... me canse de ser el chico bueno asi que creo q es hora de ser parte de la familia malota de Ottery *-* Mi familia se pondrá contenta de que sigo el buen camino jajaja

Nick: Varian Wrynn
Nombre: Maximiliano // Max // Maxwell // Maximo // (todas las variantes que deseen) xD
Edad: 20
Fecha de cumpleaños: 23 de abril
País: argentina
Skype: maxiih.ext

*se asoma por un costado esperando que lo acepten*

~Maxwell Atkins Frostbreath

El caliente y anaranjado fuego secaba sus ropas y espantaba el frío que recorría su cuerpo. De no haber iniciado aquella fuente de calor el agua se habría congelado sobre su piel y posiblemente hubiese muerto de hipotermia. Esa actitud la había aprendido en aquel bosque que ahora yacía en su memoria, aquel bosque donde había vivido gran parte de su vida. Allí los lagos congelados eran cotidianos y totalmente naturales.

Su profesora no estaba cerca. De hecho, ambas habían desaparecido lo que provocaba una sensación de abandono en Max. Sentía un poco de furia al pensar, como ambas los habían dejado a su suerte allí, en el medio de la nada. Pero se calmó al ver aparecer a Mia preguntando por ellos. Hablaba fría y distante como si no le interesara pero sabía que no era así.

-Estamos bien, profesora- dijo con la misma frialdad –Algo mojados pero bien-.

Sintió que hablar por sus compañeros no era lo correcto, por lo que hizo silencio para dejarlos hablar a los demás. Seguramente tendrían algo que decir, ya que la clase había sido algo accidentada. Primero los minotauros, ahora el chapuzón en el lago congelado. Tenía miedo de pensar en lo que podría suceder más adelante si no abandonaban el bosque.

<<¿Dónde estará la otra profesora?>>

Lo extraño era que no recordaba haber visto a la Loveless por ningún lado, tanto en la estampida de minotauros como en aquel lago congelado. Le llamaba la atención aquella actitud de… esconderse, quizás. Esto lo llevaba a pensar, a Max, que tal vez la culpable podría haber sido aquella dama cautelosa y silenciosa, actuando en la oscuridad donde nadie podría verla.

Emprendió la marcha cerrando la fila que habían formado. No tenia miedo, pero cierta intranquilidad le había tomado el cuerpo y no le permitía guardar su espada. Empuñando la varita con la mano izquierda apuntaba al suelo tratando de iluminar sus pasos para no alterar a nadie más. También se encontraba atento a todo lo que pudiese suceder a su alrededor, no quería que lo sorprendieran de nuevo.

<<Más nos vale salir rápido de aquí>>.

OffRol: Bueno profes, he corregido lo que me habían pedido de la historia... ahora parece un poco más real y no tan como de cuentito "había una vez". espero les guste

pd: se que me falta un link pero despues lo pondré cuando lo postee.

~Maxwell Atkins Frostbreath

-Para nada Mia, puedes decirme Max sin problemas, y de nada por cierto- le dijo el muchacho con una sonrisa. Su aspecto cortés y amable solo era una parte de él, una parte que se manifestaba solo cuando la otra persona lo merecía. En cambio su otro aspecto podía ser cruel y mucho más oscuro de lo que a simple vista aparentaba.

-No creo que la arruinemos Mia, simplemente vamos a hacerla un poco divertida. Será como un juego. Doloroso, pero juego en fin- Parloteo con gracia. No pensaba en hacerle daño y mucho menos matarla. No se lo merecía o por lo menos no le había hecho nada malo a él, como para merecerlo. –Vamos no te preocupes, será divertido- agregó dándole ánimos a la chica.

Cuando la dama sacó su varita, Maxwell la copió, y apenas esta, terminó de sentenciar aquella palabra, profirió un Protego que le absorbió todo el poder del hechizo, haciendo desaparecer el rayo que se dirigía hacia él, con un destello luminoso. Quizás tendría la oportunidad de atacar en algún momento. La adrenalina comenzaba a correr por su cuerpo, era la primera vez que empuñaba su varita contra otra persona en un duelo.

-Vamos Nicole, no te preocupes que esto es solo una práctica, compañera- dijo mirando expectante aquellos ojos que le prestaban atención a cada uno de sus movimientos. Trataba de darle ánimos y a la vez calmarla ya que había dejado bien en claro que, los duelos, no le gustaban. El Atkins no tenía pensado causarle daños físicos o dolores para que la muchacha no tuviera una mala experiencia y así poder quitarle esa repulsión hacia los duelos, que arrastraba.

-Rictusempra- espetó, apuntando a la muchacha. De la punta de su varita salió un rayo plateado que de impactar a Mia provocaría que estalle en risas por la inmensa cantidad de cosquillas que le provocaría, perdiendo todo el turno si no lo anulara. La idea de ver a la joven riendo en aquel momento tenso lo relajaba y hasta lo hacía sonreír. Quizás la muchacha entendiera que en los duelos no siempre debe haber daños.

-Hora de reír muchacha- dijo con gracia, mientras veía al rayo salir dirigido hacia Nicole.

~Maxwell Atkins Frostbreath

Maxwell había elegido aquel lugar para el duelo. Dejando de lado la belleza de aquel páramo blanco lleno de pinos, había pasado mucho tiempo en ese bosque y lo conocía como a la palma de su mano. Le traía recuerdo de su niñez y de aquellos juegos que inventaba para pasar el tiempo, como saltar de árbol en árbol o jugar con los animales silvestres. Sus emociones y su nostalgia eran muy grandes cuando presenciaba aquel hermoso lugar.

Estaba parado en el medio de un claro, en el bosque de pinos. Todo estaba nevado y blanco. Las copas de los árboles, el suelo, hasta él tenía nieve sobre los hombros. Algunos animales lo observaban, curiosos y anónimos, desde la espesura del bosque que lo rodeaba. El suelo estaba cubierto por nieve y se podía ver a simple vista algunas rocas muy grandes como para ser movidas por hechizos. Algunas ramas rotas por el viento se encontraban dispuestas alrededor de los árboles.

<<Quizás deba esperar a Mia>> pensó con caballerosidad. Era algo muy habitual en él, aquella cortesía.

Max estaba vestido con una camisa blanca y un saco negro con unos relucientes botones dorados. Llevaba la capucha puesta, la cual le sumergía su rostro en un mundo de sombras, lo único visible eran sus verdes ojos. También lucía un pantalón azul abrigado y unas botas para la nieve de color negro. Debajo de su manga izquierda llevaba su varita enfundad. Sus manos estaban recubiertas por unos guantes marrones cuya finalidad era que no se le congelaran.

-Blanca siéntate aquí y quédate- dijo a su loba tratando de poner en práctica algo de lo que le había enseñado. Le había ordenado que permaneciera cerca de la línea de los árboles, lejos de la zona del duelo para que no sufriera el fuego cruzado.

<<Espero que se abrigue como le dije en la carta>> estaba un tanto preocupado, no deseaba que su contrincante se congelara antes de comenzar el duelo.

Y allí estaba, parado en el medio de la nieve ansioso por el duelo. Observaba todo a su alrededor, tratando de ver que podría aprovechar de su entorno para el duelo, pero no había mucho. Algunas piedras pequeñas y algunas ramas que no causarían mucho daño y nada más. Solo tendrían que valerse de sus hechizos para el combate, por lo que casi sin pensarlo comenzó a recordar aquellos hechizos neutrales que sabía y también los de defensa y curación que serían casi vitales.

El sol brillaba en la mañana despejada cuando su contrincante apareció.

-Buenos días Mia. Espero que te hayas abrigado y que no te haya sido difícil llegar- dijo observándola. -¿No es una hermosa mañana?- agregó con una sonrisa.

~Maxwell Atkins Frostbreath

-Lo siento por la lágrima, no pude evitarlo. En mi pasado perdí a toda mi familia adoptiva y quedé un poco sensible ante la muerte de familiares- excusó tratando de saltar aquel mal momento.

El comentario que largó Juliene le pareció algo entraño. No se le ocurría lo que la mujer trataba de decir por lo que hizo oidos sordos y atendió al chiste que vino después. Sonrió ante aquello y se la quedó mirando mientras espetaba algunas carcajadas. Trataba de recordar algún trago fuerte que pudiera gustarle, sin que terminara desparramado por su cara.

- Por lo que veo se te dan las bebidas fuertes...Hay un licor italiano que quizás te guste- inquirió mientras buscaba al mozo. -Mesero, una botella de Limoncello, por favor- pidió rápidamente antes de que se escabullera de nuevo.

Una botella envuelta en escarcha apreció ante ellos. Sirvió una copa para cada uno y rogó que esta vez fuera de su agrado. El dulce y helado licor de limón recorrió su boca con un estallido de calor. Era la bebida más fuerte que conocía y con un poco de suerte podría beber unas cuantas medidas antes de necesitar aire fresco. Mientras tanto, trataba de observar la reacción de la joven.

-Esto es lo más fuerte que conozco. Está preparada a base de alcohol y limón, y nada más- le comentó para luego espetar -Espero que te guste-.

El calor comenzaba a tomar su cuerpo desprevenido y el suave mareo que producía aquel buen licor le nublaba la vista. Quizás ya fuese hora de ir saliendo a tomar ese aire fresco que tanto anhelaba. Afuera la noche estaba despejada y estrellada, las suaves brizas eran relajantes y el olor del verano se sentía por doquier. De tanto en tanto un ráfaga revolvía las hojas caídas del suelo.

-¿Te parece si vamos afuera y me terminas de explicar lo que dejamos en el callejón?- preguntó el Atkins. -Aquí el ambiente ya se puso denso para mi gusto-.

~Maxwell Atkins Frostbreath

La cara que puso su profesora, era lo que necesitaba para darse cuenta de que su propuesta era totalmente desconocida para ella. En aquel mundo mágico los estudios muggles no tenían tanta importancia como el pensaba, por lo que era muy factible que nadie conociera aquella ley que intentaba explicar. Definitivamente tendría que aprender a disimular todo aquello que había aprendido de los muggles, aunque tanto le gustara. También habían surgido otras propuestas pero la más viable era a que había dicho su compañera Kendall. Una cuerda, efectivamente, era mucho más sencilla, eficaz y rápida que escobas o leyes físicas.

Uno a uno, los alumnos, fueron tomando la cuerda para escapar de aquel espejo congelado que lentamente se fracturaba y cedía. Dejó que primero se afirmaran a la cuerda sus compañeros para luego, detrás de Mia Nicole, ir él. El hielo los apuraba, debían salir a paso ligero o no llegarían a la orilla. Al mirar atrás pudo ver como su profesora, que estaba aislada por culpa del hielo fracturado, les deseaba suerte y desaparecía para dejarlos solo y ponerlos a prueba.

Max permanecía en silencio, pensando las posibilidades para escapar si en algún momento los alcanzaba el agua helada. Sabía que no tendría mucho tiempo antes de que su cuerpo se entumeciera a causa del frío, y trataba de recordar algún hechizo para encender fuego en la orilla, por si lo necesitaban. La adrenalina le obsequiaría algunos minutos más de vida, si caía al agua, pero luego se los cobraría con creces cuando su cuerpo se enfriara.

La niebla que rodeaba aquel espejo de agua se hizo más densa, de repente. Era como si alguien la hubiese invocado por algún motivo, como si dos manos de humedad los atraparan. El aspecto tétrico que había tomado el lugar heló la sangre del joven castaño. El miedo y la adrenalina recorrían su cuerpo de pies a cabeza estremeciendo cada parte de su anatomía, hasta que de repente la humedad y el frío le calaron los huesos y le taparon la boca y la nariz.

Estaba bajo el agua, y delante de él podía ver a Mia que luchaba por salir a flote. Sabía que no debía desesperarse o moriría en muy poco tiempo, por lo que manteniendo la calma ayudó a su compañera a salir a la superficie para luego buscar una forma de salir de ahí. Quizás la misma cuerda que los remolcaba a la orilla los podría ayudar.

-No te desesperes Mia o te ahogarás- dijo a la muchacha mientras buscaba la cuerda. – Sal tu primero, yo trataré de empujarte- agregó mientras le colocaba aquella húmeda soga en las manos y comenzaba a empujarla hacia arriba.

El frío le congelaba los huesos imposibilitándole el libre movimiento, por lo que se movía torpemente, pero lo suficiente como para mantenerse a flote. Ni bien salió su compañera, se aferró a la cuerda y comenzó tirar tratando de salir. Supuso que sus compañeros lo estaban ayudando sino no tendría formas de explicar lo poco que le costó llegar a la orilla.

-Incendio- dijo, apuntando a un conjunto de ramas que se encontraban a su costado. –Debemos conseguir más madera o nos congelaremos- alertó el muchacho mientras castañeteaba los dientes con ferocidad. No sabía en que momento había retirado su varita de la funda, pero la tenía en la mano.

Off Rol: Profes, compas! acá esta mi rol, si alguien desea seguirlo y en cuanto a la tarea de off aquí está y la aprobación está aquí. Oficialmente tengo una elfina

Luego de dar unas cuantas vueltas por el ministerio, el joven Maxwell entró en aquel departamento. Tenía que registrar a su elfina doméstica Morina o sino tendría problemas. Así que allí estaba, parado frente a la puerta, rogando que no hubiese tanta gente. Este estilo de trámites le molestaba ya que la vida le había regalado el don de la poca paciencia.

Abrió la puerta y pasó para dedicarse a observar donde debía presentar los papeles para el registro. Leyó uno a uno los carteles de aquella sala hasta que por fin encontró el que necesitaba y mientras sacaba el pergamino del bolsillo se acercó a paso ligero.

-Tengo preparada la ficha, deseo registrar a mi elfina- dijo con delicadeza y amabilidad, mientras le enseñaba aquel royo amarillo al empleado.

Ficha para el Registro de elfos.

• Nombre del elfo: Morina
  • Indicar si sirve a un mago/bruja, familia o negocio: Mago
• En caso de servir a un mago/bruja
  • Nombre del mago/bruja: Maxwell Atkins Frostbreath
  • Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: 0 años y 1 mes
  • Nombre de quien lo registra: Maxwell Atknis Frostbreath
• En caso de servir a una familia o negocio.
  • Apellido de la familia/nombre del negocio:
  • Tiempo que lleva sirviendo a la misma: (indicar tiempo en años y meses)
  • Nombre de quien lo registra:
• Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de la familia para la que sirve el elfo: Ficha

Hola hola! queria poner la boveda familiar que me falta y mi madre adoptiva. aqui les dejo todo:

Familia(s):

*Atkins

*Stark

Padre(s) sanguíneos:

Ashley Atkins (madre)

Padre(s) adoptivos:

Pandora Stark (amiga)

Bovedas:

Link a Bódeva familiar 2: Bóveda de la Familia Stark

Muchas graciiiasss! nos estamos viendo el 11 de nuevo!

~Maxwell Atkins Frostbreath

-Puedes estarte tranquila que si no fueses buena compañía, por lo menos para mí, no estaría invitándote a una cerveza ni estaría hablando contigo- dijo el muchacho con delicadeza. A Maxwell no le gustaban las malas compañías y tenía facilidad para darse cuenta quien podría hacerle bien y quién podría hacerle mal. -Además, si tú no me hubieses chocado ni hablado en el callejón, yo no estaría aquí y tampoco habría encontrado a mi familia.- agregó, dando a entender que nada sucede por coincidencia.

La joven de ojos verde bebió otro trago más. <<¿Es que acaso no tiene tope esta mujer?¿ O tiene un hígado de hierro?>> pensó el Atkins inquieto. Por un momento, mientras saboreaba el alcohol en su boca, se puso pensativa y un tanto seria, pero después esbozó una tímida y divertida sonrisa lo que le que le provocó cierta sensación de extrañeza a Max. Quizás estuviese recordando algo, o quizás solo le hubiese parecido graciosa la situación. Al fin y al cabo dos extraños se habían encontrado dos veces, sin ningún aviso previo.

La castaña bebió otro trago luego de preguntarle el nombre a Max. Cuando este le respondió, inmediatamente, quedó cubierto de cerveza de miel y saliva. Eso le pareció un tanto asqueroso, pero la muchacha se disculpó antes de que pudiera pensar cualquier cosa, al fin y al cabo no era normal que las personas se escupan en un bar.

Las disculpas venían acompañadas de interés sobre el apellido y sobre Leah Atkins en especial. -Es mi tía y Ashley Atkins es mi madre, pero ella a muerto- dijo dejando escapar una lágrima. Se había enterado tantas cosas y tan rápido que su corazón no podía digerir semejante tristeza en tan poco tiempo. Pero ese no era el momento para llorar y menos para aburrir a May con su tristeza, estaba en un bar y no en un cementerio.

-Entiendo que estuviera asqueroso… pero ¿tanto como para escupirlo… y en mi cara?- dijo el joven Atkins en tono gracioso mientras se limpiaba la cara con el dorso de su manga. – Yo lo hubiese aceptado con gusto- agregó obsequiándole una sonrisa. –Bueno entonces si la cerveza de miel no te gusta ¿Qué quieres tomar? Yo invito-.

~Maxwell Atkins Frostbreath

-Esta ves estoy ubicado- dijo después de reir. -Solo vine a pasar el rato y por lo que veo, conseguí buena compañía- prosiguió regalando una sonrisa a la mujer. Su conversación en el callejón nunca había terminado. Ni siquiera había comenzado, apenas habían intercambiado unas palabras y ahora tenía la posibilidad de proseguir.

<<Me hizo quedar como un bebe de pecho>> mientras veía como la mujer se tomaba el vaso de aguamiel de un trago. -Ten cuidado con eso, es pesado para el estómago- le susurro con preocupación. Ya una vez le había pasado y los resultados no habían sido nada buenos.

-¿Mi nombre? Maxwell Atkins Frostbreath, Max para ti- su nombre completo era demasiado largo. -¿Y el tuyo?- inquirió con curiosidad.

Hola! perdón las molestias y perdón el medio ( ya se que esto no debo preguntarlo por aquí ) pero ¿donde puedo ver la descripción de mi varita? por que con la remodelación de la ficha se borro y ahora no se donde ubicarla. muchas gracias y les pido disculpas una vez más.

~Maxwell Frostbreath

La mujer se estaba presentando a sus alumnos. Era alta, de cabellos dorados como la arena y de ojos azul oscuro, lo que combinaba a la perfección con su piel blanca. Su nombre era Juv Malfoy Haughton. Les estaba dando una pequeña charla sobre lo que serían las clases de duelo y sobre que era lo que buscaba que los alumnos aprendieran en esa clase.

Max estaba atento a la introducción de la profesora pero se le heló la sangre al escuchar y comprender que no iban a combatir con animales sino con los mismos profesores. Otra vez el miedo y la adrenalina colmaban su cuerpo y su mente. Cada vez le costaba más contenerlo pero trataba de permanecer insensible como una roca para no demostrar sus emociones. No quería que reconocieran su punto débil.

Trató de recordar los hechizos neutrales y las reglas de intercalación que había estudiando en los libros tratando de que no se le mezclaran. No quería acabar herido, muerto o peor, expulsado. Extrajo de un tirón su preciada varita recordando los hechizos de defensa que había aprendido y cuando alzó la mirada lo único que vio fue a su profesora apuntándolo con la varita, profiriendo un Desmaius.

El rayo azul que había salido de la punta de su varita ahora se dirigía hacia Maxwell que se encontraba a unos escasos siete metros. -Avis- inquirió cortante mientras les daba a los 12 pájaros que habían aparecido, la tarea de detener el rayo de la profesora. Las palomas absorbieron el hechizo de su alta y rubia adversaria antes de desaparecer. Luego de esta acción pensó el próximo hechizo defensivo que utilizaría, en el caso de que Juv atacara de nuevo. La adrenalina le corría por el cuerpo desde la cabeza a los pies.

-El juego a comenzado- dijo la profesora mirando a Vrael.

<<Entonces es hora de jugar>> pensó Max con una sonrisa picara en su rostro.

OFF Roll: Profes! esto algo escueto mi rol pero hoy ando bloqueado en fin, mi pregunta es ¿donde encuentro la descripción de mi varita? por que en la ficha no esta, la remodele hace poco y desapareció :/

~ Maxwell Atkins Frostbreath

El muchacho estaba postrado en la cama mirando el techo, completamente aburrido y sin nada que hacer. La soledad de su cuarto lo estaba desgarrando. Sus atención saltaba de la majestuosa luminaria a la ventana y de allí a la puerta, buscando algun movimiento o sonido para distraer su cabeza.

Decidió que salir a caminar sería más productivo que quedarse allí esperando que algo sucediera, por lo que se vistió con sus nuevas prendas y salió. Llevaba un buzo canguro, negro con un lobo en el pecho, con una capucha lo suficientemente grande como para taparle la frente dejando su rostro en la oscuridad, debajo una remera blanca, traía unos pantalones azul oscuro y unas zapatillas muy silenciosas. Debajo de la manga izquierda llevaba una daga larga y puntiaguda, especial para perforar cualquier blindaje.

Ya había caído la noche y le apetecía un trago, o algo para beber. Había caminado por horas observando y estudiando los movimientos de la gente y sus actitudes, a tal punto que las horas habían pasado y su garganta parecía estar llena de arena. De modo que comenzó a buscar algún bar, las lueces se prendían y se apagaban y al levantar la cabeza leyó "Taberna el Loro Tartamudo".

El nombre le pareció gracioso, pero borrando la sonrisa de su cara decidió entrar. Sería mejor que nadie lo viera sonriendo, en el caso de que lograran ver su rostro. El ambiente era cálido y festivo. Todos bebían algo, algunos borrachos derramaban sus vasos y otros dormían en algún rincón, pero nada parecía fuera de lo común.

Se acercó a la barra y se sentó en uno de los bancos altos. -Hidromiel, por favor- pidió lanzando algunos galeones sobre le mesa alta. Le llamó la atención la actitud de la mujer que estaba sentada a su lado, pero no se atrevía darse vuelta para mirarla, sería muy evidente y no quería tener problemas. Por lo que siguió examinandola hasta que se dió cuenta quién era.

-Otra hidromiel para la dama, yo invito- dijo mientras se daba vuelta. -Mira a quién me vengo a encontrar y donde- agregó mientras se retiraba la capucha para que la muchacha se diera cuenta quién era.

La brillante luna iluminaba la niebla que se encontraba por sobre la copa de los árboles, lo que lograba un efecto plateado tan hermoso como aterrador. El bosque siempre le había parecido tétrico pero jamás tanto como esa noche. Todo a su alrededor se alzaba imponente y lo único que no concordaba con el contexto, era ese pequeño grupo de alumnos coordinados por dos profesoras. Parecían estar en el lugar y momento equivocado.

Maxwell estaba algo inquieto. Por alguna extraña razón no podía quitar la mano de la empuñadura, como si se adelantar a un suceso próximo. Por dentro sentía miedo pero por fuera trataba de no expresarlo, ya que no quería que los presentes pensaran que éste era un miedoso. Suficiente espectáculo había brindado al llegar a la zona del encuentro con la espada en la mano y la varita en la otra.

<<Al fin y al cabo sentir miedo es natural, es una emoción que pone en estado de alerta al cuerpo>> pensó, recordando aquel libro sobre la psicología muggle y la conducta.

Luego de unos minutos, ya se había reunido una parte del grupo. No habían llegado muchos, eran apenas ocho personas contando a las profesoras, lo que haría que conocerse no resultara tan difícil y que la clase pudiese ser más personal. El joven Frostbreath era un tanto vergonzoso ante grupos grandes y dicha situación le favorecía por que, así, no le costaba tanto exponerse.

Rías Loveless, una de las profesoras, hizo un chiste como para romper el hielo y con un Lumus comenzó a iluminar el camino que tomarían. -Ahora que casi todos nos conocemos... corrección, ahora que al menos sabemos nuestros nombres, podemos continuar y les pido, que las preguntas sociales las dejen para más tarde- prosiguió Mia mientras esbozaba un sonrisa en medio de la frase.

<<Hora de comenzar a caminar>> pensó mientras la profesora les señalaba que siguieran a la Loveless. No sentía ganas de avanzar pero tampoco tenía ganas de quedarse en aquel lugar. Allí eran un blanco fácil para cualquiera. << Será mejor si permanecemos en movimiento y a cubierto entre los árboles >> el muchacho se lo estaba tomando muy enserio.

Desenfundando la varita con un movimiento rápido, espetó un - Lumus – nervioso. La sensación extraña de que algo pasaría, se tornaba cada vez más fuerte y, proporcionalmente a ésta, la fuerza con la que agarraba la empuñadura de “Loba”, su espada.

Se escuchaban algunos sonidos extraños, dejando de lado el sonido de los pasos del grupo. De repente, todo ruido quedó ahogado por aquel galope infernal que se dirigía hacia ellos. Maxwell pudo sentir, en una milésima de segundo, como su vista se agudizaba y su audición se ampliaba, tratando de identificar de donde provenía el sonido. Su codificación fue perfecta, por lo que decidió correr en aquella dirección con la espada en la derecha y la varita en la izquierda. Sus compañeros corrían a la par de él pero éste simplemente no los veía. Estaba más ocupado buscando un lugar donde refugiarse, mientras con agilidad y delicadeza esquivaba los árboles que se le aproximaban.

Decidió frenar cuando sintió como aquella estampida se alejaba de ellos. <<¿Pero que demonios a sido eso?>> pensó, aún alerta, mientras miraba como la Black examinaban que los alumnos no estuvieran heridos.-¿Porque se han desviado de su curso?- inquirió en voz baja mientras miraba las húmedas hojas del suelo. Lo entendió en el instante en que removió el suelo con su pie. Estaban en medio de un lago congelado que comenzaba a resquebrajarse.

Escuchó a su profesora decir – Tenemos que encontrar a sus compañeros… pero antes… tenemos que salir de aquí, estamos parados sobre el lago congelado y no deseo que caigamos dentro, que encontraremos criaturas a las cuales nuestra visita no le será grata, ¿ideas para salir? Y no se muevan.- con una respiración que demostraba una falsa tranquilidad.

-Profesora, hay una ley física muggle que podemos utilizar. Necesitamos arrojar objetos hacia la orilla contraria para resbalar hacia la vera más cercana- dijo Maxwell mientras señalaba por donde habían llegado. -¿Conoce algún hechizo que nos permita empujarnos?-.

Off Rol: Hola profeeeees. Edité para trarle la tarea off rol y aqui está! (este es el modelo de ficha que me gustaria presentar) esta es mi ficha original

Maxwell estaba parado afuera del imponente estadio. Allí se iba a dar la clase de duelo básico, pero no entendía por que un curso de esa característica, para principiantes, se iba a cursar en un lugar como ese. Le parecía extraño que no fuera en un aula de duelos común y corriente. Últimamente, desde que había llegado al mundo mágico, todo le parecía extraño y a la vez extremadamente interesante. Su vida había cambiado tanto luego de golpear esos ladrillos en el callejón, que todavía no entendía que había sucedido.

Así que allí estaba, parado frente a la magnífica construcción, la cual estaba rodeada de unas columnas de mármol negras como la misma noche, con el sol cálido y brillante acariciando su pálida cara y su corto pelo castaño claro. Las entradas, que simulaban ser inmensas bocas, se abrían para permitir el ingreso al estadio. Del otro lado se podía oír el murmullo de las multitudes, que esperaba un espectáculo.

De repente oyó una voz robotica que dijo -Que comience la contienda, ya les hemos dado suficiente tiempo para prepararse y enfrentar a sus demonios. Aunque puede que los demonios, ya les estén aguardando dentro de la arena…-

Por un momento el joven Frostbreath se congeló. Tuvo miedo pero instantáneamente pensó las palabras que aquel viejo loco le había dicho <<El miedo hiere más que cualquier arma>>, y armándose de valor y coraje decidió comenzar a caminar hacia aquella puerta con forma de boca. Al pasar pudo sentir como esta lo tragaba hacia el interior del estadio, lo que consideró muy extraño, jamás había sentido algo así.

Por un momento pensó que moriría, pero luego los vio. Allí estaban, un muchacho alto, joven, de cabello azul y pálido como la nieve del invierno, que parecía tener el mismo miedo que tenía Maxwell. Y a su lado una dama joven, bella, alta, de dorados cabellos y de figura atlética. Lo único que le llamaba la atención de la dama era su aspecto tenebroso. Si antes tenía miedo, ahora tenía ganas de salir corriendo de aquel lugar.

–Hola soy Vrael, quien les instruirá junto a mi compañera en el arte del combate para que sean unos sobrevivientes, daré lo mejor de mí al enseñarles al igual que mi compañera, pero simplemente son sus cualidades el manejo de sus fortalezas y debilidades lo que los llevará a la gloria – se presentó el muchacho, mientras Max trataba de recordar lo que había leído para comprender mejor la clase.

 

*si intercalara mi primer hechizo de rayo, al segundo hechizo de rayo de mi rival, entonces, ambos hechizos impactarían en sus objetivos. Ahora si yo decidiera usar un protego en lugar de un rayo, entonces podría atacar en mi segundo hechizo sin preocuparme por recibir daño.

 

*si intercalara mi primer hechizo de efecto al segundo hechizo de rayo de mi rival, el efecto de mi hechizo podría interrumpir el rayo del rival.

 

*ahora, si yo intercalara mi primer hechizo de efecto al segundo hechizo de efecto de mi rival, podría anular el efecto de mi rival. Esto será así siempre y cuando el efecto que utilice pueda anular el efecto del contrario.

 

*y por último, si yo intercalara mi primer hechizo de rayo al segundo hechizo de efecto de mi rival, mi hechizo de rayo no sería definible y mi contrincante podría defenderse, siempre y cuando utilice un protego o un evanesco.

Al cabo de un rato, luego de repasar la lección, decidió presentarse. -Profesora, profesor, buenos días. Soy Maxwell Atkins Frostbreath. Hace poco llegué de Rusia y la verdad es que soy nuevo en el mundo mágico, así que espero que me tengan paciencia- dijo en un tono humilde y tratando de parecer simpático a los profesores. Luego de esta corta presentación, agacho un poco la cabeza y retrocedió unos pasos para que los profesores siguieran con su clase.

OFF ROL:

Hola profes!! es un placer conocerlos, me llamo Maxi soy de argentina y soy quién maneja las cuerdas de mi personaje Maxwell Atkins Frostbreath. Yo comencé en el foro en 2011, hice generales pero luego abandoné por motivos personales y ahora decidí volver por que siempre me gustó el rol. Soy fanático de "Canción de hielo y fuego" así que más adelante verán que mi personaje lleva una espada en la cintura siempre (no lo quise poner ahora por que no se si está permitido). Soy estudiante universitario, estudio Psicología y bueno, no entiendo muy bien lo del duelo así que espero que me tengan paciencia con las miles de preguntas que les haré.

pd: en la tarea me confundí un poco por que en el tópic de sistema de duelos, es un tanto confuso. en el papel del Usuario B Maxwell se coloca así mismo.

Les dejo un saludito y muchos chocolates