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Naiara2010

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Mensajes publicados por Naiara2010

  1. Ya había varias personas en la pista de baile, pero antes de unirme tenía que hacer una cosa. Era incapaz de resistirme a tomar una copa de champán en una fiesta como aquella. Encontré copas de cristal y una botella de buenísima pinta. Me serví un poco, porque sino, para qué estaba allí. Se tenía que aprovechar la noche como fuese.

     

    Volví al grupo de gente que no estaba bailando, me hicieron un sitio entre ellos. Escuché a Leah preguntarme qué tal.

     

    -Bastante bien. Tenía ganas de divertirme, venir hoy aquí me vino genial- sonreí, dando un sorbo a mi copa.

     

    En cuanto Hermioneluna invitó a los demás a bailar, estuve a punto de proponerme. Pero antes Andy me respondió. Mejor me quedaba un rato, aparte de que tenía que acabar ese poco de champán que siempre quedaba en el vaso.

     

    -Yo también estoy bien. Y gracias, me pasaré a menudo por la sala.

     

     

    Finalmente fui a la pista de baile. Se escucharon unas de mis canciones favoritas y tampoco es que me importara bailar sola o en grupo. Pronto se hizo tarde, demasiado pronto y demasiado oscuro quedó todo, para mi desilusión. Me despedí de todos, preparada para soñar, mi afición favorita.

    ______________________________________________

     

    Me despertó el ruido que hicieron mis compañeras al despertarse, "solo cinco minutos más" estuve tentada de decir, como si aún durmiera bajo el techo de mi casa. Bostecé y me preparé, quedaba bastante para empezar la rutina, me sentaría en la sala común a ver el fuego y si se podía, dormir un momento más.

     

    -Buenos días, Andy- saludé al verle solamente a él.- ¿No vas a desayunar?- mi segunda idea era esa.

     

    ______________________________________________

     

    OFF:

     

    ¡Wola! ^_^ Os voy a felicitar de todo así que no os mareéis xD. ¡Feliz Nochebuena, feliz Navidad, feliz día de los Inocentes, feliz Nochevieja y feliz Año Nuevooo! Y si no hacía falta felicitar de algo, mejor que sobre y no que falte :P

  2. Mientras hablaba con Leah, miré a mi derecha cuando un chico llamó mi atención. Me saludó y se presentó, lo que me hizo pensar que era bien recibida en la sala. Sonreí y respondí a Andy:

     

    -¡Hola! Yo soy Naiara,- una chica llamada Hermioneluna, también me saludó, así que me dirigí a los dos.- Sí, soy nueva, gracias. Estoy bien, Andy. ¿Y tú?

     

    Volví a dirigir mi atención hacia Leah, esperando la ansiada respuesta. Todos parecían muy felices y se felicitaban unos a otros. ¿Un cumpleaños, un aniversario, un concurso, una fiesta sin más, una graduación? Pensé que tal vez estaría siendo maleducada con aquellos nombrados, por no darles mi enhorabuena.

     

    Felicité a Andy, Hermioneluna y Leah, eran de los pocos que recordaba que habían ganado... algo.

  3. Entré en la Sala Común tras un día agotador. Mi idea era ir directamente a mi dormitorio y dormir durante el resto de la eternidad, y así hubiera sido excepto porque al entrar, la música inundó mis oídos y vi a varias personas bailando, otras con copas en sus manos. Parecía una fiesta de lo más divertida, llegué a tiempo de escuchar unos cuantos nombres y qué habían ganado. Escuché el nombre de Marijo dos veces, ésta pareció entre sorprendida, extrañada y alagada.

     

    Parecía una especie de ceremonia, aunque no entendía muy bien qué era lo que estaba pasando. Los nombrados cogían sus diplomas sonrientes y empezaban a disfrutar de la fiesta. Pensé que podría estar fuera de lugar, aunque claro, como siempre mi curiosidad me venció y me acerqué a Leah, esperando no interrumpir nada.

     

    -Hola, Leah- saludé a mi compañera con una sonrisa.- ¿Qué está pasando? Solo sé que hay una fiesta, pero ¿por algo especial?

     

    Reconocí un par de caras según iba mirando la sala. La gente bailaba y bebía, poco me iba a faltar a mí para soltarme también, siempre y cuando no fuera una intrusa. Creí haber visto a Kamy entrar también a la sala, lo más probable que ya se hubiera retirado. Luego la buscaría.

     

    Mientras esperaba una respuesta, disfruté de la buena música, la canción que estaba me encantaba y moví la cabeza al ritmo de la percusión.

     

    ____________________________

     

    OFF:

     

    Hola, ¿soy una intrusa? x) Vengo a acoplarme, aunque me da pereza leer 63 páginas enteras O.O (se comprende la imposibilidad de ello, ¿no? :P ). Que alguien me diga qué pasó =D , por si acaso felicidades a los nombrados!

  4. Llegué a la sala del examen de Aparición. Estaba visiblemente nerviosa y para nada decidida. Esperé unos momentos a que mis compañeros se examinaran, todos se concentraban muchísimo en la tarea y dejé que mi mente vagara, para evitar desmayarme, e inventara que las cabezas de los examinados explotaban de tanta concentración. Se me escapó una risita y algunas personas me miraron molestas. Tragué saliva, avergonzada.

     

    -Perdón-, dudé si volvieron a prestarme atención para escuchar mis disculpas, tampoco importaba mucho, no me estaba riendo de nadie, solo de mi locura.

     

    Si conseguía la Licencia de Aparición, podría evitarme retrasos en la Academia mientras buscaba el camino correcto a cada aula... si es que me dejaban aparecerme. Sí, esto tendría su utilidad en muchas más cosas. Comencé a llenarme de aire positivo, respiré en abundancia, relajándome.

     

    Cambié de distracción. Ahora memorizaba cada rincón de la sala y cada telaraña, para no tener que mirar varias veces a donde tenía que aparecerme. Ese jarrón se iba a caer si no lo ponían en otra estantería, en la que estaba parecía que se caería por su antigüedad. Di un respingo cuando me llamaron, no, no estaba preparada. Fue una mala idea tan solo intentarlo, ¡podría perder un brazo! Tosí, espirando todo el aire positivo y llenándome del pesimismo, como siempre.

     

    -Oh, no...- susurré tan bajito como pude. Tenía la opción de escapar de allí, como hice con el formulario. ¿Llegaría a ser tan cobarde?

     

    -¡Naiara Cano!- Volvieron a llamarme, esta vez con más fuerza.

     

    Antes de que pensaran que no me hallaba en la sala, corría hacia el círculo desde el que tenía que aparecerme... y acabar herida. No era una cobarde, solo... solo estaba muerta de miedo. Miré hacia mis pies, tratando de recordar cómo se hacía aquello. A mi derecha se encontraba el otro círculo, a una distancia considerable. Tomé una bocanada de aire y cerré con fuerza mis ojos. Las tres D's, las iba a lograr. Iba a lograrlo.

     

    Antes de fijarme en ello, inventé un ritual de relajación, para tener la mente despejada y realizar bien mi tarea. Borré cualquier distracción de mi memoria traicionera. Desamores, muertes, pérdidas, sorpresas, aventuras... Las fui acumulando todas en un rincón de mi cerebro, el cual estaba en desuso, sin intención de llamarme cabeza hueca. Me mordí el labio, poniendo como mi única meta llegar al círculo brillante del otro lado, como si allí estuviera mi alma y mi vida. Pensé tanto en ello, que si no lo conseguía me desmayaría y me consideraría muerta.

     

    Destino: Los detalles, los que me fijé antes. Ah, sí. Está justo al lado de la estantería antiquísima. El círculo a mi derecha. Sobre mis oscuros párpados volvió a formarse la imagen de la sala, pero sin verla realmente. Mi convencimiento llegaba a extremos como que si yo levantaba la mano, tocaría ese círculo y ese jarrón a punto de caerse.

     

    Determinación: La imagen de la sala la movía como una foto hasta el círculo vacío. Poco a poco me dibujé empezando por los pies, hasta el último pelo verde y castaño de mi cabeza. Ahí estaba, en el círculo de la derecha, en mi destino. El sentimiento de triunfo solo estaba allí, tenía que ir, sin andar o volar. Es más, tenía que llegar, debía hacerlo. Iba a coger ese jarrón agrietado y lo pondría en un punto más a salvo. Ese objeto decorativo, se convirtió en un ser vivo al que quería salvar de la muerte. Ahuyenté de mi cabeza el pensamiento "exagerada" y repetí todo desde el Destino, por si acaso.

     

    Deliberación: Al fin llegué a la última D. Esto empezaba a darme dolor de cabeza, bastante fuerte, aunque seguí, ignorando las agudas punzadas. Ya estaba allí en mente, ahora solo faltaba poner en ese lugar mi cuerpo. Tenía los brazos entumecidos, ya que no notaba que estuviesen conmigo. Traté de dar una vuelta sobre mí misma, que quizás acabó en varias. No lo sabía, solo que iba a vomitar. No abrí los ojos, no dejé de concentrarme, no paraba de girar sintiéndome ridícula. Noté una absorción de la nada, que tiraba de mí hacia delante, haciéndome perder el equilibrio. Creí que mis pies se despegaron del suelo, que yo volaba y me atrapaba ese torbellino invisible.

     

    Dudaba mucho que mis pies estuvieran levitando, pues sentía el suelo. ¿El suelo también estaría en el aire? Entonces, todo se detuvo. Abrí rápidamente los ojos, asustada de que me fuera a caer. El equilibrio y la sensibilidad de mi cuerpo volvió hacia mí con una rapidez impactante. Respiraba de forma irregular por el susto, miré mis brazos, sintiendo alivio de encontrarles donde debían estar. Y feliz, sabiendo que lo había conseguido, esbocé mi mejor sonrisa a la examinadora.

     

    Me fijé en que ahora tenía a mi alcance el jarrón con vida. Lo cogí, ante la mirada expectante de todos, y lo puse en la estantería de al lado. Ahora estaba a salvo y tan seguro como yo, de que había conseguido aquella prueba. La Licencia era mía, tenía que pensar así, aprender que el pesimismo no me llevaría más que al fracaso. Yo quería éxito, cómo el que ahora tenía dentro de mí.

     

    Había valido la pena asistir al examen, y quizás me aprobaran. Ojalá fuera así, casi estaba agonizando y no sabía si del pánico o de la concentración. Me dirigí a mis compañeros de Rol Básico XXX, esperando los resultados como ellos. Me senté en una silla y enterré mi cara entre las manos, ¡menuda experiencia! Tal vez para repetirla, aunque el imán que me atraía hacia la nada y me expulsaba en mi objetivo, daba escalofríos. Miré con curiosidad todas mis uñas, ninguna parte se había quedado atrás, todo seguía en su sitio.

     

    El siguiente en examinarse comenzó a hacer acuerdos con su mente de su Destino, Determinación y Deliberación. Recordé lo que hice y devolví cada una de mis distracciones de memoria al lugar donde mi mente podía jugar con ellas sin cortarse. Además de añadir un nuevo recuerdo, aparecerse SÍ dan ganas de vomitar. Pero me daba mucha vergüenza hacerlo en ese momento, por lo que el baño se convirtió en mi próximo objetivo y si aprobaba, allí aparecería.

  5. Callejeaba por el Londres mágico, preguntándome cuándo encontraría el Ministerio. Mi caso era un verdadero desastre y, con un poco bastante de suerte, conseguiría aprobar el examen de aparición más tarde. Tras las clases de la Academia, las pociones, los objetos mágicos, los hechizos... Seguían llamándome mucho la atención, definitivamente, la magia nunca dejaría de ser un misterio asombroso para mí. Evitando a toda costa hablar con duendes, pregunté a algunos magos y brujas a dónde me dirigía para ir al Ministerio de Magia.

     

    Por fin, evitando mi desesperación, vi de nuevo ese increíble edificio. La última vez, todo el personal parecía muy apresurado. ¿Seguirían igual de estresados o sólo fue ese día en concreto? No sé ni para qué me lo preguntaba, al entrar ni me sorprendí de ver todo tal cual lo recordaba. Incluso esos papeles abandonados parecían del decorado, me imaginé a alguien corriendo a su oficina con miles de papeles en sus manos, escurriéndose y de vez en cuando cayendo.

     

    Por pura curiosidad, me acerqué a ellos y los hojeé. Mi impresión fue tal, que casi se me cayeron de las manos, eran precisamente formularios del Departamento de Transportes Mágicos. Miré de un lado a otro, nadie parecía echarlos de menos. Como la última vez que acudí allí, fue para averiguar cosas sobre los departamentos, sabía perfectamente dónde se encontraba éste. Subí en el ascensor, suplicando para no asfixiarme entre tanta gente. Creo que lo peor fueron los numerosos perfumes, habría sido una gran experiencia desmayarme por primera vez, pero no había tiempo para eso. Cogí aire y dejé de respirar.

     

    Solté todo ese dióxido de carbono acumulado en mis pulmones y me encaminé hacia mi destino. Todo el mundo parecía bastante ocupado como para reparar en mi presencia, por lo que dejé diez formularios sobre un escritorio cualquiera y rellené el mío mientras tanto.

     

    Formulario del examen de Aparición:

     

    Ficha de Identificación Personal:

     

    • Nombre del examinado: Naiara Cano.

     

    • Enlace a su ficha personal: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=95552

     

    • Persona a la que se avisará en caso de terminar en el Hospital San Mungo: Deiwan Rambaldi.

     

    Consentimiento Informado:

     

    La aparición/desaparición es un conjuro avanzado que permite al que lo dice desaparecer de un sitio y reaparecer en otro instantáneamente. Para lograrlo se debe pasar por un entrenamiento exhaustivo y poseer un gran dominio de las 3 D's: Destino, Determinación y Deliberación.

     

    Como todo hechizo realizado por un mago novato tiene su riesgo, puesto que si el mago no se concentra bien en las 3 D's podrían ocurrirle terribles consecuencias que lo mandaría directo a San Mungo. Por este motivo el Departamento de Transportes Mágicos no se responsabiliza por las posibles lesiones con las que pueda quedar su hijo, ya que sólo depende de los examinados el dominio y la correcta realización del conjuro.

     

    Cabe destacar que el aprobar el examen de aparición es vital dentro de la vida de todo mago, es por este motivo que es tan importante que los alumnos se preparen bien para que rindan un buen examen.

     

    Yo, Deiwan Rambaldi , (parentesco que le une a ti; si es alguien ajeno a la familia, coloca "tutor/a") de Naiara Cano, he leído y comprendido el presente informativo, asumo los riesgos que mi ahijada corre al realizar el examen de aparición y libro de toda responsabilidad al Departamento de Transportes Mágicos.

     

    Firma del responsable: Deiwan Rambaldi

     

     

     

    Menos mal que siempre guardaba una pluma en mi bolso. Revisé lo escrito y me incorporé de la silla donde había decidido sentarme minutos antes. Prácticamente me dirigí hacia una persona al azar, por una corazonada. Bien podía dejar mi formulario rellenado entre otros con una aspecto parecido o era amable y le daba el formulario con un saludo. Temí que me dijeran algo, así que opté por la segunda opción.

     

    -Hola, ¿le entrego a usted el formulario?- pregunté dudosa. Recibí una respuesta afirmativa y lo dejé allí.

     

    ¿Y ahora qué? Me encontraba perdida. Me fijé en que mis compañeros pasaban a una sala para el examen. Tenía que escapar, antes de que me dijeran algún error. Entré detrás de Kamy, alegrándome de que ella estuviera también allí. Aunque para mi desilusión, Janine no. Ella debía de estar en su casa, pues no había recibido más noticias suyas, su último mensaje fue una disculpa por no ir conmigo a clases.

     

    Olvidándome del examen, de manera intencionada y así evitar el miedo, la vergüenza o el puro pánico, entré en la sala.

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