Isobelle Ryddleturn S.

Ayden

Elfina de Isobelle Selwyn

Nick: Isobelle Ryddleturn S.
ID: 114844
Conocimiento: Conocimiento de Maldiciones
Nivel de Magia: 1
Link a la Bóveda: Aquí
Link a la Ficha: Aquí

<<Hogar dulce infierno>> Nala gruño a su lado, irritada por el viaje. Isobelle le dedico una breve sonrisa, recordando la primera vez que ambas habían visitado el castillo de su familia. Aquella vez, la leona tampoco había disfrutado de la aparición. Estaba segura que esta vez, el viaje había sido igual de incomodo para el animal.

Su mirada regreso a la edificación de piedra que se erguía imponente ante ella, su rostro serio e impávido. Su corazón latió una única vez, el único indicio de lo emotivo del momento. Estar de nuevo dentro de aquellos terrenos era algo agridulce para la Selwyn. Se había prometido no volver y sin embargo aquí estaba, frente al castillo que la vio crecer. El hogar que añoraba y odiaba con todo lo que le permitía su corazón. Era un lugar de alegrías y tristezas, pero era su hogar. El único lugar en el que podría sentirse medianamente completa.

Nala volvió a gruir con impaciencia, sacándola de sus oscuros pensamientos. Isobelle suspiro y decidida subió los escalones a la puerta de entrada. No se detuvo a tocar, no creía que fuese necesario. El calor del interior la envolvió con dulzura y con algo de esfuerzo, se obligo a inhalar profundo. Los aromas de su infancia envolvieron sus sentidos, incienso, clavo y canela, flor de jazmín y lavanda. Otros nuevos como el de la madera recién pulida y calabazas hacían acto de presencia. Sus ojos del color del zafiro recorrieron el Hall, tomando todo a su alrededor y archivándolo en su memoria.

—Eliah —Exclamó con aquella voz profunda y melodiosa como campanillas distantes que la caracterizaba; su fuerte acento inglés ahora influenciado por su estadía en Oxford. Su hermana se encontraba en una profunda conversación con una chica a quien no reconocía. Isobelle hizo ademan de acercarse (algo más emocionada por el rostro familiar) cuando un movimiento a su derecha llamo su atención.

Su respiración se detuvo por completo y de su garganta se escapo una pequeña y casi inaudible exclamación. Su madre la observaba desde el oleo viviente que guindaba en la pared. Lyra le sonreía discretamente, uno de los pocos rasgos que Isobelle había heredado de la demonio. Una lagrima de sangre escapo de su ojo izquierdo y su corazón volvió a latir una única vez en su pecho.

—Mamá...

Yei!! Ya estoy escribiendo el rol del castillo jaja

¡Tengo una hermana!

Jajaja tenía que ser sanguínea, no aceptaría menos

Formulario de Registro y adopción para la familia Selwyn:

• Nick: Isobelle Ryddleturn S.
• Ficha del personaje: Aqui
• Bóveda personal: Aquí
• ¿Qué parentesco quieres tener? Hija ¿Con quien?: Quisiera ser hermana de Eliah, quisiera que Katara siguiera figurando como mi madre en honor a ella. Por favor (:
• ¿Quieres que la Selwyn sea tu familia sanguínea o adoptiva?: Quisiera que fuera mi familia Sanguínea, prometo hacer los cambios necesarios en mi ficha jajaja
• ¿Tienes elfos? ¿Cuales?: Si, tengo 4 elfos. Ayden, Polaris, Avalon y Elenya.
• ¿Quieres que tus mascotas aparezcan en el topic del castillo? ( si es si pon su nombre, raza y describe lo que quieras): Tengo tres mascotas; Nyx (un buho nival, hembra de Plumaje blanco con manchas rojas en las puntas de las alas y sobre el pico). Kirara (hembra, pelaje gris con las patas y el pecho blanco) y Nala (leona adulta de pelaje blanco y ojos dorados que siempre acompaña a Isobelle)

Creo que aun se como postear jaja. Hola chicos, vengo a pedir que se me permita formar parte de la familia Selwyn. Me encantaría formar parte de la Selwyn una vez mas. Espero me dejen. Eliah, me encanta que quisieras revivir el legado de katara, espero ser parte de el por mucho tiempo.

Besos de chocolate!

Nick en hl.org: Isobelle Ryddleturn S.

Nombre: María José

 

Casa de Hogwarts: Slytherin

País: Venezuela

 

Ya que vuelvo al foro después de bastante, lo mejor es comenzar desde cero supongo (:

—Isobelle Ryddleturn.

Fue la última en presentarse, su acento escocés ligeramente marcado en su voz de contralto y una ligera sonrisa bailando en sus labios. Aquella mañana el sol brillaba sin impedimento y el clima —usualmente frio — era caluroso.

—Disculpe mi demora —Había sido la última en llegar, un error que estaba segura, no volvería a cometer. Su mirada de azul recorrió los rostros de sus compañeros, todos desconocidos para ella. Otra rápida mirada hacia su instructora, otra desconocida. <<No por mucho, esperemos>>

<<Que bien se siente eso>> Los rayos del sol cosquilleaban sobre la piel de sus brazos descubiertos y la ligera brisa hacia bailar su cabello negro recogido en una cola desordenada cola de caballo. Ropas muggles cubrían su figura, un par de shorts negros, franela verde esmeralda sin mangas que dejaba entrever su corpiño de encaje negro y un par de botines de piel de dragón, negras. Un atuendo extraño para alguien de su bando.

—No he tenido mucho contacto con ellas, he lanzado algunas y se lo suficientes sobre ellas, al menos en teoría. —Respondió con indiferencia. Había leído sobre todo tipo de maldiciones y la manera de realizarlas pero reconocía que carecía de la práctica y la disciplina para controlarlas.

<<Aprender a defenderte tampoco nos caería nada mal>> Hizo caso omiso del demonio en su interior. Si, no sabía defenderse mucho pero para algo había pagado aquella clase, para aprender a lanzar y defenderse de maldiciones. Punto. Una sonrisa por un par de segundos en los labios de la vampiresa, antes de que su rostro regresase a la máscara de indiferencia que últimamente reinaba en la Selwyn.

Se veía extraña, debía reconocerlo. Llevaba un par de shorts negros, una holgada camiseta sin mangas color burdeos que mostraba su brasier negro de encaje y el nuevo tatuaje en bajo su pecho izquierdo. Su cabello negro iba recogido en una coleta y en sus pies, un par de tennis negros. Esta vez la comodidad le había ganado al estilo y se había puesto lo más sencillo de su armario.

—Vamos por el café— Exclamó a nadie en particular. Tomó el ejemplar en su mesita de noche, un libro grueso de donde había sacado las frases que ahora descansaban bajo su pecho. Valar Morghulis, Valar Dohaeris

Se apareció en una de las tantas callejuelas del Callejon Diagon. El sol hizo cosquillas sobre su piel y su humor se elevo, amaba el sol. Animada, recorrió buscando entre los restaurantes, el negocio familiar que aún no había visitado. Tardo un poco pero una vez que lo vio, le parecio totalmente encantador, con su extraña forma y colores.

El interior le encanto, sus ojos buscaron a la dueña del lugar pero no la vio, tal vez estaba en su despacho. Se acerco al mostrador con total la elegancia de su caminar y busco entre los menus, algo que se le antojara.

—Una empanada de pollo y hojaldre y un cappuccino, por favor— El ligero acento irlandes emergió a lo largo de su pedido, una sonrisa en sus labios bailó. — ¿Se encuentra Lyra?

@@Aine Malfoy ok tengo una duda. Me acaban de mencionar en un post pero nunca me llego la notificación, me di cuenta porque entre al topic y me vi mencionada. No es algo que suele pasar, así que no se si aplicar a esto o no. Me gusta mucho mi nick pero si va a hacer un incoveniente a la hora de las menciones, entonces estoy dispuesta a cambiarlo...¿puedes ayudarme?

Buenas buenas, paso para pedir el cambio de mi ficha, no dejo el bbcode porque supuestamente así es mas sencillo. Gracias, por adelantado!

Si salen los enormes espacios, podrían arreglarlo? Ya me tienen loca xD

Hola hola!

Si se que no paso mucho por aquí En fin, paso para avisar que cambie de Nick...solia llamarme Rosalie Ryddleturn H, pero mi personaje dio un giro y le cambie hasta el nombre xD Se me habia olvidado pasar por aquí para avisar, lo siento!! Okey okey, el nuevo nombre de mi personaje es Isobelle Ryddleturn S.^^ para que cambien mi nombre en la lista de aspirantes??

Okii, ahora a pasarme por la mansión! *se va rápido a escribir un rol*

Bueno para inscribirme en el único conocimiento que se me permite adquirir en este nivel, ya me tocara para julio.

Nick: Isobelle Ryddleturn S.

ID: 114844

Conocimiento: Conocimiento de Maldiciones

Nivel de Magia: I

Link a la Ficha: 95178

Link a la Bóveda: 95248

 

Recordaba el rostro más no el nombre de quien le hablaba. Lo había visto un par de veces desde su llegada a Ottery, habían entablado alguna que otra conversación pero nada que valiera la pena recordar, al menos no para su mente al parecer. Intentó asociar un nombre al rostro pero le fue imposible.

—Todo bien…— Respondió algo dudosa. ¿Por qué no recordaba su nombre? Junto sus labios a su vaso, buscando el calor del bourbon. — ¿Y tú? ¿Todo en orden?

Tomó otro sorbo de alcohol, tal vez así un nombre viajaría a su cabeza pero fue en vano. Se removió algo incomoda en la silla. No le agradaba no recordar a la personas, sobre todo por la seguridad que le otorgaba el saber con quién entabla una conversación, que tipo de información podía ofrecer y qué tipo de información podía ofrecerle la otra persona.

—Vas a tener disculparme, pero no recuerdo tu nombre — Exclamó, rindiéndose en la búsqueda. ¿Qué más daba? Igual no lo conocía y tal vez, el tampoco se acordaba de su nombre. Una ligera sonrisa avergonzada bailo en sus labios por un par de segundos, buscando excusar su falta de memoria.

El repiqueteo de sus botines era el único sonido en la calle adoquinada. Iba en camino al pequeño bar del callejón Knockturn, deseosa de una bebida. Un bourbon o un whisky de fuego, cualquiera le vendría bien. Una capa negra cubría su atuendo y rostro. No era bien visto andar por esos lugares y tenía una reputación que mantener.

—La culebrilla casi decapitada — murmuro al leer el letrero. Hasta que llegaba.

Dentro no era muy distinto a la oscuridad y la mugre de afuera. Un taberna de mala muerte pero tenían licor y tal vez alguna buena charla. Se deshizo de su capa, dejando a la vista su rostro y atuendo; un par de cabezas voltearon a observarla, atraídos tal vez por su rostro o por mera curiosidad. De igual manera, le agradaba ser admirada así que con una ligera sonrisa en su rostro, se acerco a la barra.

—Un bourbon — Pidió con su ligero acento irlandés. El tabernero le dedico una rápida mirada antes de colocar un vaso con el líquido ambarino frente a su clienta. Esa noche iba ataviada en un par de jeans altos de un azul muy oscuro, un crop top negro y había transformado su capa en una sencilla chaqueta de cuero. El cabello negro iba suelto y en su rostro una sencilla capa de maquillaje.

Sus ojos azules recorrieron el lugar, buscando alguna cara conocida pero fue en vano. Regreso su atención a su bebida, perdiéndose en sus pensamientos y tomando de a sorbos el alcohol.

<<Nada de brebajes>> Frunció el ceño, observando con desconfianza el envase de vidrio que la profesora acaba de otorgarle. No confiaba en la profesora, no después del discursillo sobre subconscientes y sinceramente, eso de “conocerse mejor” la aterraba. Isobelle no quería que la conocieran mejor, no querían que la conocieran en absoluto, punto.

―Esto es ridí cu** ― Exclamó a la defensiva, tal vez demasiado pero nadie podía culparla, no cuando se encontraba en aquella situación. No sabía que sucedería si tomaba aquel líquido lila y sinceramente, algo le decía que no quería enterarse nunca. Inhaló los vapores cuidadosamente, el olor a lavanda invadió su sobre desarrolladas fosas nasales y por un segundo una imagen de su madre invadió su mente, un flash back que no lograba ubicar dentro de sus recuerdos.

― Al diablo, a su salud ― Levantó el vaso en honor a la profesora y sin pensarlo, llevo el frasco a sus labios, dejando que el líquido viajara por su garganta. El sonido del vidrio al romperse contra el suelo fue lo último que Isobelle escuchó antes que la oscuridad la consumiera.

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El reflejó en el espejó no era el que recordaba, esos ojos no eran los suyos y se sentía como una extraña dentro de su propio cuerpo. <<Divertido, ¿no?>> La voz en su mente la asustó, ¿es que acaso se estaba volviendo loca? ¿Dónde estaba? ¿Y quién era la del espejo? ¿Quién era esa que podía parecerse en todo y al mismo tiempo en nada a ella?

―Hija…― La voz de bajo de Elijah la asustó. La extraña en el espejo movió su sangrienta mirada hacia el reflejo de Elijah. ―Isobelle…

― ¿Que me sucedió? ― Hasta su voz sonaba diferente, por dios. Este ser, esta persona…no podía ser ella.

―Cariño…― Una figura femenina entró a la habitación. Su madre sonreía con cautela. <<Tienen miedo de ti, tú eres el monstruo en la habitación>>

― ¿Qué me hicieron? ― La voz le tembló al terminar la oración. Estaba aterrada, el miedo abrazaba cada una de las células de su cuerpo, algo no andaba bien con ella, con esa persona que se reflejaba en el espejo. ¿Dónde estaban sus ojos azules? ¿Y porque escuchaba voces en su cabeza?

―Pequeña, debes entender que el cambio era necesario ― Su padre se acercó un par de pasos. LA condescendencia en su voz y la mirada cautelosa en sus ojos no hicieron más que enojarla. ¿Es que acaso él se habría atrevido?

Comenzó a negar con la cabeza. No, no podía ser. Él jamás se atrevería, no sin su conocimiento. Elijah intento acercarse pero Isobelle se alejó por instinto. Las emociones comenzaban a revolverse en su interior. Impotencia, tristeza, confusión, todas iban y venían hasta que la rabia se acentuó, quemando cada rincón de su organismo, apoderándose de sus pensamientos, de sus acciones. Solo el enojo existía y el mundo se volvió rojo a su alrededor.

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<<Cede el control>> La tentación tal vez podía más que la poca cordura que le quedaba. Y es que. ¿Quién podía culparla de sentirse tan desdichada? ¿Tan culpable? Había asesinado a sangre fría a toda una familia y se había sentido tan bien al principio. La sangre había sido ambrosia para sus papilas gustativas y néctar para su estómago. En un arrebato de frustración, arrojó una silla contra la pared de su habitación.

― ¡Cállate! ¡Cállate! ― Un mar de lágrimas inundaba su rostro y con sus manos golpeaba su cabeza. Las emociones sobre cargadas inundaban su cuerpo y nublaban su mente. Odiaba ser vampiro y todo lo que ello acarreaba. Lo odiaba tanto como se odiaba a sí misma.

<<Sin remordimientos, sin dolor…todo será mucho más fácil y solo cedes el control>> Otro grito desgarrador escapo de sus labios. Quería callar a esa vocecilla en su mente, quería golpearla hasta que su mente quedara en silencio, hasta que la tentación desapareciera y solo quedaran ella y su miseria. Y es que todo sería mucho más sencillo si cediera el control, si silenciara su humanidad y cediera el control al demonio en su interior. Sin remordimientos, sin dolor.

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Despertó desesperada por llenar de aire sus pulmones, sus mejillas llenas de gruesas lágrimas al recordar sus primeros años en aquella eterna existencia a la que había sido atada. Aún recordaba cada momento de esos días, cada segundo en que su humanidad se desgarraba con cada asesinato. Cuando creía que el universo era color de rosa, sin tonos claros u oscuros.

Su mirada recorrió el ambiente y agradeció a los dioses cuando se vio rodeada del familiar paisaje griego en el que transcurría su clase. Orgullosa de haber superado la prueba, se apoyó en uno de los pilares del castillo, lista para descargarse contra la profesora.

― ¿Lista para tu última prueba? ― Esa voz le era conocida y sabía a ciencia cierta que no pertenecía a ninguno de sus compañeros. Abrió los ojos y allí, a solo unos metros, se encontraba aquel a quien le habían asignado como guía cuando había pedido sus ingresos dentro de las filas oscuras. Nadie sabía de sus aspiraciones, así que ¿Qué hacía él aquí? ― Lo has hecho muy bien, solo queda una sola cosa por hacer.

Su guía le dedico una de sus ladeadas sonrisas y ella no hizo más que asentir.

―Veamos qué tan decidida estas de entrar a nuestro circulo, pequeña ― Thalia − su varita de sauco y fénix ─ ya reposaba en su mano derecha cuando Lyra apareció en el suelo de piedra del palacio. Un escalofrió recorrió su espalda…no, no podían pedirle eso. ―Deshazte de ella…

―Pero es mi madre…

― ¿Y? Lyra es un desertor. Los cobardes no merecen vivir, mucho menos aquellos que poseen información delicada. Así que deshazte de ella, ahora.

Frunció el ceño, ¿Cómo podían pedirle que asesinara a la mujer que le dio la vida? <<La verdadera pregunta aquí es, ¿Por qué lo estas dudando?>> Su mirada viajo al rostro preocupado de la matriarca Ryddleturn. Algo en su mirada siempre la había tranquilizado pero ahora no lograba más que atormentarla. Thalia apunto al cuerpo de la mujer, ¿será que podría hacerlo? ¿Asesinar a aquella persona que le había dado todo?

Lagrimas inundaron su mente. Es solo una prueba, no es real, no es real. Se repetía como un mantra en su mente. Tenía que hacerlo, si quería entrar al bando oscuro, tenía que hacerlo. ―Isobelle, hija…― Un sollozo se escapó de sus labios al escuchar la voz de su madre. No, no podía. Ella no asesinaría a Lyra.

―Cobarde ―Exclamó con enojo aquel que se hacía llamar guía. ―Si tú no lo harás, lo haré yo. Avada Kedavra ―El rayo de luz esmeralda impacto en el pecho de la Ryddleturn al mismo tiempo que un grito desgarrador escapo de los labios de Isobelle. No es real, no es real.

Corrió hacia el cuerpo inerte de Lyra y lo acuno en sus brazos. ―No, no, no, mami, no ―Su sollozos se hacían cada vez más audibles y la tristeza era palpable en su voz. Inconscientemente, comenzó a mecerse con el cadáver en brazos. No es real, no es real. Sus manos acariciaban el cabello de la persona a quien más amaba en su vida. No es real, no es real…no es real…

OFF

Dios mío que quedó super largo o.o bueno pero fue lo que salio jeje espero que este bien. Aquí esta el link al post en la ventanilla

Al fin! Ish! Ehmm...Hola! Paso por aquí a reclamar mi premio, un cambio de nick! Tengo rato esperando ganarme algo y al fin lo logre! Estoy como mi compañera de arriba, hiperventilando! Ish Ish!! Okey abajo dejo la ficha requerida!

Nick Actual: Rosalie Ryddleturn H.

Nick Nuevo: Isobelle Ryddleturn S.

Premio obtenido: Ganadora de ¿Quién mató a cupido?

 

En algún bosque de Irlanda del Norte

Isobelle Ryddleturn Selwyn

http://i1107.photobucket.com/albums/h399/RoseRune122/4d71fc5b-2d7c-4f06-8f8d-9ab288a28310_zpsukygmfbf.jpg

Isobelle Ryddleturn Selwyn

Observó el duelo con inmensa curiosidad, intentando captar cada movimiento y estrategia. Quería ser una gran duelista, solo así lograría una de las metas que había comenzado a plantearse desde su llegada a Ottery. Su vuelapluma tomaba nota de todo lo que ella expresaba en voz alta, guardando en su pequeña libreta de clases, anotaciones de aquellas que cosas que creía, podían servirle a futuro.

Una vez terminado el duelo, escucho con atención la tarea asignada y, una vez sentada en uno de los pupitres lejanos, comenzó a escribir los errores que había visto durante la actividad. Su pulcra caligrafía llenaba el pergamino a medida que escribía, siempre tomando en cuenta todo lo que había visto y todo lo que consideraba un error. La lista no era muy larga pero esperaba que fuese suficiente para un extraordinario.

OFF:

Disculpen la tardanza, ya subí el rol y les envié mis anotaciones!

Isobelle Ryddleturn Selwyn

―Genial, sabanas ― Exclamó con ironía. Su atuendo había dado un cambio drástico e imitaba a la antigua vestimenta de los griegos. La tela se envolvía alrededor de su pecho y caía en pliegues hasta sus pies. La cola de caballo había desaparecido, su cabello caía en rizos hasta su espalda baja y una fina trenza con pequeñas flores blancas hacía de cinta para mantener el pelo fuera de su rostro.

Se sentía descubierta e incómoda, la tela acariciaba con suavidad su piel y la brisa se filtraba por los pliegues, refrescando su cuerpo. ¿Por qué el cambio de ropa? ¿Es que acaso era necesario? Algo enojada, se cruzó de brazos, buscando ocultar su pecho. Sabía que la tela no era traslucida pero no podía evitar pensar lo contrario. Las telas livianas y frescas solían transparentarse y ella no se arriesgaría.

La voz de una de sus compañeras atrajo su atención y escuchó con aquella innata curiosidad que poseía, el relato sobre los dioses. La mitología griega era un tema del que le gustaba leer, siempre se había sentido atraída por aquellos cuentos de deidades y criaturas. Algo sobre aquella manera de ver el mundo, la reconfortaba y le hacía sentir que su vida tenía un rumbo.

―Aprovechando que estamos en Creta, contaré el relato de Teseo y el Minotauro ― Le dirigió una mirada a sus compañeros. ― Se dice que hace tiempo atrás, el Rey Minos de Creta, había encerrado a un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro en un laberinto de piedra construido bajo la ciudadela por el arquitecto Dédalo.

― Aquel monstruo había sido llamado el Minotauro, hijo de la esposa del Rey, Pasifae y un toro que el dios del mar, Poseidón, había regalado al soberano de Creta. Para mantener satisfecho a la bestia, el Rey exigía que Atenas, enviara a siete hombres y siete mujeres que se internarían en el laberinto sin salida. ― Dio un par de pasos alrededor del grupo mientras ordenaba sus ideas y buscaba la manera más sencilla de acortar su historia. ― Ahora bien, en Atenas, Teseo deseoso de acabar con el minotauro, se ofreció como sacrificio y viajo a Creta en un barco de velas negras. Egeo, rey de Atenas y padre de Teseo, había ordenado que llevarán ocultas, unas velas blancas que izaría Teseo en su viaje de regreso si lograba derrotar a la bestia. Así el rey sabría de la victoria de su heredero.

―Como toda leyenda griega, el amor hace acto de presencia en este relato. ―Dedico una sonrisa irónica al resto y siguió ― Al llegar a Creta, Teseo fue enviado junto a los otros jóvenes hacía el laberinto. Ariadna, la hija del Rey Minos y una de las viejas habitantes de ese viejo palacio, se enamoró de nuestro héroe. Ya saben, el típico amor a primera vista y boda a las dos semanas.

―En fin, para ayudarle, Ariadna otorgo a Teseo un ovillo de hilo para que atara a un extremo de la entrada del laberinto y pudiera encontrar la salida. A cambio, Teseo debía llevar a Ariadna a Atenas y casarse con ella. Teseo logró derrotar al minotauro y salvó a todos sus compañeros. Se escaparon con Ariadna y pararon en la Isla de Naxos donde nuestro leal y enamorado héroe abandono a Ariadna ―El sarcasmo se palpaba en su voz y la ironía del relato la hizo soltar una corta risa.

―Moraleja, a la final hay que dejarlos morir. ―Les guiño un ojo a la clase. Se había enamorado una sola vez en su vida y ella había terminado como la princesa, sola y abandonada. Si algo había aprendido era a no confiar en las personas. ― Teseo regreso a Creta pero en su algarabía había olvidado cambiar las velas y el Rey Egeo, al ver el barco con telas negras, pensó que su único hijo había muerto y se lanzó por un precipicio hacia el mar ahogándose. Desde entonces se le llama mar Egeo. Teseo fue nombrado rey y gobernó con gran sabiduría por el resto de sus días.

OFF:

Isobelle Ryddleturn Selwyn

<<Duelos, una clase que esperemos valga la pena>> El paso de la Selwyn era firme y sonoro. El fuerte clac del pequeño tacón de sus botas resonaba con cada paso que daba…clac-clac…un sonido seco y de breve duración que hacía eco dentro de los silenciosos pasillos de la Academia. Había salido muy temprano aquella mañana, no quería llegar tarde a la clase que más le llamaba la atención.

El cabello recogido en una alta cola de caballo bailaba al paso de su caminar. Thala, su varita sauco y fénix descansaba oculta en su portador de varitas de piel de dragón que iba amarrado a su antebrazo. Esperaba que la clase fuese divertida y que sus escasos conocimientos en duelos, le dieran una ventaja sobre el resto de sus compañeros. Animada, acelero el paso y se dejo llevar por sus instintos vampíricos con el fin de llegar rápido al aula.

― Buenos días ―Dijo al entrar al enorme aula, unos minutos después. Su alta figura se reflejaba en los espejos de aquel lugar. Un Isobelle vestida en jeans y una holgada camiseta color burdeos, le devolvía la mirada desde cada rincón de la estancia. Sin embargo su momento narcisista se vio interrumpida por un rayo de luz que llamo su atención. ¿Es que acaso alguien había atacado?

<<Que comience la diversión>> Sonrió cuando identifico que había sucedido, un pequeño desacuerdo entre las profesoras que lamentablemente había terminado demasiado rápido. Ella quería duelear y con aquel propósito en la mente y varita en mano, escucho con atención las palabras de sus tutoras.

<<Embrujo Punzante >> Recitó en su mente con toda claridad y de su varita de sauco, salió un brillante rayo de luz roja en dirección a la profesora Adryanie y que si lograba impactar, desconfiguraría el rostro de la dama, simulando una extrema reacción alérgica.

―Soy Isobelle Ryddleturn Selwyn ― Dio un paso adelante y le dedico una burlona sonrisa a la Gryffindor. ― Un placer.

OFF

Sorry Adryanie, no es nada contra ti, lo juro xDD

Okey, ahora las presentaciones. Yo soy María José, un placer. Soy venezolana, tengo 20 años, casi casi 21. Soy algo vieja en el foro pero desaparecí por dos años y ahora vuelvo, pues porque me gusta este lugar. De duelos sí se un poco, aunque las intercalaciones siempre se me complican, así que espero aprender algo. Juv linda, a ti ya te conozco un poquito y vas a ser mi prof*-* divertido.

Bien, ahora Isobelle. Es un vampiro, es megalómana, es decir que sufre de egocentrismo, narcisismo. Es muy seria, sarcástica y algo egoísta pero si sabe querer. Ella es muy diferente a mi, donde ella es toda seriedad, yo soy relajada, pero creo que por esas diferencias que tenemos es que me gusta tanto escribir sus aventuras xD Espero que sepan diferenciar que ella es el personaje y yo soy la persona, ella es ella y yo soy yo. Es decir, no soy una vampira asesina y sangrienta (¿) jajaja

Nos vemoos.

Isobelle Ryddleturn Selwyn

― ¡Por morgana! ― Estaba frustrada, los humanos no se quitaban de su camino. Se había entretenido con uno de sus libros y ahora por culpa de la lentitud de los mundanos, llegaría tarde a su primera clase de la mañana. ― ¡Fuera de mi camino!

Su voz se escuchó sobre el bullicio de los alumnos pero poco fue lo que sucedió, al parecer aquellos mortales no sabían que estaban tratando con un vampiro enojado. Acelero el paso mientras amarraba su cabello negro en una alta cola de caballo, cruzando en pasillos, bajando y subiendo escaleras a una velocidad impresionante. Llegaría increíblemente tarde.

<<Llegaremos elegantemente tarde>> La voz narcisista de su cabeza la hizo sonreír. No podía negar que era cierto, para un vampiro el tiempo no era más que una forma de medir los días que llevas sin comer. Y aunque le importaba muy poco lo que sus compañeros o profesoras opinaban de ella, también debía admitir que le gustaba la puntualidad. Como toda megalómana, se vanagloriaba de su sentido de la puntualidad y en su cabeza no aceptaba la idea de ser una de las ultimas en llegar a clase.

―Gracias a los dioses ― Exclamo al llegar a la puerta del salón. Se arregló la coleta y abrió la puerta. Vacío. No había un alma dentro de aquellas paredes, nada más que pupitres y una pizarra. Sus ojos azules como el Mediterráneo recorrieron la estancia, buscando alguna pista que le indicará que hacer. Fue entonces cuando las vio, una ramita de oliva reposaba sobre cada uno de los pupitres. <<Trasladores>> No pudo evitar quejarse, odiaba con todo su cuerpo los viajes en trasladores, prefería realizas una aparición en conjunto.

―Qué más da ― Se acercó al pupitre más cercano y tomo en sus manos la pequeña ramita. <<Uno, dos…>> El incómodo jalón detrás del ombligo hizo acto de presencia y solo abrió los ojos cuando sintió sus pies de nuevo en tierra firme.

El sol cosquilleaba sobre la pálida y ligeramente escarchada piel de sus extremidades superiores e inferiores. La brisa marina hizo bailar el corto vestido de seda azul rey que llevaba aquella mañana y una sonrisa bailo en su rostro al reconocer la arquitectura a su alrededor. <<Grecia, estamos en Grecia>> Podía escuchar las olas del mar kilómetros a distancia, amaba el sol y el mar, algo extraño siendo un vampiro.

Su mirada recorrió el lugar, buscando a sus compañeros y profesores. ¿Dónde estaba? Pilares se alzaban a su alrededor, una vieja edificación que seguro había pertenecido a algún rey griego importante. Un par de minutos después, divisó a la clase y con su porte elegante, se acercó al grupo de personas. <<Genial, las presentaciones>> Aburrida, siguió observando el ambiente a su alrededor, intentando identificar en cuál de las islas de Grecia se encontraba.

― ¿En qué isla estamos? ―Su acento inglés delato su procedencia y dedico una mirada calmada a la clase, no sabía si había interrumpido a alguna persona, igual no le importaba. ― Soy Isobelle Ryddleturn Selwyn, un placer.

OFF:

Holiii, disculpen la tardanza! El mundo muggle me tuvo acaparada pero si voy a cursar, si voy a cursar! Bueno, soy maría José. Soy venezolana y tengo 20 años, casi casi 21. Me gusta leer, escribir, escuchar música. Amo Harry potter, tipo que soy adicta a cada libro, cada película…todo. Ehm que mas, bueno entre mi personaje y yo hay semejanzas pero también muchas diferencias. Soy más relajada y despreocupada, agradable y no sufro de aires de grandeza xDD

Isobelle es mi personaje, es vampiro. Es narcisista, perfeccionista y muy egocéntrica. En resumen, es megalómana. No es muy agradable al principio, es bastante seria. No la odien y recuerden que ella es ella y yo soy yo.

Holaa!

Giovanna, estoy casi segura que estudie contigo en la Academia...Gyvraine fue nuestra maestra de ByP..te acuerdas? No? Si? Sino, entonces me equivoque de persona Bueno bueno, me paso por aquí porque recién entro en la mini y pues, necesito un consejero, con tanta reforma y tantos cambios, ya no se ni donde estoy parada. Así que aquí están mis datos!

Nick: Rosalie Ryddleturn H. (es mi nick, más no es el nombre de mi personaje)

Skype: majoromero94

Disponibilidad horaria: lunes a sabado por las noches y algunas mañanas.

 

Buenas noches!

@@Joa Macnair Crowley jajaja heey, un placer! Gracias por darme la bienvenida! Ehm ehm...me va a comer la curiosidad pero donde escuchaste hablar de mi?? o.o bueno bueno, again, un placer. Deberías decir de que parte de Venezuela, siento que soy la única de mi ciudad por estos lares!

@ ainss gracias juv! A ti si te he visto por allí, ya sabes rolisticamente hablando. Buenos roles de mortio, btw. Sabes que si tengo una preguntita, ya puedo pasarme por la riddle? o.o duda de principiante jaja como no me han agregado a la lista, no se si pueda o.o igual creo que me pasare jaja. Si me recibes, te amare así mucho mucho. No conozco a nadie por allí.

Isobelle Ryddleturn Selwyn