Seth Weasley.

• Quinta Planta ~ Tercer Rol ~ Con Jessie :3
  

- De nada-comenté mientras tomaba el frasco de la pócima que Jessie había dejado a mi alcance- ¡PUAAJJ!-gemí mientras bebía ésta, su sabor era horrible. Rápidamente, sentí como todas mis heridas y cicatrices se cerraban y/o regeneraban.

- Yo me encuentro bien, pero el que me preocupa eres tu amigo-sonrió Jessie viendo como bebía las pociones- en cuento las termines podrás irte pero prométeme una cosa... tendrás cuidado-continuó ésta mientras elevaba una nota para darme el alta.

- No te prometo nada, ya sabes como están los mortífagos de hoy día, pero prometo que lo intentaré-le dediqué una sonrisa pícara y luego me acerqué a la puerta- gracias Jess, nos vemos, cuídate-desaparecí de la sala y del Hospital más sano y enérgico que nunca.

Quinta planta - Segundo Rol con Jessie :3

Inmediatamente, mi espectro vio como una generosa mujer sanaba mis heridas, aplicando hechizos y pociones en mis grandes heridas.

- ¡Jessie!-dije queriendo dar saltos de felicidad cuando mi espíritu volvió a respirar- me enorgullece que seas tú la que me sane-susurré un poco la última parte, ya que nadie podía saber que Jessie era Auror- gracias jess-dije respondiendo a su pregunta- un poco mejor, pero aún un poco dolorido. ¿Cómo estás tú?- continué como si nada pasara y tuviera todas las fuerzas del mundo.

Luego de oír las palabras que salieron de la boca de la Weasley Black, comprendí que la chica era un poco niña aún y no comprendía el punto de vista de los demás, sino, se lo tomaba a broma.

— En fin —dije dirigiéndome a Mery —hola amiga —saludé con la mano —bueno, debo decirte... no me parece lo que dices, porque así, acabaríamos con gran parte de la raza humana y ellos, pese a ser muggles, son humanos, son de nosotros y teóricamente tendríamos que defender, cuidar y proteger a nuestros iguales, así como lo hacen los de la Marca, o los de la Orden con sus compañeros, deberíamos hacerlo con nuestra raza... —le dirigí una mirada a mi sobrina.

—Si Koa, pero... ¿tu ves eso todos los días? yo creo que no, todo sería un cáos si cada día se estén matando por ahí —di por finalizado mis comentarios, al menos por ahora, ya que nadie reflexionaba y... ¿yo debía hacerlo por los suyos?

Quinta Planta - Primer Rol

El cuerpo del castaño apareció en una de las camillas del Hospital San Mungo, otra vez y en ella dejó que caiga la sangre que llegaba hasta el piso y se desparramaba por doquier. No estaba muy grave, pero muerto en fin, por lo cual necesitaba ayuda urgentemente, de lo contrario, moriría. Al chico esto lo agotaba, pero en fin, debía acostumbrarse.

- Ésto será cosa de todas las mañanas -narraba el espíritu de Seth que se encontraba fuera del Hospital, expectante desde la ventana...

Perdón que me meta, pero la Zancadilla es un hechizo que hace que caigas de bruces al suelo, o que caigas directamente JEJEJEJE. En lo único que te afectaría es que, al lanzar un hechizo luego del Zancadilla, te salga desviado, solo eso.

En fin, igualmente preguntale a los profesores, tal vez me confunda. Saluditos!

-"¿Y dime, como se siente que hasta los de tu futuro bando te ataquen?" ¿Qué quiere decir eso? ¿Serás fenixiana?- Sonreí, inmediatamente llevé mi vista hacia las ventanas que casi se rompían por la lluvia y los estruendosos truenos. Observé a la Weasley y vi que ésta articulaba sus labios intentando decir algo (Absorvere), pero lo único que salió de su boca fue simplemente aire.

Lamentablemente, el Fuego Púrpura no había llegado al oponente, pero tenía ventaja y la debía aprovechar, por lo que luego de oír su "aire", apunté con mi varita a la de ella y pronuncié:

-Expelliarmus- haciendo que la vara de ésta vuele a 5 metros por delante. Seguidamente, la demonia quiso articular otro hechizo, una decisión totalmente est****a ya que, además de no tener su varita, no tenía habla, por lo que me apresuré a apuntar nuevamente a su varita y pronunciar:

-Accio varita de Koa-rápidamente su vara voló hasta mis manos, ahora la Black se encontraba sin habla, desarmada y a punto de su fin, o... en su fin...

-A mano- dije emitiendo una larga sonrisa que de maléfica, tenía todo. Típico símbolo fenixiano, desarmar al oponente, una risa se escapó de mis labios.

—¿Perdón?— atiné a decir luego de oír las est****as palabras que salían de la boca de Koa, mi, desgraciadamente, sobrina —No entiendo cual es tu punto de vista, debo suponer que es algo retorcido, pero aún así te aclararé algunas cosas— me acerqué a la Weasley Black a paso duro y desafiante —quiero recordarte algo que de seguro todos lo sabemos, pero por ahí se te olvida. Los magos y los muggles somos... como decirlo... ah ya se... ¡HUMANOS!, ambos somos de la misma especie, raza, creación, como quieras llamarle, el punto es que aunque algunos tengan más habilidades que otros, no se haya la diferencia. ¿Acaso tu ves que los carpinteros estén matando a los mecánicos? ¿Que los famosos golpeen a los camareros? ¿Que las azafatas ataquen a los pilotos? ¡NO!, y si quieres llamarnos "diferentes" pues... ¿Tú ves que los perros comen a los humanos? ¿Que los insectos tomen rayos láser y comiencen a disparar a las vacas?— dije en tono burlón para que mi sobrina comprenda— ¡NO!, todos vivimos conjuntos en una esfera a lo que llaman tierra, por si no lo sabes, o mundo, como prefieras y hasta ahí llega el asunto. Ahora... ¿Somos diferentes? Si, pero eso mismo, forma un todo equilibrado para el mundo, es parte de la naturaleza que los cambios sean notorios, pero por eso no nos andamos matando por ahí. En el caso de los magos y muggles sería idéntico, no debemos matarnos por ser diferentes, pero queda en cada persona atacar a sus iguales y que los demás los juzguen como tales- me acerqué al banco nuevamente y caí tendido, con una sonrisa maléfica.

Luego de oír lo que el Mago Tenebroso, Patrick Colt, narraba, me dispuse a poner pie al lado de mi banco y elevar la mano para decir unas palabras...

—Tienes mucha razón en lo que dices, Patrick, pero también...muchos errores—proseguí —en épocas pasadas, los muggles nos han despreciado, torturado, matado y esclavizado, pero debes saber algo— continué acariciando suavemente los pupitres de madera con mi mano mientras avanzaba hacia los profesores— si quieres conseguir respeto y cuidar tu figura ante ellos, no creo que lo estés haciendo del todo bien, puesto que tú también estás pagado con la misma moneda que ellos han pagado, has torturado, despreciado, matado y esclavizado a los muggles hasta hoy y lo sigues haciendo. En vez de seguir el juego, deberías poner un "alto" a todo ésto y actuar como gran mago que dices ser. Hace siglos atrás, los muggles eran más ignorantes que hoy debido a la falta de educación y crianza, por eso mismo, no entendían cómo, por qué y para qué utilizábamos nuestra magia -imagínate que ahora no lo entienden- y, como buen y único método de ley en esa época, nos mataban o nos hacían pasarla pésimo. Yo creo que deberíamos de ayudarles en lo que podamos y también ignorarlos en cierto punto, verás, si ignoras sus ataques y los dejas de atacar, ellos entenderán que tú no eres el malvado, sino ellos, entenderán que si los ayudas, no eres malvado, sino ellos lo fueron—tragué en seco —quiero recordarte que nosotros somos descendientes de muggles, fuimos formados gracias a ellos, así como también existen magos en la actualidad que son de sangre mestiza, o como les prefieren llamar ustedes "Sangre Sucia", comprobando así que lo que la profesora Felicity dice es cierto, no tienen corazón. ¿Por qué llamar de esa manera a tus iguales? ellos no tuvieron la culpa de nacer de muggles y, aún así, no le encuentro el lado malo a la cosa. Son magos como nosotros, descendientes de magos como nosotros y es más, tuve millones de amigos que fueron hijos de muggles y excelentes magos...—una lágrima se desplazó por mi rostro al pronunciar aquella frase —si quieres respeto, gánalo, no lo andes buscando con sangre ni esclavitud— dije ahora más cerca del mago oscuro —¿acaso tú no has prestado atención que ellos también celebran noche de brujas?, ellos nos rinden respeto venerando aquellas muertes en vano, se disfrazan como nosotros porque se dieron cuenta que no tuvieron por qué hacer lo que hicieron con nosotros, obviando la parte que aunque no tengan magia, ellos son idénticos a nosotros y son demasiados capaces, pudiendo así convivir tranquilamente con ellos, pero parece que a ti no te importa el respeto, te importa más la sangre y la codicia que convivir en un mundo lleno de paz y armonía...—mis pasos fueron lentos y pesados al regresar al banco y mi cuerpo calló tendido en éste como una bolsa de papas; mi estómago se retorció y mi mente se hizo un gran nudo...

Londres, Inglaterra. 3 de Septiembre de 1997.

 

Querido Seth:

 

Te escribo para comunicarte que no podremos viajar a visitarte, hubo un paro en el aeropuerto que no sabemos hasta cuando durará y nos vimos obligados a volver a Canadá. Estaremos atentos para confirmarte si se ha restablecido y, ni bien pase, viajaremos cuanto antes, pero con ésto de los ataques nunca se sabe cuando será el fin. Tu abuela está muy apenada y yo también, queríamos visitarte con todas ansias para conocerte y ver cómo se encuentra tu mamá, pero por ahora, eso no podrá ser posible. Te queremos infinitamente, ojalá nos puedas perdonar.

 

Besos y abrazos, tus abuelos~

—Ahooooo, que tierno—dijo uno de los encapuchados en tono burlón —al pobrecillo le han abandonado en un orfanato— continuó quemando la carta junto con la caja de donde había salido ésta. Seth se encontraba hecho una bola en el suelo, en un rincón, observando como dos magos oscuros revolvían y destruían parte de su infancia.

—No llores pequeñín— dijo el otro acercándose a él y limpiando su lágrima con la parte lisa de una katana— ellos ya están muertos, gracias a nosotros— ambos comenzaron reír de una manera abrupta y resonante, por lo que Seth partió en lágrimas sin nada más que hacer que decir...

—Mamá...

—¿Tú madre?— río el mismo que había limpiado sus lágrimas— de ella también nos encargaremos, pero pierde cuidado, la podrás visitar pronto— continuó el mortífago llevando su katana al pecho del pequeño Seth.

—Déjalo en paz— una voz se hacía presente en la escena, en la puerta de la habitación precisamente.

-¿O qué?— dijo el otro volviendo su voz a un falso lloriqueo.

—O te arrepentirás— los mortífagos partieron en risas nuevamente, revolcándose en el suelo y tomando fuertemente su estómago, como si alguien estuviera acuchillando su cuerpo, pero en vez de gemir de dolor, gemían de risa.

—¿Tú? ¿Un simple Sangre Sucia te atreves a desafiarnos?— dijo el mago que se encontraba al lado de Seth tomando bruscamente su varita entre sus sucios y repugnantes dedos— ¡Avada Keda...!—

—No— interrumpió su compañero— déjame ésto a mi— los gritos de Seth se hicieron presentes en la habitación, reuniéndose con los de su amigo, quien estaba siendo fuertemente acuchillado con una Katana. La sangre se desparramó por el cuerpo de Seth dejando grandes manchas en la pared y en los ropajes del niño— ¿por qué tanto griterío?... ¡AVADA KEDAVRA!— concluyó el mortífago cesando los gritos de ambos prematuros y dejando el cuerpo inerte y pálido del chico mestizo en el suelo.

—Ésto es...un previo aviso...—

Partí en lágrimas, el recuerdo borroso y espantoso había tenido presencia en mi, respondiendo a la tarea de Felicity, recordando por qué, además de odiar tanto a los malvados, no era parte de ese bando. Llevé mi mirada hacia mi hermana, haciéndole entender el horrible recuerdo que había sufrido, que no era la única razón por la que no era aspirante a Mortífago, sino que no quería ser una repugnante persona.

—No creo— volví a retomar el habla ni bien pude recuperarme de aquella escena— que matando se resuelva nada, lo que creo es que los Magos Oscuros, tienen serios problemas psicológicos, situados en un momento antiguo o escena impactante de su infancia, que únicamente la tapan matando y viendo sufrir a las personas. No hay razón para justificar su Bando, solamente es una manera de afirmar que las personas malas aún existen en éste mundo, pero que también existen los que quieren acabar con ellas— limpié mis lágrimas con la manga de mi capa y acomodé mi cuerpo en el banco— sólo una cosa, recuerda lo siguiente Patrick... no existe ni bien ni mal, sólo hay poder y personas demasiado débiles para buscarlo, así que incluso la ambición de los Mortífagos puede dirigirse hacia el bien; siempre que esté compensada por las características que exhiben los demás humanos...

OFF:

Jajaja, esto está bueno. Estas hablando mal de los muggles y tu eres uno de ellos!!! Okno.

Bueno chicos, quise ponerle picante a la salsa =) espero que no esté mal...

—Episkey!—pensé atinando mi varita hacia Heliké, así podría curarle gran parte de las quemaduras que el Fuego Maldito le habían proporcionado—Episkey!—volví a pensar para que ésta fuera sanada completamente. Seguido a eso, me posicioné a unos metros y esperé los ataques siguientes, sabiendo que en mis pensamientos se reproducía una película de terror.

Pude notar que ahora el que estaba grave era yo, necesitaba sanarme urgente, ya que poseía quemaduras graves a causa de un Fuego Maldito; tomé mi varita nuevamente y apunté a mis heridas:

—Episkey!—agitando suavemente hacia éstas y recuperando una parte de la salud.

—Episkey!—volví a decir para que ahora esté completamente saludable. La batalla continuaba...

Al notar que mis dos compañeras de bando, Heliké y Jessie, estaban gravemente heridas, agité mi varita sobre ellas pronunciando:

—Episkey!—para la herida del Absorvere en la muñeca de Heliké.

—Episkey!—para las quemaduras de Fuego Maldito de Jessie.

-Zancadilla-pensé apuntando mi varita hacia Caprik Volt, haciendo que éste se caiga de manera inmediata y su varita salga rodando por los suelos.

—Silencius—dije agitando mi varita ahora contra Calliste, haciendo que de su boca solo saliera un simple "Absorve..."

La llamada había sido efectiva y mis compañeros se estaban uniendo a la batalla, pero los mortífagos eran rápidos y uno de ellos, Caprik Volt, ya estaba agitando su varita contra mi y Jessie.

— Silencius—dije apuntando con mi varita hacia Caprik Volt y lo único que salió de su boca fue un simple "Anular..."

—Silencius—volví a repetir contra el mago Volt, haciendo ahora que solo pueda pronunciar un "Séne..."

Esto no era para nada justo, dos mortífagos contra mi, era algo que no debía ser tomado en cuenta. Tomando mi varita del bolsillo interno de mi capa y la agité suavemente alzándola hacia el cielo...

— Expecto Patronum—un Oso Polar bebé tomó forma sólida y fue dando pequeños saltitos con una única y verdadera órden, pedir ayuda, a quien sea, a amigos míos, de mi bando, ellos debían venir a socorrerme...

La noche estaba sombría y somnolienta, las espesas nubes grises parpadeaban en el cielo como luces de semáforos en las calles. El Castillo Black, se encontraba frío y deshabitado, solamente un espectro paseando por aquellos lares, ese espectro era yo, moviéndome de lado a lado mientras que mi majestuosa capa negra, jugueteaba con las olas del viento que la hacían chocar contra mis jeans azules.

Una brisa corrió escalofríos por todo mi cuerpo y pude averiguar rápidamente —gracias a mis instintos vampíricos— que se trataba de un ser humano, por lo que inmediatamente, coloqué en mi rostro, una máscara de luz que ocultaría mi identidad.

— Hola... ¿Hay alguien ahí?— dije llevando mi mano hacia el bolsillo interno de mi capa, donde permanecía mi vara de fresno color beige.

— Si tienes hambre, al salir de aquí podemos ir a comer algo de pollo frito, si es que sobrevives— dije nuevamente con una sonrisa enorme en mi rostro, la cual no tardó en esfumarse al ver que un hechizo de mi sobrina, impactaba en mi mano derecha y comenzaba a destruirme ésta dejándome huesos rotos. No dude en tomar la vara con la mano izquierda y apuntarme a las heridas con ésta

— Episkey!— continué haciendo que mis heridas sanaran momentáneamente, pero si quería que esté completamente sanada, debía de usar dos. Por ahora, con eso me bastaba ya que los huesos habían vuelto a unirse y estaba listo para continuar la batalla, así que agitando mi varita bruscamente, apunté hacia Koa y pensé en —Fuego Púrpura— por lo que un rayo color violeta, salió desprendido de mi varita hasta llegar a Koa, que seguramente, la dejaría inconsciente y tirada unos metros más lejos.

— Me asombra tu orgullo —respondí a la Weasley con la vara en mano— te atreves a llamarme pollo aún sin ser de ningún bando, ¿yo acaso te llamé lombriz?— sonreí de una pícara manera.

— Morphos —susurré moviendo mi varita de fresno bruscamente apuntando a una columna que sostenía el escenario de aquel teatro. Un Vultur gryphus, o más comúnmente conocido como Cóndor Andino, fue lo que apareció en el lugar de aquella columna para luego chocarse contra aquel fuego maldito y quemarse despareciendo el hechizo junto a ella. La ave era la más grande en el reino de los aéreos, era un ave grande y negra, con plumas blancas alrededor del cuello y en partes de las alas. La cabeza carecía de plumas y era de color rojo, pudiendo cambiar de tonalidad de acuerdo al estado emocional del cóndor.

Nuevamente sonreí, mi sobrina no me ganaría tan rápidamente, aunque era bastante buena, debía admitir, y era mi sobrina después de todo, le tenía un tanto de afecto, pero no me dejaría vencer, por lo que ejecuté mi varita y pronuncié —Séneca—con casi susurridos.

El hechizo conjurado anteriormente hacia la Weasley, haría que ésta no pueda conjurar hechizos en un rato posterior, cosa que me beneficiaría mucho. Las gotas que pegaban en la ventana, parecían látigos contra corceles descarrilados, el clima ya estaba poniéndose de película, pareciendo acorde con el duelo. —Noche de muerte, noche de desgracia—dije cerrando los comentarios...para ella...

– A levantarse! – narraba una voz por el fondo de la habitación – Vamos amo, tiene clase en la Academia – por la calidad y expresión de sus cuerdas vocales, pude distinguir que era Hobbit, mi elfo doméstico.

– Unos minutos más – susurré desperezándome en la cama y volteando para el lado contrario desarmando un tanto ésta.

Un rayo de luz pegó en mi párpado entreabierto e hizo que me mueva un poco pero sin abrir mis dorados ojos. Me coloqué la almohada en la cara, me moví de aquí para allá, tomé la sábana y la puse tapando mi cara pero nada, la maldita luz seguía ahí.

– ¿QUÉ NO EXISTEN LAS NUBES? – grité para nada eufórico y, finalmente, abrí mis ojos y me senté en los pies de la cama refregándome éstos. Llevé una vista hacia el ventanal, alguien había corrido la cortina así que me asomé para ver si mi mamá, o algún familiar habitante de la Mansión Weasley se encontraba ahí.

– Me vi obligado – repitió la misma voz que hace segundos estaba tratando de despertarme.

– ¡Hobbit! – grité comprendiendo la situación – ¿Cuántas veces te he dicho que no abras las ventanas para desper...

– Usted no se movía, amo – respondió el elfo secando el sudor de sus manos.

– Si alguien llegaba a ver que mi piel desprendía esos brillos, ¿qué pensaría? ¿eh? responde, que pensaste, que nadie se daría cuenta que soy un... vampiro – susurré la ultima parte.

– Lo siento amo pero yo...

– Esta bien Hobbit, deja, ve a preparar el desayuno, bajo en unos minutos – dije respirando hondo y acercándome hacia el armario. – Lo único que faltaba, que mi sirviente me mande a mi – protesté en susurridos mientras del gran ropero tomaba una camiseta azul, una chaqueta de algodón celeste y unos jeans azules que seguro combinarían con mis zapatillas blancas.

Al acabar de bajar las escaleras, noté que Hobbit estaba colocando a Sparkies, mi vara de fresno, en el bolsillo interno de mi capa negra-grisácea, la que siempre llevaba a la Academia. Me coloqué en una silla de la interminable mesa de la Mansión y vertí la cuchara en el terrón de cereales mezclados en leche que mi elfo doméstico siempre preparaba para mi desayuno.

– ¡Lindo día eh! – dije mirando de reojo a los pajarracos que se bañaban en la fuente de los inmensos jardines de la residencia.

– Si amo – respondió el elfo acercándose a la mesa – no creo que le agrade del todo luego – prosiguió Hobbit. El tono de voz del elfo provocó que suelte la cuchara, limpie mi boca con una servilleta y le preste atención a la criatura que me dirigía el habla – sabe que profesor le toca, ¿no amo?–

– No Hobbit, aún no tengo el gusto, teóricamente me los informarían hoy ellos mis...

– Pues por lo que me he enterado, será Patrick Colt uno de ellos– prosiguió el elfo con un tono cortante en su voz.

– Ah, el mortífago descuidado, si si, he oído de él, bueno, casi todo Londres. El Profeta es muy allegado a todos nosotros– dije ya sin apetito, hablar de ese hombre me revolvía el estómago por razones inexplicables, odiaba a las lombrices, pero éste me llevaba al extremo.

– Amo, ¿qué de verdad no se acuerda todo lo que le hizo?– dijo el elfo alejándose unos pasos, parecía que iba a llorar.

– Ehh, Hobbit– dije mirando el reloj– ve al punto, llego tarde a la clase.

– El lo ha matado, aquí, en ésta misma casa, junto a otro más cuyo nombre no recuerdo– mi cuerpo perdió el latido del corazón, mi estómago se revolvió y mi mente se quejó como tratando de recordar algo a lo que habían borrado con magia– hasta se atrevió a decir su nombre, se atrevió a decir que era él, Patrick Colt quien había hecho semejante...

– Hobbit...

– Cosa, te ha matado allí, justo ahí y eso no es lo peor

– Hobbit...

– No fue la primera vez que te ha matado...

– ¡HOBBIT!– me levanté de la mesa con una brusquedad increíble, tomando el plato de cereales y estrellándolo contra una pared próxima a la cocina– ¡NO SÉ DE DONDE INVENTAS SEMEJANTES COSAS, PERO NO PUEDO SEGUIR!... pero no puedo seguir perdiendo más tiempo contigo y tus estupideces, ¿Me llevarás o uso el traslador?– el elfo, que ahora permanecía agachado, debajo de un cajón cerca del comedor, me observó con una lágrima en su rostro que no tardó en limpiar con sus taparrabos y se acercó junto a mi para hablarme muy despacio.

– He vivido cosas, cosas inexplicables en ésta casa, te he defendido de los males y he escapado ileso de la muerte segura de dos mortífagos que vinieron en busca de sangre. No miento cuando te digo que Patrick Colt te ha matado y no miento cuando te digo...– mi mente estaba hecha una montaña rusa, miles de recuerdos borrosos estaban alzándose a la luz, todos se relacionaban con San Mungo y con los comentarios que habían pasado por mi cabeza en tiempos oscuros– ...que esos magos oscuros tienen algo contra ti, algo que va más allá de lo personal...– Hobbit sacó un espejo de su bolsillo y lo posicionó sobre mi hasta que yo pude ver mi cuello, el cual estaba rodeado por una interminable y profunda cicatriz rojiza– amo, yo no creo que eso sea por un accidente de escoba...– El elfo acercó su mano hasta mi muñeca, haciendo notar las demás cicatrices y en un abrir de ojos, los dos desaparecimos en el aire.

A unos pasos de la Academia de Magia y Hechicería, una nube gris dejó rastro de polvo luego de que yo cayera al suelo, Hobbit me había trasladado hasta allí, pero él ya se había esfumado. Me encontraba en una zona de anti-aparición así que debía caminar para llegar a la clase.

Atónito, me introduje en el aula –llegando tarde– y deposité mi cuerpo en uno de los asientos del fondo.

- Bienvenidos a bando y perfil, la clase que marcará vuestra trayectoria si es que lográis pasarla. Mi nombre es Felicity, miembro de la familia Weasley y auror de la Orden del Fénix con rango Demon Hunter, el más alto de todos – Lo sabía, mi hermana tenía que ser fenixiana, no había otra respuesta. Pese a nuestras peleas, la adoraba como si nos amáramos de toda la vida.

– Mi nombre es Patrick Colt, y como pueden observar en el artíc*** del profeta que les muestra la profesora miembro de la Orden del Fénix, el protagonista de esta historia. -- prosiguió el recién llegado, haciendo que mis nauseas y mareos regresen. Tal vez Hobbit tenía razón, si se andaba exponiendo por todos lados, no hubiera tenido miedo de decir su nombre el día de mi muerte, sin dudas, despreciaba a ese hombre. En el turno que tocó presentarme, me paré a un costado del banco y hablé claramente:

- Mi nombre es Seth Nicholas Weasley, pertenezco a la familia Weasley como dicta mi apellido y soy aspirante a la Orden del Fénix. Tengo varios trabajos y, próximamente, daré nuevamente a conocer mi verdadera descendencia fundando una familia. No hay mucho más que decir...–

OFF:

#DRAMEEMOSON jijiji quise hacer historia, bueno mis datos...

Mi nombre es Lucas Forte, soy de Argentina y tengo 13 años. Mi personaje pertenece al bando fenixiano porque su personalidad lo marca así, si bien sus actitudes y rasgos psicológicos lo hacen un Mortífago sin igual, su corazón siempre rendirá honor a la Orden del Fénix, al igual que su creador lo dicta xDDD.

Saludos^^...

— Rápido amo, no hay mucho tiempo — repetía Hobbit mientras guardaba mi vara de fresno en el bolsillo interno de mi capa gris.

Me desperecé una última vez y, acabando de acomodarme los jeans azules que llegaban a tapar media parte de mis zapatillas color blanco, tomé la capa y me la coloqué dejándola abierta para que ésta juguetee con las olas del viento.

— Estoy listo — Le dije al elfo colocándome al lado de éste y tocando su brazo para que luego desapareciéramos en el instante.

— Buenas, hasta que llegas — murmuró una voz proveniente de una parte del siniestro teatro — Soy Koa Weasley Black — Se presentó, como si no la conociera.

— Claro, tenías que ser tú, quédate tranquila, te mataré de una simple, indolora y rápida manera... creo — continué emitiendo una sonrisa pícara. En la clase nos permitían usar hechizos de ambos bandos, pero no usaría uno del bando oscuro a menos que fuese muy necesario.

El teatro era oscuro y tenía pinturas por doquier, unos pocos candelabros y algunas plantas adornaban el lugar. Observé a la Weasley, estaba decidido, no me dolería para nada matar a mi sobrina. La peliverde se apresuró y, agitando su varita, pude entender que crearía un hechizo que no me agradaría del todo; metí mi mano en el bolsillo interno de mi capa y tomé la varita con todas mis fuerzas mientras me posicionaba a 8 metros de Koa.

— Protego — atiné moviendo mi varita de lado a lado haciendo que de ésta saliera una especie de escudo transparente que paró rápidamente el Sectusempra de Koa.

— ¿Qué pasa? — le dije en tono burlón — ¿Tienes miedo de hacerme daño porque soy tu tío? — Continué agitando mi varita nuevamente, ahora apuntando hacia el pecho de la Weasley:

— Corpus Patronus — emití moviendo mi vara de fresno en diagonal. De la punta de la varita mágica, un Oso Polar se alzó y se posicionó a mi lado, tenía un gran tamaño y espesura, además de unas largas y afiladas garras — Atácala — le mandé al animal frunciendo el ceño y mostrando la mitad de mis colmillos en una puntiaguda sonrisa.

— Veamos como te defiendes ahora — dije a la Weasley.

Estaba paseando por las afueras de mi mansión, manteniendome cálido bajo la luz del sol que de a ratos se ocultaba gracias a las espesas nubes grises que allí permanecían. Sentí una brisa que pasaba por mi cuerpo.

Al voltear, vi la silueta de un espectro de la luz mutado a animal. Tenia la forma de un hipogrifo y parecía tratar de captar mi atención.

-- En la torre Abbadon, Réikiavik, Islandia. -- Dijo melodiosamente, como un canto dulce. Sin más, tomé la varita que se ocultaba en el bolsillo interno de mi capa color gris, la cual llegaba a tapar mis jeans color azul y me desaparecí al instante, para luego aparecer a unos pasos de la prisión, fuera del límite de anti-aparición.

-- ¿Se puede? -- Dije en tono burlón mientras terminaba de acercarme a mis compañeros.

Rápidamente, la mujer a quien había atacado anteriormente (Madeleine) volvió a atacar a un recién llegado a nuestro equipo.

— Silencius! — volví a resaltar luego de su Limitate, haciendo que de la boca de ella solo saliera un "Sectu..."

— Sectusempra! — Atiné nuevamente sobre ella. Un rayo color verde surcó hasta ella, que si le impactaba produciría tres graves cortes, uno en el pecho, otro en sus piernas y otro en su brazo.

Inmediatamente pude divisar que un integrante de la luz (Madeleine), atacaba a uno de mis compañeros, así que tomé fuertemente la varita y la moví en diagonal.

- Silencius! - Grité apuntando hacia el integrante luego de que tragara un bezoar. Lo único que salió de su boca fue un "Sectu"...

- Avis - Concluí, por lo que una bandada de 12 pájaros salieron de mi varita y me rodearon volando en círculos, eso me protegería de todo hechizo malhechor...

- Uff - Suspiré secando el sudor de mi frente - Una jornada difícil hoy - Proseguí saliendo de Sweet Motuh, mi respectivo trabajo. Debía comprarle unas flores a mi mamá, así que me puse a recorrer el Callejón Diagon. - ¿Flores en el Callejón Diagon? No es muy usual - Dije mientras mi capa color negra ondeaba contra las olas del viento.

El sol predominaba en el cielo, las escasas nubes no podían hacer más que taparlo por algunos míseros segundos. Me frené en una vidriera en la que había todo tipo de chucherías de Halloween, aún las dejaban expuestas, aunque conjunto a éstas estaban las chucherías de Navidad, que pronto vendría. Tres Águilas Calvas se reflejaron en el vidrio de aquel negocio, por lo que volteé rápidamente.

- Mansión Delacour - Susurraban éstas en un canto angelical. Al desaparecer, me dirigí a unas calles internas del Callejón y me coloqué mi máscara de luz para que nadie me reconozca, tomé mi varita del bolsillo trasero de mis Jeans azules y desaparecí al instante.

Llegué a la Mansión en un abrir y cerrar de ojos, caminé unos cuantos pasos ya que me encontraba un tanto alejado. Desde lejos se podía percibir el aire a batalla, una grande se había desatado y yo estaba dispuesto a luchar.

Divisé a mis llamadores, Andrómeda, Lestat y Laimi, por lo que traté de colocarme lo más cerca posible de ellos.

Hola que viene hola que va , bueno como soy un chico tan cool no tengo tiempo para largas presentaciones, así que directamente dejo mis datos (?)

-- Como Perry andar (8) -- (???)

On Rol:

Mi nombre es Seth Nicholas Weasley, soy de cabello castaño y ojos dorados gracias a que me alimento de animales. Soy aspirante al mejor bando del foro, Fenixiano xD, tengo 18 años y trabajo en Sweet Mouth, kiosko una mordidita rapidita y Touch me again S.A. Vivo en Toronto, Canadá.

Off Rol:

Mi nombre es Lucas Forte, soy de cabello castaño pero un poco más marrón que el de mi pj, y de ojos miel gracias a que como mucha miel (?) Soy aspirante a Médico xD, tengo 13 años que cumplo 14 el 30 de Diciembre dejenme comentarios!!!! y trabajo en mi casa, mi escuela y mi pc ok, no. Vivo en Buenos Aires, Argentina.

Bueno sin más que decir, Saludos!

Travesura realizada, Nox!

Hola a todos amiguitos dsfggfgdfgdffsgdsfdgad

Mi nombre es Seth Nicholas Weasley, soy castaño de ojos dorados gracias a que me alimento de Animales (soy vampiro) y tengo 18 años, amo el color celeste ♥. Soy aspirante a Fenixiano y pues... formaré pronto una familia así que pásense o ya verán xD Amo Encantamientos lalala nada más. Soy de la adorada casa Tritones de Lancashire, aunque casi ni me paso Vivo en Canadá

Hola gente inadecuada con problemas mentales, (? okno xD

Mi nombre es Lucas Forte, soy castaño JEJEJEJ pero más oscurito que mi PJ, de ojos miel gracias a que como mucha miel (?) y tengo 13 años que cumpliré 14 éste 30 de Diciembre así que quiero ver muchos comentarios en mi perfil eh! xD, amo el color verde ♥. Ya tengo formada una familia así que no se pasen o ya verán (?) xD Amo Encantamientos wiw y soy de la adorada casa Ravenclaw. Vivo en Argentina.

He aquí mi fichita -- Como Perry andar (8)-- (?)

-Nombre del Personaje: Thiago Black

-Características físicas: Es alto, musculoso, de pelo oscuro y de ojos verdes. Tiene una tez muy pálida, casi como el yeso y manos muy grandes.

-Características psicológicas: Es algo tímido, pero no mucho. Ama las fiestas y estar un buen rato con amigos pero lo que más ama son los animales.

-Profesión u Ocupación: Veterinario ♥

-Breve historia del personaje: Nació y se crió en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, pero por algunas situaciones de trabajo se mudó a Gran Bretaña. Al cabo de 5 años se enteró lo de éste crucero y quiso con muchas ganas viajar en él, como pasajero, pero cuando el capitán se enteró de que él estaría allí lo contrató inmediatamente para asistir a los animales de las personas de aquel crucero. El capitán y sus padres eran muy amigos.

PDTA: Ya sé que la ficha es muy corta pero no me maten, ando con sueño recién me levanto y eso que pensé toda la noche en ésto JIJIJIJIJI.

Editar 10/11/12 11:30 hs: Edición de ficha.