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nico_op23

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Mensajes publicados por nico_op23

  1. Nombre del Personaje: Jorah Delacour

    Sexo: Masculino

    Edad: 24 años

    Nacionalidad: Argentino

    Varita: Madera de espino blanco, veintisiete centímetros, flexible,núcleo de pluma de Fénix.

    Patronus: Águila imperial

    Colegio: Hogwarts

    Aspecto Físico: Altura de 1.87 metros, espalda ancha y tez blanca, pálido. Ojos color marrón con un leve tono anaranjado. Cabello Marrón, y un característico lunar en la frente.

    Cualidades Psicológicas:Es muy bromista cuando se lo propone, así también, en los momentos en los que se encuentra deprimido, prefiere estar aislado de todos. Sociable y fiel oyente de sus amigos.

    Historia: Nació un 23 de Mayo, un día lo bastante agradable. Por eso debe ser que le gustan los otoños. Creció en el seno de una familia de sangre mestiza, ya que su padre no era mago. A la edad correspondiente ingresó a la Escuela de Magia de su país natal, pero antes tuvo su educación en establecimientos muggles, dados los sucesos de magia que todo menor de edad puede llegar a dejar "escapar", era frecuentemente cambiado de instituciones. Durante su estadía en el colegio mágico, tuvo un intercambio con un estudiante de la reconocida Escuela de Magia y Hechicería Hogwarts, en donde permaneció hasta cumplir los 7 años de educación mágicos. Una vez finalizados sus estudios, tuvo varios proyectos para seguir, pero al ser tan variados, dejó que el tiempo transcurriera sin decidirse por alguno. Viajó a Egipto, nación de la Alquimia, allí estuvo dos años aprendiendo técnicas. Más tarde regresó a su país para estudiar Herbología, ya que creía que necesitaba una buena base de conocimientos sobre las plantas, para poder desarrollar su talento en las pociones. Así es como obtuvo su título de Maestro de Herbología y a los siguientes dos años, ya era un profesional en el ámbito de las pociones. Otra de las cualidades muy marcadas del joven Jorah, eran los encantamientos, gracias a la composición de su varita podía ejecutar encantamientos sin gran dificultad, lo cual le ha dado grandes reconocimientos en su época estudiantil.

    Es así como a los 24 años de edad, se destaca en Pociones, Herbología y los encantamientos en sus diversas complejidades.


    Pertenencias: Varita

    Telescopio

    Caja con Bezoars

    Frascos de vidrio para pociones

    Bloc de notas

  2. Hola, qué tal? Bueno.. sé que tengo un duelo pendiente con Vrael, pero él anda en otro (creo). Ayer en el .com, hicimos una apuesta... con Jaz, para saber quién era elfo de quién, así que dijimos de hacer un duelo.. Bueno suerte para mí, porque no estoy preparado para servirle a la dama, XD.

     

    Nick: nico_op23

    Padrino o miembro de la Orden con quien desean luchar: **Jazmín Black**

    Disponibilidad de tiempo (diaria, día por medio, semanal): Todos los días, pero por las tardes, igualmente creo que en horarios andamos bien.

     

    Ahra sí, me voy... chau!! :rolleyes:

    • Me gusta 2
  3. Hola, buenas tardes/noches. Hoy vengo a solicitar los dos conocimientos que puedo elegir, luego de haber finalizado la Academia. Estuve solicitando alguna orientación sobre los empleos y me decidí a por el que quiero ir, pero necesito conocer un poco más antes de empezar. Los mismos son :

     

    -Artes Oscuras

    -Cuidado de Criaturas Mágicas

     

    De momento, esas dos me convencieron, en realidad hay otras, pero bueno. Ya cuando pueda adquirir más adelante las veré. Muchas gracias y saludos.

  4. Mi ex compañero de la Academia, se había presentado a dar el examen. Eso me alegró un momento, pero fue poco el tiempo que duró, los nervios me habían atrapado y yo no puse resistencia. Eran mi mente y yo para dar el examen correctamente, así que respiré hondo para relajarme. Mis manos comenzaron a sudar, sentía calor y no quería desesperarme,así que me saqué la campera y la arrojé haciendo un ovillo sobre el sillón rojo que estaba allí cerca.

     

    C’Nedra nos codujo hacia otro lado de la sala donde un enorme espejo permanecía apoyado contra una pared. Luego de las instrucciones, mi pulso se aceleró, nuevamente cerré los ojos y respiré profundamente haciendo que mis nervios, o mejor dicho tratando de que mis nervios no me jugaran una mala pasada. Al abrir los ojos, noté una diferencia con el examen de vuelo, tras la puerta que se hizo presente, no sabía que había tras esta.

     

    Decidido, giré el picaportes de la labrada puerta de madera, mientras abría una cegadora luz blanca me hizo cerrar los ojos, pasé y la textura del suelo ya no era tan sólida. La puerta se cerró detrás de mi y no miré hacia atrás. Algo me incomodaba mucho, la luz del sol era abrasadora, si había algo que detestaba era el sol. Sabía que tal exposición la pagaría con grandes quemaduras que me molestarían durante los días siguientes. Los nervios se convirtieron en malestar.

     

    Era arena la que estaba pisando, en toda su extensión hacia que donde mirara no encontrara más que eso, excepto por el celeste del cielo. Aunque el lugar no me gustaba para nada, ya había tenido experiencia con el ambiente. Un duelo y la estadía en Egipto me habían bastado para conocer que me hallaba en medio del desierto del Sahara, aunque esta vez estaba solo y rindiendo un examen.

     

    El aro que estaba a unos pasos de mi me marcaba desde donde debía de empezar, el problema era que no ubicaba el lugar del siguiente aro, era imposible con el sol en su punto más alto. Comencé a sudar, y luego de secarme el sudor de la frente, me puse las manos en los ojos protegiéndome la vista. Bastó con que apoyara un pie dentro del aro, para que una tormenta de arena se formase rápidamente a unos cuantos metros de distancia, aún así el viento arrastraba arena que se me venía encima y las manos a veces no filtraban algunos granos de arena que se metieron en mis ojos, tenía que encontrar el aro lo más pronto posible.

     

    -¡Merlín!- exclamé- ¿Dónde está el aro?- pregunté en voz alta, aunque sabiendo que nadie iba a contestarme. La arena se agitaba por el viento y la tormenta parecía más amenazadora que antes. Una nube se cruzó por el sol, logrando que los rayos no impactaran en la superficie, fue tan solo un segundo que tuve para divisar un aro de color rojo a unos cien metros de distancia, creí que había ganado un torneo por la felicidad que me embargó, solo hasta que el sol comenzó a brillar nuevamente y tenía que guiarme por lo que había visto.

     

    -Ojalá se nublara el rato suficiente para que pueda pasar el examen- dije con enojo. Seguramente esto se pensó así para ver la reacción del examinado. <<Bueno, creo que ya tuve "mi suerte">> pensé. Solo me restaba aparecerme, así que los pasos a seguir eran lo que me mentalicé para avanzar.

     

    -Destino- susurré cerrando los ojos para visualizar el aro en mi mente. Ya lo tenía bien claro, la dirección en la que se hallaba y el lugar en el que quería aparecerme.

     

    -Determinación- dije manteniendo los ojos cerrados, a la vez me auto-convencía de que lo iba a hacer, afuera el mal humor.-Vamos- me dije a mi mismo. Ya me había dispuesto a pasar el examen.

     

    -Deliberación- volví a susurrar. El lugar hacia donde me dirigía y mi seguridad para hacerlo eran lo más necesario en ese instante. Para entonces, una fuerza extraña que jamás había sentido me jaló desde el centro del estómago dándome volteretas por un lugar que no podía notar, podría haber jurado que casi me asfixio. En esos breves segundos que duró la fea sensación, no deseaba más que salir de ese torbellino.

     

    Todo pareció ir calmándose de a poco. Aún con los ojos cerrados, sentí que mis pies tocaban una superficie. Había terminado aparentemente, así que me arriesgué a abrir los ojos. Para mi sorpresa me encontraba en el centro mismo del aro que había visualizado, la tormenta de arena había desaparecido y el sol ya no estaba "tan fuerte".

     

    No me quise arriesgar a hacer otra aparición hacia el lugar en el que unos minutos antes me hallaba. No por temor a despedazarme, sino porque no quería vomitar en la sala. Caminé lo más deprisa que pude hacia la puerta de madera.

  5. Para casi el final del discurso, la puerta se abrió de manera abrupta, dando paso a una de las profesoras que había tenido. Resultó ser la acaparadora de varias miradas acusadoras, pero ella no hizo caso a las mismas.

     

    Desde mi asiento la observé hasta que se sentó y buscaba con la mirada a alguien. Entonces al finalizar la ceremonia, todos nos levantamos para buscar a aquellas personas que eran cercanas, le estreché la mano a Demona, Eliot y Wonder. Ellos parecían iguales de contentos, una etapa nueva comenzaba en nuestras vidas. Por supuesto, escogimos caminos distintos, tres para un lado y otro para otro lugar. Aún así, la habíamos pasado genial.

     

    Agatha, estaba buscando a sus alumnos. Fue lo que pensé. Así que me acerqué a ella para darle las gracias por la enseñanza que nos había dado. La mujer que había sido poseída por Morgana, esperó a que me acercara.

     

    -Agatha...muchas gracias por todo.- le dije extendiéndole la mano.- Creo y no estoy errado de que hemos aprendido mucho de todos los profesores, así que espero verla alguna vez de nuevo por algún lugar del mundo.-terminé de decirle, aunque la última frase me sonó muy conmovedora, lo decía de verdad.

  6. La joven leyó el papel y me aseguró que estaba todo en orden, así que me relajé.Un asunto solucionado en el Ministerio, solo me restaba el examen de aparición en el piso superior. Ha sido un buen día, pensé. Lo bueno de pasar por el Registro de magos inmigrantes, era que ese día no había gente, así que no tardé más de 15 minutos.

     

    -Oh..muchas gracias- le dije a la señorita que me entregaba un comprobante sellado- He solucionado un tema...-acoté.

     

    Antes de despedirme de la mujer, doblé el papel y lo guardé en el bolsillo de la campera que llevaba puesta. Más me valía no perder esos documentos. Creo que eso era todo en ese lugar.

     

    -Bueno.. adiós.- me despedí de la mujer. Retorné por donde había llegado. Tenía que encontrar a uno de mis familiares, así que en tanto encontrara a Maia, solucionaría otra cosa.

  7. La joven de cabello castaño oscuro me entregó una hoja, en la cual había varios campos a llenar. Ella parecía disfrutar de su trabajo, dado que su amabilidad lo mostraba. Al tomar la hoja comencé a leer todo, pedía unos datos interesantes, así que al terminar de leer todo, tomé una pluma que estaba cerca del escritorio de la empleada del ministerio para poder llenar el papel.

     

    -Nombre...sí, claro-hablaba en voz baja, cualquiera diría que me faltaban un par de tornillos en la cabeza.-Nacionalidad...ajá...adoro mi país natal, ¿Qué más?- seguí releyendo el papel- Motivo de migración...las brujas...¡no! el estudio, por supuesto.- terminé de llenar el formulario y aclaré la garganta.

     

    -Ejem, señorita...ya lo tengo listo- le dije extendiéndole el papel- Creo que está todo en orden,¿no?- acoté, y me di cuenta de que estaba hablando demasiado.

     

    Ministerio de Magia

    Departamento de Cooperación Mágica Internacional

    Confederación Internacional de Magos, Sede Británica

     

     

     

    Ficha de registro de Brujas y Magos inmigrantes

     

     

     

    Nombre: Leandro Delacour

    Ficha: Ficha de Leandro

    Nacionalidad: Argentino

    Motivo de inmigración: Motivos estudiantiles, de hecho, vine de pequeño a Inglaterra con mis padres. Unos años posteriores yo había empezado el colegio de hechicería y mis padres tuvieron que regresar a Argentina, para no perder la actividad escolar la familia Delacour me adoptó para poder permanecer en el país. Acabo de graduarme en la Academia, así que estoy buscando empleo para poder seguir viviendo acá.

    Situación actual en Gran Bretaña: Recién graduado, buscando empleo.

  8. Centro Examinador de Aparición

    Rol con Galedra

     

    -Disculpe- le dije sonrojandome- mi nombre es Leandro Delacour...eh, bueno- no hacía calor, simplemente aquello me incomodó como para no saber que decirle a la dama. Tomé el pergamino, le eché una mirada muy por arriba, lo doblé y guardé en el bolsillo trasero del jean que llevaba puesto.

     

    -Muchas gracias y buenos días.- le dije. Esperaba encontrarme con algún familiar lo más rápido posible, quizás, aceleraría el trámite, caminé por el pasillo en busca de la salida.

     

    ****

     

    Lo bueno de saber dónde puedo encontrar un pariente me agradaba, más aún si me lo encontraba de casualiadad, no tuve que esperar al otro día para volver al Ministerio, solo habían pasado un par de horas, así que no me quejé y regresé al Departamento de Transportes. Allí, presentaría mi permiso firmado por mi prima. Bueno, ya casi era medio día y me estaba dando hambre, así que apenas terminara allí, la siguiente parada sería en un bar.

     

    -Buenas...nuevamente Galedra- comenté esbozando una sonrisa, la mujer me caía bien, no era coqueteo.- Acá le traigo el permiso firmado, así que espero que todo esté en regla.- terminé extendiéndole el doblado pergamino para que lo tome.

     

    Consentimiento Informado:

     

    La aparición/desaparición es un conjuro avanzado que permite al que lo dice desaparecer de un sitio y reaparecer en otro instantáneamente. Para lograrlo se debe pasar por un entrenamiento exhaustivo y poseer un gran dominio de las 3 D's: Destino, Determinación y Deliberación.

     

    Como todo hechizo realizado por un mago novato tiene su riesgo, puesto que si el mago no se concentra bien en las 3 D’s podrían ocurrirle terribles consecuencias que lo mandaría directo a San Mungo. Por este motivo el Departamento de Transportes Mágicos no se responsabiliza por las posibles lesiones con las que pueda quedar su hijo, ya que sólo depende de los examinados el dominio y la correcta realización del conjuro.

     

    Cabe destacar que el aprobar el examen de aparición es vital dentro de la vida de todo mago, es por este motivo que es tan importante que los alumnos se preparen bien para que rindan un buen examen.

     

    Yo, Maia Black Evans,prima de Leandro Delacour, he leído y comprendido el presente informativo, asumo los riesgos que mi parentesco con el examinado corre al realizar el examen de aparición y libro de toda responsabilidad al Departamento de Transportes Mágicos.

     

    Firma del responsable

    Maia Black Evans

     

    Me quedé esperando mientras ella leía, entonces dirigí la vista hacia las paredes, para observar los cuadros que de esta colgaban, me aburrieron, así que nuevamente miré a Galedra a la espera de su aprobación...o no.

  9. Ya estaba en el Ministerio, al salir del Departamento de Transportes Mágicos, tenía que aprovechar para poder solucionar o mejor dicho, acelerar los trámites necesarios en la institución mágica. Solamente tenía que bajar una planta para ir a llenar otro formulario, esto me estaba llevando la mañana, pero me evitarían posibles inconvenientes en el futuro.

     

    Las visitas al Ministerio ya no me molestaban, si bien era la tercera vez, había aprendido que la paciencia es oro y que solamente perdía yo con el mal humor.

     

    Llegué al pasillo que tenía un letrero con la leyenda del nombre del departamento, hacia el final del mismo, había una mujer tras un escritorio,seguramente la orientadora de la planta, con su aspecto amable mientras trabajaba, no se percató de que alguien iba en su dirección. Así que aclaré mi garganta para solicitarle ayuda.

     

    -Buenos días- empecé- Necesito llenar un formulario, es el de magos inmigrantes...si es tan amable, me podría decir ¿Dónde lo encuentro?- terminé de decirle, y me hubiese golpeado la frente por el derroche de amabilidad que acababa de hacer. Bueno, no es que la dama no se lo merezca, pero me sonó muy empalagoso el diálogo.

  10. Ya conocía el camino, y comparado con la vez anterior no me disgustaba tener que ir al Ministerio. Había aprobado el examen de vuelo, y se venía uno nuevo, quizás más complejo porque mi integridad física era lo que importaba. En fin, creía que podía superarlo, aunque no negaba que en algunos momentos el temor me acechara, lo cual corría o al menos intentaba apartar de mi cabeza. Claro que no era sencillo, pero después de unos cuantos eventos en la Academia me había vuelto más optimista y valiente.

     

    Ya estaba dentro del Ministerio, el viaje me pareció mucho más ligero que otras veces. Caminé por el pasillo que había hecho la última vez que estuve por ese lugar y me dirigí a la nueva habitación para solicitar el formulario del examen. Abrí la puerta y encontré gente allí dentro, solamente tuve que esperar mi turno para ser atendido. Una mujer de cabello pelirrojo estaba tras un mostrador, seguramente era quien otorgaba los formularios, me limité a mirar los sillones rojos y los cuadros que colgaban de las paredes, así es como mi turno llegó.

     

    -Hola, ¿qué tal? vengo por a solicitar el formulario para el examen de aparición.- le dije a la mujer de manera amable.

  11. Había dormido lo suficiente como para justificar que me había levantado muy temprano. Era un día espléndido, tanto el clima como lo que se venía...la graduación. No estaba nervioso, pero sí muy impaciente, quería que todo pasara ya mismo. Me vestí con mi túnica de gala, esa de color rojo escarlata, mi favorito, aunque no iba a ser necesario, lustré es pieza de madera de la cual dependía en muchos sentidos. Para hacer juego con mi túnica nueva, la varita estaba en excelentes condiciones también.

     

    Mucha gente caminaba por los pasillos de la Academia, algunos viendo los salones de clases, otros los trofeos y el resto se dirigía hacia el Gran Salón, lugar en el que se celebraría la ceremonia, en la cual me entregarían el diploma. Mientras caminaba por el lugar iba recordando esos momentos que había vivido en ese tiempo. Desde las generales, donde Morgana poseyó a una de las profesoras; duelo básico en el coliseo; la prueba que la mortífaga nos hizo hacer para conocer algo más de su bando o el estupendo cuartel de la Orden al que habíamos visto desde afuera.Por supuesto que no iba a olvidarlo.

     

    Ya en el Gran Salón, tomé asiento a la espera del comienzo de la ceremonia. Las palabras de la Directora fueron muy sencillas y profundas, me gustó eso. Luego, el turno de ir a recibir el diploma, así que cuando dijo mi nombre, me levanté y fui a por él. Además de recibir el pergamino, Tauro me pasó un reloj de arena, no entendí bien de que iba, pero las señas que me indicaban que tenía que girarlo me evitaron la pregunta. Al hacerlo,la arena del reloj se tornó de color rojizo, indicando que ya había tomado una decisión.

     

    -Muchas gracias...por todo- le dije a la Directora al extenderle la mano para saludarla. Tras eso regresé a mi asiento. Ya estaba hecho, había terminado la Academia. Las felicitaciones de Niko y los nuevos nombramientos pertenecientes a las distintas casas, finalizaron los discursos.

    • Me gusta 3
  12. Hola!! qué tal? Espero que bien. Necesito actualizar mi ficha y modificar algunas cosas, asíque detallo los cambios que quiero hacer.

     

    *Para empezar quiero agregar del personaje en la parte superior de la Ficha:}

     

    LEANDRO DELACOUR

     

    *Quitar esto:

     

    Padre(s) Adoptivos: Mei Black Delacour y Héctor Weasley D.

     

    y dejarlo vacío. Pues Mei es mi prima, no mi madre.

     

    *Por último, agregarle color a las letras. Mientras todo sea Legal.

     

    En sí, la ficha debería quedar algo como esto-->

     

     

     

    LEANDRO DELACOUR

     

     

    Nombre del Personaje: Leandro Delacour

     

    Sexo: Maculino

     

    Edad: 24

     

    Nacionalidad: Argentino

     

    Familia(s): Familia Delacour

     

    Padre(s) Sanguíneo: --

     

     

    Padre(s) Adoptivos: --

     

     

    Trabajo:

    --

    Poderes Mágicos:

    --

     

     

    Rango Social: Aprendiz

     

    Bando: Neutral

     

    Rango dentro del Bando: --

     

    Nivel de Poder Mágico: --

     

    Puntos de poder en objetos:

     

     

    Hechizos adicionales: --

     

    Puntos de poder en criaturas: --

     

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

     

    Habilidades Mágicas: --

     

    Conocimientos Especiales: --

     

    Aspecto físico: Altura de 1.87 metros, espalda ancha y tez blanca, palido. Ojos color marrón con un leve tono anaranjado.

    Cabello Marrón, y un característico lunar en la fente.

     

    Cualidades Psicológicas: Es muy bromista cuando se lo propone, así también, en los momentos en los que se encuentra deprimido, prefiere estar aislado de todos. Sociable y fiel oyente de sus amigos.

     

    Raza: Humana

     

    Historia:

     

    Nació el 23 de Mayo de 1989 en Argentina. Hijo de padres muggles, nunca tuvo hermanos. A los ocho años de edad, viajó con sus padres a Inglaterra, por motivos laborales de sus progenitores. Instalados allí, su educación se desarrollaba en instituciones públicas muggles, hasta la edad de once años, cuando su destino cambió al recibir su carta informando que había sido aceptado en una escuela de hechicería, no obstante, sus padres debieron de regresar a su país de origen, por lo cual, la familia Delacour, se hizo cargo de él hasta que finalizó sus estudios.

     

    Como familia adoptiva, los Delacour siempre fueron cálidos y amables. Se hizo muy compañero de dos personas que eran casi de su misma edad, o al menos una de ellas. Maia y Juliette. Casi todos los veranos los pasaba con su familia adoptiva, lo cual hacía que el lazo familiar se uniera más, a pesar de no ser sanguíneo.

     

    Al finalizar los estudios, viajó a Egipto para conocer los templos más famosos y a sus alquimistas, que era lo que le llamaba la atención, conociendo magos con los cuales aún mantiene relación. En aquél lugar aprendió el uso medicinal de varias plantas, como así transformar las aleaciones metálicas en diferentes elementos, aun así no tiene el conocimiento para transformar la materia en oro macizo.

     

    Aficionado por la Astronomía, se pasa las noches de verano observando las estrellas y los planetas. Suele hacer viajes en busca de intercambios culturales mágicos.

     

    Pertenencias:

     

     

    Objeto Magico Legendario:--

     

    Objetos Magicos:

     

    Objeto 1: Varita Mágica

    Clasificación: AA

    Puntos de poder: 20 puntos

     

    Mascotas y Criaturas:

    --

     

    Criaturas en la Reserva:

    --

     

    Elfos:

    --

     

     

    Licencias, Tasas, Registros:

     

     

    Licencia de Aparición:

    --

    Licencia de Vuelo de Escoba:

    Obtenida

     

    Registro de XXX:

    --

     

     

    Otros Datos:

     

    Otros datos:

    --

    Cronología de cargos:

    --

     

    Premios y reconocimientos:

    --

     

    Links de Interés Referentes al Personaje:

     

     

    Link al Perfil de Comprador MM: --

    Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 101694

    Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX

    Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX

    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda 94786 Familia Delacour.

    Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia XXXXXXXX.

     

  13. Las respuestas de la mortífaga me bastaron. Ya sabía, en parte, lo que necesitaba, aunque estaba más que seguro que el bando oscuro no me pertenecía. Aún, con el horror de tener que tomar una cabeza del pozo, no podía creer que detrás de la belleza de la profesora haya una persona capaz de hacer todo aquello. En fin, regresamos al encuentro con el director de la Academia. Necesitaba descansar un poco, si bien no habíamos hecho demasiado esfuerzo físico, las apariciones cansan más de lo que se cree. Bueno, particularmente a mí.

     

    -Viajar...¿Otra vez?- pregunté casi con enfado, pero el lugar al que íbamos me iba a agradar, no conocía el lugar en el que la Orden del Fénix tenía su cuartel. Pues, no había llegado a sentarme en el suelo más de diez minutos cuando emprendimos viaje a esas tierras. Era un lugar espléndido, reflejando la serenidad y armonía que acompañan al bando, el bosque, la pradera y todo lo que había me parecía genial.

     

    -Ya entiendo parte de la diferencia...- comenté, mientras observaba una Torre que se hallaba delante de nosotros. Era un día soleado, no hacía frío ni mucho menos calor. Una suave brisa se agitaba desde el bosque hasta el otro lado de la Torre Este, claro, era como si todo lo que estaba en el lugar me hiciera sentir mejor. No había señales de que hubiese gente en los alrededores, excepto nosotros, tal vez estén dentro o más interesante en alguna redada.

     

    Mucho antes de conocer el lugar oscuro tenía decidido el lugar al que quería pertenecer. Y no era el único, mi compañera Wonder, ya lo había dicho, así que ella comenzó con las preguntas sobre la Orden del Fénix. Lamentaba no poder estar por allí demasiado tiempo, pero quien sabe, quizás no dentro de mucho vuelva, para ser parte del bando.

     

    Esperé a que el director le responda sus preguntas. Mientras tanto, yo ni había pensado en las que iba a hacerle. Debe ser porque no teníamos que hacer nada raro para preguntarle,simplemente esperar a saber lo que quería conocer. Así que traté de pensar lo más pronto posible sobre aquello. Ya las tenía, aunque no eran muy "exactas" las solté.

     

    -Señor Director, yo tengo decidido el bando al que quiero pertenecer, aún así necesito saber: ¿Cuánto tiempo se toman los fenixianos para considerar a un novato apto para una redada? y mi segunda pregunta es... ¿Cuáles son las características principales de un miembro de la Orden? No las que buscan en alguien, sino las que tienen.-dije esperando que el Director las respondiera. No podía creer que aquello se terminara tan rápido.

  14. Wonderfairytale había creado una enorme muralla que mantenía cubierto a todo su bando. No recibí ningún ataque, había escuchado la voz de Stnazi pero sus hechizos no llegaron a herirme, para empezar el tigre se estrelló contra dicho muro y su segundo ataque el sectusempra corrió la misma suerte, impactó contra la pared creada por su compañera de bando.

     

    No pasó mucho tiempo en el que mi compañera Demona creó, en tiempos distintos, con el fuego maldito dos aves que volaron sobre la muralla, con el fin de atacar al bando oscuro. Por mi parte, pensé en que Eliot sería el próximo en ser atacado.

     

    -Séneca- pronuncié en voz alta, esperando que detrás del muro Eliot comenzara a deshidratarse y así que no pueda lanzar ningún hechizo verbal. Ahora, solo una cosa más para poder poner la cosa más interesante.

     

    Tenía en mente realizar otro hechizo para atacar al mismo oponente al que recientemente le había lanzado un ataque. Pero mi cabeza reaccionó de manera distinta y ésta vez me dirigí hacia otra persona.

     

    -Séneca- repetí. Ésta vez, mi hechizo iba dirigido hacia otro mortífago, que al igual que Eliot se hallaba detrás del muro. Si el hechizo era efectivo, Stnazi se deshidrataría al igual que su compañero, logrando así que no pueda utilizar hechizos verbales.

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  15. Posterior a los recuerdos, lo siguiente fue la visita a un lugar extraño. Obviamente lo era para mí, como para mis compañeros, definitivamente el lugar de recreación del bando oscuro lograba llamar la atención ante tanto acto macabro. Iba caminando con el grupo, observando las torres altas que se alzaban delante de nosotros, la vegetación era muy espesa, por decirlo de alguna manera, prácticamente no se filtraba casi nada de luz en los alrededores del lugar.

     

    Los árboles que estaban a los costados de nuestro camino, eran raros, decirles árboles, solo correspondía a que en apariencia física eran así. Pero los sonidos que emitían en su interior daban cuenta de que quizás la vida que llevaban, no era la de una simple planta, quizás su vida no dependía del agua para nutrirse, sino de sangre.

     

    Los comentarios y acotaciones de la profesora eran fuertes, cualquier persona miedosa o sensible, seguramente se hubiera escapado inmediatamente. Aunque en una clase, ya me había acostumbrado a que podía sobrevivir, y más aún cuando un miembro de la Orden estaba con nosotros. Pero el director, quiso quedarse en la Academia. Por supuesto, sería un tonto si dijera que aquello no intimidaba, era algo espantoso ver los cuerpos mutilados que colgaban de los árboles, mínimo los hubiese retirado del lugar, pero para los mortífagos, aquél elemento decorativo, además de ser una advertencia para el resto, también mostraba su eficacia.

     

    El terreno se tornaba irregular, como si debajo de nosotros hubiesen pequeñas montañas de tierra.

    -Yo no puedo creer esto- susurré mientras apartaba la vista de los cadáveres y miraba el suelo por donde pisaba, esperaba no estar caminando sobre algo raro. En efecto, era solamente el terreno, no sabía que vendría, pero entre el dragón de la primera clase, las arenas movedizas, los recientes recuerdos y el lugar en el que me hallaba, nada bueno era de esperarse.

     

    Acto seguido nos detuvimos ante un pozo, no estaba lo suficientemente cerca como para ver que había en su interior, pero no hizo falta acercarse para conocerlo. La misma profesora lo dijo, cabezas humanas, no solamente una sino varias y lo peor de todo es que ella esperaba que alguno se lanzara a buscar una de ellas, como "premio" dos preguntas sobre su bando podíamos hacer.

     

    -Definitivamente este no es mi bando- dije con desprecio.-Espero que lo que dije no me juegue en contra- pensé, pues lo dije en voz alta y debí de haber cerrado la boca. El primero en pasar a buscar la oportunidad de preguntar fue Eliot, quien luego de pregunta arrojóla cabeza a unos metros de donde estábamos el grupo de estudiantes y yo.

     

    No quería hacer aquello, pero dadas as circunstancias, no debía de enseñar mi punto débil a mis futuros y posibles enemigos.Aún no entiendo de dónde saqué el valor para hacer aquello, así que me acerqué unos pasos, ante el silencio de todos que me daba la impresión y no tan errada que sus ojos se posaban sobre mí a la espera de terminar con lo que estaba haciendo.

     

    Cerré los ojos y me tiré a la oscuridad de ese pozo horrible. Por suerte caí de pie, el solo hecho de tocar las cabezas que estaba allí dentro me asqueaba, ni quería pensar en lo que era caerse sobre ellas. Rápidamente escogí la que estaba más cerca y la tomé del largo cabello castaño.Parecía que eso alguna vez perteneció a una mujer, nunca me había imaginado que las cabezas eran tan pesadas, así que me apresuré a salir de allí y dejar la cabeza en el suelo.

     

    Alcé la vista, ya había pasado, no había tardado más de cinco minutos. Me incorporé y en un acto de limpieza, me pasé las manos por la túnica para limpiarlas. Acto seguido me la quité y arrojé al pozo. La sentía sucia y como que ya no me pertenecía. Siguiendo con el plan de no mostrar debilidad, me dirigí a la Ángel Caído para hacer mis preguntas. Las mismas debían de ser bien elaboradas, aunque dudaba de que pudiera hacerlas.

     

    -Necesito saber lo siguiente- empecé a decirle- ¿Qué es lo que el Bando de la Marca puede ofrecerme? usted sabe, no me refiero a amistad. Y por último, ¿Hay alguien en particular por el que su bando esté detrás? Quiero decir, un miembro de la Orden al que más ansían matar.- Finalicé, a la espera de sus respuestas.-¡ Merlín, que ya se termine esto y nos vayamos de aquí!-pensé sin relajarme, estaba tenso.

  16. La facilidad con la que empezaban a manejarse los ataques me asombró. Si bien, era para aprendizaje, lo mejor sería defenderse lo suficientemente bien para no salir demasiado herido. Me estaba gustando la idea de las redadas, y eso era solamente el comienzo. Las primeras palabras de mi contrincante me trajeron devuelta a la escena, su saludo y las memorias de un duelo anterior.

     

    -Hola, joven...- la saludé con una sonrisa- Nos volvemos a encontrar, esperemos que todo salga bien pe...-no pude finalizar la frase, pues ella había lanzado su ataque. Un hechizo bastante conocido, y muchas veces útil. El rayo de color escarlata se dirigía hacia mi recorriendo esos siete metros que nos separaban con el fin de desarmarme,mi contraataque salió rápido.

     

    -Protego- pronuncié en voz alta, logrando así que el escudo que acababa de formar con mi varita, absorbiera el rayo por completo. Mis reflejos habían funcionado bastante bien, eso me contentó solo un momento, pues mientras Eliot comenzaba a atacar a mi compañero de bando, el resto no demoraría en hacerlo. Supuse que un hechizo más para atacar a la joven que llevaba un lazo que sujetaba su cabello, sería bueno.

     

    -Strellatus- dije con firmeza,visualizando a mi rival que estaba parada frente a mi, haciendo que en el instante mismo en que pronuncié el conjuro, mi energía se transformara en un flasheo que le impactó a mi contrincante en los ojos, haciendo que éstos le ardieran impidiéndole ver. Ahora si, ella debía de solucionar aquello.

  17. Hola qué tal? Bueno, vengo a pedir disculpas, porque estuve toda la tarde en el simulacro con el posteo sin enviar. Sí, me había olvidado de enviarlo y bueno, cuando lo hice no había actualizado. El tema es que Zack, puso que había que comenzar a lanzar hechizos, pero yo no lo vi y puse mi llegada al lugar. No sé si puede editar ya que estamos en duelos, así corrijo eso y se empieza de una vez. De verdad lo lamento. :cry: Gracias, y para la próxima me voy a fijar bien cuando envío los posteos.

  18. La siguiente etapa estaba comenzando. Para ello fui trasladado a la Mansión Black mediante el torbellino de la aparición. Un lugar bello si tuviese una iluminación acorde a lo que se quiere mostrar. No parecía acogedora, pues tenían cuadros con imágenes de crueldad humana, objetos metálicos que se movían solos, algunos largaban vapor, y lo más horrible que había visto hasta ese momento, eran las cabezas de elfos domésticos en la parte superior de la apagada chimenea. Al girar hacia atrás descubrí que no estaba solo, ya había gente en el lugar.

     

    -¡Ohh, por la barba de Merlín!- exclamé al ver a la gente reunida, me había llevado un buen susto y apenas me estaba recomponiendo de aquél viaje, aún tenía la cabeza dando vueltas. Tras esto, el profesor Black dió las instrucciones de lo que en breve comenzaría, un simulacro de bandos. Me tocó ser parte de la Orden del Fénix, eso me gustaba. Ya estaban los bandos separados, así que solo restaba que comenzara el juego.

     

    Miré a mis compañeros de bando cuando una luz se ponía en modo de antifaz sobre nuestro rostro, ahora sabíamos como distinguirnos, a diferencia del otro bando, que usaban máscaras con tribales a modo de detalles decorativos. Estábamos enfrentados, solo nos separaban unos siete metros.Saqué la varita y acomodé mi túnica de color escarlata, ahora sí estaba listo. Solamente faltaba saber quién lanzaría el primer hechizo.

  19. El recuerdo aún seguía en mi mente. No entendía mucho lo que hablaban, pues seguía inmiscuido en mi propia cabeza. No había notado la presencia del director de la Academia ni mucho menos, la ausencia de una de las profesoras. ¿En qué momento sucedió aquello? En fin, mientras mi cabeza y yo regresamos al lugar y momento correcto, la demonio comenzó a dirigirse hacia mí. Un reto, un regreso a ese lugar en el que me habían convencido sobre el bando a elegir. Correcto o no, no me resistí tanto a ser convencido, aunque los fenixianos eran mayoritariamente conocidos para mí, en la marca estaba esa persona por la cual también hubiese ingresado al bando oscuro.

     

    Estaba dicho, no todo lo que brilla es oro. Quizás una decisión precipitada había tomado en ese momento, algo nuevo nació en mi interior, una mezcla de sospechas y miedo a errar. Las palabras de la demonio fueron exactas, si ella quería lograr desestabilizarme, había empezado bien. Las amistades no siempre son buenas, a veces son muy peligrosas.

     

    Sentí como todo mi cuerpo se fundía en el centro mismo de mi estómago. Como si fuese un imán, fui llevado por lo que parecía un torbellino que no se detenía, giraba sin parar sin poder aferrarme a nada. La sala en la que me hallaba se había fundido en borrosas imágenes que me mareaban más a medida que de a poco el lugar volvía a "acomodarse" para ser totalmente distinto al que estaba anteriormente. Reconocí de inmediato aquella habitación, en la que había hablado con mi amiga unos cuántos meses atrás.

     

    Era una sala no muy grande con una mesa redonda en el centro y cuatro sillas de roble, cuadros, objetos raros que no conocía y varias estanterías que contenían cientos de libros, algunos más nuevos que otros, llenaban el espacio. Estaba iluminada por las velas que sostenían las enormes arañas que colgaban del techo. Había un gran ventanal a la derecha de la puerta de ingreso, en cuyo alféizar me apoyaba, tapando parte del cielo y las primeras estrellas que se hacían visibles. La morena estaba sentada en un sillón forrado de terciopelo rojo con bordes dorados (esos colores me gustaban). Entonces, ella articuló las primeras palabras, ahora sí, tenía que descubrir más a fondo sus intenciones.

     

    -Recuerda que perteneces a la Casa de los valientes, la Marca no es para ti.- decía ella con serenidad, aunque intentando convencer de que su elección era la correcta y por la cual, como amigo que era debía de seguir.

     

    - No lo sé- dije dudando- Es que la Marca es tentadora, y sabes bien que no me refiero a poder, eso nunca me interesó, pero ellos exploran parte de la magia con la que me gustaría intentar- acoté para dar parte de mis fundamentos.

     

    - Pero... a ver, te lo pregunto de una ¿Me matarías si tuviese que hacerlo? Esto no es broma.- me preguntó mirándome fijamente a los ojos. Ella sabía cómo proceder, sabía lo que yo quería oír, pero más allá de eso, sabía lo que me convenía.

     

    -Juegas bajo, en ese aspecto.- le dije observándola fijamente, contuve una expresión grosera y seguí con mi plan- Pero también recuerda que mi amiga, la demonio, pertenece al otro bando y estamos en igualdad de condiciones, a ella tampoco la mataría. No es mi estilo.- terminé de decir. Seguramente la morena cantaba victoria para sus adentros, pero no se lo estaba haciendo fácil. De verdad, las amistades en bandos distintos me estaban estrujando el cerebro. No podía ser neutral, la paz y la justicia eran los valores más pesados en esos momentos, que una ambición de sabiduría oscura.

     

    -Ahí tienes, no matarías, no es tu estilo. Lo has dicho tú mismo- acotó irónicamente. Una débil sonrisa se le marcaba, mientras apartaba la vista para mirar las maderas del suelo.

     

    -Entonces dime ¿Cuál es el propósito de que me una a la Orden además de pelear por el bien y bla, bla, bla?...Porque no creo que ustedes tengan solamente intenciones meramente pacificadoras- le espeté esperado que ella reaccionara de algún modo que me sirviese como excusa para seguir arrinconando su postura.- En el remoto caso de que me vaya a la Marca, si tu vida dependiese de asesinarme o no... ¿Me matarías?- le pregunté, pensando en cómo podría manejar eso, ahora le había cambiado la pregunta, era su turno en responder aquello.

     

    -¿Cómo te atreves a decir eso?- se defendió ella- Nosotros buscamos la libertad del mundo mágico. Y si tuviera que hacerlo, por supuesto que te mataría, como te he dicho, buscamos la paz y la libertad, si te interpones en eso, amenazándome, lamento decirte que lo haría.- respondió sin detenerse y con la seguridad de que aquello era lo justo.- Te quiero allí, porque quiero que estés conmigo, eres mi amigo.- acotó para terminar.

     

    Pensando en que lamentaría mucho que lastimasen a la mortífaga, ya estaba decidido, no había más que agregar. Puede que sea un fundamento simple el que me ha dado la fenixiana, pero lo tomé como propio, pues así lo sentía. Después de todo y aunque fuera contra mis futuros compañeros de bando, no descartaba la posibilidad de atacarlos si ellos se pasaban de la raya con la mortífaga, insistía en que no me gustaría verla sufrir.

    -Gracias…ella también me quiere en la Marca-dije seriamente, si ella me quería por amistad, yo también quería a la mortífaga. Ahora y el lugar comenzó a difuminarse, el piso sucumbió y ya no había firmeza en mis pies, la gravedad no me sujetaba a nada, por el contrario el torbellino había regresado devolviéndome al lugar en el que Juve, Niko y el resto de mis compañeros esperaban.

  20. Esperaba que el duelo terminase pronto, pero al parecer iba a durar un poco más de lo previsto. Parado sobre la ardiente arena, esperaba ver como aquél elefante aplastaba a mi contrincante, pero eso no fue posible. A metros de que el elefante llegase a atacar a Meiiden, una sombra envolvió a ésta para dar lugar a un mago, conocido quizás, el calor y el elefante de por medio no me permitían visualizar claramente. Sospeché que esto era malo para mí, la joven ya no estaba, aunque el nuevo contrincante sabía lo que hacía.

     

    Lanzó un hechizo sobre el mamífero que iba a por su vida, haciendo que éste se volviese contra mí, claramente ya no obedecía mis ordenes. -¡Ay, Merlín!- exclamé antes de lanzar el hechizo que tal vez me sacara de aquel apuro. Las manos me sudaban más que antes, mi inminente amenaza era lo suficientemente atemorizante tras cada pisotada que daba en su carrera hacia mi

     

    -Fuego Maldito- pronuncié claramente apuntando hacia el elefante. Del extremo de mi varita surgió una enorme figura jorobada que caminaba con sus grandes zarpas y sus amenazadores cuernos, el Graphorn en forma de fuego se encaminó hacia el elefante para quemarlo y matarlo en el instante en que hicieron contacto.

     

    Una burla, tal y como yo había hecho para con la joven, salió de la boca del mago mientras lidiaba con aquel animal. Era obvio que estaba intentando hacer que yo perdiese el foco, así que para cuando él lanzó su siguiente hechizo de ataque yo hice lo mismo. -Silencius- susurré apuntando hacia él mago que tenía en frente. Esperaba que el efecto de mi hechizo, evitara que él avanzara con un ataque más peligroso.

  21. Hola, qué tal? Bueno, ya casi faltan unas horas para que se cumplan 5 días y mi contrincante no ha dado señales (espero que esté bien) el tema es que solamente me falta un posteo y dos días para que termine el tiempo dado para llevar a cabo el duelo. No sé cómo seguir con eso, pero bueno, dejo el posteo con esa inquietud. Gracias.

  22. Los recuerdos, algunos buenos y otros malos han de hacerse presentes hoy. Todos estaban enseñando parte de sus vidas, rara vez cuento cosas, pero esta vez valió la pena recordar, para no olvidar y tener presente ciertas cosas que por alguna razón quedan fijas en la mente. En su momento causaron pesadillas, un tiempo después se asimila y cree superarse.

     

    -Bueno, es mi turno entonces- susurré dirigiéndome a tomar la daga.- Esto, es algo que no quiero que vuelva a pasar...- terminé de decir. En ese momento, nos trasladamos seis años atrás.

     

    --------------------

     

    Iba caminando por un largo puente de bases de hormigón, pero el piso y los costados estaban hechos de madera. Todo resultaba ser atractivo para la vista, porque debajo del puente un río corría con gran fuerza, su caudal provenía de las cataratas que se encontraban a medio kilómetro de distancia. Tenía que cruzar aquello, para ir hacia la salida del lugar, pues era un recorrido que llevaba al turista de recorrido por la selva, las cataratas y por encima del río. Todo a través de pasarelas y puentes que permitían la máxima aproximación a la naturaleza.

     

    El viento corría en el sentido en que el río pasaba por debajo del puente, por lo tanto, aún a medio kilómetro de distancia, era muy probable sentir que la brisa, venía acompañada con gotas de agua. No recordaba haber visto una corriente tan fuerte, pero en aquel lugar, a veces ocurrían cosas así. Miré hacia el puente que se hallaba más cerca de las cortinas de agua, sin lugar a dudas era más que atractivo, para que los turistas pudieran retratarse en fotos, posando en uno de los lugares más hermosos del planeta. Había poca gente cuando ocurrió, o al menos, es lo que pude ver.

     

    Tenía bastante tramo por cruzar, no había llegado a la mitad del puente, cuando un golpe se oyó acompañado por gritos de personas que no me había dado cuenta que estaban detrás de mi. Miré hacia el puente que tenía a mi derecha, pero en cuestión de segundos, la gente señalaba hacia ese lugar, no comprendí lo que pasaba hasta que alguien gritó nuevamente.

     

    -¡Se van a morir, el puente se está por venir abajo!- es lo que dijo una señora delgada entrando en pánico.

     

    Acto seguido, varias personas que se encontraban en el puente desaparecieron junto con la parte del mismo que las sostenía. El caos reinaba mientras muchas personas empezaron a pedir ayuda para aquellas personas que ya debían de estar en el río, vivas o muertas, mientras parte de la gente que no se cayó corría hacia los extremos de para salvaguardarse y entender lo que había ocurrido.

     

    Gente con filmadoras registraba lo que ocurría, otros se limitaban a las plegarias para que las personas que cayeron se encontrasen bien. La verdad es que no pasó mucho tiempo en que se pudo ver que con la corriente del río pasaban varios objetos, tales como prendas de vestir, mochilas y no quise ver si alguna persona pasaba flotando, muerta. Un horror acompañado por el llanto de la señora delgada que había gritado y en ese momento se enjugaba las lágrimas con un pañuelo.

     

    No podía creer aquello, que ese lugar se convirtiera en el infierno o la muerte de personas inocentes. Escombros y madera seguían pasando por el río, cuando varias lanchas comenzaron a cruzar el río de lado a lado en búsqueda de personas, alcancé a ver a tres personas que subieron. No sabía cuántas habían caído en ese accidente y mucho menos las fallecidas. Yo vi el momento en que el puente se desmoronó y la impotencia es obvia, pero creo que ninguno de los que nos hallábamos en ese lugar, íbamos a poder hacer algo.

     

    --------------------

     

    A pesar de que no conocía a esa gente, el recordarlo me pareció horrible. Solté la daga y traté de no seguir pensando en aquello. Pues, si en lugar de ese puente hubiera sido ese en el que yo estaba, creo que no estaría presente.

     

    -Eso es algo que me hizo mirar la vida de otra manera, tengo otro que tal vez sea más doloroso para mí, pero prefiero no enseñarlo, aún...- dije con la seguridad de que no iban a cuestionarme por aquello. Ahora, ya podían seguir con la clase.

  23. La joven creo una muralla lo suficientemente alta para que no la viera a simple vista. Ahora todo lo que veía además de la arena y el cielo, era aquél obstáculo en medio de ambos, tenía aproximadamente una altura de cuatro metros y unos ocho metros más de largo . No había manera de escalar aquello. Frustrado por querer atacarla, no pasaron muchos segundos en que la oportunidad vino directamente a mí.

     

    Inocentemente mi contrincante se asomó, y pude ver sangre en sus mejillas. Así que todo lo que hice fue alzar la varita y dirigir mi siguiente hechizo hacia ella. No estoy seguro de haber visto bien, pero creo que le vi otros dos cortes en el pecho. Se estaba desangrando, lo que me llamaba la atención, era que no se haya curado.

     

    -Silencius- murmuré apuntando directamente a la joven de ojos grises que acababa de asomarse por encima de la muralla. El efecto fue instantáneo, ella enmudeció luego de pronunciar algo indescifrable, un débil Séne...

     

    -Jajaja… ¿Te comieron la lengua los ratones? –Bromeé sarcásticamente. – ¿A ver qué tal te resulta este? , así que no te molestes en responderme.- terminé de decirle antes de lanzar mi próximo hechizo. El calor era insoportable y quería dejar de sudar por un momento, definitivamente preferiría estar en la Antártida en ese momento.

     

    -¡Morphos!- exclamé, haciendo que la muralla se convirtiese en un enorme elefante, al cual le ordené que se dirigiera a atacar a Meiiden y me protegiese de los rayos que ella pudiera arrojarme. Ahora sí, esto se puso más interesante. Ya no éramos nosotros dos y el desierto. Ella debía de lidiar con un mamífero lo suficientemente grande como para aplastarla. Hacía más calor que antes y ya no lo soportaba.

     

    Esperaba que se curara pronto, pero a todo esto, tal vez antes de que el mamífero llegue a tocarla, Maiiden esté tumbada en el piso, desangrada y muerta.

  24. Hola, ¿qué tal? Bueno, empiezo con mis dudas así que vengo a consultar. Lo primero es que si la primera acción no se puede intercalar, entonces mi "Sectusempra" le dió a mi contrincante ya que ella hizo un hechizo tipo Rayo/invocación, por lo que ambos impactan no? Lo segundo, si ambos hechizos se produjeron y ella no se hizo un "Episkey"... me convierte eso en un asesino? Y tercero, cómo es que ella puede saltar el muro y lanzarme el hechizo? no se supone que eso está prohibido?

    Bueno, es lo que se me ocurre de momento, espero que ella no me mate antes, jajaja. :lol: Bueno, ahora sí me voy. Gracias!

  25. Una de las últimas clases estaba a punto de comenzar en la Academia. La verdad, es que no me arrepentía de pasar por esta etapa. Feliz emprendí el viaje hacia aquel lugar. Distinto quizás, lejano y sorprendente. Habría que empezar a explorar aquellas cosas que se ofrecían, si bien el poder o la pureza de la sangre no me tentaban, tampoco lo hacía cazar mortífagos. Aunque si de decidir se trataba, la marca no era lo mío, quizás porque no conocía mucho de ellos o lo poco que conocía me bastaba para decir que no era mi estilo.

     

    -Qué lugar tan poco....normal- dije frunciendo el ceño. No me esperaba eso realmente, aún así debía de adentrarme en aquella nueva prueba. Saqué mi varita, preparándome por si algo tenía que hacer. Ya me había acostumbrado con Agatha y Sol en aquella clase que Morgana poseyó a una de las profesoras, que nada era para fiarse. Más en un lugar tan sombrío como éste. -Preferiría un aula normal de la Academia, pero basta de quejas, sigue.-pensé.

     

    Al avanzar un poco más, estaba atento a ambos lados por si alguien venía. Seguramente algún compañero debió de haber llegado, y si no lo habían hecho, seguramente vendrían detrás de mi. Había ingresado y juraría que jamás olvidaría aquél lugar sombrío, lúgubre y con un aroma particular... varias pociones cociéndose a la vez, espantoso. Caminé unos pasos más, confiado en que dentro no me esperaba nada más que hallar la habitación correcta, un gran error.

     

    -¡Por la barba de Merlín!...¿Qué es esto?- dije desesperado, a punto de entrar en pánico me estaba hundiendo en algo que no era suelo firme. Alcé mis brazos e intenté no moverme, para comprobar que haciendo eso no iba a seguir sumergiéndome en la arena movediza. Seguía yéndome hacia el fondo, así que pensé en algo que me librara de aquella situación.- Ascendio- grité apuntando con la varita hacia arriba, lo lo que hizo que en ese instante una fuerza me alzara hacia arriba y terminara cayendo de espalda unos metros por el pasillo por el que estuve caminando. El golpe seco me quitó la respiración un momento, me puse de cuclillas y estiré el brazo derecho para levantar la varita que quedó tirada unos centímetros a mi lado.

     

    -¿Qué clase de locura es esta?.. ¿Alguien me escucha?- dije recuperando el aliento. Regresé a la arena movediza, recordando algún hechizo que me permitiese cruzar aquél río. Un hechizo que me hiciera cruzar, levitar, endurecer esa arena.-¡Eso es!- exclamé- Duro- susurré, mirando como la arena se convertía en una especie de roca sólida. Di unos pasos más y seguí aplicando el hechizo hasta llegar a suelo firma nuevamente. Contento me quedé al voltear hacia atrás, mirando con superioridad ese reto que pude pasar.

     

    No tuve mucho tiempo de felicidad, si es que así puede llamarse. Un sónido muy poco común escuché cerca de dónde me hallaba, seguido a esto una enorme llama se asomó por el costado izquierdo. Me arrojé al suelo, esperando que la llama no me toque, esto ya no era divertido. Arrastrándome hacia atrás y con la varita aún en la mano, me toqué la cabeza para confirmar sobre ese olor a chamuscado que percibía. La verdad es que pude haberme quemado más, pero solamente fueron algunos cabellos.

     

    Me levanté y para acabar rápido con aquello apunté hacia la bestia, que ahora pude ver que tipo era. Un dragón, aunque no pude distinguir su raza, lo mejor que podía hacer en ese momento era inmovilizar temporalmente a ese dragón para poder seguir, ya ni pensaba en regresar.

     

    -Ahora sí, se habían pasado. ¿De verdad quieren matarnos?- pensé, pues a nadie podía dirigirme, aún. Me quité la túnica para secar el sudor de la frente, arremangué ambos brazos de la camisa y encaré al dragón.- Incarcerus- dije apuntando firmemente. Las cuerdas salieron de la punta de mi varita atando con fuerza al dragón, que furioso por aquello volvió a largar una llamarada de fuego hacia donde me encontraba. -Protego- pensé formando un escudo protector entre la llama y yo. El dragón insistía con querer zafarse de las cuerdas. Así que restaba algo más. -Conjuntivitis- volví a pensar para que el rayo recientemente lanzado fuera a dar en los ojos del dragón y así poder cegarlo momentáneamente.

     

    -Perfecto... uno menos- Dije con entusiasmo y salí disparado hacia el dragón a quitarle un trozo de tela plateada, alguien ya había quitado trozos. Seguido a esto, corrí un poco más por el pasillo. Parecía que esto estaba diseñado con crueldad, tal vez para saber si estábamos apto para sobrevivir ataques o simplemente probarnos a nosotros mismos, lo cierto es que alguien había pasado antes por acá.

     

    Siguiendo las instrucciones, como lo estaba haciendo, me restaba llegar a donde debían de estar las profesoras. Ya no faltaba nada más que encontrar la habitación. Una puerta de caoba entreabierta, sería esa, o al menos esperaba que así fuera. Se escuchaban ruidos dentro, me limité a mantener la varita en alto y empujar la puerta de una patada.

     

    Bruscamente la puerta se estrelló contra la pared, en efecto había gente, estudiantes con el mismo o peor aspecto que el mío. No lo podría decir, yo no tenía un espejo en frente. Al ver sus rostros, esperaba que me dijeran algo, pero fui un irrespetuoso en ingresar de aquella manera.

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