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Gaby Weasley

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Mensajes publicados por Gaby Weasley

  1. Ya una generacion se habia graduado y en los puestos de ultimo ano habian sido reemplazados por otros alumnos. Me sentia orgullosa de mis tritones, pero un pensamiento me hizo salir de los otros. Los tritones!! tenia semanas sin haberlos visto y la pena que se expandia dentro de mi era gigantesca, pues mi responsabilidad en la casa ya no era solo la de hacer tareas.

     

    Mi paso apresurado se dirigio a la sala comun en los adentros del suelo. Ya habia sido nombrada prefecta y de seguro Etoile o Jessie me estarian esperando con severas miradas dedicadas especialmente a mi persona. Y no seria muy agradable que me quitaran el honor de estar en el puesto. Pasar de nuevo por la estatua del triton y junto a las antorchas en el subsuelo me hicieron recordar mi primera vez.

     

    Un sonrojo se presento en mi rostro al ya llegar a la calida habitacion. Nuevos rostros se presentaban y no tenia otra que presentarme a ellos, pues era ya no era solo una alumna mas, si no la prefecta del sitio y, pues, tenia que hacer algo mas que quedarme ahi tartamudeando.

     

    -Bienvenido, Adolf. Yo soy Gabrielle, la prefecta de los tritones -me presente con una reverencia leve- un placer tenerte aqui en nuestra sala comun

  2. El torbellino se apodero de mi cuerpo mas rápido que un león a su presa, una sensación de mareo vino con él y supongo que lo mismo le pasaba a Shasha. Suponía que eso si era parte de la clase, ya que… Bueno, era duelo básico, en algún momento nos tendrían que separar en grupos para comenzar a pelear. Y lógicamente la brillante moneda de oro que habia toqueteado era un traslador que nos llevaba a un lugar muy parecido a un jardín.

     

    La luna favorecía cada detalle de este y su luz irradiaba una sensación de elegancia en el ambiente nocturno. Tome rápidamente mi varita, que se encontraba entre mi bota y la pantorrilla derecha, y apunte al suelo, aun sin intenciones de atacar. Le regale a la Rambaldi una amigable y sarcástica sonrisa, para que en los interiores de mi contrincante se extendiera un sentimiento curioso y confundido. Una acción muy debida de mí.

     

    Mi "vestimenta" ese dia consistia en las dichas botas, unas medias finas y elegantes y, arruinando la sensacion de elegancia, una camiseta y shorts viejos le dieron ese toque mas sencillo y diferente a lo que la gente traia usualmente. Jugueteaba con mi varita mientras esperaba la reaccion de la contrincante. Decidi no decir nada, pues mi mente estaba muy concentrada en cosas mas... o quizas menos importantes.

     

    El primer encantamiento fue lanzado y, ciertamente, no fue muy agradable el efecto de ese. Una gigantesca serpiente se deslizo tranquilamente hacia mí. Y, antes de que pudiera reaccionar, esta me mordió la pierna izquierda, penetrando con sus colmillos en la fina tela de las medias largas que me llegaban a la parte más superior de la pierna. El dolor era intenso y ya empecé a paralizarme. Murmure un par de palabrotas y luego mire mi brazo. Según el reloj que se encontraba en el, ya habían pasado diez minutos desde el primer ataque.

     

    Me encontraba en el piso ya, mi brazo apuntaba al pie de mi contrincante. Pensé un rotundo << Incárcerus>> mientras pienso que otro encantamiento me salvaría de la petrificación causada por la Bungarus. Entonces la vi. Una pequeña roca junto a mi mano libre. Pensé entonces en un bezoar, cuyo parecido era incondicionable con la roca. Lo transforme y dirigí mi lengua a él, ahora, bezoar, que se encontraba a pocos centímetros de mi boca. De un salto me pare y seguí en guardia mientras el cuerpo de Shasha era cubierto por tres lianas.

  3. Sonreía de medio lado a causa de la explicación de Bridget. Era completamente lógico lo que planteaba, aunque ni yo misma había pensado en que íbamos a continuar la clase en otras "circunstancias". Al ella mencionar las plumas que se encontraban frente a nosotros, le heché un vistazo a la que se encontraba en la mesita de mi asiento. Su grosor y textura exhalaban una sensación de delicadez y elegancia.

     

    <<¿Para qué sirven las aulas si las clases se llevarían a cabo en otras instalaciones?>> era una pregunta que se repetía en mi mente unas cuantas veces, algunas seguidas. Decidí dejar el tema y entomarme de hombros, pues esa decisión no estaba en mi poder. Entonces al compás de los números que señalaba la Profesora, iba dirijiendo mi mano a la elegante pluma. Al llegar al tres inmediatamente tomé el objeto y me aferré a el, como si me salvara de una caída repentina.

     

    Había caído en una posición algo graciosa. Mi ligero cuerpo se apegaba a la arena tal cual una mosca en vidrio de auto muggle. Mientras me levantaba limpiaba mi vestimenta, no me preocupaba mi actual aspecto, pero si la expresión de los elfos al ver el de mi ropa. Reí con ganas, pero paré al comenzar a escuchar la voz de Athena.

     

    Mientras hablaba, parecía que estuviera citando textualmente a los montones de libros de los que había leído. La comunidad de los Egipcios era casi tan interesante como la de los Griegos, pero aun así permanecía entre mis categorías preferidas. Sacudía levemente mi vestimenta, había indicado que ahora empezaremos a imitar a los cazadores de tesoros muggles y buscaremos una extraña joya, sin razón ninguna.

     

    Los pasos se sumaban a los granos de arena que se desprendían de mi ropa, rostro, pies... Parecía un extraño monstruo blanco, solo que ya estaban saliendo los numerosos granitos, dejando ver mi piel menos blanca de lo que ya estaba a causa de estos. Conforme a este ritmo íbamos llegando cada vez mas cercanos a la enorme pirámide. Había leído también de este monumento, pero se mencionaba mas en los libros de historia muggle, en los cuales mi interés escaseaba tanto como el fino viento en mi ubicación.

     

     

    OFF:

    Me alegra que te haya gustado mi forma de expresarme, profa (?). \O/ xD

     

    Aquí esta mi ficha *^*

    saludos~

     

  4. Daba saltitos por los pasillos de la Academia. Estaba emocionada y un tanto nerviosa por ese día, sin importar que la protagonista no sea yo, igual estaba especialmente feliz por esas personas a las que "su día llego". Venía de la Sala Común de los tritones, luego de ser ascendida al cargo de Prefecta. Verdaderamente no me creía muy capacitada para este increíble puesto, pero se supone que las Jefas de Casa nunca se equivocan, así que decidí aceptar con emoción. Llevaba en mi mano derecha una pequeña bolsa de encaje dorado, que contenía regalos para los graduados que más conocía. ¿Les gustara? ¿Me lo tirarán en el rostro? Nadie sabía, solo quería ver la cara de los alumnos al recibir su diploma. Más nada.

     

    Al llegar a la puerta di un giro sobre mi propio eje, para demostrarle a los presentes lo loca que estaba. Que adorable. Lástima que mi vestido no es lo suficientemente amplio como para que se extienda y gire, pero al menos si lo hace, tanto como lo permita su largo. Al fin, entre en el Gran Salón, el cual estaba repleto de rostros emocionados, con lagrimas de orgullo. Sonreí al descubrir a Sammuel entre los presentes, ya se veía que lo aturdían varias personas con sus felicitaciones. Corrí hacia él y me colgué de su cuello dándole un abrazo, luego le plante dos besos a sus mejillas, ahora, pálidas.

     

    -felicitaciones, felicitaciones, felicitaciones -repetía orgullosa, empezando a soltarlo

     

    Luego observe que estaba acompañado. Decidí inclinar ligeramente la cabeza, respetuosamente, mientras notaba como la sangre subía poco a poco hacia mis rosadas mejillas. Así entonces dirigí mi mirada a los demás presentes, estudiantes, padres, profesores… Buscaba especialmente a mi madre, quien también estaba presente entre los estudiantes que se graduaban ese día. Encontré su cabecita bien peinada junto a la de mi tío Andy. Volví la mirada hacia Sam y me acerque a su oído, susurrándole <<te daré el regalo luego, así es más dramático>>.

     

    Y así, me encamine hacia la Rambaldi, siendo discreta hasta el momento en el que vi su vestimenta, casi igual a la mía, razón por la que comencé a reír divertidamente. Cuando noto mi presencia, la abrazo y le di una cariñosa felicitación. Luego le pedí permiso a Andrés de que me “secuestrara” a mi mama unos minutos, para darle el regalo junto a Sammuel. Como ya dije antes, “así es más dramático”. Volví a caminar hacia el joven y entonces tome con la mano derecha la bolsa que se encontraba en mi muñeca. Primero saque un pequeño sobrecito que contenía un brazalete que me habia hecho pensar en Claudia y en su pasión por la caza desde el momento en que lo vi. En cuanto a Sammuel, le entregue una cajita encantada para que sea mas grande por dentro, que almacenaba una maquina para escribir muggle. Sonreí nerviosa viendo a cada uno, preguntándome que les parecían.

     

     

    OFF:

    Gracias Etoile, de veras me encanta el cargo *0* ah, amo tu firma amnesiosa *^* shin :bb: (?

    Lucas, Mamah, May, felicidades (y a los demas individuos (?)) *^* Los regalos de mi mamah y gaspardo no salen en los links asi que los pongo aqui xD

    Lucas: http://data.whicdn.com/images/56513088/tumblr_mjgnixYUsZ1ryd2b2o1_400_thumb.jpg

    Calu: http://25.media.tumblr.com/90a401e3e721c265ed56b7f8c894788c/tumblr_mhj8hipBi01rrzx66o1_500.jpg

    May, tu regalo en el proximo rol xDD :rolleyes: *huyo*

     

  5. Paseabamos tranquilamente por los pasillos y puertas y ascensores del Ministerio de Magia, hasta llegar al Departamento de Misterios. Quizas el lugar mas interesante de todo el edificio, yo aspiraba trabajar ahi. Me perdi entre los estudiantes para detallar cada sector del lugar, cuando llegue de nuevo para conseguir trabajo queria no perderme en el camino y esta era la perfecta oportunidad. Al llegar al sector que todos los alumnos esperaban, la Sala de la Muerte, Tauro nos indico que mejor nos alejaramos del velo, por razones extranas, muerte y dimensiones desconocidas. Seria genial hecharle un vistazo. Ja, bonitos pensamientos los mios.

     

    Sacandome de mis pensamientos, la profesora lanzo un rotundo "Sectusempra" al profesor Kris, cosa la cual ignore, debian de ser leciones a un novato que pregunte. Mi vista inmediatamente se dirigio a ellos despues del segundo maleficio, saque mi varita dentro de mi bota y la tome con firmeza. <<¿seran asuntos de bandos?>> pregunte curiosa dentro de mi cabeza. No era totalmente seguro, si estaba en lo cierto tal vez buscarian un mejor lugar par hacerlo, no en plena clase de Duelo Basico donde les pagan para que no hagan revuelto.

     

    Diriji mi vista a los demas estudiantes, la mayoria distraidos. Luego de entre ellos resalto Shasha, con quien ya mantenia una relacion mas "unida" que con los demas estudiantes". Su mirada choco con la mia, se veia nerviosa por empezar la clase. Cosa que me hizo reir. Quizas si ella pusiera un poco mas de cabeza al tema, le encuentre el sentido educativo al tema. Volvi mi vista hacia los profesores, quienes seguian entretenidos con su "trabajo".

     

    Debian de ser cosas arregladas, esa es una razon muy segura. Quizas. Baje mi varita y mantuve mi brazo cerca del resto del cuerpo, escondiendo ligeramente mi "arma", no queria que me denuncien por intentar atacar a un profesor. Contemple el duelo que se llevaba a cabo, era interesantemente inquietante. Quizas esa no era la clase, pero estaba aprendiendo de todos modos algo en ese dia. No del todo educativo, pero me servirian sus acciones para peleas futuras. Tal vez en asuntos de la Marca. Sonrei con orgullo, imaginando como seria. <<Lovely, lovely, lovely>>.

  6. Asenti sonriendo ligeramente, ese era uno de mis libros favoritos y era un objeto extremadamente importante para mi. Hubiera empezado a explicar toda la importancia en mi vida, pero al parecer, a nadie le interesaria hablar de algo como eso. Me limite a asentir sin mas, sin parecer irrespetuosa. O al menos eso me hacia creer a mi, esperaba que tambien sirva el mismo efecto en mi acompanante.

     

    -Bonito nombre, ¿como... la historia de la caja de Pandora? -le sonrei juguetonamente, adoraba la mitologia de los griegos y siempre tenia la costumbre de asociar todo con ella

     

    Mi distraccion fue interrumpida por el ave que acompanaba a la chica, quiero decir, Pandora. No conocia en especial a esa raza que menciono, pero aun asi me parecia un precioso animal. Volvi a asentir y a dirijir mi vista a Pandora, la verdad nuestro encuentro se habia limitado a "sis" y a asenticiones (?) de mi parte, no acostumbraba a hablar mucho desde pequena.

     

    -es muy hermoso, en eso tienes razon -le indique ladeando la cabeza, a punto de mencionar algo mas, pero de nuevo, fui interrumpida por otra joven -Shasha! no te veia desde... generales? que tal estas? -le salude con una mano, sonriente

     

    Acto seguido, frunci ligeramente el ceno. La chica tenia un... destello color rojo desde su labio, que decidi ignorar. Mi mente me habia traicionado un par de veces ya. Pero me inquiete al notar que Pandora tambien lo noto. Dos locas en el mismo sitio no es creible. Algo pasaba aqui, segun mis instintos, lo que habia visto era sangre y cuando una vampirita inoscente ve sangre, algo terminaba andando mal (?). Quizas el corazon de alguna persona.

     

    -s-si, nos conocimos en la Academia, estamos en el mismo curso -sisie, tragando saliva fuertemente

  7. Ya era de mañana y mi estómago aún no tenia ni la mas mínima hambre. Ni gruñía, ni temblaba, ni dolía. Solo permanecía ahí como si u trabajo estaba suficientemente hecho con sólo hacer eso. Me vesti con un sencillo vestido y unos tenis negros, como solia hacer. Era mi forma de decirle a todos que no soy igual. Contemplaba con el vidrio de mi tocador mis colmillos, detestaba tenerlos. Cerre la boca y baje, indicandole a Hades, el elfo de mi madre, que mejor comía en en camino o algo así. No tenia importancia cuánto comía, si no las clases. Eso valía la pena. No solia ser asi, pero necesitaba salir de mi hoyo y estudiar, por alguna vez en mi vida tenia que hacerlo.

     

    Decidí que lo mejor era dirijirme a la Academia mediante la Red Flú. Al parecer el elfo no había entendido lo que le había dicho y trajo un vaso de zumo de naranja. Gustosa lo tomé, tenia que hacerlo. luego me daría hambre de todas formas. Lo tomé y se lo devolví, ya dentro de la chimenea. No queria llegar a mi destino con un vaso sucio, seria algo extrano y quizas tendria que tirarlo. Y mi madre probablemente se enojaria conmigo, gracias al fino material con el que lo elaboraban. Mis ojos se paseaban por las temblorosas manos del elfo, intentando alcanzar el frasco de polvos. Intente ayudarlo al estirar el brazo, pero ya los tenia por el mismo. Fue un milagro que no se le hayan caido.

     

    Sostuve los polvos firmemente y exclamé <<Academia de Magia y Hechicería>> sin mucha preocupación. En su efecto, aparecí en una chimenea en medio de un pasillo, lleno de estudiantes desesperados. Decidí ignorarlos y caminar hacia el aula en el que ya debería estar, 509.... 509.... 509... Ese numero se repetía incontables veces en mi cabeza como si por hacerlo aparecería por arte de magia allá. La verdad, todavia no habia conseguido mi permiso para desaparecerme y si fuera lo contrario, no tendria sentido lo que acaba de decir. Porque si podria aparecer por arte de magia por pensar en un lugar.

     

    Le dediqué a los presentes en el aula un gran suspiro. Entré con mas seguridad e hice un leve saludo "cordial". No sabia si presentarme o si no, quizás debería. Todo por los modales, ¿No es así?. Una de la profesoras se levantó de su asiento y nos llamó "engendros", cosa que me hizo sonreír e ir directamente a mi sitio, junto a la ventana. Tenia la costumbre de siempre sentarme ahí, quizas por el paisaje de afuera, o la ventilacion. La verdad esa segunda opcion no era muy probable, ya que siempre andaba con frio, cosas que solo me pasan a mi.

     

    Al escuchar el resto de sus palabras, mis dudas fueron resueltas. Al parecer tenia que presentarme delante los demás "engendros". Este pensamiento me hizo soltar una sonrisa juguetona y, levantarme de mi sitio en la fila. Caminaba lentamente hacia la parte superior del aula, entre los alumnos y las dos profesoras. ¿Que decirles? Seria extraño explicarles la razón de todos mis lazos tanto como solo mencionarlos con indiferencia. Opté por la segunda.

     

    -Buenas, mi nombre es Gabrielle y soy matriarca de la Longbottom... Pero mis parientes sanguíneos son Crowley -y así mismo volví a hacer la reverencia y a sentarme

     

    Contemple con curiosidad a todos los alumnos, mientras pasaban y salian de nuevo a sus asientos. Me apoyaba de la ventana, por primera vez no estaba distrayendome con ciertos sonidos provenientes de afuera, ahora estaba muy pendiente de lo que pasaba, no me queria perder ni un momento de la clase. No en estas circunstancias.

     

    *^*^*^*^*^*

     

    Holaaa. Soy Gabriela y vengo de Venezuela ^^. Tengo catorce años y soy 100 % potterhead. La gente me dice freak y también suelo ser tribute y whovian *0*. ¿Algo mas?

     

    Ah, si. No me manden correos al msn porque no respondo hasta unos... 5999.000 años luz después n-n xD

     

    Creo que eso es todo :unsure: SALUDOS (?

  8. Noté que la otra chica me decía algo, pero estaba bastante incrustada en mis asuntos. Luego me ocuparía de ser paciente con la gente. Pero primero va mi libro. Estaba entre dos arbustos cuando ella se acerco a mi con un objeto glorioso. Lo tenia. Tenia mi libro.

     

    Lo primero que hice fue pararme de un salto y abrazarla. La pobre persona que tenia enfrente me había tratado de lo lindo esos olimos minutos y yo había estado concentrada en cosas como mi libro. Tenia que disculparme, al menos a mi "manera".

     

    -oh ¡gracias gracias gracias gracias! -le indiqué mientras me separaba un poco- siento haber sido tan mal educada, es que este libro es.... Muy importante 

     

    Le heché una ojeada al libro que traía entre mis brazos, sano y a salvo. Había sido un regalo de mi abuela, quien no tenia muy buen gusto, pero los libros de su biblioteca si lo tenían. En especial en el que gente como yo se interesaba. Mi abuela me vió una tarde fisgonear ese libro, faltaba una noche para mi  cumpleaños y, no me sorprendió encontrarme con el mismo libro envuelto en papel de regalo a la mañana siguiente. 

     

    -por cierto, hola -solté una risa- soy Gabrielle, ¿tu? -le expliqué, mientras extendía mi brazo

  9. Holaaa. Aqui una nueva en los mortios :unsure: he decidido ser minimortia *00* bueno, si me lo permiten (?) de todas formas igual vengo a pasar por aqui dejando mis datos y eso~

     

    Nick: Gaby Weasley

    Nombre: Gabriella (off rol) Gabrielle (on rol)

    Edad: 14 (off rol) 18 (on rol)

    Fecha de cumpleaños: 16 de noviembre *^*

    País: Venezuela (off rol) Francia (On rol)

    MSN: gabypotterica@hotmail.com (la verdad casi nunca lo uso, pero ahi lo dejo)

     

    Listo *^* todo listo n-n. No se si era necesario lo "(on rol)" y "(off rol)" xD pero bueno, igual lo puse (?). Saludos para todos~

  10. Era mi primera vez en el ministerio y la verdad que no era muy emocionante la excursión. Primero fueron los baños, un amigo me había comentado que un modo de entrar al ministerio era mediante a una asquerosa aparición. Inicialmente uno llegaba a los sanitarios, se paraba sobre el inodoro y bajaba la palanca. Así uno se sentía como un pez muerto de niño pequeño en pleno funeral. Intenté probarlo y agarrar coraje, pero no podía. 

     

    Así que decidí optar por mi segunda opción, una segunda opción que no me haría dejar el "transporte" lleno de vómito.  Los teléfonos. Ya casi era la hora en la que la clase empezaba y no había llegado. Tenía que llegar temprano, si no no me lo personaría. Siempre había sido listilla y llegar tarde seria inaceptable. Hice la "caminata rápida" hacia los rectángulos de colores con puertas que deberían ser mi destino.

     

    Apresuré el paso hacia las cabinas telefónicas y afortunadamente cogí uno antes de que un viejo señor, probablemente muggle, hiciera lo mismo primero. Marqué los números que indicaba mi trozo de pergamino y así bajé a las hermosas instalaciones del Ministerio de Magia. Tomé rápidamente un ascensor junto con otras dos señoras con una expresión que me hacia creer que algo olía mal cuando no lo era, fue algo desagradable. Gracias a Merlin que fui la primera en salir.

     

    Y al hacerlo, no presté mucha atención a los alrededores, tenia que llegar a tiempo. Caminé con cierta prisa hasta los profesores y me encontré con un grupo de estudiantes inquietos y dos jóvenes, los dos probablemente de diferentes bandos. Me quedé mirando con curiosidad a todo el grupo en conjunto, eran extrañas y al mismo tiempo interesantes las razones por las que ellos estarían ahí. Si los obligaron o vinieron porque no tenían nada que hacer o... Mejor paraba de pensar. Pensaba demasiado. 

     

    -buenas.. -susurré con cordialidad mientras bajaba levemente mi cabeza en forma de saludo- soy Gabrielle Crowley. Un placer, para quienes no lo saben -y así me dirijí entre los primeros, debía escuchar mejor

     

    La ultima oración la dije como frase reparadora, ya que No estaba muy segura de si era necesario presentarse por segunda vez, ya que muchos en la clase eran muy listos y seguramente ya sabían mi nombre, pero siempre era bueno remarcar, o al menos esa fue mi frase de consolación. 

     

    *~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

     

    Holaa soy Gabriela de Venezuela y tengo 14 años *^* bueno, no se si era necesario volverse a presentar. Pero para los olvidadizos, ya lo saben n-n. Espero que muchos salgan directo a San Mungo por mi culpa :3 con amor (?). Saludos~

  11. Ya habia parado de cantar, solo que no me habia dado cuenta. La intensidad que sentia en este estilo de partes cumbre de los libros era extrema. Ya casi me faltaban unas cuantas paginas y estaba concentrada mientras leia. Estaba en la mitad de la historia. Y cuando digo "la mitad" quiero decir qyue me sentia observando como se desembocaba el final.

     

    Pero algo me saco de mis pensamientos. Una chica un poco mayor que yo cayo sobre mi, al mismo tiempo que rodabamos por el cesped. No pude evitar reir, la verdad fue gracioso. Al parar, ya casi en la orilla del lago. Le sonreí amable e inesperadamente, al parecer a ella también le sorprendió tanto como a mi. Al parecer estaba suponiendo que me enfadaría. Aunque solo lo habría hecho si mi libro habría caído en algún lugar, como el lago.

     

    Pasee mis ojos por los cinco metros que nos rodeaban, notantome un tanto nerviosa. Note que la otra chica habia dicho algo, pero decidi ignorarlo. Mi libro valia mas, podría hablarle a ella mas tarde. Me abalancee sobre el césped en busca de mi libro, quizás hasta habia perdido la pagina en la que iba. <<mi libro.. mi libro…>> mascullaba al mismo tiempo que gateaba por el lugar.

  12. Caminaba distraidamente por los bordes del pequeno lago de los jardines. No importaba si caia, de todas formas no se veia muy profundo y tenia un poco de calor. Seria un milagro que no me callera al proposito, aunque no me gustaria sobresaltar a las felices parejas que me rodeaban o a las personas solitarias leyendo un libro. Sonrei maliciosa al pensar en la idea de mojarlos a todos, pero mejor deberia permanecer calmada. Nina buena.

     

    Levante la vista ligeramente para asegurarme de que nadie me veia. Al parecer el lugar estaba abandonado. Mordi mi labio y saque del bolsillo de mi chaqueta un libro, que empeze a leer en cuanto llegue a la calida sombra de un arbol, alejada del sol. Odiaba cuando se reflejaba en mis orbes, aunque muchos decian que formaba un color muy bonito. A mi no me importaba en lo absoluto. Mientras leia tarareaba una cancion muggle, mi preferida en algunos casos.

     

    -...It's time to begin, isn't it? I get a little bit bigger but then I'll admit. I'm just the same as I was...

  13. Holaa. Queria hacer un par de cambios n-n

     

    Primero, en las familias, podrían poner: “Familia Longbottom (matriarca)” debajo de la Crowley.

     

    Y en los padres adoptivos “Nickalus Longbottom **”

     

    En la historia, cámbienla por esta, por favor:

     

    La historia de Gabrielle da inicio un día de primavera, un día muy especial en el que el matrimonio formado por Dimitriv Gainsbourough ** y Claudia Rambaldi Crowley, recibía a su ultima hija, una pequeña de cabellos color castaño y ojos tan azules como el cielo. La que bien traía alegría a su gran hogar, una alegría que se desvanecería al poco tiempo de nacida por la muerte de Dimitriv.

     

    Su infancia transcurrió de una manera común para una pequeña bruja, vivió con muchos lujos y excentricidades, algo muy común en una familia adinerada como la de su padre, donde nunca le falto nada de nada. Siendo la hija menor, Gaby siempre tuvo todo lo que pedía, todo que lo ambicionaba aprendió a conseguirlo como dé lugar.

     

    Con tan solo seis años, se muda a la gran mansión de los Gainsbourough, con sus abuelos, en Paris, dentro de la misma Francia. Allí la pequeña pasó la mayor parte del tiempo, viajando de vez en cuando por diferentes países y aprendiendo de ese modo Italiano, Alemán, Inglés y Portugués a parte del Francés.

     

    A los ocho años comienza a desarrollar habilidades mágicas, algo que sorprendió a sus abuelos de gran forma al ver que su nieta ya era toda una bruja. Pero algo entristecidos porque veían en ella el vivo retrato de su hijo fallecido, sentían un gran resentimiento hacia su nuera por haberse marchado sin dejar ningún rastro. Al cuidado de sus abuelos y tíos, pues ellos tenían ya un plan para ella, dedicarían su tiempo para que ella no fuera como los otros niños de su edad, a que valorara la magia a tal grado que llegara a odiar todo lo muggle, intentaron inculcarle ideales mortifagos aunque en realidad no lo eran, no mataban por desaparecer a los muggles pero si apoyaban esas ideas. Pocas veces recibía la visita de su hermana mayor, sólo a ella reconocía, sabía que tenía una madre y se encontraba viva, pero no tenía una imagen clara de ella, sólo fotografías. Sabía que ella tenía un peculiar parecido a su madre pero no tenía la certeza de que tanto.Siempre fue criada con mano fuerte, no se le permitía relacionarse con muggles a pesar de vivir en una ciudad llena de ellos, era una niña que siempre andaba por el mundo caminando con superioridad sin realmente sentirlo, no estaba de acuerdo con lo que su familia trataba de inculcarle, y cada vez que ella intentaba enfrentarse a ellos se le castigaba severamente a manos de su tío Maximus, quien siempre envidió a su hermano Dimitriv y era una forma de desquitarse de él, a través de su hija.

     

    Al llegar a la edad en que se supone iría a Hogwarts, ella con la ilusión de ir a ese colegio del que tanto había escuchado hablar, empacó todas sus cosas, lista para librarse al fin de toda esa negatividad que la inundaba en aquél castillo. Pero al llegar a la puerta, su tío Maximus la detuvo y tomándola fuerte del brazo la traslado hasta Drumstrang, donde forjaría su carácter, ahí le enseñarían lo bueno de la vida mágica de la mejor manera, aprendería a usar sus habilidades al máximo siendo la mejor de su clase. Todo esto había ocurrido gracias a que su hermana había dejado de visitarla, había algo extraño en todo eso, pues además de las visitas había dejado de recibir cartas las escasas cartas que Claudia le enviaba, las lechuzas habían sido el único medio por el que ella tenía contacto con su madre,mel ultimo afecto que había recibido de ella había sido un Medallón de oro para su cumpleaños numero 10.

     

    Al concretar un año en Durmstrang decidieron trasladarla a Hogwarts como compensación por su esfuerzo, ya era una chica fría y dura con sus palabras, justo lo que ellos habían deseado. En Hogwarts, la colocaron en la casa de Gryffindor, algo que su familia detesto, puesto a que todos habían despreciado a esa casa sin excepción alguna, a menos que hubieran ido a otro colegio de magia. Y ella había sido la única en la casa leona.

     

    Luego de transcurrir los siete años en Hogwarts, Gabrielle se empezó a sentir fuera de foco en la familia cuando estaba presente en la mansión Crowley, así que la ojiazul decidió empacar sus cosas y marcharse en busca de... Bueno, de ella misma. Pasaron dos meses y la pequeña no conseguía nada, hasta que cansada y arrepentida de su acción, sentada en un pub con el medallón que le regalo su madre en la mano, conoció a alguien que le cambio la vida entera. La llevó al castillo Longbottom donde conoció a los que serian, su padre adoptivo.

     

    Los dos pasaban mucho tiempo juntos y les encantaba. Se veía que la joven y el viudo se entendían con sus ideas risueñas y graciosas. durante otros dos años la pequeña leona vivió con Nickalus Longbottom, hasta que llego un extremo en el que ya no soportaba mas el estar lejos de su verdadera familia y partió de nuevo, a su verdadero hogar.

    -Gracias de antemano n-n *dejo fresas con crema*

  14. Contemplé como las miradas se dirigían hacia mi, junto con una chica sosteniendo una hermosa corona de flores, presentandome a todos los presentes. Sostuve la corona con un leve "gracias" y acto seguido, la pegué en una de las variadas columnas. La otra jefa de la casa, Etoile, se acercó a mi, saludandome igual y preguntandonos si sabíamos alguna historia de la primavera. El cuento pasó por mi mente en una fracción de segundo.

     

    -y-yo se sobre uno, mi madre siempre se la pasaba contandome cuentos de la mitología de los griegos -sonrío recordando y me aclaro la voz-  muy pocos lo saben, pero según los seguidores de los dioses creen esto;

    Cuenta Homero que hubo un tiempo en el sureste de Europa en que reinaba la eterna primavera. La hierba siempre era verde y espesa y las flores nunca marchitaban. No existía el invierno, ni la tierra yerma, ni el hambre. La artífice de tanta maravilla no era otra que la diosa de la fecundidad de los campos, Démeter (la Madre Tierra). 

     

    Démeter se convertiría en la cuarta esposa de Zeus, padre de todos los dioses, dueño y señor del cielo. De este matrimonio nacería Core (doncella), que después recibiría el nombre de Perséfone. 

     

    La criatura era el amor de su madre, y una joven de gran hermosura. Solía acercarse a un campo repleto de flores a jugar. Un día pasó por allí el terrible Hades, dios de los infiernos, con su temible carro tirado por caballos. Se encandiló de Perséfone y la raptó para llevarla al subsuelo, a su territorio. 

     

    Démeter, al no aparecer su hija, empezó a preocuparse y fue en su busca. Para ello encendió dos antorchas y, con una en cada mano, emprendió una peregrinación de nueve días y nueve noches en su busca. Todo fue inutil. Al décimo día el Sol, que todo lo ve, se atrevió a decirle quién se había llevado a su hija. Irritada por la ofensa, Démeter decidió abandonar sus funciones y el Olimpo. Vivió y viajó por la tierra. Esta se quedó desolada y sin ningún fruto ya que, privada de su mano fecunda, se seca y las plantas no crecen. 

     

    Zeus, ante el desastre que se estaba produciendo, se vio obligado a intervenir de alguna forma. Sin embargo no le fue posible devolver a Perséfone a su adorada madre. ¿Por qué? Porque la muchacha había probado el fruto de los infiernos (la granada) y le era imposible regresar al mundo de los vivos y abandonar las profundidades. 

     

    Así las cosas, se pudo finalmente llegar a un compromiso. El acuerdo permitía a la joven mantenerse al lado de su esposo durante un periodo del año (unos mitólogos dicen medio año, otros un poco más) y volver al lado de su madre. 

     

    Cuando Perséfone regresa con su madre, Démeter muestra su alegría haciendo reverdecer la tierra, con flores y frutos. Por el contrario, cuando la joven desciende al subterráneo, el descontento de su madre se demuestra en la tristeza del otoño y el invierno. Así se renueva anualmente el ciclo de las estaciones.

     

     

    Finalicé el relato mirando a todos los presentes, deseosa de sus opiniones. Ya me sabia el cuento de memoria de tantas veces que lo había leído y escuchado, no sabia si seria útil para un baile, tal vez podríamos sacarle jugo al tema o quizás no, era una historia corta y se supone que duraría para toda la eternidad. Mordí mi labio inferior con algo de duda mientras esperaba una respuesta.

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  15. Paseaba por los largos pasillos de la Academia de Magia y Hechicería. Buscaba el ala occidental de dicha escuela de jóvenes hechiceros. Mis orbes azules caminaban tranquilamente sobre las  esculturas y tapices, pero en ninguna era referida a un tritón. En ese momento, recordé el trozo de pergamino en el que había escrito las instrucciones para llegar a la sala común de mi nueva "familia". Leí rápidamente las palabras casi ilegibles para muchos, pero conocidas y perfecta para mi. Decía "pasando por el ala occidental, llegas a las cocinas y las atraviesas, al encontrarte con la estatua de un tritón...." no pude leer mas.

     

     El fino papel bailó entre mis dedos y, fácilmente, voló por los aires. Intente atraparlo, pero era inútil. Me las tenia que arreglar sola. Así pase por las instrucciones que había entendido. Ya en las cocinas, tomé uno de los panecillos que un elfo había dejado y lo metí en el bolsillo de mi cazadora, inoscentemente, aunque recibiendo la severa mirada de una pequeña elfina, a la cual evité, saliendo del paso y encontrándome con la estatua de uno de los hombres que mas admiraba en la mitología de los griegos.

     

    -¿La contraceña? -preguntó el viejo señor

     

    La contraseña, la contraseña, la contraseña.... ¡Diablos! No había pensado en eso. Todas las palabras pasaron por mi mente << manzanas quisquillosas.. No, tritones bailarines... Tampoco... ¡SI!>>

     

    -Estrellas del río -le dije con mi acento francés 

     

    Y asi, el tridente me abrió el paso a la trampilla ya gastada, en la cual entré con curiosidad. Caminé unos minutos por un largo pasillo decorado únicamente de antorchas, en un momento de distracción en como se consumía el fuego de una, choqué con algo hecho de roble, dando a contar su dureza. Saqué mi varita por pura lógica y golpee dos veces a lo que debería ser la cerradura, para entrar en una sala cálida y hermosa. El sueño de una yo a los ocho años.

     

    -buenas, soy Gabrielle Grainsborough Crowley -les dije algo tímida a los habitantes de la sala común de los tritones, a la sala común de mi "familia"

     

    *~*~*~*~*

    holaa, un gusto estar en los tritones *000* me pasare cada vez que pueda a rolear, palabra de potterhead :3 besines~

  16. No entendía exactamente que pasaba, escuché unos gritos lejanamente, decidiéndome a acercarme mas a la escalera. Cuando llegué al sexto escalón, pude reconocer la voz de Isy y la de un par de chicas llamadas Shasha y Saara. Tragué saliva dificultosamente y subí las escaleras rápidamente, dejando todo atrás. Temía lo peor, pero no quise pensar en ello, sólo el pensar de que alguien saldriera herido y sobre todo mi querida Besy ( :cry: ), me hacia perder las fuerzas.

     

    Subí un par de pisos mas y, entonces, me choque con esta chica, Shasha. Ella solo me pidió que corriera de nuevo de donde vine, me acerque a Isy y a Saara para preguntarles que había pasado, pero ellas sacudieron la cabeza de modo que me calle y seguí corriendo a su misma dirección. Ya estaba mas aliviada sobre el tema.

     

    Llegamos e, inmediatamente después de perderme un momento en mis pensamientos, estaba sobre el brazo del profesor, de nuevo en la Academia. Me pare lo mas rápido que pude y me disculpe con el, sintiendo como la sangre subía a mis mejillas por la pena. Volteé hacia el sombrero y sonreí, ya estábamos seguros de viejos  con complejo de maniático. 

     

    Y eso parecía un tanto aburrido.

  17. Escuche atentamente mientras miraba con algo de preocupación a Sol, parecía estar de muy mal estado. Al oír las palabras "bien, sepárense" levanté ligeramente la vista hacia Derek, alzando las cejas. Evite reír, ya que era un tanto irónico que alguien como el cambie de opinión tan fácil y rápidamente. Asiento al mismo tiempo que el nos da las instrucciones, al parecer me tocaba buscar en las mazmorras junto con Juli y Leah. Tomé mi varita con cautela y atención, por si las moscas.

     

    -bien, mejor empecemos a buscar, ¿No? -les pregunto con una sonrisa sarcástica a mis dos compañeros, acto seguido, levando la barbilla un poco mas y empiezo a buscar cualquier rastro del lunático que robo el sombrero seleccionador o del ya dicho cacharro

     

    Al parecer no había nada, husmeé en la aula de pociones, donde habían solo las ya inventadas por esos tiempos remotos, que eran escasas, el despacho del profesor de pociones, que estaba completamente desordenado, al parecer el profesor había estado alterado ese día. Entre mazmorra y mazmorra no encontré nada, aunque me daba la impresión de que estaría oculta en la sala común de Slytherin, que estaba lógicamente en esta hubicación, aunque yo como Gryffindor no podía entrar. De repente, me di cuenta de que no había hablado con nadie mas que con los profesores, cosa que era extraño en mi <<¿La pubertad?>> pregunte sarcásticamente dentro de mi cabeza. Me dedico a voltear para buscar a Leah y a Juli. Recuerdo a mi "hermana" Isabella, según tenía entendido era pareja de Juli, me dirijo a él.

     

    -eres novio de Isy, ¿No?

     

    Pregunté para comenzar conversación mientras pasaba mi mano por las paredes empedradas, como si haciendo eso aparecería mágicamente un viejo encadenado y un sombrero. Pero no, no era tan ingenua para creer en que todos los problemas se resolverían tan fácilmente. Eso lo aprendí de las malas. Inmediatamente saqué mi mano de la pared y cerré los ojos un momento, miré sobre mi hombro y pude ver que Sol ya se había levantado sana y salva. Que alivio. 

     

    Dirijí la mirada a mis compañeros, para ver si habían encontrado algo, asi que les dije amablemente 

     

    -¿algún sombrero por ahí?

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  18. Espere a que terminaran de entrar los estudiantes y, luego de que todos ya parecian haberse sentado, mi madrina Sol se levanto de su asiento sosteniendo un viejo libro en alto. Lo reconoci luego de unos segundos, lo habia leido unas cinco veces, solo que este era muy distinto a la copia que guardaba en la mansion Crowley. Explicaba calmadamente un breve resumen de lo que era el libro. Reconoci una parte del prologo, que habia leido tambien la tercera vez que habia releido el libro, solo que explicandolo con sus propias palabras. En cierto momento, el libro empezo a temblar en las finas manos de mi profesora de generales. Luego solto el libro sobre la mesa y nos indicaron con voz temblorosa pero algo calmada, que nos acercaramos. Despues de unos segundos de fruncir el ceno, me pare y acerque a todos en grupo.

     

    Todo paso muy rapido, nos engrupamos, esperamos y... de un momento a otro estaba dando giros en un especie de tobogan colorido, solo que no era tan agradable como estar en un parque infantil. En un momento me dieron ganas de vomitar, pero para no demostrar inferioridad tube que aguantarme el vomito en la garganta, sintiendo como si fuera un acido que estubiera acumulado dentro de mi y luego, tragandolo. Aterrize en el suelo como en un mi cama luego de un largo dia de trabajo, solo que... no era TAAN comodo. Al contrario, era doloroso. Me limite a acariciar mi espalda y a levantarme con cuidado. Una figura larga y flaca con unos ojos verdes se aparecio frente a nosotros. Yo solo pude verlo, era el, el hombre que mi familia me habia alentado a admirar, solo que yo siempre senti mas aprecio por la elegante e inteligente Rowena Ravenclaw, no por el sucio y traidor Salazar Slytherin.

     

    Mire a Derek y a Sol con atencion, siguiendo sus instrucciones, no queria llamar demasiado la atencion con preguntas y sugerencias como otras chicas y chicos que ya se habian adelatado con esas acciones. Me dedique a tragar saliva y a perder un poco la atencion por un tiempo, cosa que se me facilito, ya que era principalmente sencillo para mi, por alguna extrana razon. Pero no queria parecer una tonta al no hablar y al solamente querer permanecer ahi, sin hacer nada. Levante un poco la vista para mantenerme al tanto. Genial, ahora se supone que tendriamos que perseguir a un viejo loco por conseguir el sombrero seleccionador.

     

    *~*~*~*

    Lo siento por entregar tarde, se me paso, tareas muggles -.-' besines.

  19. Estaba tumbada en mi habitacion, justamente en mi cama. Dormia tranquilamente hasta que un sonido de las afueras me desperto. Solo me limite a estirar el brazo a un lado y a mirar sonolienta a mi derecha. No tenia ni la mas minima intencion de mover un dedo hasta que venga Hades a despertarme, como siempre lo hacia por las mananas de esta epoca. Los pasos de mi hermano me hicieron recordar el evento importante que tenia este mismo dia, <<La academia>> pense rapidamente, al mismo tiempo que me levantaba rapidamente de la cama y agarraba paso al bano, a ducharme con toda la rapidez posible. Al salir, seco mi pelo y me visto con una playera de alguna banda muggle y unos jeans, tomando una chaqueta y varita rapidamente. Mientras me ponia los zapatos dando saltos hasta la chimenea, venia Hades con una mirada de decepcion y desgano, aunque no se atrevio a decir nada, ya que sabia que no le convenia meterse con una Crowley. Ya luego de desayunar, me arreglo el cabello liso y castano con una sencilla coleta y me meto en la chimenea, agarrando el punado adecuado de polvos flu que el elfo de mi madre sostenia para mi.

     

    -Gracias, Hades-eso fue lo ultimo que escuche antes de un alto y claro "clase de generales 86" saliendo de mi boca

     

    Revise de que nada se me habia quedado, el bolso, la varita... si, estaba todo. Tome la perilla de la puerta y la gire con cuidado, no queria provocar ruido adentro del salon. Entre y me pare en frente a todos, sabiendo exactamente lo que tenia que hacer, ya que era mi segunda o tercera vez en esa posicion.

     

    -Buenas, mi nombre es Gabrielle Crowley, como ya deben saberlo, mi familia sanguinea es la Crowley y...estoy adoptada en la Longbottom -hago una reverencia con la cabeza y doy un paso- ah! y tengo dieciocho -sonrio de medio lado metiendo mis manos en los bolsillos y camino sin apuro al grupo de escritorios

     

    Acto seguido, me sente en un pupitre contra la pared, como en la mitad del salon. Mire alrededor para revisar cuantas personas habian, muchas, siempre yo llegando tarde. Escape un suspiro, haciendo lo que mejor sabia hacer, perdiendome en mis pensamientos. Levanto levemente mis orbes zafiro y empiezo ver como se llena el salon.

     

    *~*

    Holisss :3 soy Gabriela, tengo 14 y vivo en Venezuela :DD. Esta es mi tercera vez (como decia en el rol) en generales -.- si, soy vaga and proud (?) jeje xD. Quiero disculparme por el rol y que no tiene tildes y alguna falta de letras que no estan en el abecedario de Ingles, pues estoy desde mi pc y tiene teclado gringo :/ ademas, no puedo cambiarle el idioma D:. Bueno... espero aprobar esta vez y... MADRINA SOL HOLIS <3 :love: (?)

    chau se les quiere c:

  20. HolAAa :cry: gracias a Cat no voy de primeraaa D: bueeeno xD que taaal? B) porque nuevo topic de registro,mami? :rolleyes: yaaaaaay tengo otra hermana *bailecito* bienenida Cat, espero que no te coman los perros antes de que puedas rolear n.n

     

    Aaaawww adoro a mi mami trayendo carne fresca a la familia siempre :') >:3 chaito personas c: Claudia me debes un rol e-e. Se les quiere *puff desaparezco* (?)

  21. Hola holaa. Bueno.. queria hacer unos cambios... ah, respondiendo lo anterior, que bien que no tengan limite y eso xD y gracias :/ bueno, mejor comienzo:

     

    ~En el aspecto fisico:

    Gaby posee un cuerpo lleno de pequeños detalles entre la simplicidad y lo ordinario. De cabellos rojizos que ven su fin poco más abajo de su cintura. Un inocente flequillo cubre su frente y casi sus ojos, ovalados y grandes, con un color inigualable que se debaten ente un azul zafiro y el más oscuro gris. Mide 1, 50 metros, considerándose un tanto baja para su edad. Su silueta es delgada, aunque aun posee cierta inocencia es sus rasgos, aunque claro es poco comprensible a sus 18 años. De piel pálida, la cual se encuentra llena de pequeñas pecas que traviesamente cubren ciertas zonas de su cuerpo, en especial su rostro, justo en la nariz. No se puede decir mucho de esta, está a proporción con sus facciones y algo respingada, sus labios en cambio son pequeños y rosados.

     

    ~En la edad: 18

    ~En la foto del principio: http://data.whicdn.com/images/54365169/tumblr_mj71bamPmR1s7rz5jo1_500_large.pnghttp://data.whicdn.com/images/54365169/tumblr_mj71bamPmR1s7rz5jo1_500_large.png

     

     

    gracias moderadores moxos :D (?) besines y... *les dejo chocos* :ninja:

  22. Ay sorry no sabia :/ ahora ya es 27 y ya puedo cambiar :D, lo primero era cambiar la edad de mi personaje a 18 (Aclaro que esa es su edad de verdad) Bien... la segunda cosa era poner en "otros datos" dos cositas, la primera que heredó de su madre la habilidad con el arco, aunque no lo practica mucho. Y la otra era que no apoya la idea de tomar sangre, solo puede llegar a morder a alguien si esta o fuera de sus casillas o cuando ha Tomado alcohol. Ah, otra mas, es una pregunta la verdad para estar segura de que se puede... la pregunta es si se pueden tener mas de 1 pj? Hasta cuantos? Muchas gracias y feliz navidad MUUUUUY adelantado n.n

     

    EDITO[/i] edad nueva: 16

  23. Holaaa, tenia la pregunta de que si en el medio de los duelos de los neutrales sin graudar se puede rolear para animarlos (?) Es que se me ocurrio y no queria Hacer spam... bueno, creo que no tengo mas preguntas... pero no quiero hacer spam tampoco aqui :cry: que dilema (?) LOOOOL ya creo que complete las dos Lineas... bueno, chaitoo!

  24. Hola. Queria hacer unos cambios, solo cosas sencillas (?) Bueno, al pinto, lo primero era cambiar la edad de mi personaje a 18 (Aclaro que esa es su edad de verdad) Bien... la segunda cosa era poner en "otros datos" dos cositas, la primera que heredó de su madre la habilidad con el arco, aunque no lo practica mucho. Y la otra era que no apoya la idea de tomar sangre, solo puede llegar a morder a alguien si esta o fuera de sus casillas o cuando ha Tomaso alcohol

    Muchas gracias n.n

    Disculpen por el spam del otro post, no volvera a pasar :/ sorry

     

    Saludos!!

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