Dasha

Cuando la filosa cuchilla le impactó de lleno en el pecho, Dasha sintió desvanecerse mientras sus ojos se iban cerrando sin que lo quisiera, para sumergirse en una profunda oscuridad. Al contrario de sentir como siempre ese desmedido temor que se apoderaba de ella cuando se encontraba en ese tipo de entornos de visibilidad nula, la abrigó una serenidad inesperada en medio de ese fondo negro y silencioso, del cual una brillante luz la sacó de repente, cuando ya comenzaba a acostumbrarse a este.

Apareció en un penumbroso pasillo cuando volvió abrir los ojos, luego de que los hubiese cerrado debido a la cegadora iluminación momentánea. Empezó a caminar por ese gris lugar, decorado únicamente con unas antorchas que brindaban una tenue visibilidad, mientras que a cada paso que daba se iban escuchando desesperados y dolorosos gritos tortuosos, que igualmente no perturbaban a la pelinegra. Caminó hasta que una de las tantas puertas con las cuales se cruzó repentinamente se abrió, invitando a la Ryddleturn a ingresar en ella, que sin titubear se adentró en ella, ya que después de todo se encontraba en una prueba, no en un verdadero caso en donde debería resguardar de su seguridad primero que nada.

Se encontró con su tutora por la parte del bando mortífago, quien recibió su llegada en el calabozo con una sádica sonrisa. Se sentía ciertamente identificada con aquella profesora, pero aun así habían cosas en ella que provocaban que Dasha no pudiese bajar su guardia ante su presencia, recordando cómo se dejó herir por aquel puñal que la había traído hasta esa especie de sueño, lanzado por Gyvraine sin titubear.

Captó toda la atención de la pelinegra cuando de inmediato le ordenó que asesinara a la persona que correspondiera al nombre escrito en el pergamino que acababa de entregarle, y quien justamente ya había sido capturada y esperaba recibir la sentencia en ese calabozo. Dasha posó sus claros orbes sobre su víctima señalada, quien se encontraba en un estado deplorable encadenada en una esquina de la habitación.

En un momento no pudo observar el rostro de la notoriamente torturada chica, ya que su melena castaña y alborotada lo cubría. Sin más la joven volvió a reparar en el pergamino y esta vez lo desenvolvió para descubrir el nombre de aquella desafortunada muchacha. Dejó caer el rollo de papel y se acercó hacia la temerosa mujer que gemía y temblaba, aunque intentaba controlarse.

-Dorothy… -fue lo único que salió de sus labios cuando llegó a estar al lado de la joven, quien reaccionó ante su nombramiento alzando su cabeza para mirar a su única amiga de la infancia.

Las lágrimas surcaron el rostro de la ojis verdes, quien parecía choqueada al encontrarse con Dasha en aquel preciso lugar. Ambas lo sabían, al estar en diferentes bandos una escena como esta podría suceder en un futuro próximo y ella tendría que matarla o viceversa. La Ryddleturn solo bajó su cabeza, ocultando su mirada entre los mechones de su negra pollina mientras un aura demoniaca envolvía su figura, y de repente, una tétrica sonrisa se dibuja en su fino rostro.

-Avada Kedabra –susurró, pronunciando por primera vez en su vida aquel hechizo, sacando un momento antes su varita y apuntando con esta a su amiga querida, causando que la luz que emanaban los verdes ojos de la aludida se desvaneciera, para que luego cayera inerte en el frio suelo donde un momento se sostenía de rodillas.

El entorno comenzaba a diluirse, como la ilusión que en verdad resultaba ser, pero antes que desapareciera posó su mirada, ahora negra y de orbes rojos, sobre la profesora que se encontraba con ella en esa prueba.

-Fue una experiencia aburrida y faltante de ingenio –es lo primero que le dijo a la mortífaga cuando despertó de aquel sueño –realmente esperaba más –terminó, para luego desviar su mirada hasta la Dorothy real, sintiédose algo feliz pero sin demostrarlo, de que no la hubiese matado… aun.

Hola^^ aquí dejo mi tarea

Hola a todos!^^

Me paso por aquí para informar que mi compañero de duelo, Lord Frederic, no me ha contestado aun a mi primer post (me canse de esperarlo u.u)

¿Qué debo hacer ahora?¿Tendré otro oponente? ó.ó

No prestaba mucha atención al confrontamiento verbal entre sus compañeros, en ese momento se encontraba muy distraída y nostálgica perdida en sus pensamientos, con respecto a cómo tomarían sus conocidos el bando que al cual había decidido pertenecer. Además ese tipo de situaciones prefería ignorarlas, pero no pasó por desapercibido cuando la profesora fenixiana formuló aquella pregunta.

-No tengo problema en torturar a alguien si es necesario, y si de eso depende la vida de uno de mis allegados… por supuesto que no dudaré en hacerlo –susurró con simpleza pero de manera firme, respondiendo a lo interrogado, sin realmente importarle que otros la escucharan o no.

Se apoyó cómodamente en uno de los brazos de la butaca en donde se encontraba, ahora escuchando atentamente las nuevas indicaciones de su profesora Felicity con respecto a usar el pensadero, y seguidamente se dispuso a detallar sin mucho ánimo como uno por uno los alumnos iban exponiendo las memorias que los llevaban a tomar la elección de a qué bando pertenecer, y a la pelinegra no le agradaba para nada tener que mostrarle las suyas a los demás. Sus recuerdos eran parte de las pocas cosas a las cuales le gustaba resguardar con egoísmo para sí misma.

Mientras asumía lo que con proximidad debía hacer, al fin hizo acto de presencia la profesora que faltaba por parte del bando mortífago: Gyvraine. Solamente la detalló por un momento, ya que su turno para reflejar sus recuerdos en el pensadero se hacía más cercano. Fue justo después en que su apreciada amiga Dorothy expuso los suyos que Dasha se levanto de su asiento y se dirigió hacia artefacto mágico, haciendo lo debido para mostrar, gracias a este, sus recuerdos vividos.

*****

Una pequeña niña de largos cabellos azabaches corría con desespero atravesando un frondoso bosque desconocido para ella, sin tener fijo en mente algún destino en concreto que no fuera más que salir de ese lugar y alejarse lo más que pudiese de ese sitio en donde por meses la habían mantenido capturada en contra de su voluntad.

Seguía corriendo con apuro, mientras aquel vestido sucio y ahora harapiento se destrozaba aun más al enredarse contra algunas ramas que se cruzaban en su camino, provocándole también a la menor algunas otras heridas en su níveo cuerpo. Una gran cantidad de sangre bañaba su figura, sangre que en su gran mayoría no era suya, pero sin importarle eso, ni el hecho de lastimarse los pies al correr descalza, seguía su trayecto hasta el punto de quedar totalmente exhausta, y verse obligada por ello a detenerse, cayendo de rodillas al suelo con un seco sonido.

Las lágrimas seguían recorriendo sus mejillas sin mostrar señal de detenerse, mientras su semblante, que aun hasta ese día había logrado mantenerse expresivo, mostraba una sombría y tétrica seriedad, quizá hasta el punto de llegar a verse como un rostro maligno. Seguía sollozando en silencio, mientras sus negros cabellos eran alborotados por el frío viento de la proximidad de la noche, cuando una tenebrosa silueta se hizo paso entre los arbustos para aparecer delante suyo.

Era un hombre de porte elegante, vestido de negro, un tono de negro que no podía ser más oscuro que el aura siniestra que emanaba de él. Una capa del mismo color cubría sus hombros y la capucha de esta, su rostro, el cual a lo siguiente fue revelado a la pequeña de ojos cristalinos. La piel del extraño resultaba quizá tan blanca como la de ella, y su cabello igualmente oscuro, la gran diferencia entre ambos , además de tener tamaños y géneros opuestos, eran los ojos: los del desconocido eran de un negro penetrante y avismal, y los de la pequeña de un celeste claro, expresivo y a la vez enigmático.

-Dime pequeña, ¿por qué es que hueles tanto a muerte? - es lo que le pregunta sin rodeos aquel hombre, con un tono envolvente.

Dasha ante la demanda lo único que hizo fue pasar de observar, del extraño, a sus manos ensangrentadas, detallandolas sin poder comprender aun del todo que fue lo que había hecho en aquella casa, aparentemenrte abandonada, de donde no mucho antes había escapado. Luego volvió a observar al mayor, y las gotas saladas brotaron con mas empeño de sus ojos, por lo cual se llevo las manos al rostro tratando de limpiarlas, pero en vez de eso causando que este se manchara también de rojo. Ella no podía responderle, enm ese momento había perdido su voz.

-...Ven, te sacaré de aquí... este no es un lugar para niños -le dice tétrico, ofreciendole a la vez con contria amabilidad su mano para que la tomase.

La niña lo observa con perplejidad por un momento, para luego sin mucho titubear tomarle la mano a aquel desconocido para así después, con un simple abrir y cerrar de ojos, cargarla en brazos y desaparecer de aquel amenazante lugar.

Fue cerca de las doce de la noche que llegaron a la entrada del hogar de la pequeña Ryddleturn, luego de que ésta al fin huviera recuperado el habla para decirle las indicacione de como era el sitio en doden vivía a aquel extraño en el cual, sin razón coherente, confiaba ahora sin dudar.

-Recuerda este día siempre, ya que es el día en que te convertiste en asesina... con tan solo 5 años de edad -le sonríe con malicia mezclada con orgullo -sobrevive llevando ese peso sobre tus hombros y controlando lo que eres, y algún día ya no dudaras mas en matar a alguien como lo hiciste hoy... sobrevive y así en un futuro no muy lejano para alguién de mi especie, volveremos a encontrarnos -enzancha más su sádica media sonrisa, mostrando a la vista unos filosos colmillos, y luego besa la frente de la pequeña oyente para después sin más desaparecer ante sus ojos.

*****

Recuperó la compostura tan pronto como el recuerdo acabó, volviendo a la realidad después de volver a vivir ese día tan decicivo para ella que había tenido tanto en cuenta para elegir en que bando estar. Una gran nostalgia la embargaba en aquel momento, ya que desde ese mismo día en que se había topado con aquel vampiro, ansiaba volverlo a ver y preguntarle, resaltando más de entre otras cosas, la razón por la que él había ayudado aquel día.

OFF

Siento mucho la demora, las clases muggles y las actividades extracatedra me carcomen el tiempo y la paciencia. Posteé como si huebiese actuado antes Gyvraine, espero que no haya ningun problema. De verdad disculpen, trataré de estar mucho más pendiente. U.ú

Bueno, me despido ¡Cuídense todos!

Nombre del Personaje: Mila Wolff

 

Características físicas: Joven de cabello largo rubio natural mezclado con leves tonos rojizos, ojos azules claros y algo verdosos, los cuales son muy curiosos y misteriosos. Posee una nariz perfilada, labios carnosos y rojizos, y pómulos levemente sonrosados. Su rostro es algo infantil. De piel suave y nívea, posee una altura de 1,70m.

 

Características psicológicas: No es una chica cohibida, pero le gusta hablar con otros solo lo necesario. Siempre refleja un semblante alegre y relajado a los que la rodean. Es muy observadora, detallista y curiosa, cualidades que considera benéficas para su trabajo. Con mentalidad algo infantil pero a la vez muy meticulosa y calculadora. Viste de forma cómoda y con tonos vivos, sin dejar de ser agradable a la vista. No es superficial, pero le gusta reflejar la belleza que todos poseen mediante su trabajo.

 

Profesión u Ocupación: Maquilladora profesional.

 

Breve historia del personaje: Sus padres murieron en un accidente de transito cuando tenía 10 años del cual solo ella sobrevivió y desde entonces fue criada por su abuela, sin demostrar nunca algún trauma por lo vivido. Desde pequeña ha tenido una gran inclinación hacia las artes, y debido a su gran destaque en el colegio, se graduó pronto de la preparatoria a sus 15 años y enseguida se dispuso ha cursar aquella carrera que la ayudaría a cumplir su sueño de mostrarle al mundo la belleza que todos llevamos por dentro, y resaltar más la de otros: maquillaje profesional. Por la gran excelencia de su trabajo, es como hoy en día, con tan solo 20 años, está ejerciendo su profesión maquillando a actrices y actores para que tengan ese semblante aun más encantador.

Siento mucho la tardanza u.u, el cole no me ha dejado tiempo y tampoco el hecho de que he estado enferma. También pensé que hoy era el último día para entregar, supongo entendí mal, pero bueno igualmente traigo mi ficha ahora que me siento un poco mejor. Espero aun poder participar en la clase.

La habían llamado más rápido de lo que pensó que tardarían en darle su certificado de raza. Pero no era lo que creía, al parecer se se encontraba tan emocionada que no había notado que le falto responder una de las preguntas de la ficha que solicitaban, y ahora tenía que volver a rellenarla desde cero, escribiendo realmente lo mismo solo que agregando lo que le faltaba.

Sin más asintió ante las indicaciones que le habían dado y se dispuso a volver a llenar el cuestionario.

Ficha para el registro de Demonios y Banshees.

 

• Link a la Ficha Personal:Mi Ficha

 

• Nombre del registrado: Dasha

• Tipo de espíritu: Súcubo

• Residencia: Castillo Ryddleturn

 

• Características físicas: Alta, delgada, con una larga cabellera negra, de tez pálida y orbes celestes serios y fríos.

• ¿Puedes cambiar tu físico de alguna forma?

Cuando esta enojada o maquinando cosas macabras un aura levemente oscura y densa la rodea. Cuando se deja influenciar por sus instintos demoníacos y se sale de control, sus colmillos se alargan y sus ojos se agudizan y cambian de color: el iris celeste pasa a colorearse de un rojo intenso, y la parte blanca se vuelve negra. El aura negra que aparece se vuelve mucho más visible e imponente.

• Características peligrosas: Causar la muerte de las personas que se encuentren a su alrededor si se descontrola.

• Poderes o dones: Hace que las cosas se rompan o sufran alguna especie de daño con tan solo pensarlo, incluyendo entre ellas, al tratarse de un enemigo, hasta romperle al susodicho los huesos o que en el cuerpo de este aparezcan cortadas de la nada. También posee una muy buena intuición

• Causas que te pueden descontrolar: Estar en presencia de una total oscuridad o en una situación e vida o muerte.

 

El traslador la había llevado hasta un hermoso y misterioso bosque templado, en el cual ahora caminaba tranquilamente buscando a la persona con la cual se enfrentaría, mientras observaba a la vez entretenida y atenta, el verdoso y frondoso paisaje compuesto en su mayoría por altos pinos. Con sus sentidos agudizados, aun no encontraba alguna señal de vida, pero estar de esa manera al acecho, envuelta en esa niebla fría y poco densa del ambiente, empezaba a activar unos instintos de cacería en ella.

Decidió detener al fin su andar, esperando ser ahora encontrada por su oponente en ves de seguir buscándolo. Así quizá también lograría controlar aquella creciente ansiedad que comenzaba a poseer a su cuerpo. No debía emocionarse tanto con la proximidad de una contienda, y por ello para distraerse volvió a detallar su entorno. Era una atmósfera gris, y en el cielo se sabía que el sol debía estar iluminando aquella mitad del mundo en ese momento, pero por causa de la nubosidad presente, aquel tan importante astro no se podía observar. Mejor para Dasha, le agradaban ese tipo de ambientes fríos y tétricamente iluminados.

Tenía su varita oculta en la manga de la chaqueta que llevaba puesta, y la sostenía con firmeza para que en cualquier momento pudiese sacarla y defenderse o atacar velozmente con ella. Ahora pensaba en lo acorde que había resultado ponerse esa camisa de tiras blancas junto con el short y las botas negras, era cierto que no la ayudarían mucho a cubrirse del frío, pero esa misma chaqueta que llevaba la cubría justamente lo necesario y como a ella le agradaba.

Seguía divagando, pero eso no significaba que hubiese dejado de estar atenta ante su entrono, por eso instantáneamente llevó su mirada a la silueta de un joven que se le aproximaba, aun a unos cuantos metros de ella, pero los suficientes para poder distinguir de quién se trataba. Frederic era un completo desconocido para ella, y quizá las cosas resultarían mejor debido a eso.

-Absorvere -pensó de inmediato, luego de sacar su varita y apuntarle a la muñeca de la mano en la cual su adversario sostenía la suya, causando que en el acto la articulación se rompiese, proporcionándole a la vez un gran dolor y que soltara como resultado aquel objeto con el cual podría defenderse.

Seguro su oponente resultaba ser un digno adversario, no por nada debió pasar con tan buenas notas Duelo Básico, por eso fue rápida y certera además, estaba de un muy buen ánimo para el duelo.

Despertó repentinamente esta mañana, antes de que los rayos del sol salieran y se asomaran por su ventana. Había esperado con ansias la llegada de ese preciso día en donde se decidiría por fin en que bando estaría. Lo había meditado durante mucho tiempo, ya que quería ir por el camino que en verdad quisiese recorrer, sin ser influenciada ni por la senda que había escogido su querida madre, de la luz, ni por la de su familia, que era mayormente partidaria de esa otra llamada oscuridad.

Sin más después de volver a pensar un poco en la elección por la cual se había decidido y haciendo acto de presencia los molestos rayos el astro rey, se dispuso a desperezarse en su mullida cama, mediante un estiramiento, y luego se levantó, emprendiendo dirección hacia el baño para asearse. Transcurrido poco menos de media hora sale de la ducha, aun algo húmeda y envuelta en una toalla, para acercarse a su amplio closet y buscar que ponerse. Cuando ya se vistió con una ropa que consideró adecuada y peinó su larga cabellera que siempre dejaba suelta y sin adornos, buscó a ese determinado elfo doméstico que siempre estaba atento de ella, y le pidió que la llevase hasta la academia.

Llegó enseguida, después de hacer contacto con la mano que le ofreció ese diminuto ser, que a lo poco volvió a desaparecer en un parpadeo para retomar sus labores. Ahora la Ryddleturn caminaba con su paso firme pero tranquilo, recorriendo la institución en busca del lugar en donde se impartiría la clase, cuando ve a un par de rostros familiares entrar en una mazmorra. Simplemente después de observarlos con detenimiento un momento, opta por seguirlos, deduciendo que también se dirigían a la clase de bando.

Caminaba por aquel pasadizo obscuro, iluminado apenas por una pequeña luz emanada por las antorchas que únicamente se podían observar como decoración, hasta que llegó a un amplio salón no muy común, repleto de al parecer cómodas butacas, agrupadas en tres grupos. En medio de aquella lúgubre y misteriosa habitación, resaltaban las figuras de dos personajes femeninos, quienes seguro se trataban de sus profesoras por parte de cada bando.

Había escuchado con atención la indicación de una de ellas, observando en aquel momento el cuadro con la imponente serpiente. Ya no dudaba más, ya no ignoraba más lo que en realidad era… por fin había aceptado lo que trató siempre de esconder en su corazón, quizá porque en un principio tuvo miedo de ello, o quizá porque no quería desilusionar las expectativas su querida madre. Ahora solo esperaba que ésta aceptara su decisión, mientras tomaba asiento en uno de aquellos sillones del lado izquierdo.

Después de la presentación por parte de las tutoras, pidieron las propias del alumnado y que también explicasen el motivo de su elección.

-Mi nombre es Dasha –se presentó tal como requerían -. Elijo el bando mortífago porque creo que es el más idóneo para mis preferencias… y porque creo que es el que me ayudará desenterrar aquella parte importante de mi que con esfuerzo nunca quise aceptar, quizá por temor o por no conocerla ni controlarla –expuso sincera, con una entonación un poco mas tétrica de lo normal en ella, mientras miraba detenidamente sus manos y una muy tenue sonrisa perversa se dibujaba en su rostro serio rostro de porcelana -. Supongo que es todo –retoma enseguida –no participaré en una vana disputa con nadie sobre lo que consideramos ``bien`` y ``mal``, cada mente es un mundo y todos tendremos nuestros motivos y crianza para pensar de determinada manera –termina sin más que agregar.

Estaba conforme… estaba emocionada, y aunque no se notase en su inexpresivo semblante, si se reflejaba en el destello de su mirada. A partir de ese mismo día comenzaba a recorrer esa senda considerada por muchos como la de la oscuridad. Lo único que podía perturbar su satisfacción, era pensar en el camino, contrario al de ella, que sabía que elegiría su amiga Dorothy, al igual que Soa.

OFF ROL:

Para no alargar más mi rol, dejo mi post hasta aquí. Luego sigo desde la segunda publicación de Felicity y contesto su pregunta.^^

Buenas!^^u siento mucho mi retraso u.u pero no pude pasarme antes por el foro porque tenía problemas con el Internet, cosa que al fin he podido solucionar... y aspiro a que acepten aunque sea un poco tarde^^u mi presentación ahora y que me dejen participar en la clase.

Sin más rodeos, en el mundo muggle me conocen como Daniela (de cariño Dany), una chica de 16 años que vive en Venezuela. Me gusta mucho la música (con preferencias hacia el rock en ingles y la música lasica),leer, escribir, dibujar y pintar. Quiero ser en un futuro arquitecta, y me alegra contar con las habilidades para ello^^. Hablando de preferencias hacia la comida... adoro las fresas, el chocolate y las papitas fritas!*¬*

Ahora les presento a Dasha, mi personaje on rol. Es una joven de 17 años, que tiene los mismos gustos y características que yo... solo con una gran diferencia, es una persona muy cerrada y fría. Cariñosa y preocupada solo con los que le importen, aunque suele tener simpatía por los niños. Nunca ha sonreído ampliamente desde que tenía 5 años. Precisa, directa, sincera (aunque no hable mucho xD), y firme ante sus convicciones, le gusta esforzarse para cumplir sus objetivos.

... Bueno, creo que eso es todo xD

... Me encantaría seguir participando aun en duelo *-* *sigue esperando ser aceptada*

saludos!^w^

solicito edición de ficha^^ por favor :3

Datos Personales

Nombre del Personaje

Dasha Anabella Ryddleturn

Sexo

Femenino

Edad

Adolescente, 17 años.

Nacionalidad

Británica

Familia(s)

~Familia Ryddleturn (Sanguínea)

Padre(s) Sanguíneo

David Macnair Weasley y Kasssandra Weasley

Padres(s) Adoptivos

---

Trabajo:

---

Poderes Mágicos

Rango Social

Aprendiz

Bando

Neutral

Rango dentro del Bando

---

Nivel de Poder Mágico:

*Puntos de poder en objetos 20

*Puntos de poder en criaturas

Habilidades Mágicas

---

Conocimientos especiales

---

Perfil del Personaje

Raza

Demonio

Aspecto Físico

Dasha es una pelinegra de piel nívea, que posee unos grandes, llamativos y misteriosos ojos azul celeste, los cuales siempre muestra fríos, con pestañas bien definidas. Mide 1,65 de alto y es de contextura esbelta. Posee un rostro aniñado, a pesar de la seriedad que siempre refleja en él, y de perfil griego. Pocas veces sus mejillas se ruborizan.

Cualidades Psicológicas

De mirada siempre seria, esta chica muestra seguridad y estilo a donde quiera que vaya, captando siempre por lo menos una mirada, aunque esta no sea deseada por ella. Muchas veces puede considerársele una persona asocial, ya que disfruta más de la soledad que de la compañía de otros. Con mucha seguridad en sí misma, puede parecer arrogante, aunque no lo sea del todo, y nunca teme decir lo que piensa.

Posee una amplia creatividad, destacada en lo artístico, por lo cual siempre lleva consigo un cuaderno de bocetos y sus materiales de dibujo en un pequeño bolso, además de sus audífonos.

Historia

Nació en Inglaterra en un día nublado. Creció felizmente y llena de mimos con sus padres, quienes nunca dejaron que le faltase nada… o por lo menos así fue hasta que la secuestraron a sus 5 años de edad. Milagrosamente regresó sola hasta su casa, pero permaneció más de 6 meses sin haber dado rastro de vida ante su familia, que durante ese tiempo nunca dejaron de buscarla con esmero. Todo siguió como siempre, nunca dejó de recibir amor en su hogar, pero la pelinegra luego de esa experiencia y misterioso regreso, nunca volvió a ser la niña que alguna vez fue.

Había pasado de ser una niña emotiva, expresiva y alegre a una totalmente opuesta. Nunca habló con nadie al respecto de lo sucedido en ese tiempo que permaneció raptada ni como se hizo las cicatrices que quedaron de por vida en sus muñecas, ni como había conseguido volver sola. Lo cierto es que la niña solo enmudecía cuando apenas se tocaba el tema pero ella nunca olvido que fue lo que había ocurrido, ni siquiera con el pasar de los años.

Lo único que le gustaba recordar de aquello vivido fue cuando al fin logró escapar de donde la retenían en contra de su voluntad, y se encontró en aquel bosque donde había llegado a parar a la silueta de un sádico ser, quien en vez de atacarla extrañamente fue quien la ayudó a volver a su hogar. Le tenía una gran estima a ese misterioso y oscuro vampiro, a pesar de que nunca más lo ha vuelto a ver.

A lo poco aprendió a controlar la magia, mostrando grandes habilidades para la realización de esta. Con el pasar de los años pulió sus conocimientos sobre ella y mostró también una gran destreza y creatividad como dibujante. No suele salir de su casa sin su libro de bocetos y siempre anda mejorando la calidad de sus trabajos, aunque ya de por si innatamente es muy buena.

Posee muchos hermanos, pero ninguno fue concebido conjuntamente por sus padres, solo ella. Con sus progenitores, magos al igual que ella, siempre a tenido un gran apego, aunque se hayan separado

Pertenencias

Objeto Mágico Legendario

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Objetos Mágicos

Objeto 1: Varita Mágica

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20

Mascotas y Criaturas

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Criaturas en la Reserva

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Elfos

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Licencias, Tasas, Registros

Licencia de Aparición

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Licencia de Vuelo de Escoba

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Registro de XXX

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Otros Datos

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Cronología de cargos

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Premios y reconocimientos

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Links de Interés Referente al Personaje

Link al Perfil de Comprador MM

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Link a Bóveda Personal Bóveda 97148

Link a Bóveda Trastera

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Link a Bóveda de Negocio

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Link a Bóveda Familiar

~Bóveda de los Ryddleturn

Llamada por la voz de su profesora se percató de cómo había cambiado la situación, y uniéndose a sus compañeros, emprendió la retirada junto con ellos. No le gustaba tener que hacer aquello, no era su estilo, la pelinegra en cambió habría optado por resolver el problema de una forma que no requiriese violencia… a menos que no se pudiese evitar llegar hasta ese punto.

Llegaron hasta un punto alejado de los pueblerinos enfurecidos, y Dasha se preocupaba porque no veía a Dorothy desde hace un buen rato por ningún lado. Tuvo que dejar ese pensamiento en el aire, relajándose un poco al recordar que ésta se encontraba con sus amigos así que seguro estaría bien, cuando la silueta de un hombre, al parecer de la época, se dirigió hacia su maestra, y seguidamente, luego de que ese desconocido extrañamente se mostrase dispuesto a ayudarlos, se dispusieron todos a seguir al desconocido, adentrándose en una de las moradas.

Atenta ante la indicación de la docente, la ojis celestes sostuvo firmemente su varita, ya estando de por sí precavida por si ocurriese algo desfavorecedor de la nada. Observaba con detalle el recito en el cual habían ingresando, esperando, aunque este se mostrase apacible y hogareño, a que alguien con vengativas intenciones se presentase de repente. Después de pasar cerca de unas estatuas con formas de extrañas criaturas, llegaron hasta un lugar en donde se tenían preparadas un montón de prendas de aquel entonces. Tranquilamente e imitando a los otros se puso uno de los conjuntos.

Justamente acababa de vestirse, cuando inesperadamente aquellas estatuas del salón empezaron a cobrar vida, y se acercaban hacia las profesoras y el alumnado de forma amenazante. Así empezó la contienda. Todos se defendían y atacaban eficazmente, algunos presentando más problemas que otros en la realización de los encantamientos y esquivando posibles golpes por parte de las bestias, pero sin aun así sin dejar de ser oportunos.

La pelinegra, debido al control de la situación que tenían todos, algo perezosa se dispuso a sentarse en el suelo, junto a una de las paredes de ese elegante recinto. Estaba distraída observando toda la batalla, incluso ya había divisado a Dorothy, cuando un cancerbero se le acercaba veloz para atacar a la chica que se encontraba tranquila ante todo aquello.

-¡Reducto! –Exclamó, dándole a la criatura de lleno en el pecho en el momento justo en que esta saltó para abalanzarse sobre la Ryddleturn, enviando con una fuerte explosión por los aires a su agresor –¡Reducto! –repitió enseguida antes de que saliese de su rango, volviendo a causar otra explosión en el mismo lugar, provocando con ello que ahora aquella estatua del endemoniado perro cayese al suelo en fragmentos, afortunadamente en una zona donde ya no se encontraba nadie a quien pudiese herir.

Al parecer había terminado la pelea, y los magos resultaron airosos de la contienda. Muchos se mostraban algo cansados o levemente heridos, pero en sus rostros se reflejaba el triunfo. Dasha se limitaba solo a observar a sus compañeros, orgullosa y a la vez feliz aunque no lo demostrase, ya que al parecer ningún había salido realmente lastimado.

Fue en ese momento que apareció de la nada un enorme ser mitológico de varias cabezas, conocido como Hidra. La Ryddleturn inmediatamente se iba a poner otra vez en guardia ante semejante peligro, pero como Mei dio indicaciones de que saliesen, sin más acató su orden, después de todo ni ella ni la Haughton tendría mayores problemas para enfrentarse a la bestia, aunque tampoco veía que sería fácil que salieran ilesas de la lucha con el monstruo.

OFF:

Corrección de la ficha:

Tarea 2: Mi registro

Espero la corrección para postear mi ficha :3

Edito: link de mi ficha editada

http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=96977&view=findpost&p=4260501

Se encontraba subiendo por el ascensor de aquel lugar para al fin poder registrarse como el demonio que era. Estaba tranquila aunque internamente algo emocionada, cuando cruzó las puertas y se encaminó hacia donde se encontraba una recepcionista, quién le ofreció a la pelinegra, luego de un corto saludo, una ficha para que llenase con sus datos.

Leía con atención los datos que le pedían, recordando mientras que fue desde hace poco que se había enterado de que necesitaba registrarse por que resultaba ser de otra especie diferente a la humana, haciéndole gracia el que antes de eso nunca hubiese pasado por su mente tal requerimiento.

Ficha para el registro de Demonios y Banshees.

 

• Link a la Ficha Personal:Mi Ficha

 

• Nombre del registrado: Dasha

• Tipo de espíritu: Súcubo

• Residencia: Castillo Ryddleturn

 

• Características físicas: Alta, delgada, con una larga cabellera negra, de tez pálida y orbes celestes serios y fríos.

• ¿Puedes cambiar tu físico de alguna forma?

• Características peligrosas: Causar la muerte de las personas que se encuentren a su alrededor si se descontrola.

• Poderes o dones: Hace que las cosas se rompan o sufran alguna especie de daño con tan solo pensarlo, incluyendo entre ellas, al tratarse de un enemigo, hasta romperle al susodicho los huesos o que en el cuerpo de este aparezcan cortadas de la nada.

• Causas que te pueden descontrolar: Estar en presencia de una total oscuridad o en una situación e vida o muerte

 

La pelinegra no se esperó aquello por parte de su compañero, quizá porque aun no se tomaba del todo enserio la batalla y no quería herir al otro, pero por eso ahora sufría las consecuencias. Su hermoso rostro ahora se había hinchado y desfigurado, además de tener un dolor punzante en este. El dolor era fácilmente soportable para la pelinegra, en realidad no se comparaba a lo que una vez vivió, pero a causa de su gran inflamación, no podía divisar bien su entorno.

-¡Finite Incantaten! –pensó como rápida solución, haciendo que aquella aparente reacción alérgica se esfumara de repente, quedando libre de sus efectos.

Sin dejarle tiempo, enseguida su oponente le lanzó otro rayo en su dirección, el cual tendría como efecto dejarla inmóvil e inconsciente en el suelo, si no se defendía de él. Sosteniendo firmemente su varita con su diestra, prontamente se dispuso a protegerse del encantamiento que se le avecinaba.

-¡Avis! –exclamó en tono sombrío, expresando quizá con este su disconformidad con la situación, provocando que doce pajarillos salieran de su varita y haciendo que estos recibieran, en vez de ella, el hechizo.

OFF:

Disculpa la tardanza u.u es que he tenido cosas que hacer, y cuando tengo tiempo libre no puedo responder porque tengo problemitas con el internet u.u

Después de saludar a su amiga de la infancia, reconoció a la chica de dorados cabellos con la cual había cursado generales, dedicándole en respuesta al saludo que había recibido por su parte, una tenue sonrisa sincera. Por otro lado, solamente ladeo un poco la cabeza para corresponder a la del pelinegro de gesto arrogante.

Ahora escuchaba de manera distraída como los otros seguían con su charla, poco interesada además de no saber cómo intervenir en ella. Simplemente eso de relacionarse amenamente con otros no se le daba. Así a lo poco el otro Ryddleturn que asistía a la clase, se integró a la conversación del grupo.

No pasó mucho tiempo para que la profesora llamara la atención de todos, luego de que otros pocos se presentasen. Explicó que era lo que acontecería, mostrando en el acto un giratiempo que colgaba de su cuello. La pelinegra de inmediato había reconocido ese delicado y mágico artefacto, había leído sobre ellos pero nunca había visto uno realmente. Ahora la castaña indicó entonces que todos se tomasen de las manos para lo siguiente, ya que enseguida se transportarían a otro tiempo, así que sin más la ojis celeste obedeció, tomando de improvisto las manos de un par de sus compañeros, aunque no le agradase del todo la idea.

Cuando ya todos cumplían con lo que requirió la tutora, seguidamente el ambiente comenzó a cambiar cuando esta activo el efecto del colgante que llevaba consigo. Lo presenciado resultaba asombroso para la Ryddleturn, quizá porque era la primera vez que experimentaba aquello. Se sentía como si el mundo fuese una película que se rebobinaba, mientras observaba como se había transformado ese entorno con el pasar de los años.

Al terminar aquella regresiva experiencia, se encontraron en un ambiente muy distinto al del principio, a pesar de que se trataba del mismo lugar. Lo primero que hizo al soltarse de las manos de sus compañeros, fue observar detenidamente las suyas, en tanto cruzaba por su mente la idea de cambiar su pasado con ayuda de un artefacto como ese. Ante aquel pensamiento simplemente no pudo evitar reír un poco para sí misma, ya que en realidad estaba complacida de lo que hoy en día era, así que si ese hecho resultaba ser el producto de todas sus vivencias, simplemente lo aceptaba.

Aquella atmósfera en la que ahora se encontraba resultaba más refrescante que la del futuro. Hasta en el aire, y no solo con ver lo que los rodeaba, podía percibirse que en ese entonces se libraban batallas y que la gente trabajaba duro para obtener lo que quería. Vaya que la pelinegra no se equivocaba cuando su docente informó que se encontraban en lo poco que quedaba del Imperio Turco, y la seria pelinegra no se inmutaba con la posibilidad de correr algún peligro, pero si estaba atentan y preparada para sacar en cualquier momento su varita en un acto defensivo si la situación lo ameritaba.

En ese momento hizo acto de presencia la persona quien sería la suplente del profesor Hugo, una mujer imponente que se mostraba elegante al caminar cuando fue hasta donde se encontraba Mei y se presentó ante el alumnado. A la Ryddleturn no le hacían gracia estos cambios de presonal, pero por lo menos al parecer ya no se efectuarían más y seguirían sin otros contratiempos el transcurso de la clase.

Luego de eso fue al fin revelado el primer objetivo por el cual se encontraban en aquella época: encontrar a un sujeto llamado Basir. Pero en el trayecto cuando se disponían todos a buscar al susodicho, ingresando en un poblado comerciante, abastecido de gran variedad de productos, que se encontraba cerca, repentinamente uno de los vendedores miraba acusadora y amenazantemente a la nueva profesora, quien tenía uno de tantos artículos expuestos en sus manos para detallarlo. Aquella situación seguro fue interpretada por el hombre robusto como un intento de robo, y ahora causaba que una multitud rodease a los magos de manera casi atacante.

Dasha miró como unas de sus compañeras intentaban comunicarse con una pueblerina para aclarar la situación, así que, después de quitarse la chaqueta que llevaba puesta, ella también se dispuso a tratar de hacerle saber que era lo que en verdad ocurría a otro habitante, mediante señas y gestos. Aunque claro, su característico seño frío y algo amenazante no facilitaría que los aldeanos le tuviesen confianza o que creyeran en lo que trataba de decirles.

OFF:

siento de veras la tardanza, y aun no seguir del todo el rol u.u pero en este momento no puedo (además de que este rol me salio muy largo después de tanto de ausencia o.o) y antes no me había dado cuenta de el progreso del rol u.u ... y estaba también entretenida con otras cosas u.u... y estoy algo desconcertada con el seguimiento de Evarela o.o pero prometo mañana actualizarme del todo con la trama.

con respecto a la tarea de la ficha, dejare por el momento la que tengo actualmente aprobada, la cual no tiene mucho u.uU

espero mañana poder editar temprano y terminarla... y si es posible seguir bien el rol

mil disculpas u.u

mi ficha:

http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=96977&st=0&p=4228113entry4228113

mi ficha editada:

El próximo reto consistía en ser un duelo, y luego de que las parejas fuesen elegidas, una agresiva y veloz bludger se dirigía en su dirección para golpearla. Dasha simplemente no pudo evitar el contacto con ella, ya que se había enterado de su cercanía algo tarde, así que la esfera le dio de llano en un brazo. Contrariamente a lo que esperaba, no recibió daño alguno por el objeto y en vez de eso fue transportada, al hacer contacto con este, hasta una colina rodeada de un agradable verdor.

La pelinegra estaba gustosa con el ambiente donde se efectuaría el duelo, todo aquello le encantaba. La brisa fresca alborotaba sus largos cabellos junto con la floja chaqueta que llevaba puesta, y la vista de frondosos árboles a su alrededor la reconfortaba. Era como estar encerrada en una jaula creada por la naturaleza. Del resto no habría nada que interviniese en su duelo, el dispuesto campo de la batalla estaba desierto y los posibles pájaros u otros animales cantantes que pudiesen estar en él, se escuchaban a lo lejos.

Seguía ensimismada disfrutando del paisaje, cuando la silueta de un joven aparece, captado toda su atención. Le dedicó una firme e intensa mirada, preparada para lo que aconteciese, y su acompañante en respuesta observó por un momento su varita, para luego sin dudar atacarla enseguida con un rayo saliendo de su varita.

-¡Protego! –masculló de inmediato en reacción para defenderse del hechizo, haciendo que un escudo mágico la rodeara para que así este absorbiera el relámpago que pudo haberla golpeado, causándole una privación total de movimiento - ¡Silencius! –contraatacó rápidamente, siendo este el primer hechizo que cruzó por su mente, y así poder dejar por un momento indefenso a su contrincante.

Se defendió del hechizo que le había mandado la Ryddleturn, haciendo aparecer aquel escudo de color que absorbió el rayo, pero sin desilusionarse y sin perturbar su determinación, se dispuso a seguir rápidamente con otro ataque, sin cambiar la fría expresión que formaba en su cara cuando se concentraba.

-¡Silencius! –susurró con seguridad, provocando inmediatamente que su profesora enmudeciera, y brindándose una muy buena oportunidad para atacarla sin que la Snape pudiera defenderse.

Sus ojos celestes se volvieron aun más fríos y siniestros mientras su mirada se agudizaba. Era el momento perfecto para lanzarle un Sectusempra letal y directo en el pecho debido a su excelente puntería. Realmente no tenía motivos para querer lastimar en serio a su tutora, pero en ese momento de lucha, su sangre simplemente comenzó a hervir de la emoción, despertando aquellos instintos asesinos que había descubierto en su niñez.

-¡Incárcerus! –se decidió al fin, manteniendo su cordura y compostura, haciendo aparecer 3 gruesas cuerdas de la nada, las cuales se dirigieron velozmente hacia su contrincante, para enredarse fuertemente alrededor de la aludida.

Dasha había escuchado sin muchos ánimos las explicaciones de los profesores y ahora estos exponían sus habilidades al grupo, para que cada uno hiciera las correcciones del método que usaban para efectuar sus hechizos. No le había parecido muy difícil aquello, pero aun así no estaba del todo segura de sus respuestas. Después de todo se encontraba allí para aprender.

Luego de entregar su tarea y que esta fuese corregida, sus tutores en seguida se dispusieron a seguir con la siguiente actividad. Ahora los dividieron en grupos, y fue justo en ese momento en que seguía al grupo, distraía revisando sus resultados, cuando una voz familiar la saco de sus pensamientos. Las amigas solo tuvieron tiempo de intercambiar unas pocas palabras y un gesto como saludo, ya que ahora debían realizar la parte practica. La castaña se notaba nerviosa, y en un gesto por adquirir seguridad, se aferró al brazo de la pelinegra. Claro que a la ojis celestes no le molesto, más bien le agrado que no pusiera en duda la confianza que podía llegar a tenerle, así que en respuesta le dio un leve apretón a su agarre.

Estaba entretenida contemplando a su cercana amiga, complacida de que ambas estuvieran en el mismo curso, cuando de repente un hechizo proveniente de la Snape a cargo fue en dirección hacia sus alumnos. La chica de mirada fría rápidamente reaccionó por instinto y se puso en guardia.

-¡Protego! –exclamó en el acto, y sin perturbar su voz ni sus serias facciones, para defenderse de aquel hechizo que pudo haberla desarmado.

Apenas la especie de escudo absorbió el ataque, otro rayo enseguida se avecinaba, y con la misma eficacia reaccionó ante su advenimiento.

-¡Avis! –pronuncio con serenidad, para que en el acto 12 pájaros apareciesen salidos de su varita y que estos recibiesen por ella el hechizo que se le acercaba.

Después de que los pajarillos se desvanecieran y se encontrara segura de que no sería objetivo de otro asalto, la pelinegra reparó su mirada en Dorothy, alegrándole saber que esta había reaccionado ante el ataque de eficaz y buena manera, a pesar de que se encontrara nerviosa. También notó la preocupación que reflejaban los orbes verdes de su amiga, así que con un gesto, mientras se le acercaba con su común tranquilidad, Dasha le dió a entender que se encontraba bien, y al llegar a su lado se sentó junto a ella para acompañarla, esperando que su compañera hubiese terminado de asimilar lo ocurrido.

La pelinegra se encontraba plácidamente durmiendo en su cama cuando el susurro de una voz chillona la despertó, y rápidamente, debido a sus excelentes reflejos, abrió sus ojos celestes para encontrarse con los grandes de aquel diminuto ser que se encontraba al frente de su lecho. No actuó de manera defensiva porque aquella voz ya la conocía, aunque raramente se le había olvidado el nombre de aquel elfo.

-Señorita, lamento tener que irrumpir su descanso, pero se le está haciendo tarde para la clase que tiene prevista hoy -expuso el motivo de sus acciones, su servidor.

La joven se sintió complacida de que el pequeño estuviera al pendiente de su itinerario, y eso que solo le había comentado a este el día anterior, que estaba un poco emocionada por las buenas expectativas que tenía con respecto a su clase. En consecuencia, la chica se estiró en su mullida cama para desperezarse y seguidamente se incorporó para luego dirigirse al cuarto de baño, no sin antes agradecerle al elfo por haberla despertado.

Apenas entró, divisó su reflejo en un espejo de cuerpo entero y detalló gustosa la bata blanca con encajes que llevaba puesta y que usaba como pijama. Después de abrir el grifo de la ducha, con pesadez se desvistió y se metió bajo el agua. Se bañó con rapidez y luego, envuelta en una toalla, fue a buscar la ropa que se pondría. Se decidió por unas leggins, una camisa larga de tirantes con algunos detalles y una chaqueta gris con unas botas bajas del mismo color.

Ya estaba lista, así que divisó la hora en el reloj que se encontraba en su masita de noche. En verdad era algo tarde y si caminaba hasta la academia nunca llegaría a tiempo, lo cual no le agradaba. Por ello volvió a posar sus orbes en aquella criatura raquítica que aun se encontraba en su habitación.

-¿Quiere que la lleve hasta la Academia? -preguntó un poco nervioso por la mirada de la chica, y esta al notarlo apaciguó un poco su semblante y asintió.

Prontamente el pequeño ser mágico le tendió la mano y Dasha la tomó, para en ese mismo instante desaparecer junto a él y encontrarse justo después en los jardines de la escuela de magia. Ahora se despedía de aquel elfo del cual aun no recordaba el nombre, pero por el cual averiguaría.

Se dedicaba a explorar los jardines, rodeada de todo ese verdor que tanto le agradaba y el sonido que hacían los frondosos árboles debido al viento que refrescaba, cuando divisó no a muy lejos a un grupo de personas, y supuso que se trataba de sus compañeros de clase. Se les acercó y notó de entre todos, dos figuras que resaltaban en el medio de la especie de círculo que se había formado: la de una mujer de aspecto agradable y otra de un hombre de semblante arrogante. Debían ser los profesores. Observaba como sus compañeros se iban presentando uno por uno, y al llegar junto a ellos le toco justamente su turno de hacerlo.

-Soy Dasha Anabella Ryddleturn -empezó sin agrado, ya que seguía sin gustarle hablar de ella misma -tengo 17 años, y pertenezco a los Dragones de Lancashire... espero que la clase sea grata -terminó pronto, ya que tampoco sabía que más decir sobre ella misma que fuese relevante.

Iba a alejarse un poco del grupo, ya que no le gustaba estar rodeada por tantas personas, cuando sus ojos se posaron en la silueta de una peli castaña que conocía. Enseguida se acercó a la chica que se encontraba entretenida charlando con unos jóvenes que parecían ser sus amigos. No le importó que estuviera acompañada, así que cuando llegó hasta el lugar donde se encontraba, la abrazó por la espalda, pasando sus brazos alrededor de su cuello.

-Que bueno encontrarte aquí, ya te empezaba a echar de menos -le dijo la pelinegra en forma de saludo, mientras juntaba su cabeza con la de la muchacha, percibiendo de mejor manera aquel olor a vainilla que emanaba la aludida, y que tanto le gustaba.

Off:

Buenas!!!^^ me presento

como muggle me conocen como Daniela, tengo 16 años y soy de Venezuela*-*. Me gusta leer, escribir y dibujar! y en cuanto a personalidad soy muy contraria a Dasha... con la excepcional de que ambas somos cariñosas con las personas que queremos xD

Y bueno, como quizá notaron, Dasha es una chica algo asocial xD, observadora, objetiva, intuitiva... y muy seria xD. A veces puede parecer arrogante.

*Comiendo donas de Doro* entonces nos estamos leyendo^^ saludos!

Se encontraba acostada cómodamente en su cama, entretenida en la lectura de uno de esos libros de hechizos que tanto le gustaban, cuando repentinamente suena la alarma de reloj, que había programado con anterioridad, avisándole que ya era la de partir para la Academia. Por ello, seguidamente dejo aquel libro en la mesita de noche que se encontraba a uno de los lados del mullido lecho, y se levantó para partir.

Ya estaba lista para asistir a su primera clase de duelo, le gustaba ser puntual. Iría con aquella camisa manga larga, azul turquesa oscuro, que llevaba puesta, unos jeans negros con unas zapatillas bajas del mismo color, y sin más adornos que unos pequeños zarcillos plateados, su varita guardada bajo la manga de su blusa, y un pequeño bolso, en el cual guardaba un cuaderno y una cartuchera con sus materiales para dibujar.

Caminó para llegar a la institución, cosa que no le molestó ya que iba con tiempo de sobra y andar a pie era algo que le gustaba, porque así podía sentir la frescura del ambiente en el transcurso y disfrutar de la vista de los diferentes lugares. Cuando llegó, sin perder tiempo se internó y recorrió los pasillos y escaleras para llegar a su aula determinada, claro que luego de pedir indicaciones sobre el lugar donde esta se encontraba. Después de encontrarla, en uno de los tantos corredores, e ingresar al salón de clases, observó que este se encontraba lleno de escobas en vez de alumnos.

Al empezar a detallar su entorno, ya que tal hecho de que nadie más estuviera aun en la clase, sus ojos se encontraron con la única pizarra del aula, en la cual resaltaban unas blancas letras en aquel oscuro fondo, que explicaban lo que ahora debía hacer: tomar una de las escobas para asistir a la clase.

Sin mucha duda, decidió acatar aquellas instrucciones ya que al parecer eran ciertas porque aquellos instrumentos de limpieza emitían una pequeña especie de brillo, indicando que quizá serian trasladores. A la pelinegra le agradó la idea de que la clase no sería en aquel lugar de apariencia aburrida, o por lo menos esperaba que fuese una experiencia entretenida a donde quiera que fuera. Le hizo gracia notar la coincidencia de que también en Generales se trasladaron a otro lugar.

Si más que, tomó una de aquellas descuidadas escobas y apenas la tuvo en su mano, aquella extraña sensación al trasportarse de un lugar a otro, de mareo y pérdida del equilibrio, la invadió. Esta vez no se tambaleó cuando apareció en otro lugar diferente al anterior, lo más seguro porque ya había experimentado con anterioridad aquella impresión.

Ahora se encontraba al aire libre, en un campo de quidditch algo deteriorado, mientras una brisa fría y fresca le desordenaba su larga y oscura cabellera, quedando encantada con aquella caricia del viento. Prontamente se fijó en el grupo de personas que se encontraba cerca, y aun con la deteriorada escoba en mano, se les acercó. Al parecer a muchos también les gustaba la puntualidad.

Llegó a tiempo para escuchar como las personas, que resultaron ser sus nuevos profesores, se presentaban ante los demás, y luego pedían que sus alumnos hiciesen lo mismo, cosa que a la ojis celestes no le agradó. Le pareció curioso que otro integrante de la familia Ryddleturn se encontrara presente en su clase. No lo conocía, pero seguro se trataba de uno de sus primos. Estaba distraída pensando de quien sería hijo aquel muchacho, cuando le tocó su turno de presentarse.

-Soy Dasha Anabella Ryddleturn –empieza con su tonalidad seria característica, al igual que su semblante aniñado, y quizá denotando en ella su incomodidad –tengo 17 años, acabo de graduarme de Generales 65… y supongo que eso es todo lo que diré sobre mí –terminó rápidamente, ya que no sabía que más decir con respecto a su persona, además de que no le agradaba el hecho hacerlo.

Off Rol:

Hola^^, ahora me presento. Soy Daniela, tengo 16 años y soy de Venezuela (mucho gusto profe vecino!!xD) Me gusta escribir, dibujar, colorear y el chocolate *¬*

On Rol manejo al personaje de Dasha, una chica de 17 (como anterior mente dijo) de personalidad seria, fría, correcta y misteriosa, que puede llegar a ser incluso cariñosa, pero solo con las personas que aprecia.

Espero que haya mucha acción en este rol*-* y bueno, supongo que nos estaremos leyendo XD… saludos ^^

Hola

Paso a informar que ya registre el tema con mi ficha de personaje !Vaya trabajo! La ficha es super larga.

Bueno, espero que dentro de poco en mi perfil aparezca el link *-*

Saludines para todos.

Datos Personales

Nombre del Personaje

Dasha Anabella Ryddleturn

Sexo

Femenino

Edad

Adolescente, 17 años.

Nacionalidad

Británica

Familia(s)

--

Padre(s) Sanguíneo

David Macnair Weasley y Kasssandra Weasley

Padres(s) Adoptivos

---

Trabajo:

---

Poderes Mágicos

Rango Social

Aprendiz

Bando

Neutral

Rango dentro del Bando

---

Nivel de Poder Mágico:

*Puntos de poder en objetos 20

*Puntos de poder en criaturas

Habilidades Mágicas

---

Conocimientos especiales

---

Perfil del Personaje

Raza

Demonio

Aspecto Físico

Dasha es una pelinegra de piel nívea, que posee unos grandes, llamativos y misteriosos ojos azul celeste, los cuales siempre muestra fríos, con pestañas bien definidas. Mide 1,65 de alto y es de contextura esbelta. Posee un rostro aniñado, a pesar de la seriedad que siempre refleja en él, y de perfil griego. Pocas veces sus mejillas se ruborizan.

Cualidades Psicológicas

De mirada siempre seria, esta chica muestra seguridad y estilo a donde quiera que vaya, captando siempre por lo menos una mirada, aunque esta no sea deseada por ella. Muchas veces puede considerársele una persona asocial, ya que disfruta más de la soledad que de la compañía de otros. Con mucha seguridad en sí misma, puede parecer arrogante, aunque no lo sea del todo, y nunca teme decir lo que piensa.

Posee una amplia creatividad, destacada en lo artístico, por lo cual siempre lleva consigo un cuaderno de bocetos y sus materiales de dibujo en un pequeño bolso, además de sus audífonos.

Historia

Nació en Inglaterra en un día nublado. Creció felizmente y llena de mimos con sus padres, quienes nunca dejaron que le faltase nada… o por lo menos así fue hasta que la secuestraron a sus 5 años de edad. Milagrosamente regresó sola hasta su casa, pero permaneció más de 6 meses sin haber dado rastro de vida ante su familia, que durante ese tiempo nunca dejaron de buscarla con esmero. Todo siguió como siempre, nunca dejó de recibir amor en su hogar, pero la pelinegra luego de esa experiencia y misterioso regreso, nunca volvió a ser la niña que alguna vez fue.

Había pasado de ser una niña emotiva, expresiva y alegre a una totalmente opuesta. Nunca habló con nadie al respecto de lo sucedido en ese tiempo que permaneció raptada ni como se hizo las cicatrices que quedaron de por vida en sus muñecas, ni como había conseguido volver sola. Lo cierto es que la niña solo enmudecía cuando apenas se tocaba el tema pero ella nunca olvido que fue lo que había ocurrido, ni siquiera con el pasar de los años.

Lo único que le gustaba recordar de aquello vivido fue cuando al fin logró escapar de donde la retenían en contra de su voluntad, y se encontró en aquel bosque donde había llegado a parar a la silueta de un sádico ser, quien en vez de atacarla extrañamente fue quien la ayudó a volver a su hogar. Le tenía una gran estima a ese misterioso y oscuro vampiro, a pesar de que nunca más lo ha vuelto a ver.

A lo poco aprendió a controlar la magia, mostrando grandes habilidades para la realización de esta. Con el pasar de los años pulió sus conocimientos sobre ella y mostró también una gran destreza y creatividad como dibujante. No suele salir de su casa sin su libro de bocetos y siempre anda mejorando la calidad de sus trabajos, aunque ya de por si innatamente es muy buena.

Posee muchos hermanos, pero ninguno fue concebido conjuntamente por sus padres, solo ella. Con sus progenitores, magos al igual que ella, siempre a tenido un gran apego, aunque se hayan separado

Pertenencias

Objeto Mágico Legendario

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Objetos Mágicos

Objeto 1: Varita Mágica

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20

Mascotas y Criaturas

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Criaturas en la Reserva

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Elfos

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Licencias, Tasas, Registros

Licencia de Aparición

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Licencia de Vuelo de Escoba

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Registro de XXX

Registro de Razas: Demonio

Otros Datos

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Cronología de cargos

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Premios y reconocimientos

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Links de Interés Referente al Personaje

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