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Errand_Cloud

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Mensajes publicados por Errand_Cloud

  1. -¡NO!-Grité en el momento en que me estaban levantando. Con un empujón logré hacer que me dejaran caer al suelo. Sentía como si la costilla se clavara en mi pulmón. No quería moverme.

    Saqué mi varita de la mochila y guardé las autopsias en el libro. me fuí arrastrando hasta una pared no muy lejana para recargarme.

     

    -¡DEPULSO!.-Grité fuertemente y uno de los libreros intentó detenr por un momento al expectro.-Yo les daré tiempo para que puedan seguir buscando. Me quedaré aquí hasta que vuelvan, aunque probablemente no me vean. Si es así, solo griten mi nombre.Me volteé un momento para poder quitarme mi sudadera y poder estar un poco más cómodo. Cuando volví a ver hacía el frente ya no estaban ni Lud ni Ray.

     

    -Bien, ahora sigue detener al espectro. Caeca Temporalis.- Comencé a sentir como si me hubiera sumergido en el agua helada y luego salir y sentir el aire. Me había vuelto invicible. "Genial" Pensé. Después dirigí mi bola de luz hacía adelante para poder ver si el espectro seguía allí. Pero ya se había movido, y estaba cogeando hacía donde estaba yo. -Defodio.-Dije casi en un susurro. 5 metros más adelante se empezó a a ahcer un hoyo en el suelo bastante grande. -Incendio.- Volví a surrurar, pero esta vez no apareció ni una sola llama en todo el lugar. El espectro seguía caminando hacía mí, pero también hacía el hoyo que había creado.

     

    Como era casi obvio, el espectro rodeó el hoyo por la derecha, cosa que ya había pensado por su pie de apoyo. -Descendo.-Dijé esta vez un poco más alto. El espectro cayó cuando una parte del suelo se cayó.

    Lo que yo hice fue crear una capa de fuego justo debajo del piso, y usar el hoyo como un simple distractor y hacer que lo rodeara, de esa manera hice que se cayerá y quemarse con la capa de fuego.

     

    No tuve ni tiempo de festejar ya que sentí una punzada de dolor en el pulmón y caí desamayado. El efecto del hechizo que me hacía invicible había desaparecido poco tiempo después.

  2. No me sentí muy contento con la nueva tare que nos habían dejado las profesoras, empezando porque tendríamos que volver a entrar. Con solo pensar eso me recorrió un escalofrío.Escuche todo lo que tenían que decir las profesoras hasta en un punto donde nos dijeron con quién deberíamos ir a buscar al segundo piso de la morgue alguna pista sobre una tal Elisa Written. Me había tocado un chico bastante chico a decir verdad y a Rayi pero él estaba más alto. El chico se llamaba Lud, o eso creía yo. Él volteó a verme a mí y a Rayi. Después empezó a caminar hacía la escalera de mármol que dirigía al segundo piso.

     

    Las escaleras eran bastante largas y en ciertas ocasiones llegaba a resbalarme. Cuando llegamos arriba nos hallamos en una estancia enorme. El olor era desagradable pero eso no me importó cuando volteé a ver hacia arriba. Lo que vi era extremadamente detallado y grande: En el techo colgaba una araña de cristal con unos detalles no muy complicados, pero le daba cierto toque de autenticidad, esta medía unos 4 o 5 metros de largo, aunque claro, no abarcaba toda la sala. El lugar estaba cubierto con unas cortinas negras que no dejaban entrar mucha luz.Cuando bajé la vista me di cuenta de que Lud ya había empezado a buscar en un escritorio arrinconado y a Rayi no lo vi por ninguna parte.

     

    Como no quise estorbarle, me fui al otro lado de la sala. No veía muchas cosas, pero distinguí un estante con libros y hojas tiradas por todo el pasillo. -Lumos Maxima.- De mi varita salió una bola de luz y se situó 2 metros más arriba que yo.

     

    Pude ver todo lo que había en ese estante: Había sobre varios temas, como pociones o transformaciones. Eso no me importó. Caminé más hacía la derecha para seguir viendo todos los libros y había unos 7 libros del mismo color y tamaño en la parte más baja del estante.

    Todos eran sobre el mismo tema: Artes Oscuras usados contra muggles.

     

    Sabía que Written estaba investigando extrañas muertes entre muggles, así que tomé el libro que se veía no tenía mucho polvo y lo guarde en mi mochila. Iba a seguir viendo los demás libros pero escuché la voz de Lud del otro lado de la habitación.

     

    Me eche a correr al escritorio donde estaba y vi que tenía una carta en la mano. Nos enseñó la carta que decía “Solo uno podrá encontrar la información “Solo uno podrá encontrar la información” . Después nos contó sobre los cajones que no logró abrir y que pensaba que cada uno debía intentar abrirlos y ver qué información había dentro.

     

    Yo me agaché e intenté abrir el primero… pero no pasó nada. Después jalé el segundo pero tampoco se abrió. Estaba casi seguro de que se abriría el último, pero ni siquiera se movió. Volteé a ver a mis compañeros y luego apunté con mí varita a los cajones. –Alohomora.- .- No se abrió ningún cajón. -¡BOMBARDA!- Grité. Lo que pasó fue algo muy rápido y doloroso. Cuando el hechizo tocó uno de los cajones, no sucedió nada, a los cajones. El hechizo se vino en contra mía y salí disparado hasta golpearme con una silla y caer de espaldas contra el suelo. Me había roto una costilla.

  3. Yo fuí de los últimos en irme, ya que preferí quedarme a escuchar a mis compañeros que seguir con la tarea. Cuando ya habían acabado de hablar y algunos se habían ido, Anastacuis llegó con una varita cubierta de sangre y se la entregaba a las profesoras. En ese momento decidí entrar a la morque, porque si el salió bien, ¿porque yo no?

    Saqué mi varita de la mochila y caminé hacía donde, pocos segundos antes, Anastacius había salido. Mientras más entraba, más oscuro se hacía y demasiado frío como para laguien que está acostumbrado al calor del sol. No sabía exactamente a donde caminaba ni que me encontraría, pero de vez en cuando escuchaba algún susurro a mis espladas y uno que otro crujido bajo mis pies, que seguramente serían huesos. Después de varios minutos de caminar, una pared enorme estaba delante de mí. Por un momento pensé en destruirla pero no tenía ni idea de como derrumbar algo de ese tamaño.

    Miré hacía ambos lados y, como no veía nada dije: -Lumos.-. De la punta de mi varita salío una luz azul que me permitió ver mucho mejor. Ví hacía abajo y lo que ví eran cientos de cuerpos y huesos llenos de sangre o destrozados en pedazos haciendo una alfombra de muertos a mis pies. Levanté mi cabeza lo más rápido que pude y al ver hacía el frente vi una "cara" por así decirlo, pero estaba flotando, como si alguien la hubiera colgado. Di un paso hacia atras y me resbalé con la sangre que había en el suelo y caí. Sentí como caía en algo blando pero también me lastimaba algunas partes del cuerpo con algo sólido que me había golpeado. Intenté levantarme pero había algo o alguien que me mantenía aferrado al piso. Sentía como las manos de los supuestos muertos me tomaban y comenzaban a undirme junto con ellos. Por más que luchaba no lograba safarme de sus manos, que cada vez eran más. Intenté pensar en un hechizo pero no pude pensar con tanta claridad para poder conjurarlo. Las manos me undian más cada vez que yo me movía, y hubo un punto en el que casi no podía respirar. Ya estaba completamente hundido cuando pensé en un hechizo muy sencillo que me salvaría la vida. -¡Ascencio!.- Me safé de las manos de los cuerpos y salí volando. Caí unos metros más lejos de los muertos que del muro. Me levanté lentamente mientras me sobaba mi cabeza y tomaba mi varita. Me quité mi chaqueta que estaba llena de sangre y la guardé en la mochila.

    -Lumos.- Volvió a iluminarse el lugar y procuré evitar a la orda de muertos del suelo caminando hacía el lado izquierdo del muro. Escuché gritos aterradores que venían de adelante. Me detuve en seco y levanté mi varita. A 20 metros de mí, recardagada en una pared, estaba una niña con la ropa jaloneada y con manchas de sangre por todo el cuerpo.

    -¡¿Te encuentras bien, niña?!.Le grité para no tener que acercarme. Ella levantó la cabeza y pude ver sus ojos; Erand completamente blancos y su cara tenía hoyos en la frente y mejillas. Tuve que dar un paso hacia atras cuando se paró. Comenzó a avanzar hacía donde estaba yo. -¡No te acerques más!- Le dije levantando mi varita. Ella sonrió de una manera que se me fue el aire. Di un salto hacía adelante y emepzó a volar. No se tardó ni 20 segundos en llegar a mí. -¡Desmauis!-Dije al tiempo en que salía una destello d eluz de mi varita y le daba a la niña que cayó con un fuerte golpe. -J.. ¡Ja! Toma eso, espectro.- Dije titubeando. Corrí hacía donde adelante y salté a la niña de un brinco. Seguí corriendo un rato más hasta llegar a una puerta enorme de hierro. No había otro camino así que tuve que entrar.

    Dentro había cientos de cuerpos y uno que otro espíritu vagando por la habitación. Los cuerpos estaban acomodados en hileras de 30 o 40 cada una y todos aparentemente muertos. Sabía cual era mi tarea así que dije: -Accio Varita.- Por desgracía no se movió nada a excepto los espíritus. Eso significaba o que allí no había varita alguna más que la mía o que ya se la habían llevado. Comencé a buscar todos los cuerpos y encontré uno degallado pero no encontré la cabeza en ninguna parte. Me agaché para cargar al cuerpo pero justo al tocarlo, los cuerpos de al rededor se levantaron y fueron contra mí. Sin pensarlo 2 veces, solté el cuerpo y levanté mi varita. -¡Oppugno!-De mi varita salieron cientos de parajos que chocaron con los cuerpos que intentaban atacarme. Lo que yo necesitaba era tiempo para salir de allí. Ya no tenía tiempo para cargar el cuerpo así que apunté con mi varita a este y grite: -Wingardium Leviosa.-El cuerpo se levantó detrás de mí, y luego volví a decir. -¡Fumos!-Una nube de humo me cubrió a mi y al cuerpo para poder salir de allí sin ser vistos.

    Cuando estuvé fuera dejé caer el cuerpo al suelo. ¡Oriéntame!La varita comenzó a moverse sola diciendo a donde debía ir para llegar con el grupo. Cargué al cuerpo en mis hombros y seguí la punta de la varita hasta llegar con los demás. Ya había muchos allí, así que dejé el cuerpo en el suelo y me acosté

  4. Recibí una carta poco tiempo después de llegar a mi nuevo hogar con instrucciones sobre la primera clase que será aplicada a ciertas personas en específico. También decía en donde sería y sinceramente no tenía ni idea de que lugar era ese. Tomé mi abrigo y mis botas para poder estar un poco más cómodo. También tomé un libro de uno de los estates de la mansión Evans McGonagall y salí para llegar al lugar de la clase intentando llegar un poco más temprano.

     

    Cuando llegué ya había una que otra persona en un edificio con un aire espelusnante y con varias recámaras. Tomé mi libro y comencé a leerlo para desaburrirme un poco. Después de un par de minutos estaban unas 10 personas o más en el la construcción. una de las que ya estaban presentes antes que yo llamada Sol, se presentó, diciendonos que sería nuestra profesora y sobre su linaje familiar. Después habló otra persona, que también estaba presente antes de que llegará hizo casi exactamente lo mismo, solo que nos dijo en donde estabamos y que haciamos allí, que fue lo que más me importó e inmediatamente después cerré mi libro tembalndo y muy nervioso. Volteé a ver a mis compañeros y la mayoría estaban igual que yo. Pero una chica peliroja levantó la mano y habló presentandose igual que lo habían hecho antes las profesoras. La escuché atentamente y cuando terminó yo también hable. -Hola a todos... mi nombre es Cloud Zero y...- Se me fue la voz un momento pensando en los cuerpos que habían mencionado y continué. -Se podrpia decir que mi apellido es Evans McGonagall. Pues eso es todo, supongo...-antes de acabar uno de los presentes salió corriendo hacia la oscuridad. No supe que hacer porque la verdad seguía sin estar seguro si era broma o no lo que habían dicho antes, pero al ver al chico salir volando de allí supe que no era broma. Un momento después vi salir un rayo rojo de un lugar a lo lejos del lugar. Sin pensarlo 2 veces tomé mi libro y mi mochila. -Si me permiten.-Dije viendo a las profesoras aunque la verdad, por el miedo que tenía no esperé a la respuesta y salí corriendo hacia donde se había ido el otro chico. Pensé en seguir a ver que encontraba pero inmediatamente me arrepentí y preferí esperar a los demás para no tener problemas con mis compañeros o mis profesoras. Cuando iba de regresó volví a oír gran ruido detrás de mi... Precía fuego. Corrí para poder llegar con el grupo y escuchar a los demás.

     

    OFF: Mi nombre en el foro es Cloud Zero, si gustan llamarme Zero mejor. A mi personaje le gusta leer de todo tipo de libros y le gusta escuchar música ambiental. Es paciente y a veces un poco arrogante.

    Mi nombre real es Alide, soy de Mexico y tengo 15 años, me gusta lo mismo que a mi personaje.

     

    Tengo una duda sobre esta clase... ¿Se pueden usar hechizos? y si se puede, ¿cuales?

    Gracias

  5. Me gustaría poder cambiar estos aspectos de mi ficha por favor. Y otra cosa, no se como poner eso de marca que muchos en el foro lo utilizan. Como lo hago?

     

    Familia(s):

    * Evans McGonagall

    * Familia 2

    (No se permiten más de 2 familias

    Especificar si se es patriarca o matriarca de alguna de las familias anteriores)

     

    Padre(s) Sanguíneo:

    Si no se tiene, poner --

     

    Padre(s) Adoptivos:

    Pandora Stark

     

    De antemano gracias

  6. Nick del personaje:Cloud_Zero

    Link a la Ficha de personaje: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=97526

    Link a la Bóveda:

    Parentezco con la familia (sanguíneo, adoptivo, visitante): Adoptivo

    Relación con la familia (Hij@, sobrin@, ahijad@ de...):Hijo de Pandora Stark

    Mascotas/elfos que posea y desee que aparezcan en la lista:

    Actividad que puedes aportarle a la familia (alta, media, etc):Alta

    Correo electrónico (opcional): pocpoc14@hotmail.com

  7. Nombre del Personaje: Cloud Zero

     

    Sexo: Masculino

     

    Edad: Joven

     

    Nacionalidad: Británico

    Familia(s):

    * Evans McGonagall

    * Familia 2

    (No se permiten más de 2 familias

    Especificar si se es patriarca o matriarca de alguna de las familias anteriores)

     

    Padre(s) Sanguíneo:

    Si no se tiene, poner --

     

    Padre(s) Adoptivos:

    Pandora Stark

     

    Trabajo:

    --

    Poderes Mágicos:--

     

     

    Rango Social: Aprendiz

     

    Bando: Neutral

     

    Rango dentro del Bando: --

     

    Nivel de Poder Mágico: --

     

    Puntos de poder en objetos: 20

    Hechizos adicionales: --

    Puntos de poder en criaturas: --

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

     

     

    Habilidades Mágicas:

    --

    Conocimientos Especiales:

    --

    Perfil del Personaje:

     

     

    Raza: Humano.

     

    Aspecto Físico:

    Chico rubio con cabello un poco rizado y no muy largo. Ojos verdes claro, pero a veces lo llegan a confundir con café. Tez blanca. No es muy fuerte físicamente, pesa cerca de los 72 kg. Y mide 1.79 descalzo. Suele utilizar guantes negros o blancos dependiendo el clima que haga (calor-blanco/frío-negro). Le gusta usar ropa verde fuerte, negra o blanca. También llega a usar botas italianas axo rc 6 o botas italianas SIDI. No usa zapatos con suela de madera. Si hace demasiado calor, se lleva unos lentes de sol.

     

     

    Cualidades Psicológicas:

    Es muy directo con la gente, le gusta ir al grano para ahorrar tiempo libre o leer. Es un poco flojo si se trata de estudio o hacer ejercicio. Trata a casi todos de la misma manera sin importar quienes sean, excepto si les tiene miedo, o le agradan mucho. Es miedoso, pero no quiere demostrárselo a la gente y por eso es un poco apartado y serio.

    Aquí se describirán los rasgos que marcan el carácter del personaje. Cómo suele comportarse, cuáles son sus características emocionales, cómo lo ven los demás, cómo se muestra, etc.

     

    Historia:

    Zero siempre ha conocido la existencia del mundo mágico que los muggles no tienen ni idea de que existen. Nació y vivió la mayor parte de su infancia en el Valle de Godric, donde aprendió a leer a los 4 años y escribir a los 5. Después de aprender a leer, no podía dejar de hacerlo. Empezó con libros chicos, pero a medida que iba creciendo le iban interesando otros temas como la historia de la magia o las criaturas mágicas le ocuparon toda la mente; No paraba de leer libros que, cuando él los leía a los 7, ni siquiera los niños de 11 y 12 conocían. Poco a poco fue desarrollando cierta curiosidad sobre los muggles, y poco tiempo después le dijo a su padre que se fueran a Londres para saber más sobre ellos. Su padre, por cuestiones de negocios, se negó a salir del Valle, pero no por mucho tiempo. Cuando cumplió 9, su madre le regaló 4 libros: (todos cerca de las 800 páginas) y los leyó uno por uno en menos de un mes. El primero que leyó era de astronomía, cosa que nunca le había importado. El segundo era de algunos artefactos muggles que a Zero le encantó. El tercero se trataba de Howarts y Gringotts que no le agrado en nada ese banco porque él nunca tenía dinero. Pero el que verdaderamente le gustó, fue uno sobre varios temas y no muy relacionados entre sí. Algunos de ellos eran sobre el cuidado de criaturas mágicas y como encontrarlas, otro era sobre el quidditch (deporte que no conoció hasta leer el libro) y las escobas, o el tema de cómo crear varitas y el que se le hizo muy misterioso pero entretenido, fue el de la prisión de Azkaban. Cuando cumplió 11, le volvió a pedir a su padre que fueran a Londres pero él seguía negándose a salir de ese lugar. Justo 2 días después, al anochecer llegaron agentes del ministerio y lo arrestaron por vender ilegalmente animales protegidos por la ley. Fue un golpe duro para Zero, y se sentía dolido por la partida de su padre a Azkaban (ya que sabía lo que podría esperarle en esa prisión). Su madre también se encontró en muy mal estado después del arresto ocurrido, pero, para suerte de Zero, su madre se recuperó en 2 meses y le dijo a Zero que empacara, porque era hora de ir a Londres. Sin pensarlo dos veces, Zero fue a su habitación y guardo toda la ropa, libros y dulces que cupieron en su mochila. No se les hizo difícil encontrar un lugar para vivir o muebles. Una semana después de llegar a Londres su madre le dijo que era hora de ser un mago verdadero y lo llevó al Callejón Diagon. Zero no había leído u oído hablar sobre ese lugar, pero no le importaba, porque lo que quería era ser mago. Cuando llegaron, había muchísimos magos en diferentes tiendas y locales de ciertos artículos: Escobas, calderos, libros, ropa, etc… y, como era obvio, lo primero que hizo Zero fue ir a ver a la tienda de libros. Estaba cerrada, ya que se abría dentro de 1 hora, así que se pegó al espejo y junto sus manos para ver detrás del cristal: Habia cerca de 40 estantes con más de 20 libros por fila, y Zero se moría de ganas por entrar. Su mamá tuvo que llevarlo a la fuerza a un lugar que no estaba muy lleno, con unas letras enormes en la entrada que decían: Olivander´s. Ambos entraron y abrieron la puerta. Una campana sonó al abrir y cerrar la puerta y un señor de aspecto un poco viejo y cara de loco estaba en el recibidor. -¿Puedo ayudarlos en algo?- Preguntó el señor. Zero volteó a ver a su mamá que tenía una sonrisa muy grande en la cara. –Sí, este… mi hijo acaba de cumplir 11 años hace un par de meses y como es costumb…-Pero rápidamente fue interrumpida por el señor. –venir por una varita… Mmm, muy bien, ¿Cuál es tu nombre, jovencito?- Preguntó el señor mientras sacaba una pergamino y una pluma. -¿Cuál es el suyo?- Preguntó un poco ofendido Zero. – ¡Zero. Compórtate!, disculpe señor Olivander, pero mi hijo nunca ha venido aquí.- Dijo apenada su mamá. –O, no se preocupe señora, fue error mío no presentarme…- volteó a ver a Zero.-Mi nombre es Olivander.¿ Y el tuyo debe ser Zero verd…-Pero Zero rápidamente lo interrumpío.- Cloud Zero, señor.- Dijo como si nada. –Ok, Cloud… Zero… bien, bien. Mmm…-Dejó el pergamino y la pluma en la mesa y lo volteó ver con curiosidad.-¿Qué será bueno?... ¡Ya se!.- Se dio la vuelta y fue directo a un estante que se encontraba hasta a bajo de este. Saco una caja de madera con un estampado verde en la tapa sin ninguna palabra escrita. Cuando llegó frente a Zero y abrió la tapa, él pudo ver una varita cerca de los 30 cm de largo, de color café muy claro, casi carne con un mango verde hoja. –Tómala Zero.- Zero rápidamente sacó la varita de su caja y la sostuvo con su mano izquierda (es diestro, pero siempre ha preferido la izquierda) y la observó detenidamente. Levantó la cara y su madre le sonrió mientras le hacia una seña con la cabeza de que la moviera. Zero, un poco nervioso, hizo un movimiento curvo hacia abajo. Medio segundo más tarde, hubo un fuerte aire que hizo que se cayeran todas las hojas del escritorio del señor Olivander.-Bien, me parece que esa no fue la correcta.- Tomó la varita y la guardó en la caja para llevarla al estante de donde la había recogido. Se levantó y se estiró de una manera un poco dramática. Dudó un momento y después se fue caminando hacia el final del pasillo, donde, cerca de la parte media sacó otra caja de madera, pero la madera se veía un poco más oscura que la pasada y esta tenía una estampa de color vino en la tapa. Fue hacia Zero y se la dio. Zero, como ya lo había hecho anteriormente, observó detenidamente la varita. Esta tenía ciertas cosas que no le agradaban a Zero. –Disculpe señor Olivander, ¿Qué le hizo pensar que una varita con núcleo de pelo de unicornio me serviría más que la del núcleo de pluma de Fwooper?- Preguntó Zero un poco ofendido. -¿Qué has dicho jovencito?.- Preguntó el señor Olivander. –Le pregunté el porqué de que me de esta varita en vez de la pasada teniendo un núcleo muy distante entre ellos.-Dijo otra vez, pero está más que ofendido, parecía enfadado. –Vaya jovencito, ¿quién le ha dicho sobre eso?-. Preguntó Olivander mirando a Zero a los ojos. –Lo leí.- Respondió. Pero antes de que le preguntara o dijera otra cosa, Zero agitó la varita rápidamente e hizo un gran hoyo a la pared. –Se lo dije, no me funcionaría.- Respondió Zero estirando su brazo para darle la varita. Olivander la tomó cudadosamente y la colocó en la caja otra vez. Ahora, dejó la caja en el escritorio y se fue con paso rápido hacia el estante donde se veían cajas desacomodadas y aventadas. Empezó a levantar un pequeño montón de varitas del suelo, hasta que tomó una caja con una estampa un poco más chica que las 2 anteriores y de color azul turquesa. Abrió la caja y le dio la varita a Zero. Él la tomó y volvió a observarla, pero esta vez más lento. Le fue dando la vuelta y luego la tomó por el mango: La varita era un poco chica, de unos 20 o 25 centímetros de largo. Era de color Carne, pero un poco azulada y no tenía un mango como las que había visto. De la parte de abajo se iba estirando una línea salida de color negro que le daba varias vueltas a la varita hasta llegar cerca de ¼ de esta, donde parecía haberse metido a la varita. Zero la agitó y un resplandor plateado iluminó la sala. Zero sentía un ardor increíble en la mano con la que sostenía la varita. Poco a poco el resplandor se fue apagando y el ardor le desaparecía. Olivander tomó la varita de la mano de Zero y la guardó en la caja. –Creo que esta es la adecuada para Zero.- Dijo Olivander viendo a la mamá de Zero. Antes de que su mamá tomara la caja y le diera las gracias al señor Olivander, Zero se apresuro a decirle a este: -No reconocí el núcleo, señor.- Dijo un poco alterado Zero, como si nunca se hubiera equivocado. –Eso supuse… El núcleo no es muy conocido, y mucho menos porque se utiliza más en pociones desmemorizantes y sueros de la verdad. El núcleo es de la pluma de un Jobberknoll de América. De hecho, allí fue donde la conseguí.- Dijo viendo a la varita. –Gracias señor Olivander.- Dijo la mamá de Zero y se salieron de la tienda con la varita en una bolsa. Siguieron parándose y comprando diferentes objetos, como una nimbus 2000 (que no le duró más de unas cuantas horas) y muchos libros.

    Ese día fue de los más increíbles para Zero, porque, ¡Por fin sería un mago!. Cuando llegaron a casa se le rompió la escoba al tocar la pared.

    Todo iba genial hasta que, al tener 15 años, su madre murió de un infarto en su trabajo muggle. Zero tenía recursos suficientes como para poder seguir viviendo en Londres 2 o 3 años. Claro, que muriera su madre no le hacía ninguna gracia, pero tuvo que valerse por si mismo

     

    Pertenencias:

    --

     

     

    Objeto Magico Legendario:

    --

     

    Objetos Magicos:

    Objeto 1: Varita mágica

    Clasificación: AA

    Puntos de poder: 20

     

     

    Mascotas y Criaturas:

    --

     

    Criaturas en la Reserva:

    --

    Elfos:

    --

     

    Licencias, Tasas, Registros:

     

     

    Licencia de Aparición: --

     

    Licencia de Vuelo de Escoba: --

     

    Registro de XXX: --

    Otros Datos:

     

     

    Otros datos:--

    Cronología de cargos:--

    Premios y reconocimientos:--

    Links de Interés Referentes al Personaje:

     

     

    Link al Perfil de Comprador MM: --

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