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Aeneis Deckard

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Mensajes publicados por Aeneis Deckard

  1.  

    1: Aenesis bienvenida, espero no equivocarme de genero, pero suena mas a nik de chica, si es chico de ante mano me disculpo, bueno, Roxie te ha pedido como ahijada así que en cuanto te pases a confirmarle te anoto bajo su nombre en la lista de la primera hoja.

     

     

    Hola! Venía a confirmar que mi madrina sea Roxie!

    Acabo de ver el post de Andrómeda, muchas gracias por ofrecerte!! ^_^

    Y disculpa por no haberlo visto antes :wacko:

     

    Lo dicho, ya tengo madrina: Roxanne Rambaldi!

  2. Hola!, venía a solicitar un padrino o madrina dentro de la Orden, ya que deseo aprender rápidamente de lo que esta puede dar de sí. Este último mes estuve un poco inactiva pero ahora he vuelto y estoy terminando duelo básico en la Academia. Sin embargo me gustaría avanzar en otros aspectos del foro como es en el de los bandos. Así qué estoy bastante interesada en que alguien haga de fénix para mi y me guíe por el buen camino¡. Alguien interesad@¿?
  3. Caminaba tranquila por los pasillos del Ministerio de magia, la mañana era soleada y los pájaros cantaban a su alrededor. Con pasos rápidos llego hasta la planta que quería, cuando ya estaba allí cogía uno de los formularios y se puso a rellenarlo. Tras unos minutos concentrados en ello, sonrió al terminar de redactar su pedido. Acabo entregándoselo a la señorita que allí había. Nunca habia estado en ese ala del Ministerio pero el ambiente tranquilo le gustaba. La visita que le debia a su amiga Lisa Weasley Rambaldi tambien seria ese mismo dia, asi que esperando que todo estuviese en perfecto orden sonrió y dijo

     

    - Espero que este todo en orden

     

    Tras la entrega del documento, espero a que la mujer de recepción le dijese algo para así poder irse a acabar con las numerosas cosas que debia hacer aquel dìa.

     

    icha para el Registro de elfos.

     

    • Nombre del elfo: Yako

    Indicar si sirve a un mago/bruja, familia o negocio: Bruja

     

    • En caso de servir a un mago/bruja

    Nombre del mago/bruja: Aeneis Westrong

    Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: (indicar tiempo en años y meses) 1 mes

    Nombre de quien lo registra: Aeneis Westrong

     

    • Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de la familia para la que sirve el elfo: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98698&st=0&p=4333567entry4333567

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  4. Al cruzar la puerta, sus ojos observaron con detenimiento todo a su alrededor. La gran cocina estaba a rebosar de gente, pero la joven aprendiz había pasado desapercibida debido a que llevaba la misma indumentaria que ellos. La cesta en mano se movía al compas de sus pasos. Mientras intentaba pensar cual sería su siguiente movimiento, un ruido a su espalda la sobresaltó. Una mujer de cabellos oscuros hacía acto de presencia en la sala con las mismas características que la Westrong. Mirándola detenidamente pudo comprobar que se trataba de su profesora. Asintiendo claramente para que la Crouchs la entendiese, se encaminó hacia donde la bruja le ordenaba. La mágica espada del rey Arturo se había perdido y ellos tenían la misión de encontrarla y devolvérsela a su legítimo dueño.

     

    Sus orbes grises captaron todos los detalles del lugar donde se encontraba. La sala destinada para la cocina era enorme, pintada en tonos pastel con multitud de gente trabajando en ella. Había animales muertos en las paredes, frutas y bayas por encima de las mesas. Parecía que se iba a dar una fiesta, puesto que la cantidad de comida que se veía por allí era algo desmesurada. Sin atender mucho a lo que sucedía y, tomándolo como un breve ejemplo de lo que la Edad Media había sido, Aenéis desapareció por uno de los laterales de la sala, el cual la llevaba a unas escaleras prominentes que subían directamente al segundo piso del castillo. La Edad Media siempre había sido una de sus épocas favoritas y pisar por primera vez aquel mágico mundo le propinaba tal arranque de pasión que se juró a si misma hacer todo lo que estaba en su mano para ayudar al famoso Rey Arturo.

     

    El ruido era constante en aquel punto del mediodía. No había ningún rincón del castillo en el que no se escuchasen voces, tanto de los criados como de la guardia, animales en los corrales y los relinchos de los caballos al ser azotados para emprender el camino. Con paso lentos, precios y firmes subió las empinadas escaleras hasta el segundo piso donde se quedo boquiabierta al ver la gran pared engalanada con diversos cuadros de un increíble colorido. Había uno que era enorme, ocupaba en totalidad una pared completa. Algo en él le llamo la atención. Su propio poder mágico era llamado a acercarse al gran cuadro. Algo allí no encajaba y la joven aprendiz lo iba a averiguar. Sacando la varita y apuntando directamente hacia retrato dijo – Accio Cuadro – La varita salto de su mano de inmediato y cato al suelo. <<Aquí hay algo grande>> Pensó la mujer y acercándose de nuevo a la pared cogió el cuadro con las manos y lo empujo suavemente, este se apartó a un lado y dejó al descubierto un largo y ósculo pasadizo.

     

    No sabía muy bien si cruzarlo o no, la duda creció ante sus ojos pero su corazón aventurero la invitó a seguir. Cerrando los ojos y dando un suspiro comenzó a llevar a cabo su plan. Se adentro por el túnel con la varita en la mano. El silencio, la humedad y el olor a moho eran palpables en el ambiente. La tensión corría por su cuerpo como si de un veneno se tratase. Al cavo de varios minutos llego a su destajo; La alta torre del castillo. Cuando posó un pie sobre el empedrado suelo un grito cruzo sus oídos. Un grito de mujer, aumentaba en intensidad a medida que avanza. Según las leyendas que había escuchado desde niña tan solo podían ser dos de las mujeres más poderosas de la historia de Camelot; Ginebra o la Dama del lago y como esta supuestamente vivía en el agua, solo una respuesta podía haber. Alzando la voz dijo intentando parecer tranquila.

     

    - ¿Hay alguien aquí?

     

    Una voz fantasmal llegó a ella a través de su mente, una mujer se intentaba comunicar con ella. Parecía que el fantasma de alguien lejano iba a proponerle ayuda y ella, aunque con miedo en un principio, pronto supo que se podía fiar de aquella joven y hermosa voz. No entendía cómo, pero sabía que no le haría ningún mal. Apoyándose en una de las más altas ventanas de la torre miró el cielo que ya pronto oscurecería. Atrapados en una dimensión que no conocían, de noche y con fantasmas y enemigos capaces de matarlos. – Perfecto – Se dijo a si misma. Todo aquello resultó ser la locura que ella se había esperado en un principio. Nuevamente un ruido la sobresalto. Parecía que había mas pasadizos secretos para subir a la torre puesto que su joven profesora y compañeros de clase hacían acto de presencia en el mismo punto en el que Aeneis estaba. Todas reunidos de nuevo comenzarían a desenredar la situación

     

    - Tauro – Dijo no muy convencida – Creo que deberíamos encontrar el pasadizo secreto que hay en esta torre, conduce a las mazmorras y allí encontraremos la siguiente pista. – Todo eso se lo había dicho la voz, pero ella no iba a ser tan est****a de contárselo puesto que la tacharían de loca o algo peor – Y creo que ese pasadizo esta tras esas llaves de ahí – Señaló con un dedo -. Apuesto que moviendo las indicadas conseguimos algo.

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  5. Una vez se hubo sentado en su sitio dejó la mente en blanco, el sueño aún hacía efecto en la joven y poco interés tenía en la clase. Pero al ver que sus compañeros se ponían en pie hizo que, por desgracia, tuviera que prestar atención. Se levantó forzosamente y caminó hasta el frente. Escuchó sin mucha atención la exposición de cada una de las profesoras, sin embargo, al conocer el lugar al que se iban a trasladar sus grisáceos ojos brillaron. Una pequeña sonrisa se le dibujó en el rostro, y la joven tuvo un cambio radical en su expresión, se mostraba más despierta y atenta a lo que sucedería a continuación.

     

    Siguiendo las instrucciones de la que sería su instructora, Taurogirl, se sujetó fuertemente con cada mano a dos de sus compañeros de grupo. Iba a ser una extraña experiencia, lo intuía, lo sabía. Observó minuciosamente el portal que se había creado en la sala. Emitía una serie de vibraciones que se podían contemplar a simple vista. El solo hecho de pensar en que iba a introducirse en otra época, en otra dimensión, hacía que su vello se encrespase. Pero su mente le decía que avanzase, que se lanzase a la aventura que le esperaba. Las ganas y el deseo de experimentar algo nuevo hicieron que diese un paso al frente mientras sus compañeros caminaban también lentamente a sus lados.

     

    Avanzaban con paso firme por el túnel. Ya habían comentado las sensaciones que este podía producir y, la verdad, es que no eran broma. Rápidamente comenzó a sentir mareos, pero mantuvo su paso lo más firme posible. La curiosidad la llevó a mirar los laterales de ese agujero que los estaba llevando a una época medieval. Eran oscuros pero por ellos cada poco surcaban por ellos imágenes a gran velocidad, lo que la llevó a pensar que probablemente serían otros lugares que estaban saltándose en el tiempo.

     

    Minutos después habían llegado a lo que parecía una callejuela antigua desde la que se podía apreciar una enorme plazoleta y al fondo se podía observar muralla no muy elevada con varias torres cada ciertos metros que protegían un robusto que resaltaba con respecto a los demás. Aeneis apoyó su mano sobre la pared de aquella calle, la piedra de mampostería fría como el hielo hizo que sintiese la realidad de aquel mundo. Alzó una ceja al pensar en todo lo que podría hacer si llegaba a dominar en algún momento de su vida la creación de esos túneles temporales, pero sus pensamientos se fueron rápido al ver la manga de su chaqueta… principalmente por que ya no había manga! Bajó la mirada y pudo comprobar que sus pantalones también habían desaparecido. Ahora su cuerpo estaba cubierto por un vestido de color caqui, amplio y con vuelos, debajo llevaba una blusa blanca que en realidad se encontraba un poco sucia. En los pies llevaba unas sandalias de esparto que cubrían su pie por completo, y las cuales ya le empezaban a hacer rozaduras.

     

    No le gustaba para nada aquella ropa, y mucho menos el incómodo calzado. Pero el sólo hecho de estar en aquel lugar, hacía que se olvidase de lo demás. Volvió la mirada hacia la profesora Crouchs, que volvía a dar nuevas indicaciones. -
    Es allí donde debemos ir, pero cuidado, tengan en cuenta que aquí nadie debe saber que somos magos, así que espero que se comporten de acuerdo a la situación y aquellos con la vestimenta de campesinos serán los que se acerquen al pueblo con la idea de comerciar, de intercambiar productos, mientras que los demás serán simples visitantes con mucho dinero y ansiosos de hablar con el Rey Arturo. ¿Entendido?
    – Dijo con templanza.

     

    Aeneis analizó las palabras de Taurogirl por unos instantes.
    “¿Hablar con el Rey Arturo?, los campesinos no llevaremos las de ganar…”
    , razonaba mentalmente la joven. Pero sin esperar a recibir nuevas instrucciones se dirigió hasta la plazoleta que había visto hacía unos instantes. Había un mercado , parecía el día del mercado de ganado, pero había algunos puestos de artículos variados con comerciantes extranjeros. Se dirigió hasta el puesto que más le llamó la atención, el de dagas. La joven optó por no hablar con el tendero, pues este notaría enseguida su extraña manera de hablar. Así que frunciendo el ceño se volvió a separar de su intención de adquirir una daga y decidió centrarse en la misión principal.

     

    Cuando buscó a sus compañeros estos ya habían desaparecido de la zona, aunque segundos antes había visto una cara conocida, se trataba de un arlequín dando vueltas por el lugar. Un disfraz poco desapercibido, la verdad. Parecía que, al final, cada uno entraría por su cuenta en el castillo, así que sin pensarlo dos veces caminó en dirección al gran edificio que se alzaba al final de la plaza. Por el camino se encontró una pequeña cesta con varios alimentos en ella. Apuntó con su varita y murmuró por lo bajo
    – Accio cesta!.-
    Ésta comenzó a moverse con sumo cuidado hasta ella sin que la tendera que se encontraba a su lado se diese cuenta.

     

    Con el objeto ya en sus manos siguió su camino hasta el castillo. En la puerta se encontró con un guardia que se estaba enfrentando arduamente a un árbol. La joven alzó ambas cejas y un resoplido salió de entre sus labios.
    “Muy discretos están siendo todos hoy…”
    pensó sabiendo que alguno de sus compañeros habría lanzado un hechizo al pobre hombre, mientras entraba en el interior del cerco hecho por las murallas.

     

    Al llevar aquella cesta con comida decidió que lo mejor sería entrar por las cocinas y hasta allí se dirigió. Entró por uno de los laterales del edificio, no parecía demasiado majestuosa la entrada así que esperaba estar en el camino adecuado.

     

    _____________________________________________________________

    OFF:

     

    La ficha la cree hace un tiempo ya. Aparece a mi izquierda!

     

    PD: Edité porque me faltó la S en Crouchs! :P

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  6. Escuchaba el ensordecedor eco del tic tac del reloj dentro de su cabeza. Sin embargo, mantuvo los ojos cerrados durante varios minutos más. Sabía que esta vez no podía faltar, así que, con pesadez, levantó forzosamente los párpados. No tardó en volver a cerrarlos cuando la claridad le inundó las pupilas de sus grisáceos ojos. Esta vez procuró ser más sutil, abriéndolos poco a poco, acostumbrándose a la luz. Apartó el edredón de un manotazo y se incorporó sacando las piernas con la delicadeza con la que no había abierto los ojos la primera vez.

     

    La habitación estaba como la había dejado la noche anterior, desordenada por completo. Era buen signo, nadie de la familia había entrado allí por la noche. Multitud de ropa se repartía a lo largo del piso de la habitación. Se fue al armario y con tranquilidad sacó la ropa que iba a llevar aquel día. No se lo pensó mucho y se vistió unos vaqueros y una camiseta blanca ajustada. Como abrigo decidió ponerse una cazadora oscura y unas botas negras terminaron por acomodarse en sus pies. Los mechones caoba le caían sobre los hombros, tenía el pelo alborotado, pero tampoco tenía demasiado tiempo. El tic tac del reloj seguía escuchándose de fondo, algo que comenzaba a estresarla. Buscó con reprís su varita entre la ropa que se encontraba en el suelo. Finalmente la encontró debajo de una camiseta de hacía ya un par de días. No tenía tiempo para más así que con la ropa puesta y guardando la varita en uno de los bolsillos del pantalón, salió de la habitación de camino al gran salón de la casa.

     

    -
    Buenos días señorita Aeneis!.
    - Una voz se escuchó desde el fondo del pasillo. Aeneis volteó los ojos mostrando una mirada un tanto peculiar. No le gustaba que le llamasen señorita, mucho menos señora, simplemente Aeneis. Cuando su mirada se detuvo en la persona que había hablado se dio cuenta que se trataba de uno de los elfos de la familia Westrong.

     

    -
    Buenos días, tengo prisa… si no te importa ordenar un poco mi habitación…
    - Dijo sin llegar a terminar la frase. Sin embargo, en la cara del joven elfo se dio a entender lo que aquello suponía; trabajo, trabajo y más trabajo.

     

    Sin pararse más en su camino, la joven llegó hasta el salón. Cogió una pequeña bolsita que había apoyada sobre uno de los laterales de la chimenea y se metió en ella. Ya estaba metiendo la mano dentro de la pequeña bolsa de cuero cuando de pronto divisó entre los cachivaches del salón el que había sido el trasladador que anteriormente ya la había llevado hasta la Academia. Con cuidado posó los polvos que ya se encontraban atrapados entre sus dedos sobre la bolsa, salió de la chimenea y sin pensarlo dos veces sujetó el objeto.

     

    No le había dado tiempo ni a parpadear cuando ya se encontraba girando en medio de la nada. Rápidas imágenes giraban en todas direcciones lo que hacían que su cara frunciese el ceño. Se estaba mareando, no sabía si por los giros, por los nervios o porque, como siempre, no había desayunado nada. Mientras lo pensaba sus pies hicieron contacto con el suelo de un aula repleta de gente, al parecer ya había comenzado.

     

    Las mejillas de la joven tornaron del mismo color rojizo que algunos de los mechones de su pelo. Se encontraba en medio del aula, con las dos profesoras junto a la mesa y ya varios de los alumnos sentados en sus pupitres. Con rapidez, y esperando que nadie lo notase, cambió su vergüenza por una expresión normal, y conociendo lo que debía hacer a continuación se presentó.

     

    -
    Soy Aeneis Westrong. Hago por segunda vez Básicos, ya que no dispuse de tiempo para hacer el anterior. Espero que eso sea una pequeña ventaja.
    – Bromeó con una leve sonrisa en los labios. Sin esperar respuesta alguna tomó asiento en uno de los pupitres que se encontraban disponibles.

     

    Una vez se había presentado observó el aula al completo. De nuevo volvía a estar Dark Ghost, al que ya había conocido semanas antes. Era un alivio saber que por lo menos contaría con algún apoyo dentro de las clases.

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    OFF:

     

    Hola a todos! Lo primero, disculparme por haber dejado el rol para el último día… espero no sea un problema para las profesoras!

    Me llamo Alba, tengo 21 añitos (añitos sí…), soy de España. Me encanta la música (variado), el cine (variado, terror+), la lectura (de Aventura, Novela Histórica), la fotografía (sobre todo contemplarla), etc.

    Hoy día estudio Historia, estoy en el último año… de manera aparente, porque aún me falta otro. Y mi futuro es muy incierto… así que no os aburro más jajaja

    ^^

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  7. Llevaba media hora esperando. Se me había hecho muy larga pues apenas reconocía a nadie de los que estábamos en el aula. Cada vez entraba más gente desconocida y yo no podía evitar inspeccionarlos minuciosamente con la mirada. En apariencia parecían todos tan perdidos como yo, bueno, a excepción de alguno.

     

    Después de unos minutos en los que parecía que ya estábamos todos apoyé la cabeza sobre la fría mesa de madera que sería mi pupitre. Veía mechones caoba de mi pelo rozar con suavidad la rugosa superficie de la mesa. Mi piel se respigó, odiaba ese tacto de la madera sin barnizar. A pesar del cansancio volví a incorporarme. La noche no había sido muy buena, apenas había dormido por el nerviosismo que me carcomía ante el día de hoy.

     

    Al poco rato apareció Dark Ghost, mis grisáceos ojos dieron una vuelta entera en sentido de desesperación. Volvía a tener como compañero a aquel loco olfateador de comida. Pero mi diversión tanteándolo con la vista duró poco, pues al rato entró en la sala una mujer.

     

    Parecía que, al igual que yo, se entretenía inspeccionando el lugar. Sin embargo apenas pronunció palabra hasta que por la puerta entró un hombre. Mei y León, así se habían presentado nuestros dos profesores. Y otra vez parecían ambos muy distintos el uno del otro.

     

    Nos instaron a mirar varios de los objetos que había sobre la mesa, los cuales no me habían pasado desapercibidos cuando entré en el aula. Sin embargo León remarcó nuestra atención sobre lo que era un “trasladador”. Yo conocía bastante sobre ellos, sin embargo de ninguna manera sabría crear uno por mis propios medios.

     

    Uno a uno los alumnos fueron acercándose hasta el trasladador siguiendo las órdenes de León, y desapareciendo ante mis ojos. Sabía que pronto llegaría mi turno, así que me coloqué bien la túnica y me puse en pie. Caminé hasta la gran mesa de los profesores siguiendo las instrucciones y aproveché para presentarme, aunque ya no eran muchos los que quedaban en el aula.

     

    -
    Soy Aeneis Westrong, de la casa Aethonans de Salem.

     

    Mi voz sonó cansada, al igual que la manera en la que me encontraba. Ninguna otra palabra salió de mi voca, así que sin pensármelo dos veces posé mi mano sobre el trasladador. Desde ese momento, todo comenzó a girar alocadamente. Veía multitud de colores y formas, sin embargo no conseguía reconocer ninguna.

     

    Un minuto después me encontraba de pie en medio de un hermoso bosque floreado. Escuchaba el sonido de las aves del lugar, y una suave brisa balanceaba mi túnica con un cuidado especial. Me sentía bien en aquel sitio. Como si de pronto hubiese cambiado mi día para mejor.

     

    Me di cuenta que muchos de los alumnos ya estaban con la profesora Mei, así que me acerqué esperando nuevas órdenes.

     

    ____

    Off:

    Soy Alba, tengo 21 años, vivo en España. Tengo ponga experiencia en esto del rol, así que muchas veces me cuesta llegar a imaginar la situación… Espero no tardar en coger práctica!

     

    Perdón por la tardanza, pero comencé las clases muggles hace unos días
    ;)

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  8. Ante la sugerencia de Dark de buscar a los Tres Guerreros mi mente comenzó a recordar lo dicho por las profesoras. Por lo que había entendido el lugar en el que nos encontrábamos era la parte fundamental, allí se debía dar todo y allí debíamos buscar. Recordé minuciosamente las palabras de Chloe:
    “- Ahora bien, por algunos problemas y disputas en Asgard, el Mjolnir, ha sido desterrado a la tierra . Y según fuentes cercanas se encuentra en un lugar muy cerca de aquí. Debemos usar muestro poder mágico para encontrarle…”
    . Haciendo un esfuerzo mayor hilé esta frase con la parte de la otra profesora, Aiiden:
    “…mientras que Dark Ghost, Aeneis y Santos, tienen que ir en busca de los tres guerreros y Sif, contando con su ayuda, posiblemente puedan dar con el paradero de Mjolnir”
    . Así que si encontrábamos el Mjolnir o a los Guerreros ambos debían estar cerca unos de otros.

     

    -
    No perdamos tiempo!
    – Exclamé en un tono de voz tan fuerte que me hizo sonrojarme. Evitando que se fijasen en la rojez de mis pómulos continué con la explicación. –
    Las profesoras dijeron que lo probable es que los Tres Guerreros estuvieran cerca, con ellos Sif, y probablemente estén buscando el Mjolnir ya que esperan encontrar a Thor allí también.
    - Hice una breve pausa mientras me limpiaba disimuladamente el dorso de la mano que había besado Dark. Sus ojos mostraban un deseo que me hacía temblar, pero no era momento para temerle a nada.

     

    -
    Así que sería tonto ponernos a buscar ahora lugares en los que podría estar comiendo un guerrero llegado de Asgard. La clave está aquí!, en el puente que une los dos mundos.
    – Tras terminar de hablar y de manera un tanto ruda posé el abrigo, que cada vez me pesaba más, sobre el hombro de Dark. Era mi manera de darle a entender que era lo único que iba a cargar aquella noche. Di una vuelta completa a mi alrededor para poder ver la situación en la que nos encontrábamos. Cerca, tiene que estar cerca… Eran las únicas palabras que se me pasaban por la mente.

     

    Y como una señal, a uno de los lados del puente, un destello en forma oval comenzó a cobrar gran fuerza. Sin pensármelo dos veces corrí a gran velocidad hasta el lugar del que había surgido aquella intensa luz.

     

    No podía creer lo que mis grisáceos ojos tenían ante sí. Era una especie de cúpula que parecía proteger algo en su interior. No podía ser otra cosa que el martillo, el Mjolnir de Thor. La luz fulminante me hacía entender que lo mejor era no acercarse. ¿Pero por qué se había iluminado? ¿Acaso habría alguien cerca de quien el martillo tuviese que protegerse?.

     

    -
    Chicos!! Corred, venid a ver esto!!.
    - Probablemente ya me hubieran seguido pensando que me había vuelto loca al verme correr despavoridamente. Pero aún así, sin girar la vista de aquella esfera, los llamé.

     

    Las formas del martillo eran rudas y a la vez muy simples, sin embargo, se podía apreciar el gran poder que desprendía. Me quedé durante unos minutos obnubilada con la vista fija en el martillo.

     

    -
    ¿Creéis que los guerreros estarán cerca? O habrá sido el propio Thor el que haya provocado esta reacción en Mjolnir?.
    - Ante tal inseguridad agarré la varita a conciencia. No debíamos luchar contra ellos, pero no había que confiarse demasiado.

     

    _____

    OFFROL

    No tenía el día, lo siento. Ya envié el cuestionario.

  9. Sentía cada vez más el calor en aquel áspero lugar. Y para mi desgracia, me arrepentía enormemente de haber traído el abrigo gris que ahora yacía sobre mi mano izquierda, mientras que en la derecha aún llevaba la varita bien aferrada. El tiempo de Inglaterra distaba mucho del que hacía en aquel lugar, pero tendría que acostumbrarme sí o sí.

     

    Evitando pensar en el abrumante calor, presté atención a cada una de las dos profesoras. Parecían completamente diferentes en sus caracteres y en sus ideas, pero una cosa estaba clara, debíamos seguir las instrucciones de las dos… o las cosas nos irían mal.

     

    Comencé clavando mi mirada fijamente sobre los labios de Chloe, ya que fue la primera en pronunciarse. Sus palabras, que salían con temor, me produjeron un escalofrío que recorrió mi cuerpo sin piedad. Sabía que la tarea que nos esperaba no iba a ser nada fácil. Pero mis miedos no tardaron en confirmarse cuando aquella que parecía tener mayor experiencia, y en apariencia más frialdad, comenzó a hablar. Nos dividió en grupos para cumplir las diferentes tareas. Fue algo que no me entusiasmó demasiado, ya que cuantos más fuéramos mejor. Pero era comprensible que también se buscase rapidez a la hora de actuar.

     

    Me había tocado con Dark y con el joven que acababa de llegar, Santos. Conocía lo mismo de uno que de otro, nada. Y en un primer momento ninguno de los dos me daba mucha confianza. Santos pertenecía a la familia Malfoy, y parecía tener grandes deseos por avanzar. Dark, por el contrario, aparentaba ser mucho más reservado, algo que me intrigaba y a la vez hacía que me mantuviese alerta. Al fin y al cabo, eran mis compañeros durante el tiempo que durase la prueba, y debía mantenerme con ellos. Así que sin más me acerqué hasta los dos y me quedé en medio meditando un instante. Santos fue el primero en presentarse, y la verdad me agradó su manera de actuar. Estreché su mano y me presenté cordialmente mostrando una leve sonrisa sobre mis labios.

    - Me llamo Aeneis, espero tengamos una buena cacería… o por lo menos que sea rápida.
    – Dije mientras también buscaba la mano de Dark, aunque no sabía si este llegaría a estrecharla, demasiado raro.

     

    En el momento en el que pronuncié la palabra cacería las dudas comenzaron a asaltar mi mente. Dudas que finalmente trasladé a mis compañeros.

     

    - ¿Y por dónde debemos empezar?.
    – Mi voz sonó tímida y débil, justo al contrario que durante mi presentación. Pero, al igual que Santos, esperaba que Dark tuviese alguna idea, ya que debía ser el más experimentado a la hora de “cazar”.

     

    No quería aparentar debilidad, era lo último que quería mostrar. Así que con un último gesto de mantener la compostura sujeté firme mi varita, dando a entender que estaba preparada para lo que fuera.

     

    _______

    OFFROL:

     

    Enviaré el cuestionario esta noche.

  10. Me desperté sobresaltada.

    Auch!
    – salió rápidamente de mi boca al sentir un fuerte golpe. Cuando conseguí acostumbrar la vista a la oscuridad que se cernía sobre la habitación me di cuenta de que me encontraba en el suelo, boca abajo, y al lado de la cama. Me levanté con cuidado, pero se podía ver la frustración en mi rostro. “¿Cómo me había vuelto a pasar?” pensé con reproches hacia mí misma.

     

    En cuanto estuve en pie las luces de la habitación se encendieron. Era una estancia bastante simple, como a ella le gustaba. Una cama, un armario, y apenas unas estanterías ocupaban el lugar, a parte de un escritorio dedicado a la lectura.Caminé hasta el último y me senté en el cómodo sillón de color verde oscuro que era la pieza principal de la habitación.

     

    Sin embargo, un ruido estruendoso me hizo sobresaltarme. Me puso en pie rápidamente, y alcé mi varita. Otra vez volvió a sonar el ruido del golpeteo sobre un cristal. Mis ojos se posaron al momento en la ventana buscando al culpable, y estos encontraron una lechuza que parecía llevar horas intentando entrar.

     

    Llevaba la ropa del día anterior pues se había dormido así, y la verdad, estaba incluso hasta mal vestida. No me había preocupado mucho, pues llevaba un par de días con un cansancio brutal. Todo por haber vuelto a casa de un largo viaje. Pero no me importante la ropa ahora mismo ya que mi sonrojo en ese momento fue por el est****o temor de qué algo malo me fuera a pasar por aquellos ruidos. Probablemente, el escucharlos fue lo que me habría hecho caerse de la cama.

     

    Me acerqué a la ventana y dejé entrar a la lechuza de un suave color pardo. En cuanto desaté la carta que llevaba anudada en una de sus patas, la lechuza abandonó rápidamente el lugar.

     

    Era una carta de la Academia, y las instrucciones eran claras. Así que sin perder más tiempo, tomé un abrigo, revisé que llevase su varita encima, y me fui del lugar.

     

    Bajé al gran salón de la casa, donde sabía que siempre estaba uno de los elfos de la familia Westrong. Aún no me había aprendido su nombre, pero en cuanto lo vi lo llamé por la primera manera que se me ocurrió. –
    Ey Elfi!, ven aquí, ayúdame con esto…
    - El elfo con cara contrariada se acercó a mi y miró la carta detenidamente.

     

    Necesito un trasladador a dicho lugar.
    – Dije tajantemente pues no tenía tiempo que perder. El elfo señaló tranquilamente la propia carta y con gestos me indicó que cerrase los ojos. Yo, un tanto reacia a lo que me pedía los fui cerrando poco a poco.

     

    Al instante todo cambió, comencé a sentir cómo varias fuerzas tiraban de mi cuerpo a la vez. Lo giraban y lo movían de un lado a otro, sin embargo mis ojos permanecían cerrados. Pum!. Otro golpe en la misma noche. Abrí los ojos y estaba sobre un árido suelo… otra vez boca abajo. Me levanté sacudiéndome el polvo que se me había metido hasta en la larga cabellera que tenía.

     

    Escuché a gente hablar detrás de mí, lo que hizo que me girase rápidamente, y lo ví. Ahí estaba, el puente. Al parecer ya habían llegado unos cuantos al lugar de encuentro. Los nervios empezaban a hacerse presentes en mí, pero apreté los puños y caminé firmemente hasta donde estaban. Sabía lo que tenía que hacer, y lo que debía decir.

     

    Mi nombre es Aeneis Westrong Marauder, hija de Nym y ahijada de los patriarcas Marauder.
    – Dije con orgullo, algo que se notaba tanto en mi voz como en mis ojos resplandecientes en ese momento. –
    De momento no tengo títulos sobre mi persona, pero tengo mis metas y espero poder llegar a cumplirlas.

     

    Mis palabras sonaban fuertes, sinceras y también ambiciosas, algo que se contradecía bastante con el aspecto que tenía en ese momento. Pero no me importaba, sabía que lo importante estaba en lo que hiciese a partir de ese momento.

     

     

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    OFF ROL:

    Hola! Soy Alba, vivo en España y ahora mismo soy estudiante en la Universidad, sin embargo ando en busca y captura de trabajo (tienen alguno para mi??? XD).

    Me encanta Harry Potter, digamos que he crecido con Harry Potter. Y creo que disfrutaré mucho en este foro.

    Espero poder seguir bien las clases y no saltarme ninguna. Sino creo que lo pasaré mal ó.o

  11. FICHA DE PERSONAJE

     

    Datos Personales:

     

    Nombre del Personaje: Aeneis Westrong’ Marauder

     

    Sexo: Femenino

     

    Edad: Joven

     

    Nacionalidad: Británica

     

    Familia(s):

    * Familia 1: Westrong’

    * Familia 2: Marauder

     

    (No se permiten más de 2 familias

    Especificar si se es patriarca o matriarca de alguna de las familias anteriores)

     

    Padre(s) Sanguíneo:

    Si no se tiene, poner --

     

    Padre(s) Adoptivos:

    Si no se tiene, poner --

     

    Trabajo:

    --

     

    Poderes Mágicos:

     

    Rango Social: Aprendiz

     

    Bando: Neutral

     

    Rango dentro del Bando: --

     

    Nivel de Poder Mágico: Deberás poner el que aparezca en tu perfil. Dado que se trata de un campo de cálculo automático, no siempre aparecerá actualizado en tu ficha. Se actualizará cuando se hagan ediciones por cualquier otro motivo.

     

    Puntos de poder en objetos: Los asignarán los moderadores

    Hechizos adicionales: Los pondrán los moderadores

     

    Puntos de poder en criaturas: Los asignarán los moderadores

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores

     

    Habilidades Mágicas:

    * Habilidad 1 --

    * Habilidad 2 --

    * Habilidad 3 --

     

    Conocimientos Especiales:

    * Conocimiento 1 --

    * Conocimiento 2 --

    * Conocimiento 3 --

     

     

    Perfil del Personaje:

     

    Raza: Humana

     

    Aspecto Físico:

    Lo primero que puedes apreciar es a una joven esbelta, de aproximadamente 1,70 de altura, larga melena y ojos claros. Lo que más puede llamar la atención en un primer momento es su cabello. En él se suele poner mechones de color caoba o morado con un simple toque de varita. Ese color la hace sentirse más segura ante los demás, cosas raras de Aeneis... Sus ojos son de un color azul grisáceo los cuales, y hay que decirlo, son muy curiosos. Siempre están indagando y fijándose en cosas que la mayoría de personas ni se darían cuenta.

    Su tono de piel es muy clara, se podría pensar que apenas le da el sol a la chica, pero en realidad es que aunque coja color lo pierde rápidamente. Por lo tanto hay que acostumbrarse a verla con ese tono pálido en la piel.

     

    Cualidades Psicológicas:

    Sinceridad. La principal característica que abunda en Aeneis es su sinceridad, la cual muchas veces se ve cubierta por la desconfianza que procesa a la gente desconocida. Esa desconfianza no es más que un método de protección, algo que aprendió desde muy pequeña. “Desconfía de todo aquel que intente conocerte demasiado”, idea que tiene grabada a fuego en su mente.

     

    A parte, es una persona muy tenaz, mejor dicho, cabezota. Peleará, luchará, y morderá por aquello que se proponga. Es lo suficientemente inteligente como para hacerse con todo lo que se ponga en su punto de mira, pero aún así, muchas veces ha de recordarse a si misma que puede lograrlo. Tiene como defecto esa inseguridad propia, que ante los demás logra solventarla con acciones fanfarronas que la sacan del paso, sin embargo, por dentro puede que esté temblando. Inseguridades y miedos viven en lo más profundo de su persona, miedos que pasan veloces por sus pensamientos, pero aún así, siempre están ahí. No es una persona temerosa, ni mucho menos, siempre hace frente a lo que teme, a lo que la asusta, pero no por ello deja de padecer lo que es sentir miedo, y lo más difícil, enfrentarse a ello.

     

    No es una persona demasiado carismática en un principio debido, principalmente, a esa desconfianza innata. Pero con el paso del tiempo resulta una persona agradable y alegre, a pesar de todo lo que lleva consigo. Es la clase de persona a la que puedes tardar años en conocer verdaderamente.

     

    Historia:

    Tuvo la suerte de nacer en una familia llena de amor. Sin embargo su carácter la hace ser una joven que se enfrenta a su inesperado futuro. Los años aún han corrido apenas por ella. La vida no es corta aunque muchos lo digan, la vida se puede hacer muy larga, y hay que saber aprovechar los buenos momentos y procurar no olvidar los malos. Por eso, desde este mismo momento, Aeneis intentará hacer su propio camino tanto en su familia como en el mundo que la rodea. Tiene aspiraciones, como llegar a pertenecer al Cuerpo Auror, algo que desde pequeña le ronda la cabeza. Y eso... eso ya es algo por lo que empezar.

     

     

    Pertenencias:

     

    Objeto Magico Legendario:

    Válido sólo para Orden de Merlín.

     

    Objetos Magicos:

     

    Objeto 1: Varita mágica

    Clasificación: AA

    Puntos de poder: 20

     

    Mascotas y Criaturas:

    --

     

    Criaturas en la Reserva:

    --

     

    Elfos:

     

    - Yako

     

     

    Licencias, Tasas, Registros:

     

    Licencia de Aparición: Se obtiene haciendo el examen en el Ministerio

     

    Licencia de Vuelo de Escoba: Se obtiene haciendo el examen en el Ministerio

     

    Registro de XXX: Se obtienen en los departamentos ministeriales (por ejemplo, registro de criaturas, registro de animagia, etc.)

     

     

    Otros Datos:

     

    Otros datos:

    En su caso, otras cuestiones que se quieran detallar, no contempladas en apartados anteriores.

     

    Cronología de cargos:

    Caso de que quieran detallarse cargos rolísticos del personaje.

     

    Premios y reconocimientos:

    Caso de que quieran detallarse premios y reconocimientos al personaje.

     

    Links de Interés Referentes al Personaje:

     

    Link al Perfil de Comprador MM: --

    Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 98700

    Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX

    Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX

    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Westrong’ .

    Link a Bóveda Familiar 2:Bóveda Familia Marauder .

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

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