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Alicia Peverell

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Mensajes publicados por Alicia Peverell

  1. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores.

    Atendiendo a Bínfeyd

     

    Cuando la mujer abrió los ojos, le comencé a revisar el pulso con mi estetoscopio. Al parecer todo estaba bien, solo la sangre estaba en un nivel muy bajo así como el hecho de que sus fuerzas estaban muy al límite. El color comenzó a regresarle de a poco a cada una de sus extremidades, pero aun le faltaba color. A los pocos segundos habló con una voz notablemente débil...

     

    —Ya comerá señorita, lo que urge es volverle a dar fuerzas y vitalidad. Deme unos segundos —Dije con parsimonia y me girpe sobre mis talones hacia los estantes de detrás mío.

     

    Saqué una copa de cristal y vertí un poco de poción reabastecedora de sangre así como un poco de herbovitalizante, le agité con esmero y un poco de humo de color verduzco emanó de la copa. Me daba de santos no tener que ser la que se tomara eso. Volví a donde Bínfeyd y le tendí la copa.

     

    —Aquí tiene señorita, bébala toda —Le indiqué mientras con mi varita convocaba una manzana y un poco de cerveza de mantequillas —Y aquí en la mesa le dejo esta manzana y un poco de cerveza de mantequilla —Le invité mientras firmaba su alta —Y aquí tiene, esta es su alta, está usted ya en excelentes condiciones. Puede retirarse cuando lo desee —Finalicé y le regalé una sonrisa.

  2. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores

    Atendiendo a Bínfeyd

     

    Tras un breve lapsus en el cual los pacientes parecían aun no llegar, me puse a reacomodar y limpiar los box de sanación y resurrección para que estos quedasen listos para cuando alguien llegase en busca de ayuda. Estaba realmente feliz con mi trabajo en aquella planta, esperaba que algún día pudiera estar en aquel lugar como una sanadora hecha y derecha. Estaba ya por irme de aquel lugar, cuando escuché que alguien aparecía en el vestíbulo.

     

    —¡Por Dios! Una más... —Dije al aire al ver el cuerpo de una mujer encima de una camilla allí plantada. Me acerqué a revisarle, estaba muerta, pero eso pronto pasaría. Empujé la camilla a uno de los box de resurrección.

     

    La mujer tenía herdias en muchas partes de su cuerpo, cortadas, quemaduras y una contusión en donde había recibido el hechizo o maldición que había terminado con su vida. Me le quedé viendo y pronto supe qué hacer. Enarbolé mi varita de palisandro y prontamente me puse curarle.

     

    —¡Espiskey! —Dije en primer momento y algunas de sus heridas sanaraon —¡Espiskey! —Volví a repetir encima de su cuerpo y el resto de la heridas sanaron.

     

    Sin más le di un poco de Zumo de Mandrágora, la cual, al ir pasando por su esófago, devolvió la vida a la mujer. Sus latidos volvieron a hacerse presentes en su pecho y sin más, le volví a apuntar con mi varita para que recuperara el conocimiento.

     

    —¡Ennervate! —Un estallido de luz blanca resplandeció en el box. Esperé a que despertase.

     

    OFF: Perdóname Paú, si quieres cambio el rol. No sabía que andabas por acá D:

  3. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores

    Atendiendo a Felicity

     

    Después de terminar atender a Galedra y verle irse un poco ebria por las pociones, me quité los guantes de látex que había empleado para revisarla, los tiré en un cesto de basura y me lavé mis manos en un lavabo de fuera del box de resurrección, me alisé mus cabellos blanco y me acomodé la falda de colores, la cual ya tenía algunas mancas de sangre. Debía tratar de levarme otro tipo de ropa.

     

    —¡Tergeo! —Dije apuntando con mi varita a la falda, de inmediato, ésta, como una aspiradora, succionó todo rastro de suciedad en mi vestimenta, cosa que agradecí y sonreí. Ahora, debía ir de nuevo con Felicirity, esperaba que ya hubiese recuperado el conocimiento.

     

    Al llegar, vi con agrado que se comenzaba a mover, me acerqué y se trató de incorporar llamándome sobrina. Eso me hizo sentirme bien, había devuelto a la vida a una persona de mi familia, me sentía orgullosa de mi misma. Le ayudé a sentarse en la camilla y le comencé a revisar sus miembros mientras ella me decía que le dolía mucho la cabeza. Supe de inmediato que era por la gran pérdida de sangre.

     

    —No te preocupes tía, eso tiene fácil arreglo —Dije a la par que una de las enfermeras entraba al box para comunicarme que Galedra había salido con bien del hospital. Le miré con reproche al ver que Felicity se sostenía la cabeza por el alarido de ésta, por lo que salió sin más del box.

     

    Me giré a los anaqueles de detrás de mi, saqué una copa de cristal, así como una gran botella de poción herbovitalizante y otra de reabastecedora de sangre. En la copa vertí un poco de ambas pociones, un ligero humo verduzco salió al hacer la mezcla, cosa que indicaba que estaba lista para ser bebida. Tomé la copa entre mis manos y se la llevé a mi tía.

     

    —Toma, bebe ésto, te ayudará a regresar la sangre a su lugar y te devolverá fuerzas. El dolor de cabeza debe cesar en un par de minutos —Dije con soltura mientras ponía en una hoja de pergamino su nombre —Y aqui tienes, ésta es tu alta, estás en perfectas condiciones. Espero no verte muy seguido por acá —Añadí sonriente al ver que mi tercer resurrección en aquella planta había salido a la perfección.

     

    OFF: Un rol más y eres libre, Felicity ^^ Saludos

  4. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores.

    Volviendo con Galedra

     

    Justo cuando estaba por ver cuales eran las reacciones de Felicity, una enfermera entró hasta donde me encontraba y me comunicó que la otra chica, comenzaba a regresar en sí. Sonreí ante tal hecho, me había ya preocupado pues la chica no volvía en si, pensé que había hecho algo mal, sin embargo, aquello me dio un respiro. Me quité los guantes de látex que tenía puestos y los tiré en un botecito de basura, me acomodé la bata y salí de nuevo para con Galedra.

     

    Al llegar, le analicé, efectivamente, comenzaba a reaccionar, y al momento, la chica se hubicó y me abrazó diciéndome Gomita. No pude evitarlo y una carcajada salió de mi boca, pues al abrazarme la mujer, me había hecho cosquillas. Cuando ella cayó en su error y puso una carita angelical, le sonreí en respuesta para que no se preocupara.

     

    —A cualquiera le pasa con la mente confusa, no se preocupe, en pocos momentos estará de maravilla y lista para irse a casa, solo deme unos momentos —Le dije con soltura mientras me volvía a poner unos guantes de látex limpios.

     

    Volví a abrir una gaveta, saqué un frasco de Esencia de Díctamo y tomé un algodón, con el cual le comencé a aplicar la esencia es las heridas frescas. A los pocos segundos, la piel de la mujer quedó de nuevo tersa y blanca, como si no hubiese recibido daño alguno. La miré, pues de seguro le había ardido un poco, el díctamo tenía la mala fama de arder al ser aplicada. Volví al estante y saqué una copa, donde coloqué un poco de poción reabastecedora de sangre y poción herbovitalizante, se la tendí a Galedra.

     

    —Tome, esto le reestablecerá las fuerzas y le volverá a dar a su torrente sanguíneo la sangre de siempre. Cuando termine, puede retirarse, esta es su alta —Le dije extendiéndole un pergamino con la firma de Gomita, úes yo aun no estaba autorizada para ello.

     

    OFF: Galedra, un rol más y quedas libre ^^ Saludos

  5. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores

    Atendiendo a Felicity

     

    Una enfermera se acercó sin más hasta donde me encontraba con Galedra, anunciándome que en uno de los box de resurrección se hallaba el cuerpo sin vida y bastante magullado de una mujer. Me sorprendí ante aquella noticia, no sabía en qué momento había llegado aquella mujer, sin embargo, al Galedra ya estar viva, la dejé unos momentos para que se reestableciera y salí sin más a aquel box donde la mujer que me decía al enfermera se hallaba.

     

    Cuando al fin llegué a aquel recinto, mis ojos miraron desorbitados a una miembro de mi familia, se trataba, si no me equivocaba, de nada menos que Felicity Weasley. No supe como amedrentar aquel sentimiento de dolor que surgió en mi pecho, sin embargo tenía los medio necesario para curarle y traerla de nuevo al mundo de los vivos. Saqué unos guantes de látex de una de las gavetas y me los coloqué, saqué una vuelapluma y empecé a revisarle.

     

    —Quemaduras de tercer grado, acompañadas de unos severos cortes en la yugular así como en pecho y espalda. Contusiones en cabeza, brazos y piernas —La vuelapluma notaba todo con rapidez. Mientras yo saqué mi varita de palisandro y me puse a cerrarle las heridas —¡Episkey! —Dije por primera vez ante el cuerpo de la mujer. Algunas de sus heridas cerraron —¡Episkey! —Volví a decir encima de su cuerpo y todas las heridas cerraron, quedando ya solo cicatrices que espera poder quitar con esencia de díctamo una vez que estuviese viva.

     

    Me giré sobre mis talones y me dirigí a uno de los estante y saqué un poco de Zumo de Mandrágora, coloqué un poco en una copa y me fui de nuevo hasta donde Felicity. Le abrí la boca con dulzura con mis manos tersas y le vertí el contenido de la copa en ella. Tras unos segundos, dentro del pecho de la fenixiana los latidos del corazón volvían a hacerse presentes. Sonreí con agrado y le apunté al pecho con mi varita.

     

    —¡Ennervate! —Un destello de luz blanca se hizo presente en aquel box de resurrección, haciendo que la hica recobrase el sentido. Esperé a que abriera los ojos, y al hacerlo, le pregunté —¿Te sientes mejor?

  6. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores.

    Atendiendo a Galedra

     

    Al salir de atender a Elizabeth, fui a lavarme las manos en el lavabo que estaba fuera de los box de curación, pero justo en ese instante, escuché el sonido tan característico de la aparición en el vestíbulo. Me sequé las manos con una toalla cercana y salí de nuevo al vestíbulo, lugar donde hallé el cuerpo sin vida de una mujer de bastante elegancia, pero con suficientes heridas que parecía que la había ocupado para afilar cuchillos.

     

    —¿Habrán sido mortífagos, acaso? No lo dudaría ni por un momento —Dijo al aire y salí al encuentro de la mujer, a la cual, con un movimiento de la varita, hice que se posara en una camilla y la empujé a uno de los box de resurrección.

     

    Una vez dentro del box, saqué un par de guantes de látex de una gaveta cercana, me los coloqué y empecé a revisar las heridas. Eran nada menos que quemaduras de tercer grado y una que otra cortada. Su yugular estaba completamente destrozada. Saqué mi varita de palisandro una vez más y apunté a las heridas.

     

    —¡Episkey! —Dije con voz clara y algunas heridas cerraron —¡Episkey! —Volvía decir y todas las heridas sanaron, dejando algunas cicatrices, con un poco de esencia de díctamo quedaría de nuevo en excelentes condiciones, pero primero debía sern resucitada.

     

    Me volví a uno de los anaqueles cercanos y saqué un frasco con Zumo de Mandrágora, la cual era muy conocida por sus dotes de resurrección. Vertí un poco en una copa y volvía a donde la mujer, le abrí la boca con cuidado y vacié la copa dentro de ésta. A los pocos segundos, el corazón de la chica volvió a latir. Respiré aliviada, al menos lo estaba haciendo bbien en mi segunda resucitación en aquella planta. Apunté con mi varita a su pecho.

     

    —¡Ennervate! —Un resplandor de luz blanca invadió el box y la chica comenzó a abrir los ojos —¿Se siente usted mejor? —Le pregunté con dulzura.

  7. Hola! Vengo a solicitar mi ingreso a la familia de bando ^^ Me ha aconsejado pasarme por mis preferencias de entrar a la Orden del Fénix cuando me gradúe en la Academia, así que bueno, acá me tienen, espero ser un buen elemento.

     

    - ¿Eres miembro o aspirante? Si eres miembro, dinos el rango: Aspirante

    - Nick: Alicia Peverell

    - Nombre Muggle: Alicia

    - Edad: 21

    - Pais: México

    - Fecha de Cumpleaños: 22 de Agosto

     

    Besos de cereza ^^

  8. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores.

    Atendiendo a Elizabeth

     

    Cuando al fin la mujer contestó qué se hallaba en mejores condiciones, supe de inmediato lo que tenía, el dolor de cabeza no era más que causado por la falta de agua en el cuerpo de la chica, por lo que yendo hasta una jarrafa cercana, tomé un poco de agua en un vaso y se lo tendía a la Tonks. Además, de las pociones que había sacado ya hacía unos minutos, en una copa mezclé un poco de poción herbovitalizante y un poco de reabastecedora de sangre.

     

    —Tome, beba ésto, le hará recobrar las fuerzas y ese dolor de cabeza, así como el mareo desaparecerán —Le dije con voz calma y esperé a que lo hiciera, aunque en general la mujer estaba ya lista de nueva cuenta para reincorporarse a sus labores diarias. Era un verdadera pena, los mortífagos seguían atacan impunemente a la comunidad mágica. ¿Acaso en el Ministerio inglés eran tan incompetentes?

     

    En fin, me fui hasta donde tenía guardadas las notas de alta hechas por Gomita hacía unos días, me acerqué hasta la mujer y anoté el no,mbre que había hallado en su carné de aparición, se la tendía y le sonreí con dulzura para que se sintiera reconfortada.

     

    —Está usted ya en excelentes condiciones, su ropa está colgada en aquel perchero, sus pertenencias, posan en aquella mesa. Esta es su alta —Le expliqué entregándole el pergamino mientra acomodaba mi corto cabello detrás de mi espalda y trataba de quitar las arrugas de mi falda de colores.

     

    OFF: Un rol más y quedas libre, Elizabeth ^^ saludos.

  9. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores

    Recibiendo a Elizabeth Tonks

     

    Me encintraba apoyada sobre un escritorio notablemente cansada, las jornadas laborales en aquella planta de San Mungo eran muy pesadas, pero cuando me veía a mi misma, en un futuro, ser una sanadora hecha y derecha, me obligaba a continuar. En ese momento, el cuerpo de una mujer apareció de lleno en el vestíbulo de planta, con notables heridas en todo el cuerpo, Me acerque presurosa a tomarle el pulso, y tras ver que estaba viva, agite mi varita de palisandro y la chica fue ´puesta en una camilla.

     

    —Quemaduras de tercer grado, fractura de muñeca, y por su labios, padece de deshidratación —Dije en voz clara a la vuelapluma que ahora estaba cerca de mi —Será mejor atenderle cuanto antes —Añadí y empujé la camilla a uno de los box de sanación.

     

    Al estar ya dentro, corrí las cortina para que nadie entrara a husmear, me puse la bata de sanadora y saqupe algunos frascos de poción de las gavetas de unos anaqueles. Tomé un poco de esencia de díctamo y la aplique sobre las quemaduras de la chica, la cuales comenzaron a sanar.

     

    —¡Episkey! —Dije alzando la varita en pos de las heridas y algunas se cerraron —¡Episkey! —Volví a decir y la iel de la chica quedó tersa de nueva cuenta, ahora faltaba curar la debilidad, pero debía hacerlo con la mujer consciente —¡Ennervate! —Murmuré finalmente y esperé a la que mujer abriera los ojos. Cuando lo hizo... —¿Se encuentra usted mejor? —Dije entonces para saber qué más hacer.

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  10. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores.

    Atendiendo a Jessie

     

    Cuano la mujer me explicó los motivos de las heridas, fue cuando me di cuenta de la carne con ampollas, aquello era signo de quemadura ¿por qué no me había dado cuenta? Bueno, la cosa era que ya estaba ella allí yo lista para terminarle de atender, pues en verdad me agradaría sobre manera el poder trabajar allí cuando saliese de la Academia.

     

    Me fui a unos anaqueles cercanos, abrió una de las gavetas y saqué un frasco de color ambarino con una poción verde en nsu interior. Me acerqué de nuevo a Jessie y le coloqué el líquido en las yagas. De inmediato éstas cerraron y su piel quedó tan tersa y nívea como antes. Aquellos mortífagos eran unos malditos hijos de su mortífaga madre.

     

    –Esos mortífagos que siempre importunan a la gente, son una molestia en verdad –Comenté a la chica y le dí una copa con una mezcla de poción herbovitalizante y reabastecedora de sangre. Le tendí el alta con la firma de Gomita, ella había sido muy amble con llenarlas para que yo les pusiera solo el nombre de los pacientes –Aquí tiene, su alta, está usted en excelentes condiciones –Finalicé y le sonreí.

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  11. Sexta Planta. Heridas Y resurrección de Aurores

    Atendiendo a Jessie.

     

    Me hallaba en las cercanías de uno de los box de resurrección limpiando los restos de las resurrecciones pasadas, cuando de pronto, en la entrada noté que alguien llegaba hasta el vestíbulo de la planta. Me puse la bata blanca de sanadora y me fui directo a donde se escuchaba el llamado, al llegar, via a una mujer bastante herida y con sangre por todos lados.

     

    –¡Por San Dumby! ¿Qué le ha pasado, gentil señorita? –Inquirí a la mujer llevándola del brazo hasta un box de curación cercano. Una vez allí, saqué mi varita de palisandro de entre mis ropas y apunté a algunas de sus heridas -¡Episkey! -Bramé en pos de las heridas de la chica –¡Episkey! –Volví a decir y sus sangrantes heridas cerraron –¿Qué fue lo que le causó esas heridas? –Le pregunté pues no sanaban del todo.

     

    Me acerqué a su pecho para ver su pulso iba normal, y al ver que así era, sencillamente me dediqué a revisar la piel de la chica que un presentaba heridas.

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  12. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores.

    Atendiendo a Andrómeda.

     

    Cuando al fin la chica estvo en condiciones de poder incorporarse, me acerqué de nueva cuenta al estante de las pociones, lugar dónde, al igual que para Gomita hacía unas horas, tomé un poco de poción herbovitalizante y un poco de poción reabastecedora de sangre, hice una mezcla en una copa de vidrio y la posé en la mano derecha de la Perseus. Me quedé sentada frente a ella para ver como evolucionaba, no quería fallos en mi primer día de labores.

     

    —Si se toma el contenido de la copa, le aseguro que se sentirá mucho mejor, señorita. ¿Siente aun alguna molestia? ¿alguna dolencia? —Dije en voz bajita, casi inaudible, pero que Andrómeda escuchara bien.

     

    La verdad era que me moría de los nervios por dentro, por fuera, mientras tanto, una máscara de seguridad recorría mi cuerpo, cosa extraña, no solía ser así, pero por experiencia sabía que no era del todo bueno denotar nerviosismo pues los pacientes se podían contagiar de aquel sentimiento.

     

    —Parece que ya ha quedado usted de maravilla —Confirmé al final, tomándole el pulso a Andómeda y palpando su pecho y su cabeza. Estaba feliz por mi trabajo, bastante contenta a decir verdad —Por cierto... —Dije en pos de Xell —¿Quienes más vienen con heridas? A parte de la señorita aquí presente —Señaló a la Perseus.

  13. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores.

    Atendiendo a Andrómeda.

     

    Prontamente la pregunta que le hice a la mujer que llevaba los cadáveres me respondió que no sabía nada acerca del ataque, úes ella solo llevaba los cuerpos, aquello me dejó notablemente más nerviosa, sin embargo, al no se la primera vez que me hallaba frente a los cuerpos de alguien, me tranquilicé, saqué mi varita de palisandro de mi bolsillo.

     

    -¡Episkey! —Murmuré en pos del cuerpo de Andrómeda Perseus, el cual se curó de algunas de las herdias proporcionadas por los mortífagos —¡Episkey! —Volvía a decir sobre el cuerpo de la chica y sus herdas quedaron completamente curadas —No se preocupe, señorita, tengo ya algunos conocimientos, están en buenas manos —Dije algo nerviosa a Xell.

     

    En ese momento apareció Gomita tras de mí, cosa que agradecí con alegría, pues ella me podría ayudar a revivir a la chica, sin embargo, simplemente me entregó un frasco con una poción dorada, y me dijo que aquella resucitaría a la mujer >>¿Una poción?<< Pensé para mis adentros, al parecer las cosas se hacían diferentes a mi país.

     

    —Gracias Gomita, espero hacerlo bien —Miré con agradecimiento a la Westrong y vertí el líquido dorado en la boca de la mujer (Andrómeda)—¡Ennervate! —Murmuré entonce pasando mi varita por encima de Andrómeda, la cual, poco a poco, abrió sus ojitos.

     

     

    OFF: Lo que dijo Gomita... Felicity debe postear para que pueda curarla. Espero haber aprendido bien. Agradezco tu ayuda por msn, Gomita ^^

  14. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores.

    Recibiendo a Sagitas, Heliké y Xell

     

    Tras haber recibido una cordial bienvenida por parte de la Jefa de aquella planta y subdirectora de San Mungo, me propuse a ponerme a estudiar cada rasgo del lugar. Ya sabía donde quedaban las pociones, lo guantes de latex, las jeringas y demás, pero no sabía nada de los box en donde ponían a los pacientes, cosa que supe tras husmear un poco más por el lugar. Sin embargo, a la hora de irme a ver más cosas, unas cuantas mujeres aparecieron de lleno en el ascensor.

     

    —Póngalas por acá —Le dije a la mujer que gritaba, pues venía con los cadáveres de dos mujeres así como uno más con heridas —Con las fallecidas no puedo más que cerrarles las heridas, recién soy aprendiz, no se mucho de cómo se hace —Le informé a la chica.

     

    En ese monento, me coloqué la bata blanca con el hueso y la varita impresas en uno de los costados, me sentí muy emocionada con el trabajo, sin embargo esos ataques que llegarían serían bastante cansados además de dolorosos de ver, no era nada bonito ver a gente de buen corazón fallecer por su causa.

     

    —Necesito saber qué fue lo que les dañó para saber qué magia emplear —Pedí en voz fina a Xell.

  15. Sexta Planta. Heridas y Resurrección De Aurores.

    Atendiendo a Gomita

     

    Me dio gusto al ver que a la chica poco a poco le iba sbiendo el ritmo cardiaco, lo cual quería decir que había hecho bien mi trabajo, al menos en primer instancia. escuché sus palabras con agrado, era un poco alagador lo que me decía, así que sin más le sonreí tras no tener una plabra de agradecimiento en mis labios, pues los nervios ya me estaban llegando a la cabeza. ¿Y si lo hacía mal? Al menos la parte de curación con varita habia pasado, ahora solo restaban las pociones, pues por la pérdida de sangre y el color de su piel, se veía muy débil.

     

    ―Me sonroja, señorita. Es usted muy amable, y si, en verdad es una verdadera suerte que no llegara usted muerta, allí si no sabría que hacer, no se si sea igual a como lo hacíamos en mi país ―Dije con fluidez.

     

    Me acerqué entonces a uno de los estantes que había husmeado hacía unos momentos, en los cuales hallé la poción reabastecedora de sangre y la herbovitalizante. Hice una mezcla de ambas en una copa de cristal y se la use en las manos a Gomita, con la firme decisión de hacérsela tomar.

     

    ―Será mejor que se bebe eso, le regenerará la sangre perdida y le ayudará a recobrar fuerzas ―Añadi ―Y bueno, la verdad es que llevo mucho tiempo practicando, pero no aquí. Verá, yo soy francesa, y allí era sanadora en el hospital. Pero ahora que vengo hasta acá, pues empiezo de ceros para adquirir experiencia inglesa. Cada sociedad tiene sus padecimientos ―Le expliqué.

     

    Me era raro hablar de aquella manera con alguien, pero creía que era bueno, pues sociabilizaba un poco con la gente. Cuando la chica estuvo lista, bien pudo poner en pie ella sola. No podía firmarle el alta al ser aprendiz, pero si podía darle el visto bueno al menos desde mi punto de vista.

     

    OFF: Gracias Gomita *-* será bonito trabajar contigo ^^

  16. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores.

    Recibiendo a Gomita

     

    Me encontraba medio embobada esperando a que alguien me recibiera, ya habia husmeado todas la gavetas de todos los anaqueles, por lo que ahora ya sabía muy bie en dónde estaba cada cosa. Había encontrado varios frascos de poción hervobitalizante, crece-huesos, reabastecedora de sangre, y un sin fin más, cosas indispensables en la vida de los sanadores de San Mungo. Al final me sentí más tranquila, pero justo en ese momento, una moribunda entraba a la planta y me quedé estupefacta.

     

    ―Señorita ¿qué le ha pasado? Espere, deje traigo una camilla para que se recueste ―Dije con soltura y agite mi varita de palisandro para que una camilla llegase pronto hasta mi haber ―Vamos, recuéstese, se sentirá mejor y podrá ser curada más rápidamente ―Añadí con voz temblorosa.

     

    No sabía bien si yo podría curarle, tenía los conocimientos por mi experiencia en Francia, pero no sabía si tuviera la licencia allí. >>¿Qué es lo peor qué puede pasar?<< Pensé, pues solo le iba a curar, además eran heridas leves, no estaba muerta. Tomé mi varita con fuerza y apunté las heridas sangrantes que la mujer tenía.

     

    ―¡¡Espiskey!! ―Algunas de las heridas se cerraron ―Episkey ―Volví a decir y sus heridas quedaron completamente cerradas ―Ha tenido usted mucha suerte señorita, si hubiese llegado muerta dudo haberla podido atender, recién soy aprendiz ―Le dije con serenidad y le tomándole el pulso.

     

    OFF: ¿Qué cómo se qué hacer? Sencillo, soy curiosa y me leí todo San Mungo v.7 xD

  17. Sexta Planta. Heridas y Resurrección de Aurores.

    Mi llegada. Nueva Aprendiz de la Planta

     

    Tras haberme dado cuenta de la correspondencia que se acumulaba en mi habitación, noté que, a parte de la carta de ingreso a la Academia, estaba la de mi ingreso al trabajo en la sexta planta en San Mungo. Estaba más que feliz, en Francia había trabajado arduamente en el sanamiento de la gente en el hospital mágico, por lo que era parte de mi educación, pero al tener que dejar aquel país por problemas con algunos magos tenebrosos, debía empezar de ceros en aquel lugar.

     

    —Bueno, pues a darle —Dije en voz clara saliendo de mi habitación en la Mansión Weasley.

     

    El día estaba radiante fuera, sin embargo no era como que muy acertado irme caminando desde Ottery hasta Londres, por lo que sacando mi varita mágica, la agité y el autobús noctámbulo apareció frente a mi. Al conductor le indiqué que iba a San Mungo, y sin más se arrancó. El trayecto era bastante movido en aquel transporte, pero al ya estar habituada por ser aquel camión el que me llevaba a todos lados en aquellos días, no me molestó en lo absoluto.

     

    Al frenar el autobús noctámbulo de lleno en las afueras del Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas, me sostuve fuertemente de uno de los tubos, el cual no dejó que fuera de bruces hasta el cristal que separaba la cabina del conductor del resto de aquel transporte. Me bajé con elegancia dando la gracias al ayudante del noctámbulo, le pagué los galeones adecuados y me dirigí a la entrada.

     

    —Esto es bastante emocionante, la facilidad con que el Ministerio inglés logra esconder las cosas es maravillosa —Comenté al aire y entré sin más al vestíbulo, lugar donde me tomé un ascensor y subí hasta la Planta Seis.

     

    Cuando el elevador se frenó, bajé con precaución y miré el lugar un poco, no vi a nadie, cosa que se me hizo raro, pues al ser aquella planta enteramente de miembros de la Orden del Fénix, pensé que tal vez habría un poco más de alegría, aunque claro, podía ser que estuviesen todos ocupados con sus cosas de sanadores.

     

    —¿Hola? Buenas tardes, soy Alicia Peverell, soy la nueva aprendiz —Dije al aire de nueva cuenta, aunque esta vez con la esperanza de recibir respuesta.

  18. Me encontraba en mi habitación en la Mansión Weasley, aun recostada en mi cama esperando a que uno de los elfos de la familia me llevase el desayuno, pues la mañana comenzaba ya a lazarse por sobre las altas montañas de horizonte y no me quería retardar en las muchas ocupaciones que estaban en mi agenda, que la verdad no eran muy importantes, sin embargo estaba dispuesta a hacerlo, solo algo muy importante me haría cambiar de planes. Y justo eso fue lo que pasó.

     

    Por sobre la los terrenos Weasley, una lechuza de un hermoso color negro sobrevolaba en dirección a mi habitación. La vi desde antes de que aterrizara, por lo que me dirigí sin más al alfeizar para abrir de par en par la vidriera, así, cuando la lechuza estuvo cerca, pudo aterrizar sin más sobre el enorme baúl que se hallaba apenas traspasarlo. Me acerqué cautelosa y, al estar, cerca, la negra lechuza estiró su pata derecha en donde tenía una nota.

     

    —¿De dónde podrás venir amiguita? —Dije con voz emocionada abriendo la carta que llevaba impreso un escudo bastante curioso debajo de mi nombre. Al tener la nota ya desdoblada, la leí con rapidez y un sonrisa se dibujó en mi rostro —¡He sido aceptada en la Academia de Magia! ¡He sido aceptada! —Dije dando saltitos de alegría y acariciando la barbilla de la lechuza, la cual, de inmediato vi partir estirando las hermosas alas.

     

    Ahora era evidente que mis planes debían de cambiar. Me metí a la ducha pensando en cuantas personas iba a conocer en la Academia, las enseñanzas de los profesores y todo lo que iba a descubrir, pues sabía de antemano que lo que nos enseñaban en dicha institución era el aprender a movernos en el mundo mágico, y además a mi serviría enormemente al venir desde Francia al quedar despedida de mi trabajo mi bella nación. Al salir de la ducha, me puse un vestido de un hermoso color rojo, mis blancos cabellos quedaron amarrados en una coleta y mis labios decorados con un labial carmesí.

     

    Escribí una nota para que mis familiares no se preocuparan por mi, salí de mi habitación y salí de allí caminando en dirección a la Academia. Al no tener carné de aparición en aquel país no sabía si me castigarían o multarían por hacerlo, así que tomé mis pies y me fui caminando hasta aquel lugar. Al llegar, me quedé embobada por el simple hecho de la construcción, era magnífica. Tomé la nota que lo profesores me habían mandado y me adentré sin más a los terrenos de la Academia.

     

    Cuando llegué al vestíbulo, me orienté con un encantamiento de brújula, giré a la derecha y me enfilé por el pasillo, pues aquel era donde se hallaban las aulas de las clases de enseñanza del rol. Fui mirando uno a uno los nombres de las clases en las puertas, pero me resultaba incómodo, pues habían existido ya muchas clases de generales, de los cuales las aulas se hallaban cerradas. Al final, halló la puerta buscada "Generales 78" rezaba, giré el pomo y entré, miré que algunos de mis compañeros ya estaban allí, por lo que me senté a esperar órdenes.

     

    A los pocos minutos, los profesores comenzaron a presentarse, y pronto supe con cual de aquellos dos seres estaría mi empatía. Marcus McGonagall era un chico bastante guapo, al cual no dudé en sonreír cuando posó su mirada en mi. Los profesores pidieron entonces que nosotros nos presentáramos, por lo que, al llegar mi turno, me levanté de mi asiento, me aclaré la voz y acomodé mi cabello blanco.

     

    —Hola, buenos días, mi nombre es Alicia Weasley Peverell. Tengo poco como miembro de esta comunidad, pues con anterioridad me hallaba viviendo en mi natal Francia. Acá descubrí a mis dos verdaderas familias, la Weasley y la Peverell, ambas en las que ya me he acomodado bastante bien. Además, recientemente fui aceptada como aprendiz en una de las plantas se San Mungo como aprendiz, espero aprender mucho de ustdes yasí poder salir como graduada —Dije con cantarina y me volví a sentar.

     

    Ahora, era momento de esperar.

     

    ______________

     

    OFF:

     

    ¡Hola! Mi nombre es Alicia, tengo 21 años y soy de México. Estudio el bachillerato en un afán de terminarlo y poder ingresar a la Universidad en la licenciatura de Letras Hispánicas.

     

    Mi bando a elegir acá en el foro, aunque suene bastante apresurado al ser nueva, es el de la Orden del Fénix, pues la verdad es un bando bastante lindo y en donde creo que mi personaje encaja a la perfección.

     

    No sé que más decir, pero me gustaría mucho poder aprender bien como moverme por acá. Ya mismo mando el MP a alguno de los profesores.

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  19. Hola ^^ desde hacía ya unas horas que me dijeron que si quería ser parte de la Orden debía venir a dejar mi registro acá, pero por equis o ye razón se me olvidaba.

     

    ¿Qué tal? mi nombre es Alicia y me gustaría pertenecer a la Madriguera.

     

    - ¿Eres miembro o aspirante? Aspirante

    - Nick: Alicia Peverell

    - Nombre Muggle: Alicia

    - Edad: 21 añitos recién cumplidos

    - Pais: México

    - Fecha de Cumpleaños: 22 de Agosto.

     

    Y eso jeje espero me acepten. Un saludote.

  20. 1.- Link al tópico de su ficha de personaje:

     

    Ficha de Alicia Peverell

     

    2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje:

     

    Ninguno por el momento.

     

    3.- Link del tópico de registro de sus familias:

     

    Registro Weasley

    Registro Peverell

     

    4.- Link a las bóvedas de sus familias:

     

    Bóveda Weasley

    Bóveda Peverell

     

     

    Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 2140 G

    • Me gusta 1
  21. Hola ^^

     

    He andado muy productiva y me leí a la perfección las reglas de fichas de personaje, por lo que vengo a dejar unos datitos para que se agreguen a la parte de arriba.

     

    En la parte de familias...

     

    En la familia 1, quedaría la Familia Weasley

    En la familia 2, quedaría la Familia Peverell

     

    En la parte de Padres...

     

    En Padres Sanguíneas, poner a Ginny Weasley Rambaldi

    En Padres Adoptivos, no poner nada

     

    En la parte de Links...

     

    En Link a la Bóveda Familia 1. poner: Bóveda Weasley

    En Link a la Bóveda Familia 2, poner: Bóveda Peverell

     

    Muchas gracias a quien realice el cambio y muchas gracias a Felicity Weasley por aprobar mi ficha,

     

    Saludos

    Besos de cereza.

  22. Hola criaturitas jeje

     

    Bueno, no se si acá deba cumplir con las dos líneas que me leí en el reglamento, de igual manera, lo cumpliré para no tener problemas.

     

    Solo paso a avisar que he crado mi ficha de personaje, espero la pongan pronto para pasarme por Gringotts a hacer la bóveda. Estoy muy emocionada, la verdad la ficha me ha quedado chula, a ver que pasa.

     

    Un saludo, hasta luego.

     

    Alicia Peverell

  23. FICHA DE PERSONAJE

    http://i.imgur.com/LeYE0.jpg


    Datos Personales:


    Nombre del Personaje: Alicia Peverell

    Sexo: Femenino

    Edad: Joven

    Nacionalidad: Francesa

    Familia(s):
    * Familia 1: Weasley
    * Familia 2: Peverell

    Padre(s) Sanguíneo: Ginny Weasley Rambaldi


    Padre(s) Adoptivos: --

    Trabajo:--




    Poderes Mágicos:


    Rango Social: Aprendiz

    Bando: Neutral

    Rango dentro del Bando: --

    Nivel de Poder Mágico:

    Puntos de poder en objetos:

    20

     

     

    Hechizos adicionales: Los pondrán los moderadores


    Puntos de poder en criaturas: Los asignarán los moderadores

     

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores
    (caso de que sí especificar cuáles)


    Habilidades Mágicas: --

    Conocimientos Especiales: --


    Perfil del Personaje:


    Raza: Banshee

    Aspecto Físico:
    Alicia es una chica delgada, alta, mide alrededor de 1.76 de altura. Su cabello es blanco, sus ojos azules y su piel es muy pálida. Suele vestir como los hippies muggles; lleva siempre una banda de color lila alrededor de su cabeza y su cabello siempre va suelto.

    Cualidades Psicológicas:
    Alicia es de un caracter bastante noble, le ecanta siempre ser cordial y muy pocas veces llega a tratar mal a alguien. Es un poco como Luna Lovegood, le encanta experimentar y siempre lucha por sus ideales. Le molesta la Magia Oscura, y de hecho, en un futuro, le gustaría pertenecer a la Orden del Fénix para así luchar en contra de los mortífagos y su despreciable maldad.

    Historia:
    Alicia Peverell nace en la ciudad de Paris, Francia, siendo hija de una Banshee y un muggle, adquiere la raza de su madre y la belleza de su padre, el cual era un reconocido y afamado modelo europeo, el cual solía siempre salir en revistas para damas o en portadas de revistas de moda. Sin embargo, al tener la chica unos dos o tres años, su padre muere en manos de un licántropo y su madre, al estar devastada, decide dejar a Alicia en un orfanato y huir del Paris.

    Sin embargo, al crecer la chica, fue bastante independiente pero muy sentimental. Le gustaba demasiado ayudarles a la monjas del orfanato y servir como una más de las niñeras, pero todo cambio cuando la chica cumplió once años.

    Una tarde de primavera, Alicia jugaba en el hermosa jardín de aquel convento, una mariposa de hermosos colores blancos y azules, se posó en su hombro y al Alicia intentar tocarla, la criatura se convirtió en una pergamino de hermoso aroma. La chica sin más le leyó, y cual va siendo su sorpresa que aquella ra una carta de Beauxabtons, la Academia de Magia y Hechicería Francesa.

    La chica de inmediato responde a la carta, y días más tarde, es recogida por una comitiva de la academia, y estudia ocho años en la hermosa Beauxbatons. Al graduarse, la chica, por su trabajo dentro del Ministerio de Magia Francés, es obligada a trasladarse a Inglaterra, lugar donde, tras una fuerte pelea con su jefe, decide renunciar y quedarse en el país de las tazas de té (?).

    A partir de allí, la chica comienza a encontrar que tiene muchos nexos con los ingleses, de hecho, logra dar con su madre sanguínea, a la cual no duda en buscar, sin embargo, le cuesta... Ahora, busca a su verdadera familia, aquella a la que pertenece y en la cual poder vivir a salvo y en paz.



    Pertenencias:


    Objeto Magico Legendario: --

    Objetos Magicos:



    Objeto 1: Varita Mágica de Palisandro. 35 centímetros. Flexible. Centro de cabello de Veela.
    Clasificación: AA
    Puntos de poder: 20 puntos.


    Mascotas y Criaturas: --

    Criaturas en la Reserva: --

    Elfos: --




    Licencias, Tasas, Registros:


    Licencia de Aparición: --

    Licencia de Vuelo de Escoba: --

    Registro de XXX: --




    Otros Datos:


    Otros datos:
    ★Es Aficionada a los juegos de mesa
    ★Su patronus tiene forma de Ardilla
    ★Posee una colección de timbres postales muggles.

    Cronología de cargos: --

    Premios y reconocimientos: --



    Links de Interés Referentes al Personaje:


    Link al Perfil de Comprador MM: --
    Link a Bóveda Personal: Bóveda 98855
    Link a Bóveda Trastera: --
    Link a Bóveda de Negocio: --
    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Weasley
    Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Peverell

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