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Ariadne

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Mensajes publicados por Ariadne

  1. Los profesores no se tardaron más de cinco minutos en corregir aquellos trabajos, entregándolos de inmediato junto a otro pergamino informativo, esta vez sobre ataques y defensas. La Haughton lo leyó cautelosa, analizando cada detalle y memorizando los hechizos, haciendo conexiones mentales con las pequeñas nociones que tenia de duelo. Sin más y luego de guardar su primera tarea en su bolso, siguió a Hades, su profesor junto a un grupo de compañeros.

     

    Tendría su primer mini duelo, el profesor en contra de todas las alumnas, miro a su alrededor, embozando una malévola sonrisa. Empuño su varita con la diestra, esperando el primer ataque.

     

    -Avis- musitó la banshee. De inmediato un pequeño grupo de 12 aves salieron de su varita, deteniendo el rayo rojo proveniente de Hades, desapareciendo al instante.

     

    La bruja no tuvo mucho tiempo para pensar, esto aun no terminaba. Respiro profundamente aquella clase le comenzaba a agradar. Sonrió nuevamente, mientras cruzaba sus brazos.

     

    -Profesor ¿no debería enseñarnos modales también? Ya sabe reverencia, distancia…- su aterciopelada voz llamo la atención del grupo.

     

    -Protego- susurro la Haughton, mientras apuntaba con su varita al rayo procedente de Hades, de inmediato una especie de capa platinada se curvo en el frente de la banshee cubriéndola completamente y absorbiendo el rayo plateado que amenazaba con hacerla reír sin parar.

     

    Rió unos momentos al ver como a uno que otro compañero lo había alcanzado el rayo y se encontraban riendo estruendosamente. Volvió a concentrarse, miró a su profesor tocaba atacarlo.

     

    -¡Petrificus totalus!- gritó. Mientras escaba un luminoso rayo desde su varita en dirección a inmovilizar a Hades, sí es que este llegaba a su fin.

  2. La clase trascurría como era de esperarse, nada nuevo, nada excitante. Luego de que la banshee tomó asiento fueron llegando el resto de los que serían sus compañeros, para su sorpresa estaban su madre, su sobrina y su hermana, al parecer sería una clase en “familia”. No le prestó mayor importancia, ya se daría el tiempo para saludarse. Se encontraban todos sentados, esperando las palabras de alguna de las mujeres que comandaban el grupo; Athena comenzó a hablar, seguida por Tauro, explicando que aquella clase no se llevaría a cabo ahí, en ese salón.

     

    -Mientras no haya suciedad o barro, estaré contenta- refunfuño la bruja para sí misma, mientras se ponía de pie.

     

    Las indicaciones de ambas profesoras fueron llevadas a cabo por los alumnos en completo silencio, aún ninguno hablaba con sus pares, y eso que eran bastante en comparación a su curso anterior. Sin más la chica se formó detrás de dos compañeras; en el grupo comandado por Athena. A su vez otra fila se formaba a la derecha de la bruja, está iba de la mano de la Crouchs. La Haughton miraba curiosa, no se veían trasladores por ahí y estaban formados en una fila, no tenía la menor idea de lo que sucedería entonces. La mujer de cabellos amarillos pronunció unas palabras en un extraño idioma no conocido por la banshee, mientras apuntaba al vació con su varita.

     

    La Haughton Ravenclaw no entendía nada, miraba seria y cautelosa, posó ambas manos en sus caderas; decidida a preguntar de qué se trataría todo aquello, pero justo entonces el panorama cambio. No se habían movido ni un centímetro, pero eran rodeados por remolino de arcoíris; aquello mareaba de solo verlo. Su vista su nubló unos segundos, cegada por los brillantes colores procedentes del túnel que estaba a su alrededor. Escuchó a sus profesoras, quienes volvían a dar instrucciones; tomó de la mano a Lysander quien estaba a su izquierda y a Xion con la diestra. No prestó mucha atención a lo que decía la peli azul, no porque no le interesase, sino porque sentía unas inmensas ganas de vómitar.

     

    Estaban todos tomados de la mano, la banshee no pudo evitar reír, parecían un jardín de infantes que hacían un paseo a la plaza más cercana de la mano de sus tías. Aquello no le duró mucho ya que aquel remolino de arcoíris comenzó a girar y girar; aquello parecía una eternidad, las náuseas aumentaron y su vista se nublaba por pequeñas manchas negras. Finalmente todo volvió a la normalidad o eso creía la bruja de ojos azules. De inmediato se soltó de sus compañeros comenzando a contemplar el lugar, aquello parecía un cuadro salido de uno de los tantos libros que había leído en la enorme biblioteca de los Ravenclaw.

     

    Sus profesoras solo afirmaron su teoría, habían viajado al pasado, pero eso no era todo; estaban en el antiguo pueblo de Albión, para ser más exactos en Camelot, nada se compararía con conocer al Rey Arturo, quizás hasta al mismísimo Merlín, todo esto comenzaba a ser excitante. La chica volvió a acercarse al grupo notando que sus vestimentas habían cambiado, se miró a si misma sonriendo malévolamente, no le tocaría nada de barro sino que pertenecer a la alta alcurnia de la época, su vestuario lo decía todo.

     

    Su ropa elegida en la mañana por su elfina Clara había sido cambiada abruptamente por aquel viaje al pasado; llevaba un vestido marfil con dorado. Se componía de un corsé ajustado con cintas doradas en el frente, las mangas comenzaban a abrirse a la altura de los codos, dejando ver unos encajes color crema que rozaban levemente el nacimiento de sus muñecas; a su vez la falda era amplia y pomposa, continuando el diseño superior del vestido, el cual se adornaba con unas especies de trenzas que iban desde el escote hasta el final del vestido, rodeando todas las curvas de la chica, claramente aquello parecía propio de una princesa medieval.

     

    A su vez el vestuario se complementaba con un peinado, este era un recogido algo suelto, con una trenza que cruzaba toda su cabeza en forma de cintillo, dejando solo dos bucles caídos alrededor de su rostro. El toque final era una especie de collar que iba alrededor de su cabeza, dejando descansar una hermosa piedra preciosa justo en el centro de frente, sus zapatos dorados no tenían mucho taco, eran finos y cómodos, adecuados para la situación.

     

    Miró unos segundos a sus compañeros los cuales estaban todos vestidos para la ocasión, no los analizó mucho ya que sus orbes azules se centraron en el horizonte; en lo más alto de la colina se alzaba un hermoso castillo de piedra blanquecina con detalles dorados, el famoso castillo de Camelot, estaba segura que ese sería su destino. No pudo evitar pensar como ingresarían hasta aquel lugar, este estaba rodeado de guardias y caballos, no podían saber que eran magos, por lo que su magia se veía restringida, algo debían idear. Tauro solo confirmó los pensamientos de la banshee. Sin más Ariadne se acercó a Athena llamando al resto del grupo, la chica tenía una idea.

     

    -Bueno nosotros somos los que debemos hablar con el Rey Arturo- dijo mientras se movía alrededor de demás. –No podemos llegar y decirles “Hola venimos a visitar al Rey” porque nos tomaran como prisioneros y no creo que salgamos de acá- tomó un respiro mientras ordenaba todo en su mente.

     

    –Podemos decir que somos la realeza- dijo mientras se apuntaba a ella y Athena –Y su corte…- pronunció lentamente las palabras apuntando al resto del grupo. –Que íbamos viajando y nos asaltaron o algo así y venimos a solicitar ayuda. En esta época era común la fraternización con las demás monarquías que no eran enemigas, según he leído. Bueno esa es una idea si quieren pueden comentar o cambiarla un poco, se supone que entre todos debemos hacer algo ¿no?. También debemos adoptar los modeles propios de la época, no podemos llegar y presentarnos así como así- finalizó alejándose de Athena volviendo al grupo.

     

    -Hola mamá- saludó a Meri casi como un susurro para no interrumpir a los demás. –Te ves preciosa- finalizó sonriéndole a la mujer que le había dado la vida.

     

    OFF

    Hola ^_^ bueno les informo que si edito es porque me respondieron el mp :lol:

    Edito porque ya me contestaron (?)

     

     

     

    Datos Personales:

     

     

     

     

    - Nombre del Personaje: Ariadne Haughton Ravenclaw

     

    - Sexo: Femenino.

     

    - Edad: Joven de 18 años nacida el 24 de agosto de 1994.

     

    - Nacionalidad: Británica.

     

    - Familia(s):

     

    * Familia 1: Haughton

    * Familia 2: Ravenclaw

     

    - Padre(s) Sanguíneo: Mary Anne Haughton

     

    - Padre(s) Adoptivos: Franko Lovegood & Romina Michelle Black

     

    - Trabajo: --

     

    - Poderes Mágicos: --

     

    - Rango Social: Aprendiz

     

    - Bando: Neutral

     

    - Rango dentro del Bando: --

     

    - Nivel de Poder Mágico: --

     

    - Puntos de poder en objetos:--

     

    - Hechizos adicionales: --

     

    - Puntos de poder en criaturas:--

     

    - Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

     

    - Habilidades Mágicas:

     

    * Habilidad 1 --

    * Habilidad 2 --

    * Habilidad 3 --

     

    - Conocimientos Especiales:

     

    * Conocimiento 1 --

    * Conocimiento 2 --

    * Conocimiento 3 --

     

    - Perfil del Personaje:

     

    - Raza: Banshee

     

    - Aspecto Físico:La Banshee posee un largo y ondulado cabello castaño avellana, que cuando se enfurece se torna de un tono negro azabache brillante, sus ojos son azules como el cielo, penetrantes y muy demostrativos, es alta y delgada, de facciones finas y duras, piel pálida como el mármol, y labios carnosos y rojos, su andar en suave, pareciera que volase, sus gestos son naturales y espontáneos, es seria, a menos que este en confianza, su apariencia física es impresionante tanto para hombres como mujeres, por lo que enamora tan solo con su andar. Su belleza es digna de una diosa, cuando más enamora, es cuando está enojada o molesta, ya que sus ojos se vuelven de un verde esmeralda, que contrasta con su negro cabello y su piel pálida.

     

    - Cualidades Psicológicas:Es una banshee, por lo que por naturaleza es manipuladora, ágil y capaz de ambientarse en cualquier situación, no hay muchas situaciones que la superen, siempre tiene todo controlado, le encanta tener el control. Es una mujer fría, vengativa y caprichosa cuando la situación lo amerita, es valiente y vivaz, en el fondo de su corazón es dulce y tiene ternura, la cual le cuesta demostrar y generalmente no lo hace, a menos claro, que quiera conseguir algo. Su llanto puede ser mortal y cuando se enoja, los cercanos corren peligro, su temperamento es alto, aun que cuesta sacarla por completo de sus casillas, es sensata y sobre todo inteligente, una mujer culta que ama leer, es respetuosa con quien se lo merece, no tiende a confiar en los demás, ha aprendido mucho de la vida en su corta edad, es independiente y se vale por sí misma.

     

    - Historia:

     

    Ariadne Haughton Ravenclaw nació en el condado de Yorkshire, al norte del Reino Unido, específicamente en su capital, el lejano y húmedo pueblo de York. Durante el embarazo de su madre, Mary Anne Haughton, está fue amenazada por una sirena, diciéndole que al momento de nacer su pequeña hija, seria asesinada. Todo recaía en el padre del bebé, de quien la sirena llamada Irina, estaba profundamente enamorada, llegando a ser su obsesión y de quien Mery quedó embarazada.

     

    Con el temor propio de una madre, la vampira escapa de su natal Londres, y se dirige al lejano pueblo de York; un 24 de agosto de 1994 y con tal solo 15 años de edad, Mery Haughton da a luz a una pequeña bebé con enormes ojos azules, que de inmediato le robó el corazón. Sin embargo la joven bruja de rojos cabellos sabía que su bebé aun corría peligro, que no era seguro dejarla con muggles, tampoco la dejaría en un orfanato, pero no podía llevársela consigo. Tras dos meses, la vampira tenia la decisión; volvería a Londres y dejaría a la pequeña dentro de su mismo mundo, dejaría que se criase con la magia, con lo que era.

     

    Emprendió rumbo de regreso a Londres, envolvió a su bebé en muchas mantas, mas parecía un bulto, cosa que no llamaba la atención. En medio de la noche, la chica llegó al pueblo mágico de Ottery Saint Catchpole, donde ella misma residía. Lejos de su hogar vio un enorme castillo blanco, no conocía a nadie de ahí y en esos momentos, no conocer a nadie era lo esencial. Dejo el pequeño bulto en las enormes rejas blancas de aquel lugar, se estrujo las lagrimas y miró a su pequeña hija.

     

    -Te prometo que nos volveremos a encontrar…cuando ya no corras peligro- le dijo mientras besaba su frente.

     

    Se puso de pie y se marchó, trataría de vigilar a la niña a la distancia, con cautela, sin que nadie lo supiera, si quería que su hija sobreviviese necesitaba mantenerse lo más alejada de ella, por al menos, algunos años.

     

    Al día siguiente, dos jóvenes muchachos emprendían rumbo fuera de su hogar, el castillo Ravenclaw. Los primos conversaban alegremente, cuando divisaron un pequeño canasto que yacía inmóvil en la entrada principal de su hogar. Ambos se miraron por uno o dos segundos y comenzaron una carrera hacia aquel bulto. Llegaron en forma simultánea, retomaron el aire y justo antes de ver de qué se trataba aquel bulto, prometieron que sea lo que sea lo compartirían. Grande fue su sorpresa al ver que aquello escondido en la canasta era nada más y nada menos que un bebé.

     

    El asombro de ambos fue enorme, pero la promesa está hecha, adoptarían a la criaturita, desde ese instante eran sus padres, eran lo único que la pequeña niña tenía. La llevaron adentro y con algo de temor se lo comunicaron al resto de los Ravenclaw, la bebé fue aceptada por todos y pronto aquella tierna bebé de grandes ojos azules y enroscados cabellos castaños se convirtió en una niña.

     

    A la edad de once años, la esperada carta de Hogwarts llegó hasta el castillo. Una ansiosa y feliz Ariadne partió rumbo, ese mismo año, al que sería su antro de estudio por los siguientes siete años. Una vez ingresada fue acogida, claramente, por la casa de Ravenclaw, y por cierto, la pequeña niña destacaba por su enorme inteligencia y sensatez, también por una que otra travesura, por ser estudiosa y la predilecta de sus profesores, llegando a convertirse en prefecta durante su último año de estadía en la escuela. Ahí aprendió muchísimo, en especial sobre ella misma, sobre la banshee que llevaba en su interior.

     

    Una vez finalizado el curso, la joven de ya diecisiete años, se compró una bella mochila de mezclilla en tonos azulados y la hechizó, guardo casi su cuarto completo y tras dejar una pequeña nota a Franco y Romina, sus padres se marcharon. Necesitaba libertad, necesitaba explotar a la banshee que era, conocerla y descubrir sus límites, si es que estos existían, recorrió todo el mundo, no solo cumpliendo su más anhelado sueño, sino llenándose de magia y de vida en cada lugar que visitaba.

     

    Aun no pensaba volver a su natal Inglaterra, cuando aterrizó en el hermoso país de Irlanda, ahí en un bar mágico conoció a una peculiar bruja, su cabello rojo, sus orbes grisáceos y su pálida piel llamaron la atención de la bruja. Se acerco a esta chica y amablemente se presentó, si había aprendido algo era a sociabilizar y sobre todo a manipular a las personas, eso ya no le era un tema complicado. Nació una linda amistad, pero pronto ambas descubrieron que no solo las unía el vinculo de amistad, sino que era algo más fuerte.

     

    Sentadas en el mismo bar donde se conocieron, o más bien reencontraron, ambas brujas conversaban algo melancólicas de la vida. Por un lado la vampira sostenía un vaso de vodka, mientras la banshee una copa de un whisky doble con hielo. La conversación se extendió por horas, y fue ahí cuando Ariadne se enteró que esa mujer era su madre biológica, aquella que le había dado la vida, aunque para ella solo Romina había sido su madre; está decidida, conocería a esta mujer.

     

    Lo primero que Mery le contó a su hija, fue el incidente con Irina, la sirena, lo que llenó de odio y sed de venganza a la banshee, quien empuño su varita y decidida iría a buscar a la criatura para asesinarla, claramente su madre la detuvo. Aquello no valía la pena, no habían sabido nada mas de ella, ni de su padre, aquel amorío había sido olvidado, parte de pasado, ahora lo único que importaba era su reencuentro.

     

    Ambas volvieron radiantes a Londres, Mary presentó oficialmente a su hija a todos sus parientes, claro que no les gustaba la idea de descendencia múltiple, pero aceptaron y acogieron a la chica, quien llevaba en sus venas la misma sangre que corría por la de ellos. Ariadne se integró a la que era su familia sanguínea y comenzó a conocerlos, la relación con su madre, era mas de amistad que de madre e hija.

     

    Por otro lado volvió a su hogar, al que de niña le había dado techo y entre sollozos se disculpó con sus padres, regresó en ese mismo instante al castillo, pero ahora teniendo dos hogares, dos lugares donde se sentía igualmente a gusto, cómoda y en plenitud, todo tomaba su rumbo, la chica ya cumplía dieciocho años y era momento de agregarle un poco mas de firmeza y sensatez a su vida.

     

    Fue así como se inscribió en la Academia de Magia y Hechicería, donde actualmente cursa generales, claro, con las excelentes clasificaciones propias de una Haughton Ravenclaw, conseguirá trabajo, su meta es clara, y llegará a ella cueste lo que le cueste, muy fiel a su estilo.

     

    - Pertenencias: --

     

    - Objeto Magico Legendario: --

     

    - Objetos Magicos:

     

    *Objeto 1: Varita: 25 cm de largo, flexible, madera de avellano, con un núcleo de pelo de cola de unicornio.

    *Clasificación: AA

    *Puntos de poder: 20

     

    *Objeto 2: --

    *Clasificación: --

    *Puntos de poder: --

     

    - Mascotas y Criaturas:

     

    *Criatura 1:--

    *Clasificación:--

    *Puntos de poder:--

     

    - Criaturas en la Reserva:

     

    *Criatura 1:--

    *Clasificación:--

    *Puntos de poder:--

     

    - Elfos:

     

    * Elfo 1: Clara - Es pequeña, no supera el 1.20 de estatura, fue herencia de una querida amiga francesa. Tiene unos enormes ojos verdes brillantes, rasgos finos, incluso para ser una elfina, es amable y cariñosa, siempre fiel a su ama, es la única que soporta toda clase de cambio de humor brusco en la bruja, su voz es chillona y muy aguda.

    * Elfo 2:--

     

    - Licencias, Tasas, Registros:--

     

    - Licencia de Aparición:--

     

    - Licencia de Vuelo de Escoba:--

     

    - Registro de XXX:--

     

    -Registro de elfina Clara: Obtenida

     

    -Registro de raza: Obtenida

     

    - Otros Datos:

     

    *Cuando se enoja su cabello se torna de un negro azabache totalmente liso y sus ojos de un verde esmeralda con un brillo propio de un cristal.

    *No es de relaciones amorosas extremadamente largas.

    *Su Patronus es una enorme y bella mariposa.

    *Bisnieta de Evarela Black.

     

    - Cronología de cargos:--

     

    - Premios y reconocimientos:--

     

    - Links de Interés Referentes al Personaje:

     

    *Link al Perfil de Comprador MM: --

    *Link a Bóveda Personal: Bóveda de Ariadne

    *Link a Bóveda Trastera: --

    *Link a Bóveda de Negocio: --

    *Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda n° 84511

    *Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda n°79397

     

     

  3. Cuando terminaron de presentarse todos sus compañeros, los profesores comenzaron con la instrucción de aquella clase. Primero su profesora le entregó a cada uno un pergamino, el cual la Haughton analizó detalladamente, releyéndolo más de una vez. Su profesor no se quedo atrás, llenándola de pergaminos, esta vez la banshee no tuvo tiempo de leerlos y organizarlos, sus profesores comenzaban a batirse en un duelo.

     

    Atenta la chica miró con ojos críticos cada uno de los movimientos que hacían sus profesores, aquello no era normal, por lo que algo tendría que hacer con ello. Su atención estaba totalmente centrada en ambos magos, movía la cabeza de vez en cuando, tomando notas mentales sobre hechos algo raros que ahí veía, no estaba segura pero lo averiguaría. Las serpientes del lugar no llamaban su atención, habían sido protegidos a la llegada por su profesora, por lo que ahora los reptiles no eran más que un atracción del lugar.

     

    Finalizado el duelo de ambos, Ariadne solo sonrió al oír la tarea dictada por su profesor, aquello era de esperarse. Se sentó sobre unas rocas, rodeada de serpientes, acomodó su cabello y se dispuso a leer cada uno de los documentos entregados por sus profesores, subrayando lo importante. Cuando finalizó, guardo todos los pergaminos en su bolso, sacando uno completamente en blanco y disponiéndose a escribir en él. Tenía todo finalizado, ahora solo quedaba esperar el resultado de su primera tarea en duelo, algo que ya se veía bastante complicado, sin embargo la banshee estaba decidida a aprender.

  4. Al fin había terminado su curso de Generales, pasándolo con la calificación más alta que existía dentro de la Academia de Magia y Hechicería, tuvo unas vacaciones cortas, prácticamente para la Haughton no existieron, se le pasaron volando, por decirlo metafóricamente. Ahora pasaba a cursar Rol Básico y Duelo Básico, ambos XL, y había sido asignada a una casa, estaba algo confusa, sabía que había quedado ahí junto a su sobrina, pero no conocía a nadie, si bien lo último que tenia Ariadne era timidez.

     

    Bajo las escaleras, una vez terminada su primera clase de Rol Básico, se encontró con las puertas de las cocinas de la Academia, repleta de elfos, y entre ellos su pequeña elfina que aun no se iba del lugar. La bruja la miró amenazante, y con pequeño “crach” Clara desapareció, debía continuar su camino, cruzó todo el lugar sin tocar nada, los elfos miraban al molestos y amenazadores. Una vez que salió de ahí se encontró con un enorme y precioso lago que ya había visto.

     

    Caminó veloz hasta encontrarse cercana a la enorme estatua de cobre del Rey Tritón, cuando se encontraba a un metro de distancia de dicha estatua, esta cobro vida, amenazándola con su tridente, pidiéndole la contraseña, sin más y bastante segura la chica la pronunció; la estatua le dio la bienvenida y la banshee se dispuso a entrar a la sala común.

     

    Para su sorpresa las aguas cristalinas no mojaban, algo que a la banshee le agradó. Entró hasta el lugar que sería su hogar durante la estadía en la academia, dentro de aquella sala se encontraban algunas personas, reconoció a una mujer, que su tía Anne le presentó durante la fiesta de los trescientos años del castillo Haughton, sin embargo no recordaba su nombre, junto a ella estaba Agus, otra de sus tías, su sobrina Liza, y otros magos y brujas mas, la banshee sonrió y entró dispuesta a saludar.

     

    -Disculpen mi demora, estaba disfrutando de mis pequeñas y cortas vacaciones- sonrió mostrando sus blancos dientes –Mi nombre es Ariadne Haughton Ravenclaw y soy la nueva Tritona del lugar- se acercó hasta el grupo, esperando respuesta.

     

    Off:

    Bueno disculpen mi demora, los deberes muggles me arrinconaron (?) ya regrese, con mas tiempo y mucha mucha disposición, mugglemente me llamo Verena, soy chilena, tengo 18 años y eso.. por ahora jajaja ^_^ Feliz de ser una Tritona!

  5. -Ama, ama- la chillona voz de la elfina, despertó a su ama, quien no se encontraba de humor aquel día.

     

    -¡Es que no entiendes cuando te digo que me dejes dormir!- la bruja gritoneo a la criatura mientras se sentaba en su cama y miraba un pequeño reloj que descansaba sobre su mesita de noche. –Solo dormí 2 horas- suspiró agotada.

     

    -¿Qué querías?- devolvió la mirada a su elfina Clara, con cierta duda, sabía que la elfina solo la despertaría si fuese totalmente necesario. –Clara debe recordarle a su ama Ariadne que hoy comienzan sus clases en la academia.

     

    No fue necesaria ni una palabra más para que la chica se levantase rápidamente de su cama y se dirigiera hasta el baño que ahí estaba. Su ducha fue rápida, solo era el primer día y Ariadne ya estaba atrasada. Cuando salió del baño vio como toda su pieza estaba totalmente ordenada y sobre su cama yacía la ropa que se calzaría. Antes de vestirse miró por su ventana que daba a los tétricos jardines del castillo Haughton, el cielo estaba nublado, amenazaba con llover, algo que la chica simple amaba.

     

    Se calzó una falda tubo negra muy ajustada y por encima de la rodilla, con pantys del mismo tono, unos hermosos tacones morados y una blusa de satín blanca, su capa negra satinada con detalles brillantes en morado le daba el último toque a su vestuario. Amarró su cabello castaño en una coleta, se maquillo mágicamente sin dejar rastro alguno de su rostro cansado y ojeroso. El cielo nublado iluminaba aun más sus almendrados orbes azules, mientras su túnica negra le daba un aspecto más pálido, algo así como piel de porcelana.

     

    No quiso usar la red flú, debía obtener las licencias de vuelo y aparición lo antes posible, solo le quedaba una opción, Clara. Ordenó a la criaturita llevarla hasta el lugar donde iba a aprender, tras un pequeño “crash” aparecieron en el lugar, ya familiarizado para la Haughton Ravenclaw.

     

    El viejo castillo, algo polvoriento volvía a ser parte de su vida. Caminó por los corredores, solo se oía el peculiar ruido de sus tacones al chocar contra el suelo de cemento. “¿Por qué esta todo tan vacio?” no pudo evitar preguntarse aquello, si bien la soledad no le molestaba, esta era su primera visita en que no veía a estudiantes locos corriendo por ahí. Apuró su caminar, siguiendo simplemente su instinto, no sabía dónde se encontraba su sala, pero de todas formas llegaría.

     

    -Espero que a estos profesores no les ocurra usar trasladores, lugares llenos de barro y cosas por el estilo…- bufó la chica al encontrarse frente a una puerta caoba con un pequeño letrero que rezaba “Rol Básico XL”

     

    Giró el pomo dorado dándose paso al interior. Realizó un conteo mental rápido, ahí se encontraban cinco alumnos, seguramente compañeros, solo reconoció a una, dirigió su mirada a ambas mujeres quienes esperaban pacificas la llegada de todos. La Haughton embozó una sonrisa, mientras cerraba la puerta tras de sí. No solo conocía a una persona que ahí estaba, sino que también a una de sus profesoras.

     

    -Rubia…- pronunció en un grito ahogado mientras evitaba reír. –Quiero decir tía, Athena, no esperaba encontrarte aquí- tomó asiento en unos de los últimos pupitres, la luz del lugar no le agradaba en lo mas mínimo.

     

    La Haughton se quedó en silencio mientras recorria rápidamente todo el lugar con cierta mueca de asco, aquello era demasiado muggle para su gusto, todo tradicional, muebles, ventanas, paredes, nada extraordinario o digno de mirar, ciertamente la banshee hubiese redecorado aquel ambiente. Volvió a dirigir la mirada hacia sus profesoras, saludó con la cabeza y una sonrisa a la mujer de cabello azul que yacía junto a su tía, y que, seguramente era su otra profesora.

     

    -Lo siento he sido una mal educada- su voz suave como el terciopelo llamaban la atención de los presentes. –Mi nombre es Ariadne Haughton Ravenclaw, por lo que podrán deducir que vivo en los castillos Haughton y Ravenclaw, valga la redundancia. Tengo 17 años, odio todo lo viscoso, sobre todo el barro, y les agradecería profundamente que no utilicen trasladores hacia lugares con aquella sustancia- terminó embozando una mueca mientras arrugaba su entrecejo, recordando su paso por Generales y Duelo Básico.

     

    Notó como todos centraban la mirada en ella, la chica solo sonrió, coqueteo con uno que otro, algo típico de una banshee. “Espero que sea una clase entretenida” pensó, hasta el momento aquel lugar carecía de acción, si sus compañeros no hacían algo la Haughton Ravenclaw no se quedaría sentada.

     

    Off:

    Hola ^_^ bueno me demoré un poquito pero llegue XD, mi personaje, como habrán notado, es Ariadne Haughton Ravenclaw, una chica con serias tendencias oscuras, que es banshee, de mas o menos 17 años, sus familiares la llaman Ari o costal de plumas (?) nombre dado por su Ravenfamilia en honor a su odio hacia el olor a posho y las plumas plumosas (?), es manipuladora, sabe adecuarse a todas las situaciones, le gusta aprovecharse de los hombres :perv:. Detras del personaje hay una hermosa, tierna, simpatica (?) chica jajajaj... okno bueno bueno mi nombre es Verena, soy Chilena (Athena puntos extras??) de punta arenas, sur bien sur donde hace frio, fin del mundo (clase de geografia mode on), tengo 18 años y voy en el ultimo año de colegio, instituto, secundaria (segun corresponda), el otro año entro en la universidad y quiero estudiar medicina o nutricion algo con la salud, amo leer, escribir, escuchar musica, salir (y todo eso que le gusta a todos XD) bueno no quiero aburrirlos mas, me inspire lo siento jajaja :(

    *deja chocos y galletas para todos* :rolleyes:

  6. Un estruendoso rechinar de la puerta despertó a la bruja, quien aquella mañana no se encontraba de muy buen humor. Se sentó en su cama, mientras corría algunos cabellos que cubrían su rostro, dirigió una mortifica mirada a la pequeña criatura que se encontraba ante ella, esta tenso sus finas facciones y miró a su ama de forma suplicante. Ariadne embozo una mueca, algo así como una sonrisa.

     

    -Lo siento ama… Clara no quería despertar a su ama, pero Clara le debe entregar esta carta a su ama, una lechuza de la academia la ha traído para usted, ama Ariadne- el chillido de su voz solo engrandeció el enojo de la banshee.

     

    -Está bien, definitivamente tú no sabes lo que es un “Déjame dormir”…- dijo mientras paseaba su vista por un sobre algo amarillento y abierto. –Pero… ¿Por qué esta abierto Clara?- no espero respuesta de la elfina, los enormes ojos verdes de la criatura le habían dado la respuesta.

     

    No dijo nada, se levantó y se fue a duchar, al fin y al cabo debía cumplir con sus compromisos académicos. Cuando terminó, su cuarto estaba totalmente limpio y ordenado, su ropa descansaba sobre su cama, solo quedaba calzársela. Unos jeans oscuros, un pequeño top negro tapado por un chaleco coral y como era común, unos enormes tacones a juego, en el mismo tono de su chaleco, se colocó su capa negra satinada con pequeños detalles brillantes, su cabello caía como una cascada sobre su espalda con unas ondas castañas definidas, su rostro se veía más iluminado, consiguió tapar todas sus ojeras con maquillaje mágico.

     

    Conocía muy bien el camino y no tardo en encontrar la sala que correspondía. Un pequeño letrero estaba añadido a su puerta, mientras rezaba lo siguiente: “Duelo Básico XL”. La chica sin pensarlo dos veces giró el pomo y entró, ya había varias personas en su interior, incluyendo a sus profesores, quienes comenzaban a dar las indicaciones de la primera tarea.

     

    -Venimos llegando y ya tenemos tarea- bufó en un susurro la Haughton.

     

    Escuchó atenta a ambos profesores, se parecían mucho a los de su clase anterior. Por un lado la chica lucia vivaz y llevaba esa pisca de ternura en su rostro; en cambio, él lucía serio, muy pálido y con cierto aire de desdén. Unos objetos comenzaron a flotar, los mismos que la Black Delacour había hechizado antes, de inmediato Ariadne supo que se trataban de trasladores, al parecer aquella institución solo servía como centro de juntas, ya que hasta ahora no había hecho ninguna clase ahí.

     

    Sin pensarlo dos veces tocó el objeto y aterrizó sobre un charco de barro. “Fantástico” pensó enojada, aquel día no era el suyo. “Es que no les ocurre otros lugares donde no haya barro…” sus pensamientos se habían desconectado de la clase, estaba más preocupada por sus hermosos zapatos corales, que ya parecían más marrones que coral, que por la misma clase. Sus pensamientos fueron interrumpidos por Hades, quien era su profesor, debía presentarse. Mientras uno que otro compañero lo hacía, la chica ocupó la distracción de los presentes para empuñar su varita, susurró un conjuro que tras una floritura los volvió a dejar brillantes y corales. Sonrió satisfecha era hora de presentarse.

     

    -Buenos días, mi nombre es Ariadne Haughton Ravenclaw- sonrió mientras pronunciaba orgullosa su nombre. –Vivo en los castillos Haughton y Ravenclaw, y bueno debo reconocer que después de Atlantis, no me gustan mucho los lugares paradisíacos… pero de igual forma sé adaptarme a todas las situaciones, no le temo a nada- su voz aterciopelada y suave llamó la atención de todos los presentes.

     

    -Espero que sea una clase entretenida, y bueno que sea de su agrado tenerme como alumna- mostró sus brillantes y blancos dientes mientras sonreía de forma coqueta, como ella era. -Por cierto, a pesar del barro, adoro las serpientes, por lo que me está agradando un poco más el lugar- finalizó al ver uno que otro ejemplar por el lugar, y ciertas miradas de terror en sus compañeros. Aquello se tonaría entretenido.

     

    OFF:

     

    Hola! me demore un poquito, tiendo a contestar rápido, pero los deberes muggles me llaman (?) mi personaje, como lo habrán notado es Ariadne, tambien llamada Ari por lo que la quieren (?), y costal de plumas por su RavenFamilia (apodo nacido por su desagrado con las plumas plumosas, y el olor a posho (?)), es banshee, con tendencias hacia el bando oscuro, bastante manipuladora y lo que menos tiene es ternura :rolleyes:, es mala (?), pasó generales con un extraordinario ohsi, y es la mejor de todas (?) okya no... quien la controla es muy tierna (?) jajaja, bueno mi nombre es Verena, tengo 18 años, soy chilena ^_^ y voy en ultimo año de colegio, el otro entró a la universidad y me gustaria estudiar medicina (?) o algo así con la salud... Amo escribir, leer, amo HP desde que salio la primera pelicula cuando tenia 5 años y luego con algunos años mas comenze a leer los libros, llegue aca por una amiga que estuvo hace algunos años y como tengo tiempo, hago algo que me agrada, ok creo que me inspire (XD)

    *deja chocos y galletas para todos*

  7. Hola :rolleyes: Bueno vengo a solicitar los primeros cambios en mi ficha, son bastantes, especifique unas cosas con color, es para seguir con el patrón de mi ficha... ahora tengo una pregunta, sé que los cambios son una vez al mes, pero postule a un trabajo, por lo que dentro de estos días dirán quienes fueron aceptados, por lo que ¿Ese cambio puedo hacerlo o tengo que esperar un mes de todas formas?

    Muchas gracias de antemano a quien realice el trabajo :lol:

     

    EDITO: Es que tengo otra duda, el cambio en mi Bóveda, por mi cambio de familia, ¿donde debo solicitarlo?

     

     

    Nombre del personaje: Ariadne Haughton Ravenclaw

     

    *Familia 1: Haughton

    *Familia 2: Ravenclaw

     

    Padres sanguíneos: Mary Anne Haughton

     

    Padres adoptivos: Franko Lovegood & Romina Michelle Black

     

    - Aspecto Físico:

     

    La Banshee posee un largo y ondulado cabello castaño avellana, que cuando se enfurece se torna de un tono negro azabache brillante, sus ojos son azules como el cielo, penetrantes y muy demostrativos, es alta y delgada, de facciones finas y duras, piel pálida como el mármol, y labios carnosos y rojos, su andar en suave, pareciera que volase, sus gestos son naturales y espontáneos, es seria, a menos que este en confianza, su apariencia física es impresionante tanto para hombres como mujeres, por lo que enamora tan solo con su andar. Su belleza es digna de una diosa, cuando más enamora, es cuando está enojada o molesta, ya que sus ojos se vuelven de un verde esmeralda, que contrasta con su negro cabello y su piel pálida.

     

    - Cualidades Psicológicas:

     

    Es una banshee, por lo que por naturaleza es manipuladora, ágil y capaz de ambientarse en cualquier situación, no hay muchas situaciones que la superen, siempre tiene todo controlado, le encanta tener el control. Es una mujer fría, vengativa y caprichosa cuando la situación lo amerita, es valiente y vivaz, en el fondo de su corazón es dulce y tiene ternura, la cual le cuesta demostrar y generalmente no lo hace, a menos claro, que quiera conseguir algo. Su llanto puede ser mortal y cuando se enoja, los cercanos corren peligro, su temperamento es alto, aun que cuesta sacarla por completo de sus casillas, es sensata y sobre todo inteligente, una mujer culta que ama leer, es respetuosa con quien se lo merece, no tiende a confiar en los demás, ha aprendido mucho de la vida en su corta edad, es independiente y se vale por sí misma.

     

    -Historia:

     

    Ariadne Haughton Ravenclaw nació en el condado de Yorkshire, al norte del Reino Unido, específicamente en su capital, el lejano y húmedo pueblo de York. Durante el embarazo de su madre, Mary Anne Haughton, está fue amenazada por una sirena, diciéndole que al momento de nacer su pequeña hija, seria asesinada. Todo recaía en el padre del bebé, de quien la sirena llamada Irina, estaba profundamente enamorada, llegando a ser su obsesión y de quien Mery quedó embarazada.

     

    Con el temor propio de una madre, la vampira escapa de su natal Londres, y se dirige al lejano pueblo de York; un 24 de agosto de 1994 y con tal solo 15 años de edad, Mery Haughton da a luz a una pequeña bebé con enormes ojos azules, que de inmediato le robó el corazón. Sin embargo la joven bruja de rojos cabellos sabía que su bebé aun corría peligro, que no era seguro dejarla con muggles, tampoco la dejaría en un orfanato, pero no podía llevársela consigo. Tras dos meses, la vampira tenia la decisión; volvería a Londres y dejaría a la pequeña dentro de su mismo mundo, dejaría que se criase con la magia, con lo que era.

     

    Emprendió rumbo de regreso a Londres, envolvió a su bebé en muchas mantas, mas parecía un bulto, cosa que no llamaba la atención. En medio de la noche, la chica llegó al pueblo mágico de Ottery Saint Catchpole, donde ella misma residía. Lejos de su hogar vio un enorme castillo blanco, no conocía a nadie de ahí y en esos momentos, no conocer a nadie era lo esencial. Dejo el pequeño bulto en las enormes rejas blancas de aquel lugar, se estrujo las lagrimas y miró a su pequeña hija.

     

    -Te prometo que nos volveremos a encontrar…cuando ya no corras peligro- le dijo mientras besaba su frente.

     

    Se puso de pie y se marchó, trataría de vigilar a la niña a la distancia, con cautela, sin que nadie lo supiera, si quería que su hija sobreviviese necesitaba mantenerse lo más alejada de ella, por al menos, algunos años.

     

    Al día siguiente, dos jóvenes muchachos emprendían rumbo fuera de su hogar, el castillo Ravenclaw. Los primos conversaban alegremente, cuando divisaron un pequeño canasto que yacía inmóvil en la entrada principal de su hogar. Ambos se miraron por uno o dos segundos y comenzaron una carrera hacia aquel bulto. Llegaron en forma simultánea, retomaron el aire y justo antes de ver de qué se trataba aquel bulto, prometieron que sea lo que sea lo compartirían. Grande fue su sorpresa al ver que aquello escondido en la canasta era nada más y nada menos que un bebé.

     

    El asombro de ambos fue enorme, pero la promesa está hecha, adoptarían a la criaturita, desde ese instante eran sus padres, eran lo único que la pequeña niña tenía. La llevaron adentro y con algo de temor se lo comunicaron al resto de los Ravenclaw, la bebé fue aceptada por todos y pronto aquella tierna bebé de grandes ojos azules y enroscados cabellos castaños se convirtió en una niña.

     

    A la edad de once años, la esperada carta de Hogwarts llegó hasta el castillo. Una ansiosa y feliz Ariadne partió rumbo, ese mismo año, al que sería su antro de estudio por los siguientes siete años. Una vez ingresada fue acogida, claramente, por la casa de Ravenclaw, y por cierto, la pequeña niña destacaba por su enorme inteligencia y sensatez, también por una que otra travesura, por ser estudiosa y la predilecta de sus profesores, llegando a convertirse en prefecta durante su último año de estadía en la escuela. Ahí aprendió muchísimo, en especial sobre ella misma, sobre la banshee que llevaba en su interior.

     

    Una vez finalizado el curso, la joven de ya diecisiete años, se compró una bella mochila de mezclilla en tonos azulados y la hechizó, guardo casi su cuarto completo y tras dejar una pequeña nota a Franco y Romina, sus padres se marcharon. Necesitaba libertad, necesitaba explotar a la banshee que era, conocerla y descubrir sus límites, si es que estos existían, recorrió todo el mundo, no solo cumpliendo su más anhelado sueño, sino llenándose de magia y de vida en cada lugar que visitaba.

     

    Aun no pensaba volver a su natal Inglaterra, cuando aterrizó en el hermoso país de Irlanda, ahí en un bar mágico conoció a una peculiar bruja, su cabello rojo, sus orbes grisáceos y su pálida piel llamaron la atención de la bruja. Se acerco a esta chica y amablemente se presentó, si había aprendido algo era a sociabilizar y sobre todo a manipular a las personas, eso ya no le era un tema complicado. Nació una linda amistad, pero pronto ambas descubrieron que no solo las unía el vinculo de amistad, sino que era algo más fuerte.

     

    Sentadas en el mismo bar donde se conocieron, o más bien reencontraron, ambas brujas conversaban algo melancólicas de la vida. Por un lado la vampira sostenía un vaso de vodka, mientras la banshee una copa de un whisky doble con hielo. La conversación se extendió por horas, y fue ahí cuando Ariadne se enteró que esa mujer era su madre biológica, aquella que le había dado la vida, aunque para ella solo Romina había sido su madre; está decidida, conocería a esta mujer.

     

    Lo primero que Mery le contó a su hija, fue el incidente con Irina, la sirena, lo que llenó de odio y sed de venganza a la banshee, quien empuño su varita y decidida iría a buscar a la criatura para asesinarla, claramente su madre la detuvo. Aquello no valía la pena, no habían sabido nada mas de ella, ni de su padre, aquel amorío había sido olvidado, parte de pasado, ahora lo único que importaba era su reencuentro.

     

    Ambas volvieron radiantes a Londres, Mary presentó oficialmente a su hija a todos sus parientes, claro que no les gustaba la idea de descendencia múltiple, pero aceptaron y acogieron a la chica, quien llevaba en sus venas la misma sangre que corría por la de ellos. Ariadne se integró a la que era su familia sanguínea y comenzó a conocerlos, la relación con su madre, era mas de amistad que de madre e hija.

     

    Por otro lado volvió a su hogar, al que de niña le había dado techo y entre sollozos se disculpó con sus padres, regresó en ese mismo instante al castillo, pero ahora teniendo dos hogares, dos lugares donde se sentía igualmente a gusto, cómoda y en plenitud, todo tomaba su rumbo, la chica ya cumplía dieciocho años y era momento de agregarle un poco mas de firmeza y sensatez a su vida.

     

    Fue así como se inscribió en la Academia de Magia y Hechicería, donde actualmente cursa generales, claro, con las excelentes clasificaciones propias de una Haughton Ravenclaw, conseguirá trabajo, su meta es clara, y llegará a ella cueste lo que le cueste, muy fiel a su estilo.

     

    *Elfo 1: Clara - Es pequeña, no supera el 1.20 de estatura, fue herencia de una querida amiga francesa. Tiene unos enormes ojos verdes brillantes, rasgos finos, incluso para ser una elfina, es amable y cariñosa, siempre fiel a su ama, es la única que soporta toda clase de cambio de humor brusco en la bruja, su voz es chillona y muy aguda.

     

    Licencias, Tasas, Registros:

     

    -Registro de elfina Clara: Obtenida

    -Registro de raza: Obtenida

     

    -Otros datos:

     

    *Cuando se enoja su cabello se torna de un negro azabache totalmente liso y sus ojos de un verde esmeralda con un brillo propio de un cristal.

    *No es de relaciones amorosas extremadamente largas.

    *Su Patronus es una enorme y bella mariposa.

    *Bisnieta de Evarela Black.

     

    Bóveda personal: Bóveda de Ariadne

    Bóveda Familia 2: Bóveda n°79397

  8. Comenzaban a llegar, poco a poco el resto del grupo, que al parecer se había perdido dentro del inmenso bosque, la bruja resoplaba algo aburrida, aquello era tedioso y esperar no era su principal cualidad. Una vez que estaban todos reunidos; o al menos Ariadne creyó que eran todos, nunca había prestado mayor atención a sus compañeros, buscó con la mirada a los encargados de llevarlos hasta ese lugar, sus profesores, de los cuales no había rastro.

     

    -Tal vez Pik quedo enredado en un árbol y Chloe lo ayuda, o quizás fue demasiado barro para él y colapsó- fue casi como un susurró para sí misma, aun que seguramente, algunos de los más cercanos habían oído.

     

    Algo había en ese mago, no sabía si era bueno o malo, pero sí sabía, claramente como descubrirlo. Sus pensamientos fueron abruptamente interrumpidos, un enorme tigre y un gran oso aparecían en la escena, siguiendo a dos compañeras de la bruja; está rió al ver las reacciones de sus colegas.

     

    Caminó unos cuantos metros en dirección a una laguna que allí se hallaba, durante su cortó camino aprovecho de estirar su cuello; el azul del mar la tranquilizaba. Se disponía a tomar asiento sobre el césped, pero antes de llevar a cabo su acción, una pequeña criaturita de ojos verdes apareció en las cercanías.

     

    -¿Y tú, quien eres?- preguntó con algo de recelo, mientras miraba a la pequeña elfina.

     

    -Mi nombre es Claire, soy la elfina de la ama Chloe Oldman, ¿Desea usted que Claire la ayude en algo?- preguntó con una chillona voz.

     

    -No- su respuesta fue seca, dejando algo impresionada a la elfina, al parecer no estaba acostumbrada a ser tratada así, la bruja con algo de culpa, muy mínima por cierto, casi imperceptible se retractó.

     

    –No, gracias, no necesito ayuda… aunque si…- dijo embozando una maligna sonrisa. –Deseo que vayas donde tu ama, junto a ella debe estar un mago, bastante elegante y serio, presumido y egocéntrico, bueno, eso no interesa, lo que si importa es que tomes esto y se lo metas en sus pantalones, haber si se entretiene un rato- le dijo a la elfina mientras tomaba un pequeño cangrejo que se encontraba en la orilla de la laguna.

     

    Tras un pequeño “crash” la criatura desapareció ante sus ojos, llevándose consigo al pequeño cangrejo, la chica comenzaba a expandir aquella sonrisa a una risa articulada, cuando de pronto una extraña figura apareció en el lago, junto a ella. Su largo y blanco cabello, sus ojos azules, su vestuario y su blanca piel, eran totalmente reconocibles; la castaña enfureció. Sus orbes azules se volvieron a tornar de un verde esmeralda, y su cabello comenzaba a tornarse de un tono más oscuro.

     

    -Lindos tacones- dijo la princesa.

     

    -¿Lindos?- preguntó burlesca la chica. –Hermosos querida, Chanel, genuinos- dijo mientras cargaba su peso hacia el lado izquierdo de su cuerpo y ponía su mano derecha sobre su cintura.

     

    -Pero claro, tú no sabes nada de esto…- dijo con una mirada irónicamente triste. –Vives en un mundo alejado de todo, sin tiendas, sin fiestas, sin diferentes civilizaciones, llena de bosques, barro y agua, y sobre todo lejos de los hermosos tacones… y aun que estuvieses cerca de que servirían si en vez de tener unas hermosas y firmes piernas como las mías tienes… escamas- dijo arqueando ambas cejar. Giró sobre su propio eje; hablar con aquella criatura, no era necesario, ya se había desahogado, ahora se sentía mejor.

     

    Justo cuando giró completamente, la figura de aquella sirena volvió a aparecer ante ella, con una sonrisa burlesca, llena de gracia y vida. La Haughton tomó su varita, la acarició y la paseo por sus dedos, fijó su mirada en los azules ojos de la sirena, y notó que algo andaba mal con ella. Sin embargo, no articuló palabra alguna. Era hora de jugar.

     

    -¿Sabes?- dijo bastante seria. –Te podría matar en un abrir y cerrar de ojos, pero no lo haré- dijo riéndose levemente.

     

    Justo entonces la sirena, cambio su mirada, se volvió de un negro aceituna, y se lanzó sobre la bruja, mostrando sus garras y sus enormes colmillos. La aprendiz se quedó inmóvil, tomó su varita apuntando a sirena, con un rápido movimiento cambio la dirección de su rayo, hacia los arboles que se encontraban a su izquierda.

     

    -Confringo- pronunció, mientras un rayo escapaba de su varita y destruía una porción de aquellos arboles.

     

    La sirena quedo estupefacta, no sabía qué hacer, su mirada volvió a ser de un azul marino, ya no se veía maldad en sus orbes, más bien mostraba confusión. Tras unos segundos se acercó lentamente a la chica, amenazándola con sus garras, posándolas justo sobre la garganta de la bruja, esta rió por unos minutos, una vez que logró calmarse a sí misma, articuló.

     

    -¿Sabes que odio a las sirenas?- le preguntó mientras la miraba fijamente a los ojos. –Cuando yo era niña una de ellas me atacó, a mí y mis padres, separándome de ellos- continuó con calma, pronunciando lentamente cada letra de su frase. –Pero había algo en aquella sirena, algo que en ti no hay- sonrió, mientras la criatura se alejaba de ella, prestándole una atención total a la bruja, totalmente anonadada por los encantos de la banshee.

     

    -Ella…- dijo lentamente mientras se acercaba, ahora Ariadne a la sirena. –No era capaz, de caer ante mis… cualidades- finalizó apuntando con su varita a la criatura.

     

    -Oppugno – susurró, los ojos de la sirena giraron durante un segundo, luego miro a ambos lados, Ariadne solo sonreía, con un pequeño chasquido la sirena desapareció.

     

    La castaña subió la vista, en lo más alto de la colina se encontraban ambos profesores, acompañados de dos brujas mas, a quienes la chica reconoció como sus compañeras, emprendió camino tranquilo, mientras su cabello flameaba al compás del viento, en su rostro se dibujaba una hermosa sonrisa que dejaba ver en detalle cada uno de sus perfectos dientes, sus orbes, nuevamente de un azul intenso, se llenaban de luz y seducción, manteniéndose fijos sobre el único hombre que se hallaba en lo alto de la cumbre.

     

    “Todo esto fue obra de Pik” pensó la chica, claramente Chloe era demasiado buena para aquello, e incluso había mandado a su elfina a ayudarlos, todo concordaba, Pik era quien había hecho todo. Antes de acercarse al pequeño grupo, la bruja miró a sus demás compañeros, estos se veían algo abrumados con el pequeño y generoso regalo de despedida que su profesor les había hecho. Finalmente la Haughton Ravenclaw se acercó al grupo, miro a las tres chicas y les dedicó una sonrisa.

     

    La figura de la sirena nuevamente apareció, ahora se encontraba frente al mago Macnair; lo miraba fijamente, sin embargo, la mirada de la sirena era vacía, confundida, sin la vida y el resplandor que había tenido cuando se enfrentó a la banshee.Esperaba una respuesta o tal vez una señal, lo único que llegó hasta ella fue una pequeña ráfaga de viento,la que se llevó a la sirena y solo dejó una pequeña y blanquecina piedra.

     

    -Necesitaras mucho más que una pequeña roca para asustarme- le susurró en el oído a Pik, mientras este se estremecía. –Tal vez algún día descubras mis verdaderos miedos… aunque es poco probable- su voz era seductora, su rostro estaba iluminado, su belleza única se hacia presente más que nunca.

     

    -De todas formas profesor, debo decirle que hizo un buen trabajo- acortó la distancia entre ambos, acarició la mejilla del mago, quien seguía inmóvil y con sus carnosos y rojos labios besó la comisura de la boca del Macnair.

     

    -¿Te gusta el color coral y los cangrejos? – le preguntó, mientras volvía a tomar distancia. –A mi también- respondió sin esperar que el hombre hablase, a su vez bajó su mirada a sus tacones, dobló levemente su rodilla derecha permitiéndose así, mover sexymente el pie, sus manos se posaron tras su espalda, volvió a subir su mirada, ahora era con un toque de inocencia.

     

    Fijó sus almendrados orbes azules en el Macnair, arcó una ceja y le sonrió, alejándose de su posición, se acercó a Chloe y las chicas, volviendo a mirar a sus compañeros, quizás el momento de ayudarlos se acercaba, pero primero seria entretenido mirar, claramente reiría con los intentos de sobre vivencia de sus compañeros, pero en fin por el momento había sido la única que no hizo correr sangre sobre le verde prado. “Te estás volviendo mala Ariadne, ya te pareces a tu bisabuela Evarela” susurró una vocecilla en su mente, la bruja simplemente rió, movió su cabeza de lado a lado un par de veces, borrando aquella voz.

     

    OFF:

    Está clase fue mas que un gusto! aprendí muchisimo y eso se agradece, gracias Chloe, gracias Pik, terminó con el rol mas largo que he hecho en mi vida, 3 hojas de word, lo siento si se les hace pesado leerlo, pero deje correr mi imaginación... Pik quiero mis galletas :rolleyes: y que tienes con mis sexys tacones coral? jajaja *deja chocos para todos, le quita la caja de galletas a Pik y se va*

     

    *Edite porque olvide presionar enter entre dos párrafos, lo siento, lo siento, lo siento :sad:

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  9. Papi *corre y se lanza sobre él* pues claro que te apoyaré, aun no entiendo mucho esto, pero comenzaré a informarme justo en este preciso instante xDD debes llevar la copa después, sin presiones jajaja, dos lineas, para que no queden las dudas seguire escribiendo, bueno eso es por ahora :rolleyes:

     

    Suerte! Saludos y ya sabes tienes que ganar! >_>

     

    *Ya puse el blinkie en mi firma soy la mejor hijosa!

  10. La mirada de la Haughton se perdía con las maravillas de aquel lugar, si bien, ella estaba acostumbrada a los lujos, esté palacio los superaba con creces. Las paredes blancas, resplandecientes y totalmente pulcras, cegaban a los visitantes. Este mismo brillo se mezclaba, a su vez con los pequeños reflejos dorados de cada adorno, manilla, y cualquier pequeña pieza que se encontrase en el lugar, según Ariadne todos estos pequeños resplandecientes adornos eran claramente del más puro oro.

     

    -Demasiado blanco para mí...- susurró la chica mientras seguía al grupo casi en última ubicación, aquel viaje ya le estaba aburriendo. Si bien todo era maravilloso, espléndido, la enorme cantidad de luz no le agradaba en lo mas mínimo, sus ojos se habían vuelto de un azul intenso, seguramente por los azules que rodeaban el lugar, esto la cegaba y le daba un pequeño dolor de cabeza; molesto dolor de cabeza.

     

    Tras un largo recorrido por todos aquellos interminables y blancos pasillos, arribaron al salón, seguramente, mas importante del castillo; el salón donde estaba el trono. El rey, con su caminar seguro y un poderío inigualable, al compás del flameó de su roja capa, que contrastaba en absoluto con todo el pacífico lugar, tomó asiento apoyando la diestra sobre su poderoso tridente. Por la visita, el rey le otorgó una joya a cada uno de los visitantes, un hermoso collar con un solo cristal en blanco, que invitó a los visitantes a colgarse en el cuello.

     

    La bruja con cierto receló siguió la orden, tras puesto el cristal este se tornó de un turquesa inigualable, que se reflejaba en los ojos de la hermosa chica. A su vez el rey les dirigió unas palabras, explicando, sin muchos detalles, de que se trataba aquel hermoso instrumento que había dado a cada uno de los presentes, a su fin y tras un pequeño movimiento de su propio cristal una enorme bola de agua subió desde el suelo, dejando al descubierto una extraña cueva, con una chica de hermoso cabello blanco y ojos azules, esperaba que todos los visitantes descendieran y la acompañasen en un nuevo recorrido.

     

    Ariadne tomó el cristal en su mano y avanzó unos cuantos pasos, mientras notaba como aquella chica no le daba la confianza necesaria, algo tenía que a la bruja no le agradaba. Su mirada se intensifico y los ojos azules de la banshee se tornaron, de repente, de un azul intenso y puro.

     

    Todos siguieron el rumbo que les indicaba la princesa, si bien la Haughton había apurado un poco su paso, este nuevamente se le había dificultado. “Malditos tacones” pensó, mientras se llenaban de esa sustancia viscosa que había encontrado en la cueva a su llegada. Sin más decidió quitárselos, ya daba lo mismo, era una distracción más, completamente innecesaria. El lugar estaba oscuro, pero aun así, ningún mago había sacado su varita para iluminar el lugar; la luz de los cristales bastaba. Todo se mantenía en completo silencio.

     

    La princesa de pronto se volteó, quedando frente al grupo, su mirada brillaba junto a los cristales y se intensificaba, principalmente cuando chocaba con la de la banshee. –No los he traído acá por mera curiosidad- dijo con una voz suave y aterciopelada, totalmente femenina. –Este lugar es especial, quizás, el más maravilloso del reino entero, pero claro… no es para temerarios- terminó con una sonrisa algo maligna en su rostro. A su vez Ariadne sonrió, aquello comenzaba a ponerse entretenido, esa chica tenía algo especial, algo que la banshee debía descubrir.

     

    Tras unos pasos más, todos salieron de la cueva, dando paso un enorme y hermoso jardín, con un prado verde vivaz y en su centro un frondoso bosque, rodeado de pequeñas lagunas que se conectaban entre sí; dando paso a un enorme océano, de él, grandes delfines revoloteaban en el agua, con sus saltos y pequeños cantos, junto a otras criaturas, la chica no reconoció muchas, al parecer la mayoría eran mágicas y propias del lugar, el grupo comenzó a dispersarse, pero antes de perder contacto la princesa volvió a dirigirse a los presentes.

     

    -Bienvenidos al jardín de Atlantis, acá todo tipo de criaturas existe, deben tener cuidado, pero pueden recorrer el lugar a su antojo, les daré la libertad de hacerlo, así cada uno descubrirá sus propias sensaciones- dijo mientras volvía a sonreír. Ariadne dejo sus zapatos sobre el césped y con cautela, muy pensativa comenzó lentamente a recorrer el lugar. Esto era muy extraño, como dejaban que recorrieran ese lugar, solos, varios de sus compañeros no se veían muy seguros y a su juicio bastante torpes, pero la banshee no se preocupaba, sabía cuidarse sola, incluso cuando las situaciones se ponen difíciles.

     

    Las ramas debían ser corridas para abrir paso a aquel lugar, la chica no pudo evitar reír al imaginarse a su profesor recorriendo aquel lugar, con su semblante tan elegante, seguramente aquello no era esperado por ninguno de los recién llegados. Ariadne caminaba ágil y rápido sin detenerse mucho, sentía libertad y una necesidad expresa de encontrar a la chica de blancos cabellos. Debía mantener la compostura, era invitada en aquel reino desconocido. De pronto unas vocecillas resonaron en las cercanías de donde se hallaba la bruja, las voces agudas llamaron la atención de la chica; se escondió tras unos árboles y comenzó a poner atención a aquella conversación.

     

    -Ajá- dijo con un pequeño susurro, al reconocer la voz de la hija del rey, su pelo se torno de un negro azabache y sus ojos de un verde profundo, tanteó su bolsillo, la dura varita aguardaba ahí, esperando ser tomada por la chica; sin embargo, esta sabía que no debía hacerlo, respiró profundamente echándose a correr. –Respira Ariadne, has estado en situaciones peores, tan solo ten control- se dijo a sí misma, evitando gritar, sus gritos eran capaces de matar a quien los oyese, por lo que era mejor respirar, al fin y al cabo aquella chica no tenía la culpa de su completa enemistad con las sirenas.

     

    Llego nuevamente al comienzo de aquel bosque, ahora solo quería salir de ahí, aun estaba enojada, se dejo caer sobre el pasto, su cabello seguía de un negro brillante, lo soltó y dejó que flameara con el viento, aquello seria notado por el grupo, aun le faltaba aprender a controlar todos los sentimientos de su alrededor, necesitaba aprender a manejarse a sí misma, tan bien como manejaba a los demás. –Es solo tiempo, nada más- se volvió a decir mientras embozaba una sonrisa y se ponía de pie, volviendo a calzarse sus tacones coral; ahora solo debía esperar que sus compañeros y profesores terminasen de recorrer aquel lugar.

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  11. La clase continuaba de lo más tranquila, la bruja no prestaba demasiada atención al resto de sus compañeros que se presentaban, ni a las miradas de sus profesores, aquel lugar magnifico se llevaba toda su atención. Superaba cualquier magia vista por la bruja, era realmente esplendido, algo que sin lugar a dudas jamás borraría de su mente.

     

    El sonido del mar y de las cataratas, formaban un ambiente relajante, tranquilizador, que no solo embobinaba a la Haughton, sino que también a la mayoría de los presentes. Este mismo sonido se mezcló abruptamente con la voz, ya algo más conocida, de su profesora. Chloe dio ahí un importante aviso, aquella visita no era solo turística, sino que todos eran esperados por el amo y señor de la famosa cuidad perdida.

     

    Ariadne de inmediato entró en una especie de pánico, pre-presentación ante el rey, por lo que no terminó de oír a su profesora, sino que volteó suavemente sobre su mismo eje, sacó su varita de avellano, clara como la arena y tras un pequeño susurro y una elegante floritura, sus ropas quedaron totalmente limpias, sus tacones coral ya no tenían rastro de aquella viscosa sustancia, ahora sí, estaba perfecta para conocer al emperador de aquel precioso lugar.

     

    Justo cuando volvió a mirar hacia sus profesores, unos grandes peces grisáceos descendían desde el cielo azul brillante. Soltó un gritito de temor, al ver a las enormes criaturas. Claro como no había tomado atención, le costó entender de que aquellos preciosos peces, eran vehículos, que los llevarían a su encuentro con el rey. La banshee se quedo inmóvil, esperando a que alguien diese el primer paso, nadie lo hizo, pero un extraño hombrecillo descendió de uno de estos vehículos.

     

    De inmediato cayó en la cuenta de que aquel hombrecito era el comandante del rey, y por ende venía en su búsqueda. Invitó a que todos subieran a su correspondiente vehículo, la castaña, por su parte, espero que sus profesores tomasen asiento y sin mirar el actuar de sus compañeros recibió la mano de quien, seguramente, comandaría su vuelo, subiéndose así a aquel extraño vehículo, pulcro, mágico, mejor que cualquier escoba, según la chica.

     

    Sus compañeros demoraron en subir, al parecer de Ariadne, algunos de ellos tenían cierto temor en sus ojos, a lo que la chica solo se encogió de hombros, está era una aventura y ella amaba las aventuras. Al cabo de algunos segundo el vuelvo emprendió rumbo, elevándose en los aires de Atlantis.

     

    -Wow- dijo la chica, mientras clavaba su mirada en el infinito mar índigo, el cual sobrevolaba, aquello era impresionante, pacifico, hermoso. A la distancia se observaba un increíble castillo con extrañas formas, y de la misma piedra blanca y pulcra con la que estaba hecho el puente. Un hermoso prado verde se veía a su costado, la chica recordó su infancia, cuando tomaba la escoba de su abuela y emprendía vuelo por los alrededores del castillo Haughton, aun que claro, su hogar tiene un aspecto, algo más… tenebroso.

     

    Las cascadas que adornaban el lugar, se habían multiplicado en las cercanías del castillo del rey, cascadas que simplemente habían enamorado a Ariadne. Su choque con el mar producían unas pequeñas gotas, mágicamente elevadas y que al tocar la piel de la bruja, la impregno de un exquisito aroma a mar.

     

    Una vez que el vehículo descendió, su guía volvió a tenderle la mano, para así ayudarla a bajar. La chica aceptó embozando una sonrisa y articulando un leve –Gracias- la mirada de aquel hombre de un azul puro y penetrante, bajó, a lo que la chica entendió como un “De Nada”. Contenta de ver desde cerca todo aquel lugar, caminó unos pasos embobada por cada pequeñez que ahí se encontraba, su observación fue detenida por un hombre algo robusto y con una voz firme pero aterciopelada, que les daba la bienvenida a los visitantes.

     

    De inmediato la banshee supo de quien se trataba, su brillante corana resplandecía con el brillo proveniente del azul cielo, pequeños rubíes, resaltaban por su rojo intenso, dentro de todo ese mundo en blanco, azul y verde. No había duda, aquel hombre de avanzada edad era el rey de Atlantis. Ariadne se sintió algo culpable al no recordar su nombre. “Debes prestar más atención” aquellas palabras resonaron en su mente, provocándole una furtiva sonrisa, mientras seguía el caminar de aquel hombre, junto a su grupo de acompañantes.

     

    OFF: Gracias Pik por los consejos, traté de seguirlos, pero creo que mi problema es el word, no son las mismas cantidad de lineas cuando se postea :unsure: pero verificaré eso ahora y sino edito :P bueno que mas, todo queda entre familia jajaja ^_^

  12. -Ama, ama, ama…- La chillona voz de la pequeña criaturita despertó de su placido sueño a la banshee. –Arg, ¿Qué sucede Clara?- preguntó de mal humor la bruja. –Ha llegado una lechuza de la academia amita- Respondió feliz la pequeña y fiel elfina de Ariadne.

     

    La bruja se levanto rápidamente dejando atrás toda pizca de sueño que invadía su cuerpo, aquello era lo que esperaba, hacia unos días había mandado una solicitud para integrarse al curso, y según aquella lechuza había sido aceptada, estaba simplemente dichosa, este sería un día especial.

     

    Clara se dedico a ordenar el desorden que producía la castaña buscando su vestuario, debía ser algo especial, no tan sexy ni provocativo, pero tampoco inocente, algo que la representase. Finalmente se decidió por unos vaqueros ajustados en tono azul oscuro y una remera bastante amplia en tono coral, en el mismo color de sus altos tacones, acostumbrada a usar.

     

    Se veía bastante cómoda, pero aun muy informal, por lo que decidió ponerse encima una hermosa capa de terciopelo color negro y hacerse una coleta, dejando su pelo totalmente liso, ahora si estaba perfecta. Rápidamente bajo al vestíbulo de la mansión Haughton, su hogar, se despidió de su elfina y tomo rumbo a la academia de magia y hechicería.

     

    Las enormes puertas color arena le abrieron paso al notar su presencia, en el interior un iluminado salón daba la bienvenida a los invitados, pero para sorpresa de la bruja se encontraba totalmente vacío. “Pero si salí tarde del castillo” pensó la chica, recordando que se había demorado mucho eligiendo su vestuario.

     

    Caminó curiosa por el lugar, principalmente le llamaba la atención un hermoso cristal que yacía tranquilo sobre una de las mesas, tenía un bello tono turquesa que invitaba a tocarlo. Sumida en la curiosidad la chica de pelo bronce lo tocó.

     

    Enseguida sintió como su propio cuerpo se deformaba, sentía que daba vueltas, se achicaba o agrandaba, hasta que aterrizó en un curioso lugar, antes de prestarle más atención refunfuño enojada. –Nadie dijo nada de un tras…lador- termino la frase consumida por el asombro de no saber donde estaba.

     

    Tomo su varita y tras una elegante floritura iluminó el lugar, este estaba vacío, no había rastro de personas, solo unas huellas, dentro de lo que parecía una cueva. Ariadne las siguió, seguramente era una de las últimas en llegar, así que ese debía ser el camino.

     

    Su pequeña pesadilla no terminaba ahí. -¿Tacones? Ariadne no sé en qué pensabas querida- Se dijo a sí misma, enojada tras sus continuos tropezones, sus tacones estaban manchados con una sustancia viscosa, algo así como el barro que incluso salpicada a su vaquero, suspiro algo vencida por la situación y continuo su camino.

     

    Al salir de aquel oscuro y húmedo lugar, quedo totalmente atónita al ver donde se encontraba. Había oído de él, pero nunca lo había visitado, ni si quiera sabía que realmente existía, pero era magnifico, las cascadas adornaban una enorme estatua del rey, sentado en su trono con el característico tridente entre sus manos.

     

    Tras unos minutos observando la grandeza del lugar, la Haughton notó que a unos pasos de ella, sobre un hermoso puente de piedra pulida en tono blanco, se encontraban unas cuentas personas, y escuchó el discurso final del que sería su profesor, bastante elegante y muy serio según la bruja, mientras que su acompañante lucia mas cariñosa y simpática, las palabras de ambos confirmaron la teoría de la chica.

     

    Al final ambos magos habían invitado a sus nuevos alumnos a presentarse, Ariadne tras escuchar a algunos de sus compañeros, decidió que era hora de hablar. – Hola a todos, profesores, compañeros, mi nombre es Ariadne Haughton, pertenezco a la familia Haughton claro, mi madre es Mery y mi padre… bueno mi padre no tiene importancia- tomo un respiro tras recordar la ausente figura de su papá durante su vida.

     

    -También fui adoptada por los Marshbone Lóriyen, Neos y Juve me aceptaron como hija, por lo que también estoy muy feliz, trabajo por ahora no tengo, pero ya lo he solicitado, no puedo estar sin hacer nada por mucho tiempo, soy hiperactiva…-soltó una pequeña risita. – Estoy contenta de iniciar esté curso, aunque reconozco que el estudio no es lo mío, pero hago mi mayor esfuerzo- “supongo” pensó la chica.

     

    -Y bueno creo que eso es todo lo que quieren saber, no quiero aburrirlos, tiendo a hablar demasiado, pero bueno, mejor me callo- término de mover sus manos en forma histriónica, como cada vez que hablaba, la mirada atenta y silenciosa de los presentes la cohibió un poco, pero nada era terrible para la banshee de los Haughton.

     

    Off: Bueno ahora presentaré a la muggle detrás de Ariadne, mi nombre es Verena, soy 100% chilena :rolleyes: tengo 18 añitos :perv: y estudio, voy en el último año de colegio y ya el próximo entro a la universidad, y quiero estudiar ingeneria en bioquímica, amo leer y escribir, sobre todo roles, crecí prácticamente con harry potter así que eso, espero pasarlo genial, acá aprender harto y sobre todo divertirme, hasta ahora le he pasado genial jajaja, gracias Chloe por dejar integrarme, la verdad es que pensé que no se podía, pero preguntando no se pierde nada, jajaj en recompensa por aceptarme a ambos les prometo ser la mejor alumna *le deja muchos chocos*

    Adiosin :rolleyes:

     

    *Edito por pequeños errores ortográficos, para la próxima tendré mas cuidado :rolleyes:

  13. *Corre y se lanza sobre su madre* linda mami tu crees que hago un rol decente? jajaja me ha costado pero observando se aprende, según yo, tampoco quiero hacer spam spamoso asi que debo reconocer que no se que mas poner, listo dos lineas, creo, ahora si lo importante me paso de nuevo ya los tengo aburridos lo sé para decirles que aparte de mi bóveda y ficha que estan arriba tambien note que salen los elfos de cada miembro de la familia, para que cuando me agreguen, agreguen a mi elfina Clara, que andará por la mansión también, ya está aprovada por el departamento de criaturas y todo eso, asi que eso seria *deja muchos chocos y bombones* Adiosinn :rolleyes:

  14. Miraba aquella zona atestada de gente, al parecer no había nadie en la oficina por lo que la ojiazul se disponía a tomar asiento en unas sillas estilo sala de espera de san mungo, antes de llevar a cabo se cometido un chico de pelo rubio llamo su atención con su voz grave dirigiéndose a ella.

     

    Amablemente le explico que la jefa de la oficina no se encontraba pero que él la ayudaría. Invito a la banshee dirigirse hasta un cubículo de caoba brillante, el chico pidió sus documentos inmediatamente la castaña se los cedió, espero ahí unos segundos mientras veía que habían varias personas que entraban y salían del lugar con documentos al igual que los que ella poseía.

     

    Luego de unos momentos el mismo chico de cabellos amarillos salió del cubículo y se acerco hasta donde se encontraba la chica informándole que todo estaba en orden. –Muchas gracias- dijo embozando una enorme sonrisa.

     

    Esto de hacer trámites no le agradaba, pero aquel amable chico había hecho todo el trámite expedito, por lo que la chica se encontraba contenta. –Todo en orden…- finalizo, mas para ella misma.

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  15. -Arg…- refunfuño la bruja al ver aquel lugar tan atestado de gente, y como no si Londres en temporada estival era un verdadero caos lleno de personas con sonrisas en la cara y diversas diversiones y atractivos de aquella cuidad, que aparte de todo estaba bajo una ola de calor insoportable para la Haughton.

     

    Hacía tiempo que no iba hasta aquel lugar. Al pisar el ministerio de magia luego de tantos años pudo concluir con que nada había cambiado, mucha gente caminaba de un lugar a otro sumido completamente en cada uno de sus asuntos, pero claro la bruja no estaba acá para veranear, sino que al igual que todos ellos debía realizar trámites, como ella los llamaba tediosos trámites.

    Sus tacones amarillos distraían al publico que concurría el lugar, por la mente de Ariadne paso un claro – Ok debí cambiármelos- al ver que eran un objeto de atención, para pasar mas desapercibida cosa que no era muy probable se monto la capucha de su túnica negra y camino a paso rápido hasta uno de los elevadores.

     

    -Cuarta Planta Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas- una suave voz, al estilo de azafata le informaba que debía descender de aquel ascensor. Camino por el corredor lleno de gente con diferentes pergaminos, que seguramente eran formularios, en sus manos.

     

    La banshee los imito buscando los indicados y comenzando a llenarlos.

     

    Al paso de unos minutos levanto la vista y vio una gran fila de gente, que se veía tan perdida como ella, por lo que decidió buscar sola el lugar correcto, lo que no fue muy difícil. Al voltear se dio cuenta que justo a continuación de la entrada en el lado derecho se hallaba una oficina con un cartel que citaba “DIVISION DE SERES, DUENDES Y ESPIRITUS”

     

    -Perfecto- dijo la chica y se encamino hasta la puerta tocando suavemente con su mano derecha, mientras que en la izquierda sostenía ambos formularios que debía entregar.

     

    Ficha para el registro de Demonios y Banshees.

     

    • Link a la Ficha Personal: Ficha de Ariadne

     

    • Nombre del registrado: Ariadne Haughton

    • Tipo de espíritu: Banshee

    • Residencia: Castillo Haughton y Mansión Marshbone Lóriyen.

     

    • Características físicas: Alta, delgada, piel extremadamente blanca y pálida, ojos de un azul intenso y cabello color bronce y finamente ondeado, rasgos finos y duros, encandilante a la vista, sus movimientos delicados le dan una sensualidad capaz de anonadar a cualquier hombre.

     

    • ¿Puedes cambiar tu físico de alguna forma? En el momento en que se enoja su ojos se vuelven de un verde esmeralda intenso, con un brillo propio de un cristal, demostrando su enojo e incluso maldad por cada poro, a su vez su cabello se alisa completamente y se torna de un negro azabache que en conjunto con su palidez asusta a cualquiera.

     

    • Características peligrosas: Su capacidad de enamorar a quien se le cruze, sea hombre o mujer, de manejarlos a su antojo, utiliza su belleza con fines para ella.

     

    • Poderes o dones: Abusa de su aspecto físico, y tiene el poder de controlar a los hombres cuando se lo propone.

     

    • Causas que te pueden descontrolar: Que no realicen lo que ella desea, que alguien la ignore y no le tome la atención necesario y sobre todo que dañen a algún ser querido.

     

    Ficha para el Registro de elfos.

     

    • Nombre del elfo: Clara

    Indicar si sirve a un mago/bruja, familia o negocio: Sirve a una bruja.

     

    • En caso de servir a un mago/bruja

    Nombre del mago/bruja: Ariadne Haughton

    Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: 2 meses.

    Nombre de quien lo registra: Ariadne Haughton

     

    • En caso de servir a una familia o negocio.

    Apellido de la familia/nombre del negocio: --

    Tiempo que lleva sirviendo a la misma: --

    Nombre de quien lo registra: --

     

    • Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de la familia para la que sirve el elfo: Ficha de Ariadne

     

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  16. Hola a todos *deja muchos bombones* prometo pasar pronto a la mansión a rolear como la nueva integrante cuando termine con todos los tediosos trámites, vuelvo a pasar por acá porque habían quedado temas pendientes en mi solicitud anterior, asi que ahora vengo para dejar mi bóveda y mi ficha ya que ambas están listas.

    Ficha de Ariadne

    Bóveda de Ariadne

    Ahora si está todo en orden, creo, cualquier cosa me avisan :rolleyes:

  17. 1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Ficha De Ariadne

    2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje: --

    3.- Link del tópico de registro de sus familias:

    *Familia N° 1: Haughton

    *Familia N° 2: Ravenclaw

    4.- Link a las bóvedas de sus familias:

    *Bóveda Familia N° 1: Bóveda n°84511

    *Bóveda Familia N° 2: Bóveda n°79397

     

     

    Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 2140 G

  18.  

     

     

     

    Datos Personales:

    http://i1255.photobucket.com/albums/hh622/ButterflySoulless/98a312b8.jpg

     

    - Nombre del Personaje: Ariadne Haughton Ravenclaw

     

    - Sexo: Femenino.

     

    - Edad: Joven de 18 años nacida el 24 de agosto de 1994.

     

    - Nacionalidad: Británica.

     

    - Familia(s):

     

    * Familia 1: Haughton

    * Familia 2: Ravenclaw

     

    - Padre(s) Sanguíneo: Mary Anne Haughton

     

    - Padre(s) Adoptivos: Franko Lovegood & Romina Michelle Black

     

    - Trabajo: --

     

    - Poderes Mágicos: --

     

    - Rango Social: Aprendiz

     

    - Bando: Neutral

     

    - Rango dentro del Bando: --

     

    - Nivel de Poder Mágico: --

     

    - Puntos de poder en objetos: 20

     

    - Hechizos adicionales: --

     

    - Puntos de poder en criaturas:--

     

    - Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

     

    - Habilidades Mágicas:

     

    * Habilidad 1 --

    * Habilidad 2 --

    * Habilidad 3 --

     

    - Conocimientos Especiales:

     

    * Conocimiento 1 --

    * Conocimiento 2 --

    * Conocimiento 3 --

     

    - Perfil del Personaje:

     

    - Raza: Banshee

     

    - Aspecto Físico:La Banshee posee un largo y ondulado cabello castaño avellana, que cuando se enfurece se torna de un tono negro azabache brillante, sus ojos son azules como el cielo, penetrantes y muy demostrativos, es alta y delgada, de facciones finas y duras, piel pálida como el mármol, y labios carnosos y rojos, su andar en suave, pareciera que volase, sus gestos son naturales y espontáneos, es seria, a menos que este en confianza, su apariencia física es impresionante tanto para hombres como mujeres, por lo que enamora tan solo con su andar. Su belleza es digna de una diosa, cuando más enamora, es cuando está enojada o molesta, ya que sus ojos se vuelven de un verde esmeralda, que contrasta con su negro cabello y su piel pálida.

     

    - Cualidades Psicológicas:Es una banshee, por lo que por naturaleza es manipuladora, ágil y capaz de ambientarse en cualquier situación, no hay muchas situaciones que la superen, siempre tiene todo controlado, le encanta tener el control. Es una mujer fría, vengativa y caprichosa cuando la situación lo amerita, es valiente y vivaz, en el fondo de su corazón es dulce y tiene ternura, la cual le cuesta demostrar y generalmente no lo hace, a menos claro, que quiera conseguir algo. Su llanto puede ser mortal y cuando se enoja, los cercanos corren peligro, su temperamento es alto, aun que cuesta sacarla por completo de sus casillas, es sensata y sobre todo inteligente, una mujer culta que ama leer, es respetuosa con quien se lo merece, no tiende a confiar en los demás, ha aprendido mucho de la vida en su corta edad, es independiente y se vale por sí misma.

     

    - Historia:

     

    Ariadne Haughton Ravenclaw nació en el condado de Yorkshire, al norte del Reino Unido, específicamente en su capital, el lejano y húmedo pueblo de York. Durante el embarazo de su madre, Mary Anne Haughton, está fue amenazada por una sirena, diciéndole que al momento de nacer su pequeña hija, seria asesinada. Todo recaía en el padre del bebé, de quien la sirena llamada Irina, estaba profundamente enamorada, llegando a ser su obsesión y de quien Mery quedó embarazada.

     

    Con el temor propio de una madre, la vampira escapa de su natal Londres, y se dirige al lejano pueblo de York; un 24 de agosto de 1994 y con tal solo 15 años de edad, Mery Haughton da a luz a una pequeña bebé con enormes ojos azules, que de inmediato le robó el corazón. Sin embargo la joven bruja de rojos cabellos sabía que su bebé aun corría peligro, que no era seguro dejarla con muggles, tampoco la dejaría en un orfanato, pero no podía llevársela consigo. Tras dos meses, la vampira tenia la decisión; volvería a Londres y dejaría a la pequeña dentro de su mismo mundo, dejaría que se criase con la magia, con lo que era.

     

    Emprendió rumbo de regreso a Londres, envolvió a su bebé en muchas mantas, mas parecía un bulto, cosa que no llamaba la atención. En medio de la noche, la chica llegó al pueblo mágico de Ottery Saint Catchpole, donde ella misma residía. Lejos de su hogar vio un enorme castillo blanco, no conocía a nadie de ahí y en esos momentos, no conocer a nadie era lo esencial. Dejo el pequeño bulto en las enormes rejas blancas de aquel lugar, se estrujo las lagrimas y miró a su pequeña hija.

     

    -Te prometo que nos volveremos a encontrar…cuando ya no corras peligro- le dijo mientras besaba su frente.

     

    Se puso de pie y se marchó, trataría de vigilar a la niña a la distancia, con cautela, sin que nadie lo supiera, si quería que su hija sobreviviese necesitaba mantenerse lo más alejada de ella, por al menos, algunos años.

     

    Al día siguiente, dos jóvenes muchachos emprendían rumbo fuera de su hogar, el castillo Ravenclaw. Los primos conversaban alegremente, cuando divisaron un pequeño canasto que yacía inmóvil en la entrada principal de su hogar. Ambos se miraron por uno o dos segundos y comenzaron una carrera hacia aquel bulto. Llegaron en forma simultánea, retomaron el aire y justo antes de ver de qué se trataba aquel bulto, prometieron que sea lo que sea lo compartirían. Grande fue su sorpresa al ver que aquello escondido en la canasta era nada más y nada menos que un bebé.

     

    El asombro de ambos fue enorme, pero la promesa está hecha, adoptarían a la criaturita, desde ese instante eran sus padres, eran lo único que la pequeña niña tenía. La llevaron adentro y con algo de temor se lo comunicaron al resto de los Ravenclaw, la bebé fue aceptada por todos y pronto aquella tierna bebé de grandes ojos azules y enroscados cabellos castaños se convirtió en una niña.

     

    A la edad de once años, la esperada carta de Hogwarts llegó hasta el castillo. Una ansiosa y feliz Ariadne partió rumbo, ese mismo año, al que sería su antro de estudio por los siguientes siete años. Una vez ingresada fue acogida, claramente, por la casa de Ravenclaw, y por cierto, la pequeña niña destacaba por su enorme inteligencia y sensatez, también por una que otra travesura, por ser estudiosa y la predilecta de sus profesores, llegando a convertirse en prefecta durante su último año de estadía en la escuela. Ahí aprendió muchísimo, en especial sobre ella misma, sobre la banshee que llevaba en su interior.

     

    Una vez finalizado el curso, la joven de ya diecisiete años, se compró una bella mochila de mezclilla en tonos azulados y la hechizó, guardo casi su cuarto completo y tras dejar una pequeña nota a Franco y Romina, sus padres se marcharon. Necesitaba libertad, necesitaba explotar a la banshee que era, conocerla y descubrir sus límites, si es que estos existían, recorrió todo el mundo, no solo cumpliendo su más anhelado sueño, sino llenándose de magia y de vida en cada lugar que visitaba.

     

    Aun no pensaba volver a su natal Inglaterra, cuando aterrizó en el hermoso país de Irlanda, ahí en un bar mágico conoció a una peculiar bruja, su cabello rojo, sus orbes grisáceos y su pálida piel llamaron la atención de la bruja. Se acerco a esta chica y amablemente se presentó, si había aprendido algo era a sociabilizar y sobre todo a manipular a las personas, eso ya no le era un tema complicado. Nació una linda amistad, pero pronto ambas descubrieron que no solo las unía el vinculo de amistad, sino que era algo más fuerte.

     

    Sentadas en el mismo bar donde se conocieron, o más bien reencontraron, ambas brujas conversaban algo melancólicas de la vida. Por un lado la vampira sostenía un vaso de vodka, mientras la banshee una copa de un whisky doble con hielo. La conversación se extendió por horas, y fue ahí cuando Ariadne se enteró que esa mujer era su madre biológica, aquella que le había dado la vida, aunque para ella solo Romina había sido su madre; está decidida, conocería a esta mujer.

     

    Lo primero que Mery le contó a su hija, fue el incidente con Irina, la sirena, lo que llenó de odio y sed de venganza a la banshee, quien empuño su varita y decidida iría a buscar a la criatura para asesinarla, claramente su madre la detuvo. Aquello no valía la pena, no habían sabido nada mas de ella, ni de su padre, aquel amorío había sido olvidado, parte de pasado, ahora lo único que importaba era su reencuentro.

     

    Ambas volvieron radiantes a Londres, Mary presentó oficialmente a su hija a todos sus parientes, claro que no les gustaba la idea de descendencia múltiple, pero aceptaron y acogieron a la chica, quien llevaba en sus venas la misma sangre que corría por la de ellos. Ariadne se integró a la que era su familia sanguínea y comenzó a conocerlos, la relación con su madre, era mas de amistad que de madre e hija.

     

    Por otro lado volvió a su hogar, al que de niña le había dado techo y entre sollozos se disculpó con sus padres, regresó en ese mismo instante al castillo, pero ahora teniendo dos hogares, dos lugares donde se sentía igualmente a gusto, cómoda y en plenitud, todo tomaba su rumbo, la chica ya cumplía dieciocho años y era momento de agregarle un poco mas de firmeza y sensatez a su vida.

     

    Fue así como se inscribió en la Academia de Magia y Hechicería, donde actualmente cursa generales, claro, con las excelentes clasificaciones propias de una Haughton Ravenclaw, conseguirá trabajo, su meta es clara, y llegará a ella cueste lo que le cueste, muy fiel a su estilo.

     

    - Pertenencias: --

     

    - Objeto Magico Legendario: --

     

    - Objetos Magicos:

     

    *Objeto 1: Varita: 25 cm de largo, flexible, madera de avellano, con un núcleo de pelo de cola de unicornio.

    *Clasificación: AA

    *Puntos de poder: 20

     

    *Objeto 2: --

    *Clasificación: --

    *Puntos de poder: --

     

    - Mascotas y Criaturas:

     

    *Criatura 1:--

    *Clasificación:--

    *Puntos de poder:--

     

    - Criaturas en la Reserva:

     

    *Criatura 1:--

    *Clasificación:--

    *Puntos de poder:--

     

    - Elfos:

     

    * Elfo 1: Clara - Es pequeña, no supera el 1.20 de estatura, fue herencia de una querida amiga francesa. Tiene unos enormes ojos verdes brillantes, rasgos finos, incluso para ser una elfina, es amable y cariñosa, siempre fiel a su ama, es la única que soporta toda clase de cambio de humor brusco en la bruja, su voz es chillona y muy aguda.

    * Elfo 2:--

     

    - Licencias, Tasas, Registros:--

     

    - Licencia de Aparición:--

     

    - Licencia de Vuelo de Escoba:--

     

    - Registro de XXX:--

     

    -Registro de elfina Clara: Obtenida

     

    -Registro de raza: Obtenida

     

    - Otros Datos:

     

    *Cuando se enoja su cabello se torna de un negro azabache totalmente liso y sus ojos de un verde esmeralda con un brillo propio de un cristal.

    *No es de relaciones amorosas extremadamente largas.

    *Su Patronus es una enorme y bella mariposa.

    *Bisnieta de Evarela Black.

     

    - Cronología de cargos:--

     

    - Premios y reconocimientos:--

     

    - Links de Interés Referentes al Personaje:

     

    *Link al Perfil de Comprador MM: --

    *Link a Bóveda Personal: Bóveda de Ariadne

    *Link a Bóveda Trastera: --

    *Link a Bóveda de Negocio: --

    *Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda n° 84511

    *Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda n°79397

  19. Hola futura familia *-* les dejo aca mi ficha y espero ser aceptada por todos :lol:

     

    • Nick: Ariadne

    • Fecha de Nacimiento. 24/08/1994

    • Bando de preferencia. Morti claro.

    • Lugar en la familia. Meri Granger, primogita segun me informo *-*

    • Mascotas y/o elfos. Una elfina, Clara

     

    • ¿Esta será tu familia sanguinea o adoptiva? Sanguínea por su puesto :D

    • Link a la ficha de personaje (Si se tiene) En esto estoy apenas la tenga edito :D

    • Link a la bóveda personal (si se tiene) pronto, pronto.

     

    • Link a una imagen que te represente. Ariadne

    • Link a la imagen de tu habitación o en su defento, descripción del dicha estancia. Cuarto de Ariadne

    • Piso/lugar en el que se quiere la habitación. Me es igual.

     

    Con muchas ganas de rolear, es algo que me encanta, así que espero que me den la oportunidad acá, muchas gracias y ya nos veremos por la masión o eso espero. :rolleyes:

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Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

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