Ellesméra

Ellesméra Wyrden

La ojiazul acababa de encontrar un punto ciego en el dragón y estaba desesperada por subir. Sabía que si lograban deshacerse de esa bestia lo demás sería “pan comido”, como decían los humanos. Con una sonrisa de suficiencia en los labios, la elfa empezó a girar en torno al galés, en un intento por salir de su campo de visión y poder trepar sin que el animal se diese cuenta. Una vuelta y otra, y otra. Necesitaba una distracción… Empezó a mirar lo que le sucedía a los demás. Dos Izumy’s idénticas yacían en el suelo. Ethan corría de un lado a otro, ayudando a todos. Helena huía de su gemela malvada.

“¿Qué hago?”, pensó. Si desviaba la atención de aquella bestia verde podría subir con un poco más de facilidad. Entonces, mientras lo pensaba, la solución llegó. Un alarido desgarrador, proveniente de alguna de las dos Izumy, inundó el estadio. El dragón volteó su cabeza hacia el lugar donde yacía la chica y, con un grito triunfante, Ellesméra saltó sobre el animal. Se sostuvo fuertemente de una escama con una mano y agarró la espada con la otra. Si llegaba a soltarse ahora, la recogerían por pedacitos.

Una escama en mano, un pie en otra, un rasguño con el filo de su arma. Cuando llego arriba, al lomo del dragón, tenía la piel de las muñecas deshilachada. La sangre corría por sus brazos y tenía la ropa manchada. Haciendo un esfuerzo monumental, la chica se arrastró sobre el galés hasta llegar a su cabeza. Cada escama a su paso le provocaba un nuevo y profundo corte. Ahogando un quejido, la ojiazul se puso en pie y apuntó al ojo de la bestia. Si lograba clavar allí su espada… Lo mataría.

Levanto su arma por encima de la cabeza y bajó con un gran impulso. Entonces lo vio.

-¡Ethan, no! –gritó, deteniendo su golpe a solo unos centímetros de distancia de los orbes amarillos del dragón… Los cuales giraron hacía ella y con un gran sacudón el animal la lanzó lejos.

El joven había lanzado un hechizo contra aquella bestia, sin darse cuenta de que la elfa se encontraba allí. Mientras volaba por los aires, solo tuvo la esperanza de lograr hacer algo bueno por sus compañeros antes de morir. Lanzó su espada como una flecha hacia el caparazón del caracol gigante y, esta vez, lo quebró en millones de partes que, con un sonoro quejido, acabaron para siempre con el baboso ser.

La cabeza de la rubia rebotó contra el duro y frío suelo. Elle solo veía manchas rojas y sentía un gran dolor en el abdomen. Se llevó ambas manos al mismo y descubrió, con un gran pesar, que una de las escamas del galés se había clavado en sus costillas. Rezó por que no le hubiera perforado un pulmón.

Estirada en el suelo, logró ver todo desde otra perspectiva. El gran monstruo verde, que se elevaba varios metros ante ella, tenía un punto débil. En el pecho del mismo, faltaban una serie de escamas y, la rubia supuso, que eran justamente las que protegían su corazón. La joven intento moverse pero no tuvo éxito. Intento lanzarle algo a sus compañeros pero, tampoco lo logro.

-Las escamas… Su pecho… -susurró, entre gimoteos de dolor. “Helena, Ethan, alguien. Mátenlo.”, pensó y cerró los ojos en lo que, quizá, fuera su último parpadear.

***

Repentinamente, abrió los ojos. Levantó la mirada y entreabrió los labios. ¿De verdad era Izumy la que intentaba controlar al dragón? Elle estiró el brazo. Esperaba a que alguien la ayudase a levantarse.

*OFF*

Oshi XD Este rol me gusto más :B Somos un buen equipo (:

-No, por favor, no... -suplicó Ellesméra, mirando a sus profesores (especialmente a Bridget).

Se movía, enloquecidamente, en un intento por soltarse de los gruesos y endiablados tallos verdes que la tenían amarrada.No quería entrar de nuevo a esa habitación. No por tener que luchar contra un dragón... eso, podía hacerlo. Sino, por no saber que más le tenían preparado. La profesora Wenlock, que parecía tener un renovado interés en conocer a sus alumnos de esa manera tan fría, le inspiraba miedo. Elle suspiró, en cierto modo aliviada, cuándo las platas que la arrastraban hacía la puerta verde desparecieron.

La ojiazul dirigió su mirada hacía el estrado de los profesores y, al notar la intención -malévola- de hacerla volver a entrar al prado otra vez, agachó la cabeza e hizo lo que le correspondía.

***

El estruendo que sonó en aquella habitación le cortó momentaneamente el sentido del oido. La rubia volteó y observó como el salón se había dividido en un único estadio de miedos. Cada uno de sus compañeros enfrentaba su propio miedo. Algunos seres, que atemorizaban a personas como Esme o Izumy, eran aterradores. Pero, a la elfa, lo que más terror le infundía era pensar en su propia pesadilla.

Elle rebuscó en sus bolsillos. ¿Dónde, diantres, estaba su varita?. Podía hacer su propia magia pero, eso le consumiría una cantidad de energía vital que no se resignaría a perder. Tenía que vencer aquel reto.

¿Que vería? Un fantasma, un monstruo, un dragón... O tal vez, ¿su propio hermano, reencarnado en una versión maligna de sí mismo?. Las preguntas resonaban en su cabeza, no quería ni pensar en la última opción pero, todo siempre acababa en Thorn. Sacudió la cabeza rápidamente y, aún de espaldas a su propio miedo, cerró los ojos.

Un rugido la hizo volver en sí. No, no podían haber hecho eso. "¿Otra vez el mismo, maldito, dragón?", pensó Elle. Aquello no le inspiraba tanto terror. Apretó los labios y siguió la mirada de Ethan Loren (otro alumno de su clase) que daba de lleno en el dragón verde que avanzaba peligrosamente hacia ellos. La joven elfa no había hallado su varita pero, en una distracción, su profesora se había olvidado de quitarle su espada. La desenvaino.

-Acércate, hijo del infierno... -susurró, dirigiéndose al dragón. En el camino un enorme caracol la obligó a dar un par de pasos atrás. En un giró, rasguño el caparazón de la criatura que iba hacia Ethan. La profundidad del mismo la sorprendió, su espada solía causar mayores daños.

Esquivo al caracol, que se volvía hacía ella, con un salto ágil. Los ojos del animalejo supuraban una especia de baba verdosa. Elle sintió ganas de vomitar o de, al menos, huir despavoridamente de aquel sitio. A paso rápido se acercó al dragón y puso su espada de por medio, creando un pequeño circulo de protección ante el fuego de la bestia. Casi como una bailarina, empezó a girar entorno al galés, al tiempo que buscaba alguna forma de montar sobre el mismo.

Llevó su tarea hasta la mesa de los profesores y ellos, en un santiamén, la devolvieron con las correcciones. Ellesméra frunció el ceño, tenía una nota buena pero, sabía que podía hacerlo mejor.

-Supera las expectativas… -dijo, en voz baja, saboreando cada palabra. Bueno, para la próxima será mejor, pensó.

McGonagall y Wenlock volvieron a llamar la atención del grupo y les explicaron el funcionamiento de las puertas que tenían ante ellos. Cada puerta tenía un diseño específico y había una para cada alumno. Elle sonrió al oír los sarcásticos comentarios de Ethan pero, su sonrisa se borro instantáneamente al ver a su compañera Izumy que, acababa de salir de su puerta con una cara no-muy feliz. La ojiazul se volvió hacia la puerta que tenía enfrente y la examinó cuidadosamente.

La misma era de color verde claro, como el del césped en primavera, y llevaba dibujados unas dulces líneas doradas que, se movían en suaves curvas.

La joven elfa entrecerró los ojos con desconfianza mientras se acercaba a la puerta con pasos lentos pero firmes. Entraría antes de que su profesora viniese a empujarle para que realizase esa tarea. Apoyó la pálida mano de finos dedos contra la puerta verde, no tenía pomo por lo cual, no sabía cómo abrirla. Lo descubrió rápido, con solo un pequeño empujón, la puerta se abrió por completo. Elle dio un paso adelante, adentrándose en lo desconocido.

***

Una luz brillante la cegó momentáneamente y oyó tras ella el ruido de la puerta al cerrarse, en esa situación, el sonido le resulto un poco aterrador. Cerró los ojos un segundo, mientras tomaba aire. Se sorprendió al descubrir que el mismo no era húmedo, cómo el de la Academia, sino que era fresco. El ambiente era agradable, tibio, con alguna brisa que movía rítmicamente el cabello rubio de Ellesméra. Cuando, por fin, sus ojos se acostumbraron a la luz, logró ver lo que se hallaba a su alrededor.

Un prado verde, con algunos toques de amarillo y rosado (gracias a las flores que por allí se encontraban), se extendía hasta una línea azulada que la rubia reconoció como el horizonte. El sol se veía en lo alto de una montaña lejana pero, no se lograba descubrir si era de mañana o de tarde. La chica se pasó la mano por la barbilla, estaba desorientada. No era de suponer que sus profesores la enviaran a un lugar donde solo reinase la paz… ahí había, como decían los humanos, gato encerrado.

Indignada, Elle se sentó en el suelo. Estaba jugando con una hierba mala que acababa de encontrar cuando cayó en cuenta de que conocía ese lugar. Había ido allí con su hermano hace muchos años, eso le dolió profundamente. Sus profesores estaban jugando con sus sentimientos y eso no era lindo. Una cálida lágrima rodó por la rojiza mejilla de la muchacha mientras, ella pensaba en los buenos tiempos que había pasado en aquel lugar.

Repentinamente, un sonido le arrebató el aliento. Elevó la mirada, justo a tiempo para ver como las aves huían de sus nidos en las copas de los árboles. Se encogió en una pequeña bola de miedo. También reconocía ese sonido, solo alguien era capaz de emitirlo.

-Dragón… -dijo, en un suave susurro que, gracias al terrible silencio del prado, pudo oírse claramente.

En cuanto cerró la boca, lo vio venir, una pequeña mancha verde en el cielo que, se hacía cada vez más grande. La joven miró desesperadamente hacia el lugar donde debería encontrarse la puerta pero, esta ya no estaba allí. Corrió hasta dicho lugar y su desesperanza aumento al sentir que no había pared ahí, que podía recorrer libremente todo el prado e ir más allá.

El temblor en la tierra entorno a Ellesméra fue más que suficiente para que la elfa gritase. Se volteó a mirar al enorme y verde dragón que la examinaba con un ojo acusador. Quizá esto sea lo que quieren. Quieren que me enfrente a esto y salga victoriosa, pensó. No le parecía razonable que pusieran en riesgo su vida pero, ¿Qué más daba?, la puerta ya no estaba allí, no tenía escapatoria.

Tanteó en su cintura hasta dar con su espada de cristal, la desenvaino y apunto al dragón con ella. Se abrió de piernas y se preparó para atacar. El dragón gruño, divertido, él era muchas veces más grande que la tonta niña que pensaba en enfrentarlo. Elle, se acercó a él, blandiendo su arma y susurrando maldiciones.

El animal de color verde no se movió. La ojiazul enterró la espada en su costado izquierdo con total facilidad. Sorprendida, sacó su espada de la herida que le había causado a su oponente. Oyó un extraño ruido a sus espaldas y vio que la puerta estaba ahí nuevamente. Enfundo su arma y salió a toda carrera hasta allí.

Se tapó los oídos con las manos para evitar escuchar el temible rugido detrás de ella. El dragón se aproximaba a toda velocidad, abrió la boca y escupió una gran llamarada de fuego ardiente.

-¡Protego! gritó la ojiazul, alzando su varita. Y se apuró más aún para llegar a la puerta. Pero, el animal llego primero y la agarro entre sus patas, aprentandola como quien pisa uvas, y haciéndole profundas heridas con sus garras. La elfa se retorcía de dolor y solo pensaba en llegar al otro lado o en morir lo más rápido posible. Cerró los ojos, solo deseaba estar en casa, en su hogar.

El dragón aflojo su cruel abrazo y la dejó caer al suelo. Elle se dirigió a la puerta, casi arrastrándose, cruzo el umbral justo a tiempo, y cerró la puerta. Dio un paso atrás y quedó contra su pupitre. Unas garras rasguñaron la puerta al otro lado. La elfa no comprendía lo que estaba sucediendo, no había logrado nada productivo con aquel viaje… más que recordar viejos tiempo y hacer daño a un dragón que ni siquiera había intentado defenderse, para luego, acabar brutalmente herida.

Se toco el abdomen con las yemas de los dedos pero, no halló sangre ni sintió dolor. Bajó la mirada y solo se encontró con que estaba perfectamente sana.

Apretó los labios y miró a Bridget y Marcus en busca de una explicación.

*OFF*

Perdón por editar, tuve un error en un nombre No lo vuelvo a hacer!

Saluditos.

“La joven chica de cabellos rubios corría desaforadamente hacía algún lugar en la oscuridad de una noche que parecía caer sobre ella como toneladas de plomo. Aterrada, huía de un ser de cuerpo humano y cabeza de toro que le perseguía con una enorme hacha en su mano. Repentinamente una roca apareció en el camino de ella obligándola a caer al suelo, lo único que sentía era el dolor del golpe y la respiración agitada del úrgalo que se acercaba rápidamente. La chica gritó...

Era de mañana cuando la adolescente de orejas puntiagudas jugueteaba con el pequeño dragón de su hermano Thorn en un amplio salón. Las paredes blancas y el suelo de color marfil hacían resaltar el color dorado de las escamas del dragón, el animal se trepó por una de las columnas del palacio y saltó sobre la chica.

-¡Eso no es justo! -gritó ella, moviéndose a una velocidad increíble lejos del lugar donde el dragón cayó. Su voz sonaba enojada pero, igualmente la joven río mientras el dragón volvía a trepar por las columnas.

Un estruendo que provenía desde las afueras del castillo hizo que los dos voltearán instintivamente las cabezas hacía ese lugar. El grito desgarrador de una mujer fue más que suficiente para que pelirrubia corriese en su ayuda con el reptil dorado volando sobre ella. Cuando llegaron al lugar del cual procedía el sonido se encontraron una escena perturbadora, la habitación de entrada al palacio se encontraba como si hubiese pasado una guerra por allí. Las arañas del techo se hallaban en el suelo y todo estaba quemado y pisoteado.

-¿Hermana?. ¿Que ha sucedido? -dijo una voz masculina a sus espaldas. Ella se volteó a tiempo para ver a su hermano subiéndose al dragón con sus vestimentas de guerra y la espada firmemente arraigada a su cintura.

-No lo sé...-respondió la joven pero, le transmitió a su hermano todas su sensaciones en imágenes a través de la mente. El rostro de Thorn se transformo en una terrible mueca de dolor y la chica sintió que su estomago se encogía al entender lo que estaba sucediendo.

-Los traeré, ellos volverán a casa.-aseguró él, atándose con unas suaves correas de cuero al dragón que parecía no entender nada. - Lo prometo hermana... -se acercó a ella y tras tomarle la mano añadió – Si no vuelvo... cuida bien a nuestro pueblo, Ellesméra. Confió en ti. -él y el dragón fueron hasta la ventana, saludaron al mundo con un grito de guerra y volaron más allá de lo que Ellesméra pudo ver...

***

Alguien tocó el timbre. Ya habían pasado varios meses desde que su hermano había partido en esa búsqueda y Ellesméra se sentía sola e indefensa. Su nana Mara bajó a abrir la puerta, dejándola sola en su habitación. La ojiazul se arreglo el cabello y luego miró por la ventana. Un enorme pueblo de elfos de extendía por el bosque de manera desordenada, las casas de madera y mármol eran lo suficientemente grandes como para que un dragón adulto caminara dentro de ellas con total tranquilidad. Los mismos, se encontraban en las montañas frente a su bosque, donde se criaban para luego luchar por el bien de los elfos con su respectivo jinete.

Ellesméra frunció el ceño, tenía tan solo quince años, ¿cómo se suponía que iba a dirigir todo un pueblo?.

Un grito la devolvió a la realidad, bajó corriendo las escaleras que la separaban de Mara para encontrarse con una terrible imagen. El cuerpo de Mara de hallaba hecho una pequeña bola que sollozaba a los pies de la escalera pero, más allá, en la entrada del palacio había algo mucho peor. La elfa se acercó, aunque temía que eso fuera lo que ella había estado esperando con temor por tanto tiempo. Se encogió de miedo y tristeza al descubrir el cuerpo inerte de su hermano Thorn con el corazón de su dragón sobre su pecho. Ella lo tomó entre sus brazos.

Su hermano, pensaba, solo un par de años más que ella, lloró en silencio y juró que vengaría todo su sufrimiento.”

La delicada luz del sol iluminaba la habitación de hotel en la cual la joven elfa se despertaba, era temprano pero temía llegar tarde a su primer clase en la Academia de Magia y Hechicería que se encontraba ubicada en Inglaterra, bastante lejos de su antiguo hogar. Allí, en aquella escuela, estudiaban los magos de su misma edad, la mayoría de ellos eran simples humanos pero, tenían la misma capacidad de ella.

Ellesméra se levantó, estaba empezando a odiar aquel hotel, no veía la hora de poder mudarse a la casa de los Ravenclaw en la cual se encontraba su padre adoptivo Jank. Se puso un vestido blanco que le había pertenecido a su madre y se coloco la capa a juego. Tomó un corto desayuno que se compuso de un poco de pan y un vaso de jugo de naranja y tomo su bolso, salió de la habitación y pasó llave, la cual dejo en la recepción del hotel.

Pasó apenas media hora para que llegase hasta la Academia. Por fuera daba un aspecto un tanto aterrador si la comparaba con los elegantes y dulces edificios élficos pero, por dentro era fuerte como una gema y tenía a unos amigables personajes que conversaban con los alumnos desde sus respectivos cuadros. Ellesméra sonrió y se dirigió hacía el salón que tenía dibujado en la puerta de madera “Generales 78”. Entró confiadamente y se sentó al frente del salón, mirando con curiosidad a sus profesores mientras estos se presentaban. Luego de ello y de que un par de compañeros también dieran una tímida presentación, Elle tomó la palabra.

-Hola, mi nombre es Ellesméra Wyrden, tengo 15 años y mi procedencia es élfica. -dijo, alzando el cabello que se encontraba sobre sus orejas para demostrar el final puntiagudo que estas mostraban. - Mi padre adoptivo es Jank de la familia Ravenclaw. Y creo que si quieren saber más deberán descubrirlo ustedes mismos. -finalizó, con un tono de voz firme pero, no vulgar ni descortés.

*OFF*

¡Hola a todos! Me llamo Paula y tengo 15 años. Llegué al foro por influencia de mi mejor amiga y me esta gustando. No conozco a nadie así que espero que todos sean muy amables con esta nueva forista y también con su personaje de fuerte apariencia y débil corazón.

Deseo que todos la pasemos bien en Generales y que seamos muy unidos para cuando lleguemos a Rol Básico.

¡Saluditos!

1.- Link al tópico de su ficha de personaje: Ficha de Ellesméra

2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje: --

3.- Link del tópico de registro de sus familias:

Familia N° 1: Familia Ravenclaw

Familia N° 2:

4.- Link a las bóvedas de sus familias:

Bóveda Familia N° 1:Bóveda Familia Ravencalw

Bóveda Familia N° 2:

Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 800 G

Hola, me paso a avisar que acabo de publicar mi ficha de personaje y que, ¡espero que la aprueben!

Si hay algún problema solo avísenme, estaré por ahí.

Saluditos! * Elle deja una lluviecilla de diamantes y se va*

Ficha de Ellesméra

http://www.naergilien.info/eragon/back1.jpg

Datos Personales:


Nombre del Personaje: Ellesméra Wyrden

Sexo: Femenino

Edad: Joven, 15 años.

Nacionalidad: Bosques del norte de Londres, no procede de ningún lugar en particular.

Familia(s):
* Familia 1
* Familia 2

Padre(s) Sanguíneo: Padres fallecidos, reyes de Du Weldenvarden.


Padre(s) Adoptivos: --

Trabajo: --

Poderes Mágicos:


Rango Social: Aprendiz.

Bando: Neutral.

Rango dentro del Bando: --

Nivel de Poder Mágico:

Puntos de poder en objetos: 20

Hechizos adicionales:

Puntos de poder en criaturas:

Criaturas controlables en asaltos y duelos:

Habilidades Mágicas:
* Habilidad 1 --
* Habilidad 2 --
* Habilidad 3 --

Conocimientos Especiales:
* Conocimiento 1 --
* Conocimiento 2 --
* Conocimiento 3 --


Perfil del Personaje:


Raza: Humana.


Aspecto Físico:

Alta, 1.70 aproximadamente. Delgada y atlética, cabello rubio y ondulado, corto, por encima de la mitad de la espalda. Piel pálida, ojos verdes/azules, labios rosa claro.

Cualidades Psicológicas:



Historia:

Nacida en Du Weldenvarden, un bosque en el norte de Inglaterra donde viven la mayoría de los elfos en todo el mundo, sufrió la pérdida de sus padres a los 14 años y, toda la responsabilidad del reino cayó sobre sus hombros. Decidió marchar entonces, hacía Londres, dejando cómo Reina a su nana Mara.


Pertenencias:


Objeto Magico Legendario:

Objetos Magicos:

Objeto 1: Varita.
Clasificación: AA
Puntos de poder: 20

Objeto 2: --
Clasificación: --
Puntos de poder: --

Mascotas y Criaturas:
Criatura 1: --
Clasificación: --
Puntos de poder: --

Criaturas en la Reserva:
Criatura 1: --
Clasificación: --
Puntos de poder: --


Elfos:
* Elfo 1: --
* Elfo 2: --

Licencias, Tasas, Registros:

Licencia de Aparición:

Licencia de Vuelo de Escoba:

Registro de XXX:


Otros Datos:

Cronología de cargos:

Premios y reconocimientos:

Links de Interés Referentes al Personaje:

Link al Perfil de Comprador MM: --
Link a Bóveda Personal: Bóveda 99099
Link a Bóveda Trastera:
Link a Bóveda de Negocio:
Link a Bóveda Familiar 1:
Link a Bóveda Familiar 2: