Emery Wood

El nerviosismo que Emery no mostraba en sus rostro sereno se apoderó de ella en cuanto le pidieron que pasara al frente junto con uno de sus compañeros de clase, la plataforma que allí se encontraba los transportó a un lugar desconocido tan pronto la pisaron, antes de partir alcanzó a percibir los ojos de su oponente en ella, Dylan se veía tranquilo y calmado, a diferencia de la pelirroja, a la que le invadía la emoción y los nervios.

Y de pronto todo se oscureció por un instante, la bruja cerró sus ojos tratando de imaginar el lugar donde combatiría esta vez y cuando los abrió ya se encontraba en el. El interior de un transporte no mágico que la intrigaba por el hecho de que se elevaba en el cielo sin nesecidad de la magia, pero poca fue la atención que le prestó a los asientos viejos y roídos y a las ventanas cegadas cuando se levantó y salió por el lugar donde un momento antes se encontraba la puerta.

La luz danzante del fuego se proyectó en su rostro y en un lado de la avioneta cuando ya estuvo fuera de esta, caminó apresuradamente y se situó frente a su compañero, inmediatamente tras él pudo divisar un edificio grande y gris con un agujero enorme en la pared de ladrillos, dentro se podía ver unos cuantos aviones y avionetas de diferentes tamaños.

Al apartar la vista del edificio notó que él ya tenía la varita en alto y después de advertirle, atacó.

12 Afiladas medias lunas se dirigían rápidamente hacia Emery, la que con un movimiento rápido de su varíta atacó nuevamente en vez de defenderse de las medias lunas

-Sectusempra -este hechizo provocaría grandes heridas en su oponente, serían necesarios dos episkeys si quería curares por completo.

<<Episkey>> pensó Emery después de quitar las medias lunas que impactaron en sus piernas y parte de su torso, esto curaría las heridas y la repondría para continuar con el duelo

Cuando Adryane les cedió la nota que el elfo dejó, Emery se apresuró a leerla de pies a cabeza y apenas le había dado tiempo de terminar cuando todo se tornó borroso y comenzó a girar velozmente, esto se debía, sin duda, a que estaban sie do transportados por un traslador.

Cuando el mareo que el artefacto mágico traía consigo se disipó, la pelirroja escaneó cada rincón del lugar con sus ojos grisáceos, el suelo bajo sus pies se volvió blando y brillante, era arena lo que estaba pisando, este material se encontraba en todas partes; dunas, pirámides y hasta en el ambiente que los rodeaba, frente al grupo se hallaban dos mujeres que sin dejar la fricción entre ellas del todo, les dieron la bienvenida.

¿Por qué escoger el bando que escogieron? Cuándo una de las mentiras formuló esta pregunta, una sonrisa se dibujó en el rostro de la joven bruja, esto era algo en lo que había pensado mucho y, la respuesta le estaba clara.

<<No busco la paz, se qué mientras existan puntos de vista diferentes u opiniones diversas, habrá gente dispuesta a defender el suyo, lo que de una forma u otra generará conflictos y altercados de pequeña y gran magnitud.

Pero no puedo vivir tranquila sabiendo que no defiendo mis propias ideas y las ideas de la gente que lucha día a día para mantener a su familia, amigos o simplemente a la gente en general a salvo, quiero formar parte del grupo que lucha a favor de la gente que no puede defenderse de los ataques del enemigo, ataques despiadados y crueles, aunqué no podamos conseguir paz, podemos mantener fuera de peligro a niños, niñas, hombres y mujeres, sin importar su raza o condición>>

Los pensamientos se arremolinaron en su cabeza, era una persona joven pero con su poco tiempo de vida sabía que esta era la decisión que quería tomar.

Primera planta

Con Kailey, Addison y Ginevra

Kailey, la sanadora de aquella planta llevó a Emery en un recorrido por la planta con destino a la biblioteca, la sanadora le daba indicaciones y consejos que la pelirroja anotaba mentalmente, tratando de recordar cada detalle importante que le serviría más adelante.

La visita a la biblioteca fue breve, después de esta partieron de regreso al box siete, Emery llevaba ahora el delantal verde con su nombre, que maravilloso sentimiento el de sentir que ya era parte de un oficio, y qué mejor trabajo que el de sanar a personas como Ginevra y ayudar a diferentes pacientes con diversos problemas, me emocionaba pensar que tendría mucho que hacer más adelante, mucha gente por atender y retos por superar.

La aprendiz se llevó una sorpresa al ver tantas personas dentro del box de la actual paciente, entre ellos su madre Lili, todos estaban reunidos en ese punto para hacerle compañía a Ginevra, la cual se veía más tranquila ahora que estaba acompañada, las personas se retiraron cuando Kailey les indicó levemente indignada y con tono cortante.

Poco después entró Addison, una bruja amiga de Ginevra, se veía preocupada por la chica y Kailey le dio detalles sobre el incidente.

La Ravenclaw le dirigió una mirada sonriente a la Black, quería decirle que todo estaría bien y que seguro encontrarían una solución pronto; pero con la poca experiencia que poseía se vio limitada a sonreirle y esperar indicaciones de la sanadora.

Nombre del personaje: Eivind Diedrich

 

Edad: 22

 

Ocupacion / Trabajo: Miembro de la SS

 

Bando: Oficialismo Nazi

 

Descripción física: Eivind es una mujer alta y delgada, su rostro de ojos azules, piel blanca y pómulos salientes es severo e inexpresivo, su nariz es curva como resultado de un enfrentamiento en su niñez y lleva tatuado su grupo sanguíneo bajo el brazo izquierdo, tatuaje representativo de los miembros de las compañías de defensa o SS.

Su cabello Rubio es brillante y bastante corto, su apariencia es poco femenina pero imponente.

 

Descripción psicológica: Leal a sus ideales, puede ser extremista al momento de defenderlos y es completamente fiel al partido Nazi y a sus superiores, no le tiene miedo a nada más que a la prisión propia y es capaz de asesinar a su propia familia si esta se interpusiera en su labor, no conoce sentimientos como el amor o la compasión, actúa por instinto en la mayoría de ocasiones, cosa que le ha traído más de un problema.

Y después de horas de investigación, les traigo a Eivind *o*

Tengo 13 años, al igual que Emery, ella trabaja como aprendiz de sanadora en San Mungo, pertenece a la familia Ravenclaw y es aspirante a la orden, es decir, todo lo contrario a Diedrich; pero va a ser interesante escribir algo diferente.

Era una mañana fría y gris, el viento soplaba furiosamente entre los árboles y enturbiaba las aguas de ríos, mares y lagos, las nubes oscuras que cubrían el cielo anunciaban una próxima tormenta y las aves se rehusaban a abandonar sus cálidos refugios para cantar sus usuales melodías diurnas.

Muchas personas la definirían como una mañana triste; pero a Emery le fascinaban los días como ese, el olor a tierra mojada que traía consigo la lluvia resultaba de lo más placentero para la pelirroja, que podía pasar horas enteras bajo las cristalinas gotas de agua que se precipitaban en los días como ese.

Desde hace ya varios días que la Ravenclaw esperaba añicos a que llegara esta fecha, pues era la fecha indicada en su carta de la academia, la fecha en la que recibiría al fin clases de Bando y Perfil.

Esta clase sería diferente a las recibidas anteriormente, no sólo porque el nivel ahora era avanzado, también se debía a que en esta clase tendrían la oportunidad de tratar con altos rangos de ambos de los bandos, cosa que solo había hecho un par de veces y estas fueron, aunque bastante interesantes y especiales, de corta duración.

Durante esos días de espera, se dedicó a imaginar lo que harían durante la clase, llegó a la resolución de que debería tener una mente abierta, ya que el propósito de Bando y Perfil era orientar a los estudiantes; pero también debería tener claros sus ideales y no dejarlas flaquear ante nada, tendría que dejar de lado la timidez y el orgullo y confiar en que su elección sería la correcta.

De modo que al llegar el esperado día, la joven bruja se levantó más temprano de lo que acostumbraba, se vistió y se arregló brevemente para luego tomar la mano de su elfo Cáliban, que la transportó frente a la puerta del aula número 14A, el elfo partió de regreso al castillo Ravenclaw a las órdenes de su ama; pero Emery no ingresó al aula.

Fuera de esta encontró a Lía y a Adry, ambas fueron compañeras de clases anteriores; sin embargo no las conocía muy bien, pues fueron pocas las ocasiones en las que pudo interactuar con ellas pese a todas las oportunidades que les otorgaron.

Ignorando las indicaciones del elfo desconocido que se encontraba frente a la puerta, dejó de lado la estrella de la que hablaba y se concentró en el sobré que tenía Adry, por la expresión en su rostro no podía tratarse de algún artefacto corriente.

-Hola, ¿qué tal? -saludó esbozando una leve sonrisa, sin apartar la mirada del sobre.

Off

Hola *-*

Voy a presentar a Emery en Off, como Lia y Adry pero durante los roles voy a ir diciendo sus características de a poquito.

Tiene 13 años, la chica es bastante introvertida, no habla mucho con las personas desconocidas pero es mucho más abierta con gente de confianza, es bastante orgullosa y vengativa en algunos casos pero amable con sus amigos y familia, es muy firme en sus decisiones, es aspirante a la orden.

Yo soy bastante parecida a ella, en realidad cuando tiene que hacer una decisión importante me pongo en su lugar y me pregunto que haría yo misma en esa situación.

Vivo en Ecuador y tengo 13 años.

Hola^^

Mi nombre es Emery... No en realidad pero sería extraño que me conocieran por mi nombre real,me quedo con Emery por ahora porque me gusta más ese nombre y es unisex, como Elvendork

Tengo 13 años y vivo en la capital de ese país pequeñito que se llama Ecuador.

Estoy cursando 2do curso o 9no de básica, como quieran decirle al curso donde todos son más raros y vagos de lo que parecen pero voy a esforzarme en esta clase, lo prometo.

Soy una potterhead a muerte desde qué me regalaron el tercer libro por Navidad y la lectura es uno de mis hobbies desde hace mucho antes, adoro los libros de ciencia ficción y los de fantasía pero leo de todo.

Con respecto a la música, agradezcan que no canto xD, me gusta el rock y la música clásica especialmente; pero, igual que con los libros, escucho de todo, toco el piano novatamente y estoy siguiendo un curso para mejorar.

Ahora con mi personaje.

Emery es una persona bastante callada y tímida pero amable, es aprendiz de sanadora en la primera planta de San Mungo y aspirante fenixiana, se parece mucho a mi, es tal vez un poco menos cobarde pero con lo demás es casi idéntica.

Pertenece a la familia Ravenclaw y es (orgullosamente) hija de la Lili que se presentó aquí más arriba.

Mi msn: e.w1129@yahoo.com

Saludos!

Primera planta

El día había empezado temprano para la bruja, que desde las primeras horas de la mañana se estuvo preparando y organizando para dirigirse a San Mungo.

Desde qué despertó se mantuvo activa, desayunó la comida que sus elfos le tenían preparada, se dio un largo baño y arregló su cabello en un moño alto que le permitiría mantener los mechones rebeldes fuera de su rostro.

Ahora ya se encontraba dentro del hospital, en la primera planta de este mismo, en donde se presentaría a su primer día como aprendiz en el departamento de accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas.

Emery caminaba con emoción por los pasillos del hospital, una sonrisa casi imperceptible dibujada en su rostro era la única demostración de la felicidad que la inundaba en ese momento, la larga túnica beige que vestía para la ocasión susurraba levemente al rozar el piso de la instalación.

No precisó de mucha caminata, la persona que buscaba de encontraba cerca y al parecer tenía un paciente, la pelirroja se les acercó un poco alarmada pero con expresión serena, trató de no estorbar a la sanadora en su labor, era consciente de que en caso de emergencia el más mínimo error podía terminar en desastre, por lo cual esperó el momento correcto para saludar y presentarse.

-Hola, soy Emery Wood -se dirigió a Kailey tratando de no interponerse en su trabajo- me aceptaron como aprendiz hace poco.

El día del partido llegó antes más rápido de lo que esperaba, ese día el clima era tan perfecto que parecía que este mismo quisiera que el evento se llevará acabo con perfección en los detalles, el brillo del sol se reflejaba en la cubierta de madera lacada del crucero, una suave brisa soplaba atrayendo el agradable aroma marino y el cielo de un azúl intenso prometía permanecer sereno durante el resto del día.

Emery ya se encontraba dentro del barco, todavía un poco mareada por el efecto del traslador pero demasiado emocionada como para notarlo, tenía la mano izquierda extendida y levantada a la altura de la frente, con los dedos cerrados, intentando proteger sus ojos de los intensos rayos de sol , tambaleandose levemente llegó al borde de la cubierta, donde bajó la cabeza para contemplar el agua azul turquesa.

¡Cuanta emoción sentía! Nunca había participado en un partido de quidditch, ni siquiera había montado una escoba en su vida; pero la idea de intentar algo diferente era simplemente maravillosa.

La muchacha volteó y levantó la mirada, alto en el cielo de podía ver las coloridas torres y postes del estadio, se alejó de las barandillas para mezclase entre la gente que poco a poco iba llegando.

-Hola -saludó alegremente a la gente a su alrededor mientras se sentaba en una de las tumbonas y observaba sonriente al vendedor ambulante y a las personas organizando el evento.

Un empleado de la planta no tardó en atenderla, le señaló el error que hizo y Emery no pudo hacer más que sonrojarse por la confusión que la asaltó en ese inoportuno momento, seguramente fue por el apuro que tenia o por la emoción que sentía pero en ese momento no hubo más remedio que tomarlo con humor y corregir el evento.

-Lo siento mucho, no se que pasa por mi cabeza. -dijo tratando de continuar con lo que venía a hacer -Lo que necesito es el formulario para el examen de vuelo, hum... es para una tarea de la academia.

Trató de no balbucear a causa de los nervios y decidió que ya habló lo suficiente, lo que necesitaba ya estaba hecho y solo esperaba la respuesta de Goderic para poder continuar.

Emery levantó una ceja al oír las palabras de Leonardo, su observación le dió una diera del ataque que efectuaría acontinuacion y este podría costarle la victoria si no hacía algo para evitarlo.

Hasta ahora la chica había adoptado una actitud defensiva, tendría que cambiarla si quería lograr algo, por lo que decidió adelantarse y pensar con más frialdad y rapidez.

-¡Silencus! -haciendo caso omiso a la sugerencia de sonreír un poco, atacó inexpresivamente, el efecto no dejaría al castaño pronunciar el hechizo que deseaba y le daría a la pelirroja espacio para atacar nuevamente.

<<Crece-uñas>> pensó enseguida, sonriendo mientras se hacía la graciosa imagen de su oponente siendo golpeado por la maldición, que de impactar haría que las uñas de ambas de sus manos crezcan con increíble rapidez.

La zancadilla no fue problema para Leonardo, que silenció antes a Emery haciendo que de su boca no saliera ni un sonido, pero eso pasó a segundo plano ahora que el efecto de silencius había pasado, el duelo continuaba y a cada segundo el cielo oscurecía, dejando expuesta al pálido arco tensado que parecía la luna.

-Protego -murmuró la Ravenclaw para qué su hechizo de protección absorbiera al petrificus totalus de su oponente, la emoción que sentía volvía a sus movimientos rápidos ágiles.

-Avis -exlamó acontinuación, el hechizo invocó a doce avecillas del tamaño de una paloma, a los que la chica les susurró después de creados -Protejanme -la orden era clara y específica, era corta pero tenía la certeza de qué funcionaría.

Terminada su visita a la cuarta planta se dirigió al ascensor por segunda vez para subir 2 pisos, su destino era la sexta planta, lugar donde tenía pensado realizar el examen de aparición y el de vuelo, cosas que le parecían muy emocionantes.

Al ser inexperta en la tarea que se disponía a hacer se sentía un poco pérdida y confundida entre tanta gente, por lo cual se acerco a uno de los empleados y le pidió lo que nescesitaba.

-Hola, vengo a... completar el examen de aparición y vuelo, ¿hay algún formulario que llenar-?preguntó tímidamente con una sutil sonrisa.

Emery caminaba por la cuarta planta del departamento de regulación y control de criaturas mágicas con alegría y curiosidad, esta era la primera vez que entraba a hacer algún trámite en esta planta y la cantidad de gente que rondaba por el lugar le impresionaba de sobremanera.

Pero no era su propósito principal contemplar la planta, dejaría la observación detallada del cuarto piso para luego, hoy visitaba el ministerio para registrar a su elfo y elfina de una vez, tenía previsto hacerlo hace mucho tiempo pero diferentes eventos se lo impidieron.

Después de caminar un rato por los diferentes pasillos llegó a la oficina que buscaba, la puerta de entrada a esta indicaba con sus letras que este era el lugar correcto, por lo que saludó brevemente y se dispuso a llenar los formularios requeridos.

Ficha para el registro de elfos:

 

•Nombre del elfo: Nesser

 

•Indicar si sirve a un mago/bruja familia o negocio: Bruja

 

•En caso de servir a un mago/bruja:

Nombre del mago/bruja: Emery Wood

 

Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: 5 años

 

Nombre de quien lo registra: Emery Wood

 

•Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de familia para la que sirve el elfo: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=99700

Ficha para el registro de elfos:

 

•Nombre del elfo: Caliban

 

•Indicar si sirve a un mago/bruja familia o negocio: Bruja

 

•En caso de servir a un mago/bruja:

Nombre del mago/bruja: Emery Wood

 

Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: 2 meses

 

Nombre de quien lo registra: Emery Wood

 

•Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de familia para la que sirve el elfo: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=99700

Una neblina espesa cubría las faldas del Himalaya, las rocas sueltas, originarias de derrumbes provenientes de diferentes puntos de la cordillera, estaban esparcidas por doquier, pequeños charcos de agua se formaban en la hierba y piedra bajos sus pies a causa de las constantes lluvias y la humedad típica del lugar, a lo lejos se distinguía un grupo de gansos que creaban un ambiente calmado con sus leves graznidos.

Emery caminaba por esa bella región de la India sintiéndose animada y hasta un poco inquieta; pero no dejaba que esto se notara en su forma de actuar, la capa gris que cubría su cabello y se ceñía a su figura ondeaba con el viento helado sin cesar mientras se paseaba con semblante tranquilo y despreocupado.

Pronto surgió una silueta masculina de entre la niebla, era Leonardo Myrddin, su compañero de clase y, por esta ocasión, contrincante.

-Es un gusto -la pelirroja respondió al saludo del Myrddin con una leve reverencia y empuñó su varita recordando el motivo de su visita al continente Asiático para luego levantarla con una media sonrisa en su níveo rostro.

-¡Protego! -la bruja alcanzó a exclamar el nombre del hechizo que absorbería el ataque de su oponente y le permitiría mantenerse en pie y consciente por ahora.

-Zancadilla -Murmuró moviendo su varita de ébano enérgicamente, el hechizo ataría los pies de Leonardo y este caería a causa de la dificultad para mantener el equilibrio en esa condición.

Hola!

Perdón por el rol flojo, voy a compensarlo con el duelo siguiente pero hay una de cosa que no tengo muy clara todavía.

En el topic de las nociones básicas leí que no se puede adelantar al primer ataque del primer post de tu oponente (creo que así es pero no estoy segura) pero en clase hicimos las intercalaciones adelantándonos con el silencius por ejemplo y no me quedó claro.

La pelirroja caminaba lentamente por los pasillos del primer piso, no se le ocurría más que explorar la academia en su tiempo libre para matar el aburrimiento y de paso familiarizarse con esta misma; pero poca era la atención que le prestaba al camino que recorría ya que leía con ensimismamiento un libro que traía entre sus manos.

Unas voces lejanas le hicieron levantar la mirada y darse cuenta de que el lugar donde se encontraba le era totalmente desconocido, por lo que decició seguir a las voces y esperar que estas la llevarán a un lugar más conocido o por lo menos para pedir alguna referencia o indicación que le ayudará a orientarse.

-Pachanga constante -le dijo al fantasma que custodiaba una puerta que nunca antes había visto, imitando las acciones de una chica que ya estaba dentro.

Emery no esperaba encontrarse con la escena en la que estaba en ese momento, a pesar de que la contraseña de entrada a esta misma debió darle alguna pista sobre el propósito de ese espacio, se sobresaltó al encontrarse con la fogata, los cojínes y toda esa gente que creaba un ambiente alegre y acogedor.

Ya no tenía la intención de encontrar un lugar conocido, ahora deseaba quedarse y pasar un rato de alegría con las personas que ya se encontraron dentro, aunque no conocía muchos de los presentes tenía impresión de que iba a pasar un buen rato.

-Hola -saludó con una sonrisa tímida y pasó la mirada por cada rincón del lugar

Y los ataques continuaron, cada alumno se defendía de los hechizos de sus atacantes respectivos y, hasta ahora, no hubo mayores heridas o daños graves, era obvio que los tutores no dejarían que nada malo les pasara a sus pupilos pero todos parecían saber como defenderse correctamente para alejar o contrarrestar los ataques.

-Silencius -pronunció Emery, el hechizo provocaría que ninguna palabra pudiera salir de la boca de Mei, dejando a la maestra incapaz de realizar hechizos verbales y la pelirroja tendría un poco menos de que preocuparse.

Emery apenas tubo tiempo para sacar y levantar su varita cuando la profesora les lanzó un hechizo a ella y algunos otros de sus compañeros, los demás serían atacados por Pik de modo que cada grupo tuviera que lidiar con ataques diferentes de cada instructor.

-Protego -Exclamó la chica a modo de defensa, el hechizo absorbería el rayo de ataque y mantendría su varita intacta.

Acto seguido, Mey lanzó un nuevo hechizo, el cual ataría de manos y pies a sus víctimas de no ser contrarrestado o bloqueado.

-Evanesco -la pelirroja movió su varita mientras pensaba en el hechizo que haría desvanecer las cuerdas mientras estas se dirigían a ella, manteniéndola segura una vez más.

Y finalmente, decidió corresponder el ataque y con esto continuar lo que sería su primer duelo.

-Tarantallegra -dijo con expresión sería, apuntando a la profesora, este hechizo obligaría a su objetivo a bailar rápidamente en contra de su voluntad.

Sin duda se enfrentaba a un oponente con más experiencia en el duelo que ella pero eso no le impedía dar lo mejor de sí y esforzarse por aprender y, tal vez, algún día llegar a ser una duelista destacada.

Un aullido espeluznante resonó en las polvorientas paredes de el hospital psiquiátrico y se le unió una risa desquiciada que parecía venir de todas partes y era capaz de helarle la sangre hasta al guerrero más valeroso.

De entre las sombras surgió la silueta de una chica de cabello negro que portaba su varita y en ella una luz brillante.

-Si, soy Emery, mucho gusto -le extendió la mano para que la estrechara y le ofreció una sonrisa forzada para luego dejarse caer en una de las oxidadas sillas.

La bruja se levantó de un salto al darse cuenta de que las figuras tendidas en el suelo empezaron a sangrar a borbotones y sus párpados se abrían, mostrando unos ojos que carecían de pupila e iris, las articulaciones de los cadáveres enflaquecieron y palidecieron mientras se levantaban y la rodeaban a ella y a Luna, gimiendo y pegando gritos desgarradores que hicieron que el corazón de Emery latiera rápidamente.

En medio de los gritos pudo escuchar las puertas abrirse y una voz que no conocía sofocó sus pensamientos <<Matalos o ellos te matarán a ti como lo hicieron con los otros, Sobrevive>> estas palabras tuvieron un efecto impresionante en la joven bruja, no podía soportar la idea de que los demás estén muertos.

-Luna, tenemos que salir de aquí -miro su compañera con preocupación antes de salir al pasillo, caminaba con rapidez y apretando su varita con tanta fuerza que sus nudillos emblanquecieron, temblaba de miedo y de furia.

La caminata se le hizo bastante larga, el camino estaba señalado ante ella y las entradas a otras salas estaban bloqueadas o completamente inaccesibles pero no tubo mayores problemas hasta que vió a la bestia dueña de los aullidos.

Corrió con toda su energía, volviendo la cabeza para asegurarse de que Luna estubiera bien y trató de alejar al licántropo sellando el pasillo por el que caminaba con una gran repisa vacía, sabía que esto no lo detendría por mucho tiempo pero por lo menos encontrarían un lugar seguro antes de que sufrieran mucho daño.

Y así llegó al sótano, entró en él jadeando y con las rodillas temblorosas, normalmente las situaciones de peligro y terror hacían que los sentidos de la pelirroja se volvieran más agudos y pensara con más claridad pero era la ira lo que la cegaba.

Dentro del sótano encontró innumerables criaturas horrorosas con dientes grandes y puntiagudos, se reían sin cesar, se reían de las desgracias de los estudiantes con menos suerte, de todas las catástrofes que provocaron con maldad y regocijo.

Emery levantó su varita cuando los vio, estaba dispuesta a atacar y terminar con todas esas tragedias que sufrieron los turistas y visitantes antes de ellos, el brillo de sus ojos desapareció así como su sed de aventura.

Off:

Hola criaturas horrorosas aquí dejo la tarea:

Prestaba especial atención a los pergaminos con reglas, conceptos y hechizos pues el tema de los duelos le interesaba más que muchos otros y deseaba retener en su memoria cada palabra leída para luego ponerlas en practica.

La pelirroja miraba fascinada el duelo entre los dos instructores, nunca antes había participado en un duelo pero si presenció uno real en una ocación pero el que contemplaba ahora no se parecía mucho al otro, era mucho menos hostil y aterrador y los hechizos que usaban no eran tan severos. Sus ojos ambarinos brillaban de emoción con la idea de que algún día podría usar su varita en contra de otro mago o bruja para defender sus ideales.

A continuación se les entregó un pergamino con la tarea a cada uno de los estudiantes, Emery lo respondió con una pluma pequeña que por casualidad encontró en el bolsillo de su pantalón y se esmeró en recordar cada uno de las acciones del profesor Malfoy y la profesora Delacour, terminó de escribir y entregó el pergamino un poco desganada para luego regresar a su lugar.

Si hubiera sido posible, Emery se hubiera sonrojado aun mas cuando los dedos de Brino rozaron los suyos, en medio del silencio que la rodeaba sintió un leve golpe seguido de una oleada de frío en su espalda, los sonidos e imágenes regresaron a la normalidad y se dió cuenta del entretenido evento.

Se apresuró a sacar su varita de un corte que le había hecho a su vestido a modo de bolsillo y levantar un espiral de nieve que giró cerca del suelo hasta acumularse en una esfera de un blanco brillante y aventarsela a su atacante riendo. En solo unos momentos el escenario tranquilo se transformó, muchos de los presente lanzaban y evadían las bolas de nieve que volaban a todas direcciones.

El frío se desvaneció enseguida y la chica movía su varita de ébano con agilidad mientras se levantaba de su asiento sin dejar de reír.

Se volteó con una sonrisa un tanto maliciosa y lanzó varias bolas de nieve que impactaron en diferentes magos y brujas, entre ellos Bruno.

El plazo de vacaciones ya había terminado y los alumnos y profesores empezaban a normalizar sus horarios para las clases próximas, Emery se había levantado temprano para poder llegar sin apuros a la Academia de Magia, vestía ropa muggle, como le habían indicado, unos pantalones oscuros y un abrigo grueso junto con unos zapatos cómodos.

Caminaba erguida por los pasillos de la academia buscando la puerta que daba al aula donde recibirían sus clases.

Dentro del aula quedó asombrada, el autobús rojo que tenía frente a ella no era lo que esperaba, uno a uno fueron llegando sus compañeros y cuando todos estuvieron presentes las profesoras se presentaron.

Cuando terminaron les indicaron a sus pupilos que debían subir al autobús, en el interior era mas grande de lo que se veía por fuera, Emery se sentó en uno de las amplias sillas del fondo, junto a la ventana y guardó silencio mientras todos subían y se cerraban las puertas.

Decidió presentarse cuando el vehíc*** ya estuvo en movimiento, se puso de pie y levantó un poco la voz

-Hola, soy Emery, tengo 13 años y pertenezco a la familia Ravenclaw- Terminó con una sonrisa y se dejó caer en su asiento para escuchar las demás presentaciones.

Todo iba bien, una de las instructoras estaba por decirles cual era el destino de su viaje cuando unos golpes se escucharon, no era nada alarmante, la profesora continuó pero se detuvo por segunda vez, la preocupación reflejada en su rostro. Una sensacion de vacío en el estomago le informó a la pelirroja que estaban cayendo, las dos mayores lanzaban hechizos a diestra y siniestra para detener la caída pero fue inútil, impactaron a pesar de los intentos por mantenerlos seguros.

La joven bruja sentía agudas punzadas de dolor en la cabeza y el brazo izquierdo, una sustancia cálida resbalaba desde su frente hasta la naríz, hizo todo el esfuerzo posible para mantenerse consciente y buscar ayuda pero el golpe de su cabeza contra el cristal de la ventana había sido demaciado fuerte, las articulaciones le ormiguearon por un rato antes de que todo se volviera oscuro y cayera inconsciente.

Abrió los ojos con cierta dificultad, una serie de espantosas imágenes regresaron a su mente mientras recordaba el evento del choque y trató de incorporarse, dándose cuenta de que el escenario no era el mismo en el que había perdido la conciencia, debieron haberla traído hasta ese lugar, no tenía idea de donde estaba pero supuso que no pasó mucho tiempos hasta que se despertó puesto que sus heridas se veían igual que antes.

-Maldición- Susurró apreciando el corte de su brazo con el ceño fruncido, era bastante grande y ya había dejado de sangrar pero el dolor era el mismo, rasgó la parte baja de su abrigo e improvisó con la tela un vendaje para la herida, ahogando un gemido de dolor, enderezandose un poco mas trató de reconocer algo a su alrededor sin resultados, el lugar entero era un desastre, había varias mesas y muebles tirados y todo estaba cubierto por una gruesa capa de polvo acumulado tras los años.

Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad alcanzó a ver algunas personas en el suelo, la mayoría desconocidas, unas pocas familiares pero ninguna de ellas deba señales de vida, no podía fijarse en su respiración con la falta de luz y por su poca experiencia en medicina su corazón latió con gran rapidez, imaginandose lo peor.

Off

Hola! Mi nombre es Roxanne y soy de Ecuador, me gusta mucho leer, sobretodo si es fantasía o ciencia ficción. Como mi personaje tengo 13 años pero soy mucho menos introvertida y mucho mas cobarde.

Creo que eso es todo, me despido sin mas.

Una fina capa de garúa caía sobre la capucha azul de la chica, caminaba por el callejón de Osaka con avidez y en silencio, sus pisadas solo hacían ruido cuando eventualmente caían sobre uno de losa how charcos de agua del suelo empedrado. Mantenía sus manos dentro de los bolsillos del abrigo tratando de desentumecer sus helados dedos.

Todavía se tambaleaba un poco, efecto del mareo producido por los trasladores a los que no terminaba de acostumbrarse.

Después de caminar un rato por el oscuro callejón alcanzó a divisar a un grupo de gente y suponiendo que eran sus maestros y compañeros se unió a el grupo, escuchó en silencio y un poco apartada las presentaciones de profesores y alumnos y cuando llegó su turno se acercó un poco, apartó la aterciopelada capucha de su cabeza revelado su nívea piel y rojizo cabello.

-Mi nombre es Emery, soy britanica y pertenezco a la familia Ravenclaw- Terminó su corta introducción esbozando una media sonrisa y escuchó atenta a las presentaciones siguientes.

Off

Hola! Mi nombre es Roxanne y tengo 13 años, estoy muy emocionada de tener algo mas que escribir que no sea mi tarea de lenguaje ^^

Emery tiene mi edad y es un poco apartada e introvertida pero una vez que la conocen puede ser bastante amigable, me parezco a ella en muchas cosas pero también soy muy diferente, un poco menos cohibida.

Me gusta mucho el Rock Clásico, leer y tocar el piano

Creo que eso es todo, me despido por ahora.

-Estás realmente hermosa- Dijo Bruno y al pronunciar estas simples palabras fue como si le hubieran lanzado una maldición a la chica, sus pálidas mejillas se sonrojaron hasta el punto de competir con la intensidad de su rojizo cabello, por un momento se alegró de no haber notado la comida porque sin duda hubiera quedado atorada con ella poniéndose en ridículo una vez mas frente al chico.

-Gracias.- fue la única palabra que pronunció antes de quedarse con la mirada fija en el plato frente a ella por varios minutos, temblando ligeramente, incapaz de percibir si se trataba de frío o nerviosismo, notó que había olvidado recoger su cabello que caía sobre sus hombros y cubría parte de su avergonzado rostro.

-Sabes...- Continuó hablando la bruja sin apartar la mirada de la mesa -Cuando te conocí sentí una confianza que no había sentido en años y de algún modo supe que era correcto confiar, te agradezco por dejarme experimentar esa clase de sentimiento otra vez- Levantó la vista lentamente para sonreír con timidez y volvió a bajarla.

Con las otras personas siempre se había comportado de manera silenciosa pero soberbia, manteniendo sus sentimientos apagados, no podía imaginarse lo que dirían si la vieran en esta vergonzosa situación, pero no le importaba lo que dijeran, por un momento el mundo a su alrededor se difuminaba, convirtiéndose en sonidos e imágenes borrosas y sin sentido.

A medida que los invitados llegaban, los nervios de la chica crecían, la amplia mesa tenía lugar para sus numerosos invitados, a los que Emery saludaba con una sonrisa o un leve movimiento de cabeza, la mayoría de personas presentes eran desconocidos para ella y mantenía la vista clavada en el hielo de la mesa, levantandola cuando escuchaba a alguien acercarse.

El salón se llenó con increíble rapidez, bellas damas con deslumbrantes vestidos y elegantes caballeros con trajes de gala desfilaban sin cesar por la puerta hasta llegar con sus grupos respectivos. Entre la multitud de rostros diferentes la pelirroja alcanzó a divisar algunos conocidos, la mayoría pertenecían a otras mesas pero un chico con el que había hablado antes se dirigió hasta la mesa número dos, se trataba de Gerard, un compañero de la casa de los tritones con el que entabló conversación la primera vez que llegó a dicha casa.

-Hola, Gerard- Saludó al chico mas abiertamente y se dedicó a observar la decoración de la sala, un poco distraída.

En medio de sus pensamientos le pareció escuchar una voz conocida, se volteó para encontrar a Bruno, que le tendía un montón de flores de hielo, Emery las tomó con delicadeza, sin poder evitar que sus mejillas se sonrojaran le agradeció.

-Son hermosas, gracias- Le plantó un beso en la mejilla y se sentó nuevamente, regalandole una tímida sonrisa.  

En ese momento se dio cuenta de lo bien que se veía el chico en el traje de gala que lucía y con este pensamiento el color de su rostro se tornó rojo intenso, sacudió un poco la cabeza, intentando mantenerse calmada.

-Es esta tu primera gala de Navidad?- Preguntó después de un rato, dejando el ramo de rosas en la mesa.