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solauciel

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Mensajes publicados por solauciel

  1. Para su gran satisfacción, dos compañeros de su clase de generales, se le acercaron, al verlo inmóvil contemplando las llamas de la boca del dragón de piedra. No recordaba sus nombres, pues su atención durante las clases había estado plenamente enfocada a las tareas y sus miedos, que había tenido que enfrentar.
    Uno de ellos, un chico, le dijo - Vale, que un poco de fuego no hace nada mal a nadie... Ok, no. Era una broma para romper el hielo. Mira no pasa nada, lo haré yo primero para que veas que estas cosas mágicas son de confianza.-
    Su amiga también se acercó a darle ánimos, diciéndole que no tenga miedo, que esté tranquilo, mientras le dedicaba una hermosa sonrisa.
    Después de esto, ambos se dirigieron a la boca del dragón y traspasaron las llamas, para luego desaparecer frente a los atónitos ojos de Uciel.

  2. Lo había logrado. Estaba dentro de la Academia de Magia y Hechicería. Después de terminar con sus clases de Generales, se dedicó a recorrer algunos pasillos y galerías.
    Llegó al patio principal, donde había mucha gente reunida. Inmediatamente empezó a sentir el llamado de su esencia vampírica. Con mucho esfuerzo, logró controlar el impulso de morder a la primer persona que se le cruzó.

    — Tengo que resistir. Tengo que resistir... — Pensó Uciel, mientras cerraba los ojos con fueraza.
    Al volver a abrirlos, unos segundos después, se había hecho un hueco entre la gente, y lo que en un primer momento había visto como una estatua común, era en realidad una enorme cabeza de dragón tallada en piedra. En su boca ardía un inmenso fuego rojo.
    Se quedó embelesado viendo las llamas, sin prestar atención a lo que ocurría a su alrededor. Mientras caminaba hacia la cabeza del dragón, una persona surgió de entre las llamas, y salio caminando normalmente por el patio. Ante esto, Uciel quedó perplejo, con la boca abierta.
    Le habían informado que, ahora que ya estaba en la academia, formaba parte de la casa Los Dragones de Lancashire. Por lo poco que había entendido, sabía que cada casa tenía una sala común donde los estudiantes se reunían. También había escuchado a dos compañeros hablar sobre un tatuaje, necesario para ser identificado como mimbro de la casa.
    Empezaba a sospechar que la entrada a la sala común era por la boca de ese dragón. Pero no quería arriesgarse a meterse entre las llamas.
    — Tal vez alguien aquí pueda guiarme... — Pensó, tratando de mantener la calma, y mirando alrededor, esperando que alguien se fijara en él.

  3. Una vez el profesor hubo limpiado a los alumnos de los preservativos (absolutamente desconocidos para Uciel), unos seres horribles aparecieron volando, con clara intención de atacar a los alumnos. El profesor hizo aparecer unos calderos para aturdirlos (una excelente idea). Uno de los alumnos gritó -Opuggno! - Y algunos de los calderos se dirigieron con fuerza hacia los atacantes:
    Uciel levantó su varita, e imitando a su compañero, apuntó a los calderos mientras gritaba el hechizo. Quedó maravillado al ver el efecto del mismo. El caldero salió a toda velocidad y embistió contra dos criaturas, dejándolas inconscientes.

    La clase estaba por terminar, sólo les quedaban unos pocos deberes.
    -Nada mal para empezar! - Se dijo Uciel a sí mismo. - Si esto sigue así, será muy interesante!.

    Se dió vuelta y enfocó sus oscuros ojos en el Bosque Prohibido. Lleno de misterios, y de vampiros, según algunas leyendas que había escuchado mientras tomaba una cerveza en Las Tres Escobas. Tendría que investigar, pero también sabía que la entrada al bosque estaba prohibida para los alumnos.

    OFF ROL

     

    gracias por las clases!! Saludos!

  4. Cuando hubo aparecido el pergamino en sus manos, Uciel leyó completamente, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Conseguir un puesto en el ministerio sería algo grandioso, estaría rodeado de magos profesionales de los que podría conseguir más conocimientos. La felicidad lo embargaba completamente: el recibimiento de sus compañeros y sus profesores había sido muy cálido. Por supuesto, creía él, se debía en parte a que nadie conocía su condición de vampiro.
    Una vez hubo leído el pergamino completo, se concentró en lo importante:
    - ¿Un boggart? ¿Mis miedos? ¿Se convertirá en un cuchillo de plata?-.El asunto era serio. En sus pensamientos, luchaba contra el impulso de ir hacia uno de los maestros y explicarle su situación, pero no estaba seguro de que los vampiros fueran aceptados en la academia. Su otra opción era enfrentarse al boggart, fuera lo que fuese esa cosa, y tratar de hacer lo mejor.
    Miró su varita, causante de su transformación en vampiro. Acarició con los dedos el símbolo que él mismo había incrustado en plata, quemándose las manos. Era una Runa que representaba a su familia, el único lazo que había quedado entre él y sus parientes había sido un colgante de plata, pequeño, que había cabido perfectamente en el mango de su varita. Cada vez que la tomaba, sentía la quemazón de la plata, aceptándola como su castigo por haber abandonado a su familia.
    Al levantar la vista, luego de haber decidido que enfrentarse al boggart no sería tan difícil si imitaba a alguno de sus compañeros, se encontró parado de frente al gran armario que había hecho aparecer su maestro. El mueble se agitaba, revelando que en su interior, un ser quería salir.
    El maestro estaba hablando, pero Uciel solo captó sus últimas palabras.

    -... no bloquear su mente ni dejarse llevar por el miedo. Lo que vence a un boggart es la risa, que se rían de él en vez de temerle... Así que, veremos cómo termina ésto. Y no se preocupen, no tienen tanto poder como la cosa en la que se transforman...-

    Desesperado, Uciel intentó buscar la mirada de su profesor, pero ya era tarde. La puerta había sido abierta y durante un segundo, no había nada. Al segundo siguiente, su madre, vestida con unas telas rasgadas y descoloridas, se acercaba empuñando un hacha, mientras gritaba maldiciones en su lengua Rom. Absolutamente paralizado, se quedó mirando fijamente a su madre, que tenía los ojos vacíos. Estaba muerta. En su cuello colgaba un símbolo de plata, pequeño, que refulgía con la luz del sol...

    -Ésa runa no puede estar ahi!- Pensó Uciel, saliendo de su letargo. Miró su varita, acarició una vez más el símbolo plateado y recurrió al único hechizo que conocía.
    -¡Expelliarmus!- gritó con todas sus fuerzas. El hacha salió volando hacia atras y se clavó en el fondo del ropero. Su madre empezó a desvanecerse. Uciel ya no tenía miedo. Había comprendido que esa no era su madre, sólo era el boggart adoptando su forma. De todas maneras se hizo a un lado lo más rápidamente posible: no quería que el ser tomara una nueva forma y lo enfrentara nuevamente.
    En voz baja y temblorosa, le deseó suerte a la persona que seguía después de él. Esa primera experiencia había sido muy interesante, pero a la vez muy fuerte. Ojalá las cosas siguieran en ese rumbo.

     

    OFF ROL

    Muy interesante la experiencia con el boggart!! Gracias por las correcciones. Les dejo el símbolo que tiene grabado la varita de mi personaje. Saludos!

    http://i58.tinypic.com/2zimxc8.jpg

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  5. Como de costumbre, Uciel Agarwaen, en su condición de vampiro, tenía el constante miedo de mezclarse entre las personas y sucumbir a su sed de sangre. Pero ésta era una ocasión diferente: estaba a punto de entrar en Hogwarts.
    Su solicitud había sido aprobada, lo que lo había hecho muy feliz (algo que no pasaba desde hacía siglos, literalmente).
    Se propuso hacer un cambio radical en su vida: sustituir la sangre humana por sangre animal. No podría durar mucho en la Academia si atacaba a sus compañeros.

    Desde los portones con chanchos alados (- Qué mal gusto! - pensó Uciel), se divisaba el castillo, enorme y hermoso. Jamás había visto una construcción tan hermosa, y ni hablar de los bosques y prados que alcanzaba a ver.

    Luego de ver la hora, empezó a correr hacia el edificio, no quería llegar tarde a su primer clase.
    Se encontró en la puerta con un viejo horrible que empuñaba una escoba
    - Qué quieres aquí? - preguntó el hombre, malhumorado.
    - Estoy buscando el salón de la clase de Generales para iniciales - contestó Uciel, mirando de arriba a abajo a ese sujeto.
    - Primera escalera, esperas a que gire, y te llevará directo a la puerta.

    Después de seguir las instrucciones, y quedar maravillado por las escaleras movedizas, entró en el salón, que estaba vacío. Pero había algo: algunos bancos tenían encima un trozo de tela negra, y otros no.
    Se acercó a uno de su derecha y tomó entre sus manos el lienzo. Al instante, sintió como si un gancho lo tomara por debajo del ombligo y tirara de él hacia arriba. Al siguiente parpadeo, se encontraba en medio del pasto, y, a unos metros de distancia, un grupo de gente estaba reunida.

    - Supongo que a esto se referían con "traslador" - pensó, mientras se metía el lienzo en los bolsillos.

    Se acercó tímidamente y saludó, intentando que no se notara su debilidad con el inglés.
    - Hola! Soy Uciel Agarwaen, vengo de Hungría... y allá no tenemos Ministerio de Magia. Esto parece muy interesante, gracias! - dijo, mientras miraba el pergamino que uno de los profesores había hecho aparecer para él.


    OFF ROL

     

    Hola! Soy Uciel, de Argentina, tengo 22 años. Es la primera vez que entro en la academia. Y es mi segunda experiencia de ROL. La primera es en El Ocaso de Los Dioses, en el Bosque Prohibido.
    Soy músico, violinista. Me dedico a dar clases, y al mismo tiempo estudio en un conservatorio. Soy fanático de Harry Potter y de El Señor de los Anillos (de ahí proviene el apellido de mi personaje) desde los 11/12 años. En el Rol, les dejé el Link a la ficha de mi personaje, por las dudas, acá va de nuevo: UCIEL AGARWAEN.

    Saludos!

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  6. El barco se sacudía violentamente en el remolino que conectaba uno de los lagos de Durmstrang con el Lago Negro de Hogwarts. Por las ventanas circulares no entraba nada de luz, pero se vislumbraba, de vez en cuando, algún que otro grindylow que apollaba su cara y garras contra los vidrios, con gesto curioso en su horrible cara.
    La mayoría de los estudiantes no sentían una gran emoción por llegar a Hogwarts, les parecía poco interesante un colegio que aceptara hijos de muggles entre sus alumnos y fuera tan abierto a recibir visitas y mostrar sus terrenos. Pero Uciel no pensaba lo mismo: él, luego de haber terminado sus estudios básicos en Durmstrang, había continuado con la especialización en Cuidado de Criaturas Mágicas. Estaba enterado de la existencia de una manada de centauros en los bosques de Hogwarts, de los cuales se contaban cosas asombrosas y tenebrosas. También estaba interesado en los unicornios, thestrals, acromántulas, que habitaban el Bosque Prohibido.
    Después de una sacudida especialmente fuerte, el barco salió a la superficie, con sus velas chorreando el agua. Por una de las ventanas Uciel creyó ver un calamar gigante. Había oído de su existencia por medio de uno de los profesores, que decía haber estado en el Torneo de los Tres Magos, cuando participaron cuatro campeones, de los cuales dos eran de Hogwarts.

    Cuando se hubo vaciado de agua la cubierta del barco, los estudiantes fueron saliendo de sus camarotes y del bar, donde se encontraban refugiados durante el viaje subacuático. Uciel se acerco a János, un chico de cuarto año que le caía muy bien, y dándole unas palmadas en la espalda le preguntó

    - ¿Listo para bajar? ¿Qué tal el viaje? -.

    János lo miró serio, con sus ojos negros, carentes de iris, y le respondió

    - Me la pasé en el bar, tratando de no volcarme el Vodka encima. ¡Detesto viajar en este barco! -.

    Uciel lo comprendía, su primer viaje en ese barco no había sido para nada placentero, y resultó mucho más largo, ya que partió de uno de los lagos ocultos en la cordillera de la Patagonia Argentina, para asistir a su primer año en Hogwarts.
    Cuando llegaron a tierra firme, un séquito de bienvenida comprendido por estudiantes y profesores de Hogwarts los recibió con aplausos y un ramo de flores voladoras, las cuales emprendieron el vuelo por encima de sus cabezas, ofreciendo un hermoso espectáculo.
    Después de un apretón de manos entre los directores de los colegios, entraron al castillo, mucho más grande que el que ellos habitaban. Los esperaba una multitud enorme de gente, la mayoría aplaudiendo y sonriendo abiertamente. Uciel también sonrió, recordando lo fría que había sido su acogida el primer día de clases en Durmstrang, en donde lo obligaron a seguir el ritual de la cacería del lobo.
    - Esto no está nada mal... - pensó mientras sonreía.

    #1

  7. Nombre del Personaje: Uciel Haldir

     

    Sexo: Masculino

     

    Edad: 23 años

    Nacionalidad: Argentino.

     

    Varita: Varita de Ciprés Andino, 32cm, con núcleo de hielo eterno. Semi-rígida, madera clara, ideal para hechizos con toques artísticos. Temperamental, excelente para magia defensiva y de ataque, pero un poco deficiente para las transformaciones. Muy suave al tacto.

     

    Patronus: Caballo Árabe, salvaje por naturaleza, dócil y fiel a su amo. Se caracteriza por tener pelaje muy oscuro en el tobillo trasero derecho, en contraste con su pelaje gris.

     

    Colegio: Durmstrang

     

    Aspecto Físico: Complexión atlética. 1.85 de estatura. Pelo negro, lacio, hasta los hombros. Cicatriz en lado izquierdo de la cara, desde la ceja hasta la mandíbula, producto del ataque de un lobo de hielo. Tatuaje de Barco Negro de Durmstrang en hombro derecho. Vestimenta reglamentaria de la institución: Túnica de color rojo sangre y negro oscuro, y capa de piel de lobo de hielo.

     

    Cualidades Psicológicas: Generalmente tranquilo, meditativo. Emocionalmente profundo, con inclinación y sensibilidad hacia las artes musicales. Gran sentimiento de compañerismo y lealtad con sus compañeros. Buena autoestima y predisposición para ayudar al prójimo.

     

    Historia: Nació en la Patagonia Argentina, en zonas de Glaciares y montañas, por lo que no tuvo problemas al adaptarse al clima del norte de Europa, en los secretos terrenos de Durmstrang. Proviene de una familia de magos noruegos, exiliados durante la Guerra de Magos Global, en la que sus abuelos participaron en defensa de la población muggle.
    Ingreso en Durmstrang a los 11 años, y luego de terminar su formación básica como Mago, continúa sus estudios de Cuidado de Criaturas Mágicas en dicha institución, haciéndose cargo del cuidado de la fauna de los terrenos de Durmstrang.

     

    Pertenencias: Violín de madera de Arce Mágico; Capa de Piel de Lobo de Hielo, obtenida en el ritual de iniciación de Durmstrang, consistente en dar caza a un lobo de hielo usando hechizos de ocultamiento. Escoba Saeta de Fuego, edición limitada, modelo Victor Krum. Cofre mágico, herencia de su abuelo, ultra liviano, y que muestra su contenido sólo a su propietario. Su mascota es un Halcón Negro.

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