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Jane Bellatrix Malfoy

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Mensajes publicados por Jane Bellatrix Malfoy

  1. En mi sueño, una reconocible melodía comenzó a sonar. Las notas de piano que me sabía tan perfectamente, empezaron a cobrar más y más fuerza, haciéndome creer que incluso yo la estaba tocando. Era imposible, inclusive para aquel que jamás había escuchado música clásica, no deleitarse con aquellos sonidos, sin duda alguna era Claro de Luna de Beethoven. De esa manera tan hermosa, me levanté relajada en la mañana.

     

    Mi casa en la Academia, "Los Centauros de Blodwyn", ya se había convertido en mi segundo hogar. Todos eran extremadamente amables, las habitaciones eran preciosas, las vistas lo eran aún más y, todo era rústico; sin embargo, lo que más me fascinaba era la historia de aquel centauro que había batallado, como un héroe, codo a codo con los magos. Tanto me gustó la historia y el entorno de dicha casa, que decidí quedarme en la Academia hasta terminar mis estudios, y de paso, aprovechar a tener a mi disposición la Biblioteca del Colegio, que era como otro hogar ya que la mayor parte del tiempo estaba allí.

     

    Como siempre, me había levantado temprano alrededor de las 6 y media. Sin embargo, antes de poder ir a bañarme, un repiqueteo se escuchó en mi ventana, en la cual, una pequeña lechuza esperaba pacientemente para entregarme una carta. La misiva informaba que ese mismo día a las 9 de la mañana, tendría lugar la clase de Duelo Básico. «Esta vez no hay excusa, tienes que aprobar» ─se dijo a si misma, recordando el motivo por el cual había tenido que abandonar la anterior clase de Duelo Básico─. Dejé la carta sobre el escritorio, y sin más preámbulos, fui a bañarme.

     

    Salí de la ducha envuelta en una bata, y me dirigí a la ventana, el sol se había alzado levemente de manera que unos rayos de sol se colaban a través de las cortinas. No había nubes y las hojas de los árboles no se movían, sería un lindo día para una clase afuera. Ya habiendo previsto como iba a estar el clima aquel día, me dirigí al armario. Opté por una remera ajustada al cuerpo negra, con unos jeans negros, unas zapatillas Vans de leopardo y una entallada campera de cuero negra.

     

    Ya lista agarré mi siempre fiel bolso, el cual llevaba a todos lados. Este estaba forrado por dentro de cuero opaco y resistente y por fuera tenía terciopelo color azul oscuro lo cual le daba un toque delicado; además tenía unas correas largas ajustables de cuero forradas en terciopelo del mismo color. Dicho bolso, contaba también con un encantamiento de extensión indetectable que le había hecho mi madre en el momento en el que me lo regaló. Preparada y sin hambre, me fui directamente hacia la biblioteca a esperar que pasaran las horas.

     

    Me senté en una de las mesas del fondo, en una esquina y me puse a leer un libro sobre hechizos y cómo emplearlos en los duelos; de esta manera esperé a que se hicieran las 8 y media. Al tener tiempo de sobra, caminé lentamente hacia el aula que me indicaba la carta. Una vez en ella, me di cuenta de que la clase no sería allí, sino que nos transportaríamos a algún otro lugar. Brillantes bolas de cristal reposaban, serenamente, sobre las mesas. «Detesto trasladarme» ─pensé─ Sin embargo, mi ansiedad de saber a dónde iría me ganó y, preparada para sentir ese peculiar tirón cerca del ombligo, toqué una de las bolas.

     

    Inmediatamente una conjunto de colores brillantes y opacos se mezclaron en giros retorcidos; sin embargo, al otro instante, ya no estaba girando, sino que estaba ni más ni menos que en un claro de lo que parecía ser el Bosque Prohibido. Árboles caídos y secos adornaban el paisaje, junto a varias rocas esparcidas irregularmente sobre el terreno; a no mucha distancia se encontraban los profesores «Derek Lúcien y Kris Gryffindor, si mal lo recuerdo» ─pensé─, al lado de ellos un riachuelo corría en bajada. No era una fea vista pero daba cierto aire de misterio.

     

    Cuando ya todos llegaron los profesores se presentaron, era todo habitual, pura rutina. Había algunas caras conocidas, la mayoría compañeros de Generales. Como siempre, los profesores hablaron sobre que trataba la clase y sobre como teníamos que aprender a defendernos y superar temores. «Por favor, pasemos a la parte interesante» ─pensaba mientras hablaban─. Y así fue, Kris conjuró un Morphos transformando algunas de las rocas que había por ahí en Osos Pardos, dispuestos a desgarrarnos si no nos defendíamos correctamente; a su vez, el otro profesor conjuró un hechizo de protección, el cual generó que manos espectrales de barro se posaran frente a nosotros.

     

    Ya había hecho esto en la anterior clase de Duelo, la cual había tenido que abandonar. Esta vez no tendría piedad, pues ya sabía que solo era un objeto inanimado que había cobrado la forma que otra persona quería que tuviera. De esta manera, ya con varita en mano no lo dudé dos veces y apuntando al animal dije el hechizo.

     

    ─Sectusempra ─grité, e inmediatamente un rayo salió de la punta de mi varita pegando, rápidamente contra el cuerpo de mi oponente, al cual comenzó a desgarrársele la piel, generando que la sangre fluyera por la tierra al igual que a nuestro costado fluía el riachuelo─ «¿No teníamos que presentarnos?» ─me pregunté a mi misma, entonces con mi amenaza ya desechada no tuve riesgo en ir ante los profesores y decirles ─Es un gusto estar con ustedes de nuevo ─les sonreí levemente ─, por si no se acuerdan, soy Jane Malfoy... ─y dicho eso, esperé pacientemente a que los demás compañeros terminaran de deshacerse de los Osos Pardos─

     

    OFF ROL

     

    Holaa, me llamo Oriana tengo 15 años y soy de Argentina, Buenos Aires. Estoy estudiando en la Secundaria (3er año, para ser específicos). Me encanta leer, tengo una biblioteca enorme pero igualmente ya no le entran más libros :'( *se desespera*. Soy muy parecida a mi personaje ya que mi tez es muy blanca; tengo pelo castaño claro. En cuanto a lo “Emocional” también soy parecida a mi personaje ya que soy bastante reservada, orgullosa (para algunas cosas), competitiva, estudiosa (nunca en mi vida desaprobé una prueba), muy competitiva en el estudio, si me tratas mal arrogante y puedo llegar a herirte emocionalmente “sin querer queriendo”. Pero fuera de esos aspectos entre amigos soy amable y a veeeces cariñosa (porque si soy sincera, tiendo a no expresar mucho mi cariño, pero quiero y me preocupo por todos igual) osea que soy medio fría. AHH! Me olvidaba que también soy muy respetuosa con todos, pero defiendo con garras y dientes a todos los que conozco y se merezcan que los defienda. También me gustan los animales especialmente reptiles, tiburones y felinos. AHH!! Y el Quidditch, simplemente lo amo :D ...

    ¡Saludos y nos vemos!

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    FICHA DE PERSONAJE

    Jane Bellatrix Malfoy

     

    DATOS PERSONALES

     

    Nombre del Personaje: Jane Bellatrix Malfoy

     

    Sexo: Femenino.

     

    Edad: Joven, 15 años.

     

    Nacionalidad: Británica.

     

    Familia(s):

     

    *Malfoy

     

    Padre(s) Sanguíneo: Mónica Malfoy Haughton.

     

    Padre(s) Adoptivos: --

     

    Trabajo: --

     

    PODRES MÁGICOS

     

    Rango Social: Aprendiz.

     

    Bando: Neutral.

     

    Rango dentro del Bando: --

     

    Nivel de Poder Mágico: --

     

    Puntos de poder en objetos: 20

     

    Hechizos adicionales: Los pondrán los moderadores

     

    Puntos de poder en criaturas: Los asignarán los moderadores

     

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores

     

    Habilidades Mágicas: --

     

    Conocimientos Especiales: --

     

    PERFIL DE PERSONAJE

     

    Raza: Vampiro.

     

    Aspecto Físico:

     

    Es una joven mujer de estatura elevada, mide aproximadamente 1, 70 metros, su tez es extremadamente blanca, debido a su condición vampírica, la cual le da un aire fantasmal. Su rostro, es medianamente alargado, el cual es acentuado por su lacio cabello castaño claro al cual, de vez en cuando, se le hacen pequeñas ondas o rulos, los cuales hacen resaltar sus ojos azules como el mar.

     

    Sus ojos normalmente no expresan emoción alguna, aunque dependiendo las situaciones reflejan a la perfección su estado de ánimo, su nariz es recta y un poco respingona, sus labios son finos pero carnosos, de un color rosa pálido que normalmente están recubiertos con un poco de brillo. En su estilo habitual, jamás falta el rimel y de vez en cuando aplica algunas sombras color azul oscuro para hacer resaltar sus ojos; sin embargo, no suele recargarse con maquillaje, excepto para ocasiones especiales. Su cabellera, suele ir recogida en una trenza cocida, o simplemente suelto dejando que a éste se le formen alguna curvas, las cuales le dan un aspecto más ovalado a su rostro.

     

    Sus piernas son finas y sus brazos medianamente largos, sus manos tienen dedos alargados lo que les da un toque femenino; está constantemente haciendo diversos entrenamientos físicos para tonificar su cuerpo y se mueve con mucha gracilidad. Conocedora de que posee una bonita figura, le saca provecho utilizando vestidos y modelos asentados al cuerpo, siempre y cuando le sean cómodos. Dicha vestimenta siempre va acompañada por zapatos a juego y joyería delicada para la ocasión.

     

    Cualidades Psicológicas:

     

    Es sumamente orgullosa, por lo cual tiende a tratar a los demás con frialdad y superioridad. No es abierta en lo absoluto a menos que se vea obligada a hacerlo, suele tardar en entrar en confianza con las personas por lo tanto su círculo de amigos es muy reducido. Esto se debe a que en su infancia tuvieron lugar varios acontecimientos desagradables, los cuales la llevaron a desconfiar de las personas y valerse, en la mayor parte, por ella misma.

     

    Por lo general una sonrisa hipócrita surca su rostro hasta que sabe el entorno en el cual está. Jamás lo admitiría públicamente, pero suele preocuparse mucho por su familia y amigos, por lo tanto trata de ayudarlos en lo que esté a su alcance y brindarles todo su apoyo en momentos de necesidad. De todas maneras, no es muy afectiva, no le agradan mucho los abrazos ni las demostraciones excesivas de afecto.

     

    Suele aparentar tener cierto aire de inocencia, pero sin embargo es en su totalidad una chica estratega, esto la lleva a calcular y pensar fríamente las cosas, previendo lo que podría llegar a suceder después. Siempre trata de obtener lo que quiere mediante su esfuerzo propio a pesar de que, algunas veces, suela extorsionar a las personas; tiende a ser manipuladora ya que todo tiene que estar hecho a su manera y tratando, en lo posible, de igualar a la perfección.

     

    Es muy protectora en cuanto a sus pertenencias, tanto materiales como espirituales. Jamás pondría en riesgo a otra persona a costa de salvarse a ella misma, teniendo tendencia a anteponer la vida de los demás a la suya; es por esto que planea trabajar en San Mungo para ayudar a aquellos que lo necesiten y a aquellos que no, también.

     

    En conclusión, Jane es una chica un poco bipolar que suele contradecirse varias veces en su manera de pensar y actuar. La cara fría que muestra al exterior, es reflejo de todas sus inseguridades y miedos; siendo verdaderamente una joven que en el fondo, se preocupa por los demás.

     

    Historia:

     

    Eran tiempos difíciles cuando Jane nació, y había una fuerte antipatía ─mayor de la común─ entre bandos. Nada ni nadie estaba completamente seguro y las protecciones ─a pesar de fuertes que sean─ eran burladas con facilidad. Fue así que pocos meses después de haber nacido, sus padres decidieron ─por su bienestar─ dejarla en un orfanato muggle y regresar a por ella una vez que todo el embrollo se hubiera calmado un poco. Sin embargo, cuando la fueron a buscar, la encargada del lugar les comento que habían sido asaltados y que su hija había sido raptada.

     

    Los Malfoy movieron cielo y tierra para encontrarla, jamás se darían por vencidos hasta encontrar a su hija; sin embargo en el mundo muggle, una niña de tan solo dos años y cabellos castaños era maltratada por una familia que no le daba los cuidados necesarios. La niña fue creciendo de a poco y tan solo con 2 años y medio ya había aprendido cosas que nadie se imaginaba. Sin embargo su estado era deplorable, y a pesar de su corta edad, había desarrollado un visible odio a aquella familia y un sentimiento protector a otra niña un poco menor que ella.

     

    Un día la inmunda familia adoptiva de Jane había salido a dar un paseo con su consentida hija; la niña de casi tres años iba atrás de ellos tambaleándose, cuando de repente se encontró con una mujer demasiado alta y de cabellos color fuego, la cual a pesar de su porte serio iba con un semblante deprimido, el cual se le pasó al ver a la niña que estaba frente suyo, a la cual reconoció por sus brillantes y transparentes ojos azules como por todos sus rasgos... Aquella niña totalmente flaca y carente de cariño era su hija robada.

     

    Sus padres rescataron a Jane de aquella horrenda familia, la cual había maltratado tanto física como verbalmente a la niña; sin embargo a pesar de todo el odio y rencor que sentía, Jane les pidió a sus padres que no les hicieran nada ─ya que en secreto, la hija de aquellos desgraciados se había encariñado con ella y siempre que podía le llevaba alimentos─. Por amor a su hija, ellos respetaron su decisión y la criaron con todo el amor, cariño y respeto que le había sido negado en sus primeros 3 miserables años de vida.

     

    Así fue creciendo, encariñándose de su verdadera familia y siendo aquello que más amaba. Mas los pasados momentos vividos marcaron de por vida a la castaña, la cual a pesar de amar a toda su familia era una persona bastante fría con cualquiera que no conociera o que no fuera de su círculo íntimo de amigos o familia. Lo único bueno que absorbió de esa experiencia fue el instinto de protección y amor; ya que lo demás fue deplorable.

     

    A los 10 años, su padre le enseñó a montar en escoba, y su madre Mónica la ayudo y la concienció en todo lo concerniente a la magia. De esta manera, Jane fue adquiriendo una gran sabiduría y a la vez un gran orgullo que por casi nada del mundo bajaba de esa pedestal en el cual lo tenía la castaña. Se hizo una persona competitiva y un tanto contradictoria en cuanto a sus pensamientos, fruto de la confusa infancia que tuvo.

     

    Aprendió a tocar el piano a la perfección, y era una de las pocas cosas que la sacaba completamente de sus preocupaciones aunque sea solo por unos instantes. Durante todo este tiempo, su actividad favorita fue la lectura y el pasar tiempo con sus hermanos. Finalmente, a los 15 años de edad, Jane es aceptada en la Academia de Magia y Hechicería, en la cual espera de todo corazón que le vaya bien, ya que aprender es una de sus tantas actividades preferidas.

     

    Luego de la primera clase de la Academia, en un encuentro en el que logró escapar de la muerte por muy poco, Jane comenzó a presentar cambios en su anatomía en cuanto a su palidez, y su dieta; finalmente, sus padres le dieron a conocer que debido a que su madre era vampiresa, ella era un híbrido; cosa que le agradó ya que le encantaba tener cosas en común con su madre.

     

    En tanto continúa su curso en la Academia, Jane tiene pensado postularse como aprendiz en San Mungo, debido que uno de sus mas profundos deseos es poder ayudar a la gente, ya que en determinados momentos de su vida ─obviamente alegando a su desagradable infancia─ ella no obtuvo el auxilio de nadie.

     

    PERTENENCIAS

     

    Objeto Mágico Legendario: --

     

    Objetos Magicos:

     

    Objeto 1:

    Varita: Está compuesta de la madera del Castaño, posee un núcleo o centro de Pluma de Fénix, su largo es de 31, 25 centímetros y en cuanto a su flexibilidad es rígida. Dicha madera posee delicadas talladuras que se van extendiendo a lo largo de la madera imitando así a una enredadera.

    Clasificación: AA

    Puntos de poder: 20

     

    Mascotas y Criaturas: --

     

    Criaturas en la Reserva: --

     

    Elfos:

     

    * Geert: Es un elfo que fue liberado. viste usualmente un pullover que le queda un poco grande con un pantalón muy ancho para sus piernitas y unas converse pequeñas. Tiene los ojos grandes y verdes; sus orejas siempre están paradas y tiene una contextura delgada. Gana un galeón por semana.

     

    LICENCIAS, TASAS Y REGISTROS

     

    Licencia de Aparición: No.

     

    Licencia de Vuelo de Escoba: No.

     

    Registro de XXX: --

     

    OTROS DATOS

     

    Otros datos:

    - Es aspirante a la Marca Tenebrosa.

    - Toca el piano a la perfección.

    - Sus actividades favoritas son: Leer, aprender cosas nuevas y pasar tiempo con su familia.

     

    Cronología de cargos: --

     

    Premios y reconocimientos: --

     

    LINK DE INTERÉS REFERENTES AL PERSONAJE

     

    Link al Perfil de Comprador MM: --

    Link a Bóveda Personal: Bóveda nº XXXXX

    Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX

    Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX

    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia XXXXXXXX.

    Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia XXXXXXXX.

  3. Las presentaciones concluyeron, siendo la mía la última. Me detuve a observar el aula que ocupábamos, era amplia y del espacio necesario para que todos entremos dentro, algunos cuadros no mágicos la adornaban y los pupitres que se encontraban en el aula estaban en perfecto estado, siendo imposible identificar si eran nuevos o no; distraídamente posé mi mirada en cada una de las personas presentes repasando mentalmente sus nombres y memorizando sus olores. Sin embargo, esto no duró mucho tiempo ya que la voz de la profesora Mía me sacó de mis pensamientos.

     

    Ésta nos pidió con una fingida amabilidad y un deje de diversión en sus palabras que dejáramos las conversaciones para otro momento. La profesora Mía miro de reojo a su compañera de docencia, la cual asintió casi imperceptiblemente; en consecuencia, la profesora Mía cerró los ojos por una milésima de segundo con una sonrisa divertida en su rostro y, acto seguido ya no nos encontrábamos en la amplia y acogedora aula en la cual estuvimos al comienzo de la clase.

     

    De repente los pupitres habían desaparecido y nos encontrábamos en lo que aparentaba ser un elegante salón, desgastado y corroído por el pasar de los años; sin duda alguna estábamos en una antigua mansión, la cual a juzgar por la gruesa capa de polvo que cubría el suelo y los pocos muebles que en éste se encontraban, no había sido habitada sino hace mucho tiempo. Sin embargo, no pasaron muchos segundos que, al sentir presencia humana, unas antorchas que estaban en los bordes de las paredes comenzaron a prenderse, haciéndome notar algo que no había distinguido antes, un armario de roble oscuro con los bordes adoselados recubierto de polvillo reposaba casi sumido en la penumbra.

     

    El calor que emanaba el fuego de las antorchas junto al polvo que comenzaba a elevarse en el ambiente, combinado con las agitadas respiraciones de mis compañeros y la mía, ocasionaba que el poco aire había se volviera más denso; por lo tanto, me quité la capa guardándola en el pequeño bolso y sacando mi varita, pues por el entorno dudaba que fuéramos a usar los pergaminos. De todas maneras, no pude analizar mucho más la situación ya que las profesoras nos comunicaron cual era el propósito de aquella clase... Nosotros debíamos enfrentarnos a un Boggart, es decir, hacerle frente a nuestro más profundo miedo.

     

    Quede frente a la criatura la cual tomó una forma indefinida durante unos segundos, y luego me di cuenta por qué eran tan terribles y atemorizantes aquellas bestias, frente a mi estaba la imagen más espantosa que había presenciado en mi vida; estaban todos mis seres queridos ─mi madre, mi padre, mis hermanos, amigos, Geert...─, cada uno de ellos iba cayendo inconscientes y sin vida al piso cubierto de polvo, uno arriba del otro «¿Cómo hago para transformar esto en algo cómico? Es prácticamente imposible» entonces se me ocurrió, y sin preámbulos más dije el hechizo pensando en aquello a lo cual iba a transformar al Boggart.

     

    ─Riddikulus ─dije─. Acto seguido, aquella horrorosa visión se transformó en un un montón de marionetas actuando dramáticamente. Me sonreí a mi misma al ver la manera en la cual había enfrentado al Boggart «¡Nada mal para ser la primera vez que lo hago eh!». Y sin mas volteretas salí de la fila con una gran sonrisa de satisfacción y el pecho inflado de orgullo.

     

    OFF ROL

     

    ¡Hola amigos!

    Lamento, de verdad, lamento la demora pero me surgieron algunos problemas que me impidieron pasar por la clase antes.

    Sin mas preámbulos acá les dejo la ficha.

    Besos.

     

     

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    FICHA DE PERSONAJE

    Jane Bellatrix Malfoy

     

    DATOS PERSONALES

     

    Nombre del Personaje: Jane Bellatrix Malfoy

     

    Sexo: Femenino.

     

    Edad: Joven, 15 años.

     

    Nacionalidad: Británica.

     

    Familia(s):

     

    *Malfoy

     

    Padre(s) Sanguíneo: Mónica Malfoy Haughton.

     

    Padre(s) Adoptivos: --

     

    Trabajo: --

     

    PODRES MÁGICOS

     

    Rango Social: Aprendiz.

     

    Bando: Neutral.

     

    Rango dentro del Bando: --

     

    Nivel de Poder Mágico: --

     

    Puntos de poder en objetos: 20

     

    Hechizos adicionales: Los pondrán los moderadores

     

    Puntos de poder en criaturas: Los asignarán los moderadores

     

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores

     

    Habilidades Mágicas: --

     

    Conocimientos Especiales: --

     

    PERFIL DE PERSONAJE

     

    Raza: Vampiro.

     

    Aspecto Físico:

     

    Es una joven mujer de estatura elevada, mide aproximadamente 1, 70 metros, su tez es extremadamente blanca, debido a su condición vampírica, la cual le da un aire fantasmal. Su rostro, es medianamente alargado, el cual es acentuado por su lacio cabello castaño claro al cual, de vez en cuando, se le hacen pequeñas ondas o rulos, los cuales hacen resaltar sus ojos azules como el mar.

     

    Sus ojos normalmente no expresan emoción alguna, aunque dependiendo las situaciones reflejan a la perfección su estado de ánimo, su nariz es recta y un poco respingona, sus labios son finos pero carnosos, de un color rosa pálido que normalmente están recubiertos con un poco de brillo. En su estilo habitual, jamás falta el rimel y de vez en cuando aplica algunas sombras color azul oscuro para hacer resaltar sus ojos; sin embargo, no suele recargarse con maquillaje, excepto para ocasiones especiales. Su cabellera, suele ir recogida en una trenza cocida, o simplemente suelto dejando que a éste se le formen alguna curvas, las cuales le dan un aspecto más ovalado a su rostro.

     

    Sus piernas son finas y sus brazos medianamente largos, sus manos tienen dedos alargados lo que les da un toque femenino; está constantemente haciendo diversos entrenamientos físicos para tonificar su cuerpo y se mueve con mucha gracilidad. Conocedora de que posee una bonita figura, le saca provecho utilizando vestidos y modelos asentados al cuerpo, siempre y cuando le sean cómodos. Dicha vestimenta siempre va acompañada por zapatos a juego y joyería delicada para la ocasión.

     

    Cualidades Psicológicas:

     

    Es sumamente orgullosa, por lo cual tiende a tratar a los demás con frialdad y superioridad. No es abierta en lo absoluto a menos que se vea obligada a hacerlo, suele tardar en entrar en confianza con las personas por lo tanto su círculo de amigos es muy reducido. Esto se debe a que en su infancia tuvieron lugar varios acontecimientos desagradables, los cuales la llevaron a desconfiar de las personas y valerse, en la mayor parte, por ella misma.

     

    Por lo general una sonrisa hipócrita surca su rostro hasta que sabe el entorno en el cual está. Jamás lo admitiría públicamente, pero suele preocuparse mucho por su familia y amigos, por lo tanto trata de ayudarlos en lo que esté a su alcance y brindarles todo su apoyo en momentos de necesidad. De todas maneras, no es muy afectiva, no le agradan mucho los abrazos ni las demostraciones excesivas de afecto.

     

    Suele aparentar tener cierto aire de inocencia, pero sin embargo es en su totalidad una chica estratega, esto la lleva a calcular y pensar fríamente las cosas, previendo lo que podría llegar a suceder después. Siempre trata de obtener lo que quiere mediante su esfuerzo propio a pesar de que, algunas veces, suela extorsionar a las personas; tiende a ser manipuladora ya que todo tiene que estar hecho a su manera y tratando, en lo posible, de igualar a la perfección.

     

    Es muy protectora en cuanto a sus pertenencias, tanto materiales como espirituales. Jamás pondría en riesgo a otra persona a costa de salvarse a ella misma, teniendo tendencia a anteponer la vida de los demás a la suya; es por esto que planea trabajar en San Mungo para ayudar a aquellos que lo necesiten y a aquellos que no, también.

     

    En conclusión, Jane es una chica un poco bipolar que suele contradecirse varias veces en su manera de pensar y actuar. La cara fría que muestra al exterior, es reflejo de todas sus inseguridades y miedos; siendo verdaderamente una joven que en el fondo, se preocupa por los demás.

     

    Historia:

     

    Eran tiempos difíciles cuando Jane nació, y había una fuerte antipatía ─mayor de la común─ entre bandos. Nada ni nadie estaba completamente seguro y las protecciones ─a pesar de fuertes que sean─ eran burladas con facilidad. Fue así que pocos meses después de haber nacido, sus padres decidieron ─por su bienestar─ dejarla en un orfanato muggle y regresar a por ella una vez que todo el embrollo se hubiera calmado un poco. Sin embargo, cuando la fueron a buscar, la encargada del lugar les comento que habían sido asaltados y que su hija había sido raptada.

     

    Los Malfoy movieron cielo y tierra para encontrarla, jamás se darían por vencidos hasta encontrar a su hija; sin embargo en el mundo muggle, una niña de tan solo dos años y cabellos castaños era maltratada por una familia que no le daba los cuidados necesarios. La niña fue creciendo de a poco y tan solo con 2 años y medio ya había aprendido cosas que nadie se imaginaba. Sin embargo su estado era deplorable, y a pesar de su corta edad, había desarrollado un visible odio a aquella familia y un sentimiento protector a otra niña un poco menor que ella.

     

    Un día la inmunda familia adoptiva de Jane había salido a dar un paseo con su consentida hija; la niña de casi tres años iba atrás de ellos tambaleándose, cuando de repente se encontró con una mujer demasiado alta y de cabellos color fuego, la cual a pesar de su porte serio iba con un semblante deprimido, el cual se le pasó al ver a la niña que estaba frente suyo, a la cual reconoció por sus brillantes y transparentes ojos azules como por todos sus rasgos... Aquella niña totalmente flaca y carente de cariño era su hija robada.

     

    Sus padres rescataron a Jane de aquella horrenda familia, la cual había maltratado tanto física como verbalmente a la niña; sin embargo a pesar de todo el odio y rencor que sentía, Jane les pidió a sus padres que no les hicieran nada ─ya que en secreto, la hija de aquellos desgraciados se había encariñado con ella y siempre que podía le llevaba alimentos─. Por amor a su hija, ellos respetaron su decisión y la criaron con todo el amor, cariño y respeto que le había sido negado en sus primeros 3 miserables años de vida.

     

    Así fue creciendo, encariñándose de su verdadera familia y siendo aquello que más amaba. Mas los pasados momentos vividos marcaron de por vida a la castaña, la cual a pesar de amar a toda su familia era una persona bastante fría con cualquiera que no conociera o que no fuera de su círculo íntimo de amigos o familia. Lo único bueno que absorbió de esa experiencia fue el instinto de protección y amor; ya que lo demás fue deplorable.

     

    A los 10 años, su padre le enseñó a montar en escoba, y su madre Mónica la ayudo y la concienció en todo lo concerniente a la magia. De esta manera, Jane fue adquiriendo una gran sabiduría y a la vez un gran orgullo que por casi nada del mundo bajaba de esa pedestal en el cual lo tenía la castaña. Se hizo una persona competitiva y un tanto contradictoria en cuanto a sus pensamientos, fruto de la confusa infancia que tuvo.

     

    Aprendió a tocar el piano a la perfección, y era una de las pocas cosas que la sacaba completamente de sus preocupaciones aunque sea solo por unos instantes. Durante todo este tiempo, su actividad favorita fue la lectura y el pasar tiempo con sus hermanos. Finalmente, a los 15 años de edad, Jane es aceptada en la Academia de Magia y Hechicería, en la cual espera de todo corazón que le vaya bien, ya que aprender es una de sus tantas actividades preferidas.

     

    Luego de la primera clase de la Academia, en un encuentro en el que logró escapar de la muerte por muy poco, Jane comenzó a presentar cambios en su anatomía en cuanto a su palidez, y su dieta; finalmente, sus padres le dieron a conocer que debido a que su madre era vampiresa, ella era un híbrido; cosa que le agradó ya que le encantaba tener cosas en común con su madre.

     

    En tanto continúa su curso en la Academia, Jane tiene pensado postularse como aprendiz en San Mungo, debido que uno de sus mas profundos deseos es poder ayudar a la gente, ya que en determinados momentos de su vida ─obviamente alegando a su desagradable infancia─ ella no obtuvo el auxilio de nadie.

     

    PERTENENCIAS

     

    Objeto Mágico Legendario: --

     

    Objetos Magicos:

     

    Objeto 1:

    Está compuesta de la madera del Castaño, posee un núcleo o centro de Pluma de Fénix, su largo es de 31, 25 centímetros y en cuanto a su flexibilidad es rígida. Dicha madera posee delicadas talladuras que se van extendiendo a lo largo de la madera imitando así a una enredadera.

    Clasificación: AA

    Puntos de poder: 20

     

    Mascotas y Criaturas: --

     

    Criaturas en la Reserva: --

     

    Elfos:

     

    * Geert: Es un elfo que fue liberado. viste usualmente un pullover que le queda un poco grande con un pantalón muy ancho para sus piernitas y unas converse pequeñas. Tiene los ojos grandes y verdes; sus orejas siempre están paradas y tiene una contextura delgada. Gana un galeón por semana.

     

    LICENCIAS, TASAS Y REGISTROS

     

    Licencia de Aparición: No.

     

    Licencia de Vuelo de Escoba: No.

     

    Registro de XXX: --

     

    OTROS DATOS

     

    Otros datos:

    - Es aspirante a la Marca Tenebrosa.

     

    Cronología de cargos: --

     

    Premios y reconocimientos: --

     

    LINK DE INTERÉS REFERENTES AL PERSONAJE

     

    Link al Perfil de Comprador MM: --

    Link a Bóveda Personal: Bóveda nº XXXXX

    Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX

    Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX

    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia XXXXXXXX.

    Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia XXXXXXXX.

  4. Desde que comenzaron las clases, me instale por tiempo indefinido en mi Casa, Los Centauros de Blodwyn en la Academia, y de vez en cuando, iba a la Mansión Malfoy a saludar a mi querida familia. En Los Centauros, había varias personas que conocía, pero de todas maneras tenía mucha conexión con estudiantes de otras Casas. Sin embargo, había dos lugares en los que yo pasaba la mayor parte del tiempo; estos eran, la biblioteca y mi habitación; aunque, de vez en cuando, iba a la sala común.

     

    Era Sábado y me había prometido a mi misma dormir un rato más aquella mañana. El día estaba nublado por unas nubes negras que amenazaban con dejar caer una tormenta de aquellas; una razón más para quedarse en la cama. Ya se estaba haciendo las 9 am y, al no estar acostumbrada a levantarme tan tarde, di un salto y salí de la cama; el piso a pesar de ser de madera, estaba helado lo cual me obligó a correr al baño y tomar una ducha de agua caliente. Reluciente, salí del baño y me dirigí al armario para elegir el atuendo de ese día. Opte por un simple vestido negro de mangas largas, con unas zapatillas de tacón bajo y el pelo suelto.

     

    No tenía mucha hambre por lo cual baje al Gran Comedor, tomé una manzana y me dirigí a la biblioteca para continuar la lectura de la Historia de la Academia de Magia y Hechicería. Así pasaron las horas; estaba a punto de terminar el libro, cuando una lechuza comenzó a picotear el vidrio; al abrirlo, el animal voló para postrarse en la mesa y me extendió su diminuta pata para que desatase la carta. Al hacerlo la lechuza salió volando y yo cerré la ventana. Al abrirla, la misiva informaba que en esa semana comenzarían las clases de Duelo Básico. «¡Genial! Otra clase... espero que me vaya bien» Felizmente terminé de leer el libro y a su vez pedí prestado a la bibliotecaria - de la cual ya me había hecho amiga - un libro sobre los usos de la sangre de dragón.

     

    Ya semi adentrada la noche volví a la sala común y me dirigí directamente hacia mi cuarto, saltándome la cena. El día siguiente no fue muy interesante, ya que lo único que hice fue investigar un poco sobre duelos y preparar las cosas para el día siguiente. Fui a acostarme temprano, en parte para esta bien descansada y por otro lado porque hacía mucho frío; pues, el tiempo había desmejorado de sobremanera.

     

    Un fuerte estruendo hizo que abriera los ojos de golpe y que del susto casi cayera de la cama. Inquieta, me di la vuelta y fije mi mirada en la cómoda, en la cual estaba el reloj que indicaba que eran las 6 de la mañana. Me coloqué la bata y me dirigí a la ventana para ver la lluvia caer torrencialmente. Al ser híbrida, podía escuchar perfectamente el repiqueteo de todas las gotas que salpicaban la tierra; incluso escuchaba los pasos de los animales que se refugiaban de la tormenta. El olor a tierra mojada inundaba mis fosa nasales dándome una sensación de placer y libertad. A regañadientes, debido a que no quería alejarme del hermoso espectáculo que presenciaba desde la ventana, me dirigí al baño personal de mi habitación para ducharme con agua caliente.

     

    Salí del baño envuelta en mi bata y con una toalla en mi cabeza; con un hechizo seque mi cabello haciendo que quedase liso, y no todo alborotado. Me dirigí al armario para ver que ropa usaría aquel día «Es una clase de duelo así que debe ser algo cómodo». Opté por unos jeans negros, una musculosa de mangas cortas con un jersey y unas zapatillas vans estilo leopardo; como detalle final una capa roja, la cual tenía puesta un hechizo de impermeabilidad.

     

    Ya cambiada, me dirigí de vuelta al baño, allí con un simple movimiento de varita me recogí el pelo en una elegante trenza cocida la cual até al final con un lazo rojo. luego de mirarme detenidamente en el espejo, apagué la luz, y volví a la habitación; agarré una pequeña cartera que me había regalado mi madre - la cual tenía un encantamiento de extensión indetectable -; era chiquita de forma ovalada, por dentro era de un cuero opaco y resistente, sin embargo por fuera era de terciopelo azul oscuro; también tenía unas correas largas ajustables de cuero forradas en terciopelo del mismo color. Allí había colocado mi varita de Castaño y por las dudas algunos materiales para escribir y anotar.

     

    Al salir de mi habitación, me dirigí directamente hacia el aula de Duelo. Fui tranquilamente por los pasillos, mas cuando divisé la puerta de dicha clase, esta estaba entreabierta; lo cual me pareció sospechoso. Entré de manera desconfiada al aula, pero sin embargo, no había nadie; mas unos objetos brillantes arriba de la mesa del profesor acapararon mi atención «¡¡Trasladores!!... Ay no... la última vez que viajé en traslador por una clase casi nos matan unos esqueletos». Sin embargo, mi curiosidad no dio para más y acto seguido ya estaba en un remolino de colores y visiones borrosas. Caí por suerte sobre mis pies tambaleándome ligeramente; la lluvia caía sobre mi capa, sentía claramente el olor de la arena húmeda, al mirar hacia la derecha pude ver como olas gigantes rompían con furia sobre las piedras y la orilla. Parecía que estábamos en un deshuesadero de autos muggles, ya que una infinidad de cacharros oxidados nos rodeaban y más a lo lejos se podía divisar lo que años atrás - ya que estaba totalmente corroída a causa de la erosión - fue una cárcel muggle, la cual estaba rodeada por rejas alambradas.

     

    Vi reunidos a varios de mis compañeros en un semi-círculo alrededor de los profesores; pude distinguir varias caras conocidas. Atrás de todo se encontraba una de las que fue compañera mía en Generales, Fengari; por lo tanto fui allí y me coloqué a su lado susurrando un "hola", que se que ella escucho, ya que era vampiro como yo. Los profesores se presentaron muy brevemente «No pienso dejar que me tomen por sorpresa, debo de estar atenta» y pude ver - y escuchar, dicho sea de paso - como el profesor Derek conjuraba unos hechizos «Sacaré mi varita».

     

    Entonces en un abrir y cerrar de ojos, estábamos rodeados de panteras; había una para cada alumno y se notó que estaban completamente dispuestas a atacarnos y desgarrarnos; era una competencia para ver quien lo hacía primero. Sin embargo, yo no quería lastimar al animal, a pesar de que el a mi si. «Vamos Jane... debes pensar algo que lo detenga pero que no lo lastime. No si no es necesario». Entonces prepare mi voz y apuntando a la sedosa pantera de pelaje negro la cual estaba a punto de saltar, dije ─ Petrificus totalus - y de esta manera un rayo salió de mi varita impactando en el pecho del animal el cual se quedó inmóvil -.

     

    Solo después de que acabé con mi tarea, me di cuenta de que una prisión de agua me rodeaba, obviamente para protegerme del animal que, alguna vez fue mi oponente. Di un paso adelante y al salir de la esfera de agua, ésta se desvaneció. Fue entonces que miré a mi alrededor y vi a una Fengari arrodillada en la esfera de agua susurrando que no debía haber hecho eso; «¿Que ella no era claustrofóbica?» le di un rápido vistazo a su pantera, la cual estaba herida por un Sectusempra. Corrí hacia Fengari y no se por que razón, antes de pensarlo, ya la estaba abrazando susurrando ─ Oh cariño ¿Qué paso? No estés así...

     

    OFF ROL

     

    ¡¡Holaa Linduras!!

    No se si hace falta hacer un "off rol", pero por las dudas, para que me conozcan (tanto a mi como a mi personaje) aquí se los dejo:

    En la vida real soy Oriana y soy de Argentina, Buenos Aires; tengo 15 años y estoy cursando 3er año en la secundaria. Al igual que mi personaje, me encanta leer, la música (también toco el piano, la guitarra y canto) ver pelis - pero sobre todo leer -. Hago Taekwondo, pero recién empiezo jeje.

    Luego de terminar la secundaria, me gustaría estudiar medicina y especializarme en Traumatología.

     

    En cuanto a mi personaje, Jane es medio fría con las personas (al igual que yo) y no tiende a demostrar mucho cariño, pero en realidad si se preocupa por aquellos que quiere o necesiten desesperadamente de su ayuda.

    También es un poco bipolar, por lo tanto no es conveniente que se enoje, es muy competitiva y no le gusta perder. Sus facciones son finas y delicadas y su piel es como porcelana y muy suave. Por lo general tiende a tener una sonrisa hipócrita en su cara con aquellos que no le caen bien. Por lo demás no es una mala chica.

     

    ¡Creo que eso es todo!

    Nos leemos :D

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  5. Lamento este mensaje que voy a dejar a continuación, es que el verdadero post, se publicó dos veces (no se por qué razón) y al no saber como hacer para eliminar un mensaje posteado, lo único que se me ocurrió fue dejar este mensaje explicando lo sucedido.

     

    Gracias, Atte. Jane B. Malfoy

  6. Luego de terminar las clases de Generales, volví a mi hogar para pasar un tiempo de calidad con mi familia. Sin embargo, dentro de esos días, mi aspecto comenzó a cambiar, mi piel empezó a tornarse más pálida de lo usual y mis movimientos comenzaron a agilizarse. No le di importancia a aquello, pues supuse que era a causa del shock por lo vivido en aquel bosque en la clase de Generales; sin embargo, mi madre me prestaba semejante atención que incluso, faltó al trabajo por un par de días. Desde ese entonces comencé a levantar sospechas de que algo sucedía.

     

    Mi hambre empezó a escasear, ya no bebía ni comía nada; solo me quedaba en la biblioteca leyendo libros o trepada en el árbol realizando la misma acción. El ambiente se notaba tenso, y pude ver que todos sabían algo que yo no; y a pesar de eso mi madre parecía... Contenta. Un día de esos, me levante de mi cama decidida a preguntarle a mi familia que era lo que sucedía; es decir, el porqué de su actitud tan extraña. Sin embargo, eso no hizo falta ya que mi mamá fue la que vino a mi.

     

    ─ Hola cariño - dijo mi madre en modo de saludo y yo asentí con la cabeza, pues quería saber que sucedía -, bueno... no se como decirte esto... -dudo- «¡Qué es lo que le pasa!, ella es siempre tan segura...» Tu sabes cual es mi condición ¿Verdad? - continuó ella. Yo asentí - Bueno, lo que pasa es que al ser mi hija biológica - se explicó la vampiresa -, tu heredaste parte de aquello cariño... tu eres un Híbrido - Finalizó dudosa pero con un deje de emoción en sus palabras -.

     

    Yo no cabía en si de la emoción; mi madre se quedo esperando pacientemente a que terminara de procesar toda la información; «¡OH POR DIOS! soy un Híbrido, ¡Soy como mi mami!... Bueno algo similar. Yo sabía que había algo que no me podían decir, es decir, por eso se comportaban tan extraño...» No sé con exactitud cuanto tiempo estuve en ese estado de asombro, pero con la cabeza ligeramente ladeada miré a mi madre, y solté la única pregunta que tenía en duda - pues todo lo demás ya lo sabía: Velocidad, buena audición, más fuerza de lo usual, bla, bla, bla... - ¿De qué me alimentaré? - pregunté -. Al parecer ella ya tenía la respuesta porque luego de una larga explicación de que tenía y que no tenía que hacer, me dijo que al ser Híbrida podría seguir la dieta de un humano.

     

    Como ya sabía todo lo que tenía que saber, baje a desayunar con toda mi familia. Ellos ya sabían que que yo ya estaba enterada de mi "Situación" - como lo llamaba Mónica -, y además había escuchado todos los susurros que ellos propinaban cuando yo estaba en mi habitación hablando con mi madre. Era un lindo día, por lo cual salí a dar un paseo con Geert - mi amigo y elfo doméstico (Y ¡Sí! En ese orden) -, el cual me dijo que ese día había llegado una sorpresa para mi; y acto seguido saca de su ropa una carta con el emblema de la Academia de Magia y Hechicería. Una inmensa alegría me invadió, a pesar de que ya sabía de que pronto recibiría una carta de aquel lugar. El elfo me dejó sola para que pudiera leer mi carta.

     

    Fui corriendo hacia adentro de la mansión, para ir directo a mi habitación; una vez allí, me senté en mi escritorio y abrí la misiva. Esta informaba que dentro de pocos días mi clase de Rol Básico daría comienzo. Alegremente, le informé a toda mi familia, que ya participaba de otra clase y que, por lo tanto, debía volver a la Academia. Como ya estaba instalada en una de las habitaciones de mi Casa, Los Centauros, lo único que tuve que comprar fueron unos pergaminos , plumas y tinta, por si acaso. Antes de partir mi madre y mi padre, me dijeron que debido a la buena relación que tenía con el elfo, podría llevarlo conmigo y además como regalo me dieron una capa roja, con piel de cordero por dentro - cualidad que la hacía muy calentita -. De esta manera, agarrada de la diminuta mano de Geert, partí hacia la Academia sintiendo un tirón cerca de mi ombligo.

     

    En un instante, mi amigo y yo, estábamos frente a las puertas de mi amado colegio. Conduje a Geert al lugar en el cual se encontraba la entrada a nuestra Casa. Fuimos hacia el Norte, a lo lejos, se lograba distinguir un resguardado monumento de una criatura mágica, que según las historias había participado de la "Batalla de Blodwyn". Me paré frente a la estatua, y diciendo la contraseña, a la vez que reconocía el símbolo de la tierra, el guardián nos abrió paso. Bajamos por una escalinata de piedra, y atravesamos lo que parecía un claro de bosque; para finalmente encontrarnos con unos sillones y una chimenea en la cual la leña se consumía crepitando melodiosamente.

     

    Luego de comunicarle a la Jefa de mi casa que Geert mi elfo venía conmigo, él tuvo la autorización para entrar y salir de allí cada vez que quiera; siempre y cuando que no le revelara a ningún alumno la localización del Monumento con el Guardián. Luego de despedirme de Geert, subí a mi habitación. Ya había estado allí anteriormente, por lo cual, lo único que tenía que desempacar era los útiles adquiridos recientemente. Ya se estaba haciendo tarde, entonces, me dirigí al armario y me puse un camisón de seda negro, para luego recostarme plácidamente en mi cama «Mañana será un largo día, debo descansar». Entonces me fundí en un relajante y profundo sueño.

     

    «Estaba con mi familia, todos tranquilos en un día de campo; mis hermanos jugaban conmigo y mis padres; de repente, comienzan a surgir esqueletos con armaduras de todos lados. Nos persiguen estamos acorralados y comienza a invadirnos una sensación de putrefacción; estamos todos muy asustados mi mamá llora con mis hermanas y conmigo; papá ya se está dando por vencido cuando, de un momento para otro, una luz violeta nos ciega a todos; más y más luces aparecen alejando a los horripilantes esqueletos. Entonces, con estruendo nos encontramos en la Mansión, como si nada hubiera pasado...» Fue entonces que me desperté a causa de un fuerte ruido... «Todo fue un sueño... Gracias a Dios todo fue un sueño» - me repetía a mi misma constantemente -.

     

    Giré hacia mi derecha en mi cama de dos plazas para fijarme la hora en el reloj que estaba sobre la cómoda; eran las 5 am. Debido a que no logré volver a conciliar el sueño, a causa de la terrible tormenta que se estaba dando afuera, decidí quedarme en mi cama unos minutos más a meditar el sueño que había tenido instantes atrás. Luego de cansarme de darle vueltas al asunto, salté de la cama con una peculiar energía - ya que la lluvia me encantaba, pero si eran tormentas con rayos mejor -, y me dirigí al gran ventanal que tenía vista a algo que aparentaba ser un claro del bosque. Ya había pasado media hora desde que me había despertado, así que fui al baño personal de mi habitación - ya que en los Centauros había una habitación para cada estudiante -, el cual era considerablemente amplio y me preparé un baño de burbujas ya que no iba a despertar al pobre Geert solo para tan insignificante tarea.

     

    Una vez que terminé mi relajante baño, salí envuelta en una bata y con una toalla en la cabeza para mi pelo mojado. Fui al armario, el cual tenía un encantamiento de extensión indetectable y elegí la ropa que me iba a poner aquel torrencial día; opté por un Vestido informal negro, con magas 3/4 con encaje, con unos zapatos de tacón alto ; con el cabello semi recogido con una trenza de lado y, como toque final, la capa roja que mis padres me habían regalado.

     

    Una vez vestida, me empezó a agarrar hambre, por lo cual llamé a Geert y le pedí que me trajera leche tibia con galletas de chispas de chocolate - mi usual desayuno -. El elfo apareció al rato y me dejo desayunar en mi cuarto. Una vez terminado este, me dirigí al baño y me lavé los dientes; también me apliqué solo un poco de maquillaje que consistía en máscara para pestañas y un poco de brillo para los labios. Ya estaba lista así que bajé a la sala común para poder ir a mi clase.

     

    Recorrí tranquilamente los pasillos, sin reparar en todas las miradas que me llevaba a mi paso. Distraída, abrí la puerta del aula y me pareció raro que no hubiera nadie allí; fue entonces que me di cuenta de la nota que había en la puerta. Esta indicaba de una manera cortés y amable, que nos dirigiéramos al sector norte del castillo, ya que debido a un cambio improvisto de planes la clase no podría ser en ese salón «Oh genial, ahora corro el peligro de llegar tarde a clases... ¡SUPER!». Me dirigí los más rápido que pude a donde indicaba la nota, pensé que estaba perdida hasta que vi a una de mis compañeras de la clase anterior a esta, entrar a lo que parecía ser un aula, mediante una gran puerta de color rojizo.

     

    Me dirigí con seguridad hacia allí; pero caí en la cuenta de que tal vez estaba olvidándome de algo «Mi cartera». Toqué totalmente desesperada mi costado izquierdo «nada...», toco mi costado derecho «Oh gracias al cielo, aquí estas»; y allí estaba, la pequeña cartera que me había regalado mi madre, era chiquita de forma ovalada, por dentro era de un cuero opaco y resistente, sin embargo por fuera era de terciopelo azul oscuro; también tenía unas correas largas ajustables de cuero forradas en terciopelo del mismo color, sin pasar de largo que también tenía un encantamiento de extensión indetectable - el cual había hecho con ayuda de mi madre -. La abrí y me fijé de que todo allí estuviera en su lugar, tenía la varita, varios pergaminos, pluma y tinta. Ya cerciorado todo, abrí la puerta.

     

    Me senté en la segunda fila, las profesoras se presentaron y vale decir que no conocía a ninguna de las dos. Sin embargo, a quienes si conocía era a la mayoría de mis compañeros. Pude reconocer a Fengari y a Leha, también a Finnick y a Kirara que habían sido compañeros de Generales 94 «Estoy tan feliz de volver a verlos...». Las profesoras nos dieron paso a que nos presentemos; esperé a ser la última, y así pasaron todos hasta que llego mi turno, me paré de mi asiento «Ok Jane tu puedes con esto».

     

    Buenas días a todos... aunque con este clima parece de noche - comencé -, a pesar de que algunos ya me conocen, otros no así que me presento, soy Jane Bellatrix Malfoy, aunque pueden decirme solo Jane. Soy aficionada al Quidditch y me se toda su historia, además soy seguidora de las Arpías de Holyhead. Tengo 15 años y por parte materna desarrollé hace pocos días mi parte vampiresa, por lo tanto soy un Híbrido... - me detuve por un instante para pensar que más podía decir - Tengo un elfo llamado Geert, el cual vino aquí a la Academia conmigo, así que si necesitan algo, no duden en llamarlo... es un buen amigo. Soy competitiva, me gusta ganar, y me esforzaré al máximo para ser la mejor. Me gusta la música, toco el piano y la guitarra, además amo leer y aprender; por lo tanto si me están buscando y no me encuentran yo les aconsejaría que vallan a la biblioteca... Bueno eso es todo - le dirigí una mirada a mis profesoras y volví a sentarme -.

     

    Me di la vuelta y mire a Leha y luego a Fengari ─ ¡Hola chicas! ¿Cómo están? Yo todavía no supero mucho lo del bosque ¿Ustedes?...

     

    OFF ROL

     

    ¡¡Holaa Linduras!!

    En la vida real soy Oriana y soy de Argentina, Buenos Aires; tengo 15 años y estoy cursando 3er año en la seundaria. Al igual que mi personaje, me encanta leer, la música (también toco el piano, la guitarra y canto) ver pelis - pero sobre todo leer -. Hago Taekwondo, pero recién empiezo jeje.

    Luego de terminar la secundaria, me gustaría estudiar medicina y especializarme en Traumatología.

     

    En cuanto a mi personaje, Jane es medio fría con las personas (al igual que yo) y no tiende a demostrar mucho cariño, pero en realidad si se preocupa por aquellos que quiere o necesiten desesperadamente de su ayuda.

    También es un poco bipolar, por lo tanto no es conveniente que se enoje, es muy competitiva y no le gusta perder. Sus facciones son finas y delicadas y su piel es como porcelana y muy suave. Por lo general tiende a tener una sonrisa hipócrita en su cara con aquellos que no le caen bien. Por lo demás no es una mala chica.

     

    ¡Creo que eso es todo!

    Nos leemos :D

  7. De los alumnos que éramos al principio solo quedábamos 4 incluyéndome; no quería pensar en que le había pasado al resto, pues eso me deprimiría. Las profesoras seguramente estaban ideando un plan, mientras nosotros tratábamos de alguna manera, de alejar a los horrorosos esqueletos, los cuales no se rendían de ninguna manera en su misión por atacarnos. Tanto Leha como yo tratábamos de hacer lo mejor posible para ganar la mayor cantidad de tiempo posible; pero al parecer nuestros hechizos no eran lo suficientemente potentes para aquellos seres desalmados.

     

    Lanzando hechizos a diestro y siniestro, cada vez venían más Inferis y, por lo tanto, se reducía nuestra posibilidad de escapar sanos y salvos - como veníamos haciendo hasta el momento -. Cuando pensaba que ya todo estaba perdido, Leha aportó una excelente idea - en mi opinión-. ─ Me parece que si nos organizamos y lanzamos el hechizo a la misma vez puede funcionar formamos un círculo para cubrir todas las áreas y dejamos que se acerquen bastante, cuando los tengamos arriba a la misma vez lanzamos el hechizo y nos lanzamos a correr fuera de aquí - dijo ella, y después de que se deshizo de algunos de los cadáveres que nos rodeaban prosiguió - Me parece que los esqueletos están atados a este bosque y que lo único que podemos hacer es ganar tiempo para salir de aquí. ¿Qué opinan? - concluyó la muchacha, mirándonos expectantes -.

     

    ─ ¡Guau Leha! Que buena idea ¿Cómo puedes pensar con tanta claridad en momentos así?, para mi está bien - hice silencio un momento para ver si alguien más quería decir algo pero, al notar que nadie replicaba nada, proseguí -. Es una buena estrategia, si con la potencia de 1 solo hechizo no logramos mucho, el mismo hechizo con la potencia multiplicada nos haría correr con ventaja - me expliqué -.

     

    Mire a mis alrededores fijándome si venía alguien o algo más, pero lo único que vi fueron más y más esqueletos acercándose a nosotros. ─ Hay que hacer algo rápido ¡Lancemos el hechizo ahora!. «Esto debe funcionar...». Ya decidida, fui a ocupar una de las áreas. Había sólo una oportunidad para hacerlo y no podíamos demorar o la perderíamos...

  8. Estaba comenzando a desesperarme, más y más esqueletos nos rodeaban, esperando el momento oportuno para atacar; comenzaba a presentir que el anillo de fuego no nos serviría mucho tiempo más. «Las profesoras deben despertar... Sin ellas, lamento que estamos perdidos» Unas lagrimas traviesas amenazaban con salir, mas no podía permitírmelo. Ya estaba al punto de la histeria, entonces empecé a lanzar hechizos a diestra y siniestra ─ ¡Incendio! ¡Bombarda Máxima! ¡Deprimo! ¡Depulso! - mas daba lo mismo ya que nos liberábamos de algunos y venían otros -. Fue entonces que Davy sugirió que volviéramos al claro donde nos habíamos reunido al comienzo de la clase «Si es una buena idea».

     

    ─ No quiero ser pesimista pero hay un problema... ¡¿Cómo salimos de acá sin que nos maten?! - dije un poco alterada -. Sin embargo, me calme de sobremanera cuando escuché una familiar voz detrás mio dando indicaciones de como volver «Es Anne, ¡estamos salvados!». Davy cogió a la profesora Bínfeyd en sus brazos, mientras Leha y yo cuidábamos al grupo para que nada nos atacase por sorpresa - tal y como nos había indicado la profesora -. De repente siento presión sobre mi hombro, y veo a la profesora Anne, la cual se había trastabillado y se encontró con mi hombro; ─ Ay chica, perdóname - dijo ésta - No hay problema - le respondí, con un leve dolor en el hombro del cual la profesora se había agarrado -.

     

    De milagro llegamos sanos y salvos al claro del bosque y volvimos a formar nuestra habitual protección; Davy depositó a la profesora Evans en el centro del círculo - ya que de esa manera podríamos protegerla mejor - y empezamos a pensar de qué manera podríamos salvar nuestro pellejo. Mire a Leha y Davy, y una punzada de cariño y angustia surcó mi rostro «Espero que podamos sobrevivir a esto», en realidad ya los consideraba mis amigos, ya que hay algunas situaciones «Como estar rodeados de esqueletos asesinos que quieren transformarte en uno de ellos» suelen formar lazos entre las personas; también le dirigí una mirada de admiración a la profesora Anne - la cual se aferraba a su varita como si fuera su vida - y sentí un profundo respeto que se había transformado en cariño. Me preocupaba la profesora Bínfeyd, quien todavía no despertaba de su ensoñación.

     

    El grito de la profesora Anne hizo que me concentrara; pues una chica de cabellos rubios se acercaba corriendo hacia donde estábamos nosotros. La Haughton tiró un par de hechizos para abrirle el camino a la chica y que pudiera ingresar al círculo; mas Fengari no fue la única que se unió al grupo ya que Bínfeyd se reincorporó preguntándonos si estábamos bien. ─ Mas o menos, - le respondí - ¿Usted, como se encuentra? - le pregunté -. Mas no pudo responder por la inminente amenaza que nos acechaba; los incendio funcionaban cada vez menos y , como buena duelista nos recomendó utilizar el hechizo "Confringo", el cual voló a uno cuantos Inferis.

     

    Bínfeyd no tenía buen aspecto, mas su espíritu de seguir adelante, me llevó a dejar de plantearme las cosas y animarme a utilizar el hechizo que ella había recomendado. Por lo tanto, comencé a lanzar dicho conjuro a todos lados para poder espantar en cierta medida a los esqueletos mientras esperaba a que la profesoras, ya conscientes, idearan un plan para sacarnos sanos y salvos de aquel Bosque Oscuro «Al cual no regresaré jamás en la historia... Creo»

  9. Ya estaba comenzando a desesperarme, pues ninguno de los hechizos que hiciera podían sanar a la profesora o hacer que reaccionara; entonces se me acerca Leha y arrodillándose a mi lado, pasa su mano por la frente de la desmayada profesora y distinguiendo el golpe que le había propinado el inferi, se mordió la muñeca y la puso en la boca de la profesora para que esta entrara en contacto con su sangre. «¡Ay por Dios! ¿Qué está haciendo?» Leha, al ver mi cara de desconcierto dijo ─ Mi sangre ayudará a la herida si nada más lo hace. Soy cárpato - agregó en forma de explicación -. Ahora todo comenzaba a cobrar sentido es por eso que ella tenía más fuerza de la usual y además era muy rápida.

     

    Por orto lado, Davy continuaba haciendo el círculo de fuego y yo me sentía cada vez más segura. Una vez que Leha le dio a Anne de su sangre, ésta inmediatamente comenzó a curarse y aquella herida que tenía en la parte superior de la frente se cerró sin dejar marca alguna. A pesar de tener a 3 personas a mi lado, «y una de ellas está inconsciente» seguía sintiendo preocupación por todos los otros compañeros que estaban dispersos por el bosque, quién sabe lo que les habrá pasado; tal vez algunos ya sabían desaparecerse y se fueron, otro tal vez llamaron a sus elfos para que los vinieran a rescatar, otros tal vez se protegieron, pero, ¿y si no eran tan astutos?, ¿y si tal vez los agarraron los esqueletos y los asesinaron?, ¿tal vez están con la profesora Bínfeyd? «Oh no, oh no, oh no. Hay que hacer algo».

     

    La voz de Leha me sacó de mis pensamientos. ─ Por ahora quédense en el centro del anillo de fuego, yo voy a ver si encuentro un escondite para la profesora y a la vez ver si hay algún otro sobreviviente o alguien que necesite mi ayuda - dijo ella -. «¡Oh!, que noble de su parte, igualmente esos esqueletos con Leha llevan todas las de perder» Ella comenzó a acercarse al borde del círculo de fuego que muy habilidosamente estaba manteniendo Davy. Entonces, mi instinto de hermana se activó y sin pensarlo dije ─ ¡Leha! - ella se dio la vuelta a mirarme toda confundida, pues yo ya no pude controlar mis palabras - tencuidadoalláafuera. - mis palabras salieron atropelladamente de mi boca, pero al parecer lo entendió porque esbozó una pequeña sonrisa y me respondió- Lo tendré Jane - y dicho eso salió del anillo de fuego y en un abrir y cerrar de ojos ella ya había desaparecido-.

     

    «Estará bien, ella va a estar bien; aparte sabe como defenderse» yo estaba tratando de convencerme a mi misma de que todo estaba bien, de que todo esto era "normal", pero no lo era. Cada tanto nos turnábamos con Davy para que el no se cansara tanto, no era un chico de muchas palabras pero parecía bueno. Era el turno de el muchacho de continuar el círculo, y una vez que éste ya lo había formado, yo baje la varita; entonces, escuché el crujido de una rama a lo lejos «el hechizo auditivo sigue funcionando. ¿Qué será? Tal vez es Leha». Sin embargo no reconocí su voz, estaba todo en silencio, pero las ramas seguían crujiendo, yo las escuchaba a la perfección. «Tal vez es algún alumno asustado... Iré a ver.»

     

    ─ Davy - el aludido levantó la cabeza -, escuche un ruido, iré a ver que es. Pase lo que pase no dejes de formar el círculo, yo iré lanzando fuego para que nada indeseado se me acerque. - el chico ladeó la cabeza, dudando por un segundo si me dejaría ir; pero al final me dijo - Esta bien, ten cuidado y lanza chispas rojas si requieres de algo. - Dándole un leve asentimiento, me acerqué al extremo del fuego y pasé al otro lado -.

     

    No podía creer la diferencia que se hacía en el ambiente con dar solo un paso; continué avanzando e invoqué el hechizo incendio para formar un pequeño anillo de fuego a mi alrededor; entonces escucho que los crujidos de las ramas se van acercando y confundo sus pasos con los míos. Entonces oigo que algo huye y seguido de ello un leve quejido; pero lo que me resulto raro es que ese quejido no me producía escalofríos - como los inferis -, no era de ultratumba sino que era humano. Me acerco cautelosamente a un árbol y veo lo que Leha salió a buscar. La profesora Evans estaba tirada al lado de un arbusto , llena de golpes, moretones y sangre; corrí hacía ella olvidándome por completo del fuego; y cuando estuve a su lado, recordando la amenaza permanente tracé en el piso un anillo de fuego.

     

    Como no podía levantar a la profesora la hice levitar para luego tomarla correctamente por los hombros; invocando de nuevo la protección de fuego, volví lo más rápidamente que pude hacia donde estaba mi compañero y la otra profesora. Cuando Davy nos vio, corrió a ayudarnos y una vez que colocamos a Bínfeyd al lado de Anne, volvió a formar el anillo de fuego. Fue entonces que me acordé de Leha y ella estaba buscando lo que yo ya había encontrado; entonces confiando en que su muy desarrollado sentido auditivo me escucharía grite su nombre.

     

    ─ ¡¡¡LEHAAA!!! - ahora solo restaba esperar a que volviera, aunque si no lo hacía yo iría en su búsqueda -.

  10. Estaba de rodillas al lado de la profesora Evans quien estaba conmocionada por el hecho sucedido hacía pocos segundos al igual que yo. Le tomó muy poco tiempo regresar a la realidad, ya que pasado un rato, Bínfeyd estaba saliendo de su estado de shock, cuando entonces llegó una chica de piel extremadamente pálida y con una capa de seda negra, a quien pude reconocer como Leha, me alivié de sobremanera cuando la vi pues me dio esperanza de que los otros alumnos estaban bien. ─ ¿Se encuentra bien profesora? - dijo la chica tendiéndole la mano a la Evans para que ésta se levantase - ¿Y tú? - me preguntó amablemente- ¿Y cómo hiciste para que se incendiaran los esqueletos?

     

    Mire a la chica, la cual me estaba tendiendo una mano a mi también para ayudarme a levantarme. Una vez parada, le agradecí la ayuda. Estaba a punto de contestar su pregunta, cuando de repente Leha giró sobre sus talones y entonces escuche una voz familiarmente conocida... ─ Qué suerte has tenido, Evans... - me giré para encontrarme con el rostro de la profesora Haughton - «Gracias al cielo alguien más está vivo». Luego de eso todo sucedió muy rápido, lo único que escuché fue el grito de Anne...

     

    ─ ¡¡Bínfeyd!! - ahora pude ver la desesperación en su rostro, la profesora Haughton ya no estaba, todo el asunto comenzaba a escaparse de nuestras manos. Tanto Leha como yo estábamos inmóviles; pero la profesora tomó la iniciativa - Chicas, vamos, no os separéis de mí, tenemos que encontrarla - dijo -. Estaba a punto de empezar a caminar hacia las profundidades del bosque junto con la profesora, mas al ver mi intención Leha me agarró de la mano y me indicó que permaneciera callada mientras ella se colocaba delante mio. Pareció que observaba todo a nuestro alrededor con una leve expresión de asco en su rostro, mas de repente un esqueleto con un escudo oxidado saltó de una rama que colgaba en un árbol, atacando a la profesora Anne.

     

    «¿Es que acaso esto jamás acabará?» ─ ¡Cuidado! - nos alerto la profesora Haughton, alejando varios metros al esqueleto; más no pudo hacer nada ya que otro la inmovilizó por la espalda - ¡Rápido, chicas! ¡Encontrad a Bínfeyd... y salv...! - mientras, en un último intento lanzaba chispas rojas al aire para alertar a los demás alumnos, quedó inconsciente por un golpe en la cabeza dado por el inferi que la aprisionaba -. Al quedar semi-inconsciente, el inferi se venía en contra nuestra acompañado por otros esqueletos.

     

    «Ay por Dios... ¡Otra vez solos no!» Entonces Leha me tomó de los hombros diciendo ─ Dime de una vez qué hechizo fue el que usaste para hacer arder aquel esqueleto, rápido - enfatizó - antes de que le hagan daño a la profesora...

    En ese momento otro joven estudiante llegó al lado nuestro y se dispuso a ayudar, a pesar de que por su expresión, se notaba que estaba aterrado. Me gire hacia los dos y dije ─ Son inferis, detestan el fuego así que hay que utilizar el hechizo "Incendio", ¿entendido? A la cuenta de 3...

     

    ─ Uno - dijo Leha-...

     

    ─ Dos - susurró Davy-...

     

    ─ ¡¡Tres!! - grite yo -...

     

    ─¡¡INCENDIO!! - gritamos al unisono -. En ese momento, llamas comenzaron a salir de la punta de la varita de nosotros 3, formando así un círculo y alejando a todos los esqueletos. Mientras Davy y Leha continuaban haciendo el círculo de fuego que nos protegía, yo corrí a ayudar a la profesora Haughton que yacía inconsciente en el suelo. ─ No responde a ningún hechizo sanador - les informé a los chicos sin elevar demasiado mi voz, ya que me encontraba a poca distancia -, hay que llevarla a un lugar seguro... ¿Conocen alguno? - pregunté -...

  11. Luego de que terminé de hablar, otros de los alumnos terminaron de presentarse. Mi atención no estaba totalmente fija en mis compañeros de clase, sino que estaba centrada en todos los cráneos y huesos rotos y erosionados por el paso del tiempo que se encontraban debajo de nuestros pies. En particular, los lugares oscuros y aterradores no me provocaban ninguna clase de temor; sin embrago, este no era un bosque cualquiera; porque a pesar de que todos los bosques tienen criaturas yo presentía que este tenía algo más, tenía magia... magia oscura...

     

    La voz de la profesora Haughton me sacó de mis pensamientos; nos preguntó sobre nuestros conocimientos de plantas mágicas «No me digas que vamos a buscar plantitas», ella siguió hablando y comenzó contarnos, no muy detalladamente en una voz monótona casi aburrida, la historia del bosque... ─Este Bosque Oscuro, aunque fue un lugar donde se libraron cientos de batallas, antaño fue un lugar venerado por muchas tribus y reinos al ser un lugar muy rico en vegetación mágica. Por lo que he oído, es rico en belladona y también hay bastantes serbales mágicos - dijo ella - «Tengo que tener mucho cuidado en este lugar» - pensé -.

     

    Una vez dadas las instrucciones tuvimos que partir a buscar plantas mágicas que sirviesen para realizar pociones, «Chispas rojas, solo tengo que lanzar chispas rojas si es que algo no me cuadra. Necesito mantener mis sentidos al máximo» ─Auris Magna - recite el hechizo para agudizar el oído -. Me estaba adentrando en el bosque, pensando en la cara de preocupación de la profesora Haughton cuando, gracias al hechizo, escucho su voz... — ¡Cuidado, chicos! ¡Somos extraños en este lugar! ¡Los muertos no nos quieren en su bosque! ...

     

    ­─ ¡Muertos!, sabía que había magia oscura en este lugar - murmuré para mi misma -; seguramente son inferis - al momento en que dije esas palabras me arrepentí, pues un escalofrío recorrió toda mi espalda. Comencé a sentir miedo, pero lo recubrí con orgullo - «No es el momento de temer... es momento de pelear». Entonces alcé la varita y conjuré el hechizo Lumos, ya que a pesar de tener que estar alerta, también tenía que buscar las plantas. Caminé un poco y encontré lo que buscaba sin mucho esfuerzo, gracias a mi madre sabía reconocer las plantas. Ya había encontrado una planta de belladona, su altura era aproximadamente de medio metro, tenía unas pequeñas flores de forma acampanada con colores no muy vistosos y estaba semi-repleto de bayas totalmente negras y redondas. Seguí caminando, sobresaltándome por cada diminuto ruido que escuchaba - que a veces, a decir verdad, eran las pequeñas ramas que pisaba a mi paso -. Me dí cuenta que ya casi había vuelto al lugar de encuentro, cuando de repente...

     

    ─ ¡¡REÚNANSE EN EL CENTRO!! - era la voz de la profesora Evans - No hizo falta de ningún hechizo para escucharla, pues yo estaba atrás de un árbol cerca de ella; entonces, vi la horrorífica escena desarrollándose delante de mis ojos; un olor nauseabundo invadió el ambiente, y montones de esqueletos andantes con armaduras salieron de los arbustos; entré en pánico por un segundo, pero me vino a la mente la voz de mi padre instruyéndome sobre los inferis "Son muertos controlados por magos tenebrosos, procura no entrar en lugares donde sientas que habita magia negra Jane, porque te aseguro que por ahí rondaran varios. Acuérdate, su peor enemigo es el fuego y el tuyo el miedo y el pánico, no los sientas, porque ahí perderás.".

     

    Entonces reaccioné... «¡¡Fuego!!, necesito hacer fuego» Ningún hechizo me venía a la mente. «¡Es imposible no tener pánico en situaciones así papá!». Los Inferis estaban agarrando a la profesora por las extremidades y comenzaban a acercarse a donde yo estaba a la vez que más esqueletos salían; si no hacía algo me agarrarían a mi también. Entonces una luz iluminó mi pensamiento y toda la lucidez volvió a mi. Primero debía alertar el peligro a los demás y luego tratar de salvarnos.

     

    Pericullum - susurré - Entonces chispas rojas se elevaron en el aire, como si fueran fuegos artificiales. Los inferis con la profesora estaban acercándose, y a la vez había otros que venían a mi encuentro; ya no me quedaba mucho tiempo y dudaba si podría hacerlo bien, mas debía de intentarlo. ─Incendio - grité -. En ese momento llamas comenzaron a salir de la punta de mi varita, los esqueletos soltaron alaridos que causaban escalofríos. De golpe soltaron a la profesora Evans - que por suerte estaba a pocos centímetros del suelo - y se refugiaron del fuego en las profundidades del bosque, para no volver salir.

     

    Entonces estaba sola, con una de las profesoras semi-inconscientes, con mis compañeros dispersados y la otra profesora quién sabe donde... Para suerte mía, uno de mis hermanos se había desmayado una vez y mi madre hizo un hechizo para traerlo a la conciencia de vuelta; hechizo que milagrosamente me seguía acordando «luego, tengo que agradecerle a mi hermano por desmayarse». Entonces deseando con lo profundo de mi alma que el hechizo funcionara, ya que estar sola en ese bosque luego de lo visto me producía pánico, terror, desesperación, nervios y angustia por no saber ni donde ni como se encontraban mis demás compañeros; susurré ─ Ennervate. Gracias al cielo, acto seguido la profesora medio aturdida por el golpe, reaccionó. Dejaba todo en sus manos, esperando que ella supiera que hacer y que alguien más hubiera visto mis chispas rojas.

     

    Después de todo, lo que menos me importaba ahora eran las plantas y hierbas mágicas...

  12. Aquella mañana, desperté embuída en el canto de las aves que hacían presencia en los alrededores de la Mansión Malfoy; los rayos provenientes del sol, se colaban a través de las opacas cortinas color verde, y a través de ellas se podía sentir una leve brisa que acarreaba con ésta el aroma a las Rosas, Orquídeas, Tulipanes, Violetas, Claveles y demás flores que mi madre plantaba en su tan amado y cuidado jardín. Tomé una gran bocanada de aire y dí un prolongado suspiro; y sin pensarlo dos veces, salté de la cama y me dirigí al armario. Opté por unos jeans azules, una remera negra y por si las dudas un buzo violeta; una vez ya cambiada, recogí mi cabello en una trenza y ya lista salí de mi habitación y me dirigí al comedor.

     

     

    Eran ya las 7 de la mañana cuando bajé a desayunar y por alguna de esas raras casualidades de la vida no había nadie levantado todavía; el comedor estaba desolado, pero no por mucho tiempo, ya que dos segundos después de que pisé su suelo, mi elfo domestico favorito -Geert- apareció delante mío. Geert, es un elfo que fue liberado por su antigua familia -si se le puede llamar así-; lo encontró mi abuela Emma, un día que iba de compras por el Callejón Diagon y desde el momento en que el se ofreció a ayudarla pasó a ser nuestro elfo doméstico; el cual cobra 1 Galeón por semana, ya que no quiso aceptar más.

     

     

    Buenos días Señorita Jane ¿Qué desea usted para desayunar?- preguntó el elfo.

     

     

    Me gustarían unas galletas con chispas de chocolate acompañadas por un vaso de leche tibia, gracias Geert- y dicho esto el elfo se fue; mas no tardó en reaparecer con un gran vaso de leche tibia y un plato repleto de mis galletas favoritas. Entonces, mediante un chasquido de sus alargados dedos, todo aquello que llevaba en sus brazos apareció en la mesa, y con un una leve reverencia me invitó a sentarme en la silla. Una vez que me senté, Geert la acomodó y se desapareció no sin antes anunciarme que si requería de algo lo llamase.

     

     

    Una vez terminado mi desayuno, me dirigí hacia la puerta principal de la Mansión; cuando salí un oleada de sensaciones atravesó mi cuerpo generando un leve estremecimiento de mi parte, pues era una mezcla embriagadora de olores y los rayos del sol generaban en mi piel una sensación acogedora. Caminé por el sendero que me guiaba hacia los pequeños bosques que rodeaban la parte trasera de la Mansión. De día, estos eran hermosos y todos aquellos que pisaban su tierra se emocionaban hasta el punto de querer adentrarse más, más y más; pero uno debía de ser precavido ya que las criaturas hermosas no eran las únicas que lo habitan; porque al caer la noche había sinfín de bestias que salían de sus escondites. Aunque por suerte nuestra no se acercan a la Mansión.

     

     

    Trepé mi árbol preferido -un Sauce Llorón con grandes y extensas ramas- una vez arriba, apoyé mi espalda contra el tronco y sentada en una de las ramas, saqué del bolsillo de mis jeans mi varita y comencé a trazar pequeños lazos de luz de diversos colores delante mío; mas no me entretuve mucho tiempo con eso ya que una lechuza color gris se posó en el borde de la rama en la cual yo estaba sentada. El animal llevaba una carta que por su sello y emblema pude reconocer que era de la Academia; pero dicha carta no era lo único que la criatura llevaba, ya que el sobre traía con sigo una pequeña cajita barnizada de color oscuro. Desaté de su diminuta pata aquello que el ave venía a entregarme y en manera de agradecimiento le acaricié un poco el pico, gesto que al parecer le agrado ya que al contacto cerró sus diminutos ojos; pero luego como su trabajo ya estaba hecho, retornó su vuelo.

     

     

    El ave se fue distanciando, hasta que a mi vista, era un punto que después desapareció. Entonces, luego de procesar todo lo ocurrido, caí en la realidad de lo que había sucedido "Es de la Academia... ¡¡¡ES DE LA ACADEMIA!!!" -pensé- entonces bajé de un salto del árbol -acto que casi provoca que me esguince el pie- y fui corriendo a la habitación de mis padres; estaba corriendo tan pero tan rápido que casi me tropiezo con uno de los elfos que estaba limpiando la escalera... Irrumpí en la habitación de mis padres -los cuales seguían durmiendo- y los desperté de una manera -en mi opinión- no muy agradable ya que la única palabra que pude articular con un tono particularmente agudo fue...

     

     

    ¡¡ACADEMIA!! -grite-.

     

     

    Ay cariño, que manera de -mi padre se detuvo en seco y luego con la voz todavía ronca- ... ¡¡ACADEMIA!! -gritó y acto seguido me abrazó junto a mi madre que todavía seguía bastante dormida a pasar de los gritos-.

     

     

    Luego de darle la noticia a mi mamá, papá, hermanos y por supuesto a mi elfo favorito Geert; me encaminé hacia mi habitación. Una vez allí me senté en el escritorio y con las manos temblorosas abrí la carta. Como ya suponía, me habían aceptado y mis clases empezarían el 25 de este mismo mes; y a pesar de que yo ya presentía lo que decía la carta, me dio una inmensa alegría leerla. Sin embargo estaba absolutamente tentada a abrir la pequeña caja de madera, pero como sabía que lo que allí adentro había era un traslador, preferí dejarlo así. Aquella misma noche, celebramos con la familia mi ingreso a la Academia. Pero de los presentes no había nadie más emocionado que mi misma, exceptuando tal vez a mi padre que casi se desmaya de la emoción; pues según el no podía creer que su "niñita" ya haya sido aceptada en la academia.

     

     

    ***

     

     

    3 Días Después...

     

     

    Era una mañana nublada; hacía frío y era tan apetecible quedarse en la cama durmiendo un rato más; sin embargo no podía pegar un ojo desde que me desperté. Comencé a recorrer mi amplia habitación y un montón de pensamientos surcaron mi mente; -"¿Qué es esto que estoy sintiendo?... No serán... No, no, no, una Malfoy no tiene nervios, ¿o si?"- Desde pequeña me habían criado siendo segura de mi misma, lo cual generó que con el paso del tiempo siempre tuviera una decisión y carácter firme. Sin embargo ese día no era mi día; así que para calmar mis ansias, decidí tomarme un baño. Llame a Geert y le pedí que me lo preparara y que me llevara mi usual desayuno allí.

     

     

    Ya se hacían las 8 de la mañana, y todavía tenía que preparar mi equipaje; por lo tanto, tuve que salir de mi estado de relajación para volver a incorporarme en el mundo real. Sin embargo me di cuenta que aquella infusión en mi ego propio me devolvió la seguridad, orgullo y arrogancia tan típica de una Malfoy -"y esta vez sin pizca de nervios"-. Esta vez estaba completamente segura de que yo iba a ser la mejor de la clase, tal y como pasaba en todo lo que yo hacía.

     

     

    Le pedí a mi madre que me ayudara con la preparación de mi equipaje; empaqué todo lo necesario, desde ropa hasta libros y pergaminos. Para empacar en un lugar práctico las cosas, mi madre -Mónica- me recomendó que le hiciera un encantamiento de extensión indetectable a mi pequeño bolso. Este bolso estaba forrado por dentro de cuero opaco y resistente y por fuera tenía terciopelo color azul oscuro lo cual le daba un toque delicado; además tenía unas correas largas ajustables de cuero forradas en terciopelo del mismo color. De esta manera tuve preparado todo para partir pero todavía faltaban cosas por hacer y una de ellas era alistarme para estar presentable.

     

     

    Para esta ocasión opte por unos jeans negros de tiro mediano, con una musculosa de los Guns N' Roses -ya que una cosa para la cual los muggles eran buenos era la música-, además por si tenía frío agarré una capa color verde oliva oscuro que me llegaba hasta por un poco más arriba de los pies y unas zapatillas Vans; y para mi toque final recogí mi cabello castaño claro en una trenza cocida.

     

     

    Antes de partir, quise cerciorarme de tener todo lo necesario, por lo cual comencé a hacer un recuento mental de todo lo que tenía: "El bolso -Listo y colgado por debajo de la capa-, Varita -Lista-, Traslador -En mano-, Libros -Guardados en el bolso-, Pergaminos y plumas -Guardados en el bolso-... Despedirme de mi familia -Pendiente-..."

     

     

    Ya con todo preparado, con la pequeña caja oscura barnizada en la mano, salí de mi habitación y bajé corriendo las escaleras, para encontrarme con toda mi familia esperándome sentados en la sala de estar; me despedí de cada uno de ellos, incluso de Geert. Por lo tanto ya con toda la lista completa, me preparé para partir; era emocionante, pero a la vez me acongojaba el hecho de dejar por un tiempo a mi familia.

     

     

    Emocionada, apoyé la pequeña caja de madera en la mesa y finalmente la abrí; entonces, me encontré con una hoja de pino que tenía en sus bordes un brillo peculiar -"Si, es un traslador"-. Faltaban 5 minutos para las 12 de la mañana, entonces, le di una última mirada a mi familia, acompañada de una resplandeciente sonrisa que llegó hasta mis ojos y sin mas preámbulos toqué la hoja de pino que reposaba tranquilamente sobre la madera de la caja.

     

     

    Una sensación de asfixia se alojó en mi pecho, sentí como todo mi cuerpo se achicaba y encogía al mismo tiempo y luego de eso me encontré en... Un bosque -"¿Un bosque? pensé que esto me transportaría al salón de clases... Que extraño. Por algo debe ser, hay que averiguarlo"-. Empecé a caminar y fue entonces que pude lograr divisar dos figuras esbeltas; era muy difícil distinguir las cosas, ya que las copas de los árboles eran tan altas que impedían que se filtren los rayos del sol, y de tantos arbustos uno no sabía si aquello que veía eran plantas, arboles, criaturas desconocidas o personas; pero luego escuche algunas voces detrás mío así que supuse que estaba en el lugar correcto y que aquellas dos figuras eran las profesoras.

     

     

    Todos los presentes nos acomodamos alrededor de las profesoras, formando un semicírculo delante de ellas. Una vez que todos llegaron, comenzaron su presentación. Una de las profesoras es Anne Haughton, parece ser una mujer importante tanto en los negocios como en el sector ministerial; además me divirtió el hecho de que alguno hubiera olvidado su varita. La profesora Haughton le cedió la palabra a otra mujer que estaba a su lado; ésta se llamaba Bínfeyd Evans y también aparentaba tener un gran papel en la sociedad mágica; mas una clase de advertencia de su parte fue lo que llamo mi atención ..."No queremos cobardes, si alguno subestima el peligro en este bosque es mejor que regrese a casa, la clase no será sencilla y es probable que algunos mueran antes de finalizar el día"... Lo demás no lo escuche, ya que me quedé pensando en lo anterior...

     

    "Eso me suena a un reto profesora Evans..."

     

     

    Me tocó el turno de presentarme, no había preparado nada así que improvise y dije lo primero que se me vino a la mente.

     

     

    Buenos Días. Soy Jane Bellatrix Malfoy, aunque pueden decirme Jane, tengo quince años. Soy muy aplicada en todo lo que hago y por ende competitiva, es por eso que siempre trato de esforzarme al máximo. Por influencia de mi padre tengo mucha predilección en el Quidditch por lo cual espero poder llegar a formar parte del equipo, si es que hay uno ya que es mi deporte favorito. Gracias por escuchar mi presentación -le dirijo una mirada a las profesoras para informarles que ya termine de hablar y vuelvo a unirme al semicírculo-.

     

     

    ─¡Hola!, Fengari ¿verdad?, mucho gusto -extiendo mi mano hacia ella para saludarla-; soy Jane, Jane Malfoy...

     

     

     

     

     

    OFF ROL

     

     

    Holaa, me llamo Oriana tengo 15 años y soy de Argentina, Buenos Aires. Estoy estudiando en la Secundaria (3er año, para ser específicos). Me encanta leer, tengo una biblioteca enorme pero igualmente ya no le entran más libros :'( *se desespera*. Soy muy parecida a mi personaje ya que mi tez es muy blanca; tengo pelo castaño claro. En cuanto a lo “Emocional” también soy parecida a mi personaje ya que soy bastante reservada, orgullosa (para algunas cosas), competitiva, estudiosa (nunca en mi vida desaprobé una prueba), muy competitiva en el estudio, si me tratas mal arrogante y puedo llegar a herirte emocionalmente “sin querer queriendo”. Pero fuera de esos aspectos entre amigos soy amable y a veeeces cariñosa (porque si soy sincera, tiendo a no expresar mucho mi cariño, pero quiero y me preocupo por todos igual) osea que soy medio fría. AHH! Me olvidaba que también soy muy respetuosa con todos, pero defiendo con garras y dientes a todos los que conozco y se merezcan que los defienda. También me gustan los animales especialmente reptiles, tiburones y felinos.

    ¡Saludos y nos vemos!

     

     

    ACLARACIÓN SOBRE EL ROL

     

     

    Quiero agregar una aclaración sobre mi rol, aquello que se encuentra en Cursiva, son los diálogos y que aquello que esta entre comillas ("") y además tiene cursiva son los pensamientos del personaje.

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  13. Holaa!!

     

    Es mi primera tarea, y me entusiasma mucho todo esto porque me doy cuenta que puedo hacer muchas más cosas,teniendo el conocimiento de como usar los editores de imágenes.

     

    Explicación paso a paso de lo hecho:

     

    1- Abrí la imagen.

    2- Dupliqué la capa.

    3- Aumenté el tamaño de la imagen (Ancho:601 y Alto:400 píxeles).

    4- Menú Ajustes, opción umbral.

    5- Dupliqué la capa.

    6- Menú Herramientas, opción Bote de Pintura; color Gris.

    7- Agregué unas líneas, Letra: Vladimir Script, Tamaño: 30

     

    Imagen Original // Imagen Editada

  14. Era una hermosa mañana, el sol brillaba en lo alto y se podía contemplar el hermoso paisaje que ofrecía la Mansión Malfoy. Eran las 08:15 am cuando comencé a cambiarme, pues estaba decidida a salir a dar un paseo para aprovechar la belleza de la naturaleza; me puse una camisa de un rosa pálido que combinaba a la perfección con mi pollera de seda negra, la cual llegaba hasta por arriba de mis rodillas. Al salir del cuarto, me encontré con mi madre.

    Buenos días mi niña.

    -Hola ma, saldré a dar un paseo ¿Quieres venir?

    -Oh querida... por mucho que desee ir contigo a respirar aire libre, no puedo; debo acompañar a tu padre a hacer unos trámites. Llegaremos antes de las 10 pm -diciendo eso, mi madre deposito un beso en mi frente y fue a buscar a mi padre-

    Ya que mis padres estaban ocupados, me dirigí sola a la salida; cuando abrí la puerta un calor recorrió todo mi ser ablandando mi espíritu. Por alguna razón presentí que ese sería un gran día.

    Estaba caminando entre las flores que tanto cuida mi madre, hasta que una lechuza con un sobre atado en su pata se posó sobre una estatua y emitió un suave ululeo para que recoga la carta. Entonces, fuí hacia ella y tomé mi correspondencia; deposité unos knuts en la bolsita amarrada a su pata derecha y la lechuza se fue.

    Había esperado tan ansiosamente ese momento y fueron tantas las cosas que sentí en tan solo unos segundos... Emoción, euforia, ambición, nervios, pero principalmente orgullo, pues yo, Jane Bellatrix Malfoy habia recibido finalmante su carta de la Academia de Magia y Hechizería. Aun con tantas emociones en mi ser, tuve que limitarme a sonreir , pues debía comportarme. Deje el recorrido y volvi a entrar a la Mansión. Me senté en el sillón en frente de la chimenea -la cual estaba tallada con el más fino roble antiguo-, mire escrupulosamente cada detalle de mi ansiada carta y luego la abrí. Me informaba que el día siguiente comenzarían mis clases, estaba tan emocionada.

    Cuando llegaron mis padres les di la buena noticia, pero me dijeron que ellos no iban a poder acompañarme ya que debían ir a trabajar. Subí a mi cuarto -un poco apenada, a decir verdad-, pero entonces se me ocurrió una genial idea; le pediría a Geert -mi elfo favorito- que me acompañara.

    -Geert ven, por favor -lo llame-.

    Al instante apareció.

    -¿Requiere alguna cosa ama Jane? -preguntó el elfo-

    -Sí, hoy recibí mi carta de aceptación en la Academia y mi primer clase es mañana a las 7 en punto de la tarde. ¿Puedes acompañarme?

    -La felicito ama Jane. Por supuesto que si la ama lo pide Geert la acompañara.

    -Gracias Geert; por cierto la clase es en Las Tres Escobas, en el pueblo de Hogsmade -le informé-

    -De acuerdo ama Jane ¿Necesita usted algo más? -preguntó Geert el elfo-.

    -Traerme una leche tibia, por favor.

    Enseguida señorita -respondió el elfo-.

    Acto seguido Geert desapareció. Y una vez que me cambié y me recoste en mi cama...

    -Toc, toc, toc -alguien tocaba a mi puerta-

    -<< Debe ser Geert con mi leche tibia >> -pensé-

    -Adelante

    -Buenas noches ama Jane, aquí le dejo lo que me pidió -una vez que puso el vaso de leche en la mesa de luz, pregunto- ¿Le traigo algo más?

    -No, gracias Geert

    Una vez que el elfo se había ido, yo tome mi vaso de leche con esperanza de que eso me ayudara a dormir; mas eso no pasó ya que eran las 12:50 y yo seguía sin poder dormirme. No sabía que más hacer, ya que hiciera lo que hiciera no podía conciliar el sueño. Finalmente logré dormirme, pero no por mucho tiempo...

    Me levanté aquella madrugada , eran las 05:00 am, pero a pesar de que la noche anterior me había dormido considerablemente tarde, no logre volver a conciliar el sueño. Decidi leventarme de la cama y guiada por mi inconsciente comencé a recorrer mi amplia habitación, fue en ese instante en el que empecé a pensar como es que a pesar de ser una joven absolutamente segura de si misma, que siempre se valía de por si dejándose llevar por su orgullo, instinto e inteligencia -ya que de esa manera me habían formado-, estaba teniendo una sensación de nervios y ansiedad. Para acallar aquellos sentimientos decidí darme un baño. El tiempo paso como si nada, porque ya se hacían las 06:00 am, por lo cual debí salirme de mi estado de relajación para comenzar a cambiarme; por suerte aquella infusión en mi ego propio logro recuperar mi estado de seguridad y arrogancia tan típica de un Malfoy. Sin arreglarme ni un poco salí de mi alcoba, recorrí un extenso pasillo hasta llegar a unas escaleras, las cuales bajé; e inmediatamente me encontré en la sala de estar, pero no era allí donde me dirigía, por lo cual seguí caminando. Pasé a la habitación continua y llegué a mi destino, el comedor. Ningún miembro de mi familia, ni siquiera mi madre, quien siempre madruga, estaban levantados -lo comprendo al fin y al cabo era demasiado temprano-. Pero a pesar de todo no estuve sola mucho tiempo ya que prácticamente al instante de que entré en la habitación se apareció uno de nuestros elfos domésticos, Geert, el cual en ese mismo instante hizo una reverencia y luego de saludar muy cortésmente -como de costumbre- me preguntó qué deseaba para desayunar a lo cual respondí que quería unas galletas con leche. El elfo desapareció, mas no tardó en reaparecer con una bandeja llena de surtidas galletas y un gran vaso de leche, los cuales depositó en la mesa y me invitó a sentarme con una leve reverencia. Luego de acomodar la silla para que me pudiera sentar correctamente en la mesa se desapareció, no sin antes comunicarme que si necesitaba algo lo llamara. En mi familia habian cambiado varias cosas, una de ellas era el trato que se les daba a aquellos que nos servían; todo había mejorado con los elfos desde ese momento. Sin embargo, dejé de pensar en cualquier asunto no concerniente a mi misma y me digne a tomar mi desayuno como correspondía.

    Una vez terminado mi desayuno; como tenía tiempo de sobra, fui a la biblioteca y comencé a leer “Filtros y Pociones Mágicas” por Arsenius Figger. Antes de darme cuenta ya eran las 12 en punto del mediodía, porque mi madre interrumpió mi lectura para avisarme que el almuerzo ya estaba listo; entonces deje el libro de nuevo en su estante y fuí hacia el comedor, allí estaban mi madre y mi padre...

    -Buenas tardes querida -dijo mi padre-.

    -Buenas tardes padre -le respondí-

    -Tu madre y yo decidimos que te queríamos dar un obsequio, como felicitación de que ingresaste en la academia. Lo encontrarás en tu habitación.

    -¡Enserio, gracias!

    El almuerzo transcurrió sin nunguna otra conversación. Una vez que todos se retiraron de la mesa, fui a mi cuarto y allí me encontré con el esperado regalo; cuando lo abrí mis ojos no podían creer lo que veían, una hermosa túnica color gris perlado, que iba acompañada de un vestido gris con corte romano por arriba de las rodillas y unos zapatos negros con taco aguja de altura media. Sin duda sus padres habian elegido el atuendo perfecto para que ella se presentase delante de sus compañeros y profesoras. Cada vez faltaba menos por lo que me entré a bañar y luego al salir me vestí con con las prendas que me habían obsequiado; por suerte me iban a la perfección y todos los colores hacían que mi blanca tez resaltara, además, me recogí un costado del cabello con un prendedor plateado. Ya estaba lista.

    Eran ya las 6 en punto de la tarde, entonces como todavía tenía un poco de tiempo, tome un pergamino y empecé a escribirles una carta de despedida a mis padres -a pesar de que antes que estos partieran al trabajo nos despedimos-.

    Cada vez faltaba menos, estaba emocionada, pero también tenía algunos nervios; solo de una cosa estaba segura y era que iba a ser la mejor de la clase. Ya decidida y convencida de mi misma llame a Geert.

    -Ya es hora de irnos -le anunncié al elfo-

    -Como usted desee ama Jane -respondió el aludido-

    En ese momento, el elfo me ofreció su brazo y al tomarlo, ya estábamos en Hogsmade; específicamente en frente de una posada cuyo cartel rezaba: “Las Tres Escobas”.

    -Gracias por acomapañarme Geert.

    -Fue un placer señorita Jane -respondió ruborizado el elfo- y mucha suerte.

    -Gracias Geert, nos vemos -y con esas palabras nos despedimos-.

    Vi venir a otros chicos supuse que tambien debían ser estudiantes. Me acerqué a la puerta y al abrirla vi cuan acogedora era esa posada; habían elegido un muy lindo lugar. Una señora que se hacía llamar Madame Rosmerta me dió la bienvenida a su posada, por lo cual supongo que es ella quien maneja este lugar.

    Comenzaron a invadirme los nervios cuando vi a las dos profesoras sentadas en dos banquetas altas ubicadas en la barra, ellas nos estaban haciendo señas para que todos los estudiantes formemos un semicírculo alrededor suyo. Una vez que todos estuvimos presentes habló una de las profesoras, su nombre era Bardolla Black; esta tenía un aspecto severo, pero de igual manera a pesar de que nos hablaba con cierta frialdad, era imposible no sentir admiración por todo lo que había logrado hacer. De repente me entero que deberemos dormir allí, eso me agarró desprevenida, ya que contaba con volver a casa para la cena; sin embargo, eso no iba suceder por lo que tendria que pedirle a Geert que me prepare una maleta con lo necesario.

    La profesora Black, le dió la palabra a la mujer que estaba junto a ella; esta se llamaba Cye Lockhart. A diferencia esta nos trato de manera más maternal y cariñosa. Una vez que nos dió la bienvenida, nos invirto a presentarnos. Pasaron algunos alumnos cuando llegó mi turno...

    -Buenas tardes. Soy Jane Bellatrix Malfoy, aunque pueden decirme Jane, tengo quince años. Soy muy aplicada en todo lo que hago y por ende competitiva, es por eso que siempre trato de esforzarme al máximo. Por influencia de mi padre tengo mucha influencia en el Quidditch por lo cual espero poder llegar a formar parte del equipo. Grracias por escuchar mi presentación -le dirijo una mirada a las profesoras para informarles que ya termine mi presentación y vuelvo a unirme al semicírculo-.

    Veo a las dos chicas que están a mi lado, y dado que debíamos elegir compañeros...

    -¡Hola!, Kirara y Patri ¿verdad?. Mucho gusto -extiendo mi mano hacia cada una para saludarlas-, soy Jane ¿Quieren que seamos compañeras de cuarto?...

     

    OFF ROL

    Holaa, me llamo Oriana tengo 15 años y soy de Argentina, Buenos Aires. Estoy estudiando en la Secundaria (3er año, para ser específicos). Me encanta leer, tengo una biblioteca enorme pero igualmente ya no le entran más libros :'( *se desespera*. Soy muy parecida a mi personaje ya que mi tez es muy blanca; tengo pelo castaño claro. En cuanto a lo “Emocional” tambien soy parecida a mi personaje ya que soy bastante reservada, orgullosa (para algunas cosas), competitva, estudiosa (nunca en mi vida desaprobe una pruba), muuuy competitiva en el estudio, si me tratas mal arrogante y puedo llegar a herirte emocionalmente “sin querer queriendo”. Pero fuera de esos aspectos entre amigos soy amable y a veeeces cariñosa (porque si soy sincera, tiendo a no expresar mucho mi cariño, pero quiero y me peocupo por todos igual) osea que soy medio fría. AHH! Me olvidaba que tambien soy muy respetuosa con todos, pero defiendo con garras y dientes a todos los que conozco y se merezcan que los defienda. También me gustan los animales especialmente reptiles, tiburones y felinos.

    ¡Saludos y nos vemos!

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