*~Scarlett~*

Scarlett estaba emocionada por la idea de ser seleccionada para una de las cuatro casas por fin. Realmente deseaba tener a alguien conocido en su misma casa, así que cuando escuchó que a Isra lo seleccionaban también para los Dragones, comenzó a dar saltitos de alegría alrededor del muchacho, que había ido corriendo hacia ella con una gran sonrisa en sus labios. El chico frenó el saltarín recorrido de la Loveless, abrazándola con fuerza.

- Yo tampoco me quiero separar de ti.-Le contestó ella, radiante de felicidad.

Los recién seleccionados alumnos se marcharon entonces en busca de sus respectivas salas comunes, de modo que Scarlett se encaminó, junto con sus compañeros de casa, hacia los jardines de la academia.

Al llegar allí, la chica observó la imponente estatua con forma de cabeza de Colacuerno, en cuyo interior se hallaba la entrada a su sala común. Cerca de la boca del dragón se encontraba un muchacho que parecía algo asustado. A Scarlett no le extrañó, pues no era para menos. Dentro de las fauces abiertas del Colacuerno ardía una llama que debían atravesar para llegar a la sala y aquel chico, supuso ella, tendría miedo de quemarse.

Se acercó junto con Isra para tranquilizar a su compañero y entonces lo reconoció: Estuvo en su clase de Generales, era aquel chico que se había enfrentado al boggart justo antes que ella.

- Tranquilo, no tengas miedo.-Le dijo dedicándole una sonrisa tranquilizadora antes de colocarse enfrente de la estatua. Se adentró entonces en la gran boca de piedra y la conocida sensación de ser absorbida por un remolino la envolvió al tocar el fuego. Era un traslador.

Cuando sintió el suelo de nuevo bajo sus pies, Scarlett entró por la majestuosa puerta que tenía delante y buscó con la mirada a Isra en la sala común, pues él había entrado primero en la boca de la estatua. Lo localizó enseguida y se acercó a él en silencio para después saltar sobre su espalda y asustarlo, estallando a continuación en sonoras carcajadas.

Ninguno de los dos sabía qué hacer allí, así que aguardaron, admirando la hermosa sala en la que se encontraban, a que alguien llegara para orientarlos. Scarlett dirigió una mirada hacia la puerta. Se preguntaba si el muchacho asustado de la entrada se atrevería a tocar el fuego tras haberlos observado a ellos, esperaba que sí.

Scarlett contempló a su madre con la boca abierta durante un instante. No se esperaba para nada aquello.

- ¿De mi padre?- Preguntó la muchacha, extrañada.- ¿Por qué tenemos que hablar de mi…?-De pronto las piezas encajaron en su cabeza. - Un momento…-Comenzó a decir, pero su madre la interrumpió, confirmando con sus palabras las sospechas de su hija.

- Lo has seguido viendo…-Dijo la joven, repitiendo las palabras de Sira.- ¿Lo que pretendes decirme es que el bebé que esperas es suyo?-Scarlett dijo esto último con un hilo de voz, pues tras el impacto de lo que acaba de averiguar, apenas conseguía pronunciar una frase.

La muchacha agarró su refresco y le dio un largo trago, tratando de serenarse, después dejó el vaso de nuevo sobre la mesa y miró a su madre a los ojos.

- Está bien… no pasa nada…no es para tanto.-No sabía si le decía esas palabras a su madre o a sí misma. Respiró hondo un par de veces para tranquilizarse antes de volver a hablar. - ¿Lo sabe alguien más?- Preguntó algo más calmada.

Scarlett miraba a su madre, pero las palabras no salían de su boca. Aún estaba sorprendida por el hecho de que su madre estuviera casada. No sabía por qué le había afectado tanto ver el anillo, pues ella misma había escuchado a su madre anunciar su matrimonio hacía poco tiempo en una cena familiar ante todos los Loveless, o al menos ante los presentes en el edificio aquella noche. Sin embargo, el ver aquella joya en el dedo de Sira le había vuelto a despertar la confusión, y por un momento se había sentido como si se acabara de enterar de la boda.

Su madre pidió unos refrescos y al momento un elfo los sirvió en su mesa. Scarlett agarró su vaso con las manos ligeramente temblorosas. No era simplemente la boda de su madre lo que la alteraba, sino el conjunto de todos los inesperados acontecimientos, de los cuales no tenía ni idea hasta hacía unos días, que habían sucedido: el embarazo de su madre, su boda con alguien cuya identidad aún desconocía… y además su abuelo Rick se había presentado en la mencionada cena familiar y parecía estar junto a su abuela de nuevo como si todos aquellos años separados no hubiesen existido.

La muchacha sacudió ligeramente la cabeza para despejar sus pensamientos y se decidió por fin a plantear sus dudas a Sira. Comenzó por la pregunta más obvia:

-¿Quién es él?-Dijo mirando a su madre, que parecía preocupada por las explicaciones que tendría que dar- ¿Con quién te has casado mamá?

1.- Link al tópico de su ficha de personaje: ficha de Scarlett

2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje: --

3.- Link del tópico de registro de sus familias:

Familia N°1: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/102575-familia-loveless-mm/page-5

Familia N° 2: --

4.- Link a las bóvedas de sus familias:

Bóveda Familia N° 1: Bóveda 102647 Familia Loveless

Bóveda Familia N° 2: --

Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 492 G

Cuando todos se hubieron enfrentado al boggart, el profesor Drew lo devolvió al interior del guardarropa y con un movimiento más de su varita, hizo que este desapareciera. A continuación les entregó el que, según dijo, sería el último pergamino que deberían leer para esa clase. Scarlett sonrió, tenía ganas de volver a casa y relajarse un poco después de ese día tan intenso.

En ese momento, un crujido resonó en los jardines y la muchacha observó cómo una manada de Erklings se dirigía directamente hacia ellos. Se quedó paralizada, sin saber qué hacer, no se esperaba eso. Por el contrario, el profesor Drew reaccionó rápidamente, haciendo aparecer tapones en los oídos de los alumnos para protegerlos del desagradable ruido que emitían aquellos seres y apuntando con la varita a uno de ellos al momento siguiente, dejándolo inconsciente con un hechizo Desmaius.

Scarlett, sorprendida con la habilidad de su profesor, le dirigió una mirada de admiración y tras superar su miedo inicial decidió imitarle, sacando su varita y apuntando con ella a un Erkling que corría en dirección a Isra. El hechizo golpeó a la criatura, aturdiéndolo justo antes de que se abalanzara sobre el chico.

-Ya me devolverás el favor ¿eh?- Bromeó ella, guiñándole un ojo a su compañero.

Observó entonces cómo el profesor Bastian decidía utilizar una manera menos usual para aturdir a aquellos seres: Había hecho aparecer calderos que dejaba caer sobre los Erklings, perdiendo estos el conocimiento por el impacto. Scarlett reconoció la estrategia como una variante de la anécdota que se contaba en un libro de animales mágicos que había leído hacía tiempo. En él, un niño había vencido a un Erkling que pretendía devorarlo golpeándolo con el caldero de peltre de su padre.

Aquellos seres parecían cada vez más furiosos y mientras Bastian les aturdía a calderazos, Isra decidió golpearlos con piedras. Poco a poco, sus compañeros se fueron uniendo a la defensa y la muchacha sintió algo de pena por los animales. Aunque sabía que tan solo iban a aturdirlos, ella prefirió hacerlo con el hechizo Desmaius, pues parecía el método menos doloroso para las criaturas.

Era extraño, pensó la chica, cómo sentía lástima por aquellos animales y sin embargo, si fueran personas en lugar de Erklings lo que se acercara a atacarlos, no le importaría para nada golpearle a quien fuera con un caldero o incluso hacerle algo peor.

Scarlett caminaba lentamente para no despistarse y pasar de largo el edificio que buscaba.

La muchacha miraba en todas direcciones, preguntándose si estaría cerca al menos del lugar donde su madre le había pedido que se reuniera con ella.

Tenían muchos asuntos que aclarar, por lo que se alegró cuando leyó la nota que llevaba el pequeño pichón de Sira, al cual había encontrado esa mañana revoloteando cerca de la ventana de su habitación, en el edificio Loveless.

Llevaba un vestido nuevo que se había comprado para la ocasión, pues quería causarle buena impresión a su madre, ya que era la primera vez que se reunía con ella a solas fuera de casa desde que había llegado de Polonia.

Se trataba de un vestido blanco, largo hasta debajo de las rodillas y decorado con pequeñas florecillas rojas. El escote dejaba a la vista la fina cadena de plata que adornaba su cuello. Era la cadena que Sira le había regalado cuando era un bebé y que Scarlett guardaba como un tesoro. Se preguntaba si su madre se daría cuenta de ese detalle, esperaba que sí.

“Por fín” Pensó la chica, al ver frente a ella el edificio de ladrillo rojizo donde se encontraba la librería café de la academia. Empujó suavemente la puerta y entró.

Lo que vio en el interior del edificio la entusiasmó: Había estanterías repletas de libros de todo tipo allá donde mirara, lo que a Scarlett le parecía maravilloso, pues le encantaba leer; las paredes estaban pintadas en un precioso color rosado y las mesas y sillas de madera daban al lugar un toque acogedor.

Echó una ojeada por el lugar, buscando a su madre con la mirada y la encontró sentada en una de las mesas más apartadas. “Perfecto” Pensó Scarlett “Así tendremos más intimidad”.

Se acercó a Sira, la saludó con un beso en la mejilla y se sentó en la silla situada frente a ella.

La miró con un brillo de inmenso afecto en sus ojos. Todavía no se terminaba de creer que estuviera en Londres y que su madre estuviera junto a ella. Algunas mañanas aun despertaba creyendo que había sido un sueño y se extrañaba al abrir los ojos y no encontrarse en su habitación de siempre, en casa de su abuelo Rick.

-¿Qué tal estás, mami?-Comenzó Scarlett, pues no le parecía de buena educación soltarle un interrogatorio sobre todas sus dudas directamente. Además, no quería agobiarla, ni obligarla a explicar cosas de las que no quisiera hablar. Solo quería estar con ella, ahora que por fin la había recuperado. Le dedicó una sonrisa, mirándola a los ojos con una expresión cariñosa para infundirle confianza.

De pronto, un movimiento de la mano de Sira provocó un ligero destello y Scarlett se fijó en el anillo que llevaba su madre en el dedo.

-Espera, espera…-Murmuró la chica.- ¿Eso es…? ¿Es un anillo de boda?-Preguntó, estupefacta.-Pero… ¿Quién…?-No sabía cómo terminar la frase, se había quedado sin palabras, así que se quedó mirando a Sira sin decir nada más, con una expresión entre confusa y sorprendida.

Una vez finalizadas las presentaciones, los profesores comenzaron a explicar lo que harían en aquella primera clase. El profesor Bastian les informó de que se enfrentarían a un boggart y a continuación les entregó mediante un hechizo unos pergaminos, indicándoles que formaran una fila tras haberlos leído. Scarlett leyó con atención el suyo y después lo dobló y se lo metió en el bolsillo derecho de sus vaqueros.

El otro profesor, Drew, les explicó entonces algo más acerca de los boggarts y a continuación, Bastian hizo aparecer de la nada un armario ropero que se agitaba fuertemente. Scarlett se estremeció al observar las sacudidas del armario, producidas, pensó la muchacha, por el boggart que debía estar dentro encerrado y deseoso de salir al exterior.

“Vamos, no tengas miedo, sabes hacerlo, ya lo has hecho antes” se dijo a sí misma para infundirse ánimos mientras se colocaba en la fila de alumnos.

Las imágenes de su anterior enfrentamiento con un boggart acudieron a su mente mientras esperaba su turno… definitivamente esas criaturas eran espeluznantes, pero era valiente, podía con ellas.

Scarlett observó cómo uno de sus compañeros se enfrentaba al boggart y al apartarse este, la criatura, que tenía la forma de una mujer muerta, presumiblemente familiar de su compañero, se giró hacia ella.

Al entrar en contacto visual con Scarlett, la mujer cambió de forma, adoptando entonces la de su mayor miedo, una figura encapuchada, que emitía un desagradable sonido de succión al respirar: un dementor.

La joven dio un paso atrás y sintió el calor desapareciendo de su rostro, pero debía recomponerse, así que respiró hondo una vez para tranquilizarse y trató de buscar algo divertido en lo que transformar a aquel horrendo ser… Y entonces, la idea brilló en su mente, mientras sus labios se curvaban en una sonrisa.

-¡Riddikulus!- Pronunció alto y claro, manteniendo en su mente la imagen que quería hacer realidad.

Un destello azulado surgió de su varita, golpeando al boggart-dementor. Todo quedó en silencio por un momento y de pronto una música típica de striptease comenzó a sonar en los jardines. El dementor dejó de flotar de forma aterradora y comenzó a moverse sensualmente. La sonrisa de Scarlett se ensanchó y cuando la capa del dementor se abrió ligeramente para mostrar unas piernas de bailarina, la muchacha soltó una sonora carcajada que desconcertó al boggart y lo hizo retroceder. Satisfecha, Scarlett se apartó para pasar el turno al siguiente alumno.

Era su primer día en la academia y Scarlett se encontraba un poco perdida. Después de buscar por todos lados, al fin encontró el aula que le habían asignado. Entró en la clase y vio la nota que les informaba de que tomaran los trasladores, que se encontraban repartidos encima de los pupitres. Scarlett tomó uno de los trozos de tela rasgada que tenía más cerca y a continuación fue absorbida por un remolino que la transportó a los jardines de la academia.

Allí se encontraban reunidos sus compañeros de curso y dos profesores. Ambos maestros se presentaron y animaron a los alumnos a que hicieran lo mismo, mientras tanto, uno de ellos les entregó unos pergaminos.

Entonces varios alumnos se presentaron y así lo hizo Scarlett también.

-Hola a todos-Comenzó- Me llamo Scarlett y soy de Polonia. Me mudé a Londres hace poco para reencontrarme con mi madre, con la que vivo actualmente. Así que me inscribí aquí, en la academia y bueno, espero aprender cosas interesantes y llevarme bien con todos.-Dedicó entonces una ligera sonrisa a sus compañeros y profesores y dio un paso atrás, para dar a entender que había terminado.

OFF ROL:

Hola, soy Scarlett, tengo 21 años y soy de España.

Me encanta la saga de Harry Potter (obviamente xD). Es algo que siempre ha estado presente en mi vida, pues el libro de la piedra filosofal me lo regalaron con 9-10 años y ahora tengo 21, así que no recuerdo mi vida sin estos personajillos dando vueltas por mi cabeza jeje Tambien soy fan de otras sagas como los juegos del hambre y cazadores de sombras entre otras muchas

Y bueno, además de leer me encanta la fotografía y escribir alguna cosilla aunque no sea muy buena

PD: Sé que llego una horita tarde, espero que no importe, no me pude conectar antes ...

Hola!!

Me paso para avisar de que ya he enviado mi ficha de personaje.

Espero verla pronto

FICHA DE PERSONAJE

Datos Personales:

Nombre del Personaje: Scarlett.

Sexo: Femenino

Edad: 21

Nacionalidad: Polaca.

Familia(s):
Loveless

Madre Sanguínea:
Sira Granger

Padre(s) Adoptivos:
--

Trabajo:
--

Poderes Mágicos:

Rango Social: Aprendiz

Bando: Neutral

Rango dentro del Bando: --

Nivel de Poder Mágico: --

Puntos de poder en objetos: 20

Hechizos adicionales: --

 

Puntos de poder en criaturas: --

Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

 

Habilidades Mágicas:
--

Conocimientos Especiales:
--

Perfil del Personaje:

Raza: Demonio

Aspecto Físico:
Scarlett es normalmente una joven de aspecto dulce y aniñado, aunque cambia a un aspecto feroz y salvaje cuando está enfadada . Su melena castaña luce habitualmente suelta y lisa y se pueden apreciar en ella algunos mechones de color rojo intenso. Sus ojos son marrones pero se tornan amarillentos cuando se altera. Es delgada y de corta estatura, lo que le da cierto aire de hada, aunque su belleza es clara delatora de su sangre demoníaca.

Cualidades Psicológicas:
Sus frecuentes cambios de humor la hacen parecer en ocasiones bipolar, su carácter suele ser encantador, pero si se siente atacada (con o sin motivo para ello) se convierte en un peligro incontrolable para los que estén a su alrededor. Tiene un marcado sentido de la lealtad, nunca traicionaría a los que considera “los suyos” lo que la convierte en una gran amiga, pero también una enemiga temible .
Historia:
Scarlett fue criada en Polonia por su abuelo materno, Rick, quien consintió todos y cada uno de sus caprichos y le dio todo lo que una niña pudiera desear, pero en su interior, Scarlett siempre había sentido un vacío que ni siquiera el inmenso amor de su abuelo podía llenar, le faltaban sus padres. Rick nunca había mentido sobre ese tema y contestaba con sinceridad a sus numerosas dudas. Así, Scarlett creció sabiendo que su padre, Phineas, era un mago francés que su madre conoció en París y que nunca supo que había tenido una hija. Por otro lado su madre, Sira, era una demonio que aunque la quería con todo su corazón había tenido que marcharse de su lado para ir en busca de su propia madre, la abuela de Scarlett.

Scarlett soñaba con Sira todas las noches, en ocasiones se enfadaba con ella en el sueño y le reprochaba el haberla apartado de ella, y otras veces simplemente corría hacia ella y la abrazaba fuertemente, atrapándola entre sus brazos para no volver a dejarla escapar. Cuando despertaba y comprendía que Sira no estaba realmente allí, las lágrimas inundaban sus ojos y ella apretaba entre sus manos la fina cadena de plata que siempre colgaba de su cuello, pues era lo único que tenía de su madre.

Scarlett sabía que Sira la quería muchísimo, así se lo había hecho comprender su abuelo, pero no podía evitar un cierto rencor hacia ella. Necesitaba verla, que le contara toda la historia ella misma, que supiera todo lo que había sufrido por su ausencia, pero lo que necesitaba más que cualquier otra cosa era saber si su madre también pensaba en ella, si la echaba de menos y si realmente quería estar con ella. Por eso ansiaba el día en que Rick al fin la considerara lo bastante madura como para viajar a Londres y reunirse con Sira de nuevo. Y ese día llegó cuando Scarlett cumplió 21 años.

Al llegar donde vivía su madre, el corazón le latía tan fuerte que parecía a punto de saltar fuera de su cuerpo. Se preguntaba qué pasaría cuando la viera, ¿y si Sira no quería saber nada de ella, después de todo? Tras unos minutos en la puerta, paralizada por el miedo, Scarlett se decidió a llamar. Su madre la recibió con lágrimas de felicidad en los ojos, estrechándola entre sus brazos y diciéndole entre sollozos cuánto la había echado de menos, haciendo así que todos sus temores y rencores se desvanecieran.

Pertenencias:

Objeto Magico Legendario:
--

Objetos Magicos:

Objeto 1: Varita Mágica
Clasificación: AA
Puntos de poder: 20P

Mascotas y Criaturas:
--

Criaturas en la Reserva:
--

Elfos:
--

Licencias, Tasas, Registros:

Licencia de Aparición: --

Licencia de Vuelo de Escoba: --

Registro de XXX: --

Otros Datos:

Otros datos:
--

Cronología de cargos:--.

Premios y reconocimientos:
--

Links de Interés Referentes al Personaje:

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