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Némesis K. Westbrook

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Mensajes publicados por Némesis K. Westbrook

  1. Arqueé una ceja con curiosidad cuando el misterioso Luis optó por acercarse y me devolvió la mirada. Vaya, ya no era tan reservado como me había parecido, eso o se le había pasado el mal humor. internamente me encogí de hombros y le escuché hablar en voz baja con una sonrisa ladeada, ¿pretendía ser seductor o caballeroso? "Ay, los hombres" pensé con diversión y sacudí la cabeza de manera casi imperceptible.

    -Claro que puedes hacerme compañía... y gracias -Respondí, también en voz baja para no interrumpir a quienes se iban presentando. -Como he dicho en la presentación, me llamo Némesis. Aunque puedes llamarme nem si lo prefieres -Añadí segundos después, y giré la cabeza ante la nueva voz femenina. Sonreí al observar a la castaña, sintiéndome reconfortada al no ser la única con acento extranjero.

    -Vaya, compartes nombre con la profesora -Le comenté a Mía una vez terminó, no sin antes haberle dirigido una sonrisa alegre y un gesto de saludo. Me gustaba aquella chica, aunque hubiese dicho poco sobre sí misma. -¿Alguna vez me enseñarás a hablar algo de checo? Prometo que aprendo rápido -Pestañeé con inocencia, intentando lucir angelical en vano puesto que mi gran altura y mi vestimenta no eran para nada acordes a ello. Luego, volviéndome hacia el chico de pelo azabache, opté por continuar la conversación. Ya que se me había acercado no pensaba ignorarlo, además hasta el momento no me parecía mal tipo.

    -Por lo que he oído tú te llamas Luis, ¿eres de por aquí? Tu nombre parece de otro sitio -Pregunté curiosa, apartando un par de mechones pelirrojos de mi cara. Aspiré con fuerza el olor a mar que transportaba la brisa y me dejé contagiar por el entusiasmo y la algarabía del carnaval brasileño, y es que Río de Janeiro era un lugar mágico; ya lo había visitado antes y creía que nunca me cansaría de hacerlo.
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  2. A mi alrededor la gente seguía presentándose, mientras prestaba atención a las palabras pronunciadas observé con disimulo a los profesores y me propuse ser la mejor. Sabía -o esperaba- que Mía no mostrase ningún tipo de favoritismos conmigo por ser su hija, por eso si iba a sacar una de las mejores notas de la clase -y creedme, así sería- me esforzaría al máximo. No quería que me diesen las cosas ya masticaditas, de eso nada. Solo mis propios méritos contaban. Alcé la barbilla con orgullo y me aparté del foco de atención, dirigiéndome hacia el final de la fila intentando así no ser notada en demasía.

    Le dirigí una sonrisa divertida al chico -más bien hombre- que se presentó justo después de mí. Luis había dicho que se llamaba, y su presentación breve y al grano me causó curiosidad. Así que un tipo reservado... eso o que estaba de mal humor, que también podía ser. Mis ojos esmeralda se fijaron en él durante unos segundos, con mirada risueña, pero acto seguido volví a centrarme en la clase. 29 años, y yo que lucía más joven en realidad le doblaba la edad. Desde luego, no aparentaba más de 23 o 24 años, pero tenía más. ¿Podría ser que fuese la más vieja de entre mis compañeros? "Ojalá que no", pensé frunciendo el ceño de forma casi imperceptible.

    Espero que alguien se conozca bien esto, porque la última vez que estuve aquí me perdí magistralmente. Maldito estatuto del secreto —Mascullé entre dientes al final, y agradecí en silencio haberme vestido tan acorde a la ocasión. Luego, disimulando como solo yo sabía hacerlo, guiñé un ojo al profesor e hice como que se me había metido una pestaña en el ojo. Esperaba ver a aquel peliazul sexy en alguna ocasión en que no fuese su alumna, sí.
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  3. ¡Hola familia! *3* Venía a dejar la imagen para el árbol, finalmente :D

    url=http://i.imgur.com/HZjeLX1.png]Aquí[/url]

     

    Y ya que estoy, os prometo que hoy me paso por el castillo sin falta xDDDDD que tengo ganas de rolear, así que apareceré por allí para conocer a la familia. Quered a mi Banshee, amores (?) *Se va después de haber rellenado las líneas, dejando chocolate para todos y mucho amor para sus padres*

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  4. -Muchas gracias -Murmuré sonriéndoles cuando aceptaron que me sentase con ellas, apresuradamente deposité el plato y la taza sobre la mesa pero la libreta se me escurrió y cayó al suelo, abriéndose en el proceso y dejando a la vista una de las páginas. puse los ojos en blanco y me repetí a mí misma, no por primera vez, que algún día tendría que improvisar un hechizo candado. Eso o empezar a escribir con tinta invisible, que también, pero era más fastidioso que lo primero. Apresuradamente recogí el cuaderno del suelo y eché un vistazo al papel plagado de notas musicales antes de cerrarlo sin más.

    -Soy demasiado torpe para mi propio bien -Musité en tono de broma, tomándomelo con positividad como siempre hacía. Finalmente me senté con un suspiro aliviado y observé curiosa a ambas jóvenes, dándome cuenta de que tocaba presentarme para responder a su pregunta... bueno, y por un mínimo de educación, obviamente.

    -Me llamo Némesis Westbrook... -Comenté, pensando en la nota de pergamino que había sustraído del orfanato días antes y que yacía en mi bolsillo semi-arrugada. iba siendo hora de plantar cara a mi madre biológica, pero no terminaba de atreverme. -¿Y cuál es vuestro nombre? -Pregunté tras unos segundos sin perder el ritmo, dando el primer sorbo a mi café. Hecho esto tuve que cerrar los ojos y juro por la triple diosa que lo intenté, intenté contener el gemido de placer al saborear tan sabroso néctar, pero aquel café era demasiado bueno hasta para ser verdad y de mi garganta brotó algo así como un suave ronroneo. ¡Era capaz de hacer ese ruido por ser Banshee o cualquiera podía producirlo? No lo sabía a ciencia cierta, aunque llevaba unos cuantos años experimentando los instintos de mi raza a veces no sabía qué en mí era humano y qué no. Y cuando yo misma escuché ese sonido bajo emerger de mis labios me ruboricé como una colegiala, rivalizando así con el color de mi flamígero cabello. -Lo... lo siento, hace mucho tiempo que no probaba un café tan bueno. -No sabía a dónde mirar, y normal. "Pero qué rara eres, Némesis, qué rara eres", gruñí para mis adentros.
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  5. Había pasado mi primera noche en el castillo Haughton y tenía que admitir lo bien que pude dormir, había descansado completamente y no tuve pesadillas; esto es algo que agradecí muchísimo, pues siempre eran muy bienvenidas aquellas escasas noches de paz. Podía decir que, aunque solo fuera en sueños, logré olvidar temporalmente todos mis asuntos por resolver.

    Desperté al alba, justo antes de que los tímidos rayos del Sol comenzaran a perfilarse en el horizonte. Envuelta en calidez y silencio, di vueltas entre las sábanas por el placer de hacerlo y es que aún me parecía imposible de concebir que aquella gran habitación con sus muebles antiguos y caros, su maravillosa cama y su tamaño desmesurado fuese mía y solamente mía. ¡No podía creerlo! "Desde luego, Nem, algo estás haciendo bien en la vida si al final ganas un lujo como este", me dije sonriente y solo entonces terminé de abrir los ojos.

    Veinte minutos más tarde y ya duchada permanecía frente al grandioso espejo de pared observando mi imagen, con mi metro ochenta y tres no podía más que preguntarme si acaso tenía sangre de gigante corriendo por mis venas. Suponía que no, pero probablemente se lo preguntaría a Sira -perdón, mi madre, ni siquiera me acostumbraba a llamarla así en mis pensamientos todavía- la próxima vez que la viese... que por cierto no sabía cuándo sería, porque iba a pasar todo el día fuera del castillo lo más seguro.

    Me cercioré de que tenía la varita en su sitio oculta en una funda atada a mi brazo y luego busqué qué ponerme entre la poca ropa que tenía (nota mental: ir a renovar el vestuario pronto). Lejos de escoger un vestido, faldas o cualquier prenda notablemente femenina opté por algo más práctico y cómodo, algo que contrariamente a lo esperado no era una túnica. Unos jeans estrechos de color oscuro que conviné con mis habituales Doc Martens, una camiseta con la frase "oigo voces y tú no les gustas" y mi inseparable cazadora negra de cuero. Estaba lista.

    Antes de salir de la habitación cepillé mi larga cabellera y me puse unas gafas de sol negras que convinaban con mi atuendo rockero. ¿Yo? ¿Ponerme una túnica o algo normalito para ir a hacer trámites? ¡Qué va!

    ***

    Llegué a la academia siendo transportada por uno de los elfos familiares a falta de uno propio, y es que odiaba el viaje mediante chimenea por aquello de que se me ensuciaba la ropa de ceniza. He de decir que me perdí magistralmente buscando el aula de Generales, me había sido notificada la hora vía lechuza pero no el lugar así que me vi recorriendo cada pasillo a toda velocidad, mirando a todas partes y asomándome a las puertas.

    Al final hallé un letrero en el que rezaba "Generales 115" y empujé la puerta con suavidad. Ya había un par de personas dentro, un chico y una chica. Me sorprendió que hubiese tan poca gente pero al mirar el reloj de mi muñeca vi que faltaban varios minutos para la hora acordada.

    ¡Buenos días! ¿Alguien ha visto a los profesores? —Pregunté con franca curiosidad, sonriendo a mis compañeros. Luego hallé la respuesta en mi pupitre, y es que había un par de plumas de diferente color en cada mesa. Las sopesé atentamente y no tardé en suponer que eran trasladores, pero no había ninguna nota explicando adónde nos llevarían y eso me escamó. Me gustaban las sorpresas, más de lo que nadie alcanzaba a imaginarse, pero si venían de parte de alguien a quien desconocía -ni profesores ni que no- lo más lógico es que reaccionase poniéndome alerta. No era ni una blanca paloma ni una niñita ingenua, tenía la suficiente edad como para saber que no debía fiarme de cualquier cosa o persona, y también contaba con ciertas experiencias desagradables a mis espaldas.

    Sacudí el brazo izquierdo bruscamente como si tuviese un tick o algo así, nada más lejos de la realidad pues lo único que sucedió fue que la varita oculta en la funda de cuero se deslizó hasta mi mano sin hacer ningún tipo de ruido. Con la mano derecha sujeté las plumas y a continuación esperé, los ojos fijos en mi reloj, a que el traslador se activase. Mientras tanto el resto de estudiantes fue llegando y advertí susurros inquietos a mi alrededor, pero yo me mantuve en absoluto silencio.

    5... 4... 3... 2... 1. —Conté en voz alta para los despistados, por si alguien no había cogido su traslador que lo hiciera ya o se quedaría atrás. En cuanto terminé la cuenta atrás sentí cómo mis pies dejaban de estar posados sobre el suelo y casi gemí por el incómodo -pero habitual- tirón en mi ombligo mientras viajaba a toda velocidad.

    Aterricé de pie aunque algo inestable sobre tierra firme, destacando poderosamente con mi considerable altura y piel blanca cubierta de pecas (sin contar la llameante melena pelirroja que danzaba al viento). Un colorido contraste entre luz y oscuridad con mi estilo de vestir y la varita en mano, negra como el ébano del que estaba hecha, 33 centímetros de madera pulida sostenidos diestramente entre largos y delicados dedos blancos. Tras las gafas oscuras, mis ojos verdes escanearon la escena con frialdad y tras entender que no estaba rodeada de criaturas ni amenazada por otras varitas, un gesto de mi brazo bastó para deslizar el arma de regreso a su funda.

    ¡Buenos días! O noches, para ser más exactos... —Musité esto último por lo bajo mientras la frialdad se desvanecía de mis facciones como por ensalmo, me quité las gafas y las guardé en un bolsillo pues claramente no merecía la pena usarlas en aquella zona horaria. Únicamente entonces examiné a los profesores, dándome cuenta de que la mujer que esperaba con postura indolente frente a nosotros me era demasiado familiar. No pude evitar una sonrisa divertida, ¡qué calladito se lo tenía! ¿Conque iba a ser mi profesora y no había dicho nada? Sorpresa agradable tras sorpresa agradable, eso era lo que había obtenido desde mi llegada a aquel lugar —el cuál, por cierto, pronto reconocí como Brasil—.

    Mi nombre es Némesis, Némesis Westbrook, aunque es probable que a estas alturas deba presentarme como Némesis Haughton en realidad. —Comencé con mi presentación una vez llegó mi turno, justo tras un chico de apellido Stark. Observé a los presentes sin amilanarme, respiré profundamente y continué. —Soy inglesa, aunque no lo parezca por mi acento. He pasado muchos años lejos de aquí, de ahí que suene diferente. Estudié en Hogwarts siendo miembro de Slytherin y me apasiona el Quidditch. —Dicho esto retrocedí y me apoyé en una pared, esperando en silencio a que se presentasen los demás. Hasta mí llegaba el olor a mar y la oscuridad de aquella noche estrellada, aunada al bullicio del carnaval brasileño que se estaba llevando a cabo, hacían del ambiente algo sencillamente mágico.


    OFF: bueno, la loca tras la pantalla que ha escrito semejante tocho (perdonad lo largo que es, empecé a escribir y no podía parar) se llama Miriam y tiene 16 años. Ella, osease yo, es / soy española. Estoy terminando la secundaria y llevo roleando en foros desde los 11. Me apasiona la música, toco el piano y dicen de mí que soy una biblioteca andante porque la cantidad de libros que he leído hasta ahora ni se crea ni se destruye, solo va en aumento constante. Y bueno, de la pelirroja que tengo por pj solo decir que es una Banshee con mucho carácter a la que amo locamente.
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  6. Bueno, ¡ya estaba bien! ¿Qué hacía allí en la mesa sentada y esperando a que alguien viniese a atenderme? ¿Tan fríbola me estaba volviendo desde que había vuelto a Londres? Me levanté de un salto, dejé la silla en su sitio y recogí mi libreta y el lápiz. Acto seguido me dirigí a la barra y pedí un café, además de uno de aquellos dulces que había expuestos; tenían un aspecto demasiado seductor para mí, tan golosa como era. Acto seguido y con todo frente a mí me planteé la forma de llevarlo todo sin liarla parda, y fue así como terminé luciendo unas pintas de rara que no me las quitaba ni Merlín en calzoncillos... bueno, probablemente es que Merlín en calzoncillos lo que haría sería contribuir a aumentarlas.

    A propósito que Merlín tenía que estar bien bueno en paños menores. De joven, quiero decir. Era una Banshee a fin de cuentas, y una belleza celestial como yo no podía ser sacrificada al lado de un viejo decrépito ni Banshee ni que no. Pero claro, el quid de la cuestión es que Merlín estaba ya muerto. ¡Qué desgracia más grande! Y por lo que yo sabía tampoco se había quedado como fantasma... Espera, cuando me graduase de la academia a lo mejor podía embarcarme en mi propia investigación y estudiar Nigromancia. Así lo traería a la vida y...

    "Por dios, Némesis, la necrofilia es asquerosa", pensé de repente cuando me imaginé un esqueleto descarnado y putrefacto saliendo de una tumba. Sí, señores, la idea suena asquerosa, ¿pero a que no sabéis qué? Tenía (y tengo), tan pocos escrúpulos que después de reflexionar sobre aquello iba a ser capaz de comerme el pastel que tenía frente a mis narices tranquilamente. no era una de esas chiquillas sensibleras y delicadas que con cualquier cosa se sentían enfermas, y la línea argumental de mis pensamientos lo acababa de dejar claro. Menos mal que nadie me leería la mente.

    El caso es que metí la libreta bajo mi brazo y la sujeté contra el costado, a continuación coloqué el lápiz tras mi oreja (bien moderna yo, sí), y cogí la taza y el platito donde se hallaba el pastel. Iba cargadísima, lo cuál era obvio, y otra cosa obvia en la que yo no había pensado era que la libreta se me iba escurriendo conforme andaba. Imprimiendo algo más de fuerza la mantuve sujeta pero entonces, claro, también tenía que hacer malabarismos con la taza repleta de café humeante. En ese momento yo, Némesis Westbrook, tenía más peligro que una caja de bombas.

    -¡Hola chicas! ¿Puedo sentarme aquí? -Pregunté al llegar a una mesa donde dos jóvenes acababan de sentarse, sonreí inquieta mientras tensaba los brazos para que nada se cayese y apelé a la fuerza que mi condición de Banshee me proporcionaba.
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  7.  

     

    Ficha para la inscripción:
    - Nick: Némesis J. Westbrook.
    - Fecha de Nacimiento: 17 de Diciembre.
    - Bando de preferencia. Mí no saber todavía (?)
    - Lugar en la familia. Hija de Sira Granger, ya lo hablamos antes :3
    - Mascotas y/o elfos. No tengo de momento.

    - ¿Esta será tu familia sanguinea o adoptiva? Sanguínea.
    - Link a la ficha de personaje http://www.harrylatino.org/index.php/topic/104204-ficha-de-nemesis/
    - Link a la bóveda personal: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/104209-boveda-de-nemesis-k-westbrook/

    - Foto de tu personaje: Aún no tengo.
    - Descripción física de tu personaje: Alta, piel blanca cubierta de pecas y grandes ojos verdes de pestañas rizadas. Tiene el pelo largo y pelirrojo hasta casi la cintura. Viste con túnicas generalmente oscuras, o ropa muggle que sea cómoda para hacer todo tipo de actividades.
    - Link a la imagen de tu habitación si se desea.
    - Piso/lugar en el que se quiere la habitación. Tercero *-*
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  8. una vez terminé de inscribirme en la academia decidí salir a recorrer el exterior de ésta para ir familiarizándome a ella, pues sabía que pasaría mucho tiempo allí durante los próximos meses. El interior me parecía algo frío con esas paredes de piedra al desnudo, pero los jardines eran preciosos y me deleité pasando en ellos varios minutos. Distintas fragancias llegaban hasta mí y embargaban mi olfato, y cuando vi una especie de senda de jazmines me emocioné tanto que una risa cristalina brotó espontánea de mi garganta.

    No obstante pronto decidí seguir mi trayecto y no tardé en localizar el lugar que seguramente haría mil veces más amena mi estancia en la academia, y es que cuando leí aquello de "librería café" fue amor a primera vista, un flechazo certero, el mejor acierto de Cupido jamás documentado. La sonrisa de mi rostro se amplió, un ademán entre complacido y voraz, una muestra franca de mi yo interior. Abrí la puerta y entré sin dudarlo, quedando inmediatamente encantada con el ambiente cálido y acogedor que se respiraba, ese olor penetrante a café y libro viejo que siempre había sido y sería mi perdición. Y espera... ¿también olía a dulces? "Diosa, ¿quién es el encargado de esto que le voy a declarar amor eterno?" Pensé aunque ya sin exteriorizar mis emociones, acto seguido avancé con seguridad y me senté en una mesa cercana.

    -Buenos días -Saludé con voz clara y extraje una pequeña libreta de un bolsillo de la túnica junto a un lápiz, indiferente a la extrañeza que tal acción pudiese generar. Para lo que tenía entre manos no me gustaba usar pluma y pergamino, me daba igual lo que dijeran. Mis cosas, mis reglas. No pude evitar morderme el labio mientras pensaba, todo esto esperando a que me atendiesen o alguien se acercase... lo que antes pudiera pasar.
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  9. 1.- Link al tópico de su ficha de personaje:
    Ficha

    2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje:
    No posee.

    3.- Link del tópico de registro de sus familias:

    Familia N° 1: --

    Familia N° 2: --

    4.- Link a las bóvedas de sus familias:
    Bóveda Familia N° 1: --
    Bóveda Familia N° 2: --

     

    Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 220 G

  10. FICHA DE PERSONAJE


    Datos Personales:


    Nombre del Personaje:
    Némesis Khiainna Westbrook.

    Sexo:
    Femenino

    Edad:
    Joven.

    Nacionalidad:
    Británica.

    Familia(s):
    * Familia 1:

    * Familia 2:

    Padre(s) Sanguíneo:
    --

    Padre(s) Adoptivos:
    --

    Trabajo:
    --

    Poderes Mágicos:


    Rango Social:
    Aprendiz.

    Bando:
    Neutral.

    Rango dentro del Bando:
    --

    Nivel de Poder Mágico:

    Puntos de poder en objetos: 20

    Hechizos adicionales:


    Puntos de poder en criaturas:

    Criaturas controlables en asaltos y duelos:


    Habilidades Mágicas:
    * Habilidad 1--
    * Habilidad 2--
    * Habilidad 3--

    Conocimientos Especiales:
    * Conocimiento 1--
    * Conocimiento 2--
    * Conocimiento 3--

    Perfil del Personaje:


    Raza:
    Banshee.

    Aspecto Físico:
    Comencemos por su rostro; tiene unas facciones finas, como cinceladas por las manos de un genio; angelicales, si no fuera porque sus miradas y expresiones no suelen tener nada de eso. Dejémoslo en ángel caído, desterrado a vagar por la tierra por su atrevimiento, que se hace notar en la mirada astuta y peligrosa de sus ojos esmeralda, tan ardientes como las llamas del Averno. Hay algo en ella que le da un aire agresivo, oscuro, cual depredador al acecho preparándose para saltar sobre su presa, algo que inspira desconfianza y al mismo tiempo un atractivo magnetismo. Quizá sea la agresividad de sus ojos ribeteados por largas pestañas en forma de media luna, la sonrisa felina impresa en sus carnosos y rojizos labios, sus movimientos a un mismo tiempo sensuales y elegantes o el oscuro y excitante salvajismo que expresan sus palabras.

    Y a pesar de la elegancia que irradia se puede decir que es una chica descuidada, habitualmente viste con lo primero que encuentra y su melena pelirroja luce despeinada, con algunos mechones rebeldes enmarcando su seductora cara. Su cuerpo es esbelto y con curvas marcadas, dueña de unas largas piernas y una altura por encima de la media. Su piel blanca destaca poderosamente haciendo contraste con el llameante color de su cabello, y los cientos y cientos de pecas que cubren su cuerpo son algo así como una marca de identificación personal. Némesis es una belleza atípica, casi antinatural, algo más que un rostro y cuerpo bonitos. A muchos resulta difícil de creer que sea humana, y cuánta razón tienen... ¡si supieran!

    Generalmente viste ropa cómoda, desde simples túnicas hasta prendas muggles (sus favoritas), como pantalones cortos o camisetas de algún grupo de Rock, siempre acompañadas por sus acostumbradas cazadoras de cuero. Es raro verla con faldas o portando joyas, y detesta profundamente el maquillaje.

    Cualidades Psicológicas:

    Una ex-Slytherin atípica a la que podemos dividir en dos facetas por así decirlo. La faceta Westbrook y la faceta Némesis, de las cuáles hay que aclarar que son diametralmente opuestas pero se complementan y la hacen ser quien es al fin y al cabo. Comenzando con la Westbrook... segura de sí misma, confiada, digna, orgullosa y un tanto arrogante; sin embargo todo esto son apariencias en parte, ya que no es tan arrogante como parece y aún siendo orgullosa sabe cuándo ceder. Astuta como cualquier serpiente que se precie, a ella no pueden irle con engaños o manipulaciones porque lo detecta al instante. Y si tú eres bueno en esas artes, has de saber que Nemi es aún mejor. No es algo que utilice para su beneficio con frecuencia porque en el fondo no le gusta, pero si le tocas las narices ella sabe jugar a ese juego incluso con los ojos cerrados. Vivir entre Slytherins hace que cojas práctica, sí o sí. Elegante, con modales impecables y un extenso vocabulario. Culta, de todo lo que le preguntes tiene algo para decir y dejarla con la boca cerrada es altamente complicado. Es la dama perfecta, sabe cómo comportarse en todo momento... que decida aplicarlo ya es otra cosa, porque durante los últimos años parece haberse convertido en un torbellino imparable.

    Ahora vamos con la faceta Némesis, su lado profundo y sincero, su forma de ser en realidad. Valiente, con gran fuerza de voluntad, una mujer que ama el riesgo y sentir la adrenalina recorriendo su cuerpo. Impulsiva, temperamental, cabezota y terca como una mula hasta tal punto que si algo se le mete en la cabeza ya no se lo sacan ni moliéndola a palos. La pelirroja vive siempre al límite por así decirlo. Sincera, la franqueza es una de sus mayores virtudes aunque no le temblará el pulso si tiene que mentir mirándote a los ojos; pero es algo que no haría a no ser que fuese importante, lleva la verdad por delante. Divertida y risueña cuando está tranquila y en confianza, es energía pura las 24 horas del día y vive de un lado para otro. Incansable, ingeniosa, creativa y sencilla son palabras que la definirían muy bien. Leal y amiga de sus amigos, fiel consejera e incapaz de traicionar a los suyos o a sus principios porque sería como traicionarse a sí misma.

    La despreocupación brilla en la profundidad de sus iris, vive con una risa en los labios y la independencia por bandera. Pasión ardiente como el fuego, amor por lo que disfruta, es perfeccionista y entregada a más no poder; odia que algo le salga mal, aunque sabe aceptarlo igual que sabe perder con elegancia. Supera el pasado, sonríe al futuro pero vive el presente con absoluta intensidad. Vida solo hay una y hay que aprovecharla al máximo, esa es su filosofía. Liberal, independiente, luchadora, un pájaro que abre las alas y vuela del nido. Ama a los suyos, pero ella va por libre.

    Fácil verla socializando con todo el mundo, extrovertida y carismática, con algo que decir en todo momento y ese brillo pícaro haciendo relucir sus penetrantes ojos verdes, es una bromista nata y nadie se libra de sus diabluras. porque tras ese aire despreocupado hay una mujer que en el pasado sufrió lo indecible, procura mantener un equilibrio en cada cosa que hace. Y, no obstante, su madurez es un factor evidente en la ecuación. Con la descripción que os estoy haciendo de ella puede parecer una insensata de tomo y lomo que no tiene ni la más remota idea de cómo es la vida, pero creedme si os digo que es justamente lo contrario. Prueba a mirarla a los ojos fijamente y no apartes la vista cuando te haga sentir incómodo/a, quizás entonces adviertas algo que a muchos suele pasar desapercibido. Quizás entonces, si cree que eres merecedor de ello, te muestre una pizca de sus sentimientos más profundos. Quizás veas parte de su alma...

    Historia:
    De orígenes desconocidos, a Némesis la encontraron siendo una bebé recién nacida. Había sido abandonada a las puertas de una casa en un vecindario muggle irlandés y solo llevaba una cadenita de oro con su nombre grabado por detrás. Al no querer responsabilizarse de ella terminó en un orfanato, donde una monja le dió el apellido Westbrook.

    Así pues se pasó la infancia de familia de acogida en familia de acogida sin nadie que quisiera adoptarla definitivamente, no solo porque a su alrededor ocurriesen cosas extrañas cuando se enfadaba o emocionaba sino porque de pequeña no era la más agraciada precisamente.

    Al cumplir los 11 llegó su carta para Hogwarts y allí fue donde asistió, siendo seleccionada en Slytherin por el sombrero. Jugó al Quidditch como golpeadora desde tercer año, y desde que comenzaron sus clases destacó en Pociones y Defensa Contra las Artes Oscuras. El vuelo la apasionó desde el día en que montó una escoba y a día de hoy no ha dejado de practicarlo en sus ratos libres. Así como dato, nunca la hicieron Prefecta por considerarla indisciplinada y para nada seria. Y normal, si bien destacaba por sus buenas notas en casi todas las asignaturas también vivía gastando bromas a todo el mundo y haciendo de las suyas, eso sin contar el temperamento de los mil demonios que se gasta.

    Fue tras graduarse del colegio -con muy buenas calificaciones por cierto- cuando decidió que no tenía claro a qué quería dedicarse y optó por marchar a recorrer mundo. Mas no llegó muy lejos, intentando salvar a alguien de una muerte sumamente violenta tuvo el infortunio de ocupar el lugar de la víctima. No quería morir, no quería perder la vida en aquel momento, pero ahí iba otra vez su maldito complejo de heroína al rescate.

    Y entonces algo se rompió en ella, es decir el bloqueo que alguien puso sobre su lado Banshee al nacer (probablemente algún familiar). Una fuerza como jamás había sentido se abrió paso por su cuerpo, vigorizándola y dándole alas; fue capaz de defenderse y contraatacar, matando así al mago que violó a una pobre estudiante de Hogwarts y casi estuvo a punto de hacerle lo mismo a ella. A partir de entonces la vida se le complicó enormemente, aprender a vivir con su verdadera naturaleza era más complejo de lo que alguna vez creyó posible y controlarse, tanto a sí misma como a su poder, le resultó una hazaña titánica.

    No es lo mismo nacer como Banshee y crecer de acuerdo al proceso natural de la raza adaptándote poco a poco que verte forzada a tener un bloqueo absoluto sobre tu naturaleza, de modo que cuando este finalmente se rompe tienes que asimilarlo todo de golpe y con una intensidad triplemente peor. De esta manera pasaron los años para la pelirroja, quien al llegar a cierta edad dejó de envejecer y desde ese momento aparenta veintipocos años. Viajó por varios países y finalmente se ha decidido a volver a Londres, decidida a encontrar sus raíces y de paso asistir a la academia por fin... porque sí, ya va siendo hora de asentarse y dejar la vida nómada por un tiempo.

    Pertenencias:


    Objeto Magico Legendario:
    --

    Objetos Magicos:

    Varita mágica 33cm, ébano y núcleo de nervio de corazón de dragón.
    Clasificación: AA.
    Puntos de poder: 20.

    Mascotas y Criaturas:
    Criatura 1: Descripción
    Clasificación: Categoría que le corresponde
    Puntos de poder: Puntos que le corresponden

    Criaturas en la Reserva:
    Criatura 1: Descripción
    Clasificación: Categoría que le corresponde
    Puntos de poder: Puntos que le corresponden


    Elfos:
    --

    Licencias, Tasas, Registros:


    Licencia de Aparición:
    No obtenida.

    Licencia de Vuelo de Escoba:
    No obtenida.

    Registro de XXX:

    Otros Datos:


    Otros datos:

    • Es wiccana.
    • La música le fascina; canta, toca la guitarra y un poco el violín. Le gustaría aprender a tocar el piano y a veces compone en sus ratos libres.
    • Le gusta cocinar, sobre todo postres.
    • Jugaba como golpeadora en Hogwarts y se declara fanática incondicional del Quidditch.

    Cronología de cargos:

    Premios y reconocimientos:

    Links de Interés Referentes al Personaje:


    Link al Perfil de Comprador MM: --
    Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 104209
    Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX
    Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX
    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia XXXXXXXX.
    Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia XXXXXXXX.

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