Nefertaris

Tras sentir el calor de sus labios, rozando con los mios, abrí imendiatamente los ojos, mi mirada se posó en sus ojos. No sabia como reaccionar, su sutil beso me había impactado. Me di cuenta que me había sonrajado, puesto que sentía mis mejillas algo tibias. Me aleje de él, mirándolo me levante, mire al cielo, sin darme cuenta lo lindo que estaba, sin dejar de mirar hacia arriba le dije.

-creó que es algo tarde, debería irme.

Acomode mi cabello, y cuando iba a empezar a caminar, me frene para escuchar que me iba a decir.

Al recordar todo,no dejaba de pensar en que más allá que era para salvarlo, había tocado sus labios. En ese momento estaban bastantes fríos, pero sabían bien. Al caer que me estaba hablando, lo mire, pero mi atención se centraba en sus labios. Lo vi como comía las frutas, al terminar de hablarme sacudi la cabeza y tome una frutilla de la canasta, mordi la mitad, estaba deliciosa.

- si, es bueno recordar

Dije mientras mojaba la frutilla en el chocolate. Comí aquella mitad y entonces mirando a Datura a los ojos volví a hablarle.

- cierra los ojos. No los abras

Lo vi algo sorprendido, pero los cerro. Tome una frutilla y la pase por el chocolate, me acerque a él.

- abrí la boca. No vayas a espiar.

Al ver como apenas abrió sus labios, pase la frutilla con chocolate despacio por ellos. Hasta que él le dio un pequeño mordisco. Solo Sonreí, él abrió sus ojos y noto que estábamos cara a cara muy cerca.

Hizo aparecer una canasta de frutas y me quede mirándolo, como tomaba algunas, espere que las comiera para asegurarme que no tenían nada. Escuche su explicación de la marca del fenix, acerco la canasta para que comiera, tome unas uvas verdes y comí, mientras decía que yo pertenecía a ese grupo raro del que me contaba. ¿Yo podía tener esa marca? ¿Por que no lo recordaba?

Luego de estar pensando por unas milésimas de segundos, medio unas flores, unas rosas blancas, guarde la varita en mi bolsillo izquierdo del pantalón y tome las flores, las olí, tenían muy rico olor.

-Sabias que las rosas blancas, representan la amistad

Le sonreí. y en ese mismo momento recordé algunas cosas mas sobre aquel joven, recordé aquella gala de navidad, donde mi corazón comenzó a quererlo de otra forma, ya no podía quererlo como amigo. Habíamos pasado muchas cosas. Luego recordé esta salida, tan pronto recordé todo eso, mis pensamientos comenzaron a volver de apoco.

-Lo recordé todo

Le dije dejando caer las flores sin darme cuenta.No sabia como reaccionar ahora, ante todo lo que había pasado.

Tras presentarse, su nombre resonó en mi mente, pero no sabía quién era. Escuche lo que me decía de nuestros encuentros y que nos llevábamos bien, pero nada de eso me parecía familiar. No lograba recrear en mi mente los momentos vividos con aquella persona. Cuando el joven me pregunto si recordaba algo, dejando ver sus brazos, volví a mirar la marca del señor tenebroso.

Las confusiones volvían a mi mente. ¿Era un ser oscuro? ¿Por qué? Mire mi brazo izquierdo y yo no tenía esa marca. Arranque la manga derecha de la camisa, sin dejar de sostener la varita. Ahora estaba pareja la camisa y al dejar ver mi brazo, tampoco tenia nada en él. Por algún motivo, no la tenia, pero ¿Por qué?

Volví a mirarlo sin decir nada aun y note que en el brazo derecho tenia un fénix. Yo había visto esa marca antes, pero no estaba segura de donde.

- Perdona, pero no te recuerdo, no sé quién eres. Mi nombre es Nefertaris, aun que creo que lo sabes.

Tras decirle la verdad de no saber quién era, seguía mirando al fénix, por lo cual señandolo con mi mano derecha le dije.

- Esa marca que tienes en el brazo derecho. ¿De qué es? ¿Qué significa?

Sentí ruidos y mire a nuestro alrededor, había unas cosas raras, medias color verde como con un cuerno en la cabeza. No estaba segura de lo que era, pero no eran de mi agrado.

Aun seguía con la varita en la mano, no pensaba soltarla por si esos bichos se acercaban, no estaba segura de que iba a hacer, pero llegado el momento seguro sabría.

Tras sentarnos, solo pensaba en recordar, quien era, que hacia allí, que había pasado. Estaba tan concentrada en mis pensamientos, que no prestaba atención a lo que pasaba a mi alrededor, como si solo yo existiera. Por un momento con disimulo mire al joven, que pareció no notarlo, vi que movía sus labios, pero no llegue a escuchar lo que dijo en un susurro.

Luego me miro y comenzó a agradecerme que lo salvara y si me podía ayudar.

-No hay nada que agradecer joven, cualquier persona lo haría ¿no cree?

Mire a los pajaritos que estaban a nuestro alrededor, pero no le di mucha importancia. En ese momento apoye mi mano sobre el pantalón, sentí algo en el bolsillo izquierdo, metí la mano y saque mi varita mágica, sin darme cuenta estaba apuntando al hombre. En ese mismo momento recordé algo más.

-Yo lo conozco a usted. Tuvimos un duelo.

Le dije algo confundida, no recordaba porque, no tenia la sensación que fuera mi enemigo. En ese momento, note que aun seguía apuntándole, baje la varita, pero no deje de sostenerla.

-¿Cual es su nombre? ¿Como es que lo conozco?

No estaba segura si confiar en él, pero por el momento era lo único que podía hacer.

Cuando el joven se sentó, me quede mirándolo, viendo como estaba. Parecía estar bien, me acomode lejos de él, mientras esperaba que pudiéramos volver, note que la balsa se movía sola y puse cara de susto, no lograba comprender que era lo que pasaba.

Cuando volví a mirarlo tenia un botiquín y se estaba curando, comencé a asustarme más, yo había mirado la balsa y no había nada, parecía que todo era cuestión de magia, pero me costaba creer que era así, aunque no había otra explicación.

Mientras seguía pensando hizo que llegáramos más rápido a la orilla, el hombre se levanto, y bajo primero, me hablaba como si me conociera, tendió su mano para ayudarme y yo le tenia miedo, no lograba entender que pasaba.

-Yo no lo conozco a usted. No comprendo nada de lo que paso, no entiendo porque estaba en la balsa. Usted hizo que se mueva la balsa, pero no se como y se curo con esas cosas que yo antes revise la balsa y no había nada. DÉJEME.

Le hable y la desesperación le grite, no quería estar junto a él, me hice marcha atrás, cuando tropecé. Inmediatamente el puso su pie en la balsa y me caí hacia delante, justo a sus brazos.

Lo mire a sus ojos, por un momento mi corazón latió muy fuerte, baje la mirada y vi en su brazo izquierdo un dibujo.

Me baje de la balsa con su ayuda y me aleje nuevamente.

-Yo conozco ese dibujo

Le dije señalando su tatuaje. Pensaba, pensaba y algunos recuerdos comenzaron a venir a mi mente. Yo era una bruja, tenia poderes mágicos, comencé a recordar la puerta de una casa, el recuerdo forzado estaba provocando que me mareara, sin darme cuenta mientras seguía pensando, el joven me sostenía de un brazo para que no me cayera.

-Juve

Fue lo que dije, recordaba el nombre de mi mamá mágica adoptiva, ella tenia ese mismo tatuaje, eran mortifagos. Mi mente estaba empezando a aclararse.

-Necesito sentarme, por favor.

No pude decirle más que eso, me senté sobre el césped y seguí recordando sobre aquella familia.

Tras caer al agua, algo me sujeto, no veía si eran algas o que. Sin pensarlo claramente me desespere y el poco aire que tenia, se fue en un instante, provocando que quedara inconsciente. Eso provoco que mi cuerpo se relajara y comenzara a caer en las profundidades. En ese instante comencé a tener imágenes de mi vida y lo buena que había sido, al poco instante sentí que algo me agarro, no sabia lo que era, pero se sentía cálido, no quería que aquella sensación se fuera.

Comencé a mover los ojos sin abrirlos, sentía que el sol estaba dándome calor, levante mi brazo izquierdo para cubrir mi rostro y abrí lentamente los ojos, mire al cielo, estaba precioso, el radiante sol hacia de las suyas, pero había algunas pequeñas nubes.

Me senté lentamente, no entendía nada, no recordaba que había pasado, mire mis piernas, estaban mojadas, continué mirando hasta mis pies y allí había un hombre, estaba mojado y sangrando.

-Ayuda, ayuda por favor.

Grite mirando a todos lados, pero estábamos en el medio de la nada, solo nos rodeaba el agua. No sabia que hacer, la desesperación de verlo morir ante mis ojos comenzaba a crecer.

Sentía que lo conocía, pero no estaba segura, tenia tristeza, angustia y la desesperación de no conseguir ayuda. No sabia si había pasado mucho de que el estuviera allí, pero se veía en su tobillo bastante sangre, el pantalón estaba manchado de ella.

-Resista joven

Dije mientras lo colocaba costosamente boca arriba al hombre. Apoye mi oído sobre su pecho no respiraba, mire dentro de la balsa, buscaba que podía haber allí, pero no tuve suerte. Mire mi camisa negra, con fuerza tome la costura del hombro izquierdo y tire de ella, la manga salió entera, la pase por su tobillo e hice un torniquete para que pudiera parar el sangrado.

Rápidamente, abrí sus ropas y coloque mis manos haciendo la maniobra para resucitarlo. Luego de la insistencia, salió agua de su boca, volví a apoyar mi oído en su pecho, apenas respiraba, me acerque a su rostro, e hice respiración boca a boca.

No sabia como recordaba esto, trataba de pensar en ello, para no pensar en el estado del joven, lo miraba, preocupada, no quería que se muriera.

Continué con la respiración hasta que, comenzó a abrir los ojos, me separe de él, para darle espacio y con vos muy calma y suave dije.

-Que alivio que este bien joven, tenga cuidado. Parece que tuvo un accidente.

Me quede mirándolo algo preocupada, esperando si ya se encontraba bien o no.

Luego de lo sucedido, continuamos caminando, mire de reojo como su mano buscaba la mía, la rose pero no tome su mano, hice de cuenta que no pasaba nada y seguí caminando mientras me hablaba, sentía que en cierta forma era como que pedía disculpas. Miraba los arboles que nos rodeaban y note que había un colibrí, solo sonreí al verlo, pero estaba atenta a los pasos de Datura, para ver a donde me llevaba ahora.

El solcito estaba comenzando a darme calor, desprendí el primer botón de arriba de la camisa, para abrir apenas un poco mas de ella, para así poder refrescarme, en ese momento Datura dijo que eligiera, levante la vista para ver de que hablaba y allí pude ver algunas balsas.

-Se ven algo descuidadas algunas.

Dije mientras me acercaba a ellas, para ver cual me daba más confianza. Decidí elegir la segunda balsa contando de derecha a izquierda de las que había en la orilla.

-Subamos en aquella

Le dije señalándola. Él se adelanto y subió primero, extendió su mano izquierda, sonreí, le di mi mano y subí. Ya sentados la balsa comenzó a moverse, como estaba mirando al cielo, no note como había sucedido.

Me quede pensando en lo que me pareció ver cuando le di mi mano, yo había visto esa marca antes, pensaba y pensaba. El tiempo que había pasado entre los muggles había hecho que borrara muchos recuerdos, como la familia que me había adoptado. En ese momento lo recordé...

-oh por dios

Exclame al llevarme la sorpresa. ¿Como no lo había notado? Pensé. Era la marca de los mortifagos, la misma marca que tenia mi madre adoptiva. Quería preguntarle, ya que era parte de su vida, y no la conocía, pero no sabia si era lo correcto, mire al lago, acercándome mucho al agua, ya que no quería que Datura viera mi cara en ese momento.

Me pareció ver algo, parecía como un giratiempo, hipnotizada por aquella bella joya, extendí la mano hacia el agua, no llegaba, seguí estirando el brazo, ya casi lo tenia.

Para cuando escuche que Datura iba a decirme algo, lo mire y caí al agua.

Tras preguntarle que tenia planeado, Datura quiso seguir el recorrido, tras escuchar sus palabras, me levante del mantel y acomode mis ropas,él tomo mi mano y con tanta facilidad hizo una floritura con su varita que desapareció todo. Comenzamos a caminar hacia el lago como había mencionado, nos detuvimos ya que había visto algo, gire mi cabeza a ambos lados buscando lo que había visto, ya que yo no vi nada, porque venia entretenida en mis pensamientos, seguí mirando y cuando subí un poco más la mirada vi a los Clabberts que pasaban entre los arboles.

Sonreí y baje la mirada, Datura me estaba mirando, en ese momento paso algo sin explicación que para cuando caí en lo que estaba haciendo ya estaba abrazada a él. Al tenerlo tan cerca, mi corazón se aceleraba. Mi mente pensaba en besarle y mi corazón estaba de acuerdo, pero todo fue cuestión de segundos, sacudí mi cabeza suavemente, me solté y me separe de él.

-Perdón, no se que paso.

​Dije, mirando al verde pasto. Decidí quedarme a una cierta distancia de él aunque fuera poca, quería evitar el contacto.

-Continuemos.

Continué sonriendo, para que no pensara que estaba enfadada por lo sucedido.

No dejaba de pensar mientras caminábamos en lo que había pasado, me había dejado llevar por el momento, no quería volver a hacerlo, no quería confundirlo. Aun debía aclarar mis pensamientos, antes de decidir.

Luego del silencio, Datura dijo unas palabras que me tranquilizaban, quería pensar todo lo que había pasado. Sentí las caricias en mis manos, pero no podía dejar de mirarlo a los ojos. Nos acomodamos en el mantel, mirando al cielo, estaba precioso aunque había nubes, estaba cálido, sentí que me miraba y al sentirme algo nerviosa, mordí suavemente mi labio inferior, gire mi cabeza a verlo, y le sonreí.

Comencé a prestar atención a nuestro alrededor, no había notado las criaturas que pasaban por allí cerca, pude ver unos conejitos, miraba con asombro como pasaban tan cerca nuestro.

Cuando volvió a hablarme diciéndome si sentía lo mismo que él, fue cuando note que eso que sentía por mi cuerpo era lo mismo que estaba sintiendo Datura. Solo asentí con la cabeza para responderle. Empezó a dolerme un poco el cuello, así que con mi mano libre la pase bajo mi cuello.

-¿que tienes planeado ahora? ¿como continuaremos el rato?

Le pregunte, mientras lo miraba a los ojos. Me sentía cómoda y tranquila allí, pero quería saber que había planeado para el día. Cuando me miraba con esos bellos ojos me ponía nerviosa y para disimular mordía suavemente mi labio inferior. No quería soltar su mano, quería que esta calma y este sentimiento durara mucho tiempo más.

Luego de responderle a Datura lo que me había preguntado, comenzó a hablar y no podía mirarlo a los ojos, miraba los cuadrados de colores del mantel y el fresco pasto verde, sentía que luego de lo que había dicho no tendría una buena respuesta. Estaba algo nerviosa de nuestro encuentro, no podía comprender porque estaba tan nerviosa, si no era la primera vez que nos veíamos.

Tras escuchar sus palabras levante la mirada, él me estaba mirando, tomo mi mano y antes de que dijera nada una ráfaga de viento se asomo y un poco de pasto quedo en mi rostro, antes de levantara la mano, Datura ya lo había sacado con una suave caricia, me sonroje un poco, pero para disimular sonreí en gesto de agradecimiento.

Continuo hablando y dijo unas palabras que resonaron dentro de mi mente, no sabia como reaccionar ni que decirle. Me sentía muy nerviosa, pensaba que después de Ike jamás volvería a sentir nada.

Continuaba pensando que él si aun estuviera acá querría mi felicidad, a pesar de tantos años de estar sin él, se sentía raro no tenerlo. Pero debía de admitir que desde la navidad algo me pasaba con Datura, ya no podía verlo como un amigo.

Todos nuestros recuerdos juntos pasaban por mi mente, como cuando éramos aurores y tuvimos que duelear, como cada vez que ayudaba en mis trabajos y siempre estaba presente cuando lo necesitaba. Los años de soledad a su lado se hicieron más lindos, él provocaba que me sintiera viva.

En ese momento me pregunte, que sentido tenia buscar un fantasma que no existía ya? Quizás yo nunca quise dejar ir a Ike, por temor a volverme a enamorar.

Me di cuenta que habían pasado unos minutitos desde que me había dicho lo que sentía y yo mirando al suelo no reaccionaba, carraspee sin decir nada, solté su mano y me levante del mantel, acomode mi ropa, él se levanto y me miro a los ojos. Comencé a golpear suavemente las manos en mi cintura de nervios, el tomo mis manos, mientras me miraba pareciera que en cámara lenta movía mis labios cuando dije

- emmmm

fue el único sonido que pude emitir, mientras continuaba mirándolo a esos hermosos ojos que el tiene.

Tras caminar por el parque aun tomados de la mano, no dejaba de mirar admirada a todas las criaturas mágicas por más insignificantes que fueran para la vista de los demás, eran maravillosas ante mis ojos. Había pasado mucho tiempo en el mundo muggle, ya había olvidado muchas cosas de este mundo, aunque volver provocaba que me vuelva a asombrar como cuando descubrí que era una bruja.

Cuando Datu me hablo lo mire y sonriendo solo asentí con la cabeza a su refrigerio. Acomode mi pantalón de cuero mientras me sentaba en el mantel. Al escuchar la voz de Datu nuevamente lo mire y le respondí.

-Pues la verdad no, no creí que nos veríamos de nuevo. Estuve mucho tiempo entre los muggles. Luego de mi escape de este mundo me dedique a buscar a Ike, tuve varios rumores y salí a buscarlo.

Hice una pausa mirando al suelo, recordando todo lo vivido en este largo tiempo, pero antes de que me dijera nada, levante la vista lo volví a mirar y sonriendo continué hablándole.

- Me perdí mucho allí y ya casi que no quise volver. Pero me alegra de regresar y volver a verte. La verdad he pensado mucho en nuestro ultimo encuentro en Navidad, donde pase por un momento a saludar a la familia.

Sentía que mis mejillas se estaban sonrojando, así que baje la mirada para que no lo notara mucho y disimulando tome un emparedado de jamón, tomate y lechuga.

Luego de llegar, los nervios crecían más y más, habían pasado meses desde nuestro ultimo encuentro, en aquella navidad donde mi padre interrumpió con sus celos. Al verlo parado y mirándome como siempre me sentí más tranquila. Su abrazo me hizo sentir muy bien, yo también le devolví el abrazo y al escuchar sus palabras en un susurro en mi oído izquierdo, hizo que me sonrojara un poco más.

Tomo mi mano, mire como nuestras manos se entrelazaban y aunque seguía nerviosa, no demostraba ningún tipo de sentimiento, no queria ser tan obvia ante su mirada. Caminamos casi sin decirnos nada, hasta en el silencio era cálida su compañía.

Estaba algo metida en mis pensamientos e intentar que no sintiera los latidos de mi corazón, hasta que nos frenamos y preste atención que había un cartel que nos dirigía a dos caminos, con solo mirarnos entendí que queria que yo decidiera.

- Mmmm que difícil elección. ¿No?

Dije sonriendo. No sabia que decidir a lo cual sin dejar de mirar los carteles, le respondi.

- Si vamos a caminar y luego volvemos al circo? Así hacemos ambas cosas. ¿Que opinas?

Dirigí mi mirada sonriendo hacia él esperando su respuesta. Una pequeña brisa apareció y unos mechoncitos de cabello se posaron sobre mi cara, con lo cual acomode con mi mano izquierda que era la que no le estaba dando la mano a Datu, no queria soltarlo.

Luego de un largo tiempo recorriendo el mundo muggle, decidí volver a casa, imaginaba que en mi ausencia habrían realizado muchos cambios. Ya extrañaba mucho a la familia y mi trabajo por ese mundo había terminado. Tome mi nimbus color violeta y subí a ella.

Me acercaba más casa y más nostalgia me agarraba, ya quería sentarme en mi oficina, comer de las delicias que realizaba mi elfo domestico Joey. Al estar inmersa en mis pensamientos, levanto la vista y veo la mansión.

Tras pasar por aquellas bellas puertas, como siempre el elfo me recibía.

-Buenas, señorita Nefer.

Me dijo el elfo, sonreí y sin poder contenerme lo abrase. Todo estaba tal cual lo recordaba, mire alrededor, al no ver a nadie, pregunte.

-Mi familia Joey, donde esta?

- No se encuentran en la mansión, señorita. Todos aun están en sus respectivos trabajos.

Tras responderme, sonreí y decidí subir a mi cuarto. Al caminar por el pasillo del primer piso, camine a la segunda puerta de la izquierda, respire hondo y abrí la puerta, todo estaba impecable. Deje la escoba allí, ya que nunca la había soltado, deje mi cartera, camine al ropero, lo abrí y al verme en el espejo de la puerta, note que las ropas estaban algo sucias de tierra. Saque mi varita del bolsillo del pantalón y mágicamente hice un cambio de ropa.

Había hecho aparecer mi camisa de ceda color negra, con los botones en color plateado, mi pantalón de cuero del mismo color y botas de caña alta y tacos de 15cm negras también. Con otro hechizo, peine mi largo y lacio cabello color negro como la noche, camine hasta la mesita de luz y saque de ella un listón plateado y me hice una cola de caballo con ella. Guarde mi varita en el bolsillo izquierdo del pantalón.

Ya sin saber que hacer, me recosté en la cama y contemplando el techo de mi cuarto, me quede pensando en todo lo sucedido. Al estar perdida en mis pensamientos un mensaje me llego, al ver quien era, me levante de la cama, delinee mis ojos de negro, coloque mascara de pestañas color negro en ellas, acomode mi ropa, y baje.

Tras ver al elfo que seguía acomodando le dije.

- Joey, salgo. No se a que hora regreso. Pero avisa a mi familia de mi regreso por favor.

El elfo afirmo con la cabeza, camine a la chimenea y con mis polvos flu viaje a la chimenea más cerca.

* * * *

Luego de llegar, tras salir de la chimenea, retire el polvo de mi ropa y camine rumbo a donde estaba Datura. No hizo falta que dijera mucho, el justo alzo la vista y me vio, mientras que caminaba a él, le sonreí.

Sentí como tomaba mi mano y me llevaba hacia las mesas, cuando iba a soltarme de él, ya habíamos llegado al lugar. Quería hablarle y decirle que hacía tiempo que no lo veía, la última vez que recordaba haberlo visto fue cuando pertenecíamos a cierto grupo y tuvimos que duelear. De pronto escucho que me invita bailar, miro el alrededor y veo una persona escondida tras un arbolito que tenía muy linda decoración.

-Anda a bailar que ya te alcanzo

Le dije con una sonrisa, mientras lo veía a mi amigo Datura ir a bailar, volví la vista hacia aquella sombra, era claro que mi padre estaba espiándome, como siempre tenía miedo de que le pasara algo a la hijita. Seguía mirándolo fijo para ver si se quedaría ahí o vendría a decirme algo.

Di vuelta la cara por un momento para saludar a Datura y darle a entender que ya iría a la pista a bailar. Mire mis sandalias y estaban cubiertas de nieves, moví mis pies para poder sacarla, mientras volvía a mirar a mi padre.

Como siempre estaba despistada en mis cosas, dentro de casa en mi despacho, revisando cartas, cuentas y demás cosas de la familia. El tiempo pasaba volando, no había notado la hora como había transcurrido. Acomode los papeles en mi escritorio, como para dejar ordenado, cerré con llave el lugar y subí rápidamente los dos pisos hacia mi cuarto.

Una vez allí comencé a mirar que tenia de ropa dentro del armario, no estaba muy segura de que atuendo seria el mas adecuado para el lugar.

El tiempo seguía pasando y no me decidía. Saque mi varita del pantalón de cuero negro y con ella hice mi cambio de ropa. Cambie pantalón y camisa blanca por un lindo vestido rojo de ceda, me llegaba a las rodillas, me parecía bien para la ocacion aunque fuera un poco escotado. Busque mis sandalias de tiras negras con taco y una carterita del mismo color. En ella guarde la varita, deje la cartera en el suelo un momento para buscar un saco negro que llegaba hasta mi cintura, de color negro. Ya lista tome la cartera y la colgué de mi hombro izquierdo.

Rápidamente me delinee los ojos de negros y me puse un brillo labial. Me hice un peinado formando un rodete, pero algunos mechones de mi largo y lacio cabello negro estaban sueltos.

Tome mi escoba y salí volando por la ventana rumbo a los jardines.

Luego de un largo camino, llegue a mi destino. Baje de ella mire a ambos lados para ver donde estaban las escobas, al localizar el lugar allí la deje.

Camine hacia el jardín, esperando que mi amigo no estuviera esperando mucho. Mientras caminaba miraba hacia todos lados, mire sonriendo el lindo árbol que estaba a unos pasos de mi, cuando bajo la vista allí estaba en una banca.

-Daturaaaaaa, hola

Le dije saludando con la mano mientras corría hacia él. Al estar frente a Datura, le di un beso en la mejilla derecha, sonreí y un poco avergonzada le digo.

-Perdón por llegar tarde, ya sabes como es tu amiga, siempre despistada con la hora. ¿ya recorriste el lugar?

Mientras esperaba su respuesta miraba hacia todos lados para ver las lindas decoraciones.

Hola a todos!!! bueno primero mil perdones, pero no ando inspirada para rolear, asique sera asi por este medio que me comunicare con ustedes. Tengo una duda y bueno de seguro aqui me la pueden explicar. Paso a explicarles, el 27 de diciembre cerraron mi familia por inactividad, bueno la verdad yo ya ni entraba al foro y la familia como que medio se habia perdido, pero el caso es que me llego un privado diciendo que pasara a buscar el dinero para no perderlo. Pero a mi me gustaria re-abrir la familia. ¿que es lo que deberia hacer? si alguien me explica seria genial, porque hace siglos que no paso y yo me fui cuando esto estaba recien fresco y la verdad mucho no entiendo.

Desde ya muchisimas gracias por su atencion y tiempo. aclaro que soy la matriarca de la familia por las dudas y la familia es Rider. Por si necesitan saberlo. Ahora si me despido gracias nuevamente.

Continue golpenado un poco más por si no habia escuchado al primer golpe. Puse mi oreja sobre la puerta y al no escuchar a nadie del otro lado de la oficina, tome el pergamino y deje una nota debajo del pequeño reporte que le había hecho. La cual decía:

Anote todo tal cual la joven dijo, creo que esta muy literal, pero quiero que lea muy bien, lo que yo escuche, asi ve querido jefe que estoy haciendo mi trabajo.

 

 

Yo pedi una cita para tramitar una orden de restricción contra el señor Cristian Cage. Cuando le pedi que se fuera del castillo, en lugar de irse, se quito su saco, y otro objeto que llevaba, un dije, arrojandomelo a la silla que estaba al lado. Se puso a gritarme, e inclusive se me acerco como si me fuera a golpear, diciendo algo que si lo iba a matar, lo hiciera de una vez, cuando en ningún momento saque mi varita o hice un movimiento contra el.

El medallón que me avento, hicieron favor de recorgerlo los aurores Bel Solhma y Matt Blackner, que fueron poco despues, por un asalto ocurrido antes. Lo iban a analizar. Todavía se atreve a pedirme que le diera unos papeles a mi hija de sus mascotas, cuando el fue grosero. Por supuesto le dije que no y siguio vociferando.- Expliqué.- Estuvo amenazando incluso con mis mascotas, que no eran felices y comprenderán que no quiero a esa persona en mis negocios, o en mi castillo, donde puede provocar una discusión. Nada le costaba irse cuando se lo pedi, si mi hija ya no estaba con el porque había terminado el trámite.

Por cierto, el avión que entro fue una carta de Niko, avisandome que vendría el defensor de Christian Cage, Higinio, no me dijo el apellido. Si vienen, les aviso que no lo atenderé, hasta que lleguen los demás. Sin alguien que atestigue, no pienso contestarle.- Mencioné.- Les aviso para que esten al tanto, no me gusta ser cortante, pero dadas las circunstancias, es mejor serlo. Si necesitan algo, estare en mi oficina perdonen las molestias.

 

PD: jefecito me fui hasta allí de nuevo, quede algo preocupada con todo el asunto, tengo el presentimiento que todo terminara muy mal. Si me necesita estaré allí o de camino de nuevo para aquí, si ya no hay nada más para hacer.

Tras terminar de escribir, guarde la pluma en el bolsillo, y pase el pergamino por debajo de la puerta de la oficina y me fui de nuevo al lugar, esperando que nada malo sucediera, ese hombre de verdad era bastante inquieto y le gustaba hacer muchas maldades, ya lo había tenido en casa y recordarlo, hacia que me replanteara si quería matarlo o no.

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off rol.- dejo los post por las dudas.

http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=88639&st=50&gopid=3996145entry3996145

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saludos para eso edite

Tras dejar el papeleo, en la oficina, volví a ir al lugar donde mi jefecito me había mandado, la señorita a la cual me habían mandado a ver, me había dejado algo preocupada, tras dejar todo el papeleo, saque el mapa y volví al lugar.

Al llegar, después de tanto caminar, note algunas caras conocidas. Parecía que la gente sabia bien donde debía ir, en cambio a mi, me costaba llegar a ese lugar tan raro. Las personas notaron mi presencia y se dieron vuelta a verme, solo sonreí, para ser cortes y dije, con voz muy clara y tranquila.

-solo venia a ver que todo estuviera bien, por aquí, me quede algo preocupada tras lo que dijo señorita.

Dije mirando a la joven que me había contado su problema. No quería interrumpir, pero ya lo había hecho, así que solo di unos pasos así atrás y me quede mirando todo a unos seis u ocho pasos de donde estaban los demás, esperando que la joven me dijera que me retirara o no.

Tras correr tanto, había llegado a destino, solo que algo transpirada, antes de ir a darle al jefe lo que la joven me había dicho, pase por mi oficina, camine al mueble que parecía tener muchos archivos, lo cual era incorrecto, era mi armario de cosas personales.

-necesito un cambio

Me dije a mi misma, sonriendo, al ver todas mis cosas. No podía tardar mucho, ya que había tardado mucho, al no saber bien cual era mi trabajo, todo por estar algo distraída. Estaba tan enojada de tener que ir a ver a la gente que no había escuchado todo lo que debía hacer. Mientras pensaba en todo ello, me higienizaba, al terminar, acomode mi camisa blanca, mire mi pantalón de cuero negro, bien apretado contra el cuerpo, mire mis botas negras como el pantalón, vi que una caña estaba baja, asi que la acomode, estaba casi lista, solo que mi pelo se habia despeinado un poco, lo peine y deje mi larga y lacia cabellera negra suelta. Sin perder más tiempo corrí al despacho del joven que últimamente me tenia muy intrigada, era perfecto para investigar. Se hacia el duro, era muy serio, emana mucho misterio para mi.

-eso me gusta

Me dije en voz algo baja, mientras caminaba por el pasillo, note que todas las puertas estaban cerradas, imagine que todos estarían trabajando, sin darle importancia camine a la puerta del jefe y sin pensar en su misteriosa persona, enfocándome solo en mi trabajo, golpee a la puerta y dije en voz algo alta para que me escuchara.

-¿jefe? ¿Esta allí? Soy yo Nefertaris, tengo algunas anotaciones de la joven que debía entrevistar, disculpe la demora, había entendido mal mi trabajo. ¿Puedo pasar?

Espere detrás de la puerta a su respuesta, mientras saque le pergamino del bolsillo, le sacaba las arrugas mientras, para que no se viera tan mal.

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off rol.- aca dejo los post que hice asi los ves a todossss!!!

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Cuando la joven me especifico que ella lo había pedido, había encontrado en el porque me habían mandado, entonces saque mi varita y con fino movimiento de ella hice aparecer un pergamino y pluma, guarde la varita en el bolsillo izquierdo de mi pantalón de cuero, acomode mi camisa blanca un poco, ya que al intentar sacar la varita de forma algo brusca para no olvidar nada, me había corrido toda la ropa.

Comencé a anotar todo lo que decía, para no perder ni una palabra y llevarle al jefe todo lo que me había dicho la mujer. Sin dejarme decirle nada, se retiro, así que no me quedo más que guardar las cosas en mis bolsillos. Busque el mapa en el bolsillo trasero del pantalón, lo examine, mire a Darla y le dije.

-Bueno tía iré a informar cuanto antes esto, cuando salga del trabajo pasare por aquí o te mandare una lechuza para ir a tomar algo. ¿te parece?

Le sonreí y antes de que se negara a mi invitación, salí corriendo del lugar, mirando al mapa para no perderme.

La señora jueza me dijo unas lindas palabras a lo cual sonreí y luego mire el sofá, parecía bastante cómodo para pasar la noche allí. Analice lo que la tía Darla me había dicho y le dije.

-No, no busco a nadie en especial, me han mandado a controlar que cierta persona no pase más de aquí. No se porque es algo aburrido, pero estoy pensando en dormir en algún sofá medio cómodo, porque por lo que creo esto va para largo y en algún lugar voy a tener que dormir, para seguir cuidando este lugar y de que esa persona no pase por aquí.

Mire a los alrededores y si bien era concurrido, aquella persona a la cual no debía dejar pasar no se había ni asomado por aquí, por lo visto el trabajo seria bastante aburrido, no habría mucho que hacer y no dormiría nada bien, ya que no podría dormir en mi cama, sino en un sofá.

-y claro que cuando gustes, podemos salir a tomar algo. Hace mucho que no tiempo tía, he buscado a Ike por todo el mundo y ya tengo noticias, me preocupe tanto por él que ya no puedo vivir si no esta a mi lado. Todo paso tan rápido que no se que me paso.

Mire a la puerta para ver a la gente que pasaba por allí, mientras esperaba una respuesta de la tía darla.

Luego de acomodarme y hablar un poco, con quien parecia la encargada de alli, me acomode en un sofa, saque un pergamino del bolsillo, junto con una pluma y me puse a escribir:

Querido jefecito, ya estoy aquí instalada, esperare su orden de volver para alli cuando me avise.

 

Un saludo cordial.

 

Atte. Nefertaris.

Tras doblar el papel, tome prestada la lechuza del lugar y mande la nota a mi jefe.

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Off rol.- Hola, bueno rol re corto feisimo lo se pero er ala excusa para saber si tengo que rolear va dejar los post de alla?

Igual los dejo hice dos no mas prometo pasar mas.

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Saludos

Luego de acomodarme un poco siento una voz que me habla, con mucha dulzura para ser la primera vez que me veía, me pregunte si me hablaba a mi, así que mire a ambos lados, pero estaba segura que era yo. Camine hacia ella, sonreí y le di la mano en señal de saludo formal a la mujer.

-Hola. Mi nombre es Nefertaris y si vengo de allí mismo, me encomendaron no dejar pasar a un joven, que ya lo he visto merodear por mi casa, así que se muy bien quien es.

Espere para que me dijera algo, pero poco después llego Darla al lugar, nos saludo y como hablaba con la mujer no quise interrumpir, luego de que terminaron de hablar, carraspee para llamar su atención y tras hacerlo, con voz calmada le dije.

-Hola, tanto tiempo, vengo por trabajo, aunque la verdad me gustaría no hacer nada y solo hacer papeles, sin ofender pero el trato con la gente últimamente me molesta, parece que todos andan apurados, son groseros, no se que les pasa. Esta mujer en cambio es muy amable, si me tocan lugares así, pues entonces si saldré más a hacer mi trabajo.

Le sonreí a la tía, esperando que contara algo o me dijeran algo para poder pasar el rato mientras cumplía mi trabajo.

Luego de las ordenes del joven que ahora estaba a cargo, salí caminando, sin dejar de mirar el mapa, levantaba la vista cada tanto para ver que veía en los pasillos o las paredes, para ver si me podía ubicar, pero estaba tan perdida, que no encontraba nada, así que miraba el mapa y caminaba, varias veces me equivocaba de dirección.

Pero luego de tantas vueltas y vueltas, logre llegar a destino, baje el mapa de mi vista y mire todo lo que había a mi alrededor, no entendía nada de nada, no sabia que era ese lugar y eso que mi jefe me lo había dicho antes, pero bueno el motivo era cuidar de que aquel joven no pasara por allí.

Mire a la gente que estaba por ahí y sonriendo dije.

-hola ¿Qué tal?

Camine por al zona, sin dejar de prestar atención a las personas, tenia que estar alerta de que aquel joven no pase por allí. Esperaba poder hacer un buen trabajo. Solo me quedaba prestar atención a todo lo que pasaba. Esperaba no tener que pasar mucho tiempo por allí, estar acá haciendo nada y estar en la oficina era lo mismo, tal vez aquí podría tomar algún café. A un que aun no era el momento.