Ästartèa Malfoy

Ójala llegue a entrar en este mes aunque llego justo en el día 5

Nick: Ästartèa Malfoy

ID: 33473

Conocimiento: Primeros Auxilios

Nivel de Magia: V

Link a la bóveda: Nº 79793

Link a la ficha: Ästartèa Malfoy

Quinta Planta - Heridos y Resurrección de neutrales

Con Jessie

Tercer Rol. Salida

Quinta Planta - Heridos y Resurrección de Neutrales.

Con Jessie.

Segundo Rol

Luego de la estrepitosa caída del foro y un secuestro de la universidad~

Quinta Planta - Heridos y resurrección de neutrales.

Siendo llevada por Rocío y atendida por Jessie

Rol 1

— ¿Mi mente? Muy difícil, la tengo muy protegida —Comentó la pelinegra como si nada mientras se deslizaba más cerca.

No veía a la rubia de... ya no podía recordad ni cuánto tiempo estuvo lejos de casa, creía que tal vez la última vez que vio a su hermana fue cuando andaban por los mismos lares antes de desaparecer. O eso creía. Ya no hacía distinción del tiempo y eso estaba bien para alguien que vivía tantos años.

— Muy bien, de viaje por todos lados —El ligero acento ruso se hizo notar — Lo cierto es que sí, quién diría que tan glamorosa mansión digna del estirpe Malfoy esté tan... —Tèa buscó la palabra — En podredumbre. Los elfos ya no hacen el servicio que les corresponde. —Hizo un gesto despectivo de la mano.— Que se encarguen nuestro elfos y nuestras varitas, no pienso mover un dedo, aunque realmente si Crazy recompensará espero sea pronto.

Se sentó al lado de su hermana dejando la capa a un lado esperando no dejarla olvidarla. Chasqueó los dedos y llamó a Edejab, su elfina.

—¿Sí, ama? —Saludó con una reverencia pronunciada a ambas Malfoy la pequeña de esmeraldas ojos saltones.

— Busca quién te quién te ayude, pero limpien la Mansión, está... deslucida.

La criatura hizo nuevamente una venia antes de desaparecer con un crack.

— ¿Mi viaje? Fue muy interesante, estuve en Taiwan, China, Corea del Sur, Irán y por último Japón —Comentó con suave voz.— El último fue el que me gustó más, me pasé meses ahí, visitando cada pequeña ciudad que pude. Es un magnífico lugar. Y por su puesto estuve en Rusia antes de regresar aquí. —La miró con curiosidad— ¿Y el tuyo? Cuéntame de tu viaje.

Las llamas obsidianas y escarlatas aparecieron a las afueras de una imponente mansión en Ottery, y no solo eso, sino también ancestral. De las hermosas flamas emergió una esbelta figura cubierta con una túnica de capucha echada sobre su cabeza cubriendo la negra cabellera de la bruja.

Se detuvo frente a las verjas de la mansión Malfoy empujando con ambas manos para ingresar a los jardines delanteros y posteriormente caminar a las puertas mismas de lo que se podría llamar su hogar. Aunque no había estado en él desde quién sabe cuando, y la prueba de ello era el maletín de deporte que cargaba en el hombro.

Se deslizó cual sombra en la noche por el camino de entrada con toda la dignidad y el porte que su familia mostraba;que no fuera rubia no quitaba su linaje sanguíneo. Su largo camino por el oriente le había llevado paz de cierta manera, después de todo en su última estadía en Londres tuvo demasiados recuerdos de su pasado infernal. Un pasado que no quería rememorar en lo absoluto.

Abrió la puerta principal con níveas manos entrando por fin a un lugar que no pisaba en años quizá, no podía decirlo con exactitud. Con sus estilizados dedos se retiró la capucha y el resto de la túnica dejando ver el corto vestido negro que traía hasta mitad del muslo. Observó todo a su alrededor y parecía todo tal cual cuando se fue.

Fue buscando alguien... tal vez algún ente, viviente o no. Se veía tan desierto. Se dirigió al salón y ahí la vio, recostada en el sofá.

-- Vaya, vaya, hermanita, quién lo diría... piso este lugar a mi regreso y es a ti a quién encuentro. -- sonrió de la misma manera que la rubia mientras la veía. -- ¿Cómo has estado, querida?

Nombre de Personaje: Hikaru Takeda

Sexo: Masculino

Edad: 25 años

Nacionalidad: Japonesa

Varita: Varita de Fresno, 28 centímetros, Flexible, Núcleo de Pelo de Veela. De un color marrón oscuro llegando a ser casi negro, en el mango por donde es sujeta tiene un intrincado patrón de espinas.

Patronus: Un Tigre Bengala Blanco hembra de tamaño media, no adulta en su totalidad.

Colegio: Durmstrang

Aspecto físico:

Hikaru es de complexión atlética y delgada, con músculos marcados por el ejercicio y mide 1.78 cm. Piel clara, cabello pelirrojo (teñido, no es natural), ojos con apariencia felina ya que son de un color dorado. Su rostro es de facciones un poco delicadas y apariencia de gato aunque eso no le quita atractivo.

La elegancia es su vida así que suele vestir en pantalones formales y camisetas pegadas o camisas, además de con toda clase gabardinas, pero siempre en colores oscuros.

Cualidades Psicológicas:

Es una persona muy inteligente y ambicioso. Muchas veces egoísta pero con sus amistades es una persona muy digna de confianza. Humilde en lo que cabe además de carismático y la terquedad es algo muy marcado en él. Algunas veces sufre crisis de depresión pero no lo demuestra. Siempre piensa lo peor sobre todo y todos. Es muy contradictorio, por lo que parece muchas veces con doble personalidad.

Historia:

Hikaru nació en noviembre en Osaka, Japón, siendo descendiente de la familia imperial en una de sus ramas se le educó desde pequeño con privilegios y lujos, por lo que siempre obtenía lo que quería cuando lo deseara. Siendo hijo único de la familia fue muy consentido en todo.

A la edad de 4 años se le dio por aprender el arte marcial del Daito-ryu Aiki-jujutsu, debido a sus ancestros con lo que trabajó su carácter además de que era la disciplina que creía necesitar. Para la edad de 9 años ya se movía con pericia con armas cortas y en el combate cuerpo a cuerpo.

No pasó mucho tiempo antes de que su forma contradictoria de ser lo metiera en problemas. Sus padres creían que era debido a la enfermedad que tenía llamada "depresión" aunque no sabían que hacer al respecto.

Entro a la Escuela de magia de Japón llamada Mahoutokoro en donde aprendió con rapidez como desenvolverse en este mundo que no podía controlar y que lo llevó al estado anímico actual desde su infancia. Desde siempre sonreía pero nunca lo hacía de forma verdadera, solo un poco de superficialidad y era todo en absoluto.

De alguna manera convenció a su familia para que lo dejaran estudiar lejos, por lo que partió con prontitud a Bulgaría donde llevaría los estudios y le descubrirían como un gran estratega. No era de meterse en lios, pero su despreocupación por todo muchas veces no era bien recibida y terminaba en situaciones no muy llevaderas.

Pertenencias:

○ Un par de Kodachi's cruzadas en su espalda.

○ Un gato negro llamado Shiro.

○ Un anillo con forma de dragón enroscado hecho de plata y con un par de rubíes por ojos.

Holaaaaaaaa lindos y hermosos Modes, vengo a realizar actualización de ficha que la traigo bien abandonada a la pobre

Y que cambien el nombre de la ficha. Nada más el apellido que pase de ser Snape a Malfoy y eso sería todo *-* Se agradece de antemano *dejo chocos y caramelos*

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http://i844.photobucket.com/albums/ab2/leenarin/Blue_Dreams_Fantasy_Girl_zps76281bad.jpg

FICHA DE PERSONAJE

Datos personales:

Nombre: Ästartèa Malfoy

Sexo: Femenino

Edad: 24 años en apariencia

Nacionalidad: Rusa

Familia(s):

~Familia Sanguínea: Malfoy

Padre(s) sanguíneos: Gyvriane Malfoy y padre desconocido

Padre(s) adoptivos: --

Trabajo: --

Poderes Mágicos:

Rango Social: Unicornios de bronce

Bando: Neutral

Rango dentro del bando: --

Nivel de poder mágico: 4

Puntos de poder en objetos: 20

Hechizos adicionales: Lo pondrán los moderadores.

Puntos de poder en criaturas: 10

Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores (caso de que sí especificar cuales)

Habilidades Mágicas: --

Conocimientos Especiales:

~ Artes Oscuras

~ Encantamientos

~ Pociones

Perfil del Personaje:

Raza: Demonio

Aspecto Físico:

Una bella joven de rasgos aristocráticos y rostro perfilado siendo de algún modo angelical además de extremadamente hermosa y elegante; pómulos altos, labios carnosos y delineados, cejas delgadas, nariz recta ligeramente respingada. Piel pálida y lisa como el satén. El cabello lo tiene hasta la cintura de un color negro azabache y es lacio; ojos grises que cambian de color a su antojo y dependiendo de la intensidad de sus emociones. Un atlético y curvilíneo cuerpo de 1.70 cm.

Bajo sus ojos con el tiempo aparecieron pequeñas marcas, líneas, que aún no sabía lo que era.

Cualidades Psiciológicas:

Se caracteriza por ser cruel y fría como el hielo; todas sus emociones profundamente enterradas la convierten en alguien sagaz de manera única, perspicaz, inteligente, determinada y completamente astuta. Orgullosa y que jamás baja la cabeza ante nadie. Muy observadora y dedicada a la seducción que es algo que lo toma como un juego. Definitivamente alguien vengativa, pero sobre todo una solitaria, sarcástica y sádica mujer.

Si dañan alguien que es importante para ella o parte de su familia no durará en lastimar y muchas veces matará.

Historia:

Malü nació un 5 de junio en Estrasburgo, Francia en una noche tormentosa. Hija biológica de Gyvraine y hermana menor de Rocio, fue criada casi en su totalidad por su madre sanguínea desde el momento de su nacimiento aunque no recuerda mucho de su padre siempre tuvo curiosidad por él.

De su infancia casi recordaba nada en lo absoluto, después de todo ir por tantos lugares a tan corta edad resultaba bastante confuso y más para una niña que desde siempre fue solitaria. Queriendo evitar este constante ir y venir terminó por independizarse desde pequeña y con rapidez, pasando sin darse cuenta por algunas familias adoptivas.

Como su abuela, Malü también era una trotamundos y le encantaba viajar. Fue un poco difícil para ella realizar la Academia de Magía y Hechicería por ese motivo, sin embargo la terminó con muy buenas calificaciones y es algo de lo que se siente orgullosa.

Dulce y cariñosa como lo era en ese entonces su espíritu de aventura la llevo a lugares lejanos pasando temporadas demasiado largas lejos de su familia en Londres. Fue en uno de sus viajes donde sin darse cuenta hizo un pacto con una demonio de pasado tormentoso.

Con el pasar de los años se fue desequilibrando por dicho acto hasta que se enamoró de un Mago Griego que conoció en las calles de Ottery y siempre la apoyó y brindó libremente su amistad. Pensó que podría recuperar algo de si misma gracias a él, pero fue quien provocó que cayera por el precipicio y terminar siendo solo el cuerpo de recepción de aquella súcubo.

Ästartèa siempre tuvo como lugar de residencia el infierno, forjada entre el fuego y el hielo además de engendrada de la violencia que movía a su padre para con los demás. Criada y entrenada para acabar con todo en su interior y dejando solo el dolor como parte de sí.

Creció en el inframundo, sin saber nada de su madre y siempre su padre urgiéndola a ser fría, ella es vulgarmente conocida como el Ángel del Infierno, aunque creía que ese era el nombre por el que conocían a su madre, lo adoptó desde la primera vez que pisó la tierra causado caos y destrucción en la edad media.

Un acto inconsciente en el siglo XVIII la llevó a tener un severo castigo por haber demostrado afecto y haberse enamorado de quien no debía. Y no solo eso, sino que aquel joven la dejó embarazada y sin decirle nada del por qué de su abandono. El padre de Tèa no tolerando aquel acto de rebelión la castigo por varios siglos en el tártaro logrando así que perdiera a su hijo.

Se le presento una oportunidad que no dudó en lo absoluto en tomar. Esta le llegó con la forma de una joven francesa con sangre vampírica corriendo por sus venas además de un carácter dulce y apacible. Ambas luchaban por tratar de convivir en un solo cuerpo, pero Malü sucumbió poco tiempo después de haberse enamorado, dejando así su cuerpo al dominio de la demonio.

Y así se alzó Ästartèa Malfoy. Nacida en Rusia e inmortal donde tomó posesión completa del cuerpo que compartía anteriormente. Trajo consigo algunas huellas en su piel que la identificaban como la demonio que fue en otra vida, además de su personalidad fría.

Regresó a Londres luego de una temporada en donde se reencontró con Gyvraine y le contó lo sucedido en San Petersburgo. Ella comprendió y la tomó para sí, como si jamás hubiera dejado de ser su hija y desde ese instante Tèa la nombró como su madre, esa que jamás tuvo en el infierno.

Vivió un pequeño romance con el Griego, pero este perdió la memoria luego de una misión que realizó y no la recordaba por lo que decidió hacer un viaje en oriente.

Ahora, luego de un largo viaje por Asia, regresaba a Londres, y ahora sí para quedarse.

Pertenencias:

Objeto Mágico Legendario: --

Objetos Mágicos:

Objeto 1: Varita mágica de 27 cm, sauce, nervio de corazón de dragón, flexible.

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20

Mascotas y Criaturas:

Criatura 1: Jaguar Negro

Clasificación: X

Puntos de poder: 10

Criaturas en la Reserva: --

Elfos:

~ Edejab: Ojos celestes, pequeña y siempre bien vestida.

Licencias, Tasa, Requisitos:

Licencia de Aparición: Aprobada.

Licencia de Vuelo de Escoba: --

Registro de XXX:

Otros Datos:

Otros Datos:

~ Tiene un tatuaje que cubre toda su columna de una enredadera de espinas.

~ Su rostro parece tatuado por unas pequeñas líneas y figuras bajo los ojos.

~ No le agrada haber obtenido su inmortalidad 2 años después que Rocio.

Cronología de cargos:

Premios y reconocimientos:

Links de Interés Referentes al Personaje:

Link al perfil del comprador MM: 69

Link a Bóveda Personal: 79793

Link a Bóveda Familiar 1: Familia Malfoy

Bueeeeeeeeno, ahora me toca venirme a mi a arreglar todo acá xD.

Primero que nada y antes que todo. Por fin puedo volver y que lindo es ver tremendo tocho en la mansión de Ottery y la verdad a veces ni ganas de leerlo (soy bien vaga para leer tochos, pero ya lo haré)

Segundo. ¡Quiero ser verdesita! Ya hablé con Bagy y me a echo su hija sanguínea y ya arreglé ficha y todo, solo tendría que arreglar lo de mi bóveda y ya está listo. Puedo traer a mi madre si lo desean para que dé constancia de todo esto *-*

Y ya, creo que eso es todo *riego chocolates antes de irme*

¡Y aquí estamos!

Bienvenidos al topic de apoyo a un veterano en el foro. Bueno, no taaaan veterano, pero algo extraviado y sexy Dark Prince.

¿La verdad? No sé cómo vender a mi tributo que está por entrar a La Arena. Lo único que quiero acá es que salga con vida y vuelva a recordar quién es en realidad. ¡Porque sufre amnesia! Seamos poco habladores con esto último.

Verán, el ojiazul regresó de no sé dónde (sí, no sabía donde andaba) y pues en visita a unos amigos donde estaba su novia (sí, esa vendría a ser yo) Pues me di cuenta que no me recordaba -Hagan pausa e imaginen el dram que fue-. ¿Trágico, no? Y eme aquí, haciendo de su mentora al coste para mi, y con intención de hacer CUALQUIER COSA para que salga victorioso y con vida. Y con memoria de ser posible.

Ahora... ¿en qué ibamos? Cieeerto. Nuestro nombre. Es griego, y no dificil de decifrar en un traductor, pero sí el significado.

Y... ¡Bienvenidos a los 7° Juegos!

Miembros

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Blinkies

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La morena había salido muy temprano de su actual casa sin rumbo fijo, como era lo usual. Solía vagar por las calles destruidas y dominadas de Ottery pensando en cosas tal vez irrelevantes o tal vez no, ya que los pensamientos confusos siempre se hacían presente en la demonio desde hacía un tiempo. Giró en una esquina que estaba segura la llevaría a lo que quedaba del castillo Snape, y se quedó mirándolo brevemente y luego siguió su camino a la plaza.

<< La cosecha >> A veces se podría decir que siendo magos no deberían ser sometidos de aquella manera, pero ahí estaban, luego de un cataclismo y bajo el dedo de un puñado de gente que se creía superior. Se apoyó en una de las paredes de una casa cercana al lugar viendo a mucha gente reunirse alrededor que no le prestaba la más mínima atención. La Malfoy bajo la capa negra con capucha pasaba desapercibida y eso era lo que más le gustaba, ser invisible para muchos y que nunca la vean llegar.

Escuchó atenta todo lo que aquellas ridículas personas provenientes del Capitolio tenían que decir: ¿Victoria? ¿Honor? ¿Gloria? La ojiplata soltó un pequeño resoplido burlón al oír toda aquella palabrería que no hacía más que encubrir muerte segura de muchos de aquellos ingenuos que se presentaban como voluntarios. Observó a gente conocida ir, incluso creía que también familiares y todo mientras la demonio se mantenía apartada e indiferente a todo ello.

Incluso había visto a la despampanante rubia de su hermana ofrecerse como mentor, se podría decir que era su "némesis", por supuesto aquello solo en aspecto, ya que en personalidad eran demasiado parecidas y por ello se llevaban tan bien como también a veces ni se podían ver. El tributo por el que se presentaba le parecía atractivo, y por lo visto a Rocio eso era lo que más la llamaba. Una sonrisa ligeramente burlona asomó en los labios de Tèa.

Quitó la capucha de su cabeza dejando al descubierto la larga cabellera azabache así como también los extraños ojos plata y las finas facciones de los Malfoy. Se retiró la capa de los hombros revelando todo su atuendo que no era más que una blusa negra con una minifalda que combinaban y botas largas por arriba de la rodilla. Estaba por partir cuando lo vio subir al estrado y apuntarse como voluntario. La mente de la demonio quedó en shock.

<< ¿Qué diablos haces? >> ¿Voluntario? ¿Acaso tantas ganas tenía de morir? En paso majestuoso se dirigió hacia donde había visto desaparecer al ojiazul, alcanzándolo y parándose a su lado.

-- Espero que sepas lo que haces -- Murmuró con el acento ruso pronunciado y sin darle lugar a objetar simplemente dijo -- Seré tu Mentor.

Sin más se dirigió al estrado y a aquel libro donde ya estaba el nombre de aquel mago que últimamente no había hecho más que lastimar. Escribió su nombre al lado del de él en la columna de mentores, sabiendo que no se podría retractar.

El único objetivo en mente de Tèa era mantener con vida a Dark, costase lo que costase.

Nick e ID en HL.org: Ästartèa Malfoy ~ ID: 33473

Número de Bóveda: 79793

¿A qué tributo apoyas? - Dark Prince

Disponibilidad Horaria:

Lunes-Miércoles: A partir de las 16:00 hrs en adelante.

Jueves: Casi nula.

Viernes-Domingo: variada

(hora peruana)

Escuchó las palabras del Ravenclaw casi ausentemente ya que su mente se encontraba más allá de cualquier salvación ese día, la paranoia no la dejaba así que sabía que su mente registraría las palabras de su jefe y que tendría que analizarlas después pero de momento no tenía que ser así. Al menos así fue hasta que su mercuriana mirada se posó en la daga de plata que sostenía Keaton, lo que hizo que se concentrara más en lo que estaba haciendo allí y no en cualquier otra cosa.

Los bucles azabaches de la rusa estaban libres tras sus hombros mientras prestaba especial atención a las palabras dichas allí. Alzó la ceja demostrando así solo un atisbo de emoción desde que había llegado a la Sala; ¿Le harían un corte? ¿En el antebrazo izquierdo? ¿Dónde se suponía tenía la Marca Tenebrosa? Su jefe estaba con ella en dicho bando, podía decirlo con seguridad porque lo había visto en alguna ocasión que no se atrevería a pensar en un lugar como aquel.

La negación interna no se hizo esperar mientras observaba los cortes que le hacían a las dos nuevas aprendices por lo que podía ver. Cuando llegó su turno vio a su jefe a los ojos al instante en que levantó la manga de la blusa y con rapidez efectuaba el corte en donde debía tener el registro de su bando. Sintió como la sangre caía desde su bronceada piel hasta los gráciles dedos para luego dejar unas pequeñas lágrimas en la alfombra.

Por supuesto su marca estaba en otro lado, en un lugar que podía cubrir con facilidad: sus costillas del lado derecho justo bajo el pecho. La rusa al ver la tardanza de la otra aprendiz a acercarse a hacer el pacto dio un paso al frente y tomó la pluma para empezar a escribir en el pergamino azul.

-- Juro solemnemente por mi vida y por mi honor, que nada de lo aquí trabajado será divulgado por mí a nadie que no sean mis compañeros de trabajo, la Directora del Departamento de Misterios o al Ministro mismo. -- pronunció con ese acento característico de su país.

Vio unos instantes la herida fascinada como siempre lo estaba cada vez que veía ese vital líquido carmesí, no porque fuera un vampiro, sino por las simples tendencias oscuras que siempre se desarrollaban en las profundidades de su alma negra. Bajó la manga de su blusa negra restándole importancia por si se manchaba.

El suave caminar de la demonio apenas se oía con todo el barullo que siempre era característico del Ministerio, al menos eso fue hasta que llegó a la silenciosa novena planta a la que nunca había ido con anterioridad. La rusa era apenas consciente de lo ocurrido a su alrededor con cada paso que daba; su mente divagaba sin parar mientras iba hacia la sala redonda o como sea que se llamara ya que su cerebro no tenía la suficiente concentración como para pensar en nombres precisos.

Pensó en la OCIA, más precisamente en la Sala de Reuniones mientras esperaba a que se abriera la puerta que la llevaría a donde estaba su nuevo jefe y compañeros de trabajo que estaba segura no los conocía. A su derecha sintió como se abría su destino. Desde hacía mucho había dejado de trabajar e iniciar nuevamente no sabía cómo le sentaría o como entablar relaciones de trabajo sabía mucho menos desde que siempre había estado relegada a las sombras.

Con paso majestuoso se dirigió allí caminando sin hacer ruido a pesar de los tacos de las botas negras hasta los muslos llena de hebillas. La falda corta del mismo color dejaba ver una pequeña porción de su bronceada piel mientras abrazaba sus caderas y la blusa negra hacía lo mismo en el torso de su delineado cuerpo. Se quitó la capa de viaje de sombrío color y la dejó a un lado dejando sus finas facciones a la vista.

-- Al parecer soy la última en llegar -- murmuró con marcado acento a nadie en particular. Los orbes platas exploraron todo el lugar hasta encontrar a su nuevo jefe. -- Lamento la tardanza, apenas recibí el mensaje hace... -- hizo una ligera pausa recordando -- media hora que llegué a Londres.

Miró a su alrededor a los miembros con los que trabajaría, segura de que en algún momento tal vez los haya visto a lo lejos pero no estando del todo segura. Se dedicó a examinarlos unos instantes con los inquietos ojos que tenían la costumbre de cambiar de color aunque ahora solo se mantenían remolinando como si fuesen mercurio líquido.

-- Me presento, soy Ästartèa Eveerden Malfoy.

EQUIPO BOMBA

Mientras caminaba con total seguridad por el laberinto de túneles se detuvo cuando vio la marca que había hecho anteriormente con magia antigua que había logrado personalizar para que solo ella lo viera. Tiró la maleta deportiva a un lado para luego agacharse a abrirla de un solo movimiento y rebuscar en su interior lo que necesitaba, un pequeño dispositivo que había adquirido, una pequeña bomba. Esta no medía más que un par de centimetros pero estaba ocupaba en su interior todo el potencial requerido.

Colocó la bomba en el piso del supuesto pasillo para luego volver al interior y buscar lo que necesitaba revolviendo un poco las cosas; era algo parecido a un domo que colocaría sobre el explosivo y tenía alrededor de cincuenta centimetros de diámetro. Tomó el objeto y lo instalo como había visto a alguien hacerlo antes para luego explotar la pequeña cosita esa que parecia inofensiva. El ruido fue absorbido al completo por el domo que había logrado proteger con magia.

Retiró todo lo que había hecho y guardó el "anti-ruido" de nuevo en el maletín mientras veía su obra << no está mal >> pensó la demonio al ver el tubo en vertical que había logrado hacer, era una lástima que no hubiera podido abarcar todo el terreno que deseaba y no tendría que hacerlo una vez más. Según tenía entendido solo lograba la altura que la hacía sobrepasar la primera planta del Ministerio por lo que fue de nuevo a la maleta a sacar la escalera de cuerda que era más práctica y la fijaba con magia al piso de la alcantarilla.

Aventó una vez más su equipaje hacia ahora lo que era una superficie lisa aunque debía ser arenosa, ¿quién entendería a quien sea que hiciera esa clase de cosas especialmente a las fueras de aquel recinto de magos? Se encogió de hombros despreocupadamente mientras descendía esos metros hacia el nuevo piso descubierto en donde tenía poco más de un metro veinte de radio para poder maniobrar y repetir las acciones en el piso de arriba.

Tèa al ver su trabajo avanzando decidió echarle un vistazo a ese pequeño pedazo de papel antiguo viendo las actualizaciones de lo que ocurria en el interior. Al parecer las cosas no marchaban bien y habían sido descubiertos por lo que la rusa maldijo por lo bajo en su idioma natal de forma tan colorida que habría hecho sonrrojar hasta el hombre más rudo de la Marca; guardó el trozo de nuevo en el bolsillo mientras veía el polvo estropeando su bronceada piel y se ponía manos a la obra ya que el tiempo se acababa más rápido de lo que tenía previsto.

Odiaba tener que usar lo métodos muggles cuando tenía su magia, pero usar sus poderes solo la delatarían así que se puso a trabajar rápidamente en tumbar parte de la pared que tenía enfrente que si no recordaba mal la llevaría directamente a un conducto de ventilación de la segunda planta. Aunque, primero lo primero; sacó la "comba" o lo que sea que sea eso, no tenía idea más que solo podía tumbar cosas con facilidad y con magia no causaba ruido al momento de impactar. Se dedicó a golpear eso una y otra vez logrando un casi cuadrado revelando el conducto que necesitaba pero que estaba protegido con magia.

Empezó a mover la varita que había hecho aparecer en los delgados dedos diestros en complejas florituras mientras murmuraba por lo bajo el hechizo que les había costado desarrollar para deshabilitar ciertos puntos de protección mágica sin alertar a todo el ministerio de los intrusos. A pesar de que eso no estaba precisamente altamente protegido era mejor prevenir que lamentar así que habían preparado todo con meticuloso cuidado.

Cuando vio la brecha dispuesta nuevamente hizo desaparecer la varita para lograr plena libertad del movimiento que requería. Abrió la mochila y extrajo el traje que requería para hacer aquello por lo que se quitó más que pronto el pantalón, los tenis y por último la camiseta; se puso lo más rápido que pudo la vestimenta que le permitiría no hacer ruido en los ductos de ventilación mientras avanzaba hacia lo que sería su objetivo. Se giró y con una floritura de la varita nuevamente aparecida hizo que la maleta se fuera de donde había venido, no antes de instalar más dispositivos explosivos en su cinturón. Por supuesto estos últimos eran mágicos, como los que habían instalado la matriarca Malfoy y Valkyria que se mimetizaban en donde se ponían.

Se introdujo en el conducto que era utilizado en la planta en donde se suponía ya estaban los demás ejecutando la misión que habían ido a cumplir. El ir por allí de alguna manera a gatas no era algo de su agrado así que esperaba que su parte en todo ello sirviera de ayuda o sino se cabrearía por no haber logrado demasiado. Los lugares por donde tenía que ir evitando los espacios donde estaban las rejillas solo estaban consiguiendo que se le impregnara más suciedad en la morena hasta que todo se sumió en la oscuridad.

-- Maldición Addison, podrías haber esperado un poco más -- masculló la Snape de forma inaudible incluso para un vampiro cuando luego estaba segura explotaba donde estaban las conexiones de luz. Si bien los demás no escuchan ello, la demonio lo hacía por estar donde estaba.

-- Jo***, solo me complican a mi -- pensó mientras seguía andando hasta la habitación de al lado en donde se encontraba la dichosa catástrofe en donde abrió la compuerta del techo por donde podrían trepar solo los mortífagos. El hechizo que estaba aplicando para hacerlo parecer normal solo funcionaría con los miembros que no eran de la Marca por lo que en cuanto entrara cualquier tenebroso allí desaparecería sin dejar rastro alguno.

Se movió del lugar, tenía que ir a otro de sus objetivos pero cualquiera podía seguir el rastro que dejaba hacia donde se dirigía ya que estaba dejando desde el principio una clase de huella fluorecente que funcionaba de la misma manera que el anterior hechizo, solo los que portaban la bendición oscura la verían y ya que estaban en distintos colores sería fácil seguir el color azul desde esa habitación hacia la planta a la que iban.

Equipo Bomba.

Había visto a ambas Malfoy's y a la Black marchar hacía el interior del ministerio mientras ella se quedaba en el callejón donde se habían reunido. Al parecer a la demonio le tocaría hacer el trabajo pesado del exterior, solo esperaba que las cosas marcharan bien en el cuartel porque sino estaría realmente molesta de estar fuera de la acción por crear la vía de escape que necesitarían si las cosas salían precipitadas o mal, o tenían alguna dificultad que le hiciera salir de allí con rapidez.

Se movió hacia las sombras en dicha callejuela donde tenía el maletín de deporte negro y lo tomó en la mano derecha sin dificultades y se movía hacia el fondo sin salida del lugar. Se encontraba parada justo donde terminaba el Ministerio, toda la comunidad mágica sabía que era una instalación subterranea por la seguridad del mundo en el que habitaban; lo que no sabían es que en ese día se convertiría en una debilidad que no habían previsto.

La morena se puso en cunclillas al lado de lo que sería su entrada al sistema de alcantarillas donde movió la pesada tapa de metal con un movimiento de la varita que había hecho aparecer en la diestra con una corta floritura. Movio su rostro hacia abajo y sin pensarlo mucho susurró << Lumos >> logrando que de la punta de la varita saliera aquel brillo que le proporcionaría ver hacia ese apestoso lugar. Asomó el rostro hacia abajo recostandose en el piso viendo alguna especie de pasillo en donde se podría pasar sin dificultades. En un regio proceder tomó la mochila y la arrojó hasta que escuchó el suave "pop" de que había caído contra el suelo y que además había levantado una pequeña voluta de humo.

Miró hacia la calle principal que estaba a varios metros de ella con sigilo antes de montarse en la escalera interna que estaba pegada a la subterránea pared para luego mover la tapa con un movimiento de la varita para volver a sellar la entrada al lugar sumiendo todo en la absoluta oscuridad. Volvió a conjurar el brillo tenue en su varita para soltarse de la escalera y dejarse caer en posición agazapada al lado de la maleta sin hacerse daño en lo aboluto.

Tomó esa maleta como si no pesara nada mientras repasaba mentalmente hacia donde se tenía que dirigir. Ya había hecho una excursión previa por lo que donde tenía que empezar a trabajar estaría marcado con un conjuro que solo la rusa podría ver. La Base esperaba con ansias poner a prueba los juguetes muggles que había conseguido para realizar su parte del plan, si bien los creía inferiores sabían como destruir y eso la hacía inmensamente feliz de alguna manera.

-- Ya es hora -- dijo con pronunciado acento mientras miraba el trozo de papiro que anteriormente había guardado en su bolsillo.

El reloj se había puesto en marcha y la vía de escape solo estaría lista sino tenía contratiempos. Sintió el pergamino calentarse y pasó a leer lo que estaba sucediendo en el interior y como se lo esperaba habían ocurrido pequeños obstáculos pero aún así habían podido lograr colocar dos bombas.

-- Será mejor que se estén diviertiendo porque yo no -- masculló la demonio mientras caminaba por los laberintos del lugar con completa confianza. -- Ahora ya sé porque la gente moría de cólera en tiempos pasados -- se quejó mientras arrugaba finamente la nariz tras haber respirado mucho de ese fétido olor propio de alcantarillas.

Equipo Bomba

Los días perfectos y memorables eran muy pocos, por lo que esperaba que ese fuera ambas cosas ya que planes se habían hecho, la estrategia era clara y sin defecto alguno por lo que mientras se siguiera todo según lo antes dicho todo saldría bien y conseguirían lo que habían ido a buscar. Tèa no sabía cual era el objetivo por lo que si las cosas salían mal y era capturada no tendría nada que decir porque básicamente sabía eso: nada.

Caminaba por callejones de Londres escondida a plena vista. Al parecer a todos les parecía invisible y eso estaba bien con ella porque mientras menos la notaran mejor. Sería capas de filtrarse a todo lugar con éxito sin la necesidad de llamar la atención, eso era precisamente lo que se buscaba. Como siempre las sombras eran su fiel compañera por lo que deslizarse en ellas se le había hecho tan fácil que le era como respirar o derramar sangre -eso último le agradaba más-.

La Snape vestía absolutamente de negro con prendas un poco muggles para no ser notada más que como una vulgar ladrona si alguien de casualidad la veía -que era poco probable-. Los jeans negros abrazaban sus muslos y cadera cual amante lo haría mientras que la camiseta negra de tirantes contorneaban cada curva de su torso, los tenis negros completaban el atuendo además de una pequeña liga de cuero que sujetaba sus bucles azabaches en una cola de caballo exponiendo solo el principio de su tatuaje que iniciaba en su nuca y se prolongaba por toda su columna.

Cuando llegó al punto de encuentro en donde se suponía se encontraría con los demás del equipo al que pertenecía sabía que no llegaba demasiado tarde, pero espiar era su especialidad por lo que había decidido no revelarse ante las dos vampiros que tenía en frente; bueno que estuvieran en alguna clase de conversación de la cual la demonio solo recogía retazos porque sino la hubieran descubierto ya, tal vez. No la habían atrapado antes y no quería que aquello empezara ahora por lo que se dedicó a ver las reacciones de ambas.

La ojiplata se encontraba imposibilitada de emociones y la empatía solo le permitía sentirlas de personas a su alrededor. ¿Las suyas? Perdidas en todo ese mar que la atacaba siempre por lo que el tener un rostro de pócker era su especialidad y solo se le veía alguna clase de expresión cuando se trataba de mutilar algo o torturarlo, cualquiera que estuviera disponible primero. << Llegó el momento de mostrarse >> pensó la rusa al tiempo que las veía terminar su diálogo.

-- Vaya con ustedes así, hasta parecen amantes. -- dijo desde las sombras lo suficientemente audible hacia la Black y la Malfoy.

Se deslizó fuera de las sombras, no caminó, se deslizó hacia el callejón mientras observaba como Goshi se iba hacia otro lado aún con el cigarillo en la mano. Se tendrían que asegurar dejar todos esos fuera para no dejarse delatar por nada. Miró a su hermana que aún se encontraba con ella en el lugar asintiendo hacia su dirección en una señal de saludo para luego escuchar un fuerte estruendo.

-- Eso nos ayudará, se dispersarán hacia el lugar para ver lo ocurrido y nos darán facilidad para realizar una entrada.-- pronunció hacia la vampira quién se encontraba a unos pasos de ellas.

Vio como llegaba alguien envuelto en capa negra y supuso de inmediato que se trataba de alguien del mismo equipo. Cuando pudo tener un vislumbre de su rostro se extendió una pequeña sonrisa de complicidad al ver a la rubia Tempestad. Definitivamente aquella misión sería de lo más interesante con el equipo que se había realizado.

-- Al parecer, será algo familiar esta reunión -- el acento ruso no podía quitarlo al menos que lo deseara y ya que no quería hacer eso lo dejó espesar su melodiosa voz. -- Que sea rápido, así podremos salir sin inconvenientes.

Fue al lado de su hermana en donde se mantuvo esperando la señal para poder moverse pronto, solo sería una breve espera, sabía ya que se estarían colocando todos en su posición dentro del ministerio.

La demonio se dirigió a lo que era la prisión/fortaleza mortífaga apareciendose en el interior llevando dos cuerpos a rastras por los brazos. Si era sincera, le encantaba arrastrarlos y dejar que limpien -o ensucien- el piso a su paso, lo que fuera que hicieran mejor, aunque su presencia era suficiente como para perjudicar de alguna manera su ojos.

Tiró y tiró de Heko y de Mey Potter Black -esta última una de sus compañeras se la había relegado en el camino porque tenía que dirgirse a alguna otra parte- hasta poder encontrar una celdas vacías al fondo de la prisión, no es que realmente le gustara arrastrar cuerpos por todos lados, pero dado que eran Odefos le importaba poco. Metió a Mey en una celda tirándola cual muñeca de trapo viendola con ninguna compasión para luego cerrar lo que sería su celda, esperaba, un largo tiempo. Sacó la varita y sin mucho preámbulo susurró.

-- Fermaportus -- escuchó como esta se bloqueaba impiendo la entrada o salida de quién sea.

Pasó dos celdas más antes te arrojar ahora a Heko en el interior, no le interesaba llevarlo más lejos por lo que vio como el odefo se quedaba en el suelo de lo que quería fuera su hogar por una temporada. De verdad odiaba la idea de que pudieran rescatarlos o que pudiera salir de prisión de alguna manera. Esperaba poder hacerlo sufrir un momento antes de irse a continuar con sus deberes, pero no dudaba de que harían su estancia tan "cómoda" como fuera posible.

Cerró la celda e hizo el mismo movimiento con la varita y un susurró bajo. " Fermaportus " La celda se selló al instante con la misma intención de retener y no soltar además de que nadie puediera entrar. Si pudiera tener compasión la sentiría tal vez por aquellas criaturas pero ya que no, solo hizo un leve encogimiento de hombros antes de caminar por el pasillo hacia algún guardia del lugar.

-- Espero que me digan cuando se diviertan, a mi me gustaría divertirme también -- Susurró la rusa con leve acento para luego desaparecer.

Acá trayendo ficha modificada *w*

Y eso sería todo *o*

Aquel día sería significativo para la rusa que llevaba ya esperándolo un buen tiempo, y sin embargo, lo aplazaba hasta que se había hecho absolutamente necesario el llevar a cabo el examen. No podía andar más por allí con Edejab pegada a sus talones con el único propósito de transportarla a donde deseara, necesitaba de la privacidad para poder desaparecer cuando así lo deseara. Por ello se encontraba caminando a la sala en donde daría su prueba y decidirían si la pasaba o no.

Se sentó apenas unos minutos dándose cuenta que las personas iban y venían. Era una fortuna para la Snape que hayan abierto las pruebas, ya que cuando se suponía tenía que estar en esa sala se había encontrado en algún viaje fuera de Inglaterra, sino estaba equivocada había estado por Milán dispersando su mente luego de haber concluido la Academia. La espera fue corta en lo que a ella se refería.

-- Señorita Snape. -- fue llamada para ingresar el centro de examinación

Asintiendo hacia quien la había llamado se dispuso a ir con paso sereno y calmo como era tan habitual en ella a la sala. Sus tacos apenas resonaban ya que estaba vestida como tenía que ir luego al trabajo; solo con un sencillo traje que siempre llevaba la espalda descubierta dando una vista clara de su extenso tatuaje a lo largo de su columna.

Al ingresar a la enorme estancia se topó con la sorpresa – ya que no tenía en absoluto idea de que aquello ocurriría- de que esta cambió de ser hermosamente blanca y pulcra a ser una especie de pedazo de infierno. Se encontraba en lo que era el cono de un volcán que no se encontraba dormido sino que era completamente activo y que ponía en peligro su vida, o alguna parte de su cuerpo que no lograra transportar con precisión por lo que se hacía de vital importancia el que no fallara.

Tèa miró hacia abajo a aquella laguna roja de fuego que estaba ansiosa por recibirla como sacrificio y darse un buen banquete con la demonio, haciendo una prueba de que tan real era aventó una piedrecita con el pie y vio como desaparecía tras una pequeña erupción; arqueó una ceja escéptica viendo lo autentico que era. Si bien ella no le temía a esas cosas era primordial que cruzara y dado que no había otra manera que apareciendo tendría que concentrarse en ella misma interiormente.

Se trataba básicamente de las 3 D's. Tenía que visualizarlas todas con su usual mente calma sin guiarse en el peligro en el que su cuerpo podría estar, aunque suponía que aquello solo la llevaría a un viaje a San Mungo y unos días de estancia en el hospital de magos. Alejando esos pensamientos para nada productivos de su cabeza se concentró lo más que pudo tomando una honda respiración y dejando un pensamiento « No será más difícil que una aparición conjunta » se repitió ello por costumbre para luego dejar la mente en blanco.

« Determinación… » Lo que más tenía en su ser era aquello. Y se concentró en enfocarlo hacia lo que se encontraba haciendo en aquel momento, la determinación era fundamental para desaparecer.

« Deliberación… » Las consecuencias de no tener eso harían que se desconcentrara y perdiera el hilo de lo que hacía. Ello no podía ocurrir así que su mente estuvo serena en todo momento y su corazón ralentizó su paso estando en unos golpes contra su pecho completamente calmo y relajado.

« Destino… el otro lado del volcán. » Llegar al círculo rojo brillante trazado en el piso rocoso del otro lado del cono era fundamental. Porque tenía que llegar dentro, por lo que empezó a considerar eso cuestión de vida o muerte.

Se dedicó a llevar el acto a cabo. Una sensación de vació y oscuridad la llenó por completo tal como ocurría cuando desaparecía con su hermana; la vorágine que se produjo en su interior no logró distraerla de lo que hacía y siguió por lo que parecieron largos instantes que en realidad solo fueron milésimas de segundos. Sus pies enfundados en botas tocaron el piso tras la aprehensión breve. Miró dándose cuenta que había aterrizado como si lo hubiera hecho toda su vida justo en el centro de la circunferencia. Miró hacia la examinadora que se encontraba justo a su lado aún haciendo apuntes sobre su trabajo logrado.

Se revisó rápidamente procurando estar completa y que no le faltara nada. Se pasó una mano por los rizos azabaches comprobando que no le faltara ningún cabello y que todo se encontrara en orden. Luego de su pequeña autoevaluación de daños asintió hacia la bruja allí presente confirmando que se marcharía. La enorme estancia volvió a tener el fantasmal blanco como color dejando atrás ese horroroso calor provocado por el fuego.

-- Lo logré -- fueron las únicas palabras de la Snape mientras salía del lugar. No se quedaría a esperar los resultados, tenía trabajo que hacer así que se dirigió a los ascensores pasando a los estudiantes.

Se había quedado entretenida mirando al pequeño felino que se escondía entre las sombras, se fue acercando a él poco a poco y se puso en cunclillas frente a el examinándolo bien y dandose cuenta que era un hermoso ejemplar de jaguar negro el que le devolvía la mirada. Estiró la mano con la intención de acaricias su lustroso pelaje cuando se revolvió inquita « Esta es la clase de animal que me gusta. » Decidió que se llevaría aquel.

Tomó uno de los formularios y empezó a rellenarlo con el afán de poder llevarse a esa bella criatura a casa. Era apenas un cachorro, bueno era hembra desde donde veía así que pensar en un nombre iba a ser un poco difícil o al menos eso creía la ojiplata mientras la observaba inclinando ligeramente la cabeza.

ID: 33473

Nick: Ästartèa Snape

Bóveda: Bóveda de Ästartèa

Fecha: 2011-08-08 (del día que se realizó la venta)

 

 

Nombre del producto: Jaguar Negro

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad:

 

Precio total:

Total de Puntos:

 

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Bronce

En caso de ser criatura, objeto o poción para familia o negocio: -

-- Creo que ya está listo. -- Entregó el formulario silenciosamente aún entretenida con los ojos dorados de la criatura.

Yooo también vengo a por una duda como todo mundo aquí presente. Primero pregunto... luego posteo link de duelo.

Ä: Sectusempra

A: Reducto

Ä: Silencius

A: Locomotor (No sale)

Quiero saber si el Sempra se puede evitar con obstáculos físicos (en este caso de chatarra automovilística que fue derribada con el reducto de mi oponente.)

Acá dejo el duelo: En el depósito