Santy Morpheo B.

Hola a ambos

Necesito un favor que revisen mi duelo y los tiempos para ver si el joven undefined ha muerto por no curarse por segunda vez de un sectusempra o todavia tiene chances de hacerlo.

Asi que ueno, muchas gracias y dejo el link

http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=84728&st=0

Abrazos pars ambis

- Por mí no hay problema en viajar con la selección, y hospedarme en su mismo hotel, pero bueno, luego lo miramos.

Santy no tenía humor para bromas en ese momento, debía concentrarse en su trabajo, por lo que frunció el seño.

- No señor, nada de viajar con los famosos- Dijo.

En ese momento llegó Mireya, con el dato de que los de cooperación internacional no se encontraban trabajando a esa hora.

- Supongo que mañana en la mañana tendré que ir- Dijo Sab.

- Si, si no quieres que te ponga lavar el suelo con un cepillo de dientes- Dijo sarcásticamente- Y de cerdas suaves.

Tanto la secretaria como el batería menor pusieron los ojos en blanco.

- Con el menor tiempo posible te refieres a… ¿Qué? –Preguntaba, ansioso. Santy se tomó en cuenta la respuesta, preguntándose si los del departamento de cooperación mágica internacional trabajaban a esa hora. Tuvo que llamar a Mireya a hacerle la consulta.

- Dígame, Jefe-Anunció a su llegada.

- Mireya, necesito que consultes si los del departamento de cooperación internacional trabajan a esta hora, necesitamos adelantar unos trámites.

La secretaria asintió y salió, rumbo a su escritorio. Sab permanecía cabizbajo, pensativo, y Santy aprovechó el silencio para servirle a él y a su hijo una copa de Brandy y pasar el rato.

- Una pregunta –anunció el Batería menor- ¿Sabes porque son los ruidos en la oficina de Angus?

- No tengo idea. ¿Sabes algo tú?

Sabugo atravesó la puerta y a Santy le sorprendió lo rápido que había terminado su reunión con Cye.

- Bueno hijo, necesito que me des detalles de tu reunión con Cye- Dijo el Batería mayor luego del saludo.

Caminó dentro de la estancia y se sentó junto al legionario de la orden del fénix, mientras le hablaba de las correcciones en los cuidados antimuggles en los nuevos establecimientos deportivos, pero a Santy le inquietaba, aparte de eso, algo en particular: La selección Inglesa de quidditch aún no tenía lista su visa para ir a jugar el cuadrangular amistoso en Japón, y sabía que alguno de los miembros de su oficina debía adelantar todos los tramites cuanto antes, por lo que no dudo en preguntarle a su hijo en cuanto este le acabó de anunciar lo pactado para las nuevas patentes.

- Cuéntame, Sab –Anunció- ¿Cómo van los trámites de la licencia de los Ingleses con Sagitas?

El templario no dijo nada, se había olvidado totalmente de aquella situación.

Entonces observé a mi viejo nieto, el hijo adoptivo de Sabugo que caminaba hacia mí. Me hacía sentir más viejo de lo que era. Se sentó a mi lado, en una de las pocas bancas disponibles que había en aquel maravilloso palco.

¿Que tal abue?..- Suspiré - Si ya se que te hace sentir.. viejo. Que expectativas tienes para el juego? – Tomó un trago de cerveza, y me dio antojo.

- Bueno, seguro los Wanderers irán a la ofensiva, pero los golpeadores de los Harriers saben lo que hacen, y seguro interrumpirán sus jugadas. Creo que estará parejo y lo definirá la snitch.- Llamé a un elfo, y le pedí una lata de budweiser, una de las mejores cervezas inventadas por los muggles. Me la trajo en cuanto le dije.

Pasé a ocupar mi lugar en el palco V.I.P. Observé varias caras conocidas, entre ellos los miembros del Wizengamot. La gente del departamento se había lucido con la preparación de aquel evento. Me senté en los cómodos asientos de un extraño plástico, embrujados con el “hechizo de almohadón”, el mismo presente en algunas escobas contemporáneas.

La banda recién acababa de tocar, dando lugar a los cánticos de las barras. La torcida de los Wanderers, ubicados en la tribuna norte, sonaba más fuerte que la de los Harriers, por ser mayores en número. Se les había prohibido usar el embrujo Sonorus, para posibilitar la narración.

Me relajé mientras mi hijo comenzaba a hablar. Era el comentarista, después de todo, y eso me hacía estar más orgulloso de el.

Todo estaba dispuesto para comenzar, los equipos, las porristas, solo era hora de abrir. El copmplejo deportivo se encontraba cerrado y era hora de abrirlo, pero antes, era necesario arreglar las cosas para la llegada de los invitados, es más, la gente ya estaba afuera haciendo fila para entrar, eso hacía muy feliz a Santy Bateria.

- Es hora

Un movimiento de varita y Santy empezó a arreglar, las chimeneas que Arcanus había arreglado con anterioridad estaban pintadas con los colores de los equipos que jugarían, muchos carteles de apoyo a los jugadores, lugar para la prensa y una mesa central con varias sillas, lista para conferencia, y un escenario con todos los instrumentos, para la presentación de la banda invitada.

- Falta algo...

Otra mesa, esta vez con un montón de Canapés y demás aperitivos apareció, mientras las puertas se abrían y los encargados empezaban a recibir las boletas, los meseros a repartir champagne y comida, y Santy se preparaba para la conferencia.

- Bienvenidos todos!!

- Sabugo Seth estas en problemas.

Solamente dijo Santy maldiciendo por lo bajo, mientras observaba como el crup de su hijo se comia lo que quedaba de la silla para invitados de la Oficina Principal. Angus entregó las boletas y salió a repartirla en los demás departamentes. Sabugo llegó y Santy no podía de la rabia, quería ese animal fuera.

- Compórtate Sabugo Seth, deja ese maldito crup en la casa, además recuerda que debes registrarlo si no lo has hecho, cumple las normas, ya que trabajas en el ministerio.

La cara de enojo en el Bateria mayor era notoria y el Bateria menor estaba cabizbajo, no podía ver a su padre a los ojos.

- Bueno, cuéntame, como va todo. ¿Qué te dijo Sagitas? ¿Has hablado con Cye? Necesito un reporte.

El joven asintió y salió murmurando por lo bajo, pero era de esperarse, el trabajo no era nada fácil. Santy agarró papeles y empezó a revisar, necesitaba que todo saliera bien en la inauguración.

Otro día había llegado, había entrado al ministerio caminando lento, pero seguro. El ascensor iba lento, al séptimo piso, sabía que era tarde pero había avisado mi llegada tardía debido a problemas personales que debía resolver rápidamente.

El ascensor marcó el 7mo Piso y ese era mi destino, llegué y saludé a Mireya, esperándome siempre con novedades.

- Jefe, su hijo le ha dejado esto. Está en su oficina.

- Gracias Mireya, cuando lo veas dile que venga.

- Algo más?

Negué con la cabeza y leí la carta, no le respondí porque lo esperaba en mi oficina. Entré, serví un vaso con agua y m,e quité la capa negra que llevaba ese día, solo el pantalón de lino negro y mi camisa blanca del mismo material dejé, junto al cinturón y zapatos blancos de material.

- ¿qué hay para hoy?

- Esa idea...mmm....

La cabeza daba vueltas, la verdad hace mucho tiempo estaba sonando esa idea en mi cabeza, la verdad ya hacía falta ponerle movimiento al Departamento, incentivar la creación de nuevos juegos y nuevos eventos, además un espectác*** de quidditch no vendría más en estos momentos.

- Dale, contacta a Cye y a los que necesiten, cualquier cosa que pueda ayudarte me dice, usa en el nuevo estadio que se abrió, el New Trafford creo que se llama y contacta al Ministerio de Alemania para traer a ese gran equipo.

Sonreí y me levanté del sillón oficial, acompañando a Sabugo a la salida, llevando también mi capa verde esmeralda y salir para mi casa.

- Vamos para la casa. Lo de la secretaria, mientras consigues usa a Mireya. Tranquilo, ella cierra la oficina

Me despedí de Mireya con una reverencia y salí con mi hijo, listo para descansar.

El trabajo inundaba todo y Santy llevaba todo el día en él, era casi hora de salir, la noche se acercaba con rapidez y la luna salía con su esplendor a acompañar este hermoso momento. Cerrando todo se encontraba cuando entro Mireya, su secretaria entró.

- Perdón Director, el jefe sabugo lo necesita.

Santy frunció el ceño, era hora de salir pero de todas formas debía cumplir con sus obligaciones en el departamento.

- Dile que pase

Santy se arregló y esperó a Sabugo, destapó una botella de coñac y sirvió un trago. Copa en mano meneante mientras entraba su hijo quién a la vez era su empleado.

- Pasa Sab, pasa.

Santy Caminaba y observaba a todos, esperaba los trabajos que había asignado y mientras tanto observaba unos papeles que tenía que llenar, pronto un evento deportivo se llevaría a cabo.

- Necesito ayuda de este, y este, y este.

El auror señalaba los departamentos de los cuales necesitaba colaboración, pronto un evento de calidad se llevaría a cabo y sabía que muchos magos irían a verlo.

- Mireya

Dijo Santy, esta apareció y le dijo que Cye lo necesitaba.

[ii]- Hazla pasar y cuando salga, necesito que entres.[/i]

La chica acepto y llamó a la Jefe de oficina, quien entró sonriente y Santy se levantó a darle un cálido abrazo. Mostró sus planes y sus planos, todo estaba perfecto, Santy no hacía más que sonreír lo hacía bien y solo meditaba un poco.

- Esta bien, hazlo así Cye, pero si puedes hacerlo con todo el departamento mejor, creo que nos hace falta una organización.

La chica se retiró y entró la secretaria, que Santy había llamado con anterioridad.

- Mireya, haz una carta para Wizengamot, proponiendoles buscar a dos de los mejores duelistas, para realizar una pequeña exhibición y tener algún espectác*** para todos.

- Algo más? - preguntó la secretaria

- Por ahora nada - dijo Santy - en cuanto tengamos respuesta organizaremos todo ello.

La chica salió dispuesta a hacer la carta, mientras Santy seguía con sus papeles, y cada quién iba a lo suyo.

Ya estában todos reunidos: Cye, Angus y Sabugo, los tres Jefes de Oficina se encontraban con el director de Departamento, Santy Bateria Evans, esperando recibir las ordenes para sus trabajos, y empezar a manejar todo con calma y cautela.

- Gracias por venir con prontitud

El Director se levantó de su lugar mientras Cye, la última en llegar se sentaba, debía empezar de una vez a trabajar, todo estaba acumulándose y no debía dejar que nada de eso pasara.

- Como saben, cada uno de ustedes tiene una Oficina propia de la cual deben encargarse y organizar todo para que vaya bien, espero que todo les guste y cualquier cosa no duden en pedirmela. Les recuerdo, la secretaria se llama Milena, con ella pueden hablar para cualquier cosa que necesiten. Ahora si, empecemos.

En ese momento el sonido de una botella de Champagne recién destapada se escuchó. Milena, la elegante secretaria del Departamento de Juegos y Deportes Mágicos, acercó a los cuatro una copa con la bebida, para así iniciar la gran aventura.

- Un brindis, por nosotros, conocidos, por este Departamento, para que sea todo perfecto.

En ese momento se alzaron las copas y sonaron entre ellas, Angus se encontraba haciéndolo casi por obligación, Sabugo estaba emocionado y Cye algo nerviosa, pero todos estaban cómodos, listos para iniciar su trabajo. Todos salieron a sus oficinas, mientras Santy sacaba papeles de ideas, juegos y todo lo que había que hacer en este momento.

Un nuevo ministro había sido elegido, Santy estaba en su casa, el Castillo Bateria evans se quedaba en silencio. Acababa de recibir El Profeta y no había estado para nada contento.. Crazy Malfoy, persona que había tenido sospechas de pertencer al bando oscuro elegido ministro... no lo podía creer.

- Bueno, tendré que reportar esto en el cuartel de auro...

En ese momento sin que terminara de hablar una lechuza irrumpió en el lugar. Era oficial, venía desde la Oficina del nuevo Ministro de Magia. Iba dirigida hacia él, eso no había duda alguna, hacía mucho tiempo que en su mansión nadie pasaba, solo él. Abrió con cuidado la lechuza, nervioso, no sabía el contenido pero si sospechaba, tenía una duda sobre lo que pasaría luego.

Terminó de leerla, sonrió. Había sido elegido para el cargo que el quería, eso lo hacía feliz, podría cumplir sus misiones dentro de la Orden desde el mimísimo Ministerio, y en el lugar que más le gustaba, en el departamento de juegos y deportes mágicos.

- Es hora de ir a trabajar

No lo pensó dos veces, se levantó de su lugar para ir directamente a su baño, necesitaba arreglarse para ir a tomar su nuevo empleo. Se bañó, se vistió y no paraba de sonreír, a decir verdad hace mucho tiempo que no paraba de hacerlo. Eligió su mejor túnica, una roja con vivos dorados y un sombrero que le hacía juego y salió, directo al Ministerio de Magia.

El Ministerio de Magia, el lugar más imponente de todo Mundo Mágico. Santy por fin había . No tuvo que notarlo, sabía donde quedaba su departamento, la carta lo decía todo. Entro al ascensor, varias personas estaban dentro de el pero no les prestó la más mínima atención, estaba pensando en los muchos planes del departamento.

Séptima Planta, Santy bajó del ascensos y llegó a su destino.

El Departamente de Juegos y deportes Mágicos era un lugar que contenía tres oficinas actualmente: la Oficina de regulación de deportes Existentes, Patentes Descabelladas y Cuidados Anti-muggles. Al entrar a la séptima planta se notaban cuadros de los más exquisitos deportes mágicos en las paredes, pero por sobre todo del quidditch, el deporte mágico por excelencia.

En el fondo, una puerta dorada, que daba al final del pasillo. - Director de Departamento, Santy Bateria Evans. - leyó Santy la placa que tenía la puerta. sonrió. La nueva aventura ministerial se había puesto en marcha, y muchas cosas iban a suceder.

- A empezar a trabajar.

Dicho esto agarró papel y pluma, escribiendo tres cartas, una para cada jefe de oficina que había elegido, diciéndoles la ubicación de la oficina, y citándolos a una reunión en la brevedad, debían emepzar a trabajar y poner todo en funcionamiento, el periodo de acoplamiento debe ser corto.

Se quedó en su lugar, sirviéndose una copa de brandy, mientras esperaba que sus jefes de oficina llegaran al lugar, para entablar una reunión.