Lunatica Lupin Evil Wonka

Vengo a participar de nuevo de los carceles en Abbadon.... creo que estaba anotada desde hacía tiempo pero por si las dudas vuelvo a pasarme no eso vaya a ser cosa que no este e igualmente me dijeron que me podía pasar en lo de Hunters... solo que no entendí aun mucho de que va todo eso.... lo de las carceles ¿hay dias fijos? ¿es igual que antes? eso de que algunos teníamos días fijos y otros eran comodines.... creo que ya no me queda más nada que hacer por aquí y gracias de antemano por responder mis dudas, volví a renacer de mis cenizas, atte, Lunita Evil ***Travesura Realizada***.-

Aquí me hicieron unos cuantos blinkies, iré poniéndolos todos aquí así pueden elegir alguno de los que me han hecho... yo particularmente elegire alguno de ellos aunque todos los que me han hecho me encantan sobremanera creo que ya no quedara mucho más... excepto que espero mi firma.... creo que ya no me queda más nada que poner lo que me han dado y por cierto.... son varios colores y a mí me gustaron mucho... hace bastante que me hace blinkies y no puedo creer que me los vuelva hacer ahora.... ¡¡¡Apoyemos a Ishaya!!!.

Blinkies:

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estos son los blinkies.... particularmente me gustan todos.... pero el ultimo y el mas largo es mi favorito... no entraban todas las frases pero algunas si entraron ¿que les parece? esto es todo luego me paso de nuevo....

¡¡¡Primosa!!!! *abrazo aplastante* hacía milenios que no nos veiamos ¿o no? vale haber primero que nada ¡¡¡¡No tenía ni idea de que ibas a ser tu!!! gracias, gracias y millones de gracias... ya mismo voy a llevarlos para el club.... y quisiera pedirte algo para después de todo esto pero mejor te lo pido por privado cuando se me ocurre alguna frase (y esto no va acá) ¡¡¡Me encantaron!!! ahora voy a llevarlas y cualquier cosa que se me ocurra que necesito me vuelvo a pasar por aquí ¿te parece? gracias y millones de gracias.... aquí un pequeño presente ¡¡¡extrañaba tus blinkies!!!! y tus firmas.... (debo de pedirte una pero me da pereza... mejor más tarde) ahora si un pequeño presente (no te empaches demasiado):

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no se si se te guste pero yo siento cierta debilidad por las chocotortas.... las adoro así que aquí va tu regalo.... y mejor te dejo otra porque no es cuestion de abusar tanto y no dejar nada a cambio ¿o no?

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creo que esto es todo..... si me olvido de algo luego me paso por aquí a pedir tus servicios... ¡¡¡que bueno que vuelvas a la accion!!! tienes que abrirte una firmería.... ¡¡¡¡porque eres genial!!!!

Estaba demasiado aburrida.... se que tienen probablemente mejores e increibles y muy buenos diseños.... pero acabo de ser algo así como un creo que sería un simple ¿userband? o bueno.... ¿una cosa uniforme? no se que cosa sera... solo quería traerles algunos de los modelos.... (algunos son más es grandes y otros más pequeños) tomen los que quieran.... pero me parecio que pegaba con todo esto... a y también hice uno con una frase de las que me has dado (si así de loca y aburrida ando en vacaciones).

Algunas ideas alocadas:

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mi favorito es este:

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Quise hacer las frases juntas pero tuve que hacerlo uno de cada uno, porque no me entraban.... (estoy aprendiendo a usarlo todavia).... pero esta bueno, lo que hace una cuando esta sin hacer nada.... muy bien, espero que les gusten.... lo que si aun no se que son... ¿que son? ¿banners? no creo que sean blinkies.... supongo que sí va ni idea.....

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Me encanto hacerlos así y aquí entre nosotros ¡¡¡es la primera vez que hago algo como esto!!! si ya que esta fácil, con este programa online... pero aun no me lo creo.... :blush: muy bien, espero seguir aburriéndome más seguido bien, esto es todo, espero que les haya gustado... muchos besos y ¡¡¡Arriba Ishaya y Belu!!!!.... nos vemos luego o cuando la inspiración vuelva a mí besitos mil, Lunita Evil ***Travesura Realizada***.-

Era normal que estuviera perdida en mi mundo. Nunca salía a ningún lado y últimamente, estaba invisible para todo el mundo al menos, para los que solo conocían a la alegre jovencita que se pasaba por todas partes sonriendo. ¿Cómo hacías para seguir? No tenía idea de que había sucedido con mi familia, había perdido mi trabajo en el Ministerio y eso me había dejado bastante devastada pese a que sabía que tenía la culpa.

De todo lo que pensé que me sucedería, encontrarme sin un solo lugar al que ir, me dolió y quemo por dentro, por eso fue que recibí con ánimos el patronus de un puma, abrí los ojos asombrada, escuche lo que dijo y sonreí cálidamente, me había levantado el ánimo y quería volver a mi único trabajo.

Mire ese lugar, ni si quiera sabía porque había ido allí, a mi antigua casa toda taponeada y sin ningún elfo a mi alrededor, pensé en mi querido Arturo y cerré los ojos negando con la cabeza, no podía pretender que mi elfo viniera a por mí.

Suspire pesadamente y mire el lugar con tristeza, el portazo que le di a la puerta principal dejo sordo a más de uno y sin pensarlo dos veces me desaparecí de allí, dejando mi corazón y mis tristezas detrás de mí.

Mire el lugar y sonreí feliz, acababa de encontrar la ubicación, al único trabajo que me daba una alegría y me daba escalofrió a partes iguales, una mezcla de tristeza y felicidad conjunta, por demás rara y muy extraña.

El trasladador me esperaba allí, susurre la palabra que lo activaría y me llevaría a mi destino, cerré los ojos, cuando el tirón característico me hizo recordar que faltaba poco, para enfrentarme de nuevo a mi destino , aquel que tiempo atrás había abandonado y al que hoy volvía con alegría y aprensión en el corazón.

-“¿Se acordaran de mí? – pensé entre esperanzada y asustada a partes iguales –

Mire a la veelas bufando algo molesta, espere con toda la paciencia que poseía y mientras tanto me alisé bien mi traje violeta claro y de la impaciencia pase al miedo, aplaudí al ver cómo me dejaban pasar y justo en ese momento, en aquel bosque apareció el portal que me llevaría a mi destino final.

El imponente castillo se alzo ante mí, mire alrededor y resolví excelentemente bien el acertijo de las quimeras y las esfinges, observe maravillada y feliz a los dragones sobrevolando el lugar, fieles custodios de todos los reos de ese sitio horrendo a quienes les impedían salir.

Mis agudos sentidos de vampiresa, se agudizaron y sentí los pasos de mi compañero cerca de allí, los centinelas seguía n custodiando el lugar y en aquella ocasión, había dejado mis cabellos rojo oscuro sueltos al viento, antes de dar un solo paso más, me cubrí mi rostro con la luz blanca para que nadie pudiera reconocerme.

Ya cubierta de miradas curiosas y reconocimientos absurdos, entre rauda y veloz hacía los pisos superiores, ya sabía a dónde debía de dirigirme y apenas vislumbre a una chica con cabellos castaños, a quien creí reconocer, suspire aliviada de que me hubiera esperado, no sabía que vendría, pero yo había recibido su patronus, aquel lindo puma que se había materializado de la nada, dándome un susto de muerte.

- Hola ¿Qué paso aquí? El lugar parece estar muerto – susurre con mi voz melodiosa para que solo ella pudiera escucharme -

Si era Mei o al menos así me parecía a mí y me alegre de no estar sola por una vez en la guardia, odiaba hacer las guardias en soledad. Me pregunte, cuanto tiempo llevaría allí esperándome, maldiciéndome por mi tardanza, al menos, ya no estaba triste y admiraba todo con una viva nostalgia en mis ojos verdes.

“Si, definitivamente extrañaba este lugar” – Pensé mirando todo asombrada y volví mi vista hacía mi colega de guardia esperando su respuesta –

Me paso por aquí para pedir blinkies para lo del torneo.... van a ser si es que mi memoría anda bien dos pedidos... tomense su tiempo que no hay apuro y gracias de antemano por tomarse la molestía de hacerlos.... creo que luego de tanta chachara les dejare aquí el pedido... luego ven como los hacen...

Blinkie:

Texto: Su piedad es dura; su brazo aplasta: no busquéis el apoyo del fuerte, no estrechéis jamás la mano titánica.

Colores: Rojo, Azul,Celeste, Dorado, Plateado, Verde y Violeta.

Texto: Su piedad es dura,Apoyo a Ishaya.

Colores: Rojo, Azul,Celeste, Dorado, Plateado, Verde y Violeta.

Texto: Su brazo aplasta, Apoyo a Ishaya.

Colores: Rojo, Azul,Celeste, Dorado, Plateado, Verde y Violeta.

Texto: No Busquies el apoyo del fuerte, Apoyo a Ishaya.

Colores: Rojo, Azul,Celeste, Dorado, Plateado, Verde y Violeta.

Texto: No estrechéis jamás la mano titánica, Apoyo a Ishaya.

Colores: Rojo, Azul,Celeste, Dorado, Plateado, Verde y Violeta.

Texto: Solo soy una imagen borrosa de la fantasía que viaja por tu cabeza,una fe oscura y prohibida,Soy lo que no puede ser y aún así existe y sólo existo por que tú quieres que exista, Apoyo a Ishaya.

Colores: Rojo, Azul, Celeste,Dorado,Plateado,Verde y Violeta.

Esto es todo, gracias de antemano por hacer los pedidos y vendre luego a buscarlos quizas más tardecito.... nos vemos luego y gracias nuevamente.-

Un imponente carruaje blanco mate, hizo acto de presencia en el siempre bien ponderado castillo. Mis anillos de plata, bronce y oro relucían a causa del sol de aquel día. Mi vestimenta consistía en un imponente vestido azul oscuro, bastante más largo de lo que solía llevarlo, brillaba en todo el lugar, al tener pequeños destellos amarillos alrededor y estar fabricados pura y exclusivamente por mí.

En aquella ocasión tan meritoria, una gran bandera dorada, azul y con bordes blancos, se veía a lo alto en mis manos, la misma rezaba “Ishaya-Belu se que triunfaran” hubiera querido saludarlos, o desearles suerte, pero desde donde estaba solo podía verlos y sentir como me resonaban los oídos con las conversaciones circundantes.

Odiaba el ruido y mil quinientas veces hubiera preferido la tranquilidad de mi hogar, pero ya estaba metida en el baile así que tendría que bailar, me pregunte si es que encontraría a alguien cuando vi un carruaje en el que creí reconocer a Cye, no estaba segura de si era o no, pero por irle a preguntar no perdería nada ¿o no?.

Sonreí alegremente y me acerque con el carruaje hasta el suyo, sonriéndole amablemente, quería decirle algo, solo que no tenía muy en claro el que, la competencia había dado inicio, o al menos, estaba por dar inicio, casi más llego tarde lo cual solía ocurrirme más seguido de lo que podría llegar a contar.

- Espero que todo salga bien, Cye, ojala vuelvan de algún modo - Le comente con algo de miedo y fascinación a partes iguales –

Me quede a su lado, solo esperando el comienzo del torneo en el que tendrían que dar todo de sí para ganar, rezaba a Merlín, al menos, desde que me entere que se embarcaban en esta locura, suspire sonriendo y esperanzada, mirando admirada toda la magnitud de la congregación, habían tantas personas que apenas si podía moverme sin tocar a alguien y me quede congelada cuando escuche que estaban por dar inicio al torneo. Pronto la vida, la muerte, las agallas, la sangre y el corazón estarían en juego, muy pronto empezarían una carrera por la vida misma.

¡¡¡Adrianoso!!! ¡¡¡Ishaya!!! *abrazo aplastante* lo siento fue lo primero que se me ocurrió, muy bien he venido hoy a estos humildes pagos tan magníficos a apoyar una causa noble, justa y genial... (en terminos, generales, vine a apoyarte ) ejem, ejem, me intereso esto de los juegos y como te anduve buscando... además alguna vez hace mucho tiempo quise ser una Tonks, aunque nunca de los nunca me aparecí solo una vez y no me acuerdo exactamente porque) bueno volviendo a lo importante.... ¡¡¡vine a violarte!!! vine a estar en esta locura, aunque no entiendo mucho de que va todo esto, aun así aquí me tienes Adrianoso al pie del cañón. Y sobre los blinkies... ¿quieren que los vaya a pedir a la firmeria? ahí una especialmente para los equipos de apoyo y todo eso... (estuve investigando antes de unirme a un equipo) bueno creo que esto es todo por ahora... espero no haberme olvidado nada así... de querer los blinkies ¿que quieren que digan? digo por si quieren que todos digan lo mismo... o algo así.... estaba pensando en usar alguna frase de las que puso Adrianoso ¿que les parece? esperen antes que nada, ¿me dejas usar una de tus frasesillas? ¿por favor? *Luna le hace ojillos de gato con bota* muy bien, ahora si ya creo que esta todo.... ¿y lo del torneo? ¿a donde debemos de ir? creo que leí por ahí que paso la primer prueba o algo así... bueno seguire pasandome por aquí ahora si nos vemos luego, besitos y abrazos de osa menor, Lunita Evil ***Travesura Realizada***.

Anteojos oscuros, sonrisa torcida y un tic en la mano izquierda. Así aparecía la odefa, por aquellos lares, el tiempo, los días y los años, habían pasado eso desde la última vez que piso aquel terrorífico lugar, tanto tiempo que se sentía muy renovada y con una nueva energía, después de vivir tantas semanas y meses en la clandestinidad, huyendo de todas sus responsabilidades y escondiéndose volvía emerger con un nuevo día a cuestas.

Solo el cabello rojo oscuro y los ojos verdes, ocultos tras los anteojos eran visibles, era casi por lo único que podían reconocerla, su vestido largo de color blanco y sus zapatos de tacón alto igualmente blancos, continuaban como siempre, era una de las nuevas adquisiciones que había conseguido en Francia de unos de los diseñadores de moda más famosos del lugar.

Como ya he mencionado, me sentía renovada y purificada en más de un sentido, ya no parecía la chiquilla que todos conocían y con una simple floritura, mi insignia de la Orden del Fénix, apareció de nuevo en mi ropa y un nuevo amanecer era el preludio de una larga jornada, en la que me pasaría a patrullar como si nunca me hubiera ido.

Me apoye en la pared, respire rápidamente aunque no lo necesitaba y cerré los ojos solo dos minutos, el horror que había vivido en aquella ciudad, aun seguía latente en mi mente, los gritos, los heridos y todo cuanto tuve que ver, se repetía una y mil veces, como una película de terror que no pudiera dejar de pasar una y otra vez.

¿Qué más podría haber hecho? Los ayude llevándolos al centro más cercano, les di una poción curativa y por si fuera poco me quede hasta el final, inclusive cuando el medimago, me dijo que ya no había nada que pudiera hacerse.

Negué con la cabeza y camine lo más rápido que pude hacia el lugar establecido, Abbadon se erguía ante mi vista en todo su esplendor y no podía dejarla esperando por tanto tiempo, al fin y al cabo, ya había rehuido demasiado de mis responsabilidades, como para seguir rehuyendo por mucho más tiempo.

El frio del lugar no me molesto, ser vampiro tenía esas ventajas, cualquier microclima me parecía cálido y hermoso, encontrar la ubicación no me costó demasiado, susurre la palabra que activaba el trasladador, recién cuando sentí el gancho característico que me dio vuelta todo, me di cuenta donde estaba y que iba a hacer a continuación.

Gruñí por lo bajo, el baile de las Veelas ¿era necesario? Suspire mirando mi reloj negro y conté los minutos, después de lo que parecieron milenios, encontré el pase del bosque frondoso a la verdadera torre.

Dragones, ¿Cómo pude olvidarme de los dragones? Ahí en el aire tan libres como podían serlo, sonreí mirando su magistral vuelo y sonreí nostálgica, cuando vi a las esfinges y las quimeras, si definitiva mente no había duda de que ya estaba de nuevo al riel.

Mi voz cantarina y enérgica se escucho suave y melodiosa, cuando dije el resultado del acertijo correctamente, suspire y el vaho del lugar, lleno todos mis pulmones y me hizo fruncir el entrecejo algo molesta.

¡¡¡¡Que olor tan desagradable!!! Y bueno ¿Qué esperaba? ¿Una playa? Me carcajee sola y negué con la cabeza, se notaba que habían pasado hacía poco por aquí a dar una limpieza, pero aun así quedaba el olor a humedad, encierro y a suciedad en el lugar, que aumentaba con la claustrofobia, lo único que me preocupaba era la claustrofobia, misma que no sentía desde hacía mucho tiempo atrás.

Frunciendo el entrecejo, camine decidida por el lugar, pase por todas las celdas del primer piso y susurre encantamientos y hechizos, solo para cerciorarme de que estuvieran bien cerradas, moví mi varita mágica y con un simple “Fregotego” deje limpia una celda, no sabía decir quien estaba ahí y poco me importaba en realidad, no esperaba ni un gracias, solo hacía mi trabajo, sin pensar en que eran maleantes, que habían aterrorizado al mundo momentos o años antes de que les llegara su verdadero castigo.

Todo muy silencioso, eso era extraño y raro, me puse a alerta por si las dudas y camine rápido susurrando fregotegos a diestra y siniestra, ¿Por qué nadie limpiaba el lugar? Suspire y continúe con la tarea de limpiar el sitio, lo más que me lo permitieron las barreras protectoras, la mayoría me miraba burlonamente, pero yo continuaba ignorándolos, concentrándome solo en hacer el sitio un poco más agradable,aunque,la detective pensaba que no se lo merecieran en lo absoluto,podría haber cambiado en muchas cosas, pero en lo único que no había cambiado, era en intentar hacer el bien y porque no,en dejarles un poco más limpio su especie de casa.-

No esperaba encontrarlo de nuevo por las oficinas. Estuve a punto de golpearme la frente con la mano, pero recordé justo a tiempo, cuanto odiaba él que hiciera aquello. Claro que tenía la información que me había pedido justo a tiempo y la misma consistía, en que no había nada a que notificarle, salvo uno o dos casos para nada gratos, suspire frustrada y contuve mis ganas de bufar molesta, ese solía ser un tic nervioso que de una u otra manera siempre había tenido.

- Señor Black ¿vio el soleado día que tenemos hoy? Por cierto, lamento informarle que no ha habido en los días sucesivos ninguna denuncia, solo unas cuantas ventanas rotas, algún que otro lio con un animal y un destrozó de una casona, claro que nadie sabe porque es aunque digan que es el viento, creo que solo se trata de una jugarreta de unos chiquillos, señor – Le dije leyéndole, la poca información que había recaudado y lo poco que tenía en mi haber -

Todo cuanto sabía era simplemente recopilación de los departamentos, cosas escuchadas por una taberna y habladurías de empleados, en las oficinas en donde me había mandado a buscar información, me pregunte si notaría aquello y rece internamente, para que no notara lo nerviosa que me había puesto, me abstuve de suspirar y lo mire expectante, había logrado recopilar muy poca información, pero mi dicho favorito era aquel que decía: “mejor es tener pocos datos y construir un puente, a tener pocos y construir un conventillo” recordaba haberlo leído en algún libro antiguo, de esos que me daban para leer antes de irme a dormir y desee que se sintiera satisfecha con mi información, que había logrado recopilar en muy poco tiempo.

Solo tenía los datos de una casona muy vieja y en desuso, en donde les había llegado una denuncia de hacía bastante tiempo atrás, no quise decirle que todo estaba demasiado tranquilo últimamente y que no había muchas cosas denunciadas, excepto algún robo de última hora y de esos había muy poco con toda la seguridad que había por doquier.

No necesitaba mirarlo, para saber que me mandaría a volar en cualquier momento, o mejor dicho y como me gustaba decir a mí “al sauce boxeador de ida y sin vuelta” me abstuve de suspirar, hablar, respirar o si quiera contradecirle cualquier cosa que me dijera, supuse que esa información que le había proporcionado era suficiente, aunque con mi jefe nunca se sabía cuando podía llegar a enojarse y conmigo…. Creo que llevaba más enojos que otra cosa, era por mi ineptitud, aunque hacía lo que podía y me decía que tendría que poder hacer más o por lo menos, golpear mucho más puertas, si definitivamente tenía pocas cosas que decirle… pero no era mi culpa, si no era que había pocas denuncias y no querían casi recibirme por no decir que por poco me echan del lugar.

No me costó nada darme cuenta que me estaba haciendo pasar vergüenza. Bueno en teoría era mi culpa por no saber que decirle, si sabía que no era mi culpa, o quizás sí por no querer preguntar más, pero solo tenía esas pocas denuncias y ¿le bastarían? Me había costado lo suyo investigarlo, es más solo lo habría podido ver luego de que le pidiera algo que constara que había ido ¿nos ocultaban información? Quizás había sido poco clara y muy dada a volar con los pájaros de colores, algo que me sucedía frecuentemente y por no decir siempre.

- Creo que eso es todo, a menos que tenga que hacer otra cosa o quiera que vuelva a buscar, señor, el punto es que note que no tenían la información que necesitaba, pero en realidad lo que sucedía, era que ocultaban información… o al menos, esa fue la impresión que me dio – Dije en un susurro, con la leve esperanza de que solo lo escuchar Angus -

Quise golpearme la frente, dar vueltas alrededor de la silla o tomarme una taza de café caliente, era adicta a las tazas de café bien cargado y me dije que solo tomando aquello podía calmarme, lo observe esperando haberlo asombrado, aunque pocas cosas lo asombraban y me dije que debí de haberle dicho eso primero, pero era algo un poco secreto y tenia más impresiones que darle, aunque me contuve a tiempo y me dije que mejor era darle cierta información en privado.

La señora había sido amable, pero aquella extraña mujer, corriendo de un lado para otro y su sonrisa se había convertido en una mueca para después pasar a indiferencia en un minuto, lo único que me informo fue que “hay cosas que no puede decirse” ¿Qué cosas eran esas? Evite darle mi opinión y decirle de la pequeña disputa que había tenido en aquel momento, no vaya a ser cosa que se enojara más de lo que ya lo había hecho enojar.

¿Qué no había investigado luego de eso? Claro que sí y por supuesto que me había quedado para investigar o quizás esperando que venga alguien más amable, pero vi para varias personas y nadie me supo decir muy bien nada, entonces me canse de esperar, de mi enojo anterior y de toda mi frustración e hice lo más est****o de mi vida ¡¡¡¡Me vine aquí casi sin nada!!! Algo había logrado sonsacarle, pero me faltaba tacto o quizás mi dulzura fue mal interpretada (cosa que me sucedía a diario) tal vez la asuste con mi formalismo y mi voz cantarina, pero sea por lo que fuere, en ese lugar algo me ocultaban o por lo menos, la persona indicada no me había atendido y no la vi en aquella confusa y extraña ocasión en que visite ambos lugares.

¿que paso con mi duelo? bueno había acordado con Boss en abrirlo yo... así que lo abrí pero nunca jamás tuve una respuesta, después sucedió todo lo del foro que se caia a cada rato y mis examenes finales (que no di muy bien) sumado a todo eso no pude venir y nunca más me entere que sucedio... por cierto con Boss habíamos acordado que lo abría yo.. y de hecho ya lo he abierto, creo que esta en la ultima pagina o por ahí, es uno de empezando la función.... así se llama y como nunca obtuve respuesta pues lo deje medio abandonado y siempre iba a ver si obtenía alguna respuesta y nada... se que me matara en 1 no esperen en dos minutos... pero mi querer duelear (o bueno intentarlo por lo menos) así aprendo mucho más... (igual estoy también en la academia me he pedido una tutoria de duelo... a la par que voy con esto ¿que tal? no se porque digo esto acá pero da lo mismo) bueno esperare que responda alguien. y gracías Felicity por seguirme la pista, vez porque te quiero tanto ¡¡¡sos genial!!!. nos veremos luego para mi contestacion... .

Una sonrisa cruzo la comisura de mis labios cuando escuche la voz de mi compañera de aventuras. Fruncí el entrecejo y me fije en lo que me tendía, medite en silencio unos minutos que podría hacer y me dije que tendría que interrumpir al fiscal mágico, o a Evarela ¡¡¡eso era lo que tenía que hacer!!! Bueno en teoría, tendría que buscar a mi jefe, pero como no lo había visto hacía bastante tiempo atrás y lo más cercano que tenía en aquel momento era bueno a esa amable bruja al menos, era más amable que mi jefe y no se molestaría si le pedía ayuda ¿o sí? medite en silencio unos minutos más y me decidí ¿Qué perdía con intentarlo? Observe a mi amiga, Felicity, dándome cuenta que no le había dado ninguna respuesta, absorta como estaba en poder encontrar una solución rápida al asunto.

- Si de verdad es de tanta urgencia…. Podríamos probar con Evarela, ella trabaja aquí casi codo a codo con mi jefe, pero hace bastante que no lo veo desde que me envió a buscar la lista, esa que le traje pero como nunca más lo vi, bueno capaz que esta por acá y en mi despiste lo he perdido de vista, creo que soy la única empleada que no localiza a su jefe o que en su despiste lo pierde ¿puedes creerlo? Ya no te demoro más, tú me dices que es urgente ¿y qué hago? Si darte de charla en vez de llevarte a buscar una ayuda, no se si ella podrá hacer algo creo que no puede hacer nada pero… ¿Qué perdemos con intentarlo? Y bueno entonces ¿Qué dices? ¿vamos a molestarla? ¿o prefieres esperar a “mi querido jefe”? – ironice sonriéndole cómplice y feliz, verdaderamente me agradaba haberla encontrado y lamentaba no poder firmar yo esa solicitud, pero claro eso tendría que hacerlo mi jefe y hacía mucho que no lo localizaba, o quizás podría ser mi despiste de todo cuanto me rodeaba –

Me detuve un momento a pensar un poco más ¿podría ella solucionarlo? Bueno, la había visto pasar hace un momento y quizás ella supiera en donde estaba mi jefe ¡¡¡claro que podría saberlo!!! O bueno ,tenía la esperanza de alguna manera solucionar lo de las listas, le sonreí cálidamente a Felicity, esperando que me respondiera para así decidir que hacer y le agradecía internamente, que lograra sacarme de la monotonía, en la que se había convertido mi vida, suspire frustrada y negué con la cabeza, sonriendo al instante, ¿Qué diría mi jefe si me viera negando como una loca? si probablemente, su típico para nada agradable “no estes negando, a cada rato con la cabeza ¿Qué tienes un problema? Y estate quieta por cierto ¿tienes las listas?” bufe algo molesta ¿Qué le podía llegar a molestar? Bueno si, que eso no se veía, para nada bien pero… ¿Por qué estaba pensando en todo esto? Tenía que solucionar un problema, no pensar en tonterías justo ahora.

- Sabes que de todo corazón lo haría yo, pero me parece que no me corresponde, puesto que necesitas al fiscal mágico y este es mi jefe, pero lamentablemente no se en donde diantres esta, le traje las listas que me pidió y nunca pude dárselas, las mismas están acá vez y nunca más lo ví, quizás es porque anda de aquí para allá, pero aun así… ¿para qué me manda a buscar algo si después ya no lo voy a ver? No se sencillamente, no lo sé bueno me dejo de molestar y vayamos en busca de la señorita Black y esperemos, recemos y todo lo que termine en “emos” que nos pueda ayudar ella, no lo creo pero con intentarlo, no perdemos nada ¿o sí? Bueno a menos, que quiera hacer otra cosa… lamento no poder firmarlo, o por lo menos serte de más ayuda – la dije tristemente, de verdad quería ayudarla pero no se me ocurría nada, como no fuera ir en busca de Evarela o intentar localizar a mi querido jefe, Angus y pensándolo bien ¿seguía siendo mi jefe? ¿O no? -

De seguro era la única empleada, que no sabía dónde estaba su jefe y eso no hablaba precisamente muy bien de mí, digo solía pasarme siempre, había conseguido las listas (o bueno, en realidad, no había ninguna denuncia, pero el punto era que no era tan mala empleada) o al menos, no me consideraba medianamente mala, solo normal, con mis aciertos y mis desaciertos, más de estos últimos que de los primeros, pero hacía tanto que estaba ahí, desde que se estreno el lugar que estaba en aquel lindo puesto y me sentía feliz, de seguir siendo la empleada del Fiscal, sabía que no tenía tanto rango como los demás pero… ¿Qué me importaba eso si podía llegar a fin de mes con un buen sueldo? Nada en lo absoluto y eso de los rangos, nunca me había parecido importante, uno no era mejor, o peor persona por andar en un rango ¿o no? me asombre de lo filosófica que andaba últimamente, si debería de dejar de leer tanto y empezar a trabajar mucho más.

- Mira eso ¡¡¡estamos de suerte!!! Acaba de llegar Evarela, lo siento no debí de haber gritado, el punto es que ahí esta ¿quieres preguntarle a ella? O mi dios, no sabes lo feliz que estoy de verte por aquí, esto esta medio muerto últimamente y sin mi jefe…. Bueno, no sé qué hacer excepto ¿a quién le doy estas listas?

Bueno es que podría dárselas a ella, pero no creo que le corresponda recibirlas ¿o sí? Digo no es mi jefa y no creo que este bien, que no le entregue a mi jefe las listas, pero este no está y no sé en donde diablos se metió y ni que la hubiéramos llamado ¿no te parece? Es nuestro día de suerte, Feli – Negué con la cabeza y la agarre del brazo saltando feliz, sabía que me matarían, o me mandarían a volar, pero no podía creer que justo había llegado quien necesitábamos -

Me pregunte qué pensaría de mí, de seguro que se me había zafado un tornillo, estaba loca o que debería de internarme en San Mugo, pero había que comprender que desde la última vez que había visto a mí jefe, de eso hacía unos cuantos días y estaba medio preocupada, aunque me imaginaba que estaría por llegar pronto, pero por preguntarle a Eva no perdíamos nada ¿o sí?

- Vayamos por aquí ¿vale? Me gustaría probar en preguntarle a ella, quizás sepa en donde localizar a mi jefe, o tal vez sepa algo de él, porque hace poco que volví por acá y no lo he visto, digo hace bastante, que no me pasaba por andar de viaje a no te conté viaje a Italia, aunque no fue una visita muy agradable, puesto que tuve que arreglar un asunto con unos vampiros malvados, bueno si lo bueno es que arregle todo y por eso es que volví aquí, a Oterry y bueno a todo ¿comprendes? – le dije guiñándole un ojo sonriéndole feliz -

Esto de poder hablar en códigos era genial, digo si hablábamos así, nadie se enteraría de que había hecho alusión al bando al que compartíamos y dicho sea de paso ¿Quién podría saberlo? Solo era un comentario trivial, hecho por dos viejas conocidas ¿o no? Y sencillamente esperaba que Evarela pudiera ayudarnos a localizar “al amigable Angus” y demás estaba decir que lo de amigable era con mucho sarcasmo de por medio.

¿Cómo podía ser tan malvada? Podría haber echado por patas de aquí, mil quinientas veces y dicho sea de paso debería de hacerlo pronto pero ¿Por qué lo haría si hacía todo cuanto me pedía? Las listas las había traído y si él no estaba, bueno no era mi culpa ¿o sí? Pensándolo bien ¿Dónde diablos se había metido? No podía parar de preguntármelo y tenía que decírselo, a Eva apenas lo viéramos, quizás ella supiera algo más que yo ignoraba.

- Espero que nos pueda ayudar, si no esperamos a mi jefe y listo bueno ojala ella nos pueda ser de alguna ayuda por lo menos, para localizarlo ¿o no? aunque no sé si pueda firmar ella las listas, con preguntarle no perdemos nada y bueno ¿vamos? – le dije soltando mi lapicera y levantándome de mi asiento, camine a su lado esperando por su respuesta para poder irnos a buscarla y haber si ella podría encontrar una mejor solución, o quizás al Black ¿o no? sea como fuere rece internamente porque ella pueda ayudarnos con la firma que necesitábamos -

Se había escapado alguien más. Lo sabía más por instinto que por otra cosa, no era mi imaginación y no me estaba por es volver, o en su esto debido caso, volviéndome loca ¿o sí? Me pregunte donde estarían mis compañeros de guardia y desee una y otra vez poder encontrarlos, para informarme de lo que había sucedido en aquel lugar. Aunque era bastante evidente que había sido mi culpa, porque a la noche era la hora de mi guardia y ¿Quién estaba custodiándolos? nadie en lo absoluto, me maldije internamente y suspire frustrada ¿Cómo era que podían irse, si estaban todos esos sortilegios que solían poner siempre? Sabía que era hora de investigar que había sucedido en realidad, en aquella cárcel de máxima seguridad, algo fallaba no sé si éramos nosotros por no pasarnos (en parte podría ser por eso) o que había recovecos, que no podíamos ver, quizás habían logrado escapar por algún lado de las celdas, aunque ¿era probable? No podía creérmelo aun del todo.

Hacía apenas unas horas atrás, estaba por custodiar y entablar una charla para nada amistosa con algún preso (por fin, me había decidido a intentarlo) justo en el preciso momento, en que me di cuenta, que ya no estaban los que deberían estar ¿Cómo sucedió? Y lo más importante ¿qué era lo que hacía que pudieran irse? Tenía que investigarlo tarde o temprano.

Alce mi varita mágica por si las dudas, me rompí la cabeza pensando que era lo que había ocasionado aquella fuga en masa de Abbadon y seguía diciéndome que no podía habernos pasado porque vamos ¿Cómo consiguieron irse? Recordé aquel sortilegio que tenía el lugar y me dije que quizás fuera por eso, que pudieron irse pero ¿no podríamos haber hecho algo? Negué con la cabeza y me convencí, de que en esta ocasión, no hubiera podido ni si quiera yo hacer algo.

Estaba en aquel piso, el segundo y me dije que podría seguir investigando otros y viendo las celdas vacías, cada celda vacía era una estocada en mí corazón, me sentía muy furiosa por permitir que algo así sucediera y me pregunte ¿cuántos maleantes más podrán irse? Teníamos que hacer algo y con suma urgencia, aunque lo que podíamos hacer era fortificar el lugar y pasarnos más seguido para impedirles que puedan escaparse.

Desvié mi mirada hacía la ventana, pensativa y molesta conmigo misma ¿Cómo una detective podía fallar así? Siempre me pasaba lo de culparme, de todas las huidas en masa del lugar y me dije que como detective, dejaba mucho que desear, me decía detective ¡Ja! Cuanto me faltaba para poder serlo realmente.

Mordisqueé mi tableta de chocolate, sabía que si hubiera sido humana estaría llorando de la frustración ¿Cómo pude llegar tan tarde? Suponía, que alguna explicación más coherente había ¿Era porque no me pasaba? ¿O no? Meditaba en silencio y tan sola, como siempre, me dije que debería de ir a buscar a mis compañeros, pero sencillamente no tenía ni ganas de moverme, ni de hablar, el shock que tenía encima no me dejaba pensar con mucha claridad, comía mecánicamente el chocolate y me aferraba a él, como si fuera la única salvación posible, que encontraba en ese mismo momento.

¿Cuánto tiempo pasaría hasta una nueva fuga? ¿Cómo podíamos preverla? No había forma de saber cuándo, dónde y cómo sucedían ¿o sí? Alguna idea se me tenía que ocurrir y si tuviéramos algunas cámaras o quizás podríamos hacer guardia en algunas celdas, por lo menos las más importantes y peligrosas ¿o no? Sea como fuere algo se me tenía que ocurrir.

¿Recrearnos las huidas? Bueno, pensándolo bien ¿eso de que nos serviría? ¿Por qué no podía ocurrírseme nada? Sabía que era por el shock, la bronca y las ganas de golpear cosas, que tenía en aquel mísero momento, no solía sentirme triste o desolada, más bien solía ser muy feliz y tranquila pero en aquel momento, sacaban la Evil de adentro mío y deseaba poder hacer algo lo que sea para poder ayudar.

¿Abran dejado alguna huella? ¿Podríamos seguirlos de algún modo? Me anote mentalmente estos puntos para verlos luego con mis compañeros y me dije que tendría que moverme, ir a buscarlos o por lo menos, saber como había sucedido, pero mis pies no me respondían y solo podía mantenerme ahí, tan quieta que parecía una estatua de sal, comiendo el chocolate y frunciendo mi entrecejo, con mis ojos verdes chispeando de enfado y mi puño cerrado ¿Por qué tenía que suceder en mi guardia? Y ¿Por qué justo a mí? Si de seguro, Merlín tenía algo en contra mío porque no podía salirme todo tan mal.

Refunfuñaba cosas como “porque justo me tuvo que pasar eso a mí” o mi clásico “¿podría haber hecho algo?” una y otra vez, escuchaba mi propia voz en aquel pasillo y me decía que parecía una loca hablando sola, pero sencillamente tenía que encontrar una solución al problema ¿o no? ¿No podríamos interceptarlos? ¿Qué sucedía? ese era mi problema, no sabía que sucedía y ¿Cómo ayudaba de esa forma? Tenía que moverme, todos y cada uno de mis sentidos, me decían que tenía que moverme, dar señales de vida y dejar de mordisquear tan nerviosa el chocolate, mis ojos estaban brillosos, más no podía llorar en lo absoluto, apreté el puño y le pegue a la pared, una y otra vez recibió mi golpe de furia, así de esa forma intentaba quitarme la frustración, la ira y las ganas de morirme que tenía o al menos, esperaba conseguir algo de esa manera y sabía que en algún momento todo esto dejaría de suceder y todo volvería a su habitual normalidad.

El aglomeramiento de personas era palpable y latente. Unos días en la playa y ya una, se olvidada de hasta como caminar por el asfalto, pero a es era tiempo y hora de volver a trabajar, como dios mandaba y dicho sea de paso ¿Qué me lo impediría? Al menos, había conseguido los más que muchos papeles que me había pedido hacía muchísimo tiempo atrás mí jefe, no había ninguna denuncia en ningún departamento, por lo menos no “que se haya registrado” recordé la amabilidad de todas las personas y como algunas veces, solían mandarme a volar de algún lado, porque ese era un asunto “altamente secreto” o eso era, lo que me decían para que no investigara nunca más.

¿Con que cara podría ver ahora a mi jefe? Me pregunte que me diría, supuse que nada bueno, o me mandaría a volar de aquí, en un santiamén… pero pensándolo bien ¿Qué culpa tenía yo, que no haya ninguna denuncia registrada? Solo había una, que habían hecho hacía bastante tiempo atrás prescripta ya, por unos robos en una mansión de alta alcurnia, solo que no me quisieron decir que mansión había sido, lo único de lo que tenía dato era que “la misma se clausuro hace siglos atrás, por el momento no tenemos nada más reciente” por eso refunfuñaba mientras caminaba con paso apresurado hacía el ascensor, que me llevaría a mi amada oficina que no había visto en muchísimo tiempo.

Mi vestimenta era la habitual, mi traje violeta claro, mi pantalón violeta claro y mis zapatos de tacón alto igualmente violeta, impecables y relucientes, mis cabellos rojo oscuro, en mi amado rodete del perrito negro, dándole un toque sofisticado y elegante a todo mi conjunto.

No era la primera vez que regresaba con las manos casi vacías, supuse que se enojaría por mi larga ausencia, pero lejos estaba de importarme el enojo de mi jefe, porque cuando una tenía asuntos que atender y los mismos tocaban a tu puerta… lo primera era la seguridad de mi familia, lo siguiente mi querido trabajo en el Ministerio De Magia.

El lugar parecía cada vez más lleno, una se iba unos días y cuando volvía se encontraba con todas personas, caminando de aquí para allá, yendo de un lado para el otro, sonreí alegremente y recordé ponerme sería a tiempo, mi jefe odiaba que sonriera de más y supuse, que no empezaría con muy buen pie, si no acataba su pedido explicito de no vivir sonriente, ya tendría tiempo de mostrar mi buen humor lejos de trabajo ministerial.

Me encamine hacía mi escritorio blanco mate, hay estaba como cada día los papeles que tendría que ver y aquel papel rojo que me habían dado “no se registro ninguna denuncia” bufe molesta de no haber conseguido nada en todos los días que busque una denuncia… ¿Por qué no había ninguna? Me pregunte si los departamentos se habrán puesto de acuerdo o algo por el estilo, negué con la cabeza y me sente en mi amado escritorio mientras comenzaba escribir diligentemente, si quizás a mi jefe no le agrade que escriba pero… eso era algo que solía hacer incluso antes de que él viniera y mientras no me pidiera más nada y si bien me dije que quizás debería de buscarlo… recordé lo enojado que estaba cuando no tenía la información que ahora si portaba en mi haber, estaba frustrada de no haber conseguido nada ¿Cómo podía ser que no haya ninguna denuncia? Aun me parecía raro, no haber conseguido nada pero me dije que quizás era porque ya había “ prescrito” como me había dicho, aquella amable señorita y esa avinagrada señora que me atendió primero.

No me tomo demasiado tiempo, empezar a trabajar de nuevo, era como si nunca me hubiera marchado de ahí, suspire y espere de un momento a otro encontrarme con la escolarización de mi jefe, aunque ya tenía una respuesta preparada para lo que me preguntaría “no tenían ninguna denuncia” o al menos, eso era lo que me habían dicho, no le mencionaría que creía que me ocultaban información y como buena detective, podría haberlo investigado, siendo que no tenía muchas ganas de ir a investigarlo del todo, aquella vez, por el tono poco amable con el que me trataron en dicha organización.

El rasgar de mi pluma, se sumo a todo el ir y venir de lugar, si bien era considerado “una inutilidad” para mi jefe, no me quedaba de otra que la de escribirle esa carta y mandársela en un memo, esperando y rezándole a Merlín para que no me retara demasiado esta vez, aunque no tenía porque retarme me dije, puesto que yo había cumplido con el cometido, solo que no había nada que informarle y volver con las manos vacías no era de mi especial agrado.

Aun así ya estaba hecho ¿o no? y si tenía que volver a irme lo haría, pero primero le diría lo poco que tenía, solo una denuncia sola de una plaga en un lugar y nada más, no había muchas cosas que comentarle y me dije que mejor era empezar a trabajar en los memos que había dejado sin acabar.

El ir y venir de las personas era notorio ¿Cuánto quise que esto volviera a suceder? Suspire alegremente y continúe escribiendo rauda y veloz en los pergaminos, tenía bastantes y si bien era “basura ministerial” alguien tenía que hacer el trabajo sucio ¿o no? me dije que estaba haciendo mi trabajo sumamente bien y mi frustración desapareció un poco, mientras me sumergía en las leyes antiguas de las cazas de las brujas y los hombres lobos.

Aun tenía trabajo por hacer en mi oficina, no era la primera vez que acababa todo rápidamente, por algo era bruja y vampira al mismo tiempo ¿o no? y eso siempre me había dado cierta ventaja sobre los demás, me pregunte cuanto tiempo tardare en que mi jefe me viera y rece porque no me viera todavía, al menos, no hasta lograr acabar mis escritos y poder tomar mi amado café caliente, me dije que estaba medio burguesa, por cuanto ya no tenía tantas ganas de irme de allí, pero me dije que si me mandaba a buscar más información (o la información que nadie había querido darme) tendría que irme a buscarla de nuevo y no me molestaba ir de nuevo en una búsqueda infructuosa de información, y esperaría ver a mí jefe, para comunicarle mis pesquicias, sin olvidarme de ser amable, de dejar de sonreír tanto y ponerme sería quizás lo que más me costaba, era ponerme sería, aunque, por conservar mi empleo lo intentaría con muchísimo más ahincó que antes.

El bosque se alzaba ante mí vista. Mis sentidos estaban todos conectados y alertas, rastreando a mi más que preciada, linda, apetitosa y más que sabrosa presa, como hacía cada día me acuncliche en aquel claro con muchos o bueno para mí gusto, eran demasiados árboles frondosos, un pasto verde precioso y muchas flores rojas, en especial rosas, jazmines y azaleas, que crecían por todas partes, dando paso a la próxima llegada de la tan ansiada y esperada primavera por tantos jóvenes.

Daban saltos y corrían felizmente, sin saber que la muerte estaba próxima, el destino les tenía preparado un final triste y doloroso, aniquilado por una bestia suprema y sin ningún decoro, ¿Cómo me pude convertir en esto? Me tranquilice pensando que eran mejor los animales a las personas ¿o no? al menos, la sangre de ellos hacía que pudiera llevar una existencia, más o menos normal, sin los saltos y contratiempos de mis antepasados.

No me parecía malo dar muerte a los maleantes y de hecho, mi difunto tío Edward, lo había hecho al principio, recordaba esa historia y me horrizaba de tan solo pensar en matar personas buenas o malas, ¿Cómo pudo sobrevivir los años subsiguientes? Lo más asombroso, fue lo de la tía Bella y todo el amor que se tenían y que yo había podido ver entre ambos, solo era mínimamente equiparable, al que mis padres se tenían en aquel entonces cuando todo era perfecto y armonioso.

Rechine los dientes enojada, ¿Cómo llego a mis recuerdos aquel piano? ¿Cuándo dejaría de doler? No podía creer todo lo que me habían arrebatado y todo cuanto me estaba perdiendo, quería morirme, pero no podía ser posible y siempre mantenía la esperanza de volverlos a encontrar en algún lado, o tal vez, pensaba en que volverían caminando para decirme, que todo era una absurda broma de las que el tío Emmet, tanto se jactaba de hacernos siempre a nosotros.

En un abrir y cerrar de ojos y antes de que alguien pudiera decir “hechizo” me lance contra aquellos tigres y empezamos una lucha majestuosa, le rompí el cuello a uno y a otros las patas, o el corazón, no sabía a ciencia cierta en donde clavaba mis colmillos y solo era consciente de la dicha que sentía al beber su sangre, nada aplacaba tanto mi sed, como los tigres o los leones, más si eran blancos que los amarillos, lo cual me había dado el título de “vampiresa fina”, por cuanto según decía mi mamá, estos eran más caros y más difíciles de encontrar en Forks, pero para nada difíciles de conseguirlos en Gran Bretaña o Francia, era común y normal encontrárselos casi todos los días en los extensos y hermosos bosques del lugar.

Me relamí los labios, francamente satisfecha con la cacería de aquel día y el exterminio que había conseguido tener en mi haber, me mire la ropa y sonreí feliz, no había una sola mancha en la misma y estaba inmaculada, intacta e igual que cuando Arturo, mi fiel elfo y mejor amigo, solía dejarla siempre en mi cama, apenas acababa de dejarla reluciente y con destellos medio dorados que algunas veces llegaban a medio marearte y te daban ganas de sentarte en algún lugar.

Mis ojos verdes brillaron con la luz nocturna del lugar, me sentía en mi hábitat natural y la noche representaba un momento mágico y espeluznante, era mi amiga y mi compañera más cercana y querida de todas las que solía tener siempre.

No quería seguir allí, si bien adoraba el sitio, era tiempo de ir a mis obligaciones diarias y ya sabía por dónde empezaría, vislumbre la torre de Abbadon, aquella torre por la que hacía tantos siglos que no me pasaba, ese lugar tan tétrico, frió y mucho más espeluznante y misterioso de seguro, que aquel en el que me encontraba en aquellos instantes y tras ese rápido recuerdo me desaparecí con un crack hacía el punto justo en donde debería de ir.

Me cubrí el rostro con mí velo blanco, para que nadie pudiera reconocerme y me encamine hacia el trasladador, apenas lo toque sentí el tirón característico, nunca me atrevería a deciros que lo empezaba a extrañar bastante y aparecí enfrente de donde estaría el baile de las Veelas.

Me agradaban mucho, pero ciertamente, en aquel momento me aburría el baile, solo para no enojarlas espere pacientemente, a que desaparecieran, una a una y por Merlín, que cada vez parecían ser más y así como vinieron, se fueron evaporando en la estrellada y hermosa noche.

Pero el baile tenía un fin definido y conocido por todos, justo después de desaparecer apareció frente a mis brillantes ojos el portal, el mismo daba paso al bosque, en donde por fin me encontraría con mi verdadero destino.

Un enorme castillo, cubierto con muchos árboles, oculto para el ojo experto y custodiado por dragones, numerosos sortilegios y hechizos potentes, contando a las quimeras, las esfinges y los astutos guardianes blancos, se alzo ante mí vista, sonreí alegremente y observe el vuelo majestuoso y precioso de los dragones, sobrevolando todo el tétrico lugar.

Sonreír ya no estaba en mis planes, mi seriedad era notoria, el lugar era angustiante y daba algunas veces hasta congoja o pena, por no mencionar la claustrofobia que sentía cada vez que me pasaba por el nefasto sitio.

Grandes y potentes Esfinges y Quimeras, una a cada lado de la torre, me interceptaron mí camino, las observe un segundo y tras reflexionar, les susurre la contraseña y estas se abrieron dejándome paso a una nueva guardia y una nueva aventura, que viviría en esos pantanosos lugares.

No era la primera vez que iba a ser la guardia tan tarde, camine presurosa y con todos mis sentidos alerta, por cualquier anormalidad (esperando interiormente que eso no sucediera), empecé por el segundo piso, más por tradición que por intuición, me acomode mi vestido negro haciendo juego con mis sandalias de taco alto, mis pasos resonaron en todo el lugar, escuche algunas palabras malsonantes, muchos insultos y alguna que otra carcajada inesperada, negué con la cabeza y apresure mi marcha, fui a buscarles la comida, la misma consistía en unas lentejas mal cocinadas y un vaso de agua sucio, fruncí mi entrecejo y le reste importancia al asunto, pase revista de todos los reclusos y estos no me dieron más gracias por la comida, que algún gruñido, o alguna risa sarcástica que me congelaba la sangre y hacía que aferrara más fuerte mí varita en mi mano derecha.

La detective se mantuvo seria en todo el rato, algo me decía que irme temprano no estaba en mis planes y de hecho ¿Qué más tenía por hacer? nada en lo absoluto, me maldije internamente por no pasarme más seguido y continúe pese a las ganas de insultar y salir corriendo que tenía me mantuve en la guardia, sin otro fin, que el de alimentarlos y ver si de paso podía sacarles algún dato en algún momento, pero… ¿Dónde estaban? Parecía que algunos habían logrado su cometido y eso me preocupaba, ¿Cuántos maleantes andarán sueltos por ahí? Mire por la ventana, que daba a una de las torres y continúe dándoles la horrenda comida, deseando internamente encontrarme con algún compañero nocturno para no pasar la guardia en soledad.

No me quedaba de otra que la de esperar, pese a que dudaba de que pudieran darme la información que les había pedido y aun así solo me quedaba y podía así conservar un ápice de esperanza y además, me había atendido muy amable la señora Higgs, como para descartar poder sonsacarle algo a alguien, porque esas listas eran lo único que debía de llevarle, e imagínense que no se las llevaba….

De tan solo pensarlo, me daba un escalofrió horrible puesto que sabía, que me mandaría a volar, en menos de lo que se dice hechizo, ganas a mi jefe, no le faltaban, pese a que solía pasarme seguido y con esto, le daría una buena excusa y eso era algo que de ningún modo iba a permitirle.

Me senté a esperar con paciencia y mucho ánimo, tararee para mí una canción haciendo ver que estaba feliz, aunque en el fondo… Estaba hecha un manejo de nervios y dudas por doquier, solo era unas listas de morondanga entonces, siendo así ¿Por qué era tan importante? Entendía que saber, lo de las denuncias era primordial y dicho sea de paso, no podría permitirme fallar esta vez, sin contar lo que me había dicho más que enojado “No vuelvas sin esas listas”.

Fruncí el entrecejo, ese hombre necesitaba una dosis diaria de cariño… aunque claro, no podía esperarme otra cosa, si siempre le llevaba problemas en vez de soluciones y nunca acababa de hacer mis deberes tan bien, por lo menos…. ¡¡¡¡Yo había durado en mi puesto de trabajo!!!! Hacía 4 años que estaba allí y mis jefes se habían ido y vuelto mil quinientas veces…. Así que si era por eso, debería de quedarme más que tranquila, consulte mi reloj y suspiré aliviada, aun quedaban unas horas para que se cumpliera el plazo y estaba decidida a llevarle esa información costase lo que me costase.

Pensé positivamente, que aun me quedaba por recorrer una oficina más, en la que quizás pudiera tener mejor resultados, aunque primero necesitaba saber, si es que tenían algunas de esas listas por acá, para después, aventurarme a ir a cualquier otro lado, no vaya a ser cosa, que se me olvidara algo y acabara haciendo todo mal.

Continúe allí quieta, viendo a las personas pasar de un lado al otro, ese sitio era muy parecido al mío, con la diferencia de aquel escritorio circular… de hecho, todo el lugar, parecía tener esa extraña estructura, que me encantaría con más tiempo y sin una tarea en la mano, algún día poder visitar de nuevo, solo para preguntarle porque es que era así, puesto que sería y estaba segura que era el único sitio, que conocía de esa forma tan rara y nueva.

Apenas capte el ademan que me hizo, le sonreí amigablemente y me encamine rápidamente hacía la dirección que me había mandado, no me costó demasiado llegar hasta una puerta y sin más preámbulos, la toque repetidas veces con mi mano, deseosa de poder decirle muy amablemente, a quien me atendiera, si había habido alguna nueva denuncia, o algún papeleo por ese asunto y ojala tuviera algo que decirle a mí jefe, si bien me tranquilizaba saber que aun me quedaba una más por visitar, me aterraba mucho más el no recibir ninguna respuesta en ningún lado, suspire intentando calmarme y me alise mi traje violeta esperando que me abrieran para así poder llevarle aquellas denuncias, si es que había alguna a mi malhumorado y querido jefe.

No podía creer cuanto tiempo había transcurrido desde la última vez que estuve en aquel tenebroso y lúgubre sitio. Si bien solía ir seguido, a últimamente y a raíz de ocuparme, más de otros asuntos muy personales no me era posible llegar a pasarme, ni aunque sea un minuto por mí amado trabajo secreto.

Una neblina espesa y uniforme, se formaba en el cielo antes azul, las estrellas se escondían a mi paso y parecía que nunca más iba a salir la luna, paradójicamente, aquel pronostico no podía estar más acertado, sobre cómo me sentía en aquellos momentos.

Nunca me había gustado mucho ir a visitar aquel lugar, por el simple hecho de que me daba cierto asco pasearme, por aquellas nefastas cárceles, pero el deber era el deber y uno tenía que ocuparse de él le gustara o no.

No tarde demasiado en llegar hasta aquel objeto contra la pared, no estaba la luz azulina prendida, puesto que era la hora de mi guardia y aun así apenas la toque con la mano, sentí como si un anzuelo me tirara, no fue incomodo y mágicamente, como si lo hubieran previsto de antemano, me encontré en un bosque bastante silvestre y lindo, al menos a mi parecer, era muy bello y lleno de arboles por doquier.

El baile de las Veelas, era lo siguiente, bufe molesta y taconeé impaciente, esperando que acabaran su danza frenética, salude a la Veela que desapareció y en su lugar pude vislumbrar un portal, al fin podría llegar a las cárceles, me dije y lo pase rápidamente, deseosa de poder custodiar de una buena vez a los maleantes.

Suspire aliviada, cuando vislumbre la entrada de Abaddon, los dragones sobrevolaban el lugar, bajaron un segundo a verme, pero se ve que se dieron cuenta de que era una amiga y volvieron a ascender en un vuelo sincronizado y lindo.

Esta vez le tocaba el turno a la esfinge, escuche su acertijo y fruncí mi entrecejo, como siempre hacía cuando me concentraba, susurre la respuesta correcta y hizo un gesto con su mano ¿o era su pata? Va, lo mismo me daba que fuera, se hizo a un lado dejándome llegar por fin a mi objetivo: La dichosa puerta que le impedía salir a cualquiera de mis enemigos declarados.

Me adentre en el nefasto lugar, muchos se estarán de seguro preguntando si lo odiaba tanto entonces… ¿Por qué iba? Una pregunta para la que tenía una respuesta preparada: “Simplemente porque me encantaba trabajar en las cárceles, con el peligro, el odio y las quejas de todos, siempre alerta para que nada me sucediera… eso era lo más guay del lugar” y si quizás sea una locura pero… ¿Qué era la vida sin una poco de locura? Absolutamente nada, me atrevería a afirmar y muy aburrida, en mi propia opinión al menos así era.

No deje más volar a mi imaginación y cubrí mi bello rostro, con el halo de luz blanca, el mismo me cubría absolutamente toda la cara y aun así, podía ver todo lo que tenía a mi alrededor y pese a que no era de mi agrado, no me quedaba de otra, que empezar a ver que los Mortifagos, no se escaparan de sus celdas, me había enterado, por la llegada de uno de mis compañeros, que algunos se habían escapado y eso no me lo podía creer, sabía que era por mi culpa, vale está bien que esa hora no era la de mi guardia pero… ¿no podría haberme ido un rato antes? No podía evitar sentirme culpable, pese a que ninguno de nosotros, teníamos la real culpa, todos teníamos responsabilidades que atender y muchas veces, no nos era posible hacernos un hueco para poder ir allí.

Todo estaba como lo recordaba, no era bello,ni alegre ¿y que esperaba? Era una cárcel,no un centro de juegos o un restaurante, veía muchas cascaras,comida rancia en algún lado (de seguro de los que hacían huelga de hambre) y varias latas alrededor mío,no era un panorama muy agradable,pero acostumbrada a ello como estaba,me alise mi vestido azul cielo y camine presurosamente,dispuesta esta vez,a intentar que la claustrofobia no me agobiara repentinamente.

Pase por varias celdas, no me fije cual era y sinceramente, no parecía haber ni un alma ¿se habrán ido todos? No les puedo explicar, el alivio que tuve cuando vislumbre a unos pocos, ósea que aun teníamos que custodiar y dicho sea de paso, podría intentar concentrarme en vislumbrar alguna anormalidad o por lo menos, algún indicio de intento de huida, puse los ojos en blanco, pese a que nadie me veía ¿intento de huida? Me aguante la risa como pude y poniéndome seria de nuevo, me sentía medio cohibida en aquel tenebroso lugar, estaba claro que no era del agrado de la Odefa y que si hubiera podido irse de allí, lo habría hecho, pero no podía ser tan cobarde así que armándome de valor, como toda una Ex Griffindor que era, me patee de lado a lado el primer piso, esperando alguna anormalidad, o algo mucho mejor que eso, encontrarme con algún compañero nocturno de guardia, ya que sabía de antemano, que solían pasarse muy seguido y lamente haber tardado tanto, en volver a aparecerme, jurándome pasarme más seguido obligue a mis pasos a apresurarse y lancé una plegaria silenciosa a Merlín, para que nada malo sucediera, al menos, no esta noche y muchísimo menos en mi guardia.

Sonreí alegre y suspire aliviada de haber llegado, por fin, al sitio, al que me habían mandado. Mi jefe, se había enojado y no era para menos si cuando noto que no había podido encontrar aquella solicitada información, hice una mueca burlona y en cuanto se abrieron las puertas del es ascensor, me quede extasiada mirando el lugar.

Era una sala semicircular ¿eso existía? Mi sala era recta y por ende, me quede extasiada viéndolo todo, ¿existían salas así? Observe detenidamente las tres puertas, al menos, ahí había una señora, que esperaba me pudiera ayudar con lo que tenía que hacer.

“Señora Higgins” rezaba su placa, o eso era lo que decía allí, suspire y me encamine hacía ella, ensanchando mi sonrisa haber, si al menos, allí tenía mejor suerte que con mi jefe.

El lugar me hacía pensar en una enfermería, un escalofrio me recorrió toda al pensarlo, aunque también le recordaba a uno a un laberinto, porque esa mesa circular, me tenía mucho más intrigada que las paredes.

Intente tranquilizarme y no pensar en mis nervios, mordisqueé disimuladamente, mi chocolate y mis ojos verdes se fijaron en mi vestimenta, mi traje violeta claro, mas mi pantalón del mismo color y mis zapatos de tacón alto violeta, me daban el aspecto, de una ejecutiva importante y sin mencionar, mi prolijo cabello rojo oscuro, en mi típico rodete del perrito negro.

De los nervios que tenía me acabe todo el chocolate, bajo la atenta y para nada amable, mirada de la señora Higgins y antes de que pudiera echarme por andar comiendo delante suyo, le dije a modo de presentación.

_ Siento molestarla, Señora Higgins, Soy Lunita Evil, la empleada del Fiscal Mágico, Angus me solicito la lista de las últimas denuncias que hayan recibido, si puede ser por favor y muy bonito lugar, nunca había visto una distribución más extraña – Le explique rápidamente, el motivo de mi visita sonriéndole, pese a que no parecía andar de muy buen humor –

Sostuve en mi mano, el pergamino y mi lapicera violeta, dispuesta a empezar mi trabajo cuanto antes y esperando las indicaciones, que fuera a darme o quizás, pudiera llevarme una copia de las denuncias para dárselas a mi jefe.

Vale por mí encantada de duelear contigo, wii dueleare con Boss (increíble de verdad) solo que no se me ocurre ningún sitio, como no sea una cueva abandona, una heladería o un gran cine muy viejo, lindo ruinoso y abandonado (además, no sé ni cómo se debe de poner el tema y si puedo o no ponerlo) bueno si te parece alguno de esos lugares que he mencionado, o se te ocurre algún otro, por mi encantada de abrirlo…. Solo confírmame (además como pongo el rango y que debo de poner en asunto) y si se te ocurre algún otro sitio más, por mi encantada de abrirlo. En cuanto me digas todo esto, lo abro y empezamos a duelear ¿vale? Si es que se te ocurre algún lugar propicio…. Porque no se me ocurre ninguno excepto alguno de esos dos. Así que a menos que se te ocurra otro escenario…. Tendría que ser con alguno de esos que he puesto ahí arriba ¿Qué te parece? Gracias por responderme tan rapido y creo que ya no me queda más nada Besitos Lunita Evil.

Hola mi querido Boss!!! Te quiero Boss ¿te lo dije? haber si entendí ¿puedo duelear si es que no entendí mal como legionaria? ¿no? aunque mi rango sea initie (puesto que me dio permiso) así que supongo que lo que seguira sería llenar la ficha ¿o no? bueno no se si era así, o si puedo o no (de cualquier forma, si no era así pues vendre a arreglaro) así que aquí dejare la ficha pidiendo que alguien me tome (aunque se que me matara en dos minutos) ahora que logre entenderlo todo pues.... me paso a dejar la ficha que he visto ahí y listo ¿no?.

Rango con el que dueleará: Legionario

Rango contra el que dueleará: Tempestad

Actividad que dispondrá para el duelo (media o alta): Alta.

¿Algo así? espero haberlo entendido bien, yo sere Fenixiana y mi contrincante (sea quien sea) sera Mortifago ¿no? o eso es lo que me imagino, con los rangos que he pedido ¿se podría? Desde ya, agradesco a Boss, haberme ayudado porque estaba en un lio tremendo ¿y ahora? supongo que esperare a quien quiera duelear conmigo (compadezco a quien quiera hacerlo) porque odio todas estas cosas pero he decidido prestarle atencion a las areas que nunca doy bolilla (la de duelo y esta area en concreto) así que aquí esperare a quien quiera tomarme el duelo, muchos besos y abrazos, Lunita Evil ***Travesura Realizada***.

Nunca participe de este proyecto porque jamás lo entendí (juro por mí vida que nunca lo pude llegar a entender) estoy segura que nunca lo entendí porque o bien no pregunto o bien no busco (si ya saben que soy muy vaga ¿no?) e igualmente intente buscar algo para entenderlo y nada (lo releí varias veces y tampoco). Segun entendí de las veces que lo releí, puedo pedir luchar con otros rangos mas altos al que tengo ¿o no? pero sin dejar mi rango ¿no?. Me gustaría poder participar en este proyecto que nunca logre entender (por más que lo relea muchas veces) y además saben lo desastrosamente desastrosa que soy para los duelos ¿o no? o sí de seguro deben de saberlo (es lo ultimo que hago siempre) por el simple hecho de que prefiero rolear antes que duelear (pero como soy consciente de que eso esta muy mal) vale dejo de dar lata y os digo que me a punto solo que necesito saber que rango tengo y toda esa historieta (que no entendí muy bien) ¿que más? Desde ya, muchas gracias a quien me explique todo esto. Atte, Lunita Evil ***travesura realizada***.

No hay problema Agatha no tengo tanto apuro. Solo que ayer (si ya es ayer) me apalearon de lo lindo e igualmente todos me re ayudaron y me dieron unas cuantas cosas (que me anote solo que no se donde deje el papel ese) y ando lanzando juramentos a diestra y siniestra (al final, lo encontre muy custodiado por un perro de mi tio....) me dije que deberìa de volver a buscarlo y de hecho ¡¡¡tengo muchas y demasiadas lagunas en lo de los duelos!!!! Dicen que mi problema, mas que nada es lo de rolear rapido e igualmente yo se que no solo es eso, porque si bien ando mas o menos bien, me confundo un poco con eso de la invocacion, el rayo y demàs (lo sè y por eso quiero esta tutoria en particular) muy bien, supongo que llego el momento de encargarme de mi mayor falencia, no hay apuro si total ando de vacaciones, si vez que tardo es por mi internet e igualmente yo vivo en la pc asì que sera dificil que tarde en contestar (pero mi inter no anda muy bien por estas zonas tan campestres) de cualquier forma voy a ponerme las pilas de verdad con esto que es a mì entender mi talon de aquiles y quiero aprender mucho màs (asì nos lleve mil quinientos años luz) Solo que ten paciencia conmigo por favor. Gracias nuevamente por aceptarme en la tuto, nos veremos en cuanto me des luz verde para comenzar. besitos, Lunita Evil ***travesura realizada***.

Se que me meresco muchos zapes. Aquel dìa era el cumpleaños de mi mamà y anduve a las corridas, justo cuando lleguè he de a es juro que pense que no se habìa hecho la hora y es cuando me fije en mi celular que sonaba y vi la hora que era ¡¡¡me quise matar!!! me habìa y eso a se los juro por mi mamà prometido escaparme y todo por ir a comprar una simple torta, encargar los sadwiches y traer a mi abuela a mì casa no se me paso por alto y juro por dios que lamente aquel dìa aquello y me cachis que hay algo que no es justo... esto es que durante el año escolar me es imposible venir a las 5 un por ejemplo un viernes y ¿que sucede? ¡¡¡¡hacìan un simulacro a esa hora y me querìa matar!!! porque me era imposible venir y ahora que por suerte las estan haciendo màs tarde.... no vengo (me dan de zapes y me matan de paso ¿si?) Ahora ando en lo de mis tios (aquì entre nos tienen una casa de la pu madre...) pero prometo que les robare la pc para esa hora. Asì que antes de que me reten confirmo mi participacion en el simulacro previsto para el dìa 14 de enero a las 18 horas de Argentina. Ahora sì creo que dicho todo esto me voy, ofreciendoles mis mas sinceras disculpas, Lunita Evil ***travesura realizada***.

pd: Necesito ayuda urgente. ¿donde es que debo de ir?.

No le dije lo alegre y aliviada, que me sentìa con su ayuda y de hecho, podría decirse que su secretaria, por muy vieja que fuera, no era para nada mala dándome unas simples indicaciones y eso si se contaba, que deseaba poder empezar a trabajar inmediatamente. Cuando, por fin a alguien me presto atencion y me señalo hacía el despacho, le agradecí con una simple sonrisa y sin perder un instante mas, puesto que se me había hecho muy tarde dirigí mis pasos presurosos hacía el despacho de Evarela, me maldije por tener que interrumpir una reunión por algo tan tonto como eso, pero…. ¿Qué hacía si después se enojaba conmigo? No podía y mucho menos quería correr ese riesgo de nuevo.

Para suerte mía, no estaba tan lejos y además quería ponerme en actividad cuanto antes, sobre todo para demostrarle, que podía ser competente y necesitaba el trabajo, máxime si quería tener más animales fantásticos en mi haber y unos cuantos libros más.

Mentalmente pensé en los títulos de los libros y negué con la cabeza, sacándome esos alegres pensamientos de mí mente, aun estaba muy nerviosa e interrumpirlo, no me agradaba, aun así necesitaba irlo a ver, porque jamás se me ocurriría volverme a ir sin su consentimiento.

¿Qué hacía ahora? ¿Tocaba la puerta, lo interrumpía y me bancaba el reto? Asentí meditándolo y de hecho, necesitaba su consentimiento y dicho sea de paso ¿Qué podía perder? Me dije que no podría perder absolutamente nada, excepto por uno u otro reto que podría darme.

Me mordí el labio inferior indecisa, me encogí de hombros y sin perder un instante más toque la puerta del despacho de Eva, preguntándome si es que no me mandaría, al sauce de ida y sin vuelta, por lo absurdo de mi visita, pero si se contaba que casi nunca me regañaban…. ¿estaba justificada? ¿No? Además, era por si necesitaba alguna otra indicación, o algo que se hubiera olvidado decirme.

Espere pacientemente que me abriera, sin anunciarme esta vez, no por maleducada, solo porque no deseaba interrumpirlo y me pregunte que me diría, cuando se entere que no fui a buscarle la información que me había solicitado, bueno por una parte algo si sabía y de hecho solo quería hacer todo bien y no irme sin avisarle de nuevo.

Quise hablarle antes de que me abriera y de hecho estuve a punto de decirle algo, pero me di cuenta que eso sería demasiado indiscreto y no quería ser una de esas pesadas empleadas, que lo buscaban por la mínima cosa y aun así ¿acaso no lo era? Reflexionándolo, podría decirse que sí, pero mejor era tener todo lo que debía hacer bien clarito, al menos, antes de que

me mandara alguna macana.

No era la primera vez que iba a pedirle a mi jefe, un visto bueno de algo, de hecho siempre lo hacía de esta manera y estaba segura que podría contar con él, tanto para darme un simple encargo, que de hecho cumplía perfectamente bien, solo que necesitaba que me dijera un simple “Vete de una vez a buscarme esa información” o algo por el estilo, supuse que no tardaría tanto en abrirme y me mentalice que le diría, evite negar con la cabeza, sabedora de que no le agradaría aquello y fije mi mirada en la puerta, esperando que me diera el visto bueno para que pasara.

Me acomode mejor mí amado rodete del perrito negro y me dije mentalmente, que me merecía un gran reto por interrumpirlo, porque de seguro tendría una gran reunión, en su haber y ¿Qué hacía yo? Lo importunaba, pese a que sabía que estaba ocupado, aunque me dije que era muchísimo mejor, molestarlo por una nimiedad como aquella y además, debería de saber a dónde quedaban esas oficinas, si bien ya lo había investigado por mi cuenta, no me vendría nada mal, que me ayudara a orientarme, aunque me dije que mejor sería, ni si quiera mencionárselo y esperar a que me atendiera, aun seguía nerviosa y me dije que no podía ser tan malo ¿no? De hecho era un buen jefe y bien merecido, me tendría otro reto por no cumplir los deberes en su debido tiempo y por ahuyentarme tantos días sin su previo consentimiento.

“Señor, lamento molestarlo, no así no puedo decírselo, dispénseme un minuto, ¿así? No tampoco ¡¡que disparate el mío!! ¿Cómo se me ocurría molestarlo por algo tan absurdo?, muy bien Luna, vas de mal en peor” – Me reproche mentalmente una y otra vez, consciente de que estaría en un problema si no acababa bien mis deberes y deseando poder traerle toda la información al instante –

Wiiii gracias y millones de gracias a Agatha, por aceptarme como su pupila y no lo puedo creer prometo tener mucho más compromiso que antes y pasarme seguido a (que si no se que todo quedara en el limbo y no quiero que eso me vuelva a pasar de nuevo) Gracias y millones de gracias estare atenta para ver cuando lo abren y así. De nuevo gracias y se que tendras una trabajo suicida conmigo (o me acabaras suicidando)Muchas gracias por responder tan rapido y espero aprender de una vez a duelear bien (se duelear pero..... pues me falta mucho por aprender y lo se). Sin otro particular, saludo Atte, Lunita Evil ***travesura realizada****.