Eris Triviani Abadié

La habitual calma que inundaba los Terrenos Avadié Novotny se veía perturbada a causa de la enfurecida voz de la Base, quien vociferaba cuanta lisura venia a su mente, al tiempo que sostenía un maltratado pergamino procedente del Ministerio entre los delgados dedos.

-¡Aves atolondradas!- exclamo la vampiresa fijando su mirada en la pequeña lechuza de aspecto frágil que se posaba perezosamente sobre el alfeizar de su ventana.

La noticia de el inicio de labores dentro del Departamento de Cooperación Mágica Internacional, le había llegado con días de retraso todo gracias a la ineptitud de la pequeña ave, quien había llegado una semana después, malherida de una ala.

-De seguro me echaran, llevan días desde que la Oficina comenzó a funcionar- la entonación fría de su voz había cambiado drásticamente dejando a su paso preocupación pura en cada nota que salía de sus labios, la Mortífaga se movía de un lado a otro por la habitación, convirtiéndose en una imagen borrosa a causa de la velocidad de sus movimientos.

Bastaron unos cuentos minutos para que la Base estuviera lista para su primer día de trabajo atrasado (Xd), un ligero y elegante vestido de satén negro se ajustaba al contorno de su figura enmarcando sus delicadas curvas, el largo cabello lo lleva suelto cayendo en cascada sobre los delgados hombros, y una leve capa de maquillaje cubría su rostro ocultando los rasgos típicos de su especie, una sonrisa de satisfacción apareció sobre los carnosos labios de la joven al contemplar su reflejo.

Un leve movimiento de varita fue suficiente para que la delgada silueta de la chica desapareciera hacia el Ministerio dejando un rastro de polvos plateados en su lugar.

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Los pasillos del Ministerio se encontraban abarrotados, gente iba y venía, todos abstraídos en sus propios pensamientos, <<¡Genial son robots!>> la sarcástica frase que se había formulado en su mente le había sacado una pequeña sonrisa al tiempo que avanzaba por los pasillos buscando un indicio de donde sería su lugar de trabajo, al vislumbrar una puerta con la leyenda “CONFEDERACIÓN INTERNACIONAL DE MAGOS, SEDE BRITÁNICA”

-Creo que es aquí- musito por lo bajo al tiempo que entraba a la habitación y una expresión de incertidumbre se plasmaba en su pálido rostro.

-¿Y que se supone que haga ahora?, debería decir algo como ¿¿“Eris Triviani reportándose”??-

<<No llevas aquí ni dos minutos y ya estás hablando sola contrólate>> la vocecita irritante en su mente la reprendía al tiempo que la vampiresa dejaba de deambular por la habitación y tomaba asiento en una silla bastante peculiar, esperando que si “Jefe” llegara.