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Magic Waterflower

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Mensajes publicados por Magic Waterflower

  1. -Quizá tu necesitas viajar más.- Repliqué, mirando hacia otro lado. Era una especie de invitación tácita, sabía que no iba a ser aceptada, pero quería que Gyv entendiera que si alguna vez quería escapar a Eslovaquia no dudaría en saltar al tren con ella.

     

    Ante la oferta de ir a escuchar sus planes, Nyaa mostró mucho más interés de lo que usualmente enseñaba. Mucha más curiosidad que frío 'puede que tus palabras me interesante, simple humano.' Sonreí ante su momentáneo desliz, a lo que él rodó los ojos.

     

    -No es como si tu compañía ofreciese un gran estímulo intelectual para mí.- Dijo, cubriendo cada palabra con desprecio y entornando sus ojos amarillos.

     

    Era el tipo de comentario que generalmente provocarían que me defendiera y estuve a punto de soltarle uno que otro insulto, pero decidí que el tiempo que tenía con mi prima no merecía ser desperdiciado de aquella manera así que cerré la boca y respiré profundo. Compuse un gesto que era mitad culpabilidad, un cuarto disculpa y un cuarto esa expresión que dice 'recuerda que me quieres'.

    -Venga, que no eres muy buen ejemplo entonces.-Repuse. Yo tampoco era muy buena en el arte de dejar atrás tus malos hábitos.-Pero haré lo posible por venir más seguido, resulta que extraño este lugar.-Dije con un hilo de voz.

     

    Me eché a reír ante las teorías de conspiración de mi prima y la abracé una vez más, tornando su extraño agarre protector en algo mucho más cómodo.

     

    -Campanas y trompetas, te he extrañado tanto.-Solté en la forma de un suspiro. Un comentario simple y corto, pero que contenía una gran verdad.

     

    -Ni tu, ni Nyaa podrán evitar que bese violinistas austriacos en galerías de arte después de la hora de cierre.-Repliqué aludiendo a cierta ocasión especialmente interesante de mi viaje, una sonrisa pícara en mis labios.

     

    No había sido algo planeado pero el sujeto había sido encantador. Sucedió que una noche habíamos ido a contemplar una exposición de objetos mágicos de los años 1600 a 1700, el violinista junto a otros músicos proveía música de fondo y sucedió que tropecé con él por accidente mientras observaba un conjunto de joyería maldito para atraer plagas al portador. Estoy bastante segura de que esta la fecha Nyaa no me ha perdonado.

     

    La manera en que Gyvraine hablaba de torturar personas, con alegría y con sus ojos azules resplandecientes por la emoción, resultaba francamente aterradora. Aquel pensamiento me tomó por sorpresa, era cosa de todos los días en La Marca y aunque antes la idea no me agradaba demasiado, ahora sentía un rechazo visceral hacia ella. Con razón era una decepción para Nyaa.

     

    Pero supongo que ya no les pertenezco. Pensé para mis adentros.

     

    -¡Por supuesto que no!-Exclamé sorprendida. Cualquier persona que llegara a ser digna del afecto de Gyvraine era muy afortunada y se lo hice saber. -Ya verás, un buen día te verás atrapada en las garras del amor, andarás por ahí derramando miel y lo peor es que no te vas a dar cuenta.- Le dije con tono acusador.

     

    La última pregunta de la Malfoy me hizo guardar silencio y convirtió la atmósfera alegre en algo mucho más pesado. Me pasé una mano por el cabello, sucio y despeinado, aún lo llevaba largo pero el aburrimiento me había llevado a cambiar el rubio por una serie de colores estrambóticos, actualmente era púrpura.

     

    -Asumes que tengo un plan de acción.-Dije al final. Todo el viaje había sido una serie de impulsos e ideas extrañas, buenas y malas, combinadas. -No sé. Quizá cuando se acabe el invierno.-Me encogí de hombros. Era una buena temporada que pasar en Ottery, oculta del frío y la dureza de la estación y disfrutando de la belleza de la misma.

     

    -Aunque pensándolo bien...no tengo donde quedarme, los Trivianni probablemente le dieron mi habitación a alguien más y...

     

    Continué balbuceando por un rato, más para mí misma que para mi prima, sopesando los pros y los contras de quedarme un tiempo en Ottery, sin estar muy segura de qué hacer.

     

     

     

     

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  2. -Buscando...-Suspiré y una sonrisa melancólica se dibujó en mis labios. Crecer y cambiar, asuntos muy raros y complicados. Añoraba los tiempos en que las preocupaciones no formaban parte de nuestras vidas. -¿Y encontraste?-Pregunté, sin poder evitarlo. La curiosidad seguía siendo una de mis cualidades más prominentes.

     

    Me eché a reí ante la frustración de Gyvraine. Mi tiempo en el Ministerio había sido tedioso y cansino, al menos ella tenía algo con qué entretenerse, aunque le agitaran los nervios. Además, en sus palabras y su mirada se dejaba ver una pizca de malicia, como si tramase algo.

     

    Nyaa, detrás de mí, tenía las orejas paradas y sentía su mirada amarilla viajar entre nosotras; al demonio siempre le había gustado estar al tanto de cualquier plan que estuviese cocinando La Marca. Su voz en mi cabeza, me instaba a preguntar, pero el sentido común me decía que no era buen momento. Lancé una mirada a mí prima y me mordí el labio, sin decir palabra.

     

    Asentí un par de veces ante las palabras de Gyv y volví a sonreír, esta vez con genuina alegría. A veces el viaje se volvía agobiante y terminaba encerrada en la habitación de hotel de nuestra elección, generalmente lugares lo suficientemente decentes como para que tuviesen agua caliente y televisión por cable (una de las buenas ideas e los muggles, he de admitir) pero donde una chica y un gato no atrayesen demasiada atención, durante varios días, contruyendo fuertes con las sábanas y viendo películas, mientras ignoraba la desaprobación constante que enviaba Nyaa. Visitar a una de mis personas favoritas en la tierra sonaba como una alternativa mejor y, quien sabe, quizá la convenciese a ella de construir fuertes. Siempre ha sido mucho mejor entre dos.

     

    -Tienes razón, intentaré visitar más seguido.-Dije al final, jugando con mi cabello e intentando no sonar demasiado culpable. -Aunque no lo hago por ti.- Añadí lanzando una mirada a Nyaa. El gato me dedicó una mirada llena de frialdad.

     

    -No.-Respondió Nyaa, mientras yo me deshacía en carcajadas ante la pregunta de Gyvraine. Un tema que no tenía ni pies ni cabeza.

     

    -Dice Nyaa que no.-Logré decir entre risitas e inhalaciones, intentando recuperar el aliento. -Y, dios mío, Gyv, las cosas que se te pasan por la cabeza. Además entre tú y Nyaa, cualquier posible pretendiente sale espantado.-Añadí encogiéndome de hombros. -Y, bueno, ¿qué hay de ti? ¿algún pretendiente? ¿campanas de bodas en el horizonte? ¿alguien a quién tenemos que ir a torturar?

     

     

     

     

     

     

  3. La preguntá de Gyv, consiguió sacarme otra risita y hacer que Nyaa refunfuñara molesto. -El problema es que si estoy atado a algo: una niña demente, en medio de su crisis de identidad que ha decidido huir de sus problemas y convertirse en una nómada.-Dijo su voz llena de amargura.

     

    Transmití el mensaje entero a mi prima, sintiéndome mal por el pobre gato que había acabado atrapado en medio del torbellino que iba creando con mi vida. Eso hasta que recordé que hablábamos de Nyaa, el demonio no escatimaba al momento de recordarme que era una molestia en su vida y probablemente la criatura más inútil que había conocido en sus sabrádioscuantas centenas de vida.

     

    Mientras hablaba aproveché el momento para mirar a mi prima de arriba a abajo, como no había tenido la oportunidad de hacerlo durante un largo rato. No había cambiado demasiado, supongo que siendo un vampiro eso es de esperarse, pero había algo en ella, algo difícil de señalar, como un cuchillo que había perdido algo de su filo o una imagen con los bordes borrosos. Aún así era obvio que simplemente mirarla no me llevaría a ningún lado.

     

    Me preguntaba como me vería ella a mí, aparte de los como cambios físicos como par de centímetros que había ganado y el cabello rubio sucio y despeinado como nunca lo hubiese tenido de haber seguido viviendo en Ottery, contrastando con el bonito vestido.

     

    Allí mencionó un viaje y la sonrisa que había dibujado en sus labios se veía forzada. La sensación de no conocer al derecho y al revés a quien había sido mi confidente por tantos años empezaba a molestarme por lo que indagué más.

     

    -¿Oh? ¿A dónde fuiste?- Pregunté ladeando la cabeza con curiosidad, al tiempo que enlazaba nuestros brazos y empezábamos a caminar. Nyaa nos seguía un par de pasos atrás.

     

    -Asesora para la coordinación de departamentos- Repetí intentando memorizar el título aunque lo más probable era que lo olvidaría la semana siguiente. -Suena...elegante. Asesora, hmm suena como si vinieran a ti de lugares lejanos en busca de consejo. -Comenté.

     

    -¿Nosotros? Supongo que bien. Ha sido toda una aventura.- Respondí sonriendo al recordar los mejores momentos del viaje. Los momentos que me hacían pensar que quizá todo valió la pena.

     

    Sin embargo la siguiente pregunta logró borrar todo rastro de felicidad de mi rostro, reemplazando la sonrisa con una expresión seria y ligeramente perdida. Me gustaría haber podido darle una respuesta positiva, un 'sí y creo que es hora de volver a casa' pero las cosas raramente son como uno quiera y la vida de una persona es algo muy complejo.

     

    -No, no creo.-Respondí suavemente, mi voz apenas un susurro.-Por supuesto, sería más fácil si supiese qué estoy buscando.

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  4. Paseaba por los jardínes, con una emoción equiparable a un niño en la mañana de Navidad, de no haber estado sosteniendo a Nyaa en mis brazos, hubiese estado saltando por todos lados. Siempre me había gustado la nieve, pero era difícil disfrutarla al máximo cuando se te congelaban los cachetes si pasabas mucho tiempo fuera, el hechizo que mantenía el jardín a una temperatura agradable, me había abierto una nueva posibilidad, vagamente me pregunté si conseguiría que me dijeran como lo había hecho.

     

    -Por supuesto, ve a preguntar. Seguramente, van a estar encantados de responder las preguntas de una completa extraña-Espetó Nyaa rodando los ojos.

     

    Hice un gesto de dolor ante aquellas palabras, pero me recobré rápidamente. -Lo dices como si no hubiese vivido aquí durante años antes de irme.-Murmuré, claramente a la defensiva.

     

    Mientras discutíamos no me percaté de la persona que se acercaba a mí hasta que puso sus manos sobre mis ojos, haciéndome soltar un gritito de sorpresa.

     

    -¿Qué? ¿Quién apagó el sol?-Pregunté, mi tono de voz un par de octavas más agudo de lo usual.

     

    -Es de noche, pedazo de boba-Espetó Nyaa con aquel tono que indicaba su completa decepción ante mi persona.

     

    - Adivina quién es, te doy una pista, es esa cosa con plumas - Dijo entonces una voz familiar.

     

    Mi reacción fue inmediata, una carcajada escapó mis labios mientras daba un giro de ciento ochenta grados a tal velocidad que tuve que poner una mano sobre el hombro de la recién llegada para mantener el equilibrio. Gyvraine me miraba con una de las sonrisas tan raras en ella, pero que nunca había tenido reservas en regalarme, estaba radiante en su túnica de gala, perfectamente arreglada. Sin pensarlo demasiado, me lancé a abrazarla (o más bien, a apretujarla) con fuerza.

     

    Nyaa hizo un sonido de disgusto desde algún punto del suelo, había saltado de mis brazos en el momento en que Gyvraine había aparecido. -Creo que es momento de dejar las cursilerías- Dijo el gato en mi cabeza.

     

    -Pero si todavía no le digo que mi corazón la buscabas en las solitarias noches de invierno mientras veía gota tras gota de lluvia deslizarse por mi ventana cual lágrimas que mi corazón...

     

    -Detente-Me interrumpió Nyaa en tono amenazante, sentí una punzada de dolor en la cabeza y dejé de hablar de inmediato, reemplazando las palabras por una risita.

     

    -Nyaa dice hola-Dijo, volviendo a posar mi mirada avellana en mi prima. Tenía tanto tiempo sin verla y las lágrimas de emoción amenazaban con escapar mis ojos. - Tenía la esperanza de encontrarte por estos lares. Es tan bueno verte, hasta el bicho ese se alegra. -Comenté haciendo un gesto con la cabeza hacia Nyaa.

     

    El demonio nunca lo admitiría pero siempre le había caído bien Gyvraine, mucho mejor que yo. Aunque si a eso vamos, probablemente ocupaba el último lugar en la lista de personas que le agradaban a Nyaa.

     

     

    -Cuéntame, ¿de qué me perdí? ¿cómo están todos? ¿sigues trabajando en el ministerio?

     

     

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  5. Lahti, Finlandia.

     

    Me encontraba sentada sobre la cama de un apartamento muy pequeño en las afueras de la ciudad, se lo había alquilado a una anciana muy amable que, a mi llegada, preparó chocolate caliente y aceptó muy poco dinero por el espacio. Bueno, no era como si el sitio valiese la gran cosa. El apartamento estaba mal cuidado, el papel tapiz estaba despegado en más de un sitio, dejando ver la madera de las paredes, la cual empezaba a podrirse, los tablones del piso crujían al pisarlo y cada vez que caminaba por el lugar, era víctima de la sensación de que pronto les haría una visita inesperada a los inquilinos del piso de abajo, las tuberías estaban oxidadas y no tenía calefacción. Sin embargo, había una cama esperando allí y un sillón sorpresivamente cómodo y una televisión en blanco y negro, la cual resultaba curiosamente entretenida.

     

    Había utilizado un sencillo encantamiento para que el piso se mantuviese calientito mientras no estábamos, pues pasar todo el día enfrentando el frío resultaba cansino. Me había vuelto muy buena en ese tipo de encantamientos durante los últimos años, maneras de hacer nuestras estancias en lugares de mala muerte mucho más agradables. Nyaa no hubiese sido capaz de soportarlo de ser de otra manera. El gato sentado sobre el alfeizar de la ventana, volteó la cabeza dándome a entender que el comentario no le había gustado. Le sonreí.

     

    -He soportado condiciones mucho peores, cosas que tu pequeña mente tendría problemas imaginando.- Me informó.

     

    -Vale, vale. Lo siento, pero ¿sabes? es mucho más fácil acostumbrarse a la buena vida, ¿a qué sí?- Repliqué.

     

    El gato bufó y volvimos a sumirnos en el silencio. Era una de esas cosas a las que me había tenido que acostumbrar durante nuestro viaje. Nyaa no hablaba mucho y esto de cambiar de país cada dos o tres semanas no dejaba mucho tiempo para hacer amigos.

     

    De repente salté de la cama, movida por un impulso, un sentimiento tan súbito y tan poderoso como el que me obligó a irme. El movimiento fue tan repentino que Nyaa volteó para dedicarme su atención.

     

    -No quiero quedarme aquí ahora, Nyaa. No quiero y no puedes obligarme- Dije haciendo pucheros, mientras me movía por la habitación dando las zancadas más largas que mis cortas piernas me permitían.

     

    -¿De qué...?- Empezó el demonio, mas hizo un silencio mientras se ponía al día con la montaña rusa que era mi cabeza. -Oh- Fue todo lo que dijo. -No esperaba que recordaras que es época navideña, tiendes a perder la noción del tiempo-

     

    Era verdad y no tenía forma de refutarlo por lo que me mantuve en silencio mientras habría el armario que contenía mis pocas prendas de vestir. Por tanto, fue fácil localizar lo que buscaba, un vestido largo con bordados dorados que contrastaban con el tono azul oscuro de la tela. Lo había conseguido en mi última visita a París y comprado porque resultaba bonito y de vez en cuando era divertido escurrirme en fiestas elegantes. En un dos por tres lo tenía puesto. No me molesté en recoger mis pertenencias, a parte de mi varita, pues no dudaba que regresaría pronto. Pero esta noche, necesitaba regresar.

     

    Nyaa me mandó su escepticismo, renuencia y confusión a través del lazo que nos unía, sin embargo, al momento de partir saltó a mis brazos, como de costumbre. Era extraña la manera en que nos habíamos convertido en una unidad. Inhalé profundó, preparando psicológicamente y antes de que el molesto pensamiento que resonaba en mi cabeza ("es una mala idea"/ me impidiera hacerlo, desaparecía.

     

    Los Jardínes de Hogwarts.

     

    Trastabillé un poco al aparecer con violencia en el patio, quizá me estaba acostumbrado un poquito demasiado a los métodos muggles de viaje. No había mucha gente y los pocos que estaban, se hallaban absortos en el concierto que tenía lugar un par de metros más adelante.

     

    Las decoraciones que me rodeaban eran majestuosas, los enormes árboles de navidad decorados con guirnaldas de colores y la delicada capa de nieve que convertía todo en una especie de fantasía invernal y, de repente, me sentí muy pequeña.

     

    -Lo eres- Afirmó Nyaa desde su lugar en mis brazos. -No es bueno olvidarlo.-

     

    -Me fascina lo animado que eres en las fiestas, Nyaa- Dije yo, rodando los ojos y con una sonrisa hice aparecer un pequeño gorrito de santa sobre la cabeza de mi guardián. -Listo, ahora te ves mucho más alegre-Dije mientras empezaba a andar por los alrededores del jardín encantada con lo que veían mis ojos.

     

     

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  6. La chica, de nombre Ashley, se presentó. Asentí con la cabeza y le pedí que me acompañara hasta el escritorio donde estaban los demás magos que venían a registrarse. Abrí otro de los cajones y allí, en orden perfecto, se encontraban las plantillas para pasaportes, como la joven Atkins era inglesa sólo tendría que hacer ese trámite.

     

    -Por favor, llene esta ficha.-Le dije entregándose, junto a una pluma.

     

    Un momento después la otra muchacha, una joven de cabellos castaños cortos, me entregó su pergamino con los datos requeridos ya llenos. Le sonreí agradecida por su rapidez, era incómodo tener tanta gente en el Departamento. Leí la ficha para asegurarme de que todo estuviera en orden.

     

    Justo cuando iba a anunciar que todo se hallaba en orden, la otra chica me entregó sus papeles. Estos también eran correctos por lo que decidí anunciárselo a ambas al mismo tiempo, esperé unos instantes por si acaso algún otro ya había terminado, pero como nada sucedió empecé a hablar.

     

    -Muy bien, ambas fichas están en orden.-Sonreí de manera simpática.-Ahora podrán gozar de los beneficios que otorga el registro. Debo decirles que, si desean salir del país ahora o en el futuro, deberían llenar la ficha para sacar su registros de salida... sólo es mera formalidad para mantener el control de las salidas de magos y brujas.

     

    Esperé sus respuestas antes de sacar las siguientes fichas de aquel escritorio que no podía evitar envidiar debido al orden perfecto en que se mantenía.

     

    -Vaya, trabajas.-Comentó la voz de Nyaa en mi cabeza, su tono portaba la burla en el. Seguramente vagaba por algún rincón del Castillo.

  7. Al fin había finalizado la entrevista, con un apretón de manos y una sonrisa encantada me despedí de la amable entrevistadora, tendría que estar atenta al Profeta desde ahora. Salí de mi oficina, contenta por el cambio de aire, había pasado demasiado tiempo sentada y no podía soportarlo más.

     

    A lo lejos escuché el ruido de pasos, al parecer ya había llegado la noticia de los pasaportes a Ottery. Me coloqué detrás de un escritorio vacío para poder atender a quien llegara. La primera fue una mujer, procedente de Rumania que venía a registrarse seguidamente llegó un hombre sudamericano y por último una muchacha castaña.

     

    Me sentía un poco aturdida por el hecho de que llegaron seguidos uno del otro, sin embargo puse mi mejor sonrisa y como trabajadora responsable me dediqué a responder sus preguntas con amabilidad.

     

    -Buenas.-Saludé primeramente a los tres. - Gracias por venir, deben llenar el formulario para extranjeros. Es algo muy sencillo.

     

    Como todos los escritorios para atender personas, este tenía copias del formulario correspondiente al pasaporte. La busqué en uno de los perfectamente ordenados cajones que tanto envidiaba. Saqué dos de los pergaminos y se los entregué.

     

    -Es este.

     

    Ministerio de Magia

    Departamento de Cooperación Mágica Internacional

     

     

    FICHA DE REGISTRO DE MAGOS Y BRUJAS INMIGRANTES

     

     

    NOMBRE: (del personaje)

    FICHA: (link a la ficha del personaje)

    NACIONALIDAD: (nacionalidad del personaje)

    MOTIVO DE INMIGRACIÓN: (¿Por qué inmigró? De esta forma podemos tener más controlados a los extranjeros y saber si se inmigró por problemas con la ley o por asuntos económicos, sociales, políticos o familiares)

    SITUACIÓN ACTUAL EN GRAN BRETAÑA: (del personaje| si trabaja, estudia, etc...)

     

     

    Un poco más lejos vislumbre otra chica que parecía esperar que la atendieran. Me disculpe con ambos jovenes que atendía, para poder acercarme a ella.

     

    -¿Se le ofrece algo?-Le pregunté.

  8. -Por supuesto que puedes poner la propaganda en la entrevista-Acepté gustosa. -Es una buena idea

     

    Abrí uno de los cajones y lo revolví buscando la única copia bonita que tenía de la propaganda, no lo hallé. Abrí el segundo cajón rogando silente el no haberla perdida porque de haberlo hecho me daría un poco de vergüenza allí estaba, dentro de una carpeta rosada. Saqué la copia y se la entregué a la joven Silver.

     

    -Así que...¿Eso fue todo?-Pregunté intentado no sonar apresurada puesto que no lo estaba y dar esa impresión sería de mala educación, algo impropio de mi parte.

  9. Al parecer casi finalizaba la entrevista, no eran tan terrible como había imaginado que sería...el unicornio rosa invisible me había protegido. Agradecí silentemente. Las últimas dos preguntas tampoco eran demasiado complicadas.

     

    -Bueno, la reforma ya esta en marcha, la Sede Británica ya está repartiendo la propaganda.-Probablemente, detrás de las puertas que separaban mi oficina del resto del Departamento ya estarían todos atareados con los preparativos y detalles finales.

     

    -Los pasaportes tendrían que venir a sacarlos a este Departamento-Respondí. Y el alivio me invadió al terminar la entrevista. Esperé por si no tenía alguna otra pregunta

     

     

  10. Soy legal B) xD

    En fin venía a pedir cambios :3 que debí haber hecho hace puff

     

     

     

    [color=#FFFFFF]Edad:[/color] [color=#33CCFF]Joven[/color] 

     

     

    [color=#FFFFFF]Características Físicas:[/color] [color=#33CCFF]Su cabello es rubio dorado, largo hasta la mitad de su espalda, lacio. Tiene expresivos ojos de color avellana. Piel color crema, rostro y facciones redondeadas y aniñadas. Mide 1.65 m, esbelta, pero no en exceso, tiene un cuerpo bien proporcionado. Es normal verla sonreír o con la mirada perdida.  
    Suele usar ropas muggles, especialmente vestidos cortos y faldas. Muy pocas veces usa pantalones. 
    [/color]

     

     

    [color=#FFFFFF]Características Psicológicas[/color][color=#33CCFF]Magic es una joven un tanto infantil y muy curiosa. Divertida, algo inocente, tierna, despistada y distraída, con tendencias a no poder encontrar sus cosas. Se preocupa mucho por familia y amigos. Es amable y simpática con casi todo el mundo. Sin embargo con enemigos es diferente fría, sarcástica y hasta despectiva.
    
    Toda la vida ha sido impulsiva y eso le ha acarreado problemas, pero siempre intenta superarlos con una sonrisa en el rostro. Está algo loca, en el buen sentido. Odia estar sola, de hecho es su peor temor. Es una persona emotiva y, a veces, lo odia.
    
    Tiene una extraña relación amor-odio con su gato deminio guardián, Nyaa** Usualmente se insultan mutuamente y pelean, pero en ocasiones suelen llevarse bien y se preocupan el uno por el otro, aunque Nyaa** no lo admita.
    
    No está segura desde cuando, pero sospecha que desde pequeña, tiene delirios y alucinaciones.[/color]
    

     

    [color=#FFFFFF]Historia[/color]
    
    [color=#33CCFF]
    Nació en Mayo en una poblado de magos nada ostentoso. Su madre era una bruja que se especializaba en el arte de curar, a su padre nunca lo conoció y nunca ha sabido nada de él. 
    
    Desde los 7 años se volvió muy independiente pues su madre rara vez estaba con ella, no pasaban tiempo juntas cosa que a la pequeña le dolía en el alma. Aprendió a cuidarse por si misma, coser, cocinar, limpiar todo lo aprendió a temprana edad y son hábitos que aún no se quita del todo.  Por esto le tiene rencor a su madre, al punto de que no la reconoce como tal.
    
    Era una niña callada y antisocial, no le gusta charlar con otros niños prefería ir a la pradera y leer, dormir o simplemente soñar despierta. En todo los años que vivió en ese lugar, sólo hizo una buena amiga, la única que extrañaría al dejar marcharse.
    
    Se educó en Hogwarts todo el tiempo que vivió con su madre, siendo una buena alumna en casi todas las materias con excepcion de Historia de la Magic y Pociones.
    
    Al cumplir los 13 años encontró en una pradera a Nyaa**, un demonio-gato de brillante pelaje negro, quien se convirtió en su "guardián" por orden de "Los Cinco"** Nyaa** es gruñón, grosero, y sarcástico. Suele regañar y usar apodos despectivos en Magic, debido al carácter más bien dulce y tranquilo de la joven. Aunque muy en el fondo le tiene cariño y se preocupa por ella muy pocas veces lo demuestra. Nunca suele compartir información sobre él con su protegida.
    
    Al convertirse en su guardián Nyaa** y Magic están unidos por una especie de lazo que les permite sentir lo que el otro siente y comunicarse mentalmente. Además de eso Nyaa** puede vagar libremente por los recuerdos y pensamientos de la chica, sin embargo ella no puede hacer esto pues el demonio-gato tiene levantada una especie de barrera mental que la bloquea, sólo puede saber lo que él quiere que sepa, lo cual no es mucho así que Magic tiene un millón de preguntas para el gato las cuales él nunca contesta. Cuando el animal está realmente furioso la ira que pasa a través del vínculo hacia la cabeza de Magic le provoca dolor de cabeza y mareo, razón por la cual la rubia cuida no enfadar demasiado a su "guardián."
    
    A la edad de catorce años, siguiendo el consejo de Nyaa**, decidió tomar sus cosas e irse de la aldea aún teniéndo que dejar atrás a su querida amiga quien lo había entendido y aceptado. Una mañana partió de la aldea sin mirar atrás. De este modo, perdió contacto con su pasado. 
    
    Tras un largo viaje en tren donde aprendió varias cosas llegó a Ottery St. Catchpole, donde fue adoptada por la familia Triviani, quienes la acogieron como una más y por eso está muy agradecida con ellos, por lo que suele decir que es su familia sanguínea. Les tomó un inmenso cariño a sus primas Gyvraine y Eris.
    
    También conoció a los Weasley Granger, su familia adoptiva, los adora desde el fondo de su corazón por ser la panda de locos sin sentido que siempre estarían allí.
    
    Se unió a La Academia de Magia y Hechicería (en ese entonces Academia de Neutrales) al entrar era totalmente neutral, pero con el paso del tiempo se dió cuenta de que compartía muchos de los ideales mortífagos por lo que decidió apoyarlos-cosa que alegró a Nyaa** pues su trabajo de guardián consiste principalmente en atraer a la chica al lado tenebroso, cosa que Magic ignora- Se gradúa y se une a los mortífagos.
    
    Jamás ha tenido una relación amorosa y, aunque quisiera enamorarse, por el momento está bien así. Disfruta de salir con amigos, familia, trabajar con los mortífagos, discutir con Nyaa y es muy feliz así.[/color]
    

     

    Listo estos vendrían siendo los cambios~

    Muchas gracias de antemano cofcofgyvcofcof

  11. Ser entrevistada no era tan terrible, pensé relajándome un poco mientras no me preguntaran nada difícil como datos sobre la reproducción de los peces en gravedad cero, la investigación de la que se encargaba mi hermana por parte de la familia Weasley Granger, todo estaría bien o esas eran mis esperanzas.

     

    Afortunadamente para mí la siguiente pregunta fue sobre los beneficios y no sobre peces, ni abejas. En realidad, esperaba que preguntara eso, sería buena forma de darle publicidad al proyecto. Tomé un mechón de mi rubio cabello y lo enrosqué en mi dedo mientras respondía.

     

    -Primero, la legalización de las salidas del país.-Empecé.-Luego, se harán diferentes actividades, como excursiones y entradas gratuitas a fiestas, de las que sólo podrán ser parte aquellos que tengan un pasaporte.

     

    Lastimosamente no habían incluido los descuentos que tanto quería incluir entre los múltiples beneficios que se podrían obtener con un pasaporte ministerial.

     

     

  12. -Entonces, ¿qué sería exactamente lo que tendríamos que hacer los magos que no somos de Londres?-Preguntó a continuación la entrevistadora.

     

    Era una pregunta sencilla, yo misma había escrito el formulario para obtener los pasaportes, la idea empezaba a verse como algo concreto después de tanto tiempo de planeamiento. Eso era lo que conseguía el trabajo en equipo de este Departamento.

    -Los trámites son muy sencillos, sólo se debe llenar un formulario con los datos requeridos, entregarlo y listo. De este modo los interesados podrán obtener su pasaporte y los beneficios que vienen con él.-Sonreí.

     

     

     

  13. La señorita Silver sacó una pluma vuelapluma hizo un comentario esperando que no me molestara a lo que pronto repliqué que no me incomodaba en lo más mínimo. Esas plumas siempre me habían gustado, algún día me conseguiría una, pero mientras tanto tendría que apegarme a las comunes.

     

    -¿Lo que queremos lograr?-Repetí meditando la pregunta. Después de varios segundos contesté.-Bueno, queremos registrar a los magos extranjeros que residen en el país, lograr que los ciudadanos de nuestra nación puedan viajar seguramente a otros países y fortalecer los lazos de amistad con las demás naciones del mundo.

     

    Me había inspirado con la respuesta pensé y una sonrisita que no pude reprimir del todo se asomó en mis rosados labios.

     

     

  14. -El placer es mío-Repliqué sonriente.- Por supuesto que puede ser hoy.-Respondí a su pregunta.-Sígame, por favor.

     

    La guié hasta mi oficina. La estancia estaba mucho más ordenada que de costumbre, gracias al cielo o m{as bien al hecho de que me hubiera entrado aquella venita hacendosa y hubiera decidido medio ordenar, aún se podían observar algunos pergaminos manchados de tinta y café por aquí y por allá, sin embargo estaba conforme.

     

    Le indiqué un asiento a la reportera un asiento frente a mi escritorio, al tiempo que tomaba asiento frente a ella aún con los nervios dando vueltas en mí. Esperaba que conforme avanzara la entrevista estos se disiparan.

     

    -Muchas gracias por haber venido-Dije arreglando una fotografía posada sobre el escritorio.

  15. Un trozo de pergamino pasó a mi lado a velocidad impresionante, para dar una vuelta y quedarse quieto, flotando, justo enfrente mío. Al tomarlo en mis manos, la fuerza de gravedad volvió a tener efecto sobre él. Lo leí, era una aviso de que me buscaban para la entrevista.

     

    Hice una leve mueca y suspiré antes de apresurarme de regreso a las oficinas centrales. Me encontraba en algún punto del Departamento en el que trabajaba, medio perdida. ¿Quién diría que el Departamento contaba con salas vacías? Al parecer había elegido un mal momento para buscar la mítica sala donde se guardaban los útiles de oficina.

     

    Arribé con la respiración agitada y mi poco confiable sentido de la orientación aún más alterado de lo habitual. Pude ver a Sophie hablando con una desconocida, probablemente mi entrevistadora. La sensación de nervios, me invadió haciendo que me mordiera el labio inferior. Al tiempo que avanzaba hasta ellas rogaba en mi mente a Dios, Superman, los hámster mágicos y demás fuerzas superiores que me permitieran no arruinarlo.

     

    -Hola.Mi nombre Magic Waterflower.-Saludé a ambas sonriendo educadamente.-¿Me buscaban?-Pregunté.

  16. -Muchas gracias-Le sonreí a Javier luego de que me entregara el resumen. Casi salí de la habitación sin percatarme de la otra muchacha que se encontraba allí probablemente una estudiante de La Academia.-Disculpa si interrumpí.-Le dije antes de irme para que pudieran continuar.

     

     

    Leer y caminar. Toda la viva me han dicho que no haga esas dos cosas simultáneamente pues muchas veces solían terminar de las siguientes forma o me estrellaba con una persona o con un objeto inmóvil. Sin embargo, lo hacía cada vez que podía. En esta ocasión iba leyendo el resumen cuidadosamente al tiempo que salía de la oficina de Javier, tan absorvida estaba en mi lectura que di un respingo cuano escuché que me llamaban.

     

    Me detuve bruscamente, no estaba muy lejos del sitio de trabajo del Malfoy. Mis ojos avellanas se movieron entre May quien estaba leyendo sobre mi hombro y finalmente posaron en la joven que había dicho mi nombre, Sophie Wright si no me equivocaba, trabajaba en el Departamento y necesitaba algo que hacer. Repasé mentalmente la lista de cosas que aún faltaban por hacer.

     

    -Bueno, en lo referente al pasaporte...-Empecé sin estar bien segura de como seguir- Podrías, bueno, Gyv quiere-Balbucée.-¿Podrías ir a programar una entrevista con El Profeta.?-Solté resignada.

     

    -Gyvraine quiere darle publicidad al asunto de los pasaportes.-Tras una pausa añadí-La entrevista sería conmigo.-Suspiré resignada. Si Gyv no moría en su situación, me encargaría de darle una buena patada con mi propio pie.

     

    Atrás mío escuché la voz del único hombre del Departamento, mencionando a mi prima. Con una sonrisa a las chicas di media vuelta para poder escucharlo bien. Volví sobre mis pasos escuchando la conversación que mantenía con su aprendiz.

     

    -De hecho, Javier, estamos trabajando en eso-Le dije desde el umbral de la puerta, hablando lo suficientemente alto como para llamar su atención.

     

    -En las actividades para los extranjeros y en los permisos para acceder a las fichas, más que nada. Por lo del pasaporte.-Aclaré encogiéndome de hombros.-Aún cuando está moribunda y encamada Gyvraine anda trabajando...-Y bajé el tono hasta que sólo yo pude escucharme.-Es una adicta.

     

    Off:

     

    Primero, espero no haber hecho un desastre con los tiempos del rol ._. Perdón si así fue

    Segundo, chicos, por favor, lean los posts de sus compañeros, eso siempre es importante no sólo aquí sino siempre que rolean u.u

     

    Saludos *3*

  17. Ministerio de Magia

    Departamento de Cooperación Mágica Internacional

    Plantilla para Pasaporte

     

    Nombre

    Edad:

    Sexo

    País de origen

    Ficha de personaje:

     

     

    Me mordí el labio inferior, pensativa y releí el pergamino por si había omitido algún detalle agregarlo. Cuando me di por satisfecha dejé la pluma azul sobre el escritorio y le estampé el sello oficial del Ministerio al documento. Una pequeña sonrisa so formó en mis labios, al menos ya teníamos esto hecho.

     

    Me levanté del asiento al escuchar ruidos poco habituales fuera de mi oficina. Curiosa, salí a ver que sucedía, no si antes poner la plantilla en una carpeta. Fuera me encontré con la imagen de mis compañeros de trabajo y varios alumnos de la Academia.

     

    -Así que ha llegado este tiempo-Pensé.

     

    Sin más avancé hasta el grupo de estudiantes con la esperanza de poder ayudar a alguno, sin embargo parecía que May tenía todo bajo control, al darme cuenta de esto una pequeña oleada de admiración hacia ella me recorrió.

     

    Como no era necesaria simplemente decidí ir donde Javier, necesitaba el informe. El bendito informe, imaginarme lo que diría resultaba un poco triste. Suspiré antes de tocar suavemente el hombro del Malfoy.

     

    -Disculpa, ¿ya tienes lo que te pedí?-Pregunté suavemente.

  18. Regresaba al trabajo tan apenada como siempre, quizá el nuevo año me quitaría el mal hábito, mordisqueaba mi labio al tiempo que caminaba hasta el elevador. El elevador bajó a una velocidad menos lenta que de costumbre y al entrar en el me encontré preguntándome si habrían escaleras en el Ministerio, nunca las había visto, siempre terminaba subida en aquel elevador.

     

    Y así continué ponderando acerca del Ministerio y sus escaleras, quizá no habían o quizá eran un secreto como las cosas extrañas que se realizaban en el Departamento de Misterios. Todos esos curiosescos pensamientos se arremolinaban en mi mente cuando llegué a mi piso, tan distraída iba que casi me voy de vuelta con el elevador del mal.

     

    Un leve sonrojo tenía mis mejillas cuando tuve que reunir a todos los trabajadores presentes, me sentía más una extraña que su jefa, pero ni modo, pensé. Al hallarnos todos en una misma habitación empecé a hablar, el sonrojo aún presente.

     

    -Primero, ¡Felices Fiestas!-Una sonrisa se dibujó en mis labios y suspiré antes de proseguir. Súbitamente me torné más taciturna.

     

    -Chicos, Gyvraine combate un terrible enemigo, ser el cual no sabemos si está vivo o muerto...es pequeñísimo y es vil...es un virus.-La expresión dramáticamente sombría que había adquirido mi rostro volvió a ser una jovial. ¡Oh, como amaba el drama!

     

    -Bueno, si, ella está resfriada y tiene que permanecer en cama. Pero eso no nos libra del trabajo, mi dijo que les pidiera que hicieran un informe de cómo van las cosas con el proyecto, qué tenemos, qué falta, etc...y también que debemos empezar a hacer la plantilla para obtener el pasaporte... pero creo que yo puedo hacerme cargo de eso-Añadí.

     

    -Y bueno, supongo que es hora de poner manos a la obra.-

  19. Lancé una mirada al cielo y suspiré, el cielo cubierto de nubes grisáceas no mostraba señales de que cambiaría próximamente. Al menos no llueve. Ese pensamiento logró confortarme un poco. Además no importaba el clima puesto que no saldría a divertirme sino que me dirigía al Ministerio de Magia para trabajar.

     

    Recordar mi trabajo me trajo una sensación de vergüenza y, a pesar de que nadie me reprochaba nada, bajé la mirada al suelo. Tenía varios días sin presentarme, cosa bastante irresponsable de mi parte. Cabizbaja hice el resto del recorrido hasta llegar a las puertas del Ministerio

     

    Entré y me apresuré a tomar el elevador que estaba cerrando, la mujer que iba dentro sostuvo la puerta para que pudiera entrar y le agradecí sonriente su amabilidad. Zapateando con impaciencia esperé arribar a mi piso, a veces sentía que el elevador se movía más lente a propósito, precisamente en esas ocasiones en las que me encontraba apurada.

     

    Al fin la voz anunció que nos encontrábamos en el piso correcto, bajé y me dirigí sin escalas a mi oficina. Allí se encontraba May, una sonrisa iluminó mi rostro al verla.

     

    -Buen día, May.-Saludé alegre al tiempo que me quitaba la capa de viaje negra y revelaba el vestido del mismo color que llevaba.-Me alegra verte, hay trabajo que hacer.

     

    En ese momento me percaté que había otra mujer en la habitación en quien, debido a lo distraída que era, no había reparado.

     

    -Disculpa, andaba algo ida-Dije ligeramente apenada.-Mi nombre es Magic Waterflower, Jefa de esta Oficina.-Me presenté como de costumbre mostrándome lo más amable posible.

     

    -¿Tu eres?-Alenté dejando entrever tan sólo una pizca de mi curiosidad.

  20. Acababa de llegar al Departamento, el cual estaba casi vacío. En una especie de milagro me había despertado cuando el sol apenas empezaba a salir e iluminar el día con sus rayos, estuve lista para ir a trabajar mucho antes de lo normal, por lo que salí a las calles de Ottery, no tan abarrotadas como de costumbre y caminé junto a Nyaa hasta el Ministerio de Magia.

     

    Ahora acomodaba las carpetas sobre el recientemente ordenado escritorio, soltando un suspiro de resignación pues sabía perfectamente que no se mantendría así mucho más tiempo, en cuanto continuáramos con el proyecto del registro de extranjeros, volvería a convertirse en un caos.

     

    No antes de advertirle al gato negro que se quedara dentro de mi oficina, salí al pasillo, en el tiempo que tardaran mis compañeras me daría el gusto de tomarme un café. En mi camino hacia la cafetera del Departamento un muchacho encapuchado, preguntando por Gyv, con la mirada hacia la vacía sala de juntas llamó mi atención. De seguro esta medio perdido,pensé para mis adentros. Un segundo pensamiento acudió a mi mente y el recuerdo de una marea de estudiantes vino a mí.

     

    -Oh, parece que aquí vamos de nuevo-Musité tan bajo que sólo yo pude escucharme.

     

    Me acerqué al posible estudiante por detrás y llamé su atención tocando su hombro suavemente, cuando volteó a verme empecé a hablar.

     

    -Hola, Gyvraine aún no ha llegado, pero quizá yo te puedo ayudar-Le ofrecí con una sonrisa amable dibujada en mis labios.- Mi nombre es Magic Waterflower y trabajo en este departamento como Jefa de la Oficina Internacional de Normas de Instrucción Mágica.-Me presenté. Durante la pausa que hice para esperar que él hablara, me pregunté por qué mi oficina tenía un nombre tan largo.

  21. -Supongo que eso nos deja las importaciones-Dije después de escuchar las instrucciones que repartía Gyvrain a sus empleadas.-Me encargaré de las órdenes de compra para la vajilla. Y creo que he de empezar justo ahora

     

    Las palabras nos habían terminado de abandonar mis labios cuando mi mente ya maquinaba toda la información que tendría que escribir en el pergamino. Nunca lo había hecho antes ese tipo de documentos, pero tenía las nociones básicas de como hacerlo.

     

    Excusándome con las demás, pedí a un elfo que me trajera la máquina de escribir mágica. Era exactamente igual a una muggle, pero a esta podías dictarle, era usada para documentos importantes. Metiéndome de lleno en mi trabajo y en todo lo que había que poner en el documento empecé a redactar.

     

     

    Orden de Compras

     

    Fecha de pedido: 13/8/2010

     

    Fecha de entrega: 15/8/2010

     

    Comprador: Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

     

    Vendedor: vollkommen exakt, S.A

     

    Descripción: Juegos de vajilla para cuatro personas. Cada uno consiste en: cuatro platos para entrada, cuatro platos para sopa, cuatro platos para plato fuerte, cuatro platos para postre, cuatro cucharas de postre, cuatro cucharas soperas, cuatro tenedores de carne, cuatro tenedores de ensalada, cuatro tenedores de pescado, cuatro cuchillos de pan, cuatro cuchillos para carnes y cuatro cuchillos para pescado, cuatro copas copas para vino, cuatro copas para champaña y cuatro vasos altos. La vajilla es de porcelana alemana, con el escudo de armas de la Familia Malfoy gravados en oro. Los cubiertos son de plata con una letra "M" de oro gravada en el mango. Las copas y vasos han de ser de cristal.

     

    Cantidad del artíc***: 500

     

    Precio: 992.785 galeones

     

    Magic Waterflower,

    Jefa de la Oficina de Normas de Instrucción Mágica

     

    Releí el documento varias veces antes de declarar que estaba correctamente redactado, tras esto lo firmé no pude evitar hacer una mueca al ver mi caligrafía cursiva de trazos desiguales. Olvidando esto, simplemente le puse el sello del Ministerio de Magic y, con una sonrisa triunfante dibujada en mis labios, lo acomodé en una carpeta y esta en un sobre para enviarlo.

     

    -He terminado, lo enviaré ya mismo.-Mascullé lo suficientemente alto para que me escucharan las demás.

     

    Me levanté del asiento, sientiéndome más liviana quizá debido al hecho de haber terminado una de mis obligaciones. Busqué una lechuza para enviar el documento, el animal era color marrón y precioso. Le acaricié el plumaje de la cabeza luego de atar el sobre a su pata.

     

    -Espero que te vaya bien, pequeña.-Susurré. Le di algo de alimento antes de exclamár-¡Ve! Contamos contigo.

  22. Intentaba imponer al menos un poco de orden en ese desastre de pergaminos, plumas, sellos y otros útiles variados. Necesitaba ser más ordenada al trabajar pues cada vez que sacaba algo no lo volvía a guardar y así hasta que la madera oscura del escritorio quedara sepultada al punto de no verse.

     

    Al menos ya había tirado los borradores de cartas tan antiguas que ya habían sido enviada e, incluso, habíamos recibido respuesta. Había organizado mis carpetas, plumas y algunos de los pergaminos que tenía esparcidos por ahí.

     

    En las horas que pasaron mientras mis empleadas hacían la carta para informar a las familias acerca del registro de magos extranjeros había logrado trasformar mi caótico escritorio en algo más pulcro y ordenado, lastimosamente estaba segura de que no se mantendría así mucho más tiempo.

     

    El ruido de alguien golpeando la puerta llamó mi atención, me levanté de mi silla para ver quien era. Me topé con la imagen de Gyvraine avisando de una Junta Extraordinaria y muy importante para todos quienes trabajaban en el Departamento.

     

    -Bueno, chicas, ya escucharon-Hablé cuando la ojiazul ya se había ido, captando la atención de las otras dos integrantes del Organismo Internacional de Normas de Instrucción Mágica.-Dejen todo allí, luego terminamos. Ahora, vamos.-Sonreí.

     

    Justo antes de salir de la oficina me detuve en seco, lanzando una mirada a mi escritorio donde, metido en mi bolso, se encontraba Nyaa. Con el pensamiento le transmití al gato que no hiciera un desastre y sin más me fui. Ya sabía de que trataba la recién convocada junta, un memorando con aquella información había llegado hacía poco tiempo.

     

    -Buen día-Saludé entrando en la sala de juntas. Me senté en un silla vacía, seguida de May y Magui.

     

    Pasaron un par de minutos en silencio, así que decidí tomar la iniciativa y dar comienzo a la reunión, el tema que íbamos a tratar era importante así que cuanto antes empezáramos mucho mejor. Tras inhalar profundamente empecé a hablar.

     

    -Bien, chicas, como saben o tal vez no el Ministro de Magia se casa. Por supuesto, será una boda por todo la alto, a la cual asistirán personalidades de distintos países, por ello todos los Departamentos del Ministerio tienen que cooperar.

     

    -Nosotras, en el Organismo Internacional de Normas de Instrucción Mágica, nos encargaremos de tres asuntos principales. -Me detuve un segundo para recordar las palabras del memorandum.- Primero, nos pondremos en contacto con Transportes por si los asistentes vienen en su propio transporte, sea cual sea; segundo, importaremos la vajilla que será utilizada para el evento la cual fue mandada a hacer especialmente para la ocasión, además de lo que necesiten los Ministros extranjeros.-Internamente rogué porque no tuviera caprichos demasiado difíciles de conseguir.

     

    - Nuestra otra tarea es coordinar con los Aurores para brindar la protección y seguridad adecuada a los invitados extranjeros.-Finalicé.

     

  23. Entré al recinto justo cuando la reja del elevador se cerraba. ¡Ugh! Maldije mi suerte para mis adentros y suspirando me acerqué a paso lento al elevador y apreté el botón para llamarlo. Me preparé psicológicamente para esperar que el ascensor regresara al piso donde me encontraba. Serían al menos cinco minutos.

     

    Tap, tap, tap. Sonaba mi zapato contra el frío y duro suelo. La preparación psicológica no había servido de nada y treinta segundos se me hicieron treinta minutos. Es lo que suele suceder cuando esperas algo, el tiempo parece correr más lento y como iba atrasada era peor.

     

    Suspiré sin dejar de estrellar rítmicamente mi zapato contra el suelo. Juguetee con la carpeta que llevaba en las manos y luego con un mechón de mi rubio cabello hasta que ¡Ding! el elevador sonó anunciando que al fin había llegado, subí apresurada y apreté el botón para subir.

     

    Al llegar a mi piso, bajé algo apresurada, de seguro sería la última en llegar al departamento cosa que lograba fastidiar mi bonita mañana, tendría que empezar a usar la Red Flú más a menudo, pero estando el día soleado no pude evitar salir y caminar hasta el Ministerio.

     

    Pasé frente a la oficina de mi prima y saludé de manera educada, mas no me detuve aún debía llegar a la mía. Cuando al fin llegué a mi oficina me encontré con dos mujeres, suponía que eran las nuevas empleadas del Departamento. Les dediqué una sonrisa antes de presentarme.

     

    -¡Buen día! Mi nombre es Magic Waterflower. Bienvenidas a bordo, llegan en buen momento, el Departamento está emprendiendo un proyecto grande: registrar a todos los extranjeros residentes en el país y necesitamos toda la ayuda posible-Hice una pausa corta.

     

    -Así que tenemos que ponernos a trabajar, primero que nada hay que avisar sobre el registro a las familias, nosotras nos encargaremos del segundo grupo, o sea las familias cuyos apellidos empiecen con las letras de la N a la Z-Expliqué. -La lista de esas familias la he hecho yo, así que me gustaría que hicieran la carta para informarles.

     

    De la carpeta verde que llevaba en la mano saqué un pergamino con los términos para el registro de extranjeros, estaba escrito con mi desigual caligrafía, pero serviría. Se lo pasé a May, el pergamino rezaba lo siguiente:

     

    Para el registro de Extranjeros en su primera etapa se deben cumplir los siguientes términos:
    • La familia debe estar registrada en el Ministerio de Magia
    • El encargado de la familia o patriarca debe hacer la lista de miembros con nacionalidad diferente a la inglesa
    • Tendrá un plazo de dos semanas para entregarla al Departamento de Cooperación Mágica Internacional

     

    -Cuando terminen, revisaré la carta, luego la firmaré y le pondremos el sello del Ministerio para hacerla oficial. Entonces la repartiremos a las familia, así que ¡Manos a la obra!-Exclamé alegre aunque sintiéndome algo extraña con esto de ser jefa.

  24. El ruido de afuera llamó mi atención, distrayendome de lo que se estaba comentado en la reunión que aún no acababa. Miré hacia la puerta, por donde iba saliendo Gyvraine y capté la imagen de varias personas que iban de un lado para otro. Curiosa, me levanté del asiento dispuesta ver que sucedía.

     

    -Discúlpenme, regreso en un momento-Murmuré a las chicas que aún se encontraban en la Junta antes de salir por la puerta.

     

    Fuera habían muchas más personas de las que se acostumbraba a ver en el Departamento. Paseé la mirada por el lugar y vi a un grupo rodeando a Selene y Gyvraine, haciendoles preguntas sobre el Departamento, al parecer era un especie de tarea para La Academia.

     

    Los estudiantes bombardeaban con preguntas a mis compañeras. Fui hasta el grupo para ver si podía ayudar en algo. Una joven con una serpiente formuló una pregunta.

     

    -De acuerdo, en general ¿de que se encarga el departamento de cooperación magica internacional?

     

    Me tomé unos segundos para pensar en la respuesta, recordando todos los asuntos de los que se encargaba el departamento.

     

    -Bien, este departamento se encarga de las relaciones internacionales con los demás países, permisos de entrada y salida al país, búsqueda de desaparecidos. Además pronto llevaremos el registro de los magos y brujas extrajeros residentes en el país.-Hice una pausa para tomar aire y recordar otra cosa.- También regulamos el comercio con extrajeros y nos encargamos de regular estándares para ciertos productos de tráfico internacional como calderos y alfombras voladoras. -Contesté tratando de ser clara y prescisa, aunque sentía que me había explayado más de lo que debía.

     

     

    - Necesito que me respondas un par de preguntas más- Esta vez mi atención fue llamada por una chica la cual hacía una mueca de culpa.-

     

    -Yo te respondo, linda. Dispara.-Le dije guiñándo uno de mis ojos avellanas.

     

    - ¿Con cuántos funcionarios cuanta este departamento? ¿Cada uno tiene funciones específicas o todos trabajan en general?

     

    -Somos unas...-Conté mentalmente.-once funcionarias en el departamento. Sobre tu segunda pregunta, creo que se podría decir que un poco de ambas, pues hay cosas como la regulación del grosor de los calderos de las que sólo se encargaron las trabajadores de la Oficina de Normas de Instrucción Mágica, pero hay otros proyectos, como el registro de extranjeros, que hacemos todas las oficinas en conjunto. ¿Algo más que quieras saber?-Pregunté con una sonrisa amable.

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