Emma Malfoy

Feli :3

quieres tener una madre sexy para que te viole de vez en cuando??? si lo quieres aquí tienes una excelente opción... YO!!

Así es, si te gusta la propuesta me tienes como opción de madre, hasta Mónica se ha ofrecido para tener relaciones incestuosas contigo

En fin, es eso xD

Saludos

Bueno, técnicamente Emma está muerta, pero como me pareció tan lindo ver como Dana rechazaba a Daph (amote molón rubeo) por quererme a mi, la adopto xDDD

Igual vas a poder usar los vestidos de tu difunta madre y decorar su habitación a tu antojo ¿?

Gaby, deberías ponerte a analizar las posiciones que Misty hace con Crazy, cada vez tienes hijos más raros :3 :3 :3

Moni

Por cierto... Emma siempre será la favorita!!

Saludos familia xD

Bueno, tratemos de poner algo de orden aquí, todos amamos a Gaby pero no spameen el tópic para despedirla, si ella lo viera les aseguro que estarían todos arrodillados recibiendo latigazos!! ajá, así es la cosa en esta familia!!

He vuelto :3 así que me pongo a como postulante de mala madre de aquellos que quieran ser adoptados.

Vi que Moni en la página anterior hizo un resumen de quienes entran y salen, eso ya fue actualizado? para así pedir a algún mode que lo actualice, mantendremos esto arriba y mejor que nunca por nuestra matriarca.

Saludos *-*

- ¿¡Qué demonios sucede aquí!? - con un grito ensordecedor azotó la puerta de su oficina la Directora del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica. Su espasmo fue causado por un verdoso elfo que movía sus brazos en un fallido intendo de baile sobre la mesa del escritorio.

- ¡Señorita Emma! - el sirviente no daba créditos a sus propios ojos, como si estuviera ante la presencia de un fantasma. Y no era para culparlo, la interminable ausencia de la Malfoy dio lugar a varias especulaciones, incluso de muerte.

- ¡Tú! ¡Asquerosa alimaña! ¿Por qué bailas sobre mi escritorio como si te encontraras en algún antro de mala muerte?- con una asombrosa fuerza para sus delgados brazos, empujó al elfo por la pared de un tirón. El otro tibuteó, pero la mortífaga no dejó que respondiera - ¿Sabes qué? ¡No me interesa! ¡Desaparece de mi vista y llama a los empleados! - las vacaciones no habían mejorado el humor de Emma, incluso estaba peor que antes. Dando un largo suspiro, se puso a revisar la montaña de documentos que la esperaban.

OFF:

Menxuuu!! dime como mi**** querías que sepa que eras tú bajo un nick tan raro? xD

Vuelve cuando quieras :3

Bienvenido de nuevo Datura!

ON:

- Ya veo... el incidente en El Profeta si que me ha dejado sorprendida, ya que en ese lugar no existe fortuna, objetos o información lo suficientemente atrayentes como para que alguien se arriesgue - pensaba en voz alta la Directora, al tiempo que se dirigía a su profia oficina.

- ¡Señorita Malfoy! ¡Ama! Espere... espere - gritaba con su voz chillona una pequeña elfa que desde hacía algún tiempo la nigromante no la veía, a decir verdad se había deshecho de ella. Tal fue su espanto al verla que las perfectas curvaturas de su rostro se deformaron.

- ¡Patty! Tú... ¿Qué demonios haces aquí? - trató de guardar la compostura, respirando profundamente hasta llenar los pulmones. Era increíble como una diminuta criatura podía ponerle los pelos de punta.

- Patty es feliz sirviéndole a su ama, la Señorita Emma Malfoy - su expresión infantil era a la vez firme.

- Bien, busca que hacer - suspiró, sentándose tras el escritorio de perfecto mármol negro - Eliah, cualquier información que tengas sobre el caso me lo haces saber -

- Le puedo asegurar... - el silencio entre palabras fue producto de desconocer la identidad de la nueva joven dispuesta frente a Eliah - Señorita - arrugó la nariz, con la tradicional ironía Malfoy - Que mi padre, Crazy Malfoy, Ministro de Magia, se encuentra bajo las más estrictas y rígidas normas de vigilancia que este escuadrón puede ofrecer con sus pocos recuersos y empleados, tanto Bellatrix como yo misma hemos ido a reforzar personalmente incontables hechizos protectores ya que, como supondrá, no dejaría al descubierto mi propio hogar después de semejante suceso -

Emma, quien apareció sin aviso previo y provocando la sorpresa de ambas, se dispuso con toda su personalidad tajante y poco paciente. No se hallaba vestida del mismo modo que hacía algunas horas... la verdad era que ni ella misma recordaba si eran horas o días. Un largo vestido negro, característico victoriano cubría las delicadas curvas de su cuerpo y esta vez, como muy pocas, llevaba la rubia melena recogida, el rostro sin maquillar. La banshee parecía no ser ella, demasiado descuidada para su ya conocido estilo de elegancia.

- Eliah, lamento que te haya hecho esperar, asuntos ajenos a mi voluntad se presentaron y me he visto obligada a asistir a lo que no deseaba - la Directora reconocía el esfuerzo de la mortífaga por su arduo trabajo dentro del Escuadrón. Todo aquello tendría su fruto, la Malfoy reconocía la eficacia de Eliah y pronto eso tendría su recompensa.

- Muy bien... ¿Alguna otra cosa que deba enterarme? - agregó petulante, enarcando severamente una de las cejas y dirigiendo la mirada a las dos brujas.

OFF:

Quiero que todos, repito, todos los que trabajan de seguridad posteen.

Buen trabajo Eliah *-*

Evarela, no te dejaré ir xD

quiero rolear xD já

Uekiii

dije que te iba a dejar galletas cuando modificara esto xD *dejo un plato con galletas*

será que podrías cambiar las cosas del perfil también? xD porque está igual desde el tiempo que era base xD!!

Te traigo todo en Quote para mayor facilidad, que eficiente soy

saludos xD

 

 

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Nombre del Personaje: Emma Malfoy

 

Rango Social: Dragones de Oro

 

Sexo: Femenino

 

Edad: Joven

 

Nacionalidad: Inglesa

 

Padre(s) Sanguíneo: Crazy Malfoy y Mistify Malfoy

 

Familia Sanguínea: Familia Malfoy

 

Patriarca/Matriaca: no

 

Padre(s) Adoptivos: ----

 

Familia Adoptiva: Familia Black

 

Raza: Banshee

 

Trabajo: Directora del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica

 

Bando: Mortífago

 

Rango dentro del Bando: Nigromante

 

Habilidades Mágicas:

Animagia (pantera negra de llamativos ojos grises)

 

Conocimientos Especiales:

Artes Oscuras

Historia de la Magia

Leyes Mágicas

Defensa Contra las Artes Oscuras

Conocimiento en Maldiciones

Encantamientos

 

Objeto Mágico Legendario: ----

 

Objetos Mágicos:

Varita plateada de 30 cm. de largo con centro fibra de corazón de fénix y otros pocos de quimera. Posee un gran medallón que cuelga hasta su pecho, dorado con forma de una luna. Normalmente suele cambiar de forma y textura, algunas veces opta por la de una llama de fuego viva o una perfecta esfera.

Una daga curvada que la guarda encima de la pierna derecha, sobre el muslo, con decenas de piedras preciosas incrustadas en el mango. Al ser arrojada en los aires, con la mirada de la bruja, ésta cae transformada en una vara de metro y medio, color carmesí

 

Licencia de Aparición: Obtenida.

 

Licencia de Vuelo de Escoba: Obtenida.

 

Mascotas: Una lechuza blanca de pico dorado llamada May.

 

Aspecto Físico:

Delgada y esbelta, de 1.75 metros de estatura. Posee unos ojos de profundidad exótica y misteriosa, color zafiro, piel lechosa y pálida, casi translúcida. Su larga cabellera rubia cae en forma de bucles hasta las caderas, algo oscura en comparación a los demás familiares Malfoy. Rostro de facciones finas, pronunciados pómulos y labios carnosos. Un elegante estilo en vestidos clásicos y victorianos es lo que más la caracterizan, marcados por sutiles curvas que son el pesar de incontables magos.

 

Cualidades Psicológicas:

No es una persona muy sentimental o cariñosa. Sufre de constantes y repentinos cambios de humor, aunque la mayoría de las veces es una perfecta estatua tallada en piedra en cuanto a emociones. Fría y calculadora, pero lleva la pasión en la sangre. No cree en las segundas oportunidades y tampoco en la confianza. Debe de pasar varias cosas para que llegue a tomar cariño por alguien.

Muy impulsiva. Analiza todas las situaciones desde distintos ángulos. Pensativa y continuamente entra en discusión consigo misma. Gracias a su impresionante cinismo e hipocresía, en algunas zonas de la ciudad mágica es reconocida por su extraordinario carisma y amabilidad, notable sentido social, altruista y bohemia. Claro que eso no pasa de ser una falsa y bella máscara para ocultar su verdadero propósito marcado en su antebrazo izquierdo.

 

Historia del Personaje:

Su único recuerdo de infancia es un fastuoso incendio de llamas azules verdosas, el dulce aroma a quemado y dos frágiles imágenes de niñas observando con curvadas sonrisas en los labios la desgraciada muerte de sus padres.

 

Criada por Adrien Pachelovick hasta la edad de siete años. Esa centenaria hechicera, fría y despiadada, enseñó todo lo que sabía a Emma, convirtiéndola en poco tiempo en todo lo que es ahora: una hermosa mujer desconcertante, cuyos sentimientos no muestra debido a la más importante de sus lecciones… “Si alguien debe lastimarte, no lo harás tu misma. Sería como matarte”; pues todo aquello no pasaba de ser un absurdo invento del hombre, para auto consolarse por su patética existencia carente de fundamentos y metas.

 

No recuerda cómo llegó hasta esa mujer en Francia, tampoco que pasó con aquella niña de cabellera negra y ondulada. Con el tiempo esa imagen se hizo borrosa, hasta que llegó a ser un mal sueño que negaba su realidad.

 

Llevada a la majestuosa Mansión Malfoy por la anciana sin explicación alguna; se creía que pronto moriría y quería asegurarse de mantener la seguridad del único ser que llegó a amar, la pequeña niña de ojos zafiros. Mistify Malfoy, una hermosa bruja conocida por su elegancia y severo caracter, la recibió en la familia. Algo bastante extraño teniendo en cuenta que no se llevaba con Adrien, años de injustificada rivalidad dificultaban su relación.

 

Con ella toda barrera creada por su tutora fue superada, ya que ambas se reflejaban una a otra. Eran casi iguales. La mortífaga la había tomado como protegida, haciendo que figure en poco tiempo como su hija de sangre y encargándose de desaparecer cualquier rastro de pasado que diga lo contrario. En poco tiempo, todo pasado que pudiera delatar su origen, dejó de existir.

 

Reconocida Slytherin y destacada alumna en Hogwarts. La joven conquistaba corazones con su cautivadora belleza, provocando que varios magos cayeran enamorados en su transcurso escolar. Lo más llamativo de todas las situaciones, era que a ninguno se los veía con Emma por más de dos o tres días, luego sin aviso previo, desaparecían. Se comenzó a especular que la directora cubría a su hija de esos extraños sucesos, pero como nunca hubo pruebas, no pasaron de rumores.

 

Desde joven se involucró en incontables actividades de La Marca, haciéndose notar ya antes de que en su brazo sea grabado el símbolo tenebroso. De esa manera fue como comenzó a participar de los asaltos por más de poseer cierta desventaja frente a los aurores como neutral, cosa que nunca hizo que saliera derrotada.

 

En uno de ellos, dentro del Castillo Evans, fue donde al finalizar la pelea, se encontró con un par de ojos plateados que la asombraron en ese mismo instante. No supo cómo, pero sin darse cuenta unos fuertes brazos la rodearon por la cintura mientras que sus labios rozaban apasionadamente con los de Fernando Black.

 

Fueron varias las veces en las que se encontraron, dejando que nada más en el mundo importara que no sea el estar los dos juntos. Eso la desconcertaba… ya que contradecía todo lo que alguna vez fueron sus principios. Estaba enamorada, lo amaba y no podía negarlo.

 

El suceso que hizo que varias cosas en su vida cambiaran, fue el encontrarse con Bellatrix a los dieciocho años, una bruja de melena larga ondulada oscura cual carbón. Su hermana. La persona con quien compartió sus primeros años y que al igual que ella, no recordaba nada. Rápidamente se volvieron en una sola, de nuevo, como lo había sido alguna vez. Poco después Emma descubrió su animagia, se convierte en una negra pantera de ojos grises.

 

Hoy, ambas Malfoy’s son fieles promesas para la Marca Tenebros; sacuden Ottery con el arrogante y sanguinario carácter que poseen, algunas veces bajo la dulce imagen de jóvenes amables y atentas. Sobre Emma recae centenas de muertes y titulares en “El Profeta” a causa de sus repetidas escenas de caos y desastre en las avenidas, lo que ha costado cuantiosas sumas al Ministerio, donde ella es la intachable defensora de las leyes: Directora del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica. El hecho de no poder llegar a encerrarla era algo que los desconcertaba de sobremanera, ya la máscara tenebrosa la ocultaba.

 

Tuvo hijos adoptivos y sanguíneos, con quienes por más de no poseer el más cálido afecto maternal, los protege a su manera y modo. A veces tiene raros sueños sobre un pequeño abandonado en un orfanato muggle, pero prefiere no recordarlo ya que pronto se vuelve en una horrible pesadilla todas las noches.

 

Muy a su pesar admite su reciente y nuevo estado civil, el de casada.

 

 

 

Otros Datos:

Era nieta favorita de Mistify Malfoy ( en los tiempos que era nieta xD)

Algún día planea robarse a Chávez.

Hechizó a Fernando para que se enamorara (xD)

Es una mortífaga muy vaga ¿?

 

 

 

 

Link a Boveda Personal: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78695

Link a Boveda de Negocio: ----

Link a Boveda Familiar Principal (La Sanguinea): Aquí

 

 

Demasiados días habían pasado desde la última vez que Emma pisó su lugar de trabajo. No era propio de una Malfoy tales cuestiones como esas para ganarse la vida, pero consideraba un mejor modo de pasar el tiempo a tener que estar en la Mansión. Su reciente estado de mujer casada no colaboraba para un humor dócil o simplemente amable, la joven con un temperamento más irritante a lo normal iba a ponerse al día con los asuntos de su departamento.

- ¡Pepe! ¡Demonios! ¡Pepe! - a los gritos llamaba al sirviente asignado a la oficina de la Directora - [¡] Demasiado tumulto... [/i] - musitó algo confusa por el movimiento. Se suponía que no era periodo de muchos llamados a seguridad, así que aquellas presencias no tenían razón de ser - ¡Maldita sea! ¿Alguien aquí puede decirme que sucede? -

- Señoritaa... ¡Señora! Malfoy, digo, ¡Black! - apareció el elfo de orejas verdosas y puntiagudas que, con la mirada de tedio de su ama se apresuró a corregir lo dicho - Señora Malfoy, algunos jóvenes magos de la Academia de Magia y Hechicería vinieron a... Pepe no está seguro, pero se encuentran con la Señorita Eliah -

- ¡Solo eso nos falataba! ¿Acaso tenemos un cartel de kinder garden? - bufó, cruzando las piernas tras su escritorio de perfecto mármol negro - Luego dile a Eliah que quiero verla, hay cosas que solucionar -

Simplemente Emma se había quedado dormida, dejando a los jefes de oficinas y empleados esperando frente a la puerta de su escritorio, mucho no le importaba de todos modos. Luego de tanto caos por el secuestro del Ministro de Magia, sus actividades apenas le daban tiempo de cerrar los párpados y guardar sueño.

- ¡Pepe! - llamó ronca y bostezando - ¿Cuántas malditas horas me dormí? - alisó en lo que pudo las arrugas del largo vestido gris y trató vacilantemente levantarse de la silla.

- Pues.. no mucho Señorita, digo Señora - a la Malfoy aquello le sonó amargo y dirigió en el acto su mirada al brillante anillo en su dedo anular.

- Bien, que Datura o Bellatrix hagan una visita al Cuartel General de Aurores para que elaboren un informe sobre las actividades tenebrosas en Ottery, quizás si necesiten colaboremos en algún caso que requieran apoyo, es hora de ponernos a trabajar -

OFF:

Chicos, perdón por dejarlos tan abandonados, pero ya me tienen de vuelta xD

- Esto ha sido en realidad un golpe duro para todos los Directores y funcionarios del Ministerio de Magia, así también para los miembros de la cominudad mágica y organizaciones internacionales que velan siempre por nuestra seguridad, conociendo la larga trayectoria de lucha por la paz que caracteriza a los magos y brujas de Inglaterra - la voz de Emma sonaba solemne, al tiempo que erguía una posición firme con los ojos encendidos con una llama ímpia y amenazadora.

- No hubo sucesos como éstos desde el ataque al final del Mundial de Quidditch, en los tiempos del respetable y memorable Dumbledore - hizo una pequeña pausa, haciéndose la idea de tragar esas palabras y seguir en con la perfecta actuación merecedora de un premio - El cielo se nos presenta nublado y oscuro hoy día, pero con una ligera y esperanzadora luz que pelea por surgir. Aunque nos hayan abalanzado de tal modo en el Estadio New Trafford, no alcanzará una vida entera para arrepentirse los culpables del hecho -

Apenas terminaron las paralabras de Elvis, la Directora del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica se hizo escuchar, tal vez producto de la incomodidad de la Malfoy por las luces y cámaras cegándole la vista. Cerró los puños, organizando sus ideas para que las oraciones tuvieran coherencia, por un momento creyó que todos sus conocimientos de leyes e historia no bastarían para dar una explicación certera, pero de cualquier forma toda culpa no cargaba por sus hombros.

- Puedo asegurar que los empleados de mi Departamento se encuentran trabajando arduamente, agotando tiempo y esfuerzo en la búsqueda de absolutamente todos los desaparecidos. Magos y brujas valientes que ponen hasta su vida en riesgo en pos de la tranquilidad de familiares y amigos de las víctimas del ataque - los reporteros asentían satisfechos por la veracidad del discurso que, con una análisis profundo podían hasta asegurar que todo dictar era cierto.

La reputación de Emma era intachable, admirada por donde iba por su corta pero impresionante trayectoria mágica. Nieta del Ministro de Magia y bruja de alto escalón social, prometida de uno de los magos más reconocidos de Ottery, pero a la vez con una personalidad cambiante y con un aire que delataba peligro. A veces con periodos de insignificancia que escondía su verdadero propósito...

- Hoy declaro mi apoyo y solidaridad a las familias, ofreciendo ayuda y colaboración en lo que necesiten - de sus labios surgió un falso suspiro, agachando la cabeza a modo de pequeña reflexión, como si un nudo en la garganta le impidiera el habla - Saldremos de esto - separó las sílabas, arrastrando lo dicho y dirigiendo una significativa mirada a los demás miembros de la mesa principal.

Echó el cuerpo cansado de nuevo sobre la silla, rozando delicadamente la mano derecha por la del Ministro español, cínicamente el busca de un sostén. Aquel acto no pasó de largo a los flashes, así como para la nigromante el que Misty se haya metido a una habitación con un hombre barbudo y desaliñado. Curvó mínimamente una sonrisa, aunque no le parecía buena idea.

El morderse los labios ya se había convertido en una actividad habitual para Emma durante aquella conferencia. Se limitó a observar sin el mínimo reflejo de incomodidad la perfecta actuación de los memorables miembros de la Familia Malfoy, aunque sin lugar a dudas el que no haya estado al lado de su abuela en las preguntas daría de qué hablar entre las ancianas chismosas de los bajos barrios de Ottery.

- Si te hubiera pasado eso a ti, no podría... - susurró lo suficientemente fuerte como para que algún reportero cercano lograra escuchar, después de todo no quería estar al margen del juego. - Encontraremos a Crazy cueste lo que cueste - Fernando resopló entre dientes al oír eso, aguantando una pequeña risa. Debía admitirlo, el papel de Directora responsable y decidida a encontrar justicia le salía a la perfección.

Luego de acostumbradas preguntas, típicas en momentos de desastre, donde el profesional periodista se vé cegado por la sed de información sin tener en cuenta la delicadez del momento, al fin unas palabras fueron las causantes de un conflicto. La nigromante siguió rígida cual piedra, cruzada de piernas y sentada elegantemente al lado del Patriarca Black. La pareja no se mostró dinámica o con la conocida pasión de sus tratos, quienes no lo conocían podían decir que hasta lucían angustiados.

- Es suficiente... - musitó, aprentando fuertemente la mano del Líder Mortífago y con el antebrazo izquierdo ardiente.

- Tranquila, ya va a terminar - respondió él, inexplicablemente ansioso.

- La pobre chica no vivirá dos días - esta vez se aseguró que sea Fernando el único en escuchar.

- Se van a encargar de eso - curvó los labios, dirigiendo la mirada de su ojo mágico al grupo de Mortífagos disfrazados de héroes.

- ¡Pero ya es el colmo! - intervino de nuevo pero dando un salto de la silla, contemplando a donde Mistify inició su retirada de modo apresurado, en vano porque no lograría alcanzarla.

- Fer lindo, ¿me podrías prestar a Emma unos minutos por favor? Prometo devolvertela en cuanto acaba la conferencia. - en ese momento la felina (xD) figura de Katara llamó su atención, ella había olvidado que también tendría que estar sometida a las cuestiones de los trabajadores de "El Profeta".

Estaba claro que que era del mayor agrado de Fernando guardar la idea de tener lejos a su novia, pero no tenía de otra más que aguantarse. Alisó sin éxito las marcas arrugadas del largo vestido gris, peinando con los dedos hacia atrás algunos mechones que caían sobre su rostro y se dispuso a seguir al Ángel Caído por todo el salón hasta llegar al centro.

- Disculpe - dijo a modo de reflejo, luego de tropezar con un insignificante ser cubierto de una túnica escarlata, camino a la mesa principal.

- Señor Ministro, dejeme presentarle a Emma Malfoy, la Directora Escuadrón para la aplicación de la ley mágica.- aquella presentación no alteró el comportamiento de la joven, intuía que era simple protocolo que su compañera de bando debía seguir, así que sonrió a medias.

- Mucho gusto - pronunció con un español de marcado acento inglés.

- Imposible... Es que el dolor es imposible de parar, querida Emma. -

- No tendrías que emocionarte tanto, Luch - entrecerró los ojos de un modo infantil y cómplice, tal vez algo malicioso - El ardor que sientes es algo normal, me tienes al lado ¿Qué esperabas? - emitió una pequeña risita musical para luego erguir la postura y adoptar la imagen de intachable Directora de Seguridad.

- Señorita, hay dos jóvenes magos que trabajan en el Escuadrón esperándola junto a una bruja que al parecer vino en busca de Usted ¿Hago que pasen? - se aventuró a preguntar el pequeño elfo de orejas puntiagudas que reposaba su cuerpo a un lado de la pared, atento a los toscos movimientos de su ama.

- Pepe ¿Sabes? No creo que haya mucho que hacer aquí, en un estadio secuestraron al Ministro de Magia y esta es la maldita hora que no llega ninguna denuncia, ni siquiera por parte de la Familia Potter Black, lo que es extremadamente extraño - bebió otro largo sorbo de líguido ambarino y con fuerte aroma a alcohol para luego golpear su puño con fuerza contra la mesa- ¡Que pasen todos! ¡Que pasen! ¡Que pasen! Así me deshago de ellos y voy a dormir... - emitió una pequeña risita infantil, en busca nuevamente de la insaciable bebida.

- ¿Segura? ¿No desea algún café? -

- ¡Demonios! ¿No me has oído? ¡Que entren! ¡Todos! - alisó con los dedos unos mechones rubios que caían por los hombros y trató sin mucho éexito recobrar la compostura.

–Apenas pude volver de mi trabajo por el extranjero- unos brazos la tomaron con ansias por la cintura al tiempo que vacilaban una tentativa de beso en los labios. Emma no pudo reaccionar, por lo menos no siendo la única persona cuya calidez erizaba su piel - ¿Cómo has estado? - continuó él con una desvergonzada naturalidad.

- La próxima me gustaría que avisaras cuando el "trabajo por el extranjero" dure más de dos meses - Emma llegó a la conclusión que sin lugar a dudas Fernando sabía lo que hacía, no por coincidencia llevaba su fama de indiscutible viveza. Él había decido aparecer en el lugar menos privado posible, donde la Malfoy no podría explotar en furia o en rayos de hechizos contra el Líder, es más, debía esforzarse por hacer buena cara ya que tal acción había despertado la curiosidad de los camarógrafos.

- ¿Algún comentario Señor Black? - espetó un joven periodista mientras hacía una seña a su pluma para que prestara atención - La última gran conferencia que se hizo fue en la Mansión Malfoy, recuerdo haberle dicho que varias brujas decían que eras el padre de sus hijos ¿Ya se ha hecho responsable? -

El suspiro de fastidio de la nigromante se hizo notar, a lo que el Black se apresuró a entrelazar las manos con quien era... su novia.

- Supongo que debemos ir a saludar al Ministro español - comentó ella, en busca de alguna salida fácil a la incómoda situación.

Ya estaba por comenzar la perfecta actuación ensayada de horas frente al espejo de doliente joven agobiada por no saber el paradero de su abuelo. Emma, como Directora del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica, era una de las brujas quien resguardaba la seguridad de los seres de Ottery, más aún si es alguien como el mismo Ministro de Magia. Suspiró al fin, cuidando que cada detalle de su largo vestido gris estuviera en su lugar.

Hacía meses que la Malfoy no hacía apariciones en público, lo que sin lugar a dudas podría causar algo más que simple sorpresa a los eufóricos periodistas por la desaparición del vivo e infante semblante por uno mucho mas señorial y serio, ambos con la misma fatalidad. La larga cabellera rubia ahora rozaba las caderas y el par de zafiros se habían vuelto de un reluciente metal celosos por largas y negras pestañas.

Con un paso vacilante y tembloroso se aventuró a la jauría de cámaras y plumas que aún se encontraban en reposo, pero con lo oídos atentos por si pudieran encontrar algún buen chisme que publicar en la columna de los domingos. Lo cierto era que lo único incómodo para Emma era estar tan expuesta socialmente, no era una de sus mayores virtudes por más de haberla ejercitado incansablemente.

- ¿Has logrado acercarte al Ministro español? -

- No he conseguido quitarle una sola palabra, espero que en la entrevista pueda acercarme. - el susurro cómplice de dos brujas llamó su atención de sobremanera, había escuchado hablar de aquel nuevo personaje en Inglaterra y por más de haberse instalado en su Mansión, nunca supo cn exactitud de quien se trataba.

- Señorita Emma ¿Podrá decirnos luego qué piensa de todo esto? ¿Sería un mal manejo de los sistemas de seguridad? - la gelidez en el reflejo de la nigromante hizo que el valiente pero inoportuno reportero retrocediera dos pasos, asintiendo con la cabeza un par de veces antes de fingir que tomaba notas.

- Bien... veamos cómo termina esto. - musitó para si, cruzando los brazos bajo el pecho y buscando de reojo a cierto mago que hacía tiempo no lo veía. Reconoció la figura de movimientos sutilmente felinos de Katara hacia adelante, también Absinthe y tal vez otro par de personas, por más de ver Mistify llegar, siguió cual estatua cercana a la puerta.

- Disculpe, Señorita, solo puede entrar personal autorizado. - la fatal mirada de la bruja produjo un ligero escalofrío por la nuca del verdoso sirviente, quien diminuto y frágil, nunca temió tanto su bienestar como en ese par de segundos.

- Escúchame bien, asqueroso animal, si no desapareces de mi vista en el próximo pestañeo, me aseguraré que seas el postre en la cena. - si bien esa no fue una de las más amenazadoras frases de Emma, hizo que un absurdo reflejo de sonrisa atravesara sus labios sin pintar. No podía culpar al elfo por no reconocer a la Directora del Escuadrón de Ley, fueron semanas las que estuvo ausente y su apariencia había cambiado de un modo ligero pero radical a su acostumbrado tradicionalismo.

La angosta capucha oscurecía las facciones, iluminados por dos pequeños faros grises que parpadeaban paralelamente, algunos mechones rebeldes de larguísimos cabellos rubios flotaban como en danza por los vientos a la velocidad de su caminar.

- Las vacaciones han terminado... - susurró como en confidencia, sin emoción alguna entre sílabas - Jefes de Oficina, a mi escritorio - presionó con fuerza su varita por la garganta, haciendo que el anuncio resonara con chillona fuerza a los pocos centímetros de haber entrado al piso del Escuadrón.

Todo iba en el camino de la perfección, por un momento tal cosa puso a prueba a Emma, quien no dejaba de admirar la facilidad de su compañera mortífaga en la actuación. En definitiva todo aquello serviría como caramelo en caso de algún juicio, los recuerdos eran algo fácilmente manipulables.

- Pues, adorarás saber entonces que Sara está esperando afuera, en recepción - comentó, dirigiendo una significativa mirada al tiempo que elevaba levemente la mano derecha en seña a su elfo para que trajera un vaso con agua - La ley me dicta que puedo interrogarlos, hasta apresarlos cierto periodo de tiempo para recoger evidencias, si es cierto todo esto, pronto no habrá modo que lo nieguen -

Observó de nuevo los cuerpos de Nicholaus y Severus, curiosa por saber por qué ningún familiar reportó su desaparición. Seguramente todo se trataba de una cadena, no saldrían a luz o su veneno también caería. El Ministerio de Magia era el sitio donde más magos con la Marca Tenebrosa tatuada en el ante brazo izquierdo había, así que mucho de todos modos no podrían hacer para encontrar algún punto de escape.

- Lucas... Lucas, si, podría sonarme algo familiar ese nombre, haré que lo traigan una vez que hayamos terminado. Descuida Kata, no podrán tachar el gigantesco prestigio de tu familia en actos infantiles y pocos elaborados de infructuosos delincuentes. Sabes que no me encuentro en este lugar por nada. - tensionó levemente la comisura de los labios carmesí.

- No sabría decirte qué tanta relevancia tendría el testimonio de un elfo, conocemos más que cualquiera la infinita magia que poseen, como así también la fidelidad que sostienen a sus amos. La otra parte podría usar esa excusa para decir que los obligaron a tal cosa, prometo ver ese asunto cuanto antes. Los nombres que me diste deberán tener una coartada, si llego a notar la mínima cosa que me indique que mienten, me veré obligada a usar "las gotas de verdad", cortesía del Departamento de Misterios - en ese instante llegó la bebida por pedido de la Matriarca Ryddleturn.

- Por favor, continua -

No sorprendió en absoluto a Emma ver a la Ángel Caído ingresar primero por las puertas de su oficina. Su porte seguía como el del mismo día que la conoció, elegante e imponente, deslumbrante por lo impecable. La reconocida fama de Katara como duelista era algo que la Malfoy admiraba, una mortal guerrera se escondía bajo su suave tacto.

- Emma, buenas tardes, te traigo unos regalos de parte de Orión Black, fue uno de mis salvadores. Uno sino me equivoco es el de Severus Weasley Malfoy, jefe de la planta 1 de San Mungo, de Accidentes provocados por artefactos mágicos y heridas provocadas por animales o criaturas mágicas. y el de la otra persona, es de Nicholaus Makhonia, como podrás reconocer, el Director de San Mungo. ¿Puedes creer que hayan entrado de esa forma, dos personas tan respetables como ellos? -

Era inevitable esconder la curvada sonrisa que se formaba en los labios carmesí de la Directora quien, sin pudor alguno se incorporó a inspeccionar los cadáveres. No conocía a Severus, seguramente se había cruzado con él un par de veces en algún baile, su vida era insignificate. Nicholaus sin embargo, fue arrastrado frío y sin vida hasta su original Departamento. Tal ironía era tan melódica que casi parecía poesía.

- Creo que pondré un poco más de seguridad por las calles de Ottery, esto de estar paseando con muertos por la espalda no creo que sea higiénico - comentó en tono pensativo, aunque claramente no resultaba efectivo esconder su gusto por el insólito presente de Orión - Por esta cuestión... - señaló a ambos empleados de San Mungo - me traes un problema muy desarrollado, que indudablemente saldrá a luz y causará polémica, no creo que a los ciudadanos mágicos les guste saber que eran tratados por ladrones y delincuentes asesinos. - la severidad de la Malfoy era pronunciada y se acentuaba con cada palabra.

- Tu me diras, ¿que necesitas de mi, tengo que llenar algún documento, además de la declaración?-

- Descuida, necesitaré que me expliques todo detalladamente, nombres incluídos, luego firmarás. - desvió la mirada para indicar a la pluma azul que reposaba por el escritorio que comenzara a trabajar, ésta sin demostrar flojera, flotó a un metro para comenzar los trazos por el pedazo de pergamino. - Pepe, que Sara no entre hasta que termine con Kata.

- Si, Ama, no dejaré que nadie pase hasta que usted me lo diga -

- Por cierto, ese de ahi quiso difamar a mi hija, Mahia Black, diciendo que había utilizado magia oscura, y una empleada del departamento de aurores, que llego al final, también amenazo con demandar a Mahia y a Arcanus Black por lo mismo. No recuerdo que dijera su nombre, pero soy capaz de reconocerla apenas la vea. Los hechizos por los que los acusaron, fueron el babosas y seccionatus, ambos permitidos para magos graduados de la Academia de Magia y Hechiceria. -

- Disculpa entonces al pobre muerto por su ignorancia, problemas con eso ya no causará. Mahia es hija de Fernando, la considero como mía propia, es una joven de actitud entusiasta y positiva, la bruja quien la ha difamado, no tendrá mínima piedad mía, igual por lo que ha causado a la intachable reputación de Arcanus. - masculló molesta, indicando a su compañera mortífaga a que tomara asiento.

La cantidad de libros en el angosto mueble no había justicia a la incansable sed de lectura que constantemente aturdía a la bruja, para ese entonces ya había repetido por lo medos dos veces cada una y la carencia de variedad no era uno de sus más corrientes gustos. Aunque no estaba del todo agradable, tampoco era la amargura la que caracterizaba su temperamento ese día.

- La pobreza en la calidad de letras es absolutamente imperdonable... - dijo para si en un suave y aterciopelado susurro que solamente los hábiles oídos del elfo pudieron ser capaces de escuchar, pero guardó los comentarios por temor a cargar la culpa de no renovar el estante.

- Pepe, supongo que ya los magos que me aguardaban en recepción fueron atendidos. - continuó con su firme porte de inconsolable filosofa.

- Así es, Ama. La Señorita Bellatrix se ha encargado de ellos personalmente - sirvió una blanca taza de porcelana con un humeante líquido de contenido.

- Bien, en unos minutos nos marcharemos entonces -

- Señorita, afuera la esperan Sara Weasley y Lyra Katara Ryddleturn, ambas señoritas se encuentran impacientes y con ansias de ser atendidas cuanto antes, sobretodo la primera por propio llamado, Ama - otra criatura de orejas verdosas y puntiagudas apareció con un efectivo chasquido de dedos.

- Que pasen ambas, supongo que Kata adorará oír de los mismos labios de Sara que no fueron responsables del ataque a una mansión amiga - la hipocrecía marcaba la perfecta sonrisa de Emma quien, sin otra cosa que agregar, esperó que ingresaran a su oficina.

- Escandaloso día el de ayer, solamente espero que el de hoy no tenga intención de imitarlo, mis nervios no aguantarían cosa similar. - refunfuñó la bruja a solo unos pasos de haber entrado al Escuadrón, su humor poco había mejorado, la mala noche no le hizo justicia al cansancio de los últimos días. Todo aquello se transladaba a las notorias bolsas bajo los ojos.

- Señorita, creo que tenemos un problema. - intervino Pepe, más temeroso de lo común. Su reciente ascenso a elfo de Directora lo traían con una dicha inexplicable que se opacaba con dureza cada que el temperamento de su ama caía en pico.

- No quiero saber de problemas, por lo menos no hasta la semana que viene. Envidio a aquellos trabajadores que poco o nada hacen. - continuaba ella con sus vacíos lamentos de una muy mal costumbrada vida sin hacer nada.

- Pero es que... -

- ¡Nada! ¡Demonios, ya cállate! - bufó eufórica, tomando unos segundos para tragar grandes bocados de aire, cosa que lo hizo sin mucho éxito por el ajustado corsé del vestido violeta. No llamó la atención de Emma el repentino movimiento de empleados en comparación a las últimas semanas, documentos en forma de aviones iban y venían por todas las direcciones y diminutos seres corrían desesperados en busca de respuestas demasiado importantes como para escribirlas.

- Hay dos jóvenes magos que la esperan. - señaló hacia el recibidor donde la figura de Juve y Felias se contemplaron impacientes, aquello provocó cierta gracia en la tutora que tensionó lo labios.

- Lo sé, Bellatrix se encargará de ellos hasta que pueda o tenga ganas de atenderlos - soltó una apenas audible risita musical, sentándose de modo poco preocupado en la gran silla que del escritorio que dictaba "Directora del Esvuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica" - ¿Qué es esto? - masculló tomanto entre los dedos tres pedazos amarillentos de pergamino.

Querida Emma:

 

Como representante de la Familia Triviani, acudo a ti, como actual directora del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica, para presentar una denuncia contra algunos miembros de la llamada Orden del Fénix puesto que, el día 4 de Marzo del presente año, irrumpieron en mi castillo sin ningún tipo de autorización. Mi familia cuenta con un Certificado de Mansión Libre de Objetos Mágicos Peligrosos, que adjunto a ésta comunicación. Debido a éste certificado, los magos ya mencionados no poseen ninguna justificativo valedera para haberse aparecido, con varitas en mano, en los jardines del Castillo sin una autorización previa. Cabe aclarar que han cometido daños materiales y agresión a varios miembros de la familia. Sé, por propia testificación de los hechos, que algunos presuntos mortífagos se presentaron allí; sin embargo no se quitaron las máscaras y fue imposible reconocerlos. A continuación presento una lista con los nombres de algunos de los responsables, miembros de la Orden del Fénix que, en cambio, no llevaban máscaras y por ello fue posible identificar:

 

Azalea Altair

Sol L. Black

Nichoulaus Makhonia.

Sara Weasley

Antara Black

Niko Uzumaki

Severus Weasley Malfoy

Tatianne Dominé Evans

Elisa Black

Mey Potter Black

 

Espero con ansias su respuesta al respecto, desearía que estos delincuentes que se jactan de velar la paz en Ottery reciban su merecido.

 

Atte. Danyellus Zephir Triviani Black

 

PD: El señor Jocker Black Lestrange le hará llegar en breve un certificado de los daños ocasionados durante el incidente, espero que esto le sirva como prueba fehaciente del crimen en cuestión.

Srta Emma Malfoy

Directora del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica

Presente

 

A través de este memorandum y en mi calidad de Director del Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes, enviamos los antecedentes de un hecho ocurrido la noche de ayer en la mansión de la familia Triviani.

 

Según nuestros registros, la mansión antes señalada es una mansión que está libre de cualquier tipo de objetos que pudieran ser peligrosos para la comunidad mágica. Sin embargo, y según nuestros registros, fue atacada por un grupo que se hizo llamar "Orden del Fénix".

 

En nuestro departamento se ha dejado constancia de lo último y la presencia de miembros de nuestros equipos de trabajo así lo confirman.

 

Envíamos esta nota a petición de Alyssa Black Triviani como prueba de lo acontecido.

 

Atte.

Jocker Black Lestrange

Director del Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes.

Buenos días Emma Malfoy

 

Me dirijo a ti a causa de unas acusaciones totalmente faltas, no solo sobre mi persona, si no hacia más gente totalmente inocente.

 

Nos gustaría saber en qué se han basado dichas acusaciones sobre un ataque a una mansión, la Triviani parecer ser. Ya que dicho acto es completamente una acusación bastante grave, manchando el buen expediente de varias personas.

 

Espero que pronto se aclare la situación y por supuesto, se de un buen aviso a aquel que juega con la fama de las personas.

 

Atte.

Sara Weasley.

- Vaya, tendremos un entretenido circo aquí, sobretodo porque se plasman nombres distinguidos. Menuda suerte la mía por tratar cuestiones como éstas y admmirable estupidez la suya por irrumpir una propiedad sin ocultar el rostro. ¡Já! Esperemos que más de uno tenga una enhorabuena y termine tras las putrefactas celdas del viejo e improvisado calabozo. - deslizando unas suaves líneas de tinta, escribió una rápida nota que llegaría a Danyellus y Jocker, no tenía mucho que conversar con ellos, la Malfoy supo la misma noche del suceso que la Triviani había sido atacada. - Comencemos por quien ha llegado indigna por la acusación. Necesito a Sara Weasley. -

- Le aconsejo, Kris, que las suposiciones sin bases la guarde usted junto con su almohada, recuerde con quien habla y cada cosa que diga puede ser tomada como una denuncia, en éste caso de mala utilización de los recursos e informaciones que según su teoría, Aparicio no tiene razón de ser. - esta vez su voz fue tan gélida y cortante como una navaja, no consideraba dentro del contexto serio y formal ideas que nacen de la nada o por simples caprichos.

- Si desea puede ir a reclamar al mismísimo Godric por qué dejó a Aparicio como reemplazo, no creo que exista otra persona a quien puedas pedir explicaciones. Y si, una persona debe ser sustituta si conoce el ambiente donde trabaja, en mi tiempo era Jefa de la Oficina del Cuerpo de Seguridad, por lo que le aseguro, que manejo cada una de las leyes. Sería impropio traer a alguien ajeno al Departamento a subirlo como Director temporal ¿No lo cree? Además que no recibe salario de puesto suberior, lo que realiza es como una simple obra voluntaria. - observó fijamente la varita por la que el mago jugaba pasándola entre los dedos, bufó, encontrando simpatía por el gesto indirecto.

- Cuente con que iré a asegurarme que en el Cuartel General de Aurores todo se encuentre en orden, más de eso no puedo hacer, sabrá perdonarme. De verdad espero que todas las suposiciones que ha expuesto sean verdaderas, de otro modo su superior podría actuar como tal y subir una demanda por desacato y maltrato, espero que no sea así. - mostró una pareja fila de perfectos dientes blancos - Ya hemos tenido una mala experiencia por un caso similiar con un mago llamado Ezio. Ahora, si no desea decirme alguna otra cosa, puede retirarse. -

- Sabrá Señor, que un Director puede dejar un reemplazo al presentar su renuncia o por razones de inactividad, es más, hasta los mismo miembros de Wz pueden nombrar un sustituto hasta que un oficial esté en la línea. - si bien la gracia de la Directora había evolucionado con su tiempo en el Ministerio, aquel mago estaba logrando alterarla, por lo que tragó grandes bocados de aire antes de proseguir.

- Si no lo sabía, el antiguo Director del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica, era el señor Nicholaus, antiguamente conocido como Luch the Matador, estoy segura que esos nombres le sonarán familiar. - trató inútilmente de opacar la sonrisa de sus labios bebiendo otro largo sorbo del té - Yo lo he reemplazado por pedido del mismo hasta que los miembros de la Orden de Merlín me nombraron como nueva dirigente de Ley. Aunque diré con toda sinceridad que no era deseo mío permanecer en el cargo, sin embargo tengo todo bajo control. - continuó, notando el tedio que comenzaba a marcarse en las facciones del joven.

- Así que si su queja es esa, no habría cuestiones legales que afecten al Señor Aparicio que, según he oído hace un magnífico trabajo. Lo que podría hacer es ir hasta su Departamento y corroborar que su reemplazo es valedero, aprobado por el mismo Godric. - enarcó visiblemente una ceja, esperando respuesta.

Atónita, la bruja parpadeó un par de veces antes de hacer una seña a la joven inquisidora para que se retirara, luego seguirían con su reunión. Tomó los pergaminos que ésta le daba y con una sutil sonrisa agradeció. Emma aclaró la garganta, al sonido de un paralelo tamborileo de dedos en el escritorio de mármol blanco.

- Le pediré más respeto, si desea ser atendido con cordialidad, su educación tendría que comenzar a moderarse, sobretodo hacia mis empleados que nada más cumplen su trabajo. - con voz severa advirtió al mago que bajara su tono de voz y modificara la mala actitud, la paciencia no era una de las virtudes que mejor caracterizaba a la Malfoy.

- ¿Desea algo de beber? ¿Té? - sin esperar respuesta dos segundos más tarde el pequeño elfo de piel arrugada y verdosa apareció con una plateada bandeja en manos, dos finas tazas de porcelana y el humeante líquido ambarino. - Muy bien, Kris, dime la razón que interrumpe tu tranquilidad. - dando un largo sorbo, entrecerró los ojos de exótica tonalidad zafiro.

La reunión no concebía grandes frutos, nada muy significativo que pusiera en alerta los sentidos de Emma. En la Ciudad Mágica una estremecedora tranquilidad se imponía hasta en el más oscuro de los callejones, eso debió despertar su curiosidad, pero estaba demasiado hundida en sus propios pensamientos como para notarlo. Cada día esa laguna mental se hacía más duradera.

- ¡Bella! Aunque no lo creas es reconfortante tenerte cerca, tu oficina se ubica justo al lado de la mía. Tienes a uno de los elfos a tu cargo, lo puedes torturar cuanto quieras. En un minuto voy a ver si necesitas algo. - su tono de voz era demasiado formal, frío e indiferente, su hermana no espetó nada al respecto y decidió ir a donde sería su lugar de trabajo.

- Perdónenme, ahora sigo con ustedes. Como bien saben la inactividad en el campo inquisidor podría ser considerado ya algo preocupante, sobretodo porque no poseo el poder como para reorganizarlos y dar nuevas directrices. - ambas asintieron ligeramente con la cabeza, actuaban solas desde que la autoridad del grupo desvaneció como hilos de humo. Emma sostuvo un grueso y amarillento pergamino entre los dedos, frunciendo el ceño, dispuesta a enseñar lo que llevaba escrito hasta que un alboroto incansable se escuchó desde el recibidor del Escuadrón, Alejandrina sin dudarlo se incorporó a ver que sucedía.

- Bien, al parecer fui citado, aquí por un supuesto chico, llamado Aparicio O. Dumbledore que,según él era el reemplazo de mi superior y lo habían dejado a cargo... ahí está la primer irregularidad, pido que conforme a la Ley Mágica, se le sea aprehendido, ya que Príncipe Godric renunció hace días, y él finge como el reemplazo, así como mandar a la gente sin tener autoridad alguna del departamento, digame, ¿puede atender mi pedido, o tengo que ir personalmente con su jefa?, ya que no es algo sencillo, es algo urgente.-

La joven voz atacaba sin la más mínima consideración, el suave tamborileo por el escritorio anunciaba la pronta intervensión de la Directora de Ley. Hizo una significativa seña a Arely, haciendo entender que la dejara a solas con el denunciante, su compañera lo comprensió, pronto se volvería a reunir.

- Por cierto, me llamo Kris, Kris Malfoy, ahora, digame... me puede ayudar, y si es así, me gustaría que empezarán la investigación a la brevedad posible- continuó el mago, acentuando su impaciencia.

- Alejandrina, con gusto atenderé al joven, haslo pasar. -

Dando un respindo al agresivo mivimiento de su ama al levantarse de la gran silla tras el escritorio, el fiel sirviente sin emitir sonido la siguió con zancadas torpes a través de la oficina principal del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica.

- ¿Dónde se encuentran Alejandrina y Arely? - preguntó a una joven bruja, enmarcando su mal humor en cada sílaba.

- No lo sé Señorita Emma, hace tiempo que no gozamos de la presencia de inquisidores por aquí. - ella trataba de responder lo más eficientemente posible, pero había fallado desde el principio.

- Y como veo, usted no tiene la más mínima idea de lo que pasa por aquí. - añadió con una fulminante y significativa mirada. - Donde sea que estén, hágame el favor de decirles que las cito a mi oficina. Ya mismo. - su audiencia con Datura había sido hace pocos días, ahora necesitaba poner en claro a las únicas dos activas de ese sector.

- Todo anda muy tranquilo... - masculló la bruja tras el escritorio, bebiendo un largo sorbo del líquido ardiente y ambarino. - Demasiado. - no era común tanta paz instalada en el mundo mágico, pero de todas formas no se quejaba, aquello era sinónimo de menos trabajo para ella.

La reunión con Datura había finalizado y buenas nuevas se avecinaban, su antiguo puesto de Jefa del Cuerpo de Seguridad ya estaba ocupado por nada menos que Bellatrix Lesttrange, su hermana. Rápidamente al enterarse de eso ordenó que limpiaran y pusieran en condiciones la oficina ubicada a pocos metros de la suya, todos atentos en la espera de su llegada.

Emma pretendía hacer un exhaustivo recorrido por los departamentos más activos en cada uno de los pisos del Ministerio, estaba claro que algo no andaba bien. Muy pronto habría una gran reunión de todos los empleados, faltaban pocos días para el importante acontecimiento, aunque no era la única fecha marcada en el calendario...

- ¡Maldición Pepe! ¿Qué demonios haces? - dió un respingo, fulminando con la mirada al pequeño elfo que entraba desbordado de entusiasmo y alegría, colgando por donde sus cortos brazos alcanzaban adornos en tonos rosados y en forma de corazones.

- El amor, Ama. LLega la época del amor. - cantaba, dando infantiles saltos con chispas de luces. El disgusto de la Malfoy no tardó en hacerse notar, frunciendo el ceño y apretando los puños. Al segundo siguiente el cuerpo del sirviente salió volando hasta chocar por la pared al otro lado del predio. (xD)