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Avril Snape Triviani

Magos Expertos
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Mensajes publicados por Avril Snape Triviani

  1. Emmm hola... Supongo que ya nadie se acuerda de mi T_T La cosa es que después de un tiempo de inactividad en el foro volví :D Y quería pedir el reingreso a la familia T_T Si me aceptan :cry: *pone cara de perro mojado* Bueno dejo la ficha n_n

     

    Nombre de Usuario: Avril Snape Triviani

     

    Ficha de Personaje: Ficha

     

    Bóveda Personal: Bóveda

     

    Preferencia sobre por quien quieres ser adoptado: Candelaa ♫ Candela ♫

     

    ¿Que piensas de los Aurores?: Son un asco con plumas u_ú

     

    ¿Prometes fidelidad y constancia a la causa de los Triviani?: Obvio B) y prometo no volver a desaparecer :rolleyes:

     

    ¿Cuál es tu enfermedad mental?: Obsesión con las Oreos y las motosierras

     

    MSN: avril_78_90@hotmail.com

     

    Ahora me doy cuenta que la ficha y la bóveda están desactualizadas xD Todavía dicen que soy de la familia :cry: Bueno saludos n_n

  2. País: Bulgaria

     

    Imagen:

    http://i.imgur.com/T3K3Y.jpg

     

    Descripción:

    La historia se remonta a esos días donde el Quidditch no se llamaba así y Michael Jackson era negro. Cuando un pequeño ornitorrinco, Blemby, propuso un deporte con bates, pelotas voladoras, aros y snidgets. Se organizó un campeonato y su equipo "Orni Team" ganó. Esa misma noche, todos los animales fueron expuestos a una actividad que los extinguiría: Celebrar con bebida alcoholica. Pocos sobrevivieron, Blemby siendo uno de ellos.

    Como ya era un ornitorrinco lleno de fama, fortuna y ornitorrincas decidió ser la mascota de un equipo de Quidditch. Y, los siglos pasaron, hasta que encontró, en la tele, una propaganda de Coca-Cola donde te mostraba las cosas más desastrozas del mundo: Esa fue la primera vez qe vio a la selección de Bulgaria. Sin pensarlo dos veces (por suerte, porque si no no lo hubiera hecho) decidió ir a Albania, donde se encontraba la selección de Bulgaria.

    "Ñaña ñoñu ño" Exclamó Blemby, al encontrar a un jugador, NicoMalfoy. Éste, al no entender ni una "ñ" de lo que decía (porque en Bulgaria no usan esa letra), lo pateó. Pero el animal no se iba a rendir, y volvió al otro día con un paquete de galletitas MELBAS. Con una bandeja, se acercó a Avril quien estaba tomando una chocolatada. La quidditchera odiaba esas galletas porque era fan de las OREOS, y lo volvió a patear. Por suerte, en su tercer intento el lobo no pudo destruir la casita de los chanchitos porque era de ladrillo. (Se preguntarán porqué agrego esto, bueno. Es porque los chanchitos eran primos lejanos, y gracias a este suceso Blemby decidió hablar con el más razonable de los jugadores: Kanon). Como él entendía el idioma, le explicó que no podía ser la mascota de Bulgaria porque no era una criatura de ese país, y le comentó que (casualmente) al otro día se realizaría el Casting de Veelas, que ellas sí eran de Bulgaria.

    Y después, nadie más supo de esta criatura. Al otro día, en el casting, solamente se presentó una veela. La cual a nadie le agradó, era más gorda de lo habitual, y no lanzaba fuego cuando se enojaba. Pero era la única que le interesaba el puesto, y Bulgaria ya necesitaba mascota. Y así llegó Blemba, la veela misteriosa, al Mundial de Quidditch.

    Características Especiales de Blemba: No es atractiva. No larga fuego cuando se enoja. No sabe hablar. En la pizarra del vestuario siempre escribe "No soy un ornitorrinco". Le gusta bailar como Shakira.

     

    Nick del diseñador, dibujante o firmería: Mitsuki

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  3. http://i.imgur.com/8lwQX.png

     

    Formación

     

    The Darkness - ID: 55358 | The Darkness - ID: 172639 - Buscador

     

    Triple H - ID: 35520 | agustinlort - ID: 66135 - Cazador - Subcapitán

    Kratos Snape Black - ID: 56018 | Kanon Snape Black - ID: 75659 - Cazador

    *nayla* - ID: 112950 | *nayla* - ID: 52694- Cazador

    Princess_candy - ID: 137174 | Princess_Candy - ID: 38711 - Cazador

     

    Avril Snape Triviani - ID: 64321 | avril_harrypotter - ID: 6530 - Guardiana - Capitana

     

     

    Elencapuchado James Potter - ID: 41530 | elencapuchado - ID: 117583 - Golpeador

    NicoMalfoy - ID: 66471 | NicoMalfoy - ID: 260 - Golpeador

    tumipotter - ID: 112905 | tumipotter - ID: 191739 - Golpeador

     

    Suplentes:

     

    Julia Evans - ID: 45964 | Julia_Evans - ID: 6607

     

    (No sabía si para modificar tenía que postar de nuevo o directamente editar u_ú I'm sorry)

  4. -¿Nos vamos?- murmuró su compañera.

     

    Corrieron y bajaron las escaleras hasta llegar a la recepción. Avril se sorprendía de la tranquilidad que tenía la mente de Bel. Cualquier otra persona en su lugar estaría tremendamente nerviosa y aterrada, pero ella se mantenía relativamente calmada; sabía que nada que pudiera hacer la salvaría.

     

    En medio del revuelo de pensamientos y recuerdos que la acechaban sintió un leve respeto por la mujer. Claro que debía haber tenido años y años para ejercitar su paciencia, pero debía ser frustrante ser atrapada tan fácilmente. Eso significaba que habían hecho un buen trabajo, aunque pronto llegaría la parte más divertida.

     

    Se toparon con la recepcionista, una simple humana que no percibió su presencia ni notó que algo raro pasaba en su lugar de trabajo. Al parecer también tenían un poco de suerte; no había mucho de preocuparse.

     

    -Genial! Vamos… -dijo Kumagoro, muy alegre con la situación.

     

    -Creo que lo mejor será aparición conjunta- murmuró la Triviani- Nunca me ha gustado mucho y por eso no aprobé el exámen... Además a ella no le gusta demasiado tampoco.

     

    Se cirnió a la mano libre de su compañera y se dejó llevar por la sensación de opresión. Odiaba con toda su alma aparecerse, y aunque lo sabía hacer a la perfección, por alguna extraña razón no había conseguido aprobar el exámen. Probablemente la culpable había sido su mala dispocisión para hacerlo. Cuando se quiso dar cuenta ya no estaban allí.

     

     

  5. La puerta se abrió y ante ella apareció Bel Blackwood, la persona que estaban buscando. Aunque las brujas no parecían ser de su agrado les sonrió de una manera muy profesional. Avril aguardó con una sonrisa formal a que les dijera algo, no quería comenzar a hablar y a hablar como era costumbre cuando un tema le interesaba, pero se moría de ganas de hacerlo.

     

    - muy buenos días, disculpen pero yo no soy encargada de los deportes

     

    Parecía muy apurada e incómoda. No tenían mucho tiempo ninguna de las dos partes. Ni ella ni las jóvenes que se habían presentado en aquel lugar con la intención de discutir algunas breves e interesantes cuestiones. Se apartó el flequillo del rostro y le dijo con voz dulce y educada:

     

    - Buenos días. Sabemos que no está a cargo de la sección pero no encontramos al encargado, al parecer hace tiempo no se presenta. Sólo le robaremos un ratito de su tiempo si nos lo permite, queremos pedirle algunas sugerencias en lo referente a nuestra revista. ¿Podríamos entrar?- concluyó mirando hacía el interior de la oficina.

     

    Bel se lo pensó un poco, pero luego con resignación abrió la puerta y les hizo un gesto invitándolas a entrar. Avril observó el lugar y notó que estaba llena de papeles, mucho más de lo que esperaba. Tras su observación llegó a la conclusión de que no debía ser tan aburrido trabajar en El Profeta.

     

    – No vamos a quitarle mucho tiempo - aseguró mientras Kumagoro se encargaba de cerrar la puerta- Preferimos que sea así porque es un asunto secreto, aún los demás no saben. Verá, nuestra revista hasta ahora solo lleva una publicación y es únicamente conocida por los jugadores y miembros de la Villa Quidditchera. Nos gustaría saber si El Profeta nos puede echar una mano, aunque sea en lo que compete a la publicidad.

     

    Parecía bastante interesada en el tema y en verdad lo estaba. Adoraba el quidditch más que a otras cosas y le interesaba mucho la popularidad que Quiddtv podría alcanzar solo con un poquito de ayuda por parte de ellos. Metió la mano en su bolsillo y sacó un ejemplar del primer número de la revista para que Bel lo analizara.

     

    La aludida se puso a leerlo y entonces fue cuando las brujas aprovecharon. Una elfa apareció pero inmediatamente Alicia agitó su varita y la criatura cayó al suelo. Avril y Kumagoro sacaron sus varitas mágicas y sus rostros se curvaron en crueles sonrisas.

     

    -Silencius - dijo la Triviani.

     

    Bel sacó su varita e intentó atacar pero la base se adelantó.

     

    -Expelliarmus- siseó.

     

    Tomó la varita de Bel y la sostuvo entre sus manos observándola. Luego dijo:

     

    -Es hora de llevar a cabo nuestra tarea.

     

     

  6. Esperaron un buen rato, caminando sin saber qué hacer, simulando que tenían tiempo de sobra y dando a entender que se quedarían esperando a que Bel llegase. Avril estaba muy, pero muy, aburrida, tanto que comenzaba a inpacentarse. Había esperado mucho aquel momento y ahora ¡no sucedía nada! Poco a poco aquella sensación de impaciencia se fue convirtiendo en mal humor; quería diversión, no tener que esperar sin nada que hacer mientras los demás avanzaban con su misión.

     

    Finalmente la divisaron. Kumagoro, oculta tras un ejemplar del diario la había visto primero. Las bases se sonrieron y continuaron caminando junto con Alicia en dirección a su oficina. Ella primero saludó a sus compañeros, se detuvo a charlar y continuó directo a su lugar de trabajo, con las mujeres siguiéndola de lejos.

     

    La Triviani decidió que lo mejor sería avisar de su presencia a aquellos que Bel había saludado, para que no hubiera nada sospechoso. Una sonrisa infantil y dulce se expandió por su rostro e intentó agrandar sus ojos para lograr una expresión lo más inocente que pudiese. Se adelantó a sus compañeras y se detuvo frente a un mostrador.

     

    -Buenos días- dijo educadamente- Soy Avril Coraline Triviani y vengo de parte del equipo de QuiddTv, un diario deportivo. Vengo a discutir ciertas cuestiones relacionadas con el asunto con Bel Blackwood, ¿podríamos pasar?- sonrió levemente- Por cierto mis compañeras son Alicia y Kumagoro, miembros del equipo también.

     

    Los magos asintieron y le indicaron la dirección. Avril comenzó a caminar y luego aminoró el paso para dejar que sus compañeras la alcanzaran. Subieron varios pisos y se detuvieron frente a la puerta. Allí era el lugar.

     

  7. Por fin las había encontrado. La Triviani caminó hacia el negocio con convicción, mientras sus ojos, de color borgoña en aquella ocasión, observaban el edificio de El Profeta. Aquel diario era el más popular del mundo mágico, aunque la joven prefería las revistas deportivas. Sin embargo si había algo que no se podía negar eso era que sería interesante visitar aquel lugar y descubrir que había detrás del diario que recibía todos los días.

     

    Se quitó el flequillo de los ojos; ya era suficiente tener que taparse con la mano intentando que el resplandor del sol no diera de lleno en sus ojos. Aunque podía andar de día sin dificultad odiaba sentir el sol quemando en su rostro; hubiera preferido que sea por la noche.

     

    -Acaba de entrar- dijo Alicia cuando estuvieron las tres reunidas.

     

    Avril asintió con la cabeza y observó en silencio como Kumagoro hablaba, sin decir nada al respecto. Caminaron en dirección al edificio juntas, pero aún así ella se sentía un poco apartada. Generalmente siempre se sentía así; no había nada de que preocuparse aún.

     

    Metió su mano derecha en el bolsillo de su chaqueta negra, donde guardaba su varita. No creía tener que utilizarla, pero nunca estaba de más estar lista. Por lo demás su aspecto era muy común; llevaba jeans azules, zapatillas deportivas y el cabello suelto.

     

    Se detuvieron frente a la entrada del edificio. La Triviani miró a Alicia esperando que les indicara que debían de hacer cuando entraran.

  8. Aguardó junto a su padre y a otros egresados para dar la prueba. Debían pasar de a uno, aunque el orden no importaba. Una vez que uno entraba y daba el examen, Paige salía para que otro entrara y diera el examen. Poco a poco los egresados fueron entrando hasta que solo quedaron Avril y su padre, Felias.

     

    -¿Quién sigue?- la examinadora ya había vuelto a salir para que uno de ellos entrara a dar el examen.

     

    Avril miró a su padre, que parecía un tanto preocupado y distraído y le preguntó.

     

    -¿Te importa si paso primero? Debo volver al castillo, ya que tengo algo que hacer.

     

    Felias negó con la cabeza sin siquiera mirar a su hija, de modo que Avril le dijo a la examinadora.

     

    - Creo que soy la siguiente.

     

    De afuera lo único que se veía eran los dos círcu*** rojos, todo lo demás era blanco. Paige entró y se situó a un costado, esperando que la joven entrara. Una vez que ésta lo hizo la sala cambió completamente. De repente se hallaba en un bosque nevado, lleno de pinos, el mismo lugar en el que había estado durante algún tiempo mientras viajaba.

     

    Aquel lugar era muy especial para ella, había sido su favorito durante todo su viaje, y la había ayudado a encontrar un poco de paz y aclararse para decidir que rumbo iba a tomar su vida. Observó aquel lugar con los ojos como platos mientras la inundaban los recuerdos cuando recordó que debía dar el examen.

     

    Estaba parada en uno de los círcu*** rojos, y debía aparecerse en el otro, situado entre dos grandes pinos a unos 500 metros de distancia. Solo debía recordar las 3 D's y todo saldría bien. Sabía como hacerlo, por lo que lo mejor sería no postergarlo más, simplemente hacerlo. Si lo lograba podría ir a ese lugar cuando quisiera.

     

    Se concentró lo más que pudo. Destino, estaba claro, el círculo rojo en medio de los dos pinos. Determinación, era demasiada, puesto que si lo lograba podría volver siempre. Deliberación; sintió como su cuerpo giraba y se dejaba llevar por la presión.

     

    Era como si se hubiera metido en un tubo negro, puesto que no lograba ver nada, que la oprimía desde todas las direcciones y casi no la dejaba respirar. Sin embargo aquella sensación duró unos pocos segundos, cuando ya sentía que no podía respirar se encontraba parada sobre el otro círcu** rojo.

     

    Inspiró hasta que recuperó el ritmo normal de su respiración, entonces comenzó a mirar su cuerpo. Al parecer no se había dejado ninguna parte atrás, ninguna uña ni ninguna ceja ni nada. No estaba segura si lo había hecho del todo bien, pero aún así estaba aliviada. Sonrió mientras la sala volvía a ser completamente blanca.

  9. - ¡Hola! Un gusto verte. Veo que ya tienes los formularios listos… En cuanto puedas pásate por la sala de exanimación de vuelo.

     

    La bruja se encaminó hacia la sala, ubicada al lado del departamento, pero Avril primero debía presentar el examen de aparición. Una vez terminado su primer examen se dirigió a la sala que le habían indicado. Sería agradable pasar por este examen.

     

    La puerta estaba cerrada, porlo que la golpeó con los nudillos dos veces y esperó. Cuando se abrió la joven se sorprendió mucho de lo que estaba viendo. Era un gran jardín con muchísimos árboles. Sin duda no era como el lugar que había imaginado.

     

    Caminó hasta donde se encontraba la examinadora; junto a ella había varias escobas. La Triviani las miró con desconfianza. Hubiera preferido usar la Saeta de Fuego que usaba en los partidos de Quidditch, que era su fiel compañera, pero al parecer debía valerse de esas escobas.

     

    Dudando, le preguntó a la examinadora.

     

    -¿Son rápidas?

     

    Ella asintió y le indicó que tomara una de las escobas. Avril escogió una y se preparó para comenzar. Le echó un vistazo a Sara y se preparó para despegar. Ahora daría una gran demostración de como se debía volar para ganar en un partido de Quidditch.

     

    Dió una patada al suelo y se elevó por los aires. Una suave brisa rozaba su rostro y la hacía sentir tan viva como siempre que volaba; era una sensación de lo más maravillosa. Poco a poco sintió que todos sus problemas desaparecían y solo quedaban ella y el cielo.

     

    Comenzó a dar vueltas por los jardines, cada vez a más velocidad, esquivando los árboles. Iba bastante alto, pero luego decidió hacer algo impresionante. Aunque no jugaba de buscadora, sabía perfectamente como realizar un Amago de Wronski, de modo que descendió en picada.

     

    Iba a una gran velocidad y cuando estaba a unos centímetros del suelo se detuvo y volvió a ascender. Se imaginó el rostro de Keacher, quien le había enseñado aquella jugada, si la veía. Comenzó a girar en torno al tronco de un gran árbol hasta que otro le llamó la atención.

     

    Aquel árbol estaba lleno de manzanas rojas y eso le dió una gran idea. Esperaba que a la examinadora no le molestara que tomara algunas manzanas para hacer una prueba. Voló hasta el tronco se quedó estática en la copa, sosteniéndose solo con las piernas, mientras con las manos cortaba tres manzanas.

     

    Luego las tiró lo más lejos que pudo. Como antes había sido golpeadora tenía una gran fuerza en los brazos, aunque a simple vista parecía muy fragil. Las manzanas comenzaron a descender muy lejos de ella, al parecer no podía alcanzarlas.

     

    Voló lo más rápido que pudo con aquella escoba. No era mejor que su Saeta de Fuego, pero sin duda no era lenta. Antes de que las manzanas tocaran el suelo las alcanzó y las recogió. Dió una vuelta más por el campo cuando decidió que ya era suficiente.

     

    Descendió y se posó en el suelo con suavidad, justo al lado de donde se encontraba la examinadora.

  10. -¿Avril Coraline Triviani?

     

    -Sí, soy yo

     

    -Bienvenida al departamento de transportes, soy Paige Rider, jefa del centro examinador de aparición y seré yo quien te tome el examen. Estaba leyendo las formas y están perfectas así que si no tienes problemas podemos ir de inmediato a hacer el examen de aparición y luego vas con Sara Weasley a hacer el de vuelo.

     

    La Triviani asintió y comenzó a caminar, siguiendo a la examinadora. No sabía muy bien por qué, pero le caía bastante bien, tenía una manera de hablar que la hacía sentir segura. No sería muy difícil presentar el examen con una persona así examinándola.

     

    Se detuvieron frente a la puerta que rezaba: "Exámenes de Aparición". Avril la miró y contuvo un jadeo. Ahora si se sentía un poco nerviosa. ¿Y si no podía aparecer? ¿y si se olvidaba de alguna de las cosas que debía recordar? Sería un desastre...

     

    Se imaginó la expresión decepcionada del rostro de Candela si no aprobaba. Y también la cara de su abuela, Aland, cuando se enterara que la nieta de la matriarca no sabía aparecerse. No. Lo mejor sería no pensar en eso y hacer lo mejor posible.

     

    -Avril, ten presente en tu mente las 3 D's, destino, determinación y deliberación, si logras controlarlas a la perfección sin duda realizarás una gran prueba y relájate, eso es lo más importante a la hora de desaparecer. ¿Alguna duda?

     

    -No. Haré lo mejor posible.

     

    Paige abrió la puerta e ingresó en la sala. Avril la imitó sin dejar de mirar los dos círculos rojos, ya que no había mucho más que mirar. Se trataba de una sala completamente blanca y que daba una sensación un poco claustrofóbica, o al menos eso le parecía.

     

    Caminó, quizás demasiado rápido y se puso en el centro de uno de los círculos rojos. Miró a la examinadora que asintió con la cabeza para infundirle ánimo y luego volvió la vista al círculo rojo en el cuál debía aparecer posteriormente.

     

    -Allá vamos Avril- se dijo a sí misma.

     

    Se concentró en las tres D's. Destino, su destino era, sin lugar a dudas, un simple círculo rojo. Determinación. Lo que más quería era ocupar el círculo y que aquello terminara. Y deliberación. Simplemente se dejó llevar por aquella sensación y por aquello que la atraía.

     

    No podía respirar. Era como si estuviera pasando por un tubo negro, ya que no veía nada, demasiado angosto, que la oprimía desde todos los ángulos. No podía emitir sonido alguno ni moverse, simplemente estaba atrapada allí.

     

    Cuando la presión parecía insoportable todo terminó. Jadeó respirando todo el aire que le faltaba y se puso una mano sobre su pecho. Su corazón latía con violencia, pero fuera de eso, se encontraba perfectamente bien. Además estaba en el centro del otro círculo, más lejano a la examinadora.

     

    Sonrió complacida al ver que lo había logrado. Ya solo quedaba un examen, suponiendo que había hecho bien éste. Pero creía que lo había hecho bien; había logrado aparecerse sin sufrir ningún daño, había recordado las tres D's y había aparecido en el lugar indicado.

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