Lilith Nix

-Maldición... Maldición...- se escuchaba que decía molesta la joven banshee mientras recorría los pasillos del Profeta con algo de prisa.

Había estado desaparecida de su trabajo por varias semanas debido a varias cosas que sentía que nadie debía saber ya que eran bastante personales y era por eso que ahora ella literalmente corría por los pasillos de aquel edificio.

Por primera vez en mucho tiempo Lilith no vestía sus típicos vestidos retro, ese día usaba un atuendo de rockstar.

Y al fin llego a su destino, la sala de juntas de los reporteros, entro apresuradamente a la sala de juntas, tanto que tropezó con un joven que se encontraba parado de espaldas a ella.

-Merde!!!- grito ella enojada, el tropiezo había hecho que ella cayera al piso -Voir où vous en êtes stupide!- cada vez que estaba molesta siempre hablaba en francés, era algo que no podía evitar.

Se levanto del piso y por dos segundos estuvo pensando seriamente en golpear al chico nuevo, el cual parecía ser un aprendiz de la academia, tal vez podía vengarse de el pidiéndole a Katara que lo dejara como su asistente.

La joven banshee se encontraba en el palco de prensa, observaba a toda la gente que allí se encontraba a través de unos elegantes opera glasses, no podía creer como era posible que la gente se comportaba como salvajes.

-Esto si que es terrible...- decía la viendo un por sus opera glasses.

Todo aquello era nuevo para ella, nunca antes había esto en un partido de quidditch, ese juego no era algo que le llamara la atención, en si no le gustaba ningún juego en el cual se tuviera que despegar del suelo por medio de algún artefacto magico.

-Creo que tendré que pedirle a Katara que no me vuelva a mandar a reportar un partido de quidditch.-

Lilith aparecía a pocos metros del estadio New Trafford, vestía con prendas totalmente muggles, falda negra ajustada que le llegaba hasta las rodillas, una blusa color rojo sangre de manga tres cuartos y zapatillas negras de tacón alto; su cabello negro estaba totalmente lacio y corto, le llegaba un poco arriba de los hombros y sus ojos violetas estaban cubiertos por unos lentes oscuros, en sus manos sostenía un abrigo y un bolso.

-Espero que esto sea divertido.- se decía a si misma mientras se acercaba a la entrada del estado.

Sacaba un boleto de su bolso y se lo entregaba a uno de los encargados de la entrada, caminaba unos cuantos metros hasta ver el campo y con la vista buscaba el palco de la prensa.

-Maldición...- se escuchaba un poco de frustración en su voz ya que se había dado cuenta de que el palco estaba un poco lejos de donde ella estaba.

Respiro profundo, suspiro molesta y después comenzó a caminar con paso seguro y elegante hasta el lejano palco de prensa.

Katara no le pagaba lo suficiente como para tener que sufrir un aburrido partido quidditch y tener que caminar mucho.

-Tendré que pedir un aumento.-

La joven banshee paseaba por los pasillos del edificio del Profeta, hace unas horas antes le habían pedido hacer un reportaje especial el cual ya había entregado, ahora solo debía asistir a una reunión con la directora del periódico, así que caminaba hasta llegar a la sala de reuniones en el ultimo piso.

-Hola a todos...- decía ella atravesando la puerta para entrar a la sala de reuniones -Perdonen mi retraso.

Lilith se sentaba en uno de los asientos disponibles quedando cerca de Katara.

Ahora todos esperaban a que Katara comenzara aquella reunión para saber que seria lo nuevo que harían, la joven mortifaga saco una lollipop de su bolso y comenzó a chuparla de manera traviesa.

Una joven aparecía en las instalaciones del diario el Profeta, la joven parecía sacada de una vieja fotografía de los años cincuentas, con vestido ajustado en la parte superior y un escote no muy pronunciado y de falda amplia y hasta un poco debajo de la rodilla en tonalidad violeta medianoche, zapatillas negras de tacón alto, maquillaje elegante y discreto; y su larga cabellera negra estaba suelta y totalmente lacia.

-Así que aquí es donde trabajare.- decía aquella joven con su delicada y fría voz.

Caminaba entre todas las personas que allí se encontraban y en eso un elfo se detenía frente a ella.

-En que puedo ayudarla señorita?- el elfo hacia una exagerada reverencia.

-Soy Lilith Nix Malfoy, la nueva reportera y busco la oficina de Katara.-

-Bien, si gusta seguirme, la guiare a la oficina de la directora.-

El elfo comenzó a caminar seguido de cercas por la joven banshee, recorrieron varios pasillos y escaleras hasta llegar al cuarto piso del edificio.

-Esta es la oficina.-

-Bien, puedes irte, yo me encargare sola de esto.-

El elfo desaparecía dejando a Lilith frente a la puerta de la oficina de Katara, toco un par de veces la puerta y espero a que alguien abriera.

-Maldición...- deica Lilith -Estoy tan cansada...-

La joven de ojos violetas entraba a la oficina del Escuadrón, vestia un simple pero a la vez elegante vestido negro y unas botas altas del mismo color, un delicado abrigo color violeta la protegía del frio, llevaba su bolso morado en una mano y un gran vaso de cafe.

-No se por que me deje convencer por Emma en ser parte del Escuadrón...-

Al llegar a su escritorio fue literalmente llevada a la fuerza a la oficina de su prima por uno de los elfos de la oficina.

-Si vuelves a hacer eso juro que te matare!!!- le gritaba Lilith al elfo.

La criatura desaparecia, dejando a Emma y a Lilith solas en la oficina.

-Que sucede Emma?-

Lilith podia ver que Emma estaba en verdad malhumorada, decidio restarle importancia y despues tomo un poco de su cafe.

Lilith permanecía sentada frente a su escritorio, tenias las piernas cruzadas sobre este y leía muy entretenida un libre de un autor muggle al cual ella le gustaba.

-Dance… Magic… Dance…- cantaba animadamente mientras leía.

Había regresado a la oficina del escuadrón después de haber buscado como loca a Emma por todo el ministerio y justo al llegar se dio cuenta que ella se encontraba allí, así que ella se sentó frente a su escritorio y se dedico a leer, de eso ya hace casi una hora.

Se encontraba en una parte muy interesante del libro, tan metida estaba en su lectura que no se había dado cuenta del pobre de Pepe, que hacía ya más de 5 minutos que trataba de llamar su atención.

El elfo hiso su última medida desesperada, desapareció el libro de la joven de ojos violetas.

-Pero que demonio?- decía Lilith confundida y después veía a Pepe –Devuélveme mi libro.-

-La señora Emma la está esperando en su oficina.- decía el elfo.

-Y ahora que quiere mi dulce prima…- decía ella con sarcasmo y remarcando la palabra dulce con su fría voz.

-Tiene un trabajo para usted.-

-Genial…- bajaba las piernas del escritorio y se levantaba de la silla dirigiéndose a la oficina de Emma –Mas te lave que cuando regrese este mi libro sobre mi escritorio.-

-No se preocupe por el señorita Lilith.-

Lilith entraba a la oficina de Emma, allí pudo ver a su prima acompañada de dos hombres, uno lo conocía un poco ya que él había sido parte de los mortifagos y el otro hombre era desconocido para ella.

-Que sucede Emma?- decía Lilith observando fríamente a los hombres.

Lilith permanecía sentada en su escritorio, no había visto a Emma desde que había llegado al trabajo.

Por suerte había traído un libro de un autor muggle que tanto le gustaba ella, Dan Brown y el libro se llamaba The Lost Symbol, en ese instante se encontraba leyéndolo tranquilamente hasta que de la nada llegaba aquel horrible elfo llamado Pepe.

-Señorita Malfoy…- decía el elfo –No debería perder su tiempo leyendo mientras la señorita Emma no está.-

-Y este que se cree?- se decía a si misma mentalmente –Seria mejor que te callaras, Emma no esta así que puedo leer todo el tiempo que yo quiera.-

Al terminar de hablar Lilith agarraba su taza de café y le daba un buen trago y después siguió leyendo, para el disgusto del pobre elfo.

Despues de estar leyendo por unos segundos Lilith recordo que debia ir con Emma a la Oficina de Bestias, asi que apresuradamente guardo su libro, se levanto de la silla, tomo su cafe y salio de la Oficina del Cuerpo de Seguridad.

Una joven de larga cabellera negra y profundos ojos violetas entraba a las instalaciones del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica, la pobre venia con un par de cafés grandes, una bolsa que contenía muffins y brownies y sus cosas.

Rápidamente ella se dirigió hasta la oficina del Cuerpo de Seguridad.

-Emma Malfoy!!!- dijo fuerte –Si no me ayudas juro por Morgana que dejare caer tu cappuccino.-

Como pudo, Lilith dejo su bolso sobre el escritorio, dejo su café y después fue a dejar el café de Emma ya que esta no se digno a ayudarle.

-Por mala no te daré ni un brownie.- le decía ella a Emma.

La joven de ojos violetas se dirigió a Eliah y le dejaba un muffin.

-Espero que te guste el muffin.- decía amablemente –Es de chocolate.-

Después Lilith pudo ver que había un auror.

-Que hace el aquí?- se preguntaba a si misma.

Lilith no dejaba de ver al auror ya que se le hacia un tanto extraño estar frente a uno sin estar en medio de alguna redada mortifaga.