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PinK*

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Mensajes publicados por PinK*

  1. Cuando Bel regresó a la oficina, la joven de cabellos rosados se sorprendió, pues pensó que tardaría más. Al parecer aquella bruja realmente estaba dedicada a su trabajo y era eficiente, si no que también se esmeraba por brindarle ayuda. Pink lo agradeció escuchando atentamente sus palabras, sin interrumpirla. Cuando la joven empleada comenzó a hablarle de sus teorías referente al caso y que debían concurrir a la oficina de aurores, Pink se levantó de improvisto.

     

    —Por su puesto, vamos. Como le dije estoy dispuesta a lo que sea, dentro de la ley obviamente, para llegar al fin de todo esto. Quiero encontrar a mi abuela y los delincuentes para fundirlos en la cárcel —le dijo diligentemente. Luego recordó las anteriores palabras de Bel. —La verdad es que no estaba muy bien informada sobre eso de la guerra de bandos, jamás lo había vivido y no entiendo porque en esta sociedad libre, ocurran cosas como el secuestro de gente honrada y honorable, como mi abuela —Tomó un poco de aire y continuó. —Con respecto a Jank, no se si tendrá antecedentes, lo mas probable es que si. Desde la academia que fue un desordenado con ideas raras con respecto a la nobleza de la sangre mágica.

     

    Miró a Bel estudiando la reacción ante sus palabras. Pero no tardó en volver a hablar, tenia algo urgente que hacer.

     

    —Antes de dirigirnos al departamento auror, podría indicarme los servicios sanitarios.

  2. Luego de llenar el formulario de denuncia y ponerlo en las mano de Bel, la joven Ryddleturn sintió como se vaciaba su pecho de la angustia que reinaba en él, desde el instante que vio entrar en el negocio a esos delincuentes con mascaras de luz, excepto claro, el tipo que había logrado identificar y que maldijo haber compartido las mismas aulas de clases. Sentía que había hecho algo y que era apoyada y comprendida. Pero en cuanto la empleada del ministerio le dijo que estaban cortos de personal, sintió una pequeña punzada de intranquilidad en su estomago. Sin embargo la joven Evans se adelantó diciendo que pondría el caso en manos de una empleada que estaba disponible para que avanzara en la investigación desde ya.

     

    —Aquí la espero señorita Evans, solo espero que su empleada sea diligente —le contestó

     

    Miró como la bruja salía de la oficina, no sin antes llenar el vaso de agua con un movimiento de su varita. Pink tomó el vaso y lo bebió hasta la mitad. Bel le había dicho que eso era todo por el momento, pero le indicó que la esperara unos momentos. Comenzó a tamborilear los dedos en el escritorio mientras pasaban los minutos, pues la conocida causa-efecto, ya se hacia sentir en su vejiga y necesitaba que le indicara donde estaban los servicios.

  3. Luego que la extraña bruja llamada Zamira ni siquiera la mirara y solamente levantó un formulario, casi poniéndoselo en la cara a la joven de cabellos rosados, ésta solamente alzó una ceja y le brindo un parco "gracias", luego se dirigió a observar las variadas oficinas que constituían aquel departamento del Ministerio de la Magia. Al leer el cartel que señalaba que era la oficina de División de Seres, Duendes y espíritu, notó que un pergamino rezaba las instrucciones que debía seguir, así que comenzó a llenar su formulario y una vez terminado, golpeó la puerta tres veces y entró.

     

    —Buenas tardes, vengo a registrarme como demonio, aquí esta la documentación —dijo esperando ser mejor recibida y colocando el formulario sobre el escritorio que tenía en frente.

     

    Ficha para el registro de Demonios. y Banshees

     

    •Link a la Ficha Personal: Ficha

    •Nombre del registrado: Pink Ryddleturn Slytherin

    •Tipo de espíritu: Demonio.

    •Residencia: Castillo Ryddleturn

    •Características físicas: Alta y delgada, con curvas bien formadas. De grandes ojos grises, nariz pequeña y labios gruesos. Su cabello es rosado; liso en el comienzo del casco y finaliza elegantemente ondulado hasta su cintura. Piel tersa y blanca.

    •¿Puedes cambiar tu físico de alguna forma?: En luna llena sus pupilas se agrandan dejando totalmente negros sus ojos.

    •Características peligrosas: Si se enoja puede producir descontrolados y fuertes torrentes de aire.

    •Poderes o dones: Puede controlar el viento.

    •Causas que te pueden descontrolar: En luna llena debe hacer un sacrificio de sangre, por lo tanto en es día se encuentra terriblemente sensible. No es aconsejable hacerla enojar o contradecirla.

  4. Sentada frente a una empleada del Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica, la joven Pink concluía su relato y pedía orientación pues se encontraba totalmente ignorante del proceso que debía seguir en el caso que la acongojaba. Había sufrido un gran shock al ver como secuestraban a su abuela e impotente al no haber logrado impedirlo. Bel, la trabajadora del Ministerio que la escuchaba le dio unas palabras de apoyo que la joven Ryddleturn agradeció con una inclinación de cabeza. Iba a preguntar que debía hacer nuevamente cuando la joven que había abierto la puerta de improvisto y había caminado al final de la oficina, se acercó y le entregó un formulario invitándola a llenarlo y seguir las indicaciones de Bel.

     

    La joven de cabellos rosados se extraño con aquel gesto de la desconocida, al parecer no era una persona común y corriente que venía a pedir ayuda al departamento, como había sospechado en un principio, si no que era una funcionaria más. Notó la incomodidad de Bel con respecto a la chica que acababa de pasarle el formulario. Tal vez le molestó su intromisión, pero supo ocultar su desagrado, confirmando lo que la chica había dicho; le pidió que llenara el documento, además le informó que tal vez necesitaría incluir al departamento de aurores para ver su caso.

     

    —Lo que sea necesario señorita Evans, estoy dispuesta a llegar hasta el final, quiero encontrar a mi abuela...solo espero que no le hayan hecho daño —dijo quebrándosele la voz en la ultimas palabras.

     

    Volvió a tomar un sorbo de agua y tomó el formulario con sus manos. Alcanzó la pluma que estaba a un lado y comenzó a llenar el formulario un tanto temblorosa. En su cabeza todo daba vueltas, trató de concentrarse, pues sabia que debía terminar pronto con toda la burocracia para darle agilidad a su caso, el tiempo se pasaba volando y cada minuto era valioso si quería encontrar a su abuela y vengarse de los delincuentes cobardes que la raptaron. Llenó sus pulmones de aire, mientras terminaba el formulario.

     

    —Aquí esta, ¿Algo más que tenga que hacer? —preguntó mientras le entregaba el escrito a Bel. Tomó un papel en blanco y escribió la dirección del local por si necesitaban saberla, pues en el formulario no pedían ningún tipo de ubicación. —Y aquí es donde sucedió.

     

    http://i.imgur.com/cAzUK.png

     

    Ficha para denuncias

     

    Fecha : 8 de julio.

    Denunciante : Pink Ryddleturn S.

    Víctima : Lira Katara.

    Tipo de ataque (robo, intento de homicidio, homicidio, etc): Secuestro.

    Descripción del atacante/s (deberá indicar si es que conoce su identidad o no): Todos los atacantes llevaban cubiertos sus rostros con una mascara de luz, exceptuando uno que logré identificar, era un antiguo compañero de academia Jank Ravenclaw R.

  5. El ascensor se detuvo y una sensual voz femenina anunciaba que se encontraban en la cuarta planta del Ministerio de la Magia. El Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas. Una hermosa joven de cabellos rosados se abrió paso entre las personas que se hallaban apretujadas en el elevador, susurrando varios "con permiso". Estaba vestida de negro; unos pantalones de satín y una ajustada blusa con broches plateados. Calzaba unas botas de taco alto, que le llegaba hasta la pantorrilla, sus bulbosos labios estaban pintado de rojo.

     

    Su mirada gris se paseo por todo el departamento y caminó por el vestíbulo hasta llegar a las puertas negras. Allí un mar de cubículos distrajo su atención, sin saber a donde dirigirse. Decidió caminar al final de la estancia donde un letrero le indicaba que era la recepción, allí una mujer de extraño aspecto se encontraba tras un escritorio.

     

    —Buenas tardes. Necesito registrarme como demonio. ¿A donde debo dirigirme? —le preguntó de manera respetuosa a la bruja.

  6. No podía estar mas feliz, la recién graduada miraba con alegría los rostros de todos los Ryddleturn que la acompañaban. Su tía Ana ya comenzaba a sentir los vestigios de una embarazada, el hambre y la sed. Enseguida unos elfos aparecieron ofreciéndoles bebidas y pequeños refrigerios.

     

    —Ya era hora... mi linda tía tiene que comer por dos —dijo mirando a Ana de manera tierna. —Seguirás siendo hermosa tía, ya estoy impaciente para ver nacer a mi primita.

     

    La conversación seguía su curso, el tío Cillian estaba ansioso por terminar la academia y feliz de saber de sus sobrinos. La joven Pink estaba muy contenta al ver que su graduación era la causante de que ambos se juntaran y supieran de sus vidas. Estaba segura que de ahora en adelante no se separarían más, pues su tío estaba muy gozoso con su sobrino Valen.

     

    —¡Tío, claro que la pasaremos bien! en cuanto se termine todo esto, me llevaras al callejón para recibir mi regalo —le respondió con una cara de fingida maldad.

     

    Luego su madre la felicitó por el color que había adquirido sus lirios, estaba segura que sería parte de la Marca, junto con su Eliah, así podrían defenderse del asedio de los de la Orden y vengarse de uno que otro ataque. Para sorpresa de la joven Ryddletur un elfo apareció trayendo su tan esperado regalo. Comenzó a dar saltitos como una niña pequeña al ver tan hermosa criatura. Era perfecta, un guepardo real. Lo tomó en sus brazos, dando grititos de alegría. Le dio un gran beso sonoro a su madre por consentirla.

     

    —¡Gracias madre, esta precioso! —le dijo contenta, acariciando a su nueva mascota, que comenzaba a ronronear.

     

    De pronto una hermosa chica de cabellos castaños se acercó a Eliah, diciéndole madre. Pink abrió sus ojos grises por la sorpresa y esperó a que su madre le explicara aquello. Al enterarse que tenía una hermana menor su rostro se llenó nuevamente de alegría. Era una excelente noticia, siempre había querido tener una cómplice. Sonrió al ver la presentación tan formal de Esme. Le entregó el guepardo al elfo que aún continuaba en el lugar y miró a Esme.

     

    —Ven para acá —le dijo, agarrándola y dándole un fuerte abrazo, junto con dos besos en cada mejilla. —Estoy feliz de conocerte, de ahora en adelante serás mi hermanita consentida —le sonrió con ternura, prometiéndose mentalmente pasar por el castillo Slytherin, pues también era su familia adoptiva.

     

    Divisó a Alia la hermana adoptiva de Esme y la saludó con un gestó amistoso de la mano, pues se encontraba un tanto distante. El comentario de su tía Ana provocó que soltara una carcajada. Era muy extraño verla de tan buen animo, no había ni rastro de su forma de ser tan seria. La verdad que estar cerca de sus familiares y sentir su afecto, había logrado descongelar su espíritu y el demonio que llevaba dentro.

     

    —Cierto madre, ¿Tengo mas hermanas?...ammm ¿No tendrás alguna otra cosa que decirnos? —le preguntó pícaramente.

  7. —Muchas gracias —respondió la joven Ryddleturn, tomando asiento y bebiendo un poco de agua del vaso que había aparecido frente a ella.

     

    Sintió como el liquido calmaba un poco su ansiedad e ira. Miró con sus ojos grises los de empleada del Ministerio y vio en ellos una sincera preocupación. Sintió una leve punzada en el pecho al recordar el nombre que le había dado la bruja cuando se presentó, pues su tía le había dicho que ella se encargaría de todo, pero ya no podía esperarla más, necesitaba hacer algo. Entonces suspiró para comenzar su relato.

     

    —Me encontraba en El Maullido Salvaje, un negocio familiar del Callejón Diagon. Nos encontrábamos, Cindy; la encargada del local, mi tía Bel Ryddleturn, Niqqui; una chica que estaba pidiendo trabajo, Katara; mi abuela y dueña del negocio, y yo. De pronto entraron un montón de personas cubiertas con mascaras que parecían hechas de luz, exceptuando uno que logré reconocerlo pues cursé con el algunas asignaturas en la academia. Una de esas extrañas personas dijo que necesitaba que Katara los acompañara, pero entonces no dejaron ni que hablara y comenzaron a atacarla. Naturalmente que mi abuela trató de protegerse, pero eran demasiados y acabaron por llevársela inconsciente. Lo único que pude hacer fue proteger a mi tía, a Niqqui y a Cindy y nos refugiamos bajo el bar. Luego traté de impedir que se la llevaran, pero eran demasiados, les grité, los insulté, les lanzé hechizos... pero nada logré, se la llevaron y no se a donde.

     

    Su respiración se había tornado agitada. Tomó un poco de aire y bebió un poco de agua del vaso, pues sentía que se le había secado la garganta, además había aflorado nuevamente la ira y las últimas palabras le había salido un poco subidas de tono. Miró con desesperación a Bel y continuó.

     

    —¿Me puede ayudar? No se a quien recurrir, pues...

     

    Entonces la puerta se abrió de improvisto. La joven de cabellos rosados volvió la cabeza para ver a una chica vestida de negro con un prolijo peinado. Notó en su rostro la incomodidad por haber irrumpido sin golpear. Al parecer era otra persona que necesitaba ayuda del Ministerio pues caminó al final de la sala, sin decir ninguna palabra, un tanto avergonzada y se sentó en una silla.

     

    —Por favor me puede orientar. Haré todo lo posible por encontrar a mi abuela y vengar el cobarde ataque en su contra. Somos una familia noble, contribuyente y respetuosa de las leyes mágicas. Por este motivo me encuentro en el Ministerio de la Magia solicitando su colaboración —prosiguió como si no hubiera sido interrumpida.

  8. Al bajar las escaleras la joven Ryddleturn parecía que flotaba en el aire. Su rostro reflejaba la alegría que sentía al divisar a sus familiares acercándose. El primero fue su tío Cillian que lucia realmente elegante, haciendo relucir ese toque atractivo que tenían todos los hombres de la familia, sus felicitaciones emocionaron mucho a la joven de cabellos rosados.

     

    —Gracias tío, espero asistir pronto a tu graduación —le dijo respondiendo a su abrazo y estampando un beso en su mejilla. —Recuerda que te estoy vigilando —le susurró en el oído a modo de broma.

     

    Tras él, su tía Ana lucia un hermoso vestido beige y en sus brazos llevaba a Valen, su hijo, el hermoso niño se veía muy tierno con su camisita y pantalón. Pink recibió el abrazo y acarició el rostro de su primito para luego darle un suave beso en el rostro. Luego llevó su mano a la pancita de su tía y sonrió al sentir un pequeño golpecito.

     

    Tía Ana, gracias por venir y traer a Valen...¡Se ve tan lindo! —respondió llena de alegría al ver a Ana pues hacia mucho tiempo que no sabia nada de ella y no sabía si su lechuza la encontraría. —Te ves tan linda embarazada.

     

    Al dirigir su mirada al costado de su tía vio a su madre. Una enorme sonrisa coronó su rostro. Ella había sido su pilar y su apoyo en todo momento y se sentía muy bien al poder darle una alegría a su ser más querido en el mundo mágico. Le mostró a su madre el ramo de lirios que se había tornado verde, señal inequívoca de su decisión de ser mortifaga. Esperaba con ansias ser recibida en la Marca Tenebrosa.

     

    —Mami linda, gracias por venir y se que estarás mas orgullosa de mi cuando entre... —le dijo sonriendo pícaramente.

     

    Con los ojos nublados por la emoción, distinguió a su abuela Katara. Sin poder evitarlo un par de lagrimas se desbordaron de sus ojos. Verla en su graduación era lo máximo. Se aproximó a ella y le respondió su abrazo con mucho afecto. Si su madre Eliah era su pilar, Lira era su idola. Siempre había admirado de sobremanera su forma de ser, tan fuerte, tan imponente e inconscientemente trataba de parecerse a ella.

     

    —Gracias abuela, estoy tan feliz que estés acompañándome en estos momentos —le dijo besando sus mejillas.

     

    Comenzaron a platicar entre los familiares, algunos haciendo alusión al tiempo que no se veían, otros haciendo bromas. El pequeño Valen pasaba de brazo en brazo y el tío Cillían lo miraba extrañado, pues parecía no conocerlo. Pero Ana se encargo de ponerlo al día de todas las noticias y las buenas nuevas, sobre todo de la futura integrante de la familia que estaba por nacer. Pink se sentía tan feliz al verlos juntos. Notó como una chica miraba con sus penetrantes ojos azules a su madre y abuela, pero luego la chica se alejó para sentarse en una mesa apartada. Luego una hermosa joven, vestida de turquesa, se acercó a Pink y la felicitó

     

    —¡Kusty! —la reconoció la joven Ryddleturn —Gracias por venir, pero ven siéntate junto a nosotros —le pidió a la joven que había conocido en el Gran Salón y que tan buenos recuerdos le traía su simpatía.

     

    Sin embargo la joven se alejó para encontrarse con una conocida. La joven Pink esperó que recordara su proposición y se acercara a compartir con ella, pues recordaba lo bien que se llevaban. Entonces una risas llamaron su atención, su tío Cillian le decía que todos estaban orgullosos y la volvía a llamar pequeña. A pesar que no le gustaba que la consideraran así, esa palabra salida de los labios de su tío solo hacia que se sintiera consentida y mimada.

     

    —Gracias tío querido... amm no se tío, podríamos ir juntos de compras... así escojo lo que quiero y tu gastas todo tu dinero —le dijo lanzando una carcajada. —Me salió verso... amm hablando de regalos —dijo mirando a su madre, que le había prometido una mascota.

  9. La luminosidad del lugar era segadora. Una hermosa joven de cabellos rosados, vestida con un elegante vestido negro que le llegaba a sus rodilla y calzando tacones, se encontraba en medio de un sofocante desierto, cubría sus ojos con sus manos. Sólo unos segundo atrás se encontraba traspasando una puerta localizada en el Departamento de Trasportes Mágicos del Ministerio de la Magia. La encargada C´Nedra le había advertido que en cuanto traspasase el umbral, se encontraría en un escenario completamente distinto. La sala cambiante había elegido para joven Ryddleturn, un calcinante desierto para que rindiera su examen de aparición.

     

    Cuando sus pupilas se habituaron un poco a la claridad del lugar, contempló el cielo aún con sus manos en forma de visera. El cielo estaba despejado, su celeste intenso era admirable. El sol brillaba con toda su gloria, dificultando su visión. Al mirar el horizonte divisó las suaves y uniformes capas de arenas que se alzaban produciendo dunas en forma de "c" con la parte convexa en contra el viento dominante. Cuando bajó la vista vio que su tacones se encontraban enterrados en medio de un circulo rojo. Entonces buscó el otro, girando con dificultad, a la vez que miraba todo a su alrededor hasta donde le fuera posible, sin embargo no lo consiguió.

     

    De pronto llegó a sus oídos un extraño clamor. Giró su cabeza a ambos lados para identificar la procedencia de aquel escalofriante sonido. Notó que se oscurecía levemente, pues una pequeña nube cubría parcialmente al sol. Entonces lo divisó, delante suyo el próximo circulo rojo se encontraba aproximadamente a cien metros. Pero en seguida el astro rey volvió a resplandecer encegueciendo su visión. El clamor ya era ensordecedor. La joven Pink hizo pantalla con la mano para protegerse los ojos y le pareció divisar algo oscuro que se acercaba en su dirección, a sus espaldas. Una violenta ráfaga de viento le dio en la cara, y entonces lo supo. Se sintió pequeña pues el mar de arenas se le antojó eterno. A su mente vinieron recuerdos fugaces de un libro que había leído, un párrafo en particular entre un mercenario griego y un libio.

     

    —Si te encuentras con una tormenta de arena solo puedes hacer una cosa —le había dicho uno de los guías libios.

     

    —¿Qué? —le había preguntado el griego.

     

    —Morir —había respondido el libio.

     

    —¡Que los dioses nos protejan!

     

    Trató de convencerse que solo se trataba de un examen de aparición no una prueba de supervivencia, sin embargo su cuerpo sentía la realidad de aquel lugar; la piel le ardía por el calor abrasador, los oídos le zumbaban con el rugido de las olas de arenas, sus ojos que ni siquiera había podido acostumbrarse a la resplandeciente luz, ahora se entrecerraba protegiéndose de los granitos de arenilla. Era el momento, debía hacerlo, no esperaría a ser devorada por "la Ira de Dios" como recordaba que el libro nombraba a la tormenta de arena. Cerró los ojos, sin pensar en la pared oscura que inexorablemente venía hacia ella.

     

    Destinose dijo concentrándose en el suyo; el interior del aro que solo había divisado un par de segundos, pero sabia que con eso bastaba y su seguridad la invadió. El viento arreciaba y levantaba densos velos de arena en torno a sus piernas y cintura.

     

    Determinaciónsusurró, llenando cada partícula de su ser del deseo de ocupar el espacio que tenía en su mente. La arena le rasgaba la piel, las olas de arena rugían cercanas. Pero su determinación era inquebrantable, su instinto de supervivencia la tenía totalmente concentrada.

     

    Decisiónpensó sintiéndose que se dirigía a la nada, moviéndose con valor.

     

    Todo se volvió aún mas negro, sintió como su cuerpo y ojos eran contraídos brutalmente. De pronto sus pulmones se llenaron de aire y abrió sus ojos llorosos. El desierto había desaparecido, la calma y el silencio reinaba en el lugar. Se sentía como si acabara de ser forzada a meterse en un estrecho tubo de goma. Pero se sentía entera y a salvo. Esperó que alguien le diera las buenas nuevas tratando de acompasar los latidos de su corazón y rogando que pronto su cuerpo se habituara la incómoda sensación de aparecerse.

  10. Antes de llegar a cuarto cambiante, la joven Ryddleturn vio que aparecía una hermosa bruja y que atendía a las jóvenes que había llegado a pedir indicaciones para realizar sus exámenes de aparición. Disminuyó su paso al escuchar como aquella bruja le indicaba a C´Nedra que la acompañara a su examen y amablemente lo hizo, después de comprobar que el formulario estuviera en orden, acompañó a la joven Pink al final del pasillo. Allí un enorme espejo, en vez de una puerta, la esperaba. Siguió la indicación de la encargada y se colocó frente a este, al segundo una puerta apareció frente a ella. La joven de cabellos rosados miró a C´Nedra buscando alguna indicación y ésta le explicó que acababa se ser estudiada y la sala estaba preparada con un nuevo escenario para ella...para que rindiera su prueba.

     

    —Muchas gracias C´Nedra, espero que la suerte me acompañe —respondió la joven Pink, luego que la encargada le deseara buena suerte y le recomendara que no olvidara las tres D esenciales para realizar una perfecta aparición.

     

    Inhaló profundamente hasta llenar sus pulmones de oxigeno y exhaló lentamente dejando escapar el dióxido de carbono. Le sonrió a la chica de cabellos negros y traspasó la puerta esperando salir airosa de su examen.

  11. Una joven bruja de cabellos negros respondió al saludo de la joven Riddleturn. Sintió una especie de alivio al ver que alguien le hablaba en aquel solitario lugar. Dijo llamarse C´Nedra y le facilitó un formulario, que según ella debía llenar antes de poder dar el examen de aparición. Recordó entonces que su madre le había mencionado que si necesitaba llenar algún tipo de documento, colocara su nombre como responsable y sonrió al imaginar en su mente el rostro de preocupación de Eliah.

     

    —Muy amable muchas gracias —dijo mientras recibía el papel.

     

    La joven empleada del Ministerio le dijo entonces que en cuanto acabase de completar el formulario, lo entregara y si estaba todo en orden debía dirigirse al final de la sala, para rendir su examen. Pink fue a sentarse a una cómoda silla a un costado, mientras veía como la encargada salía del lugar dejándola sola. Cuando se disponía a leer el documento, varias personas entraron a la planta al parecer a realizar el mismo trámite que ella, pero ahora no había nadie para atenderlas.

     

    —La encargada salió, pero estoy segura que no debe tardar —les dijo a las muchachas que habían llegado para que no se impacientaran.

     

    Luego siguió con su cometido. Al finalizar, repasó el formulario para ver que todo estuviera bien, se levantó de su silla y se dirigió nuevamente a la recepción, exhibiendo sobre el mesón el documento terminado.

    Formulario para el Examen de Aparición

     

    Consentimiento Informado:

     

    La aparición/desaparición es un conjuro avanzado que permite al que lo dice desaparecer de un sitio y reaparecer en otro instantáneamente. Para lograrlo se debe pasar por un entrenamiento exhaustivo y poseer un gran dominio de las 3 D's: Destino, Determinación y Deliberación.

     

    Como todo hechizo realizado por un mago novato tiene su riesgo, puesto que si el mago no se concentra bien en las 3 D’s podrían ocurrirle terribles consecuencias que lo mandaría directo a San Mungo. Por este motivo el Departamento de Transportes Mágicos no se responsabiliza por las posibles lesiones con las que pueda quedar su hijo, ya que sólo depende de los examinados el dominio y la correcta realización del conjuro.

     

    Cabe destacar que el aprobar el examen de aparición es vital dentro de la vida de todo mago, es por este motivo que es tan importante que los alumnos se preparen bien para que rindan un buen examen.

     

    Yo, Eliah Ryddleturn, madre de PinK*, he leído y comprendido el presente informativo, asumo los riesgos que mi parentesco con el examinado corre al realizar el examen de aparición y libro de toda responsabilidad al Departamento de Transportes Mágicos.

     

    Eliah Ryddleturn

    Ficha

    Estaba segura que todo estaba correctamente escrito, así que sin más, caminó por el pasillo hacia donde le había señalado C'Nedra y suspirando hondo para calmar sus nervios se dispuso a entrar a la sala cambiante.

  12. http://s3.subirimagenes.com:81/avatar/previo/thump_7013657thump34633661611010c.gif

     

    El gran salón se vestía de fiesta. Decenas de mesas y sillas perfectamente ordenadas le daban un toque de elegante festín. La decoración en tono azul se debía a que esta graduación sería en honor a los ganadores de los Juegos de la Primavera, los Tritones del Río Wye, la casa rival de una joven que devoraba con sus ojos grises todo a su alrededor, con una mescla de nerviosismo, alegría y melancolía. Le había costado un tanto culminar con sus estudios, pero al fin después de varios intentos, su esfuerzo rendía sus frutos, hoy se graduaría de la Academia de Magia y Hechicería.

     

    Ella pertenecía a los Dragones Lancashire y en tributo a su casa estaba vestida de rojo, a pesar que muchas veces le recomendaron jamás vestirse de ese color, pues su pelo rosado no combinaba con ese tono de vestimenta. Sin embargo su elegante vestido y su cabello no hacían mas que realzar su hermosa figura. Un lazo negro alrededor de su cintura le daba un toque especial. Luego de mirar cada detalle para conservarlo en su memoria, se dirigió hacia donde estaban los directores de la Academia, provocando que sus zapatos rojos, de taco aguja, produjeran eco por todo el lugar.

     

    Esperó pacientemente a que sus compañeros de graduación llegasen para que comenzara la ceremonia. Y los saludó uno a uno, viendo en sus rostro que se encontraban igual de nerviosos que ella, reconoció a algunos que compartieron sus clases, pero desconocía a otros. Pronto todo el salón era un hervidero de personas. Pudo distinguir a algunos de sus familiares y su ser se llenó de confianza y alegría. Sintió que el momento se acercaba cuando Niko, uno de los directores comenzaba a hablar, dando las buenas noches he indicando que celebrarían los logros del grupo de estudiantes que culminaba con sus estudios en la Academia.

     

    La joven Ryddleturn se percató que al llamar a uno por uno a los graduados, Niko tomaba un ramo de lirios blancos junto con el diploma y se los entregaba a los ex alumnos. Cuando escuchó el nombre "Pink", la joven de cabellos rosados caminó hacia el director y luego de recibir una felicitación con un afectuoso beso, tomó su diploma juntó con el ramo de flores. Mágicamente los lirios se tornaron verde, provocando varias impresiones en el lugar. Ella sonrió orgullosa al ver aquel cambio. Posó junto al mago para un par de fotos y se dirigió al final del escenario para ir donde sus familiares.

     

    —Al fin lo logré...estoy tan feliz —dijo mientras en su rostro una hermosa sonrisa hacia relucir su impecable dentadura.

     

    Off:

    Gracias a todos mis maestros, por su paciencia, sus correcciones...me emociona mucho que terminara, fue una grata experiencia.

    Besitos.

  13. El ascensor anunciaba con una calmada y casi sensual voz femenina que se encontraban en la sexta planta del Ministerio de la Magia, el departamento de Trasportes Mágicos. Una hermosa joven de largos cabellos rosados se apresuró en salir del elevador antes que la rejilla se cerrara, susurrando varios "con permiso". Vestía un ajustado vestido de satín negro, con pronunciado escote en la espalda. El largo de la prenda era hasta debajo sus rodillas. Calzaba unos zapatos de charol con taco medio. Sus labios bulbosos estaban pintados de rojo. Caminó solo unos pasos hasta dar con la recepción. Aclaró su garganta para llamar la atención de la persona encargada de atender.

     

    — Buenas Tardes. Mi nombre es Pink Ryddleturn Slytherin y vengo a tramitar mi examen de aparición —dijo de manera cortés, esperando ser atendida.

  14. Una joven bruja de cabellos rosados caminaba a prisa por los pasillos de Ministerio de la Magia. Su capa negra ondeaba por su paso acelerado. Había tomado el ascensor y se dirigía hacia la segunda planta, donde se encontraba el Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica, pues en su interior ardía de ira al estar sedienta de justicia. Al bajar del ascensor lo primero que divisó fue la enorme puerta en la cual un lustroso letrero dorado le anunciaba que estaba justo donde necesitaba estar. Al cruzar la puerta, se fijó en los innumerables retratos de magos y brujas importantes. Siguió de largo por el pasillo dejando atrás las sillas y maceteros con arbolitos. Tras ver varias puertas con sus respectivas placas se decidió por tocar una, la que tenía inscrito "Oficina del Cuerpo de Seguridad", a pesar que no estaba segura si era la que correspondía para que atendieran su caso.

     

    Creyó escuchar una especie de "Adelante" aún que no podría asegurarlo y traspasó la puerta. Estaba decidida a denunciar el atropello del que había sido testigo. Habían secuestrado a su abuela Katara y estaba segura de haber podido identificar a uno de los delincuentes. Presentaba uno que otro rasguño en los brazos producto de las explosiones y rebotes de hechizos de los cuales fue testigo, pero no significaban ningún dolor comparados con el inmenso que sentía en su pecho. Se sentía tan impotente al no poder evitar aquel crimen, pero estaba segura que podría tratar de encontrar a los culpables y hacerlos pagar... no descansaría hasta conseguirlo.

     

    —Buenas tardes. Mi nombre es Pink Ryddleturn Slytherin —dijo apresuradamente. —Necesito reportar un crimen...¿Este es el lugar indicado? —concluyó mirando hacia el escritorio que tenía en frente.

  15. Casi enseguida de preguntar que había sucedido una joven bruja se acercó a la joven Ryddleturn y le explicó que ella era la autora del llamado. Entonces al contemplar su rostro se percató que se trataba de una pariente. Sonrió porque al parecer no la había reconocido, pues se anunció y presentó a su compañera Sol que de ahora en más serian las nuevas jefas de tan noble casa. La joven de rosados cabellos inclinó la cabeza a modo de saludo.

     

    —Un placer conocerte Sol —dijo Pink mirando a la aludida. Luego miró a Bel y le sonrió nuevamente. —Acaso no me reconoces... soy tu sobrina Pink, hija de Eliah —musitó y se acercó estampando dos besos, uno en cada mejilla de Bel.

     

    De pronto un escalofriante gruñido tronó en el lugar. Todos se voltearon a mirar hacia donde provenía. Luego de que las jefas de la casa se miraran por unos instantes y salieran corriendo hacia una esquina, una chica entró en la sala común anunciando su nombre. Pink la miró por unos par de segundos y luego miró hacia donde se fueron su tía Bel. Tenía que ser rápida si quería enterarse que cosa había provocado tal sonido.

     

    —Hola Aleisha, mi nombre es Pink —dijo apresudaramente. —Lamento recibirte tan rápido pero llegaste justo cuando me disponía a salir tras nuestras nuevas jefas de casa, pues escuchamos una especie de gruñido —explicó. —Acompáñame si quieres, pues podrían necesitar nuestra ayuda.

     

    Se dio media vuelta y corrió hacia donde había visto que iba su tía, esperando que Aleisha se hubiera decidido a acompañarla

    al llegar al lugar vio que varias personas ya se encontraban ahí y todas empuñaban sus varitas. Trató de abrirse paso y se encontró con una escena muy triste, una dragona gimoteaba feroz y lastimosamente a la vez. Al parecer le había hecho daño.

     

    ¿Qué sucede Bel? —preguntó mientras sacaba la varita de su túnica.

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  16. Después de escuchar atenta como su maestra respondía de manera impecable las preguntas de su compañero y familiar desconocido Aziid y luego de formular sus propias preguntas, la joven Pink se sorprendió bastante al enterarse de que no había una especie de prueba para entrar en la Marca. Sintió una suerte de alivio al saber que solamente bastaba con ser ella misma para poder pertenecer al bando que tanto ansiaba, pues estaba segura que sus lideres verían que su vocación era verdadera. Se alegró al escuchar que habría entrenamientos posteriores y sonrió abiertamente ante el comentario de su tutora, ya que parecía como una especie de aceptación.

     

    —Tiene razón maestra...es solo que estoy un poco ansiosa —respondió de manera respetuosa. —Deseo estar a la altura de tan exquisito pastel —concluyó esbozando una sonrisa de complicidad.

     

    Enseguida su compañera de clases Maia formuló su pregunta, la cual fue contestada por Mónica de forma tan segura que la joven Pink estaba convencida que todos habían sentido erizárseles la piel. La Ryddleturn esperó con ansias las preguntas de sus otros compañeros, sobre todo la de Maiiden pues compartían su preferencia al bando mortifago. Pero al dirigir su mirada gris a su futura camarada, pudo ver que a pesar de estar presente se encontraba distante de todos y no hubo preguntas provenientes de ella. Se sintió un poco frustrada y pensó en dirigirle algunas palabras, pero su concentración se vio interrumpida por un fastidioso comentario de Holmes impregnado del desagradable olor de su tabaco.

     

    —Lamentables para ti, que no presientes el enorme poder que fluye en este lugar. Mejor cuida de tus neuronas chico, que con lo que fumas no te quedaran muchas para defenderte en el futuro... —le comentó de manera sarcástica a su compañero Sherlock.

     

    Entonces la voz de Elessar se alzó atrayendo la atención de todos. Prometía llevarlos a un lugar mas agradable. La joven de cabellos rosados se limitó a levantar los ojos y morderse el labio inferior, pues no le contestaría a su profesor, no caería en su juego. Tenía en la mente las palabras que él le había dicho y su pregunta anterior de ¿Que era lo justo?. Aquella vez había decidido no responderle por la simple razón que no tenía nada que demostrarle a él, pues no era su propósito. Además estaba segura que no se controlaría y le debía respeto por ser un profesor. Pero el hecho era que se le estaba haciendo difícil soportar los desplantes de él. Se concentró mejor en su atractiva sonrisa, pues aún le provocaba un leve escalofrío. Suspiró profundamente y luego de ver como era abierto un portal rodeado de un sorprendente fuego azulino y como nuevamente su maestro hacia un tonto comentario, se deslizó a través de dicho portal y tras su tutor.

     

    A continuación Pink experimentó un cambio brusco en la luminosidad del ambiente. Era tan segadora que tuvo que cubrir sus ojos con la mano. Enseguida pudo percibir el calor sobre su piel y el sonido abundante de vida de la naturaleza. Cuando sus pupilas se adaptaron, pudo ver que se encontraba en unos terrenos cubiertos de verde césped y árboles por doquier. Al fondo una edificación blanquecina llamó su atención. No podía negar la poderosa magia que se sentía en el lugar, pero era mucho menos atrayente y misteriosa que la de la Fortaleza Oscura. No había comparación. Elessar les dio la bienvenida al lugar comentando que había hecho desaparecer sortilegios para que las almas impuras pudieran pasar, invitándolos a recorrer el lugar.

     

    <<Somos dos>> pensó la joven Pink al escuchar a su maestra hablar sobre su alma impura.

     

    Luego comenzaron con la caminata, primero por el bosque y luego a través del río. Era innegable admirar aquel lugar lleno de criaturas mágicas, más aún cuando un ave fénix se posó en el hombro del maestro. Sin embargo la Ryddleturn comenzaba a fastidiarse de caminar, que acaso no eran brujas y magos. Podían hacer el recorrido de otra manera no tan muggle. Pero decidió seguir tras su tutor hasta que al fin, cuando el sol ya se despedía, se detuvieron cerca del edificio blanco y junto a unos troncos que servirían de asiento. Pink se sentó de inmediato, cuando Elessar lo hizo y contempló como el ave dejaba caer una lagrima y una pluma en su regazó. Agradecida la joven alcanzó a acariciar un costado de la criatura mágica, antes que esta alzara el vuelo hacia otro compañero.

     

    Su maestro volvió a hablar, ahora con un tono mas serio y respetuoso. Les habló del los regalos que acababan de recibir de parte del ave fénix y los instaba a preguntar cosas sobre la Orden del Fénix. Aquel cambio en la manera de hablar de Elessar le agradó a la joven Pink y luego de que su maestra los animara diciendo que faltaba poco para terminar con la clase, decidió buscar en su mente, alguna pregunta que quisiera que su maestro contestara. Pero fue Aziid quien le preguntó lo que ella deseaba, aun que ella hubiera preguntado de lleno si la Orden del Fénix era una organización ilegal. Luego fue Holmes quien preguntó porque no ayudaban a los muggles a deshacerse de sus miserias con magia, aquello causó que la Ryddleturn se le escapara una pequeña carcajada y finalmente Maiiden que esta vez si quería formular preguntas y la suya fue muy buena, pues saber que le sucedía a los que dejaban la Orden era una información que Pink consideraba interesante.

     

    —¿Cómo funciona la Orden del Fénix, hay alguna tarjeta de presentación?. Me explico ¿Como una persona puede comunicarse con ellos para solicitar ayuda?—preguntó a su vez, de manera mordaz, para pagarle un poco con su propia moneda a su tutor. Decidió entonces hacerle un par de preguntas mas personales y continuó. —¿Alguna vez a denunciado a la madre de sus hijos? ¿Ha asesinado alguna vez?.

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  17. Habían pasado muchos días desde que la joven Ryddleturn se ausentara de la que alguna vez fue su casa cuando comenzó en la academia. En su memoria recordaba con nostalgia aquella estancia que solo pisó un par de veces, sin embargo, aún conservaba el dragón tatuado en su brazo, pues todavía no terminaba sus estudios en la academia. Cuando regresó de su viaje y retomó sus estudios, paso al patio principal de la academia y se dirigió a la estatua de la cabeza del colacuerno. Sin embargo cuando entró a las fauces del dragón hacia las llamas carmesí y llegó a los pies del volcán, pudo apreciar que su nombre había sido borrado de los miembros de la casa y a pesar de sentir una sensación amarga en su garganta lo aceptó pues era lo justo.

     

    Pero en cuanto supo que habían comenzado unos juegos en la academia, no dudó en representar a su antiguo hogar y las reglas se lo permitieron. Esperó encontrarse con mucho de sus compañeros dragones y aportar con un granito de arena para poder ganar. Pero para su desilusión se encontró compitiendo sola en muchos juegos y en otros el tiempo no le permitió participar. Lamentando aquella situación y esperando otra oportunidad antes de graduarse para apoyar a su casa, sintió como en su ser brotaba el orgullo de ser una Dragona de Lancashire y era por eso que ahora se encontraba en el salón principal de aquella noble casa, vistiendo un ajustado vestido negro de satín, pues había sentido el ardor en su tatuaje de dragón...era una llamada.

     

    —Buenas tardes...sentí... ¿Que sucede? —preguntó la joven de cabellos rosados, un tanto confusa, mientras miraba con sus ojos grises a un par de chicas que al parecer había percibido lo mismo que ella.

  18. Al cruzar el umbral de aquella especie de portal, la joven Riddleturn se sentía aliviada al poder terminar a tiempo su misión, haber encontrado a su madre y por deshacerse de aquel pasado que era una especie de mancha en su ser. Pero en el fondo de su conciencia una apesadumbrada voz le repetía el mensaje que había escuchado, ahora sería una bruja con poderes limitados y mediocres. Ni siquiera se atrevió a comprobarlo realizando magia, lo sabía, lo sentía... su poder había sido considerablemente disminuido. En ese estado la recibió su maestra, que apenas la divisó le dijo que pronto sus poderes volverían, retornándole a la joven de cabellos rosados la tranquilidad que se había esfumado mientras volvía de su misión. Sintió como su fuerza se restituía y le esbozó una agradecida sonrisa a Mónica.

     

    Pero entonces una mueca de extrañeza se impuso en su rostro mientras miraba a su alrededor, todo había cambiado. Del cementerio no quedaba nada, ahora se encontraba en un enorme salón, con paredes de piedra y numeroso libros en estantes antiguos. Una gran mesa central rodeada de sillas distrajo su atención, haciéndosele muy familiar. Miró a sus dos compañeros que había llegado antes, pero parecían igual de confusos que ella. Entonces volvió su mirada hacia su maestra, pero esta se encontraba atendiendo a sus compañeras que había traspasado el portal que ahora se encontraba en una pared lateral. Por ultimo miró a Elessar que estaba sentado en una silla y se dio cuenta que éste la miraba. Extrañamente su maestro parecía algo incómodo, sin embargo sus ojos destellaban tal seguridad que la joven Ryddleturn experimentó nuevamente aquel exquisito escalofrío recorriendo su cuerpo.

     

    Decidió esperar entonces la explicación de su tutora a pesar que la paciencia no era una de sus virtudes, pero ella comenzó a hablar de las misiones que acababan de pasar cada uno de los alumnos. Fue entonces que Pink miró a sus compañeros preguntándose que habían tenido que hacer ellos. Algunos parecían bastantes perturbados. Pero no serian juzgados por los maestros según las propias palabras de Mónica, cada uno sería su propio juez. Entonces la maestra se dirigió al final del salón a contemplar por un ventanal hacia el horizonte. Se podía ver que el cielo estaba cubierto por intimidantes nubes grises. Después de unos segundos de suspenso la nicromante dio la bienvenida a la Fortaleza Oscura, lugar de reunión de los mortifagos. La joven Pink al fin tenía su esperada explicación y su corazón experimentó un fuerte espasmo.

     

    Sus ojos comenzaron a devorar el lugar, caminó hacia el ventanal que estaba Mónica y contempló con avidez los terreros que rodeaban la fortaleza, había escuchado de ellos, del mar y del bosque, pero no se comparaban con las imágenes que su mente había formado. Eran aún más majestuosos e intimidantes. Se sentía nerviosa y ansiosa, hasta que su maestra les dijo que no podría salir a explorar, solo era una visita "virtual" pero el fin de ésta, era que le hicieran preguntas sobre su bando. Extrañamente fue su maestro Boss que comenzó, formulando una especie de pregunta entre chistosa y sarcástica. La joven Pink no podía negar el poder de la atractiva sonrisa de su maestro, la que le causó una vez mas un leve cosquilleo en su estomago. Pero prefirió ignorar sus hormonas y alzó la voz luego que su compañero Aziid formulara sus preguntas.

     

    —Maestra...He escuchado que después de terminar la academia, uno debe pasar unas pruebas para ser aceptado como mortifago ¿Es así? —preguntó ansiosa. Pues recordó lo ineficientes que fueron sus clases de duelo en la academia y no se sentía preparada para realizar alguna demostración, a pesar que su determinación era inquebrantable y se prepararía como fuera para afrontar cualquier cosa—¿Hay una especie de preparación o tutoria para mejorar los conocimientos dentro de la Marca Tenebrosa? —concluyó seriamente.

  19. Uno a uno sus compañeros fueron mostrando sus recuerdos; uno que no había visto entrar siguió después de ella y fue algo extraño ver un tipo gritando su nombre, pues fue la manera como todos se enteraron de como se llamaba. Cuando terminó el recuerdo y comenzó su explicación, la joven Pink comprendió que pronto Holmes se convertiría en enemigo. Enseguida le siguió otra joven, Maia mostrando su sufrimiento a manos de un muggle al cual amaba. No compartió para nada su manera de llevar las cosas, pues si le hubiera sucedido aquello a ella, ese miserable ya no existiría. Luego le siguió otra y también mostró sus recuerdos, eran confusos, solo hasta que los explicó, la joven Ryddleturn captó algo coherente, la habían salvado de ser quemada viva. Luego una chica siguió, pero lo que captó su atención fueron las palabras de explicación que el recuerdo en si, a pesar que casi murió por una guerra entre muggles. Meiiden era una demonio al igual que Pink pero ella no se sentía feliz siéndolo, sin embargo estaba segura que serian compañeras.

     

    Cuando finalizaba un recuerdo, Elessar hablaba de ellos con sus protagonistas. Cuando le tocó el turno a la joven de cabellos rosados y su maestro la miró a los ojos, ésta sintió un rico escalofrió recorriendo su cuerpo. Hacia rato que contemplaba sus fuertes hombros, su porte y su atractiva sonrisa. Sin embargo en cuanto habló la sensación desapareció. Su discursó no hizo más que desilusionarla. Le hablo de no dejarse influenciar y palabrerías altruistas imposibles de llevar a cabo por nadie excepto por un santo y esos, en este mundo, no existen.

     

    —Maestro —dijo la joven Ryddleturn devolviéndole la mirada a Boss. —Siempre hay alguien que influirá en nuestros pensamientos, alguien que dejará una huella en nuestro ser. De hecho lo que esta haciendo usted es eso ¿no?, tratar de influenciar en nosotros, así que no me hable como si hubiera nacido ayer. Sé perfectamente porque quiero pertenecer a la Marca y se lo diré para que le quede claro y, a pesar que me divierten sus utópicas palabras, no las siga mal gastando en mi —siseó la joven tranquilamente sin quitar sus ojos grises de los del Elessar. —No es por mi parentesco con el Señor Tenebroso, es porque comparto sus ideales y la profundidad de su causa, es por que quiero estar junto a gente que le da la importancia a lo que somos y lo resalta. Somos únicos, especiales, nuestra raza debe prevalecer. Los muggles fueron y serán siempre un peligro, al igual que aquellos que los protegen. Como ya dije, ellos son un virus para este planeta y no permitiremos que nos contagien —concluyó esbozando una diminuta sonrisa.

     

    Luego su maestra fue quien habló con cada uno, como era de esperarse todo lo que dijo solo hizo que Pink se sintiera aun más segura, si eso era posible, de ser una mortífaga. Cuando las palabras de Mónica fueron dirigidas hacia la joven Ryddleturn, ésta solo se limitó a sonreírle abiertamente, sin embargo cuando terminó de escuchar el discurso que le había dado a su colega Boss, la joven no pudo quedarse callada.

     

    —Maestra, no creo que deba auto preguntarme eso, pues no me gusta jugar a lo que pudo o no pudo ser. Esto es lo que soy, soy la medio hermana del Señor Tenebroso y a él le debo todo lo que soy. Y sí, se equivocó en algunos cosas, pero solamente fue por la causa, si bien sacrificó algunos compañeros, y es algo que no comparto pues toda sangre mágica es valiosa, solo fue en pro de poder implantar un nuevo orden y darnos el lugar que merecemos en este mundo. Pero ahora las cosas han mejorado, todo en lo que falló mi medio hermano ha sido remediado por la Marca y para mi sería un orgullo pertenecer a ella, pues en el fondo, siempre admiraremos al Señor tenebroso por ser un gran estratega y por querer darnos nuestro lugar —finalizó con énfasis.

     

    Luego sus maestros siguieron mostrando su manera de pensar para con el resto de la clase, mientras que la joven Pink escudriñaba en los rostros de aquellos que eran aludidos. De pronto Mónica, se quedó callada y algo dubitativa, pero enseguida se compuso y les dirigió unas interesantes palabras. Algo les había sido arrebatado a todos y a cada uno de los alumnos. Debían recuperarlo en tan solo una hora. Les señaló una pared que a los segundos se convirtió en una especie de portal transparente. Nuevamente un escalofrío recorrió su cuerpo, esta vez no de placer, si no de temor, pues en su mente se materializó el único ser que podría ser su tesoro. Y así impacientemente se dirigió hacia la pared y la atravesó.

     

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    Cuando la comprensión llegó a sus ojos, se vio rodeada por antiguos y esplendorosos muebles. Un olor familiar la invadió. Al mirar con mas detalle a su alrededor se dio cuenta que se encontraba en la mansión Riddle, la que alguna vez fue su hogar y que ahora estaba convertida en el cuartel de la Marca Tenebrosa. Tenía un mal presentimiento, pues lo único que realmente apreciaba de sobremanera en este mundo era a su madre Eliah, pues a pesar que tenía objetos valiosos, ninguno era indispensable. Examinó unos cuartos en la planta baja, un tanto extrañada que no hubieran personas en ellos, pues esa mansión siempre estaba repleta de mortifagos y aspirantes. Sin embargo siguió buscando por los salones, la cocina y demás cuartos. Al subir las escaleras, pensó en el tiempo transcurrido y vio con horror que solo quedaba media hora. Después de recorrer toda la segunda planta, bajó a las mazmorras.

     

    Cuando se disponía a entrar en un pasillo, algo la sobresaltó. Una mujer en un rincón la miraba alegremente, al parecer la estaba esperando. La extraña abrió los brazos, mientras se podían sentir su sollozos de alegría. Cuando se adelantó unos pasos vio con sorpresa que se trataba de su antigua madre Cecilia. Estaba viva. Fue corriendo hacia ella y la estrechó en sus brazos, esperando sentir felicidad por el encuentro, más ese sentimiento no llegó a ella. Había pasado tanto tiempo que ya no quedaba rastros del lazo que la unía con aquella mortal. Ahora que la tenía en frente algo no le permitía recordar lo importante que había sido buscarla en su momento.

     

    —Hija mía, al fin te encuentro... —decía la mujer con lagrimas en los ojos. —Debemos irnos —le susurró con temor mientras le tomaba de las manos.

     

    —¿Pero que haces aquí, donde has estado todo este tiempo? —fue lo único que atinó a decir la joven Pink, todavía extrañada por la ausencia de sentimientos, cuando un grupo de mortifagos hizo acto de presencia.

     

    —Ahí esta la maldita muggle —grito uno de los enmascarados apuntando con su varita a la madre de Pink.

     

    De manera intuitiva la joven Ryddleturn se colocó por delante de la mujer y sacó su varita.

     

    —Tranquilos, ella esta conmigo —dijo mientras alzaba la palma de su mano.

     

    —Te reconozco, tu eres una aspirante a mortifaga. Y te aseguro que te queremos en nuestras filas, pero ¿Qué haces con una miserable muggle? Ella es un peligro para el mundo mágico, tenemos ordenes de asesinarla —le dijo uno de atrás del que había gritado primero.

     

    —¿Tienen ordenes? Ella es... era... —susurró Pink un tanto confundida. Bajó su mano lentamente y se dio media vuelta, quedando en frente de la mujer.

     

    —¿Qué has hecho? la verdad no importa. Formas parte de un pasado que he olvidado, para mi solo eres una muggle y cumplirás tu destino como tal. Debes morir —dijo mientras miraba los ojos de aquella mujer que alguna vez amó. Convenciéndose que de aquel sentimiento no quedaba nada. Ésta le devolvió la mirada con horror, pues delante suyo había una joven con las facciones y el cabello de su hija pero no era su hija, sus ojos llenos de antipatía eran diferente.

     

    —Pero ¿Quién eres tú? ¿Qué te han con mi hija?—le preguntó de manera suplicante con lágrimas en los ojos.

     

    La joven Pink la miró fijamente y retrocedió hasta colocarse junto al grupo de mortifagos que todavía apuntaban con su varita hacia la mujer. Uno le puso la mano en el hombro, dándole una especie de acogida. La joven Ryddleturn solamente hizo un gesto de afirmación con la cabeza y varios rayos de luz verde salieron de las varitas mortifagas hacia la mujer que permanecía con los ojos desorbitados por la desilusión.

     

    De pronto todo se volvió oscuro. Solamente podía ver unos metros hacia delante. Frente a ella había aparecido un inmenso cofre junto a una vasija llena de un liquido pardusco. Una voz se escuchó como un susurro, helando por completo todo su ser. "Tu tesoro esta dentro de cofre cerrado cuya llave solo conseguirás bebiendo la poción contenida en el bote ante ti. Si tomas la poción quedarás despojada de todos tus poderes y serás incapaz de realizar magia avanzada jamás. Solo te será posible hacer pequeños hechizos, básicos e inútiles."

     

    La joven Pink sabía muy bien que contenía aquel cofre. Lo supo cuando dejó que mataran a la que fue su madre. Pues ahora solo tendría una, la que la volvió a la vida y la convirtió en demonio salvándola del inframundo. No dudó y comenzó a beber de aquel extraño liquido hasta vaciar por completo la vasija. En su mente las palabras que había escuchado trataban de hacer eco en ella, su magia se debilitaría y jamás conocería la magia oscura ni volvería a ser la misma. Pero eso no le preocupó, pues sabía que ella seguiría siendo bruja y sus compañeros la protegerían si ella no podía. Solo se preocupaba del tiempo que le quedaba. Al fin cuando sacó la llave y la introdujo en la cerradura del cofre, su ser experimento el alivio y su corazón latió fuerte, pues agazapada dentro del baúl se encontraba Eliah, su tesoro.

     

    —Madre...te encontré —le susurró mientras le tomaba la mano y la ayudaba a salir del cofre.

     

    Entonces otra vez todo se volvió negro, sus ojos distinguieron una luz a un costado y caminó hacia donde provenía, intuyendo que sería la salida, con su espíritu más seguro y tranquilo que nunca.

     

    Off:

    Bueno como casi todos colocan off yo no me quedo atrás xd

    Quiero decirle a Mónica:(maldeta *.*) que me sorprendió mucho que averiguaras el nombre de mi madre, debiste leer mi ficha. guauu que dedicada eres!! mereces mi admiración pues es mucha pega como profe y bueno también a boss, y disculpa a los dos por este rol que me salió medio largo. Debe de ser tedioso leer tanto sorry.

    A Lillian: que no se a que se refería con eso que puso, pues no vi a nadie imponerle nada a su personaje.

    y a Aziid que es obvio lo que dice y los profes lo saben, no hay que mezclar. Pues no porque mi personaje Pink quiera matar a Aziid por traicionero y por ganarme en todos los juegos de la primavera XD yo voy a sentir antipatía por ti. obvio que no psss

    bueno adiosin!!

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  20. Despues de presentarse, la joven Ryddleturn tomó asiento y escuchó atentamente a sus otros compañeros. Dos estaban indecisas en su elección de bando, uno sería su compañero y otra su enemiga. De vez en cuando daba miraditas rápidas al rostro de Aziid, pero no consiguió recordarle. Al finalizar la ultima chica, la maestra comenzó a hablar, diciendo que no le importaba mucho las aspiraciones de los alumnos, pues conocía a muchos que cambiaban de ideales. Para su sorpresa vio como se alejaba por entre las tumbas. Pink se levantó de un brinco entendiendo que era una invitación a seguirle. Al llegar cerca de un panteón, que parecía renovado, se detuvo y tranquilizó a la clase diciendo que no los haría entrar ahí. Pero en cambio comenzó a murmurar unas invocaciones y alzó su varita. De pronto un brillo enceguecedor iluminó el umbral del panteón, compuesto de columnas erosionadas.

     

    Las pupilas de la joven se contrajeron por la luz repentina y un extraño escalofrío recorrió su espalda. Cuando pudo distinguir mejor lo que tenía delante, se fijó que había aparecido una especie de muro de vidrio negro. Solamente se reflejaban los rostros extrañados de los alumnos, pero de pronto una imágenes comenzaron a aparecer. Eran recuerdos de Mónica, fueron tres y ella los explicó uno a uno. El primero aludía a la caza de brujas por parte de los muggles, el segundo mostraba su fuerte lazo para con sus familiares y el tercero una batalla en contra la Orden del Fénix, en donde los heridos y muertos eran para ambos bandos. Las palabras de su maestra cobraban sentido para ella, pues estaba de acuerdo con todo lo que ella decía y no tardaría en demostrarlo.

     

    Luego el maestro comenzó a hablar, diciendo que no era tan abierto a mostrar sus recuerdos, pero que sin embargo compartiría algo con el grupo. El vidrio, antes negro, se tornó trasparente y mostró una conversación que tuvo Elesser con su hijo pequeño, al parecer tenía muchos conflictos familiares por culpa de las diferencia de posturas y de bandos contrarios. La joven Pink pensó que los ideales de su tutor eran retrógrados, débiles, pues nadie era así en la actualidad, bueno nadie que no quisiera ser pisoteado. Pero su mente se fue por otros caminos cuando el maestro dijo que ahora era el turno de los alumnos. Debían mostrar sus recuerdos, aquellos que habían contribuido en formar sus ideales.

     

    Su pariente desconocido paso primero a mostrar algunos recuerdos de su infancia y en cuanto terminó comenzó con una perorata muy efusiva. Extrañamente el joven Aziid ahora no se mostraba tan seguro de su opción como al principio, al parecer Elesser había tocado su conciencia. En el rostro de Pink se dibujó una sonrisa, ya tendría tiempo de hablar largamente con su familiar, pues si era un Ryddleturn tenía que tener bien claro donde estaba su fidelidad. Pero ahora venía su turno. Caminó entonces decidida a ahondar en sus recuerdos, en unos muy lejanos de su vida mortal. Miró fijamente hacia el vidrio y este nuevamente se torno negro mostrando el rostro del ser más temido del mundo mágico. El señor Tenebroso…

     

    —Así que tu eres mi media hermana…—siseó aquel ser de extraño rostro; más blanco que una calavera, con ojos de un rojo amoratado, y la nariz tan aplastada como la de una serpiente con rajas en ella en vez de orificios.

     

    La joven Pink había recibido una nota del Señor Tenebroso, por medio de un amigo mortífago, en la cual decía que debían reunirse en una cueva lejos del pueblo de Hosmeade. Hacia tiempo que atando cabos y llevando una exhaustiva investigación, había descubierto el parentesco que los unía y había pedido audiencia. Y luego de dos semanas de espera ahí estaba él, imponiendo tal poder con su presencia que a la muchacha se le sellaron los labios. No podía quitarle la vista de sus extraños ojos, no era valentía lo que la hacía sostenerle la mirada, era miedo. Lord Voldemort la miró con deprecio, solamente el extraño color del pelo de la chica le llamó levemente la atención.

     

    —Déjame decirte que no es un placer conocerte… pues formas parte de un pasado que he borrado de mi existencia…literalmente —dijo el mago con desgana, contemplando a ser que tenía en frente. Los ojos de la joven se abrieron como platos, el entendimiento llegó a su conciencia después de haber escuchado la última palabra.

     

    —Si muchacha, veo que lo has comprendido… yo borré la existencia de ese asqueroso muggle que tuvimos como padre.

     

    Un escalofrío recorrió su cuerpo, más ningún sentimiento nació de su interior, sentía tal miedo que no pudo recordar como sentir odio. Un mal presentimiento afloró en su mente y su cuerpo respondió con tercianas. Debía preguntarle o decir algo para ganar tiempo, pero ninguna palabra broto de su boca. Su corazón se aceleró mientras sus ojos seguían hipnotizados por aquellos color sangre. Apretó su varita con fuerzas, pero no sintió alivio al tenerla junto a ella, pues era una bruja mediocre, su magia no podía compararse con aquel ser tan poderoso que tenía en frente, entonces lo deseo. Deseó tener aquel poder, ser tan temida como él.

     

    —Sé que compartes mis ideales, pero para pertenecer a mi bando, deberás hacer sacrificios, tu vida ahora no vale nada, pues eres una sangre sucia… veremos si eres suficientemente valerosa para sobrevivir a lo que te espera…¡Avada Kedavra!

     

    La chica vio como un rayo verde viajaba directo hacia ella. Abrió la boca y el sonido de un “¿Por qué?” se perdió en el aire mientras la oscuridad y el dolor la absorbía...

     

    El recuerdo había finalizado. La joven de cabellos rosados dejó de observar el vidrio negro y miró hacia sus compañeros y profesores. Todos la miraban pasmados. Esto le causó diversión, no era la primera vez que veía ese tipo de reacción, entonces decidió comenzar a hablar, para que el entendimiento llegara a esas mentes confusas con ojos de anonadados.

     

    —Sí, soy media hermana del Señor Tenebroso y mi muerte fue su mejor regalo. Ahora soy una Demonio y mi magia se incrementó de sobremanera, pero es muy inestable. Necesito el conocimiento de la magia oscura para sacarle su máximo provecho —dijo alzando la voz. Luego de una pausa continuó.

     

    —Con respecto a mis ideales pues me atrae el poder y a pesar de que muchos puedan pensar que solo encontraremos traición y muerte en la Marca Tenebrosa, se equivocan, pues ahí la traición se paga con la muerte, lo que quiere decir que la fidelidad es algo primordial en sus filas. Además el compañerismo y el celo para con los suyos es la base de esa organización, jamás dejan solo a un compañero. Demuestran siempre su valentía presentando cara en las batallas y es una realidad que tienen el poder en el mundo mágico… y como dije, me atrae el poder —continuó tranquilamente.

     

    —Y mi opinión sobre los muggles, de porque mi odio hacia ellos, pues no es por lo que nos hicieron en el pasado, a pesar que eso podría justificarlo. Solo es el hecho que son inferiores y son una escoria para el mundo, una infección. Debemos curarnos de ellos, pues no viven en armonía con su ambiente como las brujas y magos. Y por lo mismo, los sangre sucia están contaminados. Aún que podría haber algunas excepciones, la mayoría no merece el conocimiento de la magia, tienen demasiado arraigado lo muggle —concluyó, retrocediendo para darle paso a la siguiente alumna, dejando el ambiente algo tenso.

  21. A sus ojos todo era un caos de colores. En sus oídos se filtraba el aire, provocando extraños sonidos que le hacían arrugar su nariz. De pronto la sensación tirante de su vientre desapareció y todo quedo en calma. Sus pies al fin habían tocado tierra firme. Sus pupilas se dilataron, tratando de acostumbrarse a la poca luminosidad del lugar. El atardecer ya comenzaba su fin y una hermosa joven de cabellos rosados acababa de experimentar una traslación. A pesar que ya era su tercera vez, aún no se acostumbraba y su mente todavía estaba un poco aturdida, pero poco a poco comenzó la comprensión del lugar en todo su ser; el sonido del mar, la humedad en el ambiente, la abundante vegetación y una para nada bien recibida lluvia, que en unos instantes ya tenía todo su vestido, de satín negro, empapado.

     

    Sus labios bulbosos, de un tono rojo intenso, dibujaron una señal de protesta en su rostro. Delante suyo, el paisaje le entregaba un cementerio arcaico, rodeado de florecillas de variados colores opacadas por el abandono del lugar. Acordonadas por enredaderas se divisaba algunas cruces y lápidas, que había sobrevivido al paso de los años y de la vegetación. El lugar le producía una mescla de nostalgia y repulsión. No le gustaba recordar que alguna vez su cuerpo también fue enterrado y sometido a la descomposición. Suspiró dándose ánimos de continuar, pues era importante que concluyera su clase de Bando y Perfil, porque a eso venía a este sitio; a recibir su última instrucción para poder graduarse de la Academia de Magia y Hechicería. Y junto a un inquietante viento comenzó su camino por entre los sepulcros de la necrópolis.

     

    Se le hacia difícil sortear las raíces expuestas y los terrones de tierra cubiertos de musgo, pero necesitaba encontrar a quienes serían sus maestros. Pronto divisó una silueta delante suyo, al parecer otro alumno se dirigía hacía el fondo del cementerio, allí dos personas, distantes entre si, aguardaban. Uno de ellos expelía humo. Apresuró un poco su paso, tratando de no tropezar, sin embargo no pudo alcanzar al que le llevaba ventaja y llegó al sitio pactado cuando su compañero ya estaba sentado en un banco. Pasó su mano derecha por el rostro para despejarlo un poco del agua y caminó hacia el banco más próximo. Una vez sentada miró con espanto sus pies, pues su calzado estaba cubierto de lodo mesclado con musgo, al igual que sus medias negras. Suspiró fastidiada y alzó su mirada para contemplar a los culpables.

     

    Sus ojos de mujer joven se posaron primero en el mago, él cual le pareció muy atractivo. El tono de su voz al presentarse también fue de su agrado y como si nada, su enojo por el lugar escogido se disipó. Pero en cuanto supo que era miembro de la Orden de Fénix se desilusionó. La clase era solo un trámite para ella, pues desde que comenzó la Academia sabía a cual bando pertenecería. Sin embargo siguió escuchando el discurso del joven mago, de nombre Elessar. Se sorprendió al saber un poco la historia del lugar en donde se encontraban. Sintió un escalofrío recorriendo su espalda cuando se enteró que a sus pies descansaban los cuerpos de los primeros magos en América. Al concluir, el maestro dio paso a la bruja que se encontraba a cierta distancia. Fue entonces que los ojos de la joven se dirigieron a su nueva maestra.

     

    La martirizante lluvia ya había cedido y la mujer que tenía en frente había bajado su capucha. Presentaba una extraña palidez, pero a pesar de eso su rostro era hermoso, demasiado hermoso, al igual que su rojiza cabellera. "No debe ser humana" pensó la joven sin dejar de escuchar la presentación de su tutora. El sarcasmo en su presentación le agradó y aun más al saber que era miembro de La Marca Tenebrosa. Su futura compañera se llamaba Mónica y desde ya su nombre sería recordado. Cuando fueron pedidas las presentaciones, el alumno que había llegado primero comenzó. Al decir su apellido, la joven se sorprendió, pues compartía el mismo. Trató de escudriñar en su rostro algo que la hiciera acordarse de él, pero fue en vano. No se inquietó, ya habría tiempo de averiguar si era pariente.

     

    Esperó a que su compañero concluyese con su discurso y se levantó de su pupitre. Era su turno. No tardaría, no le gustaba hablar mucho.

     

    —Buenas tardes, mi nombre es Pink Ryddleturn Slytherin y deseo pertenecer a la Marca Tenebrosa —dijo claramente y de manera orgullosa, mirando a los ojos a su maestra. —Sin embargo vengo dispuesta a aprender lo que vosotros me queráis enseñar —concluyó dirigiendo su mirada a Elessar.

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  22. La estancia nuevamente estaba sumida en el silencio impuesto por el mortífago, sus palabras todavía resonaban en los oídos de todos los presentes y su mirada había petrificado a la mayoría. La joven Pink había sentido el poder de su maestro, cuando este hablo tan fervientemente sobre su odio hacia los muggles y nuevamente un escalofrío recorrió su espalda. Ya no quería volver a sentir aquello, pues eso la hacía rememorar su vida como humana y aquellos deseos banales hacia el sexo opuesto. Pero solo le bastó cerrar los ojos por un instante y en su interior todo volvió a la normalidad; sus deseos puesto en alcanzar el poder y el conocimiento de la magia oscura, que era lo que le interesaba. Entonces vio como su guía volvía a alzaba su varita y el lago plateado comenzó a inquietarse. Del arma de Patrick, un hilo plateado parecía conectarse con aquellas aguas plomizas.

     

    Entonces la vista de la joven Ryddleturn fue nublada y su memoria fue invadida por imágenes de su pasado, de uno que acababa de invocar. Su asesinato a manos del ser más temido del mundo mágico. Lord Voldemort. Extrañamente, las últimas palabras que le dedicó aquel mago tenebroso no las recordaba, tal vez porque su sentido de la audición estaba muerto, como ella. Aquello no solo trajo a su mente las palabras, sino también el dolor. Pero ¿Por qué sentía? ¿Por qué escuchaba? Lord Voldemort lo supo. Supo que su alma no había muerto y había arrojado sobre ella un objeto oscuro. Había reconocido la protección de su madre Merope Gaunt sobre el alma de Pink Riddle y decidió conservarla para su provecho.

     

    Aquel objeto era una especie de brújula. Ella le indicaría el camino hacia el inframundo, donde las almas en pena eran permitidas y donde podían fusionarse con un demonio. El dolor que sentía, se debía al rechazo que sentía su ser hacia la protección de la madre de Lord Voldemort, así que decidió aceptarla y el dolor cesó. Decidió utilizar el objeto y este se fundió con su entendimiento. Su deseo de vivir, de obtener y superar el poder de su medio hermano, pudo más que su miedo y odio. Desde ese momento consagraría su alma a la magia negra y en cuanto volviera al mundo terrenal, no importando cuanto tiempo le costara, su prioridad sería convertirse en una bruja oscura...una mortifaga, para alcanzar el conocimiento de aquellas artes que la llevarían a tener el poder.

     

    Entonces su vista fue despejada. Sintió un poco de mareo, pero enseguida pudo enfocar su mirada. Estaba parada frente a su maestro y éste la miraba fijamente. La joven Pink bajo por unos instante su mirada que fue a posarse en un mechón de su cabello rosado que bajaba en espiral por su hombro sobre su pecho y finalizado en su cintura. Lo tiró suavemente de la punta y este cedió ante la presión volviéndose liso, pero en cuanto lo soltó volvió a su forma de resorte. Lanzo un pequeño suspiro y luego volvió a mirar a su futuro compañero oscuro y sin ninguna expresión de ansiedad en su rostro le dirigió las siguientes palabras:

     

    —¿He pasado su prueba?

  23. *****************

     

    —Así que tu eres mi media hermana…—siseó aquel ser de extraño rostro; más blanco que una calavera, con ojos de un rojo amoratado, y la nariz tan aplastada como la de una serpiente con rajas en ella en vez de orificios.

     

    La joven Pink había recibido una nota del Señor Tenebroso, por medio de un amigo secreto que sabía era mortífago, que decía que debían reunirse en una cueva lejos del pueblo de Hosmeade. Hacia tiempo que atando cabos y llevando una exhaustiva investigación, había descubierto el parentesco que los unía y había pedido audiencia. Y luego de dos semanas de espera ahí estaba él, imponiendo tal poder con su presencia que a la joven Pink se le sellaron los labios. No podía quitarle la vista de sus extraños ojos, no era valentía lo que la hacía sostenerle la mirada, era miedo. Lord Voldemort la miró con deprecio, solamente el extraño color del pelo de la chica le llamó levemente la atención.

     

    —Déjame decirte que no es un placer conocerte… pues formas parte de un pasado que he borrado de mi existencia…literalmente —dijo el mago con desgana, contemplando a ser que tenía en frente. Los ojos de la joven se abrieron como platos, el entendimiento llegó a su conciencia después de haber escuchado la última palabra.

     

    —Si muchacha, veo que lo has comprendido… yo borré la existencia de ese asqueroso muggle que tuvimos como padre.

     

    Un escalofrío recorrió su cuerpo, más ningún sentimiento nació de su interior, sentía tal miedo que no pudo recordar como sentir odio. Un mal presentimiento afloró en su mente y su cuerpo respondió con tercianas. Debía preguntarle o decir algo para ganar tiempo, pero ninguna palabra broto de su boca. Su corazón se aceleró mientras sus ojos seguían hipnotizados por aquellos color sangre. Apretó su varita con fuerzas, pero no sintió alivio al tenerla junto a ella, pues era una bruja mediocre, su magia no podía compararse con aquel ser tan poderoso que tenía en frente, entonces lo deseo. Deseó tener aquel poder, ser tan temida como él.

     

    —Sé que compartes mis ideales, pero para pertenecer a mi bando, deberás hacer sacrificios, tu vida ahora no vale nada, pues eres una sangre sucia… veremos si eres suficientemente valerosa para sobrevivir a lo que te espera…¡Avada Kedavra!

     

    La chica vio como un rayo verde viajaba directo hacia ella. Abrió la boca y el sonido de un “¿Por qué?” se perdió en el aire mientras la oscuridad y el dolor la absorbía.

     

    *******************

    El lago plateado que se encontraba en medio de las gradas, volvió a estar en calma. Los ojos de los presentes la miraban asombrados. Quiso mostrarles este recuerdo, pues era el único que conservaba de su vida como humana y pensó que probablemente la profesora Weasley y aquel joven apuesto que quería ser auror no entenderían su preferencia después de vivir aquello. De hecho el murmullo se incrementó, seguramente no solo ellos dos estaban extrañados. Disfrutó unos segundos mas de los sonidos que hacían eco en el recinto y luego irguió orgullosamente su mentón, y dirigió su vista a su maestro que poseía el alma más oscura que ella.

     

    —Sí, soy media hermana del Señor Tenebroso y mi muerte fue su mejor regalo. Ahora soy una demonio y mi magia se incremento de sobremanera, pero es muy inestable. Solamente necesito el conocimiento de la magia oscura para sacarle su máximo provecho —dijo alzando la voz y silenciando los rumores.

     

    Sin embargo se equivocó, pues su recuerdo no tuvo el efecto que esperaba en su profesora. Esta se levantó de su asiento, luego de dedicarle unas palabras a Coco y bajo algunas gradas en total calma. La joven Ryddleturn vio a su maestra descender y al pisar el último de los peldaños la vio alzar su varita y realizar un hechizo. Al instante un agujero aparecio a los pies de Pink, esta lo contempló por unos segundos, no parecía muy profundo. Sintió un poco de curiosidad, pero cuando levantó la vista para ver a su maestra, esta se encontraba detrás de sus dos futuras compañeras de bando, Sakura y Etoile, con una extraña sonrisa en su rostro. Pink tuvo un mal presentimiento, y en efecto, otra vez vio a Felicity alzar su varita, y ambas chicas cayeron por sus respectivos agujeros. No sintió ningún temor, pero si estaba desconcertada, entones miró a Colt. Provablemente el tenía la respuesta a tan raro comportamiento de la auror.

  24. El silencio ya no era mas en aquella estancia, los rumores sonaban cual zumbidos de abejas. Solo a dos de los allí presentes les había afectado las palabras de la mayoría; a la profesora auror y a un estudiante aspirante a la Orden. Felicity parecía más afectada por las palabras de Dovakhin porque a pesar que se notaba que deseaba ignorarlo, habló hasta por los codos sobre el chico y sus dichos. La joven Ryddleturn sonrió con satisfación al ver que sus palabras habían producido revuelo en aquel joven que le pareció extraño al comienzo, pues le había parecido un hombre apuesto, sin embargo sus formas afeminadas le llamaron la atención y sobre todo al ver que sus ideales se inclinaban al bando contrario al suyo. Después de escucharlo, lo miró a los ojos y le guiño uno, mientras cambiaba de postura colocando su pierna derecha sobre su izquierda.

     

    —No demuestres tu ignorancia chico… por supuesto que hay razas en los humanos y en la mayoría de las especies… a no ser que tú no pertenezcas a ninguna —dijo con picardía, haciendo énfasis en la última frase, pues había escuchado la tendencia sexual de su compañero.

     

    Luego le ignoró y dirigió su vista hacia la maestra. En su rostro no se percibía rabia. Era como si las palabras que tan fervientemente había pronunciado aquella bruja no le afectaran en nada. Ladeo un poco su cabeza, aquel gesto siempre lo hacia cuando se dirigía a un ser, según ella, inferior.

     

    —No tiene nada que ver mi odio hacia los muggles por lo que nos hicieron en el pasado, a pesar que eso podría justificarlo un poco. Solo es el hecho que son inferiores y son una escoria para el mundo, una infección. Debemos curarnos de ellos, pues no viven en armonía con su ambiente como las brujas y magos. Y por lo mismo, los sangre sucia están contaminados. Aún que podría haber algunas excepciones, la mayoría no merece el conocimiento de la magia, tienen demasiado arraigado lo muggle —dijo mirando levemente hacia Coco. Enseguida volvió a clavar su vista en los ojos de la Weasley y continuó:

     

    —Y sobre lo que dices de que en la Marca solo encontraremos traición y muerte, te equivocas pues ahí la traición se paga con la muerte, lo que quiere decir que la fidelidad es algo primordial en sus filas. Además el compañerismo y el celo para con los suyos es la base de esa organización, jamás dejan solo a un compañero en batalla. Demuestran siempre su valentía presentando cara los duelos y es una realidad que tienen el poder en el mundo mágico… y como dije, me atrae el poder —concluyó tranquilamente, mientras escuchaba que los rumores iban en aumento.

     

    Pero entonces el maestro levantó su diestra. Al instante todo quedo en silencio. Su presencia imponía tal respeto que nadie se atrevió a quebrantarlo. Luego alzó su varita y con una floritura hizo desaparecer el asiento con cadenas que había en medio y enseguida conjuro otro hechizo y fue tal la potencia de este, que la joven Pink se estremeció por completo. Fue tan placentero lo que experimentó en su interior que comprendió que deseaba aquel poder y a aquel mago. Ahora el fénix de su maestra le parecía insignificante al lado de aquel lago plateado que el Colt había conjurado. Esperó que, como siempre, su semblante pareciera en calma y no demostrara lo que en su interior estaba pasando. Experimentó el recuerdo de su maestro y le comprendió, a pesar que no era lo que en ella inspirara tal odio hacia los muggles, entendía muy bien a su futuro compañero. Luego sus palabras dejaron huellas en su interior y deseó más que nunca ser una mortifaga.

     

    Luego vio los recuerdos de los demás, incluidos el de su maestra. Ahora era su turno. Alzó su varita tan negra como su interior y enseguida en el lago plateado se dibujó el rostro del ser más temido del mundo mágico. El señor Tenebroso…

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