mak_longbottom

Yacía apoyada en la pared esperando que el muchacho que había entrado hace un momento saliera y antes que alguien mas digiera algo levanté la voz sin mirar a las demás.

–Sigo yo, chicos ¡Si!- mi tono de voz mas que una pregunta fue mas de una afirmación, volví a meterme en mis pensamientos, mi rostro no asemejaba ningún sentimiento mas que el aburrimiento, tal vez muchos creerían que era por que trabajaba dentro de aquel departamento ya un buen tiempo.

Pero la realidad era que me encontraba nerviosa, no sabia muy bien como eran las pruebas. A pesar de trabajar ahí jamás había entrado a aquel salón, ya que se encontraba hechizado por Paige. Levanté la vista en cuanto vi salir al muchacho seguido de mi jefa y adelante el paso.

Comencé a caminar lentamente hasta que me encontré parada enfrente de las majestuosas puertas tomando aire disimuladamente para controlar los nervios que me inundaban sin pronunciar palabra alguna.

Una vez dentro una luz blanca me segó por lo que me llevé las manos sobre la frente como una especie de visera y entrecerré los ojos para agudizar la vista. Al dar dos pasos mas, la escena cambió introduciéndonos a una inmensa playa, no pude evitar sonreír y los nervios que tenía interiormente desaparecieron.

Pude darme cuenta de uno de los círculos rojos, pero no veía bien donde se encontraba el otro.

-Sera tal vez que no se encuentra a la vista- exclamé en tono no muy alto a lo cual Paige no se percató, volteé a mirarla y le hablé –Lindas las playas de Viña del Mar ¿no?- terminé preguntando mientras en su rostro se veía algo mas que alegría, me atrevía a pensar en añoranza y anhelo. Me limité a no preguntar y volteé mi rostro hacia la brisa del mar.

Me saqué las sandalias que tenía puestas ese día y me dirigí hacia el 1er circulo rojo, me adentré en el y cerré los ojos, mientras en mi mente me repetía una y otra vez las 3D’s "Destino determinación y deliberación" en mi faz se dibujó una sonrisa mientras hundía mis pies descalzos en la arena caliente por la radiación del sol.

Abrí los ojos de golpe y divisé el otro círculo rojo, se encontraba no muy lejos de donde yo estaba parada sobre una tabla que flotaba sin rumbo en el mar, me mentalicé sobre la tabla de surfear y mis deseos de sentir el mar en todo su inmensidad me inundaron por completo.

De pronto sentí como algo me jalaba de la cintura y me internaba en la nada, comenzaba a desaparecer abrí los ojos y pude percatarme de la sonrisa de mi jefa en todo su esplendor, le dediqué otra a ella y desaparecí de la arena para aparecer parada sobre la tabla de surfear, al mismo tiempo que esta se movía por una ola grande, lo cual me hizo tener que mantener el equilibrio.

Mientras me dirigía hacia la playa remontando aquella ola, levanté la mano para saludarla y antes de bajarme de la tabla, trastabillé sobre ella y caí de bruces al mar, terminando toda mojada mientras caminaba hacia Paige que me esperaba en la orilla y que no dejaba de reírse por mi estado.

-No te rías, no es gracioso el agua esta fría- dije al mismo tiempo en que pateaba un poco de agua para salpicarla de ella y comenzaba a reír también al mismo tiempo en que caminábamos.

Las dos juntas antes de salir del lugar volteamos a mirar una vez más esas hermosas playas y sonreímos, mientras el lugar desaparecía y comenzaban a aparecer otra vez las paredes blancas y la luz que me había segado, no me importaba si lo había hecho bien o mal, la experiencia había sido única.

Salí pasando las puertas del lugar y no pude dejar de reír al ver la expresión de las chicas al verme toda empapada y escurriendo agua mientras caminaba y me despedía de Paige con una sonrisa de complicidad.