Absinthe Malfoy

Absinthe pasaba por una cabeza a la mayoría de los compradores. Algunos se daban vuelta para mirar a aquella extraña mujer, cubierta en pieles oscuras, con el cabello en un elegante moño. Ella simplemente observaba las diferentes criaturas con desdén, la nariz algo arrugada por lo que ella consideraba olored no del todo agradables.

Sus tacones hacían eco en el suelo; no los necesitaba, pero le gustaba como la elevaban por sobre el suelo y sobre todo, el ruido que hacían al caminar. Pausadamente pasaba de un animal a otro, los párpados lánguidos le daban un aire aún más altanero.

Se detuvo finalmente frente a una multitud de bolas de pelo apiñadas, de color malva levemente rosado. No pudo evitar sonreir, aunque no fuera más que una mueca. Puffskeins. Tenía algunos vagos recuerdos de las pequeñas criaturas; una de su niñez y otra... De una pequeña niña en su primer cumpleaños.

Siguió su camino hasta las lechuzas. Debía tener una, por lo que tras unos instantes de deliberación se decidió por una Taito blanca de buen porte. Se veía bonita, y con carácter; era la única alejada de todos en una rama solitaria.

Se volvió y caminó rápidamente hasta el mostrador, saludando con un movimiento más que sutil de la cabeza. Tomó un formulario y comenzó a llenarlo con una pluma fuente de plata.

ID: 78216

Nick: Absinthe Malfoy

Bóveda con link a la bóveda:78529

Fecha: 13 de Abril, 2011 (del día que se realizó la venta)

 

Nombre del producto: Puffskein

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: XX

Puntos por unidad: 20

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 650G

 

Nombre del producto: Lechuza Blanca

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 75G

 

Precio total: 725G

Total de Puntos: 30

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Unicornio de Plata

Una vez llenado el formulario, se dio cuenta de que había algunos detalles que aclarar. Tamborileando los dedos contra el mesón, llamó la atención de la dependienta con una sonrisa.

- Querida, tengo un dilema. Deseo que el puffskein se inscriba a nombre de mi... Hija, es un... Regalo sorpresa, por su cumpleaños. - lo último lo dijo tan rápido que casi ni se entendió. Con rapidez anotó unos datos y entregó el formulario. - Ese es su nombre. Puede enviárselo al castillo... Triviani. No hay necesidad de dar mi nombre... LA LEchuza debe ser enviada a mi domicilio, en la Mansión Malfoy, si no es molestia.

En la parte trasera del papel había anotado "Gyvraine C. Sullivan, Castillo Triviani".

Con otro gesto, la banshee se despidió y sin más palabras, se retiró de la tienda.

EDIT: Si leí lo del funcionamiento, pero no quería rolearlo como "una donación entre familaires", sonaba freak xD

Absinthe se miró una vez más en el pequeño espejo de plata y lo cerró, con una sonrisa a medias. Hacía tiempo que su apariencia no la satisfacía lo suficiente, pero digamos que tan mal no estaba. Había trenzado la larga melena cobriza (el par de mechones blancos seguían allí en su frente, muy a su pesar) y su ojo verde casi pasaba desapercibido. Casi.

Antes de decidir largarse un rato al campo había recordado al apuesto administrador de Mackenzie, cuyo acento escocés era más embriagador que el licor que destilaban. Aunque combinar los dos no se le hacía mala idea... La mujer dejó escapar una risita tonta cual adolescente, deteniéndose de inmediato para mirar hacia todos lados, como si alguien pudiese leer sus pensamientos. Cuando hubo constatado que la recepción estaba vacía, volvió a sonreir.

Sus tacones hicieron eco en el suelo del antiguo castillo refaccionado. La cola de su túnica, ajustada como un guante y gris, se arrastraba tras ella dejando su espalda descubierta, revelando una infinitud de pecas sobre la piel lechosa, parcialmente cubierta por la larga trenza que se bamboleaba con sus pasos. Una vez estuvo en el mostrador, golpeteó las uñas contra la madera con impaciencia.

El Elfo encargado del Hotel estaba acomodando a una lechuza en un cojín, pero se volvió de inmediato para saludar con una reverencia ala recién llegada.

- Señorita Absinthe, es un placer para Turku saludarla.

Absinthe asintió a modo de saludo. No era tan cordial con los elfos en casa.

- ¿Hay alguna habitación que puedas habilitar para mí? Amplia, bonita vista, una cama grande y esponjosa... - se estiró, sin perder la gracia claro está, dejando salir un bostezo - Necesito unos días para relajarme.

La criatura ojeó un grueso libro y comentó:

- Hay una suite en la torre... Tiene vista al lago.

- Esa. - contestó hacienod un gesto ausente con la mano, mientras observaba el decorado. Ya se había hospedado allí una vez pero realmente le impresionaba el lugar. Mack lo había dejado precioso. - Perfecto, y si puedes dejar preparado un baño caliente, te lo agradecería.

No es que fuera más que su deber, pero había que ser cortés. Turku hizo una reverencia y fijó la vista nuevamente en la banshee.

- Turku debe entregarle una carta al amo Alfred, y enseguida volverá para llevarla a sus habitaciones.

La distracción se disipó en un instante. Sonrió clavando la vista en la carta y viendo una oportunidad en ella, abrió bien los ojos cuando volvió a mirar al elfo.

- ¡Turku! - la criatura retrocedió un paso ante la súbita emoción de Absinthe - ¿Te parece si te acompaño? Así me muestras un poco del lugar, y de seguro Alfred estará con alguno de los animales y me encantaría verlos. Además, es temprano todavía...

La campana de un sendo reloj sonó diez veces antes de que el elfo contestara. Analizando a la mujer con una ceja arqueada sobre sus enormes ojos, finalmente se encogió de hombos. El cliente siempre tiene la razón...

- Turku puede mostrarle el lugar a la Señorita Absinthe si esta gusta, el amo Alfred debe encontrarse en el parque así que debería abrigarse.

Una capa de grueso terciopelo ya cubría a una sonriente Absinthe y el elfo hizo una señal para que lo siguiera.

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Absinthe se quiere comer a Alfred para la cena x'D

Le había besado la mano para saludar... Vaya qué galante montañés. Al parecer tenía modales de buena familia. Se mordió el labio inferior mientras enarcaba una ceja. Le era imposible no coquetear, estaba en sus genes, aunque ciertos eventos del último tiempo le estaban quitando las ganas de hacerlo en serio.

Caminaron en grupo hasta el hotel mientras Alfred contaba detalles sobre el parque, que Absinthe escuchaba interesada mientras asentía. Incluso ella se sorprendió cuando mencionó los dragones, y sonrió ante el comentario de Derek. El pequeño le caía mejor a medida que pasaba el rato, era evidentemente un Malfoy de tomo y lomo; nunca había conocido un pequeño de esa edad tan despierto.

- Me encantaría ver las criaturas, espero tener el tiempo... - sonrió mientras se apoyaba en una silla en el Lobby, sin sentarse.

El administrador pidió al jefe de la plantilla élfica que les asignase las habitaciones y la banshee respiró aliviada. Quería ordenar sus pertenencias y luego bajar al bar quizá, a tomar un buen whisky escocés. Quizá Mack estuviese disponible para acompañarla en el bar. Alfred seguramente sabría de buenos whiskies, como buen escocés.

- Genial, yo iré a ordenar todo a mi cuarto y luego bajo al bar... - dijo luego de dar un suspiro - Gracias por todo, Alfred, ha sido usted muy amable.

Inclinó la cabeza y le sonrió. Luego se volvió a Katara y los niños, estirándose.

- Hmmmm... Bueno, nos vemos luego supongo. - le dio un beso en la mejilla a Katara y se agachó bastante para quedar al nivel de los niños - Adios chicos, nos vemos luego para cabalgar.

Sophie corrió a esconderse tras Katara mientras la miraba con los ojos abiertos como platos, pero Derek se dejó atuzar los rizos rebeldes de su pequeña cabeza. La bruja volvió a erquirse y contempló al elfo desde allí, poniéndose seria.

- ¿Tendrías la amabilidad de mostrarme mi habitación?

***

El cuarto era magnífico. Una suite espaciosa con un cuarto de baño cuya bañera parecía una piscina, todo de piedra y bellamente decorado. Tenía un pequeño recibidor con muebles antiguos refaccionados, un minibar y luego estaba la recámara, con una cama con dosel que seguramente había venido con el castillo.

Ya había acomodado su ropa y demás pertenencias y, pese a que le hubiese gustado echarse en la mullida cama, salió del cuarto para bajar al bar. El día estaba precioso y quería aprovecharlo. Bajó las escaleras de piedra y preguntó a uno de los elfos domésticos donde podía encontrar el bar, y tras un par de indicacones llegó a destino.

Se sentó en uno de los altos taburetes frente a la gran barra de aspecto antiguo, bastante medieval, apoyando ambos codos sobre la madera y la barbilla en sus manos.

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Me tomé la libertad de describir mi suite x'D Quería rolear, aunque me quedó un poco trucho :c

Katara iba a responder algo sobre su último comentario pero Absinthe le soltó un "Shhhht!" disimulado. El joven venía hacia ellas, al parecer hastiado por algún pensamiento pues su expresión no era la más feliz. Era alto, y de cerca parecía aún más guapo que de lejos (Absinthe, mujer sucia xD). Tenía los ojos celestes y una mirada cálida, pese a la seriedad de su expresión.

- Hola, soy Alfred, el encargado del Parque ¿En qué puedo ayudarlas?

Se quitó los guantes y les estrechó la mano a ambas. Absinthe desplegó la mejor de sus sonrisas, soltándole la mano con suavidad y una apenas perceptible lentitud. La bruja sabía bien cómo coquetear de forma sutil y no perdía oportunidad de hacerlo, estaba en su sangre. Como toda banshee, claro está, le era difícil reprimir sus encantos naturales.

- Absinthe Malfoy, un placer. - inclinó la cabeza saludándolo - No pude evitar contemplar al granian que cepillaba, un ejemplar magnífico sin duda. No parecía muy dispuesto a que lo peinaran en público, supongo que acostumbrados a la soledad de las Highlands debe ser difícil aceptar una ola de visitantes de la noche a la mañana.

Absinthe se refería exclusivamente a las criaturas y no tenía idea que había metido el dedo en la herida del joven encargado. Ella simplemente siguió hablando con naturalidad, tomando el "mando" de la conversación por unos instantes. Era típico de ella en realidad, a veces era callada como una tumba pero cuando estaba de buen ánimo hablaba hasta por los codos.

- Esta es Katara Ryddleturn y los pequeños son los hijos de Mackenzie, Sophie y Derek. - seguramente el joven ya los conocía, pues si era el encargado seguramente era de la confianza de su sobrina. - Hemos coincidido en realidad, yo pretendo quedarme unos días para disfrutar del lugar, aprender de las criaturas... Todo es realmente hermoso, por cierto.

Le sonrió una vez más luego de echar una nueva mirada a su alrededor. Acostumbrada al páramo que rodeaba Ottery ya casi había olvidado los frondosos bosques y profundos lagos cristalinos de las Tierras Altas.

- En realidad yo sólo quisiera saber cómo son las habitaciones para elegir alguna y dejar mi equipaje. Luego me gustaría dar una vuelta por los alrededores, conocer un poco el lugar...

Y si le hacía de guía tampoco se quejaba, pensó sin poder reprimir una mueca divertida. Aquel Highlander no se veía demasiado contento de tener que atender turistas.

- ¿Así? - apuntó con el índice su elaborado rodete blanco, enarcando una ceja con incredulidad - Y yo que daría por tener los rizos que tenía antes... Aunque el blanco tiene estilo, supongo.

La banshee se encogió de hombros y dejó salir un leve suspiro. Se apoyó con las manos en el respaldo de una silla de madera elabordamente tallada, arqueando suavemente la espalda hacia atrás adoptando una pose más relajada.

- Mejor sola que mal acompañada, dicen algunos... - su mirada examinó con cuidado la recepción, que detrás de algunos sencillos detalles escondía lujos maravillosos. Adoraba los castillos refaccionados, no podía esperar a ver como eran las habitaciones.

Sus ojos se abrieron como platos para volverse hacia Katara, quien había hecho una broma algo singular sobre publicar en el profeta un aviso. Ladeó la cabeza, examinándola como un ave curiosa intentando ver donde se había generado tan... Trastocada idea.

- ¿Estás loca? - luego de unos segundos de fingido enfado, se volvió a echar a reír. Estaba de buen humor, incluso para bromas como esa. - Imagínate, pasaría de soltera empedernida a solterona desesperada...

Y hablando de lo empedernida, ¿te fijaste en el tipo que estaba cepillando a un Granian allá afuera? Por Merlín, espero que Mack lo invite a la cena... A todo esto, ¿Mack está aquí o no? Hace siglos que no la veo...

La pequeña era la viva imagen de su madre, toda una Malfoy y le dio gusto reconocer los ojos de su hermano en ella. El chico era moreno y de cabello rizado, de grandes ojos negros que se la quedaron mirando desde el primer momento. Por alguna razón, Sophie se echó a llorar. Absinthe no pudo evitar sonreirle a Katara como respuesta, era natural, espantaba a los niños, aunque intuía que había algo más en el rechazo de la niña.

- Tranquila, los niños tienden a rehuirme, sobre todo ahora con este pelo... Hola Sophie - saludó a la chica a la distancia. Para su sorpresa, el pequeño Derek se le había acercado mientras su hermana se escondía tras Katara. La miraba fijamene y con una curiosidad extraña para un niño tan pequeño. - Hola Derek, yo soy tu tía Absinthe, hermana de tu abuelo.

Se agachó para quedar a la altura del niño, con una sonrisa en los labios. Era bastante simpático, tenía una mirada suspicaz y casi podía olvidarse que se parecía más al otro lado de la familia.

- Si eres hermana del abuelo, ¿entonces tienes el pelo blanco porque eres vieja? - se le desencajó la mandíbula por unos segundos ante el atrevimiento del niño, pero luego de un instante se echó a reír a carcajadas. Era una observación bastante inteligente para alguien tan pequeño.

- Oh no, cariño, ¿acaso me ves alguna arruga? - Derek se acercó aún más para contemplar el rostro lozano de la Malfoy, y negó con la cabeza - ¿Ves? Es una cosa de familia, el abuelo y yo tenemos el cabello así.

Sophie también dejó de llorar para dejar salir una risita tímida ante la gracia de su hermano.

- ¿Vas a montar conmigo, tía Absinthe? A la tía Katara no le gusta montar... - dijo lo último como un secreto al oído de la banshee, quien le acarició los rizos castaños y esbozó una media sonrisa.

- Está bien, yo te acompañaré si quieres...- se puso nuevamente de pie y volvió la vista hacia Katara - Al parecer hemos hecho buenas migas, Derek y yo... Sobre la gala, no te asombres, no abundan los magos con iniciativa... Severus... Oh, creo que lo conozco de vista, pero no podría opinar nada de él.

No quería ser descortés, pero el apellido Gryffindor no le daba buena espina. Muchos traidores a la sangre.

La Malfoy sonrió y le dio un par de palmaditas en la espalda a Katara, respondiendo al abrazo.

- Es un placer verte a tí también. Justo coincidimos aquí... ¿Bonito lugar no? No tenía idea que mi sobrina había abierto esto para turistas y quise venir a dar una vuelta a relajarme, quiza por unos días provechando las instalaciones. - le guiñó un ojo y rió, con esa risa cantarina típica de las banshees - Tranquila, por lo que tengo entendido todas las criaturas están bien entrenadas y no te pasará nada. Yo odio volar en escoba, pero recuerdo una que otra vez que volé en Granian cuando era pequeña y la sola nostalgia me trajo hasta Escocia.

Fijó la vista en los dos pequeños que revoloteaban por el castillo. Al parecer nunca los había conocido personalmente, pero sabía que Mack había tenido unos mellizos con el indeseable esposo que se había buscado. Gracias al cielo todo ello había temrinado, y en fin, no era culpa de los niños tener el padre que tenían (xD).

- ¿Así que ellos son Sophie y Derek? Vaya, vas a tener que presentármelos. - contempló nuevamente a los pequeños adoptando una expresión algo más afable. Los niños usualmente se alejaban de ella corriendo, no tenía idea por qué, pero estos eran sus... Sobrinos-nietos. Rayos, como pasaba el tiempo... Gracias a dios los Malfoy tenían un buen envejecer (xDDDDDDDDDDDDD) - En casa todos bien, muchas gracias y... Ahora que me lo dices, se me ha escapado completamente la gala de Halloween, croe que ni siquiera he confirmado mi asistencia. Supongo que iré sola, no ha habido caballero alguno que se sacrifique a ir conmigo... ¿Y tú? ¿Hy algun caballero de blanca armadura que te escolte a la fiesta?

Enarcó una ceja y se encogió de hombros. La verdad es que se le había ido por completo el asunto de la gala, pero tendría que ir si se había dedicado a planear la decoración del recinto (?). No le importaba ir sola de todos modos, al final lo de inscribirse en pareja era una simple formalidad, o al menos eso trataba de decirse a si misma para convencerse de que no era una solterona (xD).

- Como amo Escocia... - soltó luego de un largo suspiro de alivio. Las maletas cayeron a sus costados y sonrió.

La verdad es que el lugar era perfecto. Las montañas, el aire puro, el lago, el castillo... Y ni hablar de las magníficas criaturas que se criaban allí (incluído un cierto especimen rubio con el cabello tomado en una coleta. Y una vez dentro del hotel se sintió satisfecha de encontrar un lugar lujoso, pero cómodo y acogedor.

Absinthe Malfoy si sabía como guardar el estilo incluso para una "aventura al aire libre". Pese a que planeaba pasarse unos días simplemente echada en el cuarto, disfrutando del spa y la buena mesa, iba vestida para la ocasión: pantalones ajustados color beige, largas botas de cuero hasta la rodilla, una chaqueta negra ajustada y el largo cabello blanco tomado en un rodete alto. Llevaba las manos enguantadas en cuero también negro y bajo la chaqueta, una blusa de mangas amplias.

La banshee adoraba los caballos alados, de hecho había montado una que otra vez de joven. Recordaba la primera vez que vio uno: un enorme Aethonan negro en medio de un solitario bosque en las afueras de San Petersburgo. De no haber sido por la nieve, se hubiera camuflado perfectamente. La pequeña Malfoy se había perdido durante una excursión con sus primos y, al borde de la hipotermia, se había encontrado frente a frente con el enorme ejemplar equino.

Todavía recordaba la condensación de su propio aliento y el del caballo alado, la respiración profunda del animal mientras la contemplaba con unos ojos tan negros como su pelaje. La niña había acercado una mano para acariciar el poderoso cuello, cálido en contraste con el frío invernal, mas la criatura se quedó allí, mirándola fijamente mientras ella lo acariciaba.

No fueron mas que un par de segundos, pero para ella fueron horas perdida en aquella oscuridad. Luego volvió a sentir el frío y alguien que gritaba su nombre, y cuando volvió a mirar, el caballo ya no estaba. En su mano, un par de mechones negros y en el suelo, una larga pluma oscura.

Un elfo doméstico apareció frente a ella, sacándola de golpe de sus pensamientos. Hizo una reverencia y habló con aquella voz aguda tan característica de los de su raza.

- Bienvenida a High Flights y a Linneh Castle. - nunca le habían gustado los elfos domésticos, pero había que guardar las apariencias y tratarlos bien cuandos e estaba fuera de casa - Mi nombre es Turku, para servirle.

Iba a contestar pero un poco más allá estaba Katara junto a dos pequeños niños. Iba a correr a saludarla pero olvidó un detalle: ella ya no pertenecía a la Marca y probablemente la habían desmemorizado... ¿La recordaría?

- Si, me gustaría hablar con Mackenzie, por favor. - el elfo inclinó la cabeza cortesmente y desapareció. Absinthe por su parte caminó hasta la recepción dende estaba Katara con los chicos. Los tacones de sus botas, que le otorgaban varios centímetros más de altura dándole una apariencia algo imponente para una mujer. - ¿Katara?

Esperaba que la mujer la recordase de alguna parte pues le tenía gran aprecio y había ayudado a salvarle la vida un corto tiempo atrás.

Mack, yo quiero ser Socia *O*

Tengo una... Digamos, "afición" por los caballos, especialmente si les pones alas (o cuernos xD). Y Abs también le gustan muchisimo, de hecho su varita tiene pelo de un Aethonan negro proveniente d ela lejana Rusia que le es bastante especial e,e... Alguna vez quiero tener un caballo alado xDD

Cuentame entre los socios ;D

Ficha: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78216

Bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78529

- Misty, Jock, tranquilos... - masculló entre dientes mientras tomaba el brazo de su amiga, quien estaba a putno de matar a la periodista con la mirada.

Absinthe se limitó a arrugar la nariz y quitó de su rostro toda cordialidad. Sus orbes aceradas brillaron con furia mientras entrelazaba las manos, con los índices apuntando hacia arriba.

- Señorita Black Lestrange, si usted es una periodista seria, entonces evite hacer comentarios sensacionalistas que pueden generar problemas. Creo que usted no comprende la situación en la que nos encontramos. Para encontrar culpables, no debemos proyectar la imágen de que todo el mundo es sospechoso y entrar en paranoia, por favor, piense un poco... - dejó escapar un bufido de exasperación y continuó - Si comenzamos a creer que todos somos culpables, nuestar sociedad entrará en caos. No podemos descartar, claro está, pero sus acusaciones están completamente fuera de lugar. Esta es una conferencia seria, por Merlín... Espero que las próximas preguntas también lo sean, ¿qué acaso no tienen idea por lo que la familia está pasando?

Extendiendo el brazo y con la mano abierta hizo un gesto que abarcaba a todos los Malfoys presentes.

- Si usted Srta. tiene alguna sospecha sobre Jocker Black Lestrange, le pido por favor que la comunique con fundamentos a alguien del Departamento de Aurores - Absinthe sonrió, más sus ojos seguían siendo tan fríos como el hielo. - Lo mismo si sospecha de alguien más, pero por favor le pido que deje de sembrar paraoia con sus acusaciones. Si hoy el propio hijo del Ministro es culpable de algo así, ¿qué nos queda apra mañana? En estos momentos debemos estar unidos contra el enemigo común, no sospechar hasta de las mascotas...

Casi se echa a reír con el sollozo de Mistify. Probablemente la única vez que la había visto llorar era de la risa. Absinthe sabía que la operación había sido riesgosa y que Crazy si había corrido peligros, pero obviamente aquel sollozo era más que falso, pese a su credibilidad.

Las preguntas siguieron y finalmente le tocó a ella. Clavó los ojos color plata en la reportera, quien se había presentado como Marshely Black Lestrange del Profeta, y a duras penas logró cambiar el filo de su mirada a una expresión cordial.

- Srta. Black Lestrange, equipos de diversas índoles se han organizado desde el mismísimo incidente en el New Trafford. - mientras hablaba, con tono grave y pausado, gesticulaba con las manos levemente - Los primeros fueron los de búsqueda e investigación, y lógicamente los departamentos respectivos encargados de la Seguridad de la Comunidad Mágica, es decir, tanto aurores como otros funcionarios, se están organizando para las siguientes labores de rescate. Recuerde que no sólo mi hermano y el pequeño Ithilion están desaparecidos, sino varios miembros de la Selección Española de Quidditch.

Dedicó una mirada arqueando una ceja al Ministro Español, quien asintió. Respiró hondo y prosiguió.

- Lamentablemente, todavía desconocemos el paradero exacto del escondite de estos terroristas, y no queremos precipitarnos para que nada pase a aquellos que se encuentren bajo su yugo. Por esto, es necesario continuar la investigación de forma exhaustiva. No sabemos con que clase de grupo estamos lidiando. Si bien sus características sociópatas y completamente carentes de ética se asemejan a las de los denominados Mortífagos, quienes son los principales sospechosos, todavía no sabemos con certeza a que nos atenemos. Si queremos a nuestros familaires con vid...

Absinthe hizo una pausa y miró a la mesa, a sus manos entrelazadas cuyos dedos jugueteaban nerviosamente, y luego de un suspiro que más fue un ahogado sollozo, siguió con su respuesta.

- Si queremos a nuestros familiares sanos y salvos, y también cuidar de la integridad de nuestros valientes aurores y funcionarios, nuestros pasos deben ser medidos y no impulsivos.

Absinthe escuchó atentamente las palabras de Misty. La verdad es que los rumores habían amenazado con echar abajo años de trabajo por mantener la reputación de la familia, y era bueno que en situaciones como esa, pudiesen demostrar lo contrairo a las noticias de la prensa "sensacionalista". Sonrió para si, y por menos de un segundo una expresión satisfecha cruzó su rostro, para volver a adoptar el semblante altivo que la caracterizaba.

Los miembros de la familia uno a uno hacían aparición o demostraban en su faz distintos tipos de angustia o tristeza. Las serpientes siempre serían buenas actrices. Los iris color plata de la Malfoy, brillaban con tonos lavanda, con toda la humedad que le era posible acumular en sus lagrimales, e incluso se permitió bajar la vista cuando Ericen habló de su hijo, adoptando una expresión conpungida.

El ministro, cuyo mal inglés no había notado hasta entonces (la Malfoy era más que diestra para todos los idiomas, sabía incluso los dialectos de varios seres). Aquel hecho la obligó a mirarlo arqueando una ceja. Cuando llegó al punto donde mencionaba a Harry Potter y a Lord Voldemort, estuvo a punto de explotar en una carcajada pero mantuvo la compostura como toda una dama.

Aquel tipo era un chiste. "Personas que quieren llegar al poder sin inteligencia..." vaya que sí. La falta de inteligencia les había hecho hacerse con más de tres mil vidas humanas (prescindibles, por supuesto), y revolucionar por completo al mundo mágico.

Cuando el español acarició las manos de su cuñada y la de Sagitas, la banshee apenas lo podía creer. Aquel mamarracho buscaba cualquier pretexto... Además de su ropa atroz y su acento inentendible. Se esforzó por no hacer evidente su molestia, así que se limitó a contemplar al Ministro mientras asentía reflexiva, como apoyando cada una de sus palabras.

- Mist - saludó a su cuñada y le dio un abrazo. Había que mostrar afectación ¿no?. La Matriarca de la familia Malfoy se veía radiante. Compungida, pero radiante. Mistify si sabía como causar una excelente impresión. - Estabamos preocupados por tí. Gatiux no ha... Ah si, ahí está. Mejor será que ya comenzemos... Si me disculpan.

Apenas se había dado vuelta cuando Katara llegaba con intención de pedirle lo mismo.

- Si Kata, ya iba a sentarme para dar inicio a la conferencia, ¿podrías pedirle al resto que tome asiento también? - posó una mano sobre el hombro de la Ángel Caído y le sonrió - Todo saldrá como esperamos.

Lo último lo añadió en voz más baja, sólo para que lo escuche su interlocutora. Se movió con su típico caminar sinuoso hasta posicionarse tras la mesa, sonriendo a modo de saludo a quienes habían llegado. Algunas caras conocidas comenzaban a aparecer.

Alisó inexistentes pliegues en la ajustada falda de su túnica y luego dejó su sombrerillo en una mesita baja junto al lugar donde se sentaría. Sobre la mesa había un vaso de agua. La banshee se aclaró la garganta.

- Les ruego que por favor tomen asiento. - la sonrisa de la bruja era perfecta, una hilera de blancas perlas que irradiaba cordialidad. Su tono de voz se vio magnificado por la acústica del lugar, por lo que no fue necesario elevarlo por sobre el murmullo. Además, no había una gran cantidad de gente. - Comenzaremos con la conferencia de prensa sobre el incidente ocurrido en el Estadio New Trafford.

Las miradas se volvieron hacia la Malfoy, y todos comenzaron a ocupar sus respectivos puestos para dar comienzo a la Rueda de Prensa. Los miembros del Wizengamot que estaban presentes, el Ministro Español y la Sra. Potter Blue tomaron asiento en la mesa donde ella misma se había sentado. Los periodistas y asistentes se sentaron frente a ellos. Una vez la sala se vio sumida en el silencio expectante, Absinthe comenzó.

- Mi nombre es Absinthe Malfoy y como Jefa de Gabinete del Sr. Ministro d ela Magia, Crazy Malfoy, me corresponde dar inicio a esta Rueda de Prensa. - su tono era calmado, mientras los ojos de los presentes estaban fijos en la elegante mujer - Creo que nadie es ajeno a los horrorosos sucesos que han afectado la seguridad de todos nuestros conciudadanos, magos y brujas de toda Inglaterra, y también de nuestros amigos Españoles.

La mujer dedicó una mirada al Ministro Gutiérrez, quien asintió con reverencia.

- La comunidad mágica se encuentra hoy en duelo, pues el partido de Quidditch España - Inglaterra de la Copa "Teodor el Simulador" fue el escenario escogido por un grupo de carácter terrorista para atentar contra autoridades y civiles, causando pánico y destrucción. - sus plateados ojos, brillantes y fríos como un glaciar, recorrieron a los periodistas mientras bebía un sorbo de agua. - El Estadio New Trafford se encontraba repleto con cien mil espectadores, algunos de los cuales se encuentran hoy dentro de las víctimas.

Cruzó las manos sobre la mesa, y sacudió levemente la cabeza para apartar un mechón de cabello que se había escapado del moño en que lo había tomado. Abrió un pergamino que tenía al frente y prosiguió.

- Las cifras oficiales nos indican que hubo 3050 muertes, 5430 heridos y 2600 desaparecidos. Debido a la gran cantidad de heridos de gravedad, se teme que la cifra de fallecidos aumente durante los días venideros. - la banshee tomó aire - Y no solo de maldiciones y de su propia magia se valieron estos vándalos, sino que también un hebrido negro, tres erumpents, varios lethifolds e hipogrifos irrumpieron en la escena, aumentando así la devastación. Por desgracia, en cuanto a la organización de nuestra comunidad atañe, el Ministro de la Magia Inglés se encuentra desaparecido, probablemente secuestrado por este grupo antisocial. Además de Crazy...

La mujer tuvo que parar para tomar aire. Se llevó una mano a la boca y su rostro se contrajo con aflicción. Tenía que demostrar que era humana, el ministro era su hermano al fin y al cabo.

- Además del Ministro, varios jugadores del Equipo Español tienen un paredero desconocido en la actualidad, y también civiles. En representación de ellos, de todas las familias, que como la nuestra, sufren la angustia de no saber el paradero de algún familiar, se encuentra con nosotros la Srta. Sagitas Ericen Potter Blue, cuyo hijo, apenas un bebé, le fue arrancado de sus manos. Imaginen, una criatura indefensa...

Respiró hondo, negando con incredulidad, como si un acto tan atroz la horrorizara hasta la médula.

- Los Directores de los departamentos respectivos, y los miembros del Wizengamot estarán a su disposición para responder a cabalidad y con detalle a todas las preguntas. Por ahora, no me queda más que decir que el Ministerio de la Magia condena estos actos y todas nuestras fuerzas se encuentran en encontrar a los culpables y a los desaparecidos. Los primeros serán castigados con toda la fuerza que la ley permita. Llamo a no entrar en pánico, pues pese a que esta ha sido una situación horrible y por la cual todos nos hemos visto afectados, el Ministerio de la Magia sigue manteniendo el orden y hechos como este no se volverán a repetir en el futuro. - sonaba tan bello cuando lo decía así, rió para sus adentros - Ahora cedo la palabra a la Sra. Mistify Malfoy, miembro del Wizengamot y esposa del Ministro de la Magia.

Fijó sus ojos plateados en los esmeralda de Misty, asintiendo de forma solemne.

Absinthe clavó la plateada mirada en Katara, entornando los ojos. No creía que nada malo hubiese ocurrido...

- Tranquila, debe ser algo sin importancia, o un atochamiento de la Red Flú, de ser algo grave, lo sabríamos de inmediato. - Absinthe le sonrió a la demonio y luego se volvió a la madre en apuros que había asistido, finalmente. - Sra. Potter Blue, espero que con la conferencia podamos exponer lo más posible sobre la situación de su hijo, y la suya por supuesto...

La Malfoy le puso una delgada y pálida mano enguantada en encaje negro, sobre el hombro. Le dedicó una de las mejores sonrisas falsas de comprensión y amabilidad que había hecho en su vida. "Deberían darme un Oscar..." pensó. La verdad es que la banshee tenía dotes histriónicas bastante desarrolladas.

- Quiero que sepa que tiene todo el apoyo de nuestra familia, y que hacemos causa común con su pesar, ya que es también el nuestro... - clavó los ojos acerados en un horizonte indefinido, adoptando una expresión afligida pero solemne. - De todas formas, hablando como mujer a mujer y sin todo el protocolo, confío en mi hermano, es un mago asombroso y tambien un hombre excelente, por lo que si se encuentran juntos, le aseguro que hará lo que sea por mantener a un niño inocente a salvo.

Dudaba si en la realidad Crazy se preocuparía por un crío ajeno, especialmente de la familia de la que venía. Quizá se lo diera de comer a Ares si se le daba la posibilidad... Casi deja la expresión afectada por una risa que venía desde su interior, pero mantuvo la compostura.

A los ojos de todos, Absinthe Malfoy era en ese momento una elegante mujer, profundamente afectada por el secuestro de su hermano, pero no perdería jamás la compostura. Se volvió hacia el Ministro Español, cuyo nombre en ese momento no recordaba.

- Temo que no lo conozco - volvió a ofrecerle la mano - Soy Absinthe Malfoy, hermana del Ministro y su Jefa de Gabinete. Lamento de corazón que esto haya ocurrido justamente durante su visita. Lamentablemente, hay grupos horribles ahí fuera, amenazando la seguridad de miles de personas en todo el mundo, es horroso...

- ¡Ama va tarde! - chilló el gruñón elfo doméstico - Como siempre...

Lo último fue apenas un susurro, pero lo suficientemente alto como para que una imponente Absinthe, histérica y en ropa interior, le lanzara un florero. Chávez era masoquista, fijo.

Fue hacia el enorme armario y comenzó a examinar un conjunto tras otro.

- No puedo vestir negro, creerán que estoy de luto...

Lanzó hacia atrás la negra túnica de terciopelo bordado que había sacado. Luego, en sus manos examinaba otra túnica similar, esta era de chiffon, más liviana y ajustada. El color era un violeta oscuro, casi negro, bordada con detalles de hiedra en negro y plateado, en el cuello y los puños.

- Chávez, ¿crees que ésta quede bien?

El elfo la miró, receloso, mientras ordenaba el desastre que iba dejando a medida que avanzaba. Si bien Absinthe era una maniática del orden, era como un huracán cuando se trataba de elegir ropa.

- El violeta está bien, a Chávez le gusta...

La mujer se enfundó la túnica y se miró al espejo. Perfecta. Sobria, elegante, ni demasiado alegre ni tampoco demasiado lúgubre. Con un monivimiento de la varita, su cabello se alisó y lo dejó caer libremente. El vestido afinaba su cintura y los tacones que se puso, la hacían ver altísima.

- Si se arregla demasiado, creerán que no le importa el paradero del Amo Crazy y que es una frívola... - comenzó a refunfuñar como anciana.

- Ya, ya, dejame en paz, alimañana... - la banshee había terminado su atuendo con un pequeño sombrero violeta, adornado con plumas negras. - Está bien, nos vemos a la vuelta, cruza los dedos porque salga bien...

- Pero fíjate por donde vas, con un... ¿Mack?

Iba a soltar un insulto cuando alguien que retrocedía de espaldas dio contra ella, que tampoco venía muy pendiente que digamos. Absinthe se sorprendió de encontrarse con su sobrina, quien se dio vuelta mirándola con expresión pasmada que seguramente no se debía a verla a ella.

- ¡Mack! - la tomó por los hombros y la saludó con un beso en cada mejilla - Hace siglos que no te veo... ¿Vienes a poner cara triste como todos los de la familia, o vienes como representante del Wizengamot, o las dos cosas?

Lo último lo dijo lo suficientemente bajo como para que nadie más escuche. Levantó la mirada, y divisó a Katara, quien saludaba tímidamente al Ministro Español, un moreno de ojos verdes que tenía la vista fija en el escote de la demonio.

Más allá se encontraba también la madre del chico perdido, quien había estado el otro día en la Mansión Malfoy pidiendo ayuda. Absinthe esbozó una media sonrisa. Se veía claramente nerviosa.

- Ire a sentarme al fondo, supongo que esperaremos a que llegue más gente para comenzar el discurso... - le dio una palmadita a Mackenzie en el hombro, pero se detuvo un momento a examinarla. Estaba pálida y miraba nerviosa de un lado a otro. - Mack... Mack, ¿estás bien?

La otra Malfoy se limitó a abrir la boca para luego cerrarla, señaló algo, o a alguien, y luego sacudió la cabeza, recobrando la atención.

- No te preocupes, ve...

La banshee se encogió de hombros y siguió su camino hacia Katara y el Ministro, quienes ahora hablaban con La Srta. Potter Blue. Luego se unió una recién llegada, su sobrina Kium.

- Katara, Señor Ministro, Sra. Potter Blue, Kium, es un honor tenerlos aquí - sonrió, y esta vez fue tan real que casi le supo a ella misma como una verdadera sonrisa. Le dio la mano a todos, notando como los ojos del Ministro la analizaban de arriba a abajo. ¿Quizá tuviera algun problema con las hermanas de su homólogo inglés? - Siento llegar tarde. Katara, crees que debemos comenzar ya, o esperamos a que lleguen Mistify y el resto de los representantes?