Adriana Triviani
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Como habíamos tantos esperando a ser examinados, me fui a dar una vuelta. Cuando regresé, la fila había disminuido notablemente. Me senté en el suelo frente a las puertas de la habitación, un tanto nerviosa aunque ya me habían dicho que no tenía que estarlo.
-¿Quién es el siguiente?.- preguntó la señorita Paige.
-Yo!- contesté con fuerza, los nervios me estaban ganando.
Al momento de entrar a la sala sólo se veían paredes blancas, pero cuando mi pie tocó el círculo rojo que estaba más cerca de mí, una luz blanca deslumbrante me cegó por unos instantes para dar paso al verde de los arboles y el suelo. Estaba parada a la orilla de un lago tan conocido para mí!; el parque se veía como siempre: el caucho sabanero y los robles que se extienden alrededor del lago central estaban verdes, el lago con calma absoluta que refleja paz y tranquilidad, los senderos con su tierra roja marcando la ruta para los deportistas.
Detrás de mí, estaban los columpios infantiles en los que solía sentarme con la mirada fija en la isla del lago, queriendo ir a ese lugar pero sin poder hacerlo por ser muy pequeña para tomar una barca y remar hasta allá. Los recuerdos muggle se agolpaban ante mí al estar en este lugar que extrañaba tanto. Los nervios se me habían pasado y quería sentarme en el columpio. De repente escuché un sonido de alguién aclarandose la garganta y de un salto recordé donde estaba y que venía a hacer.
-Perdón señorita Paige.- le dije ruborizándome un poco. No veía el otro círculo, al que se suponía tendría que desplazarme; levanté la mirada y al frente tenía la isla ¡ya no tenía que usar la barca! Ese pensamiento me animó y me concetré al máximo en las 3 Ds; mi destino ya estaba fijo en mi memoria desde hacía mucho tiempo, mi determinación fue en aumento mientras más fijaba mi mirada en el roble que estaba más cerca a la orilla de la isla y mi deliberación... Cerré los ojos dejando que mi cuerpo se relajara, luego empecé a girar y sentí un jalón como si estuviera en un torbellino, algo presionaba contra mí como si quisiera partir mi cuerpo y luego... nada.
Todo se detuvo, miré hacía abajo todavía un tanto mareada, observando como el círculo rojo se dibujaba en el suelo de la isla; al frente a unos metros estaba el columpio en el que me había sentado de pequeña. Me palpé todo el cuerpo verificando si aún estaba completa y por último soltando un suspiro de alivio.
Paige estaba en la orilla del lago donde llegaba el puente que comunicaba con la isla. Caminé hasta allá, sonriendo por haber hecho lo que alguna vez pensé que no sería posible.
-Supongo que lo hice bien ¿verdad?- le pregunté a mi examinadora sabiendo que ella no me respondería ahí mismo.
Después de eso, la sala volvió a ser completamente blanca.
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Entrando en la onda del ejercicio, que mejor que ir al Departamento de Juegos y Deportes Mágicos. Hacía poco, Felias nos había comentado sobre algunas ideas que se podrían llevar a cabo solicitando claro que el Departamento lo organize y nosotros con gusto participaríamos.
Así que a modo de sugerencia, mi tio dejó una carta encima de la mesa de la recepción mientras tomaba aire para correr hacía otro departamento.
Ay!, como me gustaría andar por el ministerio montada en una escoba y no corriendo como posesos por todas partes.
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Con esta carrera del día de hoy por el ministerio seguro iba a bajar los kilos que aumente con tanta cena navideña. Para cumplir con la siguiente tarea me dirigí al Castillo de la familia, más específicamente a la biblioteca donde teníamos información de sobra para colaborar con los archivos del Departamento de Cooperación Mágica Internacional.
Una vez saqué las biografías con las que íbamos a ayudar, se las envíe por lechuza a la abuela Alyssa para que las entregara en el departamento correspondiente.
Cuando llegué de nuevo al ministerio y me dirigí hacía donde estaba mi abuela, ya ella se había retirado dejando los textos con la información requerida. Tomé aire neuvamente y salí a encontrarme con ella en otra parte para seguir con nuestra lcoa carrera.
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Llegué a la sede del Escuadrón para la Aplcición de la Ley Mágica para hacer algunas denuncias.
Señor Nicholaus Makhonia:Atentamente le informo que en la Academia de Magia y Hechicería se han presentado algunos actos de vandalismo que afectaron notablemente a las estatuas de los cerdos voladores que estaban a la entrada de la Academia. Estas presentan averías como partes cortadas o quebradas.
Agradezco su atención,
Adriana Triviani
Señores Inquisidores:Vengo a comunicarles que en la ficha de la Familia Slytherin aún no se ha actualizado el link a la Bovéda de la Familia en Gringotts.
Gracias. Att,
Adriana Triviani
Una vez dejé los avisos en el departamento salí de allí hacia otra parte del ministerio.
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Hola, vengo a realizar la actualización de mi ficha en lo relacionado con el nick:
Nick Nuevo: Adriana Triviani
Nick Anterior: Adrmil
Además sé que no es aquí pero no aparezco en el censo de personajes!!!
Gracias!!!
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Hola:
Como ya soy una trabajadora más en el ministerio vengo a informar sobre este hecho.
Cargo: Aprendiz
Departamento: Servicios Aministrativos del Wizengamot
Creo que eso es todo.
Gracias...
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Hola...
Para agregar a mi ficha personal el link de la bóveda en Gringotts...
http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=80046
Gracias...
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Nombre del Personaje (Nick): Adriana Triviani
Rango Social: Unicornios de Bronce
Sexo: femenino
Edad: joven 22 años
Nacionalidad: colombiana
Padre(s) Sanguíneo: Neos Triviani
Familia Sanguínea: Triviani
Patriarca/Matriaca: No
Padre(s) Adoptivos:
Familia Adoptiva:
Raza: Humano
Trabajo:
Bando: Neutral
Rango dentro del Bando: --
Habilidades Mágicas:
Conocimientos Especiales:
- Artes Oscuras
- Leyes Mágicas
Objeto Magico Legendario:
Objetos Magicos: Varita Mágica: madera de sáuco, centro de una pluma de fénix
sudamericano, 45 cms
CITA
Objetos Magicos:
Certificados por el Ministerio de Magia.
Objeto: Varita Mágica: madera de sáuco, centro de una pluma de fénix
sudamericano, 45 cms
Clasificación: AA
Puntos: 20
Total de puntos: 20
Licencia de Aparicion: Si
Licencia de Vuelo de Escoba: Si
Mascotas:
Aspecto Físico: Cabello castaño largo, 1.62 mts de estatura, ojos miel, tez blanca (pero no pálida sino del tipo latino), talla normal ni gorda ni flaca
Cualidades Psicológicas: inteligente, organizada, dice las cosas de frente, orgullosa, intuitiva
Historia de Personaje: Nací un 12 de enero cuando el sol se encontraba en saturno... mi madre por azares de la vida llegó a al centro de Bogotá, una ciudad de Suramerica, huyendo de quien sabe que... Ella, una desconocida, decidió abandonarme en un frío convento y siendo aún muy pequeña había sido adoptada por una familia muggle que siempre le dijo la verdad...
Cuando cumplí la mayoría de edad decidí investigar mis origenes sanguineos y el rastro me llevó hacia la Mafia Triviani... Todos los indicios parecían indicar que mi padre era Neos, de las generaciones más recientes de la familia...
Siguiendo el rastro de los Triviani, vine a Ottery buscandolo a él, me habían dicho que mi padre, descendiente de Aland Black Triviani vivía en el castillo, así como la mayor parte de la familia...
Ahora ando por estos rumbos, escuchando historias e integrándome al mundo al que verdaderamente pertenezco...
Otros Datos: además de español hablo inglés, un poco de portugues e italiano.
Link a Boveda Personal: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=80046
Link a Boveda de Negocio:
Link a Boveda Familiar Principal (La Sanguinea): http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=78361
Consejo Regulador de Escobas.
en Londres: Ministerio de Magia
Publicado
Sara Weasley era la examinadora de el exámen de vuelo, así que me dirigía a ella para presentarme a realizar mi prueba; Beltis salió con ella por la puerta de la sala donde se realizaría el test y con una seña Sara me hizo seguir,
No tenía mucha experiencia con las escobas, pero tener la licencia para montarlas no estaba de sobra y más si era una emergencia.
Apoyadas en la pared de la sala, habían numerosas escobas. Sara me eijo que tomara una y empezara con mi prueba. En ese momento la sala se llenó de árboles, torres de castillos y algunos faros altos. Con los nervios que tenía solo pensaba en no caerme de la escoba, no quería visitar a San Mungo y menos con todo lo que tenía que hacer.
Tomé una escoba y susurrando dije -arriba!, a lo que la escoba se puso en posición horizontal a la altura de mis muslos. Con cuidado pasé mi pierna izquierda sobre la escoba y me acomodé.
Me incline hacia adelante, montando como si fuese un caballo sin riendas. La escoba se dejaba manejar fácilmente, así que me permití relajarme un poco y alzar el vuelo. El viento corría a través de mi cuerpo, dandome una sensación de libertad increíble que nunca creí posible ¡hey realmente me gustaba volar!
Crucé el campo lleno de árboles y llegando a uno de los torreones giré la escoba hacia la izquierda, para esquivarlo y fui directo a uno de los faroles donde había una bandera ondeando. Tomé la bandera y dando una vuelta, empecé a zigzagear entre los torreones y los árboles, como si estuviera en una prueba de conducción muggle y estos fueran los conos que teníamos que esquivar.
Llegué nuevamente al lugar donde había estado parada Sara, con calma absoluta paré y me bajé de la escoba como si me bajara de una moto, y puse esta en posición vertical a mi lado.
Le entregué la escoba a Sara y salí con ella de la habitación mientras el siguiente examinado se aproximaba a la sala.