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L. Gael Malfoy Macnair

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Mensajes publicados por L. Gael Malfoy Macnair

  1. Uno a uno, todos dejaron algo que era importante para ellos en aquel baúl, Luke les observaba, tratando de adivinar cuanto más valiosos eran todos aquellos objetos, eran especiales, cada uno tenía algo distinto al resto y tenían un significado personal para cada uno, aquella actividad era una manera muy interesante de compartir con los demás, de dejarte conocer y crear un vínculo entre compañeros, tenerse la confianza para entregar algo tan preciado era una clara muestra de unidad. Isabrella pidió agregar algo más, algo que le recordaría su paso en generales, por un minuto no tuvo idea de lo que hablaba la chica, pero entonces ella sacó aquel papel.

     

    -¿Lo guardaste? ¡Eso es increíble!- Aún estaba manchado de líquido cerebral, pero el nombre se leía claramente, los recuerdos de aquel día eran algo que esperaba no olvidar nunca, aunque había perdido el gusto por cualquier sustancia de color verde.

     

    Isabrella le tendió el papel a Luke y el chico sonrió, tomando un extremo del mismo y dejándolo en el baúl, ella a su lado, sin previo aviso, la pelinegra lo envolvió en un abrazo y él se quedó absolutamente inmóvil, no se lo estaba esperando, pero luego de superar la sorpresa le devolvió el gesto, aquella chica se estaba acercando a él, sería la primera persona en un rato.

     

    -Gracias, por compartir esto conmigo, eres una amiga increíble- De alguna manera se sintió sonrojar un poco y pensó que tendría que golpear a través de una pared para sentirse lo suficientemente rudo de nuevo, se echó a reír y se sacudió el pelo,a como cuando estaba algo incomodo, mirando a sus compañeros y pensando en cambiar de foco- Bueno, ¿Que tal suenan unas bebidas? Y algo de Música, ya saben, para ponerle ambiente a la fiesta...

  2. Luke le sonrió a Isabrella, se había ganado la amistad de la chica mientras cursaban generales, era una historia bastante entretenida para contar, también habían otros compañeros de aquella clase, como Coco, Etoile y Evolet, habían muchos chicos que no conocía, pero le encantaría conocerlos, no era tímido a la hora de hacer nuevos amigos y no le gustaba tener problemas con nadie. Las tumbas a su alrededor seguían dándole mala vibra, tantas veces le habían advertido sobre lo malo que podía ser molestar a los muertos, no le agradaba hablar sobre ese tema, ni estar cerca de ellos, mucho menos tenía deseos de ser uno.

     

    Ambos profesores les entregaron pergaminos con información distinta, sin embargo, todo les sería útil de ahí en adelante, si querían aprender a luchar, habían cosas que debían aprender primero, se inquietó al ver que les darían una demostración, solo un pequeño duelo, debían estar atentos, poner especial cuidado a las acciones de ambos profesores. Luke no era la persona más apta para recordar detalles, sacó su lapicero muggle y una pequeña libreta de su bolsillo, se recostó a un árbol casi muerto que estaba cerca y se dispuso a concentrarse. Lo primero que notó, y le encantó, fue que tanto Hades como Mei se distanciaron bastante, dándose la espalda, y el ataque de ella lo hizo parecer a aquellas películas del oeste en las que los vaqueros se retaban a duelos, contaban diez pasos y se tiraban a matar.

     

    -¿Qué?- Una vez terminado el duelo, les pidieron hacer una lista, un pequeño pergamino con los errores que podrían haber captado en el enfrentamiento, en cierta parte estaba aliviado porque había reconocido su falta de (inteligencia) atención y había hecho algunos apuntes, sin embargo, lo había hecho como notas personales, se preguntó cuanto de lo que había escrito le ayudaría ahora- ¿Que tal vas Isa? Por cierto, ¿Puedo llamarte así?

     

    El pelinegro se parecía estar trabajando seriamente, pues además de sus vestimentas tan formales, tenía la expresión de alguien concentrado, había cambiado el lapicero por una pluma color violáceo y la libreta por un pergamino nuevo, su letra era algo de lo que estaba orgulloso, pues era bonita y legible, hacía los trazos suavemente, y aunque era diestro para casi todo, se había acostumbrado a escribir con la izquierda. Miró a Isabrella con travesura, una vez que hubo terminado y le nacieron ganas de molestar.

     

    - Déjame mirar el tuyo, anda, ¿sí?- Le hizo ojitos de borrego y todo, aunque tenía la impresión de que no funcionaría, se rió y dobló su propio pergamino, caminado hasta los profesores para entregárselos, con un golpe de suerte le iría mejor de lo que esperaba, y de verdad, no esperaba que le fuera demasiado bien, igualmente les dedicó una sonrisa tonta- Aquí tienen, no vayan a reírse de mis repuestas... o al menos no vayan a decir que se ríen de las mías

     

    _________

    Off:

    No, en serio, no se vayan a reír xD!!! <_<

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  3. Mansión Macnair.

     

    Luke parecía un muerto viviente, era demasiado temprano para estar despierto y sentía que le pesaban los ojos, casi se quedaba dormido allí donde estaba, de pie, mirándose en el espejo del baño, abrió el grifo y se lavó la cara con agua fría, tratando de avivarse un poco, tomó una ducha refrescante y para cuando salió se le notaba bastante más activo. Odiaba levantarse temprano, pero hoy tenía una clase a la que asistir y debía empezar a tomar responsabilidades, rebuscó y decidió a sacar cosas de su closet, tirando las piezas sobre la cama, buscando por algo que ponerse, no podía ir en sus típicas fachas a la academia, sus primas lo guindarían del techo por estar dando malas impresiones de la familia.

     

    -Esto podría funcionar, Leahne, ¿Podrías darle de comer Ginn?- Mientras se vestía, le pidió a su elfina que se encargase de su mascota, la serpiente siseó contenta ante el alimento, era hermosa, con delicadas escamas verdes y una cinta roja justo bajo el cuello, había sido una tortura que se acostumbrara a aquello, una vez listo se paseó frente al cristal que la mantenía encerrada y le dedicó una sonrisa- Me voy preciosa, pórtate bien

     

    Como era de esperarse, la serpiente lo ignoró y siguió comiendo, a él no le importó, Ginn era la niña de sus ojos y aunque se comiera sus calcetines de vez en cuando, la quería demasiado como para enojarse. Se sacudió el cabello negro antes de salir, sabiendo que no tendría caso el intentar arreglarlo y se dio un último vistazo en el espejo, era alto y bastante delgado, por lo que los pantalones entubados le quedaban de maravilla y el hoodie rojo que llevaba hacía una extraña combinación con las converse amarillas, tomó una liga y de mala gana se ató el pelo a un lado, lo tenía demasido largo, un poco más abajo de los hombros, por alguna razón no quería que los mechones le bloquearan la visión, sus ojos dorados eran uno de sus mejores atributos. Tomó su bulto azul eléctrico y se guardó la varita bajo la maga izquierda, tenía una clase a la que llegar temprano.

     

    Academia de Magia.

     

    El encontrar el salón había sido un poco más sencillo de lo que esperaba, para alguien capaz de perderse en un pasillo recto aquello era casi una hazaña heroica, además, aún seguía algo mosqueado por estar de pie tan temprano, ni siquiera el sol había salido a dar un paseo a aquellas horas, estaba acostumbrado a vivir en una mansión de vampiros, no compartía sus hábitos alimenticios pero sí que se había acostumbrado a la rutina de dormir de día y vivir de noche. La luz apenas y bastaba para alumbrar los pasillos, pero era suficiente para hacer que se sintiera sofocado allí adentro, hubiera pagado por una clase al aire libre.

     

    Escuchó a los profesores presentarse, mirándoles como si quisiera asesinarlos por obligarlo a estar allí, pero cuando el profesor León empezó a hablar, toda esa actitud cambió, solo escuchar las palabras "Criaturas Mágicas" podía alegrarle el día, relajó la postura y hasta les dedicó una pequeña sonrisa, la profesora Paú era una mujer hermosa, lo cual hacía más amena la experiencia. Por primera vez desde que había llegado, reparó en sus compañeros.

     

    -¡Ey! Hola chicos- Saludó a sus viejos compañeros de generales,Coco, a quién le tendió una mano, Etoile e Isabrella, a estas últimas les dio un beso en la mejilla, pero también agitó una mano para todos los presentes, y decidió aclarar un poco la situación, o lo verían como un loco- Soy Luke, mucho gusto a todos

     

    El profesor dejó ver una estatua, un dragón para ser exactos, era hermoso y el chico lo observó por un segundo, adoraba aquellas criaturas, de pequeño había pedido que le dejasen tener aunque fuera un galés verde, pero su petición había pasado por oídos sordos y lo único que había obtenido había sido una lagartija color coral, lo más cercano que sus padres podían confiarle a un niño de siete años, el recuerdo lo hizo sonreír un poco, pero su humor decayó al darse cuenta de que la escultura era un traslador, odiaba viajar en traslador, pocas veces conseguía aterrizar en otra parte de su cuerpo que no fuese su cara y cuando lo hacía, solía ser sobre su trasero, respiró profundo antes de tocar el objeto y sentir que el vacío lo succionaba.

     

    Reserva Mágica.

     

    Luke se quedó absolutamente inmóvil por un segundo, demasiado asombrado para gesticular palabra alguna, estaba sobre sus dos pies, su dignidad completamente intacta, por primera vez en años había logrado finalizar un viaje en traslador de manera que su orgullo no sufriera ningún daño, la sonrisa que le había nacido en el rostro se la tendrían que borrar a golpes, porque sentía que se quedaría allí por un buen tiempo. Estaban en el claro de un bosque, el olor a tierra fresca lo hacía sentir vivo y el verde a su alrededor le encendía la mirada, un hombre bastante desarreglado les fue presentado como su guía y les habían dado una advertencia previa, no debían de separarse, prestar atención a las indicaciones era lo único que podían hacer ahora.

     

    -Esto va a ser interesante- Comentó,mirando a los chicos con una sonrisa traviesa, nunca había visitado un lugar semejante, pero esperaba que al irse le quedaran ganas de volver, en vez de una experiencia amarga que recordar.

     

    _____

    OFF:

    A ver, holis xD, me llamo Yafer, soy de Costa Rica y tengo 16 años, estoy loco y me gusta la lectura y el arte, soy fanático de varias series, estando en primer lugar >Harry Potter xD, también soy buen bailarín y me entran ataques de estupidez espontáneos, así que no se asusten si un día de estos les parezco el doble de idi*** de lo normal. Hmmm... ¿Que más? Ah sí, también me encantan las criaturas mágicas, en especial los dragones, (Amo Eragon XD) x cierto, el dragón de la estatua es un bola de fuego de chino, casi se me olvidaba, si no fuese por la descripción de los huevos creo que hubiese quedado sin saber :lol: mi MSN es Ikartsu @hotmail.com, si me quieren m agregan y listo! Nos vemos B)

  4. Mansión Macnair.

     

    Los elfos miraban divertidos la escena frente a ellos, tratando de no reírse, pero Luke se las estaba poniendo bastante difícil, estaba corriendo de un lado a otro de la mansión, buscando sus cosas, las cuales estaban desperdigadas por todos lados y aquello era un caos, el chico no era exactamente ordenado. Ya se había duchado y andaba a medio vestir, con unos pantalones negros y una camisa blanca, el chaleco sin abotonar y la corbata sin hacer, un botín negro puesto y el otro en la mano, además del cabello sin cepillar, una galleta en la boca y un libro en la mano que le quedaba libre.

     

    -¡¿Tenía que pasarme hoy?!- Se estaba desesperando, lo cual no era raro, tomó todas sus cosas y subió a su habitación a terminar de alistarse, su pobre y amargado elfo tenía deseos internos de asesinar al muchacho- Rabi, termina de hacer mi mochila, tengo que arreglarme un poco, soy un desastre, no puedo ir así… ¿Qué pensarán de mi?

     

    -Rabi empacará sus libros, señor- El elfo se abstuvo de contestar a la pregunta, su respuesta seguramente hubiese ameritado un castigo, a fin de cuentas, decirle a su amo que lo creerían un vago (lo cual era cierto que era) no era bueno- Rabi desea que su amo se vaya… perdone, que al amo le vaya bien

     

    El chico salió del baño, finalmente vestido, con el chaleco cerrado y la corbata anudada a como debía de ser, el negro le sentaba bien, con su piel pálida, su cabello estaba echado hacía atrás, había requerido un toque de magia para ello pero lo valía, muchas veces se lo habían dicho, las primeras impresiones sí que importan. Sus ojos dorados brillaban con algo de emoción, se moría de ganas por empezar las clases, metió su varita bajo la manga derecha, como buen zurdo, y tomó su mochila.

     

    -Gracias Rabi, me voy- Esperaba que le fuera bien en la academia, y sabía que encontraría a algunos de sus viejos compañeros por allí, algunos no lo reconocerían así tan bien vestido y peinado que andaba, no pudo reprimir una risa tonta por ello, el elfo lo miró, como quién mira a un loco y sacudió la cabeza mientras él salía de la habitación, el chico no tenía remedio.

     

    Academia de Magia.

     

    Por obra de algún buen espíritu había conseguido encontrar la clase a la primera, solía ser bastante propenso a perderse y era tan distraído que podía tropezarse con sus propios pies si no tenía cuidado de ellos, ya habían algunos chicos en el salón cuando él entró, trató de no llamar mucho la atención y hacerse el tranquilo, dios sabía que aquello era solo mientras tanto. Los profesores entraron y sonrió al ver que había escogido un atuendo más o menos decente, ya que ambos iban vestidos de manera bastante formal.

     

    Ellos se presentaron a la clase, la mujer se llamaba Mei y el hombre se llama Hades, ambos parecían gente imporante, luego de ello los hicieron ponerse en acción, un juego de objetos viejos fueron puestos al alcance de todos y a Luke le tomó un segundo en procesar lo que eran y lo que significaban, eran trasladores y su clase no iba a ser en la academia. Se tomó del que tenía más cerca y cerró los ojos, odiaba los viajes en traslador.

     

    Inglaterra, Cementerio.

     

    -¡Ugh!- Como era de esperarse, se las había arreglado para caer de lleno en su destino, no podía ser como los demás, que aparecían algo agitados pero de pie, no, el tenía que probar el piso primero, se levantó lo más rápido posible, tratando de disimular lo sucedido y luego se percató del lugar, era un cementerio. Daba algo de miedo, pero inspiraba respeto, y parecía tan tranquilo, era hermoso, y sin embargo, Luke no le quitaba la vista a una de las desquebrajadas tumbas, estaba viendo algo que esperaba fuera su imaginación- ¿Eso es una mano?

     

    Tragó con fuerza y apartó sus orbes dorados de aquel punto, observando el resto del lugar, las tumbas tenían esculturas realmente bien hechas, ángeles en montón, tanto de la guarda, como de la muerte, por un momento pensó que sería bonito ser enterrado allí, y luego cayó en cuenta de que su deseo podría cumplirse esa misma noche. Uno a uno se fueron presentando sus compañeros, trató de archivar en su cabeza la información básica de cada uno, nombre y rostro, cuando fue su turno decidió que sería breve.

     

    -Hola, algunos ya me conocen, pero para los que no, mi nombre es Lucius, pero les pido que me llamen Luke, soy miembro de la familia Macnair y espero que podamos llevarnos bien en esta clase, es un gusto conocerlos a todos- Sus palabras fueron educadas, pero al final les dedicó una de sus mejores sonrisas, de verdad esperaba poder llevarse bien con todos, o al menos no tener problemas con nadie, quería disfrutar de la clase.

     

    _______

    Off:

    Kilometrico!!! Ya sé, xD, me emocioné demasiado... uff... bueno, mi nombre de a de veritas veritas es Yafer, soy de Costa Rica y tengo 16 (casi pongo 15 T.T y ahorita cumplo 17) mmm... supongo que debo advertirles, estoy loco, no más tantito pero aún así jeje, mi MSN es: Ikartsu@hotmail.com por si me quieren agregar xd y ojala y nos llevemos bien ahora admirenme que soy cool... B)

  5. -Te ves perfecta- Sonrió Luke al verla salir del vestidor, le quedaba exactamente a como se lo había imaginado, Isabrella seguía un poco mosqueada por que la había obligado a ponerse aquello, y aquello lo divertía un poco, aunque bueno, la idea de ponerse en vergüenza pública no le agradaba mucho- Es la última vez... aunque no te lo prometo

     

    Bodrik empezó con la actividad, y se puso algo nervioso ante la idea, vio a la jefa de casa dejar un pergamino en el cofre, lleno de recuerdos del torneo, ese era su tesoro. Isabrella sacó un libro y el chico pensó que ese era su tesoro, pero no, en él ocultaba una flor, según sus palabras; la primera que había recibido nunca, la vio dejarla en el cofre y retroceder hacía ellos, algo cabizbaja. Luego vino el turno de Etoile, ella pareció pensarlo por un segundo, se llevó las manos al cuello y depositó el collar que allí llevaba, parecía estar conteniendo las lagrimas después de eso.

     

    Luke había pensado en su más grande tesoro, y se había rebuscado un poco a ver que encontraba, tenía dos opciones, la foto en la que salían él, Clío y Miz, sonriendo, a como cuando eran felices, a como cuando ellas todavía no habían... suspiró, miró a Isabrella y Etoile y tomó su decisión, apretó con fuerza la foto hasta arrugarla un poco en su mano, pero al avanzar hacía el cofre sacó un llavero, era un diminuto oso de peluche de colores flúor.

     

    -Esto... pues yo quiero guardar el llavero que conseguí en una vieja feria en Italia hace, siglos, es especial porque... bueno...- Luke se rascó la nuca con algo de pena y se sonrojó un poquito y dijo sus razones tan rápido que apenas y se le entendió-...¡Unaniñaloganóparamienunjuego!

     

    Solo esperaba que si se reían de él, no lo hicieran tan fuerte y que pudieran superarlo algún día, entonces se coló en medio de las chicas y le tomó una mano a cada una, y les dedicó una sonrisa a ambas, quería levantarles un poco el ánimo, aquello era una celebración.

  6. Luke sonrió cuando escuchó a la chica gritarle, no quería salir, lo cual no tenía excusa, el traje era algo atrevido, pero no lo suficiente para ser vulgar, él no pudo evitar reírse cuando le recordó lo de la historia, ¡diablos!, estaba esperando poder salir con su dignidad intacta, pero le tenía que contar de la vez que se había perdido... en su propia habitación. Ella le había pedido una opinión, quería que entrara al vestidor.

     

    -Ehm... - Luke iba a decirle algo como "Ni loco entró al vestidor de chicas" cuando Etoile lo detuvo, obviamente, tampoco estaba de acuerdo con la petición de la pelinegra, entonces ella misma tomó camino hacia el vestidor en el que estaba Isabrella, no sin antes hacer algo que lo sorprendió bastante.

     

    Ok, había sido un beso inocente, pero aún así se le borró la sonrisa del rostro, por un segundo se quedó congelado, no era que el acto de Etoile hubiese estado mal, a fin de cuentas, ¿no solía hacer algo parecido con Clío y Miz? De hecho, eso era lo que lo había dejado un poco aturdido, acordarse de las gemelas no era más algo bonito, suspiró al escuchar de nuevo a Isabrella, esta vez, sacándolo de sus pensamientos, volvió a sonreír cuando escuchó la pregunta de ella, aunque un poco menos animado.

     

    -Claro que hay fiesta Isabrella... soy algo bromista pero jamás las haría ponerse eso sin una buena razón- Como vio que la chica ya estaba vestida, se volvió hacia Bodrik y se encongió de hombros y habló un poco por los tres- Creo que ya estamos más o menos vestidos, no quisiéramos retrasar la actividad

  7. El chico se rió ante el comentario de Etoile, perdiendo la compostura por un segundo, pero luego se acomodó y puso una cara seria, casi ofendida y miró a la chica como si no creyese lo que acababa de decirle.

     

    -¿Yo? ¿Pervertido? Eso jamás, anda y vístete, tranquila, yo soy todo un caballero- Aunque quería sonar convincente, había un dejo de broma en sus palabras, pero bueno, estaba diciendo la verdad, él había sido enseñado a tratar con las damas. Cuando la rubia volvió con el traje puesto, Luke dejó salir un silbido de admiración, se veía algo incomoda pero lucía increíble- Te ves asombrosa, con piratas como tú, no creo que hubiesen tenido la necesidad de raptar damiselas en ese entonces

     

    Le guiñó un ojo y luego miró a Isabrella, animándola a ponerse el suyo, seguramente le quedaría muy bien, pues a pesar de todo y lo que dijeran, Luke no tenía tan mal gusto y mucho menos un mal ojo, sabía que escoger, simplemente que a veces decidía no hacerlo, además, le gustaba andar luciendo como un vagabundo, aunque tuviese que escuchar los regaños de Pik y su primas.

     

    -Vamos Isabrella, faltas solo tú... entra allí y vístete- Luke prácticamente empujó a la pelinegra para meterla en el vestidor junto con su vestuario, sin escuchar excusas y plantándose en la puerta con una sonrisa de 100.

     

    ---

    Off:

    LoL moriré pronto jajaja! :bb:

  8. Una chica se les acercó y se presentó, su nombre era Bodrik, y era jefa de casa, una muy bonita para ser honestos, también estaba el otro muchacho, Ethan, el otro jefe, por lo visto tenían una actividad bastante interesante en pleno desarrollo, no es como que Luke fuese un chico inmaduro, pero la idea de vestirse de pirata le agradaba bastante.

     

    -Gracias por la bienvenida, mi nombre es Lucius, pero preferiría que llamaran Luke- Él les dedicó una de esas sonrisas que solía guardarse para ocasiones especiales, completamente fresca y espontánea a pesar de todo, natural, relajada y amable, luego se acercó al baúl de los disfraces- Entonces... veamos que encontramos por aquí

     

    Luke encontró algo sencillo, que iba apenas con su personalidad, sacó su varita de debajo de su manga y pronto estuvo listo, luciendo una camisa blanca con varios cruces para amarrar en la parte del cuello y el pecho, que ademas le quedaba algo holgada, unos pantalones negros un poco ceñidos, las botas, y un cinto rojo que hacía el trabajo de un cinturón, su piel blanca se veía casi fantasmal y su pelo negro caía revuelto por ahí, nunca había tenido caso el tratar de acomodarlo, sus ojos dorados brillaban alegres, le gustaba disfrazarse. Sacó también dos trajes bastante... singulares.

     

    -¿Que dicen chicas?- Luke extendió los dos trajes, uno para Isabrella y otro para Etoile, esperaba que no fuesen a abofetearlo- ¿Se animan?

  9. Estaba perdido, completamente fuera de ubicación, y sin embargo, no lo iba a admitir, seguía caminando tercamente en las direcciones equivocadas y a pesar de que llevaba dos horas dando vueltas por la academia, seguiría de aquella manera hasta que encontrara el lugar, o se aburriera y terminaría por dormir a la intemperie. Algunos estudiantes se le habían quedado viendo raro, pero bueno, que el muchacho iba caminando, hablando consigo mismo y de vez en vez se paraba en seco, miraba a los lados, cerraba los ojos y señalaba una dirección, o simplemente se daba una palmada en la frente al darse cuenta de que no estaba ni cerca.

     

    -¡¿Donde está la bendita casa de los centauros?!- Casi gritó el pelinegro, algo exasperado, había terminado en medio de un montón de estatuas, en eso se percató de que una de ellas era un centauro, y parecía mirarlo, como burlándose de él y eso no le gustaba- ¿Que me ve señor estatua? Un centauro en medio de la academia, usted es el que está totalmente fuera de lugar, yo solo... ¡Ey!

     

    Finalmente pareció que a Luke se le encendía una bombillo en la cabeza, una idea le acababa de cruzar por la mente, rebuscó entre sus bolsillos un papelito, allí tenía apuntada la contraseña para entrar a la casa de los centauros, pues era muy olvidadizo y bueno, era imposible que la recordara por más de tres minutos. "Mythikós Quirón". El muchacho lo dijo sin mucha confianza, sin embargo, sonrió complacido al ver que la estatua se movía, dando paso a unos escalones, por fin había hecho algo bien y aquello le alegraba, no esperó, eso sí, encontrar una escena tan... ¿extravagante? en la sala, definitivamente le iban a agradar aquellas personas.

     

    -¡Ahoy!- Sonrió el chico a sus compañeros, se sorprendió de ver a Isabrella y a Etoille, compañeras suyas en generales, se les acercó y las saludó amablemente con un gesto de cabeza, luego quiso hacerse el chistoso, aunque también esperaba no darles ideas a los centauros- Espero que a los nuevos no los hagan caminar por la plancha, o estaremos en problemas

  10. ¿Cómo había pasado de estar pegado al cristal del tanque a quedar guindando como muñeco? Fácil, Isabrella se había encargado del Uro pero no tenía intenciones de dejarlo atrás, Luke se lo agradecía mucho y al mismo tiempo le preocupaba poder retrasarlos, el tanque era mágico y no podía ser reparado con un simple hechizo, la chica le advirtió que la solución que había planeado no le gustaría, y no estaba tan lejos de la verdad. Verse de pies arriba mientras un tanque lleno de cerebros posiblemente asesinos se hacía pedazos no era algo que le gustaría a nadie.

     

    Él y su compañera se dedicaron a remover los cerebros con la varita, buscando uno que les llamara la atención, pues a fin de cuentas, no sabían qué cerebro buscaban. Ella le sonrió, algo más tranquila y le recordó que le debía una historia, algún cuento interesante.

     

    - Bueno, “Marco”, Si salimos vivos de esta, te prometo que te cuento de la vez que me perdí en mi propia habitación - Tenía mejores, pero aquella era la que le venía a la cabeza ahora que veía tanta agua a su alrededor, a pesar de que esta fuese verde y se viese realmente asquerosa- Créeme, fue más grande de lo que parece

     

    Hubo un pequeño silencio entre ellos, en el que se dedicaron a hacer espacio entre los cerebros, removiéndolos, como si esperaran que una luz divina les dijese cual era el que buscaban, porque de hecho, no tenían ni idea. De pronto, Isabrella anuló el hechizo que la mantenía a salvo y alejada del peligro, Luke casi le grita por haberlo hecho, pero se dio cuenta que ella parecía haber encontrado algo que él no, la chica le recordó lo de la historia, como tratando de ablandarlo un poco, y luego se hundió en aquel líquido desagradable. Mientras la observaba, vio aparecer tres esferas de colores, el demonio las examinó por un segundo, luego suspiró, sabía que eran trasladores, pero, ¿A dónde los llevarían?

     

    El silencio parecía haber tomado control de él, quería hablar pero al mismo tiempo estaba tan hundido en sus pensamientos, no encontraba ni el momento ni la manera, Isabrella también parecía dudosa, pero él no supo que contestarle, nunca se había sentido tan fuera de juego. Los cerebros empezaron a moverse, detectando a la chica como una amenaza, no lo dudó dos veces antes de volver a subirla y se sorprendió cuando ambos le lanzaron el mismo hechizo, al mismo tiempo y al mismo cerebro para que la soltara, Luke quería quitarle el otro también, pero ella lo detuvo, parecía ser el que buscaban.

     

    -¿Cuál escoger…?- Su voz era apenas un murmuro, casi inaudible, quizá incluso Isabrella, quién tenía un oído más fino que el resto, podía haberlo pasado por alto, ella parecía estar sufriendo, aquel cerebro le estaba haciendo daño y las esferas frente a ellos tenían un chance en tres de llevarlos a un lugar salvo, y dos de tres de matarlos o perderlos, fuese lo que fuese, no sería agradable- te debo una historia, "Marco", así que escojamos la que nos saque vivos de aquí

     

    Lucius le sonrió, realmente queriendo decir sus palabras y clavó su vista en las esferas, no se percató de que juguetear con ellas podría ser más peligroso de lo que esperaba, al tiempo que las examinaba, pasaba sus dedos alrededor de su circunferencia, tratando de decidir, entonces, sin querer, rozó la esfera roja, se volteó con pánico al ver que su compañera tomaba la amarilla, y luego, cerró los ojos, rogando algo imposible; que ambos fueran a estar bien.

     

     

    Off:

    Ok, que conste que aquí donde yo vivo todavía es 21 y son apenas las 9:10pm, se me hizo tarde y casi no les vengo xd, si tuviera que contarles todas mis penas, pero se los resumo: el rompecabezas no me servía, tenía que actualizarle mil cosas a esta pc (que es la de la casa, no mi lap xd) y sin querer queriendo le hice no se que y la pantalla se puso azul, luego salieron un montón de letras y luego se apagó, me dio infarto y todo, pero bueno, ya se solucionó. Realmente gracias chicos, me gustó mucho compartir generales con ustedes, en especial con Isabrella, espero que nos veamos en básicas xD!!! Y a las profesoras, obvio, mil gracias por sus correcciones!!

     

    rompecabezas

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  11. Estaba completamente oscuro, una persona normal no habría podido ubicar nada en la habitación pero Luke no era exactamente la definición de normalidad, o de humano, de hecho. Su ojo izquierdo tomó un bonito tono esmeralda y era una lástima que nadie pudiese verlo, a pesar de que él tampoco podía ver nada a su alrededor, sabía perfectamente donde estaba todo y podía detectar cada movimiento, sonrió, porque sabía que Isabrella también era capaz de desarrollarse en la oscuridad, no había necesidad de que la chica le dijese que era vampira pues sus sentidos de demonio habían sido suficientes para averiguarlo. La chica consiguió tumbar a uno de los Uros y prácticamente lo arrastró de vuelta a su pequeño escondite.

     

    -¿Jugar?- Ella le explicó su retorcida idea y de alguna manera logró que al chico le gustará, el pelinegro sonrió y le hizo un gesto afirmativo con la cabeza- Estoy dentro, hagamos esto

     

    "Marco" Gritó la chica una vez que se hubiesen separado, el Uro fue hacía ella pero lo único que encontró fue una pared, la oscuridad le complicaba el movimiento y solo podía guiarse de su oído. Gael estaba completamente al otro lado de la habitación y sonrió ligeramente al ver que su plan estaba funcionando, Isabrella era una chica que definitivamente le caía bien.

     

    -¡Polo!- Finalmente había encontrado la conexión del juego, era algo de niños muggles, lo sabía porque en Italia solía verse a los pequeños divirtiéndose en las calles, uno de ellos se había tomado la molestia de explicarle las reglas a Luke, una de tantas veces que se sentaba a verlos jugar. La bestia vino hacia él- ¡Engorgio!

     

    El chico apuntó a uno de los escritorios, estaba en medio del paso del Uro y al aumentar su tamaño sirvió de receptor, se escuchó un escándalo cuando el toro se dio de bruces contra el mueble, no pudo evitarlo, se rió un poco ante lo ridículo del accidente. Su risa, sin embargo, duró poco, escuchó un ruido extraño y de pronto la sala se puso helada, una ligera neblina apareció a su alrededor. Sintió el corazón en la mano cuando un "dementor" fijó su mirada en él, se dio cuenta entonces de que aquello no era uno de los guardas de Azkaban, se alivió un poco por ello al saber que solo era un boggart, pero ahora estaba convertido en aquello que le daba pesadillas, no podía evitar que el miedo anidara en su estomago.

     

    -Luke...- Frente a él, una chica de cabello caoba y orbes cafés le miraba llorosa, sus bello rostro estaba algo sucio y su vestido blanco estaba cubierto de sangre; su propia sangre- ¿Por qué? Pensé que tu... ¿Por qué me hiciste esto, Luke?

     

    Miz seguía siendo hermosa, aún bañada en sangre, aún con la mirada de loca, aún cuando solo era un boggart jugando con sus miedos, y aunque sabía que era mentira y que la verdadera joven estaba muerta, no podía quitarle los ojos de encima. El ruido que el Uro hizo al ponerse otra vez a la defensiva fue lo que lo devolvió a la realidad, se aferró de la varita al susurrar un "Riddíkulus" y la chica frente a él se convirtió en un conejo de caricatura, el cual huyó dando saltos graciosos. El tiempo le tomó factura y la distracción que había tenido había sido suficiente para que el buey lo rozara al pasar a su lado, se había movido, pero no lo suficientemente rápido y había terminado colisionando con el tanque de los cerebros, una pequeña grieta en el cristal y tragó con dificultad, tenían un problema.

     

    -Isabrella, encárgate del Uro, y mantente lejos del tanque...- Luke recordaba que aquellos cerebros podían causar mucho daño, la situación se les había complicado, si se movía, el cristal cedería y el contenedor se haría pedazos, si no se movía, dejaba a su compañera sola, definitivamente no era su día de suerte.

     

    ________

    Off:

    Iba a esperar a que los chicos contestaran pero creo que mañana tengo unas cosas que hacer y no coy a estar así que... sorry xD

  12. Lucius no sabía que estaba esperando, el solo nombre del lugar tenía que haberle dado una pista al menos, pero no, el chico se quedó con la boca abierta cuando vio la sala, parecía el laboratorio del doctor Frankenstein, el personaje desquiciado de una novela de terror muggle, su hermano solía preguntarle cual era su razón de tener un librero lleno de cachivaches no mágicos y quizá nunca podría contestarle, justo ahora dudaba que aquello fuese remotamente similar a la situación del doctor, o eso esperaba, no quería tener que enfrentarse a un cadáver viviente y gigantesco cuyo pasatiempo favorito era matar gente. El tanque lleno de cerebros le parecía repugnante y atractivo al mismo tiempo, parecía como si le hablaran y quería tocarlos, ir a ellos, pero se controló, tenía cosas más importantes que hacer.

     

    -Esto huele horrendo- se quejó el muchacho arrugando la cara, Isabrella inspeccionaba un poco del lugar por mientras, tratando de descifrar por donde empezar. Él escuchó un ligero movimiento a su izquierda que lo distrajo- ¿Qué...?

     

    La vista le estaba jugando trucos, definitivamente, no había forma de que lo que acababa de ver fuese real. Entonces lo vio de nuevo, era un animal extraño, la primera vez pensó que era un toro, pero ahora podía verlo mejor y su pelaje color oro definitivamente no era normal, y su tamaño tampoco lo era, tragó con dificultad al notar que la criatura lo miraba fijamente y pensó que no tenía que moverse, con cuidado aferró su varita, pensando en un hechizo, cualquiera. La voz de Isabrella rompió el precario silencio que sostenían, se había separado de ella y ahora lo estaba buscando, el Uro, a como creía recordar que se llamaba, se movió un poco, atraído por la voz de la chica. Ella volvió a llamarlo y entonces la criatura reaccionó y así mismo lo hizo Luke, fue extraño, pero ambos echaron a correr en la dirección de la que provenía la voz.

     

    -¡Isabrella, Corre!- El pelinegro siempre había sido rápido, y ágil, no era exactamente fuerte, pero sabía moverse según la situación y tenía ventaja sobre el enorme animal, aunque no era mucha. El chico le tomó la mano a Isabrella y los tumbó a ambos a un lado del paso, el Uro no pudo detenerse tan rápido y colisionó contra una pared, sabía que aún así no tenían mucho tiempo, tenía que conseguir un poco- ¡Avis!

     

    Una docena pequeño de pajaritos negros aparecieron de la nada al ser invocados por Lucius, el mago les dirigió hacia el Uro y estos empezaron a molestarle, volando alrededor de su cabeza, picoteando su pelaje dorado, no le estaban haciendo casi ningún daño pero habían sido suficiente para distraer a la criatura, el chico condujo a Isabrella hasta uno de los escritorios, donde se ocultaron de su vista, Luke dejó salir un aliento que no tenía idea que contenía y se revolvió el cabello con molestia. Justo entonces escuchó sus pajaritos piar con desespero, uno de ellos había terminado, de alguna manera, al alcance de las embestidas rabiosas que daba el uro, terminando impactado contra la pared, tanto ese como los otros pájaros negros desaparecieron en una pequeña explosión de plumas. Por si fuera poco para ellos, se pudo escuchar un estruendo cercano, quizá en la misma sala, y entonces Luke lo vio, ya no era solo un enorme buey el que les dificultaría las cosas sino dos.

     

    -Parece que no la tendremos tan fácil después de todo- Dijo el chico, su varita estaba lista y el también, esperaba que igual su compañera, se puso en pie y se dispuso a enfrentar lo que viniera, no se iba a rendir tan fácil, además, aún tenía un pensamiento por encontrar, además, sospechaba que no solo estaban ellos y los Uros; Nicholas y Meri también debían de rondar por allí, apuntó a la lampará que iluminaba la habitación, estaba un poquito loco pero tenía un plan, esperaba que funcionara- ¡Reducto!

     

    Se escuchó la explosión, llovió cristal y luego, la oscuridad se los tragó.

  13. El resto de los chicos fue pasando uno a uno, Luke se mantenía atento, escuchando cada una de sus palabras y tratando de recordar tanto nombres como rostros, todos los chicos parecían simpáticos y realmente esperaba poder llevarse bien con ellos, no era como si tuviesen que matarse unos a otros en algún momento, así que podía entablar amistades con tranquilidad, o al menos eso pensaba él.

     

    La profesora Juve tomó la palabra una vez que todos terminaron de presentarse, sus palabras eran oscuras y algo de inquietud crecía dentro de Luke, no era exactamente un rayito de sol y sabía descifrar cuando las cosas se estaban por poner feas, ella hablaba de destrucción y desastre, en sus propias y exactas palabras; “No dejar piedra sobre piedra”. Cuando la esfera negra se separó de su mano y se estrelló contra el suelo hubo un segundo de silencio y luego ella prosiguió, el chico, por el contrario, no quitaba la vista de los restos de cristal.

     

    Cuando la profesora le hizo un gesto con la mano para que se pasara al frente, aunque dudoso, lo hizo, miró a sus compañeros y notó que estaban dividiendo la clase, no le gustaba mucho el rumbo que aquello estaba tomando pero igualmente se mantuvo en silencio, escuchando. Una de sus compañeras llevaba unos tacones enormes, al grado que la profesora no pudo dejarlo pasar por alto y señalar que no solo su calzado sino también sus ropas eran algo inapropiadas, la chica se defendió, claro, aunque Luke se preguntaba como hacía siquiera para estar de pie.

     

    A Isabrella y él les dieron la orden de ir a la sala de los cerebros, el solo nombre le daba ideas extrañas al chico, había veces que su exceso de imaginación podía ser realmente un problema, pero se encogió de hombros y observó a su compañera, tanto ella como él parecieron escuchar un poco de la conversación que la profesora Lainë tenía con su parte de los alumnos, una pequeña sonrisa nació en él, le gustaban los retos y esperaba que su compañera también. Ante ellos abrió un portal de fuego, tenían trabajo que hacer.

     

    -Parece que tendremos que trabajar juntos, no pareces una chica fácil de poner en problemas- Susurró Luke a su compañera con una pequeña sonrisa y luego le tendió la mano, no para que la estrechara, no, era para que la tomara- Si tu cubres mi espalda, yo me encargare de cubrir la tuya

     

    Luego le dedicó una pequeña sonrisa a los otros chicos, no era retándoles pero sí haciéndoles saber que no se iba a dejar vencer tan pronto y esperaba conseguir lo que se proponía, junto con Isabrella de su lado sacó su varita y cruzó el portal, poco le importó lo que encontraría al otro lado.

  14. Agh! Pues yo claro que apoyo a Piko, aunque bueno... sea Pik xD! Pues la verdad es que yo ando medio perdido en estos lados, pero es por vago así que voy a tratar de andar viendo un poco más como va avanzando todo, ah me encantó la idea, por cierto jajaja, del traje de "dragón" uf, a pesar de que el rol no estaba super adornado como otros me hice la imaginación perfecta, creo que quiero unos pantalones de escamas de dragón, sería un hit por estos lados. ¿No creen?

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  15. Mansión Macnair.

    El clima era perfecto, el ambiente lo era también, le gustaba, sentarse afuera de la mansión de vez en cuando podía ser algo útil y refrescante, le dejaba aclarar su cabeza de tantas ideas neuróticas que iban y venían continuamente cuando pasaba encerrado demasiado tiempo. Una vez alguien había tenido la osadía de decir que él tenía cierto parecido con un gato doméstico, al que había que dejarle salir de vez en cuando o de lo contrario se estresaría y rasguñaría las cortinas hasta dejarlas hechas jirones.

     

    Pero era distinto, en parte porque a Luke nadie lo tenía domesticado y también porque el chico no tenía afición con las cortinas, no, de hecho le gustaba mucho más la idea de tomar algunos conejos de peluche y sus tijeras, sentarse en el suelo cual niño pequeño y apuñalar a aquellos falsos animales hasta que sus intestinos de felpa quedaran esparcidos por todo el lugar. Su elfina solía quejarse, era claro, tener que recoger la habitación al menos tres veces al día no le hacía gracia, pero Luke no le prestaba la más mínima atención, esa era su manera de liberar estrés cuando no podía salir.

     

    -¿Tiene todo listo amo?- Preguntó la pequeña Leahne, el trapo sucio que la cubría y su típico aspecto escuálido era algo penoso, pero así era la vida de los elfos domésticos- No querrá llegar tarde a sus clases.

     

    El muchacho bostezó, miró sus cosas y se encogió de hombros, había estado algo emocionado al principio, cuando recién había recibido su carta, pero teniendo en cuenta que no era su primera experiencia con la academia aquella emoción se había transformado en algo más como ansiedad. Su carácter, sin embargo, seguía siendo el mismo de siempre, tranquilo y sin molestarse, sus movimientos eran fluidos pero sin prisa, también carecían de mucha gracia pues los hacía con un tono algo aburrido, como toda la vida; Luke era un perezoso y vago natural, aquel aire adormilado que lo envolvía no se iría nunca a ningún lado. Se arregló el cabello tras la oreja pues le molestaba, su hermano le había insistido mil veces en que debía cortarlo y quizá tenía razón.

     

    Su pelo negro le llegaba al pecho, caía en ondas apenas marcadas alrededor de su rostro, sus ojos dorados parecían luces incandescentes en contraste con su blanca piel y sus pómulos marcados dejaban claro lo flaco que estaba; otra razón más para que su hermano le molestara. En honor a la vieja costumbre había tardado casi una hora y media en estarse y vestirse, dando vueltas entre los cajones para terminar con lo más sencillo de su armario, unos jeans azules que le habían tomado un tiempo en encontrar debido a su altura y una camisa blanca de botones, como si le hiciera falta algo que resaltara aún más su palidez, su piel apenas se distinguía de la tela. Arregló su rebelde cabello una vez más sin resultado alguno, aquel era él, sin más ni menos.

     

    -Creo que es todo- Observó el Macnair al tiempo que guardaba los últimos trastos en su mochila, incluyendo sus tijeras de costurero y su conejo de emergencia, aunque realmente dudaba sacarlos de las profundidades de aquella bolsa- Es hora.

     

    Ministerio de Magia

     

    Su traslado de casa al ministerio no fue tan largo como lo esperaba, nunca le había gustado frecuentar los pasillos de aquel lugar, ni siquiera en el lapso de tiempo que trabajó allí en la planta de accidentes mágicos y catástrofes , no le gustaba la idea de con quienes se podría encontrar por allí. Jamás había entrado en el departamento de misterios, quizá había tenido la tentación e incluso había querido hacerlo pasar por un error en su primer día, pero no se atrevió, no le había llamado lo suficiente la atención, o quizá le había ganado la flojera, en fin, ese era el tipo de misterios de los cuales pocos saben la respuesta y cada vez son menos las probabilidades de averiguarla, habían tantas cosas en ese departamento pero también las había en la cabeza del muchacho.

     

    -No estoy tan loco- Se dijo a sí mismo, mirando al basilisco en la entrada del supuesto “salón” de clases, las criaturas como aquella no le engendraban ningún miedo pero sí un respeto enorme, no se atrevería a perturbarle, o quizá…- Bueno, tal vez sí lo estoy.

    Sin inmutarse si quiera un poquito dio un paso al frente, a este le siguieron varios y así fue como por fin logró pasar sin problema alguno, no había mucha gente (por no decir que nadie) en el lugar, curioso observó todo a su alrededor, acariciando un poco nervioso su brazo derecho, en una funda pequeña en el interior de aquella manga reposaba su varita. Por fin empezó a llegar más y más gente, hasta que hubo una cantidad de personas aceptable y la primera de las profesoras tomó la palabra, se encargó de presentarse a la clase y después de ella la otra profesora siguió su ejemplo, siendo un poco más breve.

     

    Acto seguido les pidieron que se presentaran, Luke miró a sus compañeros de clase esperando por algún valiente que tomara la palabra, pero al no haberlo decidió que por primera vez en su vida se dejaría la pereza de un lado, así fuera por un segundo, se puso en pie y se revolvió el cabello con la mano, desordenándolo aún más, hasta entonces había estado sentado sobre sus propias piernas, en el suelo, como un indio (o un loco) esperaba no desencajar tanto entre sus compañeros, a fin de cuentas los demonios tenían un aura peculiar.

     

    -Hola a todos, mi nombre es Lucius pero siéntanse libres de llamarme Luke, si se sienten valientes suficientes o les he hecho enojar entonces Gael es el nombre que mis amistades prefieren, pertenezco a la familia Macnair, sé que no soy una sonrisa andante pero pueden confiar en que tampoco soy un amargado total, espero que nos llevemos bien- Dijo el muchacho, su voz era suave, lenta y pausada, sin embargo se escuchaba y se entendía perfectamente, no se volvió a sentar como tonto en el suelo, al contrario prefirió encontrar un lugar más cómodo para escuchar las presentaciones del resto.

     

    Una vez que todos y cada uno de los alumnos se hubiese dado a conocer se les entregó a los chicos un pergamino con un cuestionario que debían responder, Luke sacó su pluma favorita y la olió, la fragancia que ella había dejado un tiempo atrás seguía tan fuerte como entonces, no pudo evitar la sonrisa triste que se armó en sus labios pero aún así hizo de lado el resto de los sentimientos y empezó a escribir, tomándose su tiempo para pensar en las respuestas, nunca había sido extremadamente bueno contestando nada, así le preguntaran su nombre nada más, cuando finalmente consiguió estar satisfecho con su trabajo se lo llevó a las profesoras, no sabía si tenía que hacer aquello o esperar a que el resto terminara y que ellas recogieran, pero de todas maneras prefería el poco contacto con aquellas que serían su guía durante el tiempo que la clase durase, les dedicó una de sus mejores sonrisas.

     

     

    .....OFF.....

     

    Mmm Holap! xD, me supongo que ahora sí me toca presentarme, a ver, mi nombre de verdad es Yafer, ya sé que es horrendo, soy de Costa Rica y tengo 16 años, soy un inmaduro y atacado mental, y yep, soy casi todo lo contrario a Luke, supongo que me gusta nadar cuesta arriba como los salmones, totalmente atravesado. mmm Me gusta la música, no me importa mucho el ritmo siempre y cuando la letra me consiga ganar, y soy adicto al arte, también soy bailarín xD, así que ya saben, cuando quieran irse de party aquí estoy. Mi OffRol es algo espantoso, lo sé, pero bueno, ¡Que soy joven! Me gusta escribir atarantado y tonterías, mmm... no se me ocurre nada más que decirles sobre mí así que solo espero que nos podamos llevar bien de verdad, si me quieren mi msn es: Ikartsu@hotmail.com y xss nos vemos! :lol:

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  16. O.O Será que si me arrimo me matan??

    Poss... Hola? Que tal gente? A que ya ni se acuerdan de moi... :cry: Ya volví!!!! No morí (aunque casi) pero aquí estoy de vuelta, eso si me quieren todavía. La verdad es que el colegio me estaba matando pero ya me puse en orden y mis notas volvieron a ser de las mejores del salón así que ya puedo volver a rolear en paz... :unsure: ¿Me he perdido de mucho?

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  17. Hola querida y futura Ex-familia, quisiera pedir que me borren del árbol, voy a dejar la familia, no solo eso, en realidad voy a dejar el foro y pues no quiero que carguen con un peso muerto... T.T

     

    Los voy a extrañar montones a todos pero creo que hay cosas que deben hacerse tarde o temprano, atrase esto lo más que pude pero se habrán dado cuenta de que ya casi no entro y pues en futuro no voy a entrar en lo mínimo, todo por cuestiones de tiempo y realmente es triste pues me divertía mucho con ustedes...

     

    Adiós familia!!! se les quiere y pues, me tocará echarlos de menos... T.T

  18. El cuento de terror había sido terminado por Gyvraine, el caballo de fuego había sido todo un detalle e incluso había que admitir que me había tomado por sorpresa y me había dado un pequeño susto, había sido un viaje maravilloso y entretenido pero ya se sabía que pronto tendríamos que volver, quizá mas tarde o la mañana siguiente.

     

    Así había sido pues habíamos vuelto por medio de un traslador, me había pasado el rato tomando un poco de té con un libro en la mano mientras veía al resto de mis compañeros hacer de las suyas por la sala, había llegado a escuchar la palabra "fiesta" y un par de ideas se cruzaron por mi mente pero ya sería luego.

     

    Mientras seguía en mi lectura hundido en el sillón en el que estaba me pareció escuchar a alguien, al voltearme me encontré con una chica que parecía preguntar si había alguien por allí, me puse en pie e hice el libro a un lado.

     

    -Buenos días, me llamo Lucius...- le dije tendiéndole una mano amable (A Faby) y dedicándole una pequeña sonrisa- ¿Eres nueva?, si es así bienvenida.

  19. Ya lo sabía per o faltaba que alguien lo aclarara y esa fue Ashley y lo hizo legal; las chicas de mi casa la traían contra mi, ¿sería por que era guapo?, no creía que esa fuese la razón pero así estaban las cosas, luego de lo que me parecio muy poco de tiempo guerra el sol se escondió.

     

    -De acuerdo con Gyv...- dije cuando ella propuso una tregua.

     

    La jefa de casa hizó un circulo de troncos al rededor del fuego creando un bonito lugar para sentarse, desde mi lugar podía observar al rostro de todos y realmente era agradable pasar un rato en grupo.

     

    -Yo les voy a contar la historia más terrorifica que hayan escuchado...- aunque sinceramente dudaba si se asustarían o no con la historia.

     

    "En tiempos tan antiguos que se vale recordar las disputas entre familias nobles antes de victoria, hubo dos casas como jamás antes se había visto, ambas poderosas e importantes pero enemigas mutuas como el agua y el aceite, estas familias eran Berlifitzing y Metzengerstein.

     

    Tanto problema era hecho por una profecía cuyas palabras no parecían tener significado pero aún así había llevado a duques y barones a tenerse odio y desprecio, resaba lo siguiente;

     

    << Un hombre insigne caerá espantosamente cuando, lo mismo que el jinete sobre su caballo, la mortalidad de Metzengerstein derrote la inmortalidad de Berlifitzing >>

     

    El duque de Berlifitzing era un hombre de avanzada edad, rodeaba los 80 pero aún así parecía tener menos, su caso era contrario al del barón de Metzengerstein, quien a pesar de su juventud parecía cargar con varios años de más, aquello lo atribuían a la prematura muerte de su padre y a su apresurado ascenso al poder, el pobre era solo un niño a sus 18.

     

    Una noche tormentosa la lluvia dio una tregua, la mayoría pensaba que serían unos 30 o 40 minutos de paz cuando más pero ya hacían dos horas desde que había dejado de llover, entonces un resplandor maldito, rojo como la sangre pero vivo y exumador de tierras se hizo con la imponente residencia de los Berlifitzing, muchos culparon inmediatamente al Barón enemigo pero el caso no era posible.

     

    En el momento de la desgracia él estaba en sus recamaras, mirando los viejos cuadros de su familia, uno en especial llamó su atención; el de un caballo de fuego, casi sobrenatural. El animal miraba piadoso a su jinete quien yacía sin vida a su lado, los criados avisaron a su amo quien se llevo un susto de muerte al devolver su mirada al cuadro, los ojos antes invisibles de aquel odioso animal lo miraban ahora y su cabeza lo señalaba acusador.

     

    Entre tanto revuelo un caballo había escapado, una bestia de pelajes rojizos y furiosos ojos rojos que se resistía a toda mano menos a la del barón, un animal que se robo su cariño y admiración. No pertenecía a el y tampoco a su casa vecina así que lo había hecho suyo, aquel animal cosechaba el afecto de su dueño y el temor de todos los que para el trabajaban, cabalgaba sobre su lomo días y noches sin percatarse de un detalle en especial.

     

    Una noche, aquel caballo escapado del fuego de Berlifitzing se descarrió a manos de su jinete y entonces su cabello se iluminó, sus ojos rojos como el rio de fuego que había acabado con el imortal duque de Berlifitzing se alzó en dos patas y se perdió en el bosque sin dejar bajar o caer a quien lo montaba, ante aquel panorama el baron se dio cuenta que aquel caballo era una identica replica del que atraía su mirada en un cuadro.

     

    Entre las ramas de los arboles se alzó la voz de una bestia indomable y ante ella el bosque ardió en llamas, no se supo más del barón pero dicen, los que aún recuerdan la debastación de pueblo, que al aplacarse el fuego una nube de humo blanco dibujo en el cielo la inconfundible figura del caballo de Metzengerstein"

     

    -¿Buuuu?- dije mirando a mis acompañantes y esperando para ver su reacción ante aquella historia.

     

    _____

    Off; me amocione xd y eso que la resumi bastante, un poco de Allan Poe siempre es bueno jjj....

     

    Edito:

    Waaaa chicas!!! pasen por el torneo que solo yo ando allí contra dos Atheonans y pues me tocará jugarme el chance mientras, espero que no se enojen si uso sus nombres por allí pero se supone que es todo el grupo.

  20. Las chicas nuevas parecieron incorporarse bien al grupo pues ya corrían de aquí para allá lanzando bolas de nieve al resto, esa era la parte divertida de ser un centauro y aún con el frío se podía reír uno un buen rato con sus compañeros.

     

    Ashley me preguntó el por que me llamaban Luke si mi nombre era Lucius, le sonreí antes de contestar y también me pensé un poco la respuesta.

     

    -¿Sinceramente?- dije mientras lanzaba unas bolas de nieve a mis compañeras; Sofia y Sortilegios -No lo se, así me empezaron a decir en la familia y me gusta más que lucius, supongo que es una especie de abreviatura del mismo.

  21. Estaba algo nervioso cuando el joven del Departamento de Transportes mágicos me indicó que todo estaba en orden y que podía pasar a hacer mi examen de vuelo, no sabía si era peor los nervios que me comían y decían que tal vez lo haría tan mal como no podía ni imaginarme o la emoción de conseguir mi licencia que se mezclaban haciendo un muy mal combinado y sentía que podría perder el examen si no me calmaba un poco.

     

    Al llegar al lugar vi a varios de mis compañeros esperando para hacer su examen, vi como iban pasando uno a uno y saliendo también, me preguntaba como les habría ido a los que salín y les deseaba suerte a los que entraban, casi me caigo del banquillo en el que estaba sentado cuando escuche mi nombre y vi al encargado en la puerta, parecía ser una persona seria.

     

    - Busca una escoba para que podamos empezar - Dijo él, para peor llevaba gafas; las personas con gafas eran intimidantes.

     

    Mientras escogía una de las primeras escobas que tuve a mano me dedique a observar el lugar, no lo había hecho aún pues mis manos parecían ser mucho más interesantes pero estaba equivocado; el lugar era más grande de lo que había pensado, habían varios arboles y me preguntaba si los obstacu*** saldrían de repente o algo así, cuando menos esperaba no tener que terminar en San Mungo con algunos huesos rotos aunque mi prima Mish me había prometido filtrar comida si ese era el caso.

     

    - Tendrás que hacer un recorrido por el lugar, suena simple, ¿cierto? - empezó a decir aquel hombre mientras sacaba una pluma y una libreta- ¿Qué esperas?, puedes empezar

     

    - Esto… sí claro, ya voy - di una firme patada en el suelo y la escoba se elevó, esperaba que me fuese bien pues si bien recordaba sabía como volar pero esperaba que los nervios no me traicionaran.

     

    La primera parte del recorrido había sido un vuelo tranquilo y estable, la escoba obedecía dócilmente mis instrucciones y si quería subir lo hacía, igualmente si deseaba bajar o girar. Para mi sorpresa un enorme y tupido árbol se interpuso en mi camino, aún cuando había conseguido esquivarlo parecía haber sido solo una distracción pues tras sus ramas se escondían unas extrañas nubecitas que lo que hacían era manipular las corrientes de aire en esa área.

     

    A ver Luke, tranquilo, solo concéntrate en no dejar que ninguna te haga perder la dirección” me dije a mi mismo, trataba de mantener un destino fijo y aún cuando el viento estuviese en mi contra tenía que mantener la altura y la velocidad, me había dado un par de sacudidas y definitivamente habría tenido que ver como sujetaba aquel cabello que me cortaría en cuanto tuviese oportunidad; se me pegaba en la cara y era un poco estorboso.

     

    Suspire aliviado cuando salí de entre aquel puño de nubes y tuve que girar de manera un tanto brusca en dirección contraria a la que iba si no hubiese ido a dar contra una pared que estaba en medio camino y que gracias al cielo había visto a tiempo, casi para rematar no me había fijado que para controlar el último par de nubes había ascendido algunos metros más de los que tenía planeado, la escoba se sacudió un poco así que decidí bajar hasta quedar a una altura estable y para ello había tenido que esquivar otro de esos benditos árboles.

     

    Di una última y sana vuelta para entonces ver que el encargado me hacía señas desde abajo, seguramente para que bajara y yo no lo iba a contradecir, nunca me había sentido feliz de bajarme de una escoba así que aquella era la primera vez.

     

    - Creo que es todo - dijo el examinador mientras me hacía entregarle la escoba.

     

    Una vez con mis pies sobre la tierra me apure a tratar de acomodar mi cabello con las manos, no quería parecerme al sombrerero con aquellas mechas y de cierta forma funciono para bajar a mi desobediente pelo. Me despedí del examinador y salí del lugar, sabía (pues me lo había dicho el tipo de las gafas) que tarde o temprano me entregarían los resultados pero sentía que lo había hecho bien.

     

  22. -mucho gusto Ash- dije mientras reía divertido de ver a la chica lanzar nieve a Gyv.

     

    La otra chica parecía bastante entretenida con la guerra de nieve y se presentó como Valerie, me dedicó una sonrisa que no auguraba nada bueno y momentos después lo comrobe pues una bola de nieve me golpeo y venía por parte de la chica.

     

    -¿Que es que ningún centauro me quiere?- dije fingiendo una cara triste que luego se transformo en risa- Supongo que me deprimiré luego...

     

    Las bolas de nieve por lo visto seguirían en su ir y venir de un lado aotro y buscando la forma de alcanzar sus objetivos auque algunas se perdieran y fuesen a dar a otras personas.

  23. -¡GYV!- A la bruja le había parecido gracioso enterrarme bajo un buen puño de nieve- Pobre de mi... ¡Ay!, ya verás cuando salga de aquí

     

    "Si es que salgo" me dije a mí mismo, estaba bastante apretado bajo el peso de la nieve y sabía claramente (pues ya me lo habían dicho) que tenía un mal lugar para guardar la varita, la llevaba en el tobillo izquierdo resguardada por el par de medias que me solía poner para andar por allí cuando hacía frío.

     

    -¡Tatay ya casi...- La jefa de casa se había ido a perseguir al resto de los centauros y por lo visto la guerra seguía en pie, había hecho aparecer unas tiendas y un fuego cerca de mi pero no era de mucha ayuda.

     

    Al fin me había conseguido liberar de la prisión de nieve y vi como Gyv saludaba a un par de chicas que recién habían llegado, sinceramente me pareció una muy mala bienvenida aquel par de bolas de nieve pero bueno, a fin de cuentas eso era guerra.

     

    -¡Hey chicas!, ¿a que la venganza es dulce?- dije tendiéndoles un par de esféricos puños de nieve a ambas y miraba con una sonrisa malévola a la jefa- Por cierto, me llamo Lucius, pero llámenme Luke...

  24. No había reparado mucho en mi al rededor pero la reacción de Amya me pareció en cierta parte la más adecuada, realmente daba un aspecto que no encajaba con la fachada del lugar, en su mayoría bien decorado.

     

    -Esto... ¿el Frotego sirve?, podría ser, no se, podría usarse un Targeo...- los hechizos de limpieza no eran mi especialidad pero algunos me los recordaba mas o menos- Creo que de las babosas no se como deshacerme de ellas con magia, aunque si se les hace muy desagradable yo me encargo de ellas

     

    En realidad me causaban más aversión las manchas de sangre que aquellos animales, vi una pluma por allí en el suelo, si bien recordbaba se le había caído a Amya en su entrar al lavabo y me acorde de algo.

     

    -Por cierto, traje las plumas que me encargaste Sagitas- dije enseñándole un par de ellas que acababa de sacar de mi mochila- Y creo que por allí andan unos frascos de tinta y una libreta

     

     

  25. Aquello había empezado como algo que realmente no me antojaba hacer pero a fin de cuentas había resultado tan divertido que no podía quejarme, Sortilegios ya me había dejado de perseguir luego de calarme un par de bolas de nieve y otras más cruzaban de lado a lado.

     

    -¡Me rindo!- les dije luego de un rato.

     

    Ya estaba cansado así que me dejé caer en la nieve con el cuerpo extendido, era algo frío estar allí pero también un poco confortable, con una sonrisa se me ocurrió una idea, empece a mover mis brazos y piernas formando un ángel de nieve o eso esperaba que fuese.

     

    -Esta es mi señal de paz- les dije entre risas.

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