Vs Lyra Katara Selwyn

[Lyra Katara Selwyn]

Hubiera sido muy fácil para mi hacer usos de mis poderes para que mi oponente realizará el ssegundo episkey, pero decidi mejor dejar que la suerte decidiera. Invoque a las fuerzas del caos, en especial la rueda del tiempo para que ella decidiera el destino de mi oponente.

 

Pasara lo que pasara, no perdería mucho de todas formas.. Si la rueda del tiempo me era favorable, entonces Ishaya no continuaria el duelo y si o era para mi oponente, no me pejudicaría en nada tampoco, mi rival ya estaba curado asi que la rueda no le estaba ayudando en realidad. La rueda del tiempo por fin se decidio y fue favorable para Ishaya, dejando que continuaa.

 

-Vara de cristal- Dije en voz alta nuevamente para invocar mi varita de cristal y de inmediato mi varita quedo transformado en un bastón que simulaba ser un el capullo de una rosa con una serpiente grabada en su tallo. A continuación, pensé en el siguiente hechizo, sin dejar de señalar a mi opnente.-Babosas

 

Al ser un efecto gracias al poder de la vara de cristal, el rayo se convirtió en efecto impactando de inmediato a mi oponente. La escena fue completamente desagradable gracias al vómito del mismo. No lo ponía en gran peligro, pero al menos le complicaría un poco las cosas.

 

-Morphos- Dije señalando a mi rival, más por costumbre que por ser necesario en este caso. Su camisa quedo convertida en una araña viuda negra que tenía la orden de moderlo para envenenarlo.

 

Sabia que mi oponente tenía formas de defenderse, pero al fin y al cabo solo estaba calentando. Tendría oportunidad de hacerle daño más adelante. ¿Le ayudaría la suerte esta vez? En lo particular, no me gustaba abusar de la misma, últimamente era demasiado caprichosa y me gustaba ir más a lo seguro.

 

-¿Siempre tienes tanta suerte?- Pregunté.

[That is not my name]

1d7

Ishaya invoca al Señor del Caos...

[That is not my name]

Bueno, debía de ver el punto positivo de invocar nuevamente a Peeves en esa situación y es que, si bien no me estaba ayudando directamente, estaba ahuyentando durante un buen tiempo la ayuda de los señores del caos a Lyra y eso siempre era algo bueno, ¿correcto? Más en este tipo de casos donde tenía una ventaja bastante notoria con respecto a mi persona, dejándome como única opción el que la suerte jugara a mi favor.

 

Nuevamente observé como convocaba la vara de cristal y sonreí, ya sabía que era lo que vendría a pesar de no conocer el conjuro hasta que me fuese impactado, por ser verbal. ¡Por Merlín, como deseaba ya pasar ese curso de los guerrero Uzza!

 

Pensé en un simple arenas del hechicero para cegar a mi oponente en aquella ocasión mientras seguía vomitando, observando como se transformaba mi camisa en una viuda negra por lo que la golpe sin problemas para que cayera al suelo y pisarla de un solo movimiento sin que alcanzara a picarme. Inmediatamente después pensé en un finite incantatem para que el efecto de las babosas terminara y seguir hablando.

 

- Vaya Peeves, al parecer yo soy la burla en este enfrentamiento... ¡me lo merezco! - Ni modo, no me quedaba de otra en esos momentos. - Creo que la suerte juega raro conmigo, mi estimada.

[Lyra Katara Selwyn]

2d50

Invocando la rueda de la fortuna.

[Lyra Katara Selwyn]

Captura por si decide cambiar.

 

Poco antes de convertir la camisa en una viuda negra, había quedado sumergida en la oscuridad, si bien no me preocupaba mucho, ya que aun con ese hechizo, mi último ataque había sido realizado con éxxito, pero no funciono como lo esperaba ya que aunque no podía ver tenía la extraña sensación de que mi oponente se había salvado de ser envenado. Al menos ya sabia que técnica no usar en un futuro.

 

Decidi invocar las fuerzas del caos, esta vez la rueda de la fortuna, quien extrañamente me favoreció esta vez impidiendo que la última acción de mi oponente se realizara con éxito. Hubiera sido genial si esa última accion fuera un episkey, pero sabia que la última acción no era algo tan grave. Sin embargo, no podría hablar otro turno

 

Peeves todavía debía seguir en el sitio pero debido a la ceguera que tenía no lo veia afortunadamente. No me preocupe en curarla, faltaba poco para que terminara y no me impedía realizar mi siguiente hechizo.

 

 

-Vara de cristal- dije nuevamente, seguido de un -sectusempra.

 

Sabia que en el cuerpo de mi oponente tenía varias heridas sangrantes, estando la mayor en el pecho. Debería curarse de inmediato si no quería morir desangrado.

 

-Cinaede.- Dije en voz alta.

 

No necesitaba señalar a mi oponente para que el hechizo surgiera efecto. De inmediato se vio envuelto por un gas venenoso, penetrando de inmediato en sus vias respiratorias, pronto pasaría a la sangre, paralizando el sistema nervioso y circulatorio, causando la muerte.

 

Esperaba que esta estrategia si me resultara, al fin y al cabo apenas estaba practicando también con mi varita de cristal y ese era un buen momento para jugar con las diferentes opciones. Al menos lo entretendría un poco.

 

-La suerte puede ser muy voluble, ¿no crees? Supongo que debo agradecerte la ceguera, asi no pude seguir viendo a Peeves ni las babosas.- Comenté.