Adivinación

[Jeremy Triviani]

Chuck Joven Guerrero - Elfo de la familia Triviani.

 

 

Chuck Joven Guerrero no que quejo del tirón de orejas. Sonrió con su sonrisa encantadora para no recibir golpes. Aquel gesto jamas había funcionado... pero con los Trivianis, sabia que otros magos tenían diferentes formas de tratar a su raza. Algunos lo hacian hasta bien. Observo que el profesor los ignoraria por su condicion de elfo, asi que se dispuso a escuchar todo lo que pudiera sobre las respuesta de los demas.¿Seria una forma de aprender algo?

 

No tardo mucho en ocurrirsele una idea. Con sus manitas hizo aparecer un pergamino y una pluma, para empezar a escribir. Su caligrafia distaba mucho de ser prolija, pero era entendible para cualquier ojo de mago. Mientras el escribia sobre la hoja, pudo escuchar que uno de sus amos llegaba a la clase y era tratado dignamente. Rio por lo bajo con nerviosismo. Era Joven Guerrero, no se saldrían con la suya. Cuando termino de escribir, repitió en otra hoja lo que acababa de poner y luego le repartió cada una a los magos alumnos de esa clase. Un pergamino fue para Anne Gaunt y otro para Matthew Triviani.

 

-¿Puedes preguntarle al profesor estas cosas por mi? -Le dijo a sus compañeros antes de mirar a los otros elfos -¿Alguno quiere preguntar otras cosas? Escribanlas en un papel y dénselas a los magos, ellos no son ignorados por el profesor -Concluyó.

 

 

¿Que son las Mancias? ¿De donde vienen?

¿Se considera la adivinación como una materia exacta? ¿Porque?

¿Que objetos son los que están en la habitación?

¿Son las runas importantes en la materia?

¿Se puede mezclar ese conocimiento con otro? Si la respuesta es si, ¿Cuales?

¿Que otros objetos que no están presentes pueden utilizarse para producir una adivinación?

¿Solo magos pueden desarrollarla?

 

Editado 14 de Febrero del 2020 por Jeranne Triviani

[Zoella Triviani]

Chuck, Elfo Doméstico de la familia Triviani.

El pequeño Chuck observó a quien se supone era su profesor, y el cómo ignoró a cada uno de los Chuck de la estancia. Soltó un pequeño chillido y pensó "La ama que venga, me cansé", la pequeña criatura observó a los Chuck y se alejó unos pasos, ignorando la llegada de su amo Matthew. Chasqueo sus dedos, y a su costado apareció Zoella, con ropas de casa y su piel azul. El pequeño elfo soltó una risa por lo bajo y le objetó.

 

- Ama, el profesor no nos presta atención y no quiero que usted se moleste. Por favor, atienda su clase.

 

 

Zoella Triviani.

La Triviani parpadeó, identificando el nuevo lugar donde se encontraba. Las clases de adivinación. La bruja había mandando al Chuck en su nombre y ahora por lo visto el profesor no prestaba atención alguna a él. Empujó al elfo y le dijo que se fuera, para encaminarse a donde su hermano y cuñada hablaban. Arrebató la hoja del Chuck Joven Guerrero y la leyó, sin entender palabra alguna de lo que ahí pasaba.

 

Vió a Aries dando la clase, su ex socio del Dark Room y sonrió de soslayo "Ahora todo tiene sentido" pensó, para dirigirse a él sin permiso alguno - Diría usted entonces, "Profesor" que la adivinación es leer ciertas ideas por decirlo de alguna forma - soltó la bruja, doblando la hoja.

 

- Supongo que aquello con lo que juegan los elfos son los objetos comunes para la adivinación pero ¿Hay algún otro que no sea específico? ¿Podríamos mezclarlos? Como con Legilimancia, por ejemplo para adivinar los pensamientos de las personas o que se yo - finalizó la bruja, quien observaba al pequeño Chuck que la suplia, introducirse una de las bolas de cristal en la boca, intentando ver que tanto le cabía.

[Matthew Black Triviani]

Matthew Triviani - Reemplazando a Chuck.

Un ademán con su cabeza para corresponder el saludo del profesor.

Luego de la explicación del joven, pudo comprender que la Videncia y la Adivinación no eran lo mismo y era difícil confundirlas, aun así, existen personas que lograban hacerlo y eso le daba un poco de confusión. Como había mencionado, los mentirosos abundaban, que solo buscaban ganar dinero con palabras justas que los magos y brujas desesperados deseaban escuchar. Quizás, soluciones mágicas sin efecto, o con todo lo contrario a un buen augurio. No podía quejarse demasiado, él tenía ganas de aprender de aquel, quería utilizarlo para sus propios fines lucrativos y porque no, para intentar adivinar qué le deparaba a él mismo.

¿Quién podría ser el ingenuo que hacía caso a los sueños o los posos del Café? expresó.

Sus ojos lo miraron con suspicacia y miles de recuerdos que creía olvidados en algún pliegue de su memoria aparecen como destellos en su mente. Apretó los labios y hasta creyó que sus dientes chirriaban un poco. Suspiró y ahogó un gemido.

Ahora comprendí la diferencia, la Videncia era un poder nato, que veía lo que estaba por suceder desde su mente, como si fueran premoniciones inconscientes. Suponía que tal poder, debía tener un agotamiento mental demasiado grande, y poder controlarlo, sería aún más difícil. ¿Él podría obtener dicha sabiduría? lo intentaría, pero primero debía dominar el arte de la adivinación.

Me encantaría poder seguir platicando sobre aquella habilidad nata, pero, no es el lugar. comentó ¿Puedo predecir el futuro con el tarot? preguntó ¿O como realmente se leen aquellas cartas, siempre he tenido curiosidad y ésta es la oportunidad perfecta para aprenderlo. añadió y fue en busca de una caja rectangular que había visto sobre un estante, ahí, las cartas del tarot.

Habia leído algo sobre ellas, algo llamado cartomancia; pero luego preguntaría si de verdad así se le denomina a aquella mancia.