12/04/10

Cuenta la historia que hubo una vez una ballena que quería conocer que había más allá del mar. Todo el mundo le decía que no había nada, que el mar flotaba en medio del espacio, que el agua se sostenía dentro de una burbuja gigante, sostenida por las manos de Dios.

Pero la ballena no estaba muy convencida, además ¿Quién era Dios? Ella quería conocerlo. Y así emprendió un largo viaje, buscando y buscando, hasta que al final llegó ¿A Dónde? A una playa. Allí había arenas más blancas que las del fondo del mar, había seres pequeños que la miraban con curiosidad y que parecían respirar solo el aire que ella subía a buscar. Algunos querían verla de cerca, pero parecía que no se animaban y otros... otros se metían cosas raras y ella ya no los reconocía. La ballena casi se queda en la playa... pero no le importaba, quería preguntarle a esos seres si alguno había visto a Dios. Y se metió más adentro... grave error... la arena parecía querer quedársela... y no la dejaba volver al mar... pero los seres pequeñitos empezaron a mojarla, llevaban el mar a ella, buscaban meterle algo debajo y la arrastraban como podían... un ser de metal gigante la fue a buscar y arrastrar y seres pequeñitos parecían salir de él. La ballena no entendía nada pero sentía que alguien o algo la cuidaba, los seres que antes le temían ahora la ayudaban hasta que ella volvió a sentir el agua, su mar. Nunca supo cómo era Dios, ni les pudo contar a sus amigas, pero estaba segura que tenía la sonrisa de los que la saludaban cuando volvía a su casa...