Tiempos de Adam y Eva.

[Nats Rambaldi Crowley]

Al parecer el tiempo de romanticismo había terminado y era momento de volver a la acción con el nigromante, seguir "entrenando" y aprendiendo de sus habilidades en duelo, pocas de las cosas que había aprendido anteriormente de él le habían ayudado a salir victoriosa de un encuentro por lo que no estaría demás aprender más del demonio.

 

Esta vez el duelo sería en un desierto, en los tiempos de Adam y Eva, donde no existía la abrigada ropa de la actualidad, donde solo unas pequeñas hojas cubrían lo necesario. Arena por aquí y por allá, arena a donde mirases. Un cielo nocturno con una enorme luna llena como le gustaba a ella y miles de estrellas iluminaba lo suficiente aquel lugar.

 

- Amor mío, corazón de otra, qué bien te ves. - Dijo a Radamantys cuando lo vio llegar, estaban a nueve metros o más pero ella tenía buena vista. Le guiñó el ojo a la vez que le lanzaba un beso. Solo quería divertirse un poco antes de terminar como un colador sangrando por todos lados.

 

Tomó su varita firmemente alzándola. - Sectusempra. - Murmuró y de su varita salió un rayo que iba directo al pecho del mago. Sabía que no sería mucho de qué preocuparse para él pero ella nada perdía con intentarlo.