Entre sombras

[Thoth]

https://www.youtube.com/watch?v=EzXYvA6k7s8

 

La historia de nunca acabar se vuelve a contar. La luz y la oscuridad fenecen ante la elección y nuevamente se levanta en armas amigos y rivales. El pasado parece recordar la causa del gran dolor, el rojo carmesí ceñirá nuevamente la tierra y la oscuridad dominará, aunque la luz pueda estar. La luz buscará brillar ante la misma oscuridad, resurgirá la luz como ave fénix y caerá ante las garras de la maldad. El caos así iniciará y la muerte asechará. El murmullo del viento, silente está, ni la brisa y la bruma pueden esconder, la tragedia que va a suceder.

 

-Tanto esperar, y nada lamentar…

 

Acoto aquel que envuelto de oscuridad está, la capa le envuelve por completo, debelando la misma noche, sus botas cuero y punta de metal, medias algo dañadas, pantalón oscuro y camisa negra, chaqueta y todo oculto por su capa, sus pliegues rosaban contra el suelo. Un sentir le impulsaba estar y parece no estar presente la bondad, allí si se logra observar su mano varita en mano. La misma era sujetada por las yemas de sus dedos. El sonido de la muerte, le murmuraba al oído, anunciado el trágico final.

 

-Las gotas caerán y todo pasará.

 

El destino no podrá cambiar, lagrimas del cielo comenzaba a caer en todo el entrono que se encontraba, el rugir del cielo como tambores de guerra anunciaban los resplandores que iluminaba un poco aquel viejo cementerio, allí la tumba y gárgolas adornaban, tierra marchita y árbol reseco era todo lo que había, un cuerpo postrado en la rama, era el observador de todo lo que fuera a suceder. La distancia era mayor de cuarenta metros del joven estudiante a esa creatura.

 

En esa soledad, esperaba la verdad, caminando alejándose un poco más y allí su capa ondeaba a su paso, lento era, pero su rostro no mostraba alguna emoción. Por lo que decide marcharse, recuerdos malditos de un triste pasado era lo que le producía el cementerio, no había necesidad de esperar más, nadie acudiría a su llamado, así recorrió todo el cementerio, salió por la puerta metálica y se marcho de ese lugar. Por las calles camino, entre magos y brujas, al parecer se encontraba siendo uno más.

 

El tiempo pasa y nada parecía adelantar su presencia, era necesario buscar algo más, fue por ello que busco y rebusco en el Callejón Knockturn, descendió por los peldaños para ingresar a ese lugar de mala reputación, aunque si su presencia causará un tormento no le importaba, en esa oscuridad solo existía la sombra, sus orbes de bondad buscaban la verdad, pero la oscuridad le logro dominar, la codicia despertó la rivalidad de su socia, un sentir le inclinaba su rojo corazón a optar, pero no a una máscara, sino a un camino de la magia, que no muchos deseaban andar.

 

Las calles de ese mal vivir se encontraban solas, no había basureros, solo gritos y maleficios volaban de un lugar a otro, las tiendas se encontraban cerradas, pero la tempestad seguía a su paso, por eso húmedo su ropaje se encontraba, se detuvo por completo y miro al firmamento, dejando que su cara sintiera cada gota y dejará ver por completo por unos segundos, luego guardo su varita y se cubrió el rostro. Atrapado así un silencio sin fin. Si su destino era vagar, como lobo andaría en la luna llena, sin remordimiento, la luna su compañera ha sido, su símbolo y su verdadero ser, se escondía en las sombras.

 

Después de tanto vagar, había conseguido un hogar, la hacienda Tonks, ahora parecía cosa del ayer, una familia a donde retornar no era lo que deseaba y por ello se había liberado, era cosa del pasado del cual no regresaría jamás, sin ataduras se encontraba, era una alma corrompida y los seis pétalos le representaba, uno cada uno de ellos que guardan significado a su elfo, su vieja mascota, su pariente, a sus dos amores. El último era él mismo, su ser licántropo. Allí estaba vagando, esperando a quien enfrentar, desea jugar un poco más.

 

La inocencia y la maldad, la locura y cordura, una misma moneda que se había lanzado, su rostro en futuro su rostro cubriría. Pero por ahora, este era el que representaba, incluso si fuera necesario, para ese momento llamaría a su varita, allí comenzaría el combate. Por lo que solo se detuvo y jugo un poco más bajo de la lluvia, haciendo despertar quizás el interés de alguien, se preguntaba ¿Quién sería?

[Elizabeth Tonks]

-¿Qué buscas por estos sitios?-

 

La bruja miraba fijamente a aquél mago, intentando escudriñar su rostro. "Legeremancia" pensó, recordándose a sí misma lo útil que le resultaría en algunas ocasiones aprender aquél arte de la magia. Sin embargo no lo sabía, y por ello siempre hacía uso de su -en ocasiones acertada- intuición.

 

Varita en mano, con el cabello corto, revuelto y húmedo por la lluvia, salía del Callejón Knockturn, donde ocasionalmente brindaba la guardia. El objetivo no era cazar ahí mortífagos o algún otro mago vinculado con la magia oscura, sino simplemente mantener el orden en los alrededores y vigilar que ningún adolescente se perdiera entre el Callejón y sus tiendas, pues en aquella época muchos alumnos de los colegios de magia acudían al Callejón Diagon en búsqueda de sus materiales escolares.

 

El agua escurría lentamente por sus ropas, siempre negras. Traía una gabardina ajustada que cubría su blusa y parte de sus pantalones y, calzando sus pies, unas hermosas botas de cuero. La bruja hizo ademán de acercarse, pero entonces notó que el mago sacaba la varita.

 

Elizabeth dio un vistazo rápido por el lugar. Únicamente un gato extraño pareció dar vuelta en la esquina y perderse de vista, después de eso el lugar quedó afortunadamente desierto. El espacio era amplio, dejando a la bruja un aproximado de tres o cuatro metros a cada lado y otro tanto de siete entre su ahora rival y ella.

 

-¿Dirás algo?- Preguntó, levantando su varita y aceptando así el desafío. -Pues bien, soy Elizabeth Tonks. Te concedo los honores.- Agregó, esbozando una ligera sonrisa.

[Thoth]

Ante la interrogante no respondió, simplemente siguió que iniciara la segunda interrogante a la que respondió sin vacilar y sin hacer reverencia alguna. Mientras que escuchaba el nombre de la bruja, se vio un destello oscuro en su mano que adquirió la forma de un lobo ártico y al cerrar su puño, se noto en su mano derecha la varita en mano, la cual sujetaba firmante con las yemas de sus dedos.

 

Al parecer el combate iniciaría y sería el que lo comenzará, dado que le habían dado ese honor o maldición para ella, pues cuando termina de oír la presentación de la bruja o en su discurso que nadie se lo había preguntado, pues a nadie le gustaría saber algo que no se consulto ¿tanta importancia tendría un nombre? Por eso se vio crearse una invocación oscura como la noche y que viaja directamente a impactar en ella (Elizabeth Tonks). Un curioso apellido que le hace recordar a su amigo. El mismo amigo no era un británico, era simplemente un familia lejano de aquella familia.

 

-Incárcerus

 

Tres cuerdas y solo tres cuerdas van contra la Tonks, la primera tendría la intención de impactar en su cuello y si lo hacía haría que la misma se asfixiara, en poco tiempo no hablaría. La segunda por el contrario a sus tobillos, logrando con eficiencia que se juntaran y no dejarla mover con facilidad, una forma para impedir su traslado. La última era más fácil de adivinar a donde iría, ya que no era su boca, dado que seria inútil, tampoco sus piernas, era simplemente impactaría en sus muñecas, esa ocasionaría que ambas manos se juntaran a su torso, por eso era la más larga de cuerda y daría dos vueltas, para que la varita apuntara siempre con la presión al suelo.

 

“No me interesa responder.”

 

Pensó el egipcio y la observo a cada detalle que esta hiciera, esperando que la misma se lograra equivocar, era en verdad una desgracia si no lo hacía, dado que algo le hacía pensar que su diferencia de poder era grande, por lo que no se escucho más que un leve zumbido agudo de las cuerdas en dirección a ella y como la húmeda solo significaría que el latigazo que recibiría de la cuerdas solo sería un poco más fuerte, dado que si cumplía su objetivo, estas no cederían, al contrario ocasionarían más presión en su punto especifico, por algo era de magia, no era común y corriente, por lo que cada segundo que pasará significaría más presión en el cuerpo de la misma, así como evoca las historia de Dolores, Umbrige contra los centauros, las cuerdas de ella no se aflojaban, simplemente hacían más presión en el cuerpo de esas bestias.

 

Off.

 

Espero que podamos terminarlo antes del 10, o si no te daré la victoria, dado que me ausentare hasta septiembre después de esa fecha.

[Elizabeth Tonks]

@Darius

 

Disculpa el retraso, problemas con mi compu (murió el teclado ) Ando de la lap de mi hermana xD así que intentaré ser constante durante el fin de semana para jugar lo más posible

 

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-¡Evanesco!-

 

Con un sencillo movimiento de varita, la bruja hizo desaparecer en el aire las tres gruesas cuerdas que se dirigían hacia a ella, sin duda con el objetivo de atarla y limitarla de las peores maneras posibles. Un excelente hechizo, si se usaba adecuadamente.

 

-¿Acaso no piensas decir palabra? Aceptas lo aparentemente evidente...- Tanteó, esperando sacarle las palabras, pues el mago parecía indiferente a su conversación. "Al menos ha respondido a la insinuación de duelo", pensó Elizabeth, pensando a la vez en su siguiente movimiento.

 

Dio un par de pasos al frente, disminuyendo apenas unos centímetros la distancia que los separaba. La lluvia había cesado, y ahora únicamente caían algunas gotas provenientes de los tejados. La bruja acomodó su cabello con la mano libre, sin perder de vista los movimientos de su rival.

 

Si bien era cierto que estaba oxidada, duelísticamente hablando, también era cierto que en su tiempo había desarrollado una gran habilidad en los duelos, habilidad que parecía ser innata al tomar su varita entre los dedos.

 

-¡Desmaius!-

 

Un rayo naranja salió de la varita de ébano tras pronunciarlo, viajando rápidamente en dirección al pecho del mago, sitio al que había sido dirigido. De impactarle, el rayo ocasionaría que el mago cayera al suelo inmóvil e inconsciente, necesitando algo de tiempo para recuperarse.

 

Entonces aguardó, atenta a cada gesto y movimiento que su rival realizara, pues si no quería intercambiar palabras con ella, tendría que descifrar el enigma apoyada con el arte de la observación y deducción.

[Thoth]

-¡Petrificus Totalus!

 

Proclamo con firmeza, luego que la bruja de la nada desapareciera aquella invocaciones, pero la respuesta de su ataque fue un contra hechizo, por lo que se produjo un curioso resultado. La bruja había sido petrificada, mientras que el mago caía desmayado al suelo, ninguno de los dos se podía mover, uno porque había perdido la conciencia, y la otra, simplemente no se podía mover, aunque si así lo desease, no lo pudiera hacer, dado que su cuerpo se encontraba un rigor mortis, algo pareció incluso al cuerpo de un muerto. Fue así que el mago viajo a un mundo de fantasía. El cuerpo de la bruja, apuntaría su varita contra el suelo, dado que así juntaría sus dos manos contra el cuerpo, vaya encantamiento. Como muerta, quedaría la bruja. La misma caería contra el suelo, por lo que ambos oponente se encontraría en igual de condiciones.

 

Luego de un tiempo, el mago se recupera, vaya caso curioso, en eso busco su varita, que había caído cercano al mismo, simplemente se rodeo una milésimas de segundo, por suerte, su cuerpo no había recibido daño alguno, dado que se había desmayado e por inercia había colocado sus manos para frenar el golpe, era algo instintivo, sabía que eso pudiera pasar, por lo que no hubo sangrado, a lo sumo un raspón y un moretón que saldría mañana. Fue así que estando cerca su varita la toma, estando en el suelo, lastimosamente no pronuncio palabra alguna, pero ese lapso de tiempo la bruja le pudo mandar otro encantamiento, pero esto no lo sabría, en caso de hacerlo, pues sería algo mental y ella seguiría petrificada.

 

“Vaya comienzo” Pensó, y prefirió no levantarse, en cambio solo se dispuso apuntar desde el suelo a la bruja, era posible que la misma le ataque en esas condiciones, pero no había otro remedio, sabía que allí se encontraba, tan parejo como la otra. Su varita no dejo de apuntar a la bruja, esperando que la misma cometiera un mísero detalle y su sangre se comenzaría a derramar por aquel oscuro lugar, era una lástima, pero no le importaba mucho. Su respiración se encontraba calmada y su rosto sereno, pero por cosas del destino su capucha se había descubierto, por lo que su rostro se encontraba visible, mostrando incluso algo de suciedad del piso.

 

-Lupus est morte et pax of mundi- Vocifero, hablando una lengua muerta, la misma que los hechizos, palabras que al parecer la bruja no comprendiera, ella quería que el mismo hablará y así lo hizo, pero no el dialecto que ella esperaba, pero su sarcasmo no para en ese momento, simplemente opto por hablar otro idioma. –Ápa agglós…- Menciono con frialdad. –xpátos bios- Era claro el mago poseía cierto dominio de ciertsa lengua y con ello se burlaba de la bruja, había comentado en latín y griego clásico, dos simples oraciones, la primera referente a la paz del mundo, que se consigue con la muerte del lobo, la segunda era más bien una interrogante, si ¿acaso el ángel domina la vida? Era posible que la misma no respondiera, dado que no lo hacía en ingles, sino con un acento egipcio, pero eso solo esperaba que la misma se confundiera, pero era posible que si le entendiera.

 

--

Off

No hay problema, el 10 o nueve, se desvanece el duelo a mi regreso, si deseas lo continuamos a mi regreso, a no ser que el fin lo terminemos. Te respondí, porque me puse a diseñar algo, y pss ahora si este es mi último post madrugador. Así, mira el hechizo.

[Elizabeth Tonks]

xDDDD Conozco bien los hechizos, ntp

 

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El daño estaba hecho. Ambos magos cayeron al suelo, afectados por los distintos hechizos que habían impactado en sus cuerpos. Darius estaba inmóvil e inconsciente, y por su parte, Elizabeth estaba simplemente petrificada. Esto significaba que, a diferencia del mago sus funciones mentales seguían funcionando, aunque no pudiese mover un solo músculo de su anatomía.

 

Observó con cuidado lo que sucedía a su alrededor. El chico se recuperaba de la inmovilización y levantaba la varita, que por algún motivo había dejado caer durante el impacto y efecto del hechizo. "Mala suerte" se dijo Tonks, pues de no haberse encontrado petrificada habría podido hacerse con la varita del mago fácilmente.

 

Se sintió recuperar, por lo que enseguida se puso de pie. Sacudió levemente sus ropas y agradeció portar como siempre de vestimenta negra, en la cual la suciedad adquirida del suelo lograba pasar desapercibida.

 

-Error de novato..- Le dijo, guardando para sí una ligera sonrisa, pues para los más experimentados perder la varita era un error fatal que no podía permitirse en batallas. Mantenerla consigo a pesar de los hechizos era un arte sencillo de dominar, siendo la única excepción los hechizos de desarme.

 

-¿Crees que puedes distraerme hablando otra lengua?- Esta vez no contuvo la sonrisa. Le parecía realmente gracioso que quisiera burlarse de ella. Definitiva, y aparentemente, no tenía idea de con quien trataba.

 

-¡Expelliarmus!-

 

Exclamó la bruja, apuntando de nuevo la punta de su varita hacia el pecho del mago. En esta ocasión se trataba de un rayo escarlata, que salió rápidamente con el objetivo de desarmarlo nuevamente, sin embargo esta vez la varita del chico volaría al menos un par de metros a su izquierda, teniendo que perder algo de tiempo para recuperarla.

[Thoth]

El egipcio soltó una carcajada y entre risas conjuro, un hechizo protector, el mismo sería de magia tenebrosa, tan maligno como él, no sería el mismo un mortífago, pero si un mago tenebroso y buscaría la forma de emplear maldiciones y hechizos de alto rango considerable de magia negra. Pero aún no lo podía, fue por ello que no tuvo más remedio que usar ese hechizo, otro cuento fuera si poseyera el libro de aprendiz de brujo, dado que el combate fuera un poco más emocionante, incluso si al menos se encontrará graduado. Pero no importaba, su objetivo era poseer ese libro y pronunciar esos encantamiento de avezada.

 

­­-Protego­­

 

Y el hechizo desarmador fue adsorbido, pero este deseaba jugar un poco más y ella había aceptado que había recuperado su varita, por lo que no tendría que perder tiempo para recuperarla, así que eso sería más que motivo para divertirse un rato más. Pero paso su varita por el rostro, jugando incluso con su lengua con sus labios, evocando las palabras de la misma y no las recordó, eran inútiles como todo lo que pudiera provenir de ella, la miro de arriba y abajo, pero deseaba comprobar su poder. En eso desvía la mirada.

 

-Creo que fue un buen calentamiento, pero por lo visto no hemos comenzado.- Le comento. –Así que es posible podamos subir el nivel, quizás no ahora, pero quizás en el transcurso de la batalla.- Espero su respuesta y conjuro otro encantamiento, ya que no deseaba que la misma se aburriera. –Sectusempra.

 

Y lo índico mientras amputaba las piernas de la bruja, dado que su intención era clara, era desangrar y así crearle heridas cortantes, el mismo deseaba conjurar los cráneos fantasmales pero sabía que no podía, ya que ese arte maldito era su preferido, era increíble observar la expulsión de millares de cráneos lobunos y todos con la intención de impactar, no había forma detenerles, en verdad le encantaba. Trago fuete, ya que no sabía su encantamiento pudiera salir, en su plática era posible que ella hiciera algo, el problema sería saber que haría, dado que comenzaría a jugar un poco con la misma, teniendo cierta desventaja táctica pero de cierta forma le gustaba jugar con los tiempos, por así decirlo, ya el tubo su oportunidad, ahora deseaba que la misma la tuviera, deseaba ver que ella hacía con eso.

[Elizabeth Tonks]

El mago alardeaba demasiado, algo que la bruja no toleraba. Su madre habría tenido fuertes palabras para describirlo, palabras que difícilmente ella repetiría, aunque las consideraba ciertas.

 

Segundos antes lo había visto defenderse del hechizo desarmador -grave error- y ahora era su turno de aprovecharse.

 

-Ardius...- Susurró, observando a Darius pasarse la varita por el rostro, meditando rápidamente el hechizo a utilizar. -¡Expelliarmus!- Repitió, buscando con ello ganarle de una vez por todas sin hacerle daño. De esa manera sería más fácil llevárselo para interrogar.

 

Un nuevo destello escarlata surgió de la varita de la bruja en dirección al pecho del mago, justo unas milésimas de segundos antes de que de la varita de èl saliera un rayo tan verde como el pasto fresco.

 

Inevitablemente ambos rayos impactaron en sus objetivos. Por un lado la varita de Darius había volado tres metros hacia adelante, y por el otro, gruesas heridas borboteaban chorros de sangre en el cuerpo de Elizabeth.

 

-¡Accio varita!- Agregó la Tonks sin perder tiempo, abriendo la mano libre para recibir la varita del mago. En esta situación no era necesario especificar de qué varita se trataba, tal como sucedía en las batallas, puesto que era una sola varita extra la que había en el lugar.

 

-Se acabó tu calentamiento...- Le dijo, acercándose un par de metros. Guardó la varita extra en un bolsillo y agregó: -Te convendría más no usar magia oscura.- Señaló, haciendo evidente que notaba sus intenciones.

 

-¡Aqueora!- El tercer y último hechizo de la bruja apareció sin problemas, brindándole curación inmediata y protección contra algunos ataques, aunque al encontrarse desarmado ya no hacía falta.

 

-¿Ahora sí responderás mis preguntas? ¿O prefieres que te obligue?- Esperaba que ahora cooperara, pues no deseaba usar conjuros o pócimas para hacerlo hablar.

 

 

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No pensaba usar más que hechizos neutrales, pero ya que te vas pronto, terminè de una vez el duelo para que no quedara inconcluso.

 

Cuando regreses si quieres jugamos otro, espero ya estés graduado y jugamos solo con esos hechizos.

 

Saludos!