Tiempo Atrás

[Thoth]

No siempre se recuerda el pasado, no siempre se habla del amor, no siempre todo amor termina bien, a veces el amor es complicado y posesivo. Fue así la relación de Eduardo con Emmet, un amor prohibido, pero esto eventos no ocurren en este tiempo, es una historia que ya paso, es un recuerdo de Emmet, por lo que esa batalla ya libero, por el medio de un recuerdo algo distorsionado, traemos ese recuerdo, el mismo fue alterado, por lo que estas memorias posiblemente no ocurrieron, tampoco se poseen registro de que Eduardo en verdad existió, ya que fue un evento aislado y todo registro del hecho fue borrado.

 

Siglo XIX

Provincia de Leinster - Irlanda

La familia Fermir era una familia que serbia a los Leinster, en obediencia absoluta y a todos sus deseos y caprichos, los vampiros dominaron ese territorio por muchos años, doblegando a los hombres lobos, pero a la luz de la luna llena algunos grupos nativos buscaban problemas contra los Leinster, pero ellos tenían bajo la manga, el poder del dominio de sus perros, así como ellos lo llamaban, a los licántropos que tenían bajo su mando. Por lo que generación tras generación de Fermir sirvieron a los Leinster, no existiendo relación en ellos a punto sentimental, hasta que llega el hijo de Marcus y Helena. Pero posiblemente la historia les recuerda, pero nadie recuerda a Eduardo, al menos no todo, quizás Emmet, si lo pudiera recordar de ese veraneo, cuando había un eclipse lunar y la tempestad se había desatado.

La noche de verano

Eduardo Fermir

 

-Sigues negando lo nuestro.- Le comento al vampiro de ojos azul claro, mientras que acariciaba su rostro, en ese momento iba a rosar sus labios, pero recordó algo. –Incluso pareciera que no lo aceptaras.- Le guiñe, y de su rostro se produce una sonrisa. –Pero descuida, que seguro hoy olvidaras a tu prometida, entre mis juegos, seguro lo harás.- Se ríe y pasa algunas horas con él. Luego se viste, con un ropa francesa, dado que originario de ese sector al menos por descendencia, el mismo consistía un pantalón ajustado y camisa pegada oscura, se pone su capa oscura y duda en ponerse sus cadenas. –Sabes, quiero jugar un poco con vos.

 

Se da vuelta, esperando que el mismo se vistiera, en caso que no lo hiciera no le importaba y este esperaría pará estar en igual condiciones que él, desprendiéndose hasta la última prenda de vestir. Por lo que su vestimenta o no, dependería del mago, ya estando a ocho metros de distancia de los jardines de castillo Leinster, se muerde los labios y se voltea, portando en su mano derecha su varita oscura, por lo que seguro el vampiro recordaba cada centímetro de su cuerpo moreno, de un metro setenta, de compleción delgada y rasgo faciales tosco, con nariz perfilada y orbes plateados como la luna, su cabellera blanca como la nieve, que le llegaba a la espalda y cubría la mitad de su rostro.

 

-Hermosa lluvia, ideal para jugar.- Le apunta con su varita y así comienza el juego. –Incárcerus.

 

Pronuncia y de la punta de su varita se crea tres cuerdas oscuras como la noche, la cual tiene la divina tentación de atarle a Emmert Leinster, pues así eran sus juegos. La primera tendría la intención de impactar en su cuello y si lo hacía haría que la misma se asfixiara, en poco tiempo no hablaría. La segunda por el contrario a sus tobillos, logrando con eficiencia que se juntaran y no dejarla mover con facilidad, una forma para impedir su traslado. La última era más fácil de adivinar a donde iría, ya que no era su boca, dado que sería inútil, tampoco sus piernas, era simplemente impactaría en sus muñecas, esa ocasionaría que ambas manos se juntaran a su torso, por eso era la más larga de cuerda y daría dos vueltas, para que la varita apuntara siempre con la presión al suelo.

 

El licántropo espero paciente a su oponente, pero sabía que el mismo se uniría a su juego, esperando así secuestrarle o matarle, eso era algo que más tarde decidiría si ganaba, pero por el momento, lo único importante era ganarle, simplemente ganarle, por eso ante todo momento mostro su rostro sereno con una dulce mirada y observando todo lo que este hacia.

 

 

@@Emmet Haughton Gaunt

[Emmet Haughton Gaunt]

Noche de Verano

Emmet Leinster - Prov. de Leinster - Irlanda

- Desde un primer momento sabías que lo nuestro era difícil, casi imposible

 

Sentenció casi con rabia sabiendo todo lo que habíamos tenido que pasar con cada encuentro que queríamos tener a solas. Simplemente era imposible, la familia de él servía a la mía (una de las pocas familias de licántropos que estaban en servidumbre dentro del Clan Leinster) y, el motivo más importante, era licántropos: enemigos por derecho de los vampiros y viceversa.

 

- ¿Cómo crees que mi padre se tomaría que yo esté saliendo o comenzando una relación con un licátropo y no cualquier hombre lobo, si no, nada más y nada menos que el hijo del patriarca de la familia Fermir

 

Volví a comentar inclinándome sobre su pecho y recostándome sobre él percibiendo los latidos de su corazón.

 

- Si tu ya no quieres seguir con esto esta bien, yo no te ataré a mi ni nada menos ... te quiero demasiado como para poner tu vida en peligro si nuestros padres nos llegan a descubrir. Sabes de lo que esos dos son capaz de hacer

 

Finalicé diciendo apenado, se me notaba en el tono de la voz. Giré mi cabeza de nuevo para que mis labios dejaran un leve pero seductor beso en su abdomen.

 

Duelo

La lluvia había comenzado a caer sobre aquél hermoso paisaje. En el lugar dónde estaban ellos era casi un descampado pero, el suelo del mismo, estaba cubierta de una fina hierba verde que daba cosquillas al tacto. Un cedro gigante estaba a su diestra y era casi imposible aprovecharse de ese árbol para el duelo. Pequeños grupos de rocas diminutas se podían sentir al pisar descalzos el suelo pero no había nada más que eso.

 

Notó cómo el licántropo tomó la distancia e hice lo mismo colocándome a ocho metros de él. Nix, mi varita se materializó en la diestra lista para derramar sangre si era necesario.

 

Sonreí de costado y mis ojos azules se cerraron comenzando una concentración profunda. Habiendo alcanzado aquél estado pensé firmemente << Evanesco >> resonó dentro mío haciendo que el efecto desapareciera las tres cuerdas que venían dirigidas a partes de mi cuerpo que no sabían donde impactarían.

 

- ¡Silencius!

 

Pronuncié mi próximo movimiento rápidamente, sin dejar reaccionar a mi rival. El efecto lo dejaría mudo por una acción.

 

- Creo que calladito te ves mejor - sonreí de costado satisfecho del movimiento que había hecho, aunque sabía que podía dar mucho más en el próximo.

[Thoth]

Eduardo Fermir

Las cuerdas habían desaparecido de la nada, al parecer el vampiro no deseaba ser amarrado, en eso bajo la mirada y se mordió el labio inferior, en buscar otra forma de jugar, su pensamiento solo se dibujaba algo y nada más, al parecer quizás sería la sangre lo más atrayente que este pudiera ofrecer, pero no sería su sangre, por eso quiso saber si los vampiras sangraban o no, en caso de hacerlo, seguro sería la sangre de una víctima que hubiera ingerido reciente. Evocaba de unas noches la primera vez que sintió esa sensación de verle a su ser amado con la sed de sangre en sus orbes, aquello le atria de él, pero este tenía razón era algo prohibido.

 

-No quieres que te ate.- Indago el Fermir al Leinster. –Sectusempra - Un haz de luz se crea de su varita y rápidamente viaja a gran velocidad al pecho de Emmet, en caso de impactar le crearía severas heridas sangrantes. – ¿No te gusto…- Su voz seco por completo, el mismo le vino a su mente algo. “Embrujo Punzante” Pensó, y otro rayo se desprendió de su varita con la misma intención de impactar en el cuerpo del Leinster, pero esta vez para hacer que su rostro se viera un poco feo, algo gracioso si se piensa. Allí le escucho lo que le expreso ¿acaso no le gustaba lo que le iba a decir? Eso en verdad le molesto

 

Le miro fijamente a sus orbes celestes, aquellos que antes contemplaron al desnudo, incluso sus dedos con lo que sostenía a Nix, los cuales antes habían jugado con su cuerpo, cada rincón del mismo este lo conocía, pero ahora el mismo parecía querer ser agresivo ¿Sería que no deseaba jugar? Quizás por eso fue que bajo la mirada, esquivando así la mirada de su amante, no deseaba verle en caso de sangrar, ya que no distinguía si ambos se encontraban en traje de Adan o no, si sus cuerpo eran humedecidos por cada gota o por el contrario sus ropas, se ajustaban cada vez más, fuera el caso que fuera ambos estarían en las mismas condiciones.

 

Al retornar la mirada de su amante, algo en esos orbes habían cambiado, este parecía mostrarse algo juguetón quizás, pero en verdad no sabía lo que le esperaba. A penas ese era el inicio del combate y esta era una sola prueba de su habilidad, el mismo lo estaba estudiando, lo estaba retando, solo quiera jugar una vez más, como cuando eran niños, cuando por primera vez se juraron amor bajo el inofensivo cedro, cuando el padre del Leinster le prohibió verle, mandándole un tiempo a Francia y su retorno a su edad de adolescencia, sintió lo que era ser hombre, por el único hombre que le viera como realmente es, por el único que había recorrido en totalidad todo su ser. Pero esos eran recuerdos, que tenia oculto en su memoria.

 

@@Emmet Haughton Gaunt