Un pizzico di Milano (MM B: 111024)

[Valky]

Kaori.

―Que así sea... ―dijo la pelinegra bebiendo un trago más. En esa ocasión ya no se frunció tanto como en el primero.

No sabía si contarle que era metamorfomaga después de todo pocas personas lo sabían. Lo miró por un momento pensando en hacerlo o no hacerlo. Al final decidió que podía confiar en él. Hizo una seña con la mano para que le sirviera una nueva copa y tras beberla hizo que su cabello se hiciera completamente rojo.

―Es de metamorfomagia ―le respondió esta vez volviéndose rubia. Soltó una risa pues no le gustaba ese color ―Adoro mi cabello negro... ― comentó volviendo a la normalidad ― Esa no es mi única habilidad ― soltó de pronto, quizá beber esos tragos de tequila le estaban haciendo hablar más de la cuenta.

―También puedo leer mentes ― le contó en un susurró. ―Creo que alguna vez te lo comente... aunque claro, jamás leería tu mente sin tu permiso ― añadió.

Si al parecer tomar esos tragos de tequila ya estaban haciendo efecto en la joven Delacour, que además no estaba acostumbrada a beber tanto y en tan poco tiempo. Quizá lo mejor era retirarse a su casa y descansar un poco para su prueba.

[djvash Asturias]

Había perdido la cuenta de cuántos tragos ya llevaba, sinceramente el tequila no era mi fuerte pero me sentía también con su compañía que no me importó, además de que el beber me calmaba por así decirlo. Se bebió el segundo trago y con su mano me pidió otro, sonreí y llene el vaso, justo en el momento que ella tenía ahora el cabello rojo, mi cara mostró sorpresa.

 

Esto era algo genial, ella era una metamorfomaga, me lo dijo cambiando a rubio y después a su color natural, cuando ella mencionó que adoraba el color negro. Sonreí, no había duda que era magnífica, el color que tuviese le quedaba perfecto, un ángel como ella se veía bien de una o de otra.

 

Antes de poder decir algo más ella continuó, mencionó que no era su única habilidad, que también podía leer la mente, trató de recordar si me lo había dicho y me aseguro que ella no leería la mía sin permiso. La mire, me bebí un trago, otro y otro más. Enfoque mis orbes verdes en ella.

 

--No, no lo habías mencionado, y por mi no hay problema si lees mi mente, quizás podrías encontrar cosas que no puedo decir, pero que no me preocupa que las llegarás a saber-- levanté un poco los hombros y continúe --Algun día espero aprender metamorfomagia, creo que sería bueno para alguien como yo

 

Le dije y bebí un trago más, suspiré y con mi mano libre le toque la mejilla. --Creo que no te lo había dicho pero, mi color natural de cabello es rojo, este look que traigo fue por el cambio que necesitaba, pero extraño ser quien era

 

Le dije bajando poco a poco mi mano de su rostro, sin duda Kaori había llegado en un momento que no debía, o quizás el destino así lo había pactado, me había enamorado de ella, ahora lo entendía y por dentro de verdad me sentía confundido. Me daba gusto saber que ella estaba bien y enamorada de alguien que la hacía feliz, y a su vez me sentía impotente de no poder ser yo quien le diera esa felicidad.

 

--Sabes, eso de leer la mente suena interesante,aunque debe de llevar mucho riesgo, pero creo que me podría ayudar con este lugar

 

Le dije y rei un poco, le servía un trago más, no sabía si lo aceptaría o si sería el momento de parar, probablemente ya iba siendo el tiempo de irse, cosa que no quería ocurriera pero sabía que llegaría ese momento.

[Valky]

Kaori.

 

Ya había perdido la cuenta de los tragos que llevaba bebiendo y en todo caso poco importaba, no se sentía mal, la conversación estaba entretenida y la compañía del mago le agradaba. Cuando mencionó lo de poderle leer la mente se sorprendió un poco de que le diera permiso de hacerlo y por un momento se sintió tentada a hacerlo, pero algo dentro de ella le gritaba que no lo hiciera, Kaori decidió mejor evitar hacerlo a menos que sea necesario.

 

Se tomó otro trago, esta vez sin fruncir el entrecejo, no entendió del todo la parte de aprender metamorfomagia, era una habilidad que era de nacimiento, aunque sabía de magos y brujas que a pesar de tenerlas no la podían dominar sin la ayuda de la Arcana Majilis, quizá el caso de Dj era ese.

 

--Quizá tengas en tus genes el de la metamorfomagia y no lo sabes ¿recuerdas si alguien de tu familia lo tenía? – preguntó.

 

Cuando sintió la mano del mago sobre su mejilla, se estremeció, no esperaba esa caricia de parte de él. Era como si deseara grabar en su memoria su rostro y entonces sin poder evitarlo uso su habilidad en él. Sintió la confusión que estaba atravesando el mago, estaba enamorado de ella y aunque se sentía feliz de verla feliz, le dolía no se ser quien causará esa felicidad en ella.

 

--Deberías volver al rojo... podría ayudarte – se ofreció intentando seguir la conversación de forma natural – te puedo cortar bien rebajado el cabello... así eliminamos todo este rubio –dijo riendo mientras le revolvía el cabello en forma cariñosa.

 

--¿en que te podría ayudar la legeremancia? No entiendo—dijo luego de tomar un shot más de tequila.

[djvash Asturias]

La plática se había vuelto muy interesante, el saber de las habilidades me había despertado un interés por aprender más, cuando mencionó que si tenía a algún familiar con el gen de la metamorfomagia me hizo retroceder un poco a mis pasados, yo podría tener ese gen y no lo recordaba, mi madre me había dicho algo de el cambio en la tonalidad de los ojos, sonrei al pensamiento, recordar a Amelie me había traído buenos recuerdos, pese a que solo la tuve en mis años de infancia.

 

--Creo que algo me dijo mi madre, sobre el cambio en el color de los ojos, si mal no recuerdo, lo menciono cuando yo era pequeño

 

Después de eso tuve una extraña sensación, pero no le preste atención, ya que Kaori mencionó que debía de regresar al color rojo, que ella podría ayudarme rebajando el rubio para que creciera del tono natural, sonrió y me revolvió el cabello de manera bromista. Después me preguntó en qué me podría ayudar la legeremancia que no lo entendía.

 

--Sonara raro, pero creo que me podría ayudar con clientes difíciles-- le dije y sonreí --imaginate poder saber que les pasa a las personas, ayudarlas si es posible, siempre en mi más mínima opinión te puedo decir que me gusta escuchar y ayudar en lo que pueda a los demás. Creo que sí aprendiera a leer la mente mi negocio fructificariá, bueno no es que me vaya mal pero una ayudadita de más no estaría mal no crees

 

Le dije sonriendo y tome la palma de su mano. --Creo que podría tomar tu palabra, regresar al rojizo me ayudara a recuperar mi escencia, y en un futuro cuando recuerde o aprenda la metamorfomagia podré hacer lo que quiera

 

Rei un poco y con mi mano libre servi un par de tragos más, me bebí uno y volví a servir.

[Valky]

Kaori.

Escuchó atenta lo que le comentaba sobre su madre, quizá la habilidad estaba escondida en él y no lo sabía. Quizá la arcana Majilis le pudiera ayudar con ese tema, ella solo podía sacar conjeturas, aunque, también podría investigar un poco por su cuenta, después de todo eso de averiguar secretos se le daba bien.

―Si, supongo que te puede ayudar mucho en el local. Después de todo son solo pensamientos superficiales y no los dañarían y si la dominas bien la otra persona no notara que andas husmeando aquí ― con su dedo índice golpeo suavemente si frente para enfatizar lo que decía.

―Igual aprender a dominarla me fue muy difícil. Casi no lo consigo ―le contó

 

Recordando los meses que había padecido estudiándola hasta poder obtener la vinculación con la habilidad y mejor ni le contaba que estaba en la lista negra de la Arcana. Sonrió ante ese pensamiento.

―Creo que hoy no podre cortarte el cabello, pero puedo volver mañana ―dijo la bruja que estaba empezando a sentir los efectos del tequila ―Cuando mis cinco sentidos están bien ―dijo riendo sin apartar la mano de la de Dj.

Trato de imaginárselo con el cabello rojo, pero no pudo, lo conoció siendo rubio y la verdad es que ese color le quedaba bien, pero si él no se sentía a gusto lo mejor era que volviera a ser el mismo de siempre.

―Es el ultimo que bebo… ―dijo para luego beber el ultimo trago de tequila ―tengo la prueba mañana ― añadió y su rostro volvió a lucir preocupado ―Es más creo que ya es hora de que me marche ―no hizo el menor intento de ponerse en pie, la verdad es que le resultaba grato conversar con el Asturias.

[djvash Asturias]

Caminaba por las calles de Diagón después de un viaje tan largo como el que había tenido, realmente por su mente estaba el desaparecer de ese lugar, olvidarse de todo pues tenía muchos recuerdos que le causaban mucha nostalgia en esos lugares. Cuando había estado en el local por última vez no fue lo mejor que pudiese recordar, aun lo tenía presente como si hubiese pasado ayer, como Kaori lo había encontrado alcoholizado a más no poder, y después de una plática con la pelinegra todo volvió a ser como antes. Su viaje por el mundo no fue como lo había esperado, aunque le llevó a una de las últimas palabras que le dijo a asiatica. La soltería era lo de él, pese ha tratar de hacer caso a las palabras de Valeria y de Valkyria, la suerte no estaba de su lado, pues seguía como el último día que se encontró con cada una de las tres chicas que en algún momento movieron su corazón, sin ellas, solo.

 

Como era el destino tan caprichoso que había dejado escapar a dos personas maravillosas y a una tercera que bueno no sabia si con ella hubiese podido llegar a algo por su pasado. Tomó un cigarrillo de su bolsillo, anhelaba el regreso por ese vicio que solo esos lugares le daban, tras encenderlo levantó la mirada, sin pensarlo se encontraba fuera de su negocio. Levantó la mirada y lo vio, era lo que esperaba estaba, completamente solo, abandonado, un fuerte suspiro salió de su boca, debía de entrar y olvidar el pasado, o mejor dicho quizás esta sería su última visita para poder cerrar el local de la manera como lo había abierto, de forma exitosa.

 

Entró al mismo, el lugar estaba igual, solo las capas de polvo era la diferencia. al parecer Paolo también lo había dejado, y no le podría recriminar nada pues él solo se fue sin decir palabra. Tras observar un poco el inmueble, tomó a Zharr de su bolsillo, levantó el brazo y con el movimiento de su muñeca el lugar empezó a tomar forma. Cada una de las mesas se fueron limpiando, los estantes, la barra, pisos, paredes, cuadros, todo estaba quedando limpio. Movía de vez en cuando la varita para dar dirección a los objetos y basuras que se encontraban en el suelo, caminaba a paso lento era mejor que estar tirado en ese lugar. Un suspiro más de su boca y miro el lugar. todo estaba acomodado y en su sitio. Al parecer el toque no lo había perdido.

 

Tras terminar con la planta baja subió a la terraza, ahí sería más rápida la limpieza, y así fue, al parecer ese lugar era el más limpio pese a no está en servicio, bajo a la segunda planta y empezó con las labores como debía, cuando menos se dio cuenta observo un par de orbes que lo miraban. Tanto Soren como Ulrich habían aparecido, al parecer ellos solo se presentaban al sentir que alguien entraba al lugar. --Vaya chicos, creo que ahora sí dejaron esto muy descuidado no creen-- les dijo cuando los dos llegaron corriendo a él, los abrazó pues si los extrañaba pero no quería ponerlos en peligro. --Vamos quiero que vayan a las cocinas y preparen lo mejor que tengan, tengo un poco de hambre-- sonrió y los dos desaparecieron.

 

Bajo las escaleras y llegó a su recinto, su sala VIP donde pocos conocían y los que estaban ahí eran privilegiados, encendió un cigarrillo nuevo mientras se servía un ruso blanco, al fin estaba en casa, solo como siempre pero en casa.

 

 

 

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[Valky]

Kaori.

Totalmente distraída, Kaori recorría las calles del Diagón, en su mano izquierda llevaba una funda en cuyo interior había una bonita bufanda que había comprado y en su mano izquierda tenía un helado de sabores, varias personas la habían quedado viendo ya que era una tarde fría para degustar un helado, más ella creía que nunca era demasiado frio para uno.

—Disculpe… — dijo un mago que al ir con demasiada prisa chocó con la pelinegra haciendo que el helado cayera al piso. Lo miró enojada mientras el hombre, ajeno a lo que había provocado se alejaba sin mirar atrás.

—Con lo rico que estabas…— suspiró mirando los restos del helado derramados en el suelo. Luego de un rató levantó la mirada buscando un basurero en el cual depositar el cono vació.

Mientras lo hacia captó un pequeño detalle, en el local del Asturias había luces, lo que podía significar que Dj estaba de regreso o que había cambiado de propietario. Hizo un movimiento que más pareció mecánico y el cono de helado empezó a levitar hasta el basurero más cercano, ella por otra parte ya estaba caminando en dirección al local.

La fachada del local había sido limpiada y arreglada, ahora ya no lucía como un restaurante abandonado lo que le alegraba mucho. Una vez dentro se despojó de la túnica verde oscuro que llevaba puesta, dejando ver una blusa blanca sin mangas y un pantalón de mezclilla verde, iba tan informal como siempre. El interior del local también había sido arreglado y de la cocina provenía un aroma que le confirmaba que estaban atendiendo al publico nuevamente.

—Hola… —Dijo más no vio a nadie cerca —¿Quizá en la oficina? —murmuró para si misma y sin esperar a que alguien la recibiera se encaminó hacía el despacho del mago. La puerta estaba entre abierta dejando ver al Asturias de espaldas. Sin dudarlo entró, le gustaba que estuviera de regreso.

—Volviste…—Dijo y sin poder contener el impulso, corrió a abrazarlo y propinarle un beso en cada mejilla.

[djvash Asturias]

El lugar había quedado impecable, sinceramente no sabia que hacer, si era mejor desaparecer o regresar, la cuestión era que nada lo ataba a este lugar, no había nada por que luchar. Inhalo del cigarrillo y le dio un sorbo a su bebida, la puerta se había quedado entreabierta y el aroma de la comida llegaba hasta ese lugar, bueno siendo realista con su sentido lican podría oler esa comida a distancia, pero ahora solo estaba en paz tratando de descansar. Un nuevo sorbo a la bebida y el exhalar el humo fue lo único que hizo antes de suspirar. Su cabeza estaba hecho lío, no podía pensar en nada, realmente se le habían acabado las ganas y las ideas de seguir en este lugar, lo mejor sería viajar por el mundo, eso es lo que sí sabía hacer.

 

Terminó su trago y apenas dejó el vaso sobre la barra para preparar otro escuchó una voz, era demasiado familiar y de no ser por eso quizás hubiese actuado de otra manera. Apenas había girado los brazos de la pelinegra lo rodearon y sus labios le marcaron un par de besos en sus mejillas. --Hola, de hecho solo estoy de paso-- las palabras fueron lo que menos pensó, su corazón latía desesperado, era como re-encontrarse con algo muy querido. --Me alegra verte-- le dije dándole un tierno beso en su mejilla. *estas hermosa Kaori, no sabes cuanto te extrañaba, espero seas muy feliz* pensaba mientras una sonrisa se mostraba en el rostro.

 

--Que te ha traído por este lugar tan abandonado?? -- pregunto cuando la chica dejaba de abrazarlo, tomó la botella y empezó a preparar su nuevo trago. --Gustas algo de tomar?? o de comer?? los elfos han preparado una maravilla, el olor lo dice todo.

[Valky]

Kaori.

El rostro de la pelinegra reflejo la tristeza que sentía al darse cuenta que el mago no planeaba quedarse por mucho tiempo. En su última conversación hace ya varios meses atrás, había llegado a la conclusión de que sentía un cariño especial por el Asturias y sin duda el que se hubiera alejado de todo, le había afectado. Había extrañado conversar con él durante todo ese tiempo, así que ahora que lo tenía ahí aprovecharía para ponerse al día en sus vidas.

—Vi luces y quise pasar a saludar —respondió la pelinegra — Siempre que pasaba estaban apagadas, así que supuse que eras tú o que lo vendiste y había nuevos dueños — confesó sonriendo —Me alegro mucho de verte… — dijo sinceramente.

Miró con detenimiento el rostro del mago, seguía siendo tan apuesto como siempre, aunque notó que quizá había bajado un par de kilos o quizá era solo su impresión, después de todo hace mucho tiempo que no lo veía. Agradeció el ofrecimiento de beber algo hacer candó una nueva copa para que en ella sirviera un trago igual al que se estaba preparando para él mismo.

—Puedo acompañarte a comer y así nos ponemos al día —propuso la joven —Seguro tienes aventura que contarme… ¿Qué lugares conociste? —preguntó con curiosidad mientras se sentaba. —Por donde estabas, lobito — preguntó.

[djvash Asturias]

No pudo evitar sentirse culpable cuando observo el rostro de la pelinegra al mencionar que solo estaba de paso, pero como siempre ella lograba sacar una sonrisa de su rostro, en esta ocasión fue cuando le comentó que pensaba que habian vendido el lugar. Aunque nada lo atara a este camino no pensaba dejar su amado local por nada del mundo. Al parecer el sentimiento de verse nuevamente fue mutuo, aun recordaba su última vez juntos, habían tenido una muy buena conversación y sobre todo él había dejado en sus manos un objeto que era muy valioso, que no quería perder.

 

--Cómo te imaginas que puedo vender este lugar, te imaginas si me deshago de él, donde podre llegar cuando esté en mal estado-- le comento sonriendo sin dejar de admirar su belleza al verla.

 

Después de aceptar algo de beber y para su fortuna fue lo mismo que el rubio tomaba le menciono que lo podia acompañar a comer y se ponían al día, preguntando sobre los lugares que había conocido y que por donde andaba. Parecía que no tenía respuestas para esto, realmente su salida fue de imprevisto y solamente dejo que el destino lo llevara por el camino que el quisiera. Le dio un sorbo grande a su bebida mientras pensaba en una manera de responder, su mente estaba realmente en blanco.

 

--Pues puedo decirte que en esta ocasión no conocí grandes lugares-- le dijo mientras se tocaba la barbill con una mano --creo que necesitaba un poco de soledad-- continuo, aunque en su mente recordaba el como se había enterado que ella se casaría, aun sentía que había perdido su oportunidad, suspiro y se tomó el trago de un sorbo, se sirvió otro nuevamente, quería olvidar esa ocasión a como diera lugar, después de todo él había aceptado que sería su amigo y debía de cumplir con eso.

 

--Creo que estuve por oriente, si, de hecho estuve por Osaka-- le comento pues recordaba estar en la tierra del sol naciente --pero fue solo de paso, realmente ahora no me quede algún lugar en específico, creo que sí debía de meditar-- una sonrisa más se dibujó en el rostro, antes de poder decir algo más el pequeño Soren entró con una bandeja --querido amigo, creo que serán dos platos de cada uno por favor.

 

--Ohh, el amo tiene visitas, y una muy hermosa verdad amo, ya le dijo lo que siente por ella señor??-- el pequeño la miró sonriendo y después al ojiverde, el rostro de este último hizo que el elfo desapareciera sin decir palabras más, el Asturias nunca reprenderia a sus elfos, y a ninguna criatura, pero el pequeño sabía que cometió un error al mencionar eso. --Vaya que sí es especial ese pequeño, creo que sigue siendo muy hablador y entrometido-- le dijo a Kaori sonriendo mientras le daba un sorbo más a su trago, aunque por dentro estaba completamente agradecido con Soren, ya que por él la había conocido, aún recordaba el como habia llegado aqui.

 

--Pero bueno, cuéntame algo de ti, que has hecho de nuevo??-- le pregunto mirándola con una sonrisa en el rostro sin dejar de pensar el lo hermosa que era, y culpandose por no haber podido conquistar su corazón.

 

 

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